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AECDE – 114

17 septiembre, 2023

Episodio 114 (Extra-1) – Si la nostalgia deja huella (4)

 

Después de que Adele partiera a Ehmont para un matrimonio nacional, fue la orden del Emperador Lucio animar a Caín, que vivía día a día como una persona que no podía morir.

El Emperador declaró que, si su hermana no era feliz allí, deberían traerla de regreso a Gotthrof sin importar ninguna fricción diplomática que pudiera haber.

Mientras se dirigía a Ehmont con Gibelino para llevar a cabo la orden del Emperador, Caín estaba emocionado ante la idea de volver a encontrarse con Adele, pero luego se desesperó repetidamente al enfrentarse al demonio dentro de él.

Caín esperaba que Adele se hubiera adaptado bien en Ehmont y fuera respetada y feliz como Emperatriz. La Adele que él conocía nunca haría nada para dañar a Gotthrof solo por su propia felicidad.

Pero el demonio enroscado alrededor de su corazón susurró con saña.

‘¿De verdad quieres que ella sea feliz en los brazos de otro hombre?’

En la capital de Ehmont, donde llegó en medio de esa agonía, la realidad que enfrentó Caín fue completamente inesperada.

 

****

 

“Bienvenidos. Soy el dueño de esta mansión, el Marqués Lionel Herbert.” (Lionel)

Era un hombre tan pulcro y hermoso que era admirable incluso a simple vista.

Dado que estaba protegiendo a la destronada Adele incluso a riesgo de perder el favor del Emperador de Ehmont, debería haber estado agradecido, pero una sensación visceral de peligro se apoderó de Caín, hasta el punto en que un sudor frío le corrió la espalda.

Caín no se dio cuenta, pero era una amenaza que sintió como un hombre profundamente enamorado de una mujer y no como un súbdito leal.

“Por favor, perdónenos por la falta de cortesía de presentarnos a una hora tardía. Soy Caín Knox de Gotthrof.”

Se tomó un momento para calmar su hirviente ansiedad mientras observaba en silencio a Lionel intercambiar saludos con Gibelino. Cuando Adele abrió la puerta del salón y apareció, la cabeza de Caín estaba en blanco.

‘Ojos dorados que iluminaban la noche oscura, ojos con las puntas ligeramente levantados y labios bien cerrados.’

Caín sintió dolor como si alguien le estuviera rebanando el corazón porque ella estaba tan erguida como un árbol, no afectada por los fuertes vientos y las olas, pero tan triste que era desgarrador.

“Caín.” (Adele)

La voz que anhelaba incluso en sus sueños. Un hermoso rostro que puede dibujar claramente incluso con los ojos cerrados.

El deseo de simplemente abrazarla se desbordó de repente, y el demonio dentro del corazón de Caín susurró con una risa malvada.

‘¿Cuán afortunado sería poder llevarla a Gotthrof, de donde no tuviste más remedio que dejarla ir?’

‘Cuando regrese a Gotthrof, la protegeré con el nombre de Knox para que nadie pueda lastimarla. Viviré toda mi vida adorándola.’

Pero, sorprendentemente, ese no fue el final. Incluso en la humillante situación de haber sido destronada del cargo de Emperatriz, Adelaide dudaba en regresar a su tierra natal.

Caín, ansioso por la apariencia increíblemente desconocida de ella, preguntó bruscamente.

“¿Estás segura de que quiere quedarse?”

La Adelaide, a quien Caín conocía, era lo suficientemente orgullosa y arrogante como corresponde a un miembro de una familia imperial y siempre estaba menospreciando al mundo. Tenía claro lo que estaba bien y lo que estaba mal, y no dudaba en expresar sus sentimientos.

Siempre fuerte y brillante como el sol.

Caín no tenía idea de quién era la mujer con la cara de Adele, que mostraba un lado tan vulnerable. Entonces Caín no pudo soportarlo y le levantó la voz por primera vez.

“Usted siempre dijo que prefería morir antes que perder su honor. ¿De verdad tiene la intención de morir aquí?”

“¡Caín!” (Gibellino)

Gibelino se enojó por el comentario directo, pero Caín no retrocedió y siguió empujando a Adele.

