Saltar al contenido
I'm Reading A Book

Capítulo 20 – EBNET

6 febrero, 2021
EBNET

“¿Algo es un poco… extraño?»

Simon llegó al Palacio Imperial temprano en la mañana. 

Después de la demostración de la academia que se prolongó hasta altas horas de la noche del día anterior, la solicitud del presidente de participar en sólo una comida empujó al resto de los hechiceros a entrar. 

Se durmió cómodamente y se despertó con el amanecer. Arrastró todas las cosas que lo hacían sentir menos adormecido y usando el círculo mágico de teletransportación…

‘Llegué al Palacio Imperial Occidental exactamente…’

«Hace 30 minutos». 

Se detuvo en la torre, dejó su equipaje, salió con su informe de viaje de negocios aún puesto y se lo arregló sintiendo una extraña sensación de incongruencia mientras caminaba hacia el Palacio del Príncipe. 

Aunque comúnmente eran pocas las personas que le daban la bienvenida por su viaje de negocios, para Simon todo era extraño. Se diría que le evitaban la mirada. 

Todo el Palacio Imperial estaba en silencio. La criada, el guardia e incluso el Jefe de personal evitaron sus ojos.

Mientras caminaba por un pasillo reluciente donde se podría ver a una diminuta hormiga pasar, Simon luchó por encontrar la verdadera razón de la sensación en su estómago. Sin embargo, no importaba cuánto lo pensara, no pudo revelar la identidad de la incomodidad. 

Era una forma dolorosa pero invisible, como una pequeña espina oculta entre sus dedos. 

«Estoy aquí para informarte todo con mi regreso, mi querido primo.» Luismond estaba sentado en su oficina como de costumbre, manejando documentos apilados como una montaña. Ahora Simon había regresado de su viaje de negocios y esperaba relatar su gloria de conquista.

Al entrar, y verlo, puso rígido su rostro por un momento, luego sonrió alegremente y le dio la bienvenida. 

«Bienvenido. Te estaba esperando”, se levantó de un salto y se acercó. Muy feliz, agarró a Simon por el hombro y lo tocó. 

El toque de palmaditas suaves no fue el mismo de siempre. Era rígido y fuerte. Parecía estar temblando levemente. 

Simon miró la mano de su primo, formando una arruga entre sus cejas.

“ ¿Por qué todos están raros hoy?» 

«¿Qué?»

«Es extraño. Todos me evitan. Estoy ocupado bajando la mirada como un águila en el cielo.»

«Tú eres el raro.»

El ojo dorado de Simon miró profundamente los ojos azules del Príncipe como el cielo.

«Aún es extraño.»

Luismond se rió y cerró los ojos profundamente, llamó a la criada y le pidió una bebida fría.

Miró con recelo a Luismond y puso el informe que había traído sobre su escritorio. La criada entró con un frío licor de manzanilla. Hasta entonces, Simon había estado mirando al Príncipe en silencio. 

«Ven y toma una copa». 

Simon, mirando la bebida que le ofrecía murmuró involuntariamente. 

“Entonces resulta que conseguiste las hojas de té de Kalia… ¿Esto es de ella?»

«¡Coof!». 

La mano de Luismond que estaba sosteniendo la copa, se detuvo al oír sus palabras. El licor que estaba bebiendo casi se le salió por la nariz. 

Después de limpiarse la boca húmeda, dejó caer la copa con un breve suspiro. Sus manos estaban sudorosas. 

Preocupado por si el círculo mágico que se había fortalecido hace poco funcionaría bien ante los eventos por venir, Luismond dejó a cargo a Yu Rizzan de todo esto. Bajo la mirada de Luismond, una sonrisa se levantó gradualmente. Pero pronto se puso más serio que nunca.

“Kalia se fue. Ayer.»

 «¿A dónde?»

“…Yo no lo sé.» 

“¿Qué?”

“Ella, solo, se fue.”

‘Ni siquiera me había imaginado que llegaría el día en que diría esto.’

Luismond, quien obligándose a su mismo hizo contacto visual con Simon, dijo, mordiendo la carne interior en su boca. Simon hizo una pausa como si se hubiera detenido en tiempo, luego volvió a preguntar con voz reprimida.

«¿Qué quieres decir Luismond? ¿Kalia se fue? ¿Se fue y tú no sabes a dónde?”

 Simon volvió a arrastrar las palabras que Luismond había elegido. No fueron expresiones de: ‘Se fue de viaje’ o ‘Se fue de vacaciones’.

Simon repitió su simple: ‘Se fue.’