“¿Por qué siempre actúa como si estuviera sola sin nadie a su alrededor? ¡Es mejor morir que volver a Gotthrof! ¡Nadie en casa piensa eso!”

“Caín.” (Gibellino)

“¿Es eso así?” (Adele)

Al final, habló con seriedad con labios temblorosos y ojos rojos.

Apartando la imagen de Lionel Herbert que seguía viniendo a su mente, rezo para ese hombre no fuera el motivo de su vacilación.

“Regrese a nuestro país, Su Alteza. Al denso bosque que tanto ama, Su Alteza.” (Caín)

Al final, lo que Caín planteó fue la patria que ella amaba más que a nada. Hasta donde él sabía, esa era lo única cuerda que podía retenerla.

Absolutamente cobarde.

 

****

 

Incluso después de regresar a la habitación proporcionada por el Marqués Herbert, Caín apenas podía quedarse quieto. <imreadingabook.com> Esto se debía a que las brasas encendidas en su corazón lo estaba quemando como el fuego de azufre del infierno.

Después de deambular por la habitación durante mucho tiempo, Caín finalmente fue a ver a Adele. Estaba a punto de subir unos escalones y pasar el descansillo, cuando escuchó unas palabras que no podía creer.

“Si ya estás aquí… ¿No puedes quedarte?” (Lionel)

Una voz desesperada llena de seriedad. Afecto como un tsunami palpitaba en esa persona.

Caín tembló, apoyándose contra la pared en estado de shock, como si el suelo bajo sus pies se estuviera derrumbando. Y sin siquiera poder respirar adecuadamente, esperó a que siguiera la respuesta.

‘Por favor, por favor, Su Alteza…’

“…Yo soy Su Alteza…” (Adele)

Su voz, que finalmente salió después de mucho tiempo, estaba muy quebrada.

Lágrimas cayeron de los ojos de Caín.

Después de haber estado a su lado durante mucho tiempo, Caín la conocía bien. Entonces, Caín también pudo comprender su agonía y dolor. Apuñaló el corazón de Caín tan cruelmente como una daga.

“Te daré mi todo.” (Lionel)

“¡Marqués!” (Adele)

“Por favor, toma todo lo de Herbert. Toma todo lo que tengo en tus manos y, como siempre, haz lo que creas conveniente. Puedes usarme como herramienta, como punto de apoyo y, a veces, como escudo.” (Lionel)

“… ¡Qué! ¿Qué estás diciendo?” (Adele)

A pesar de la sincera confesión del hombre, ella nunca respondió.

Caín cerró los ojos y apoyó la espalda contra la pared, como si se estuviera desplomando.

Caín podía notar la sinceridad que el hombre estaba conteniendo. Porque él también ha tenido el mismo corazón desde hace mucho tiempo.

Y por los años que la observó con afecto, Caín también pudo leer su corazón silencioso.

Lágrimas corrieron por sus mejillas y empaparon sus pies. Preferiría que su corazón roto y dolorido fuera desechado y desapareciera, pensó que sería mejor así.

 

****

 

Y ese sentimiento, llegó con el pensamiento de que preferiría estar muerto.

“¡Su Alteza!” (Gibellino)

Gibelino se acercó llamando a Adele como si gritara, y Caín casi cerró los ojos.

Un patrón noble intrincadamente grabado. Lo que cruelmente le entregó a Caín fue su documento de identidad de Gotthrof.

Caín volvió a abrir los ojos, la miró y preguntó en voz terriblemente baja.

“¿Por qué me da esto?”

Los ojos dorados de Adele se endurecieron con determinación. Su testaruda Señora nunca cambiaba de opinión cuando miraba de esa forma.

Mientras Caín miraba a Adele ni siquiera poder respirar, ella finalmente abrió la boca.

“Caín Knox. Este es mi último mandato para ti.” (Adele)

‘Que cruel.’

“Yo, Adelaide Gotthrof, renunciaré a todos mis cargos y autoridad como Princesa de Gotthrof a partir de este momento, por lo que debes transmitir mi voluntad a Su Majestad el Emperador.” (Adele)

‘Eres realmente cruel… Si supieras cómo me siento, nunca serías capaz de decirme eso’ (Caín)

‘¿Cómo puedo tomar tu placa de identidad e irme? Quieres que lleve a Gotthrof, lo que tú tiraste con tus propias manos.’