 Incluso la más mínima emoción que quedaba en el rostro de Simon desapareció. Con el rostro helado, apretó y abrió el puño. Eran los hábitos que habían sido observados de alguien durante mucho tiempo, y se le habían transferido. 

‘¿Te fuiste? ¿Dejándome? ¿Quién fue?’

 Al principio, pensó que era una broma de mal gusto, y su segundo pensamiento fue, es una broma ridícula. ¿Qué tipo de broma tonta es, que Luismond cree…?

Pero incluso lo hizo. 

No, no importa lo que diga, si por lo menos la boca de Luismond dijera: ‘Jaja, te engañamos.’

De hecho, pese a sus esperanzas no había nada parecido en su cara que significara lo contrario, ‘que Kalia lo estaba esperando’. Más bien, le habló a Simon con una expresión firme y silenciosa. No había señales de broma en sus labios tensos y hombros rígidos. Por el contrario, estaba tan serio que se atragantó al escuchar su nombre y parecía que se iba a enfermar.

¡Crack!

Ese silencio significaba ‘Es real’

En el momento en que se dio cuenta, el corazón de Simon se hundió hasta el fondo. 

¡Ba, dum! ¡Crack!

 El corazón así como cayó, semejante a un salmón, salió al exterior, saltó con todas sus fuerzas, tratando de vivir y respirar. Sin embargo, solo el dolor que venía del encarcelamiento se intensificó y no se calmó. 

«No mientas. No hay razón para que Kalia se vaya». 

«Me encantaría creer eso también, pero es como si ella tuviera una razón que no sabemos».

“… Luismond, detente, esto no es divertido». 

Negó sus palabras. Apartando la mirada del rostro contrariado de Luismond, quien forzó que aceptara esa horrible realidad, se levantó de su asiento y gritó. 

“¡Maldita sea, detente! ¡Qué broma tan asquerosa!»

“Simon…”

¡Crip-crack! ¡Boom! Chaen-ggrang! 

Debido a la incontrolable ola de magia liberada, la tetera en la mesa estalló donde estaba. Varias decoraciones se desintegraron en partículas de unidades atómicas.

Todo se partió y desapareció de su mismo lugar. Incluso en la turbulenta tormenta mágica, Luismond trató de mantener la confianza en sí mismo. De hecho, había esperado más. 

‘Si no podía creerlo y se comporta de esta manera, entonces Simon tendrá que aceptarlo.’

‘Tiene que entenderlo un poco más rápido e ir a buscarla.’

Luismond se puso de pie y abrió la puerta de su oficina ante su enojado primo. Señalando con gestos exagerados la puerta abierta de par en par, le dijo con fuerza. 

«¡Ve y compruébalo por ti mismo!»

‘¡Mierda!’ 

Incluso Simon corrió con todas sus fuerzas, negando todas las palabras de Luismond. A pesar de que estaba avergonzado y sorprendido hasta el punto de que sentía que le costaría moverse fácilmente para teletransportarse, continuó negándose a sí mismo.

 ‘Disparates. ¿Kalia se fue? No puedo imaginarlo ¿Por qué Kalia? ¿Así sin decírmelo?’

Pero su corazón ya lo sabía. Sabía que las palabras de Luismond no eran falsas. El aire en el Palacio Imperial hoy era sutilmente diferente. Los ojos de él y de todos los que la conocen estaban evasivos. Como para preguntarle por su ausencia, él cotilleó y sonrió ignorante de todo. Las ridículas palabras de Luismond eran ciertas, susurró una vocecita en su interior.

‘No. No. No.’ 

No obstante, Simon se mintió. Nunca creería las palabras de Luismond y hoy está atrapado en una broma de mal gusto. Sin embargo, sus pies continuaban corriendo, pensar en eso no cambió su rostro, palidecido por la urgencia. 

Su respiración se elevó hasta el final corriendo ¡A dónde se fue Kalia! ¡Aquí es donde ella debe estar! Dónde, dónde…

‘Vete a la mierda Luismond! Me duelen los pulmones como si estuvieran desgarrados.’

 ‘¿Por qué? ¿Por qué diablos Kalia?‘

Las plantas de sus pies estaban calientes y el calor iba en aumento. 

‘Vaya, mírate. Ah, ¿alguna vez has corrido tan desesperadamente en tu vida?’

Divisó la mansión de Kalia, acercándose con un rostro distorsionado. Recordó el primer día que le dieron su mansión.

Kalia quería que la casa fuera concurrida y contrató a un buen número de empleados. Incluso recordó su expresión que parecía un poco solitaria cuando le dijo inocentemente que sería bueno tener a alguien que le diera la bienvenida en cualquier momento del día. 