Adele finalmente desvió la mirada y llamó a Gibelino.

“Gibelino Luhan.” (Adele)

Gibelino se pasó una mano por el rostro distorsionado, desmontó del caballo y se acercó a ella.

“Si, Su Alteza.” (Gibelino)

Adele sacó de su pecho su documento de identidad y el documento en el que estaba escrito su testamento y se lo tendió a Gibelino.

“Mi último pedido.” (Adele)

Gibelino reprimió sus lamentos y los aceptó con manos temblorosas. Luego miró a Adele y preguntó con voz temblorosa.

“Es una elección que Su Alteza, a quien conozco, nunca haría. Pero ¿es porque realmente lo quiere?” (Gibelino)

Adele asintió y Gibelino forzó una sonrisa mientras lloraba.

“¿Puedo ayudar?” (Gibelino)

“No.” (Adele)

Caín la miró fijamente sin cesar, luego bajó la mirada porque no podía soportarlo más.

Como si estuviera sumergido en aguas muy, muy profundas, ni siquiera podía respirar. El aire que apenas inhaló cortó sus pulmones como una cuchilla afilada.

“Caín. Lo siento.” (Adele)

Caín sabía que sus palabras eran sinceras.

Fue un saludo de despedida. Una despedida con la idea de no volver a verse nunca más, sin siquiera esperar un encuentro algún día.

‘Dándole la espalda su tierra natal que tanto amaba, eligió a Lionel Herbert.’

‘Aunque fue sumamente triste, se sintió avergonzado y triste por su estrecho afecto por no poder felicitarla sinceramente por su amor.’

‘Se sintió resentido con ella por alejarse tan fría y resueltamente hasta el punto de la crueldad, pero también se sintió triste porque al final ni siquiera pudo expresar adecuadamente su resentimiento.’

Caín apenas levantó la cabeza ante el sonido de cascos alejándose.

Ella se estaba alejando de él.

“Regresemos, Caín. Eso es lo que quiere Su Alteza.” (Gibelino)

Al escuchar las palabras de Gibelino, Caín giró lentamente la cabeza.

‘Si muero así, ¿se aliviará este dolor?’

Caín abrazó su corazón destrozado y vomitó lágrimas salvajes.

‘¿Por qué no fui yo?’

‘¿Por qué no pude ser un hombre para ti?’

 

****

 

No podía recordar cómo regresó a Gotthrof. Tan pronto como Caín llegó a su tierra natal, corrió hacia el bosque de bambú de Knox como si estuviera huyendo.

Cuando Theodore, que se enteró de la situación por Gibelino, llegó al bosque, Caín estaba sentado en una roca partida y miraba fijamente al cielo.

La luna, brillando a la luz del sol, perdió su luz después de que el sol se fue.

Theodore, que miraba a Caín, que estaba seco y moribundo, de repente abrió la boca.

“Ahora tienes que dejarla ir.” (Theodore)

“…”

“Acéptalo” (Theodore)

“…”

“Eso también es amor.” (Theodore)

(N/T: ¡Que hermosas palabras Theodore…)

Solo entonces Caín volvió su mirada seca hacia él y lo enfrentó. Theodore le dio un golpecito en el hombro, que se había secado en los últimos días.

“Ni siquiera pienses en morir. No quieres que Su Alteza Adelaide te recuerden como el mayor tonto del mundo, ¿verdad? e Incluso si no eres el amante de Su Alteza, sigues siendo un leal súbdito, un amigo cercano y una persona preciosa para Su Alteza. Así que despierta, Caín Knox.” (Theodore)

‘Una persona preciosa.’

Ante esa única palabra, los ojos verde oscuro-muertos temblaron violentamente.

Incluso después de que Theodore se fue, Caín no pudo abandonar ese lugar durante mucho tiempo.

 

****

 

‘¿Cuánto tiempo ha pasado?’

Llegó la noticia de que Adelaide había regresado a Gotthrof para encontrarse con el Emperador Lucio, pero Caín no se atrevió a enfrentarla.