‘Kalia. Kalia. Por favor, quédate aquí. Por favor, por favor. Todavía hay una razón para quedarte’.

Incluso cuando el brazo de Kalia se desgarró en la batalla de Nuhakon, él no estaba tan malhumorado. Estaba seguro de poder recuperarla completamente.

No estuvo tan desesperado cuando la vio, a ella que había estado suplicando, dolorida e irritada incontables veces, sufriendo todo tipo de heridas y ensangrentada. Tenía la confianza para salvarla incluso explotando al máximo su poder mágico. 

‘¡Todas las veces que pude, debí abrazarla!’

 «Pero, pero no fue así ¡Kalia!» La locura brilló en los ojos de Simon. El cabello plateado peinado en un estilo clásico ahora era un desastre.

Corría tanto, que ni siquiera sabía cómo detenerse, parecía un pescado asfixiado fuera del agua. Sin  adivinarlo con solo mirarse, podía saber que en su comportamiento de correr, sobredosificaba las coordenadas del movimiento usando la red mágica*. (significa que inconscientemente mejoraba su rapidez).

‘¡Kalia, háblame!’

Ni siquiera podía recordar cómo llegó a la mansión de Kalia. Simplemente entró en los jardines, desesperado, y agarró con fiereza la manija de la puerta cerrada firmemente. La puerta dura se abrió con su poder.

También tuvo una sensación de alivio porque no estaba bloqueada. Pero pronto se dio cuenta de que la mansión de Kalia, con más empleados de los necesarios, estaba demasiado tranquila. Tenía un sudor frío. Su corazón se apretó en un espeluznante silencio. Un silencio aterrador y triste. Su instinto, que lo había consumido, gritó apresuradamente.

¡No entres en la mansión, no te desesperes! ¡Toma aire, huye de ahí!’

‘No, yo nunca me escapo.’

Gracias a su fuerza, Simon saltó al segundo piso, donde Kalia tenía su habitación y estaba principalmente.

“¡Kalia! Kalia, ¡Maldita sea! ¡Sal ahora, Kalia!”

 Gotas de sudor se formaron en su limpia frente. Su corazón late y salta  con una reverberación implacable. Abrió la habitación de Kalia sin permiso. Fue una grosería que nunca realizaría normalmente. Pero el espacio estaba vacío y en silencio.

Y solo el vacío le dio la bienvenida. 

“¡Kalia! ¡Sal! Si no quieres ver a mi yo desconocido, ¡sal ahora!» 

Miró a través de su habitación como un hombre ciego que volviera sobre sus pasos. Rompió las cortinas y arrancó el techo. Miró debajo de la cama, tras las paredes, todo lo puso patas arriba. 

«Sal. Antes de que empiece a aplastarlo todo, sal. ¡Kalia! ¡Maldición! ¡Sal! ¡Antes de hacer explotar tu mansión, sal!» 

Todas las puertas de la mansión estaban rotas y llenas de golpes, y solo los pies del profundo dolor y la ira de Simón se escucharon en el lugar.

Estaba agotando su paciencia. Uno de los jardines ya había sido destruido por la falla en el control de su magia. 

‘Kalia. Kalia ¿Realmente te fuiste? ¿De repente, sin decirme nada?’

 La mansión se convirtió en una ruina, y la expresión de Simon al mirarla no es diferente a observar asqueroso barro. Caminó hacia la cama rota de Kalia, como un hombre que había perdido todas sus fuerzas. El aroma de ella que permanecía débil en ese  lugar desordenado y destrozado.

Agarró las sábanas. El olor de Kalia. No dejó ir su sentido del olfato.

‘Sentí que me estaba ahogando porque me faltaba el aliento.’

Simon agarró los harapos de la sábana…

 «¡¡Ahhh!!» Gritó. 

Como el grito de una bestia, ese lamento interminable retumbó en la mansión vacía. Susurró con seriedad con los ojos firmemente cerrados. 

“Mierda, Kalia, por favor, estos chistes no son divertidos».

Pero no importaba cuánto tiempo esperara, no recibió respuesta. ‘No importa cuánto tiempo esperé, no importa cuánto la llamé, la voz de Kalia no regresa a mi.’

Al día siguiente, Jacob, el mayordomo de Kalia, se acercó a él. Sosteniendo una carta.

✄ ————————————————

Mishka: Nooo, Simon no llores (>﹏<) que lloro contigo…Muchas gracias Yree por el esfuerzo extra en este capítulo a mi no sé por qué me sudaban los ojos…

Atrás Novelas Menú Siguiente

 

error: Content is protected !!