Gibelino y Theodore vinieron a visitarlo varias veces, pero cada vez Caín negó con la cabeza. Fue porque no quería que su feo yo, que no podía deshacerse de su desesperación, se convertirse en una carga para ella cuando regresara a Ehmont.

Caín también visitó hoy la roca partida en el bosque de bambú.

Mientras soplaba el viento, los árboles de bambú temblaron y lloraron al unísono. Los escasos fragmentos de luz dispersos crearon un hermoso patrón en sus mejillas.

Caín levantó la cabeza y contempló el refrescante verdor

Fue un sentimiento que comenzó aquí.

Adele fue la primera persona con la que se encontró después de salir del huevo. No, fue el benefactor que rompió su huevo sin dudarlo y lo sacó de la muerte.

Caín recordó de repente la conversación en la residencia del Marqués de Herbert.

<“¿Descubrió por qué razón decidió no morir?”> (Caín)

Su corazón latía con fuerza porque estaba nervioso por el tema que había preguntado.

<“Lo descubrí.”>

<“¿Puedo preguntar cuál es?”> (Caín)

En ese momento, cómo tembló. Aunque ya lo sabía, tenía miedo de que saliera a relucir el nombre de Lionel Herbert.

Pero el nombre que salió de su boca fue algo completamente diferente.

<“Adelaide.”> (Adele)

Caín pronunció su nombre distraídamente.

<“Adelaide.”>

Entonces, sin siquiera un momento para detenerse, las lágrimas cayeron como si fuera natural.

<“Adelaide…”>

<‘Caín, ¿Su Alteza ha vivido alguna vez para sí misma? Lo vi por primera vez. La razón por la que eligió a Lionel Herbert no fue por el bien de ese hombre, sino por el bien de sí misma, de Su Alteza.’>

La voz de Theodore se superpuso tranquilamente a la voz empapada en lágrimas de Gibelino.

<“Acéptalo… Eso también es amor.”> (Theodore)

Caín se puso de pie como si su cuerpo estuviera a punto de colapsar en cualquier momento.

En ese momento, alguien corrió hacia él a través del bosque de bambú.

“¡Caín!” (Gibelino)

Gibelino respiraba pesadamente y le arrojó un pañuelo al hombre manchado de lágrimas.

“¡Estúpido bastardo! ¡Date prisa y corre al puerto! ¿No le vas a dar a Su Alteza un último saludo?” (Gibelino)

‘Ella se va.’

Con esa única palabra, las lágrimas y la agonía, literalmente todo desapareció en blanco. Caín arrojó el pañuelo sobre el pecho del gigante y rápidamente salió corriendo del bosque.

Mientras cabalgaba frenéticamente hacia el puerto, su caballo respiraba pesadamente, el aire frío y helador que le recorrió la mejilla lo despertó de su profundo hundimiento de desesperación.

Cuando llegó al puerto, esperaba desesperadamente que no fuera demasiado tarde, sin embargo, el barco ya se dirigía a mar abierto.

‘Es tarde. Ni siquiera pude decir adiós.’

Fue en el momento exacto en que Caín estaba a punto de desanimarse.

“¡Caín!” (Adele a lo lejos)

Escuchó una voz sonora e inolvidable.

‘Sólo entonces la vi. Mi primer y probablemente mi último amor, de pie en la popa y agitando los brazos hacia mí.’

Una expresión que era una mezcla exquisita de confianza y arrogancia, cabello negro recogido en un moño desordenado, un puente nasal moderadamente alto que se funde como unos rasgos delicados como una pintura y la bonita boca que hace que su corazón se acelere con solo mirarla.

Caín respiró entrecortadamente y se ajustó la ropa antes de inclinarse respetuosamente hacia ella.

‘Lamento el hecho haber dejado Ehmont con una apariencia tan fea la última vez. Entonces, esta vez, la dejaré ir resueltamente. Para que ella pueda caminar y marcharse con ligereza.’

‘¿Lo sabes?’

‘Qué emocionado estaba en el bosque de bambú ese día, cómo me sentí y tuve fiebre toda la noche.’

Solo había una razón por la que de repente sintió curiosidad por el mundo fuera de la valla.

‘Fue por la única palabra que me diste, ‘El mundo que tú y yo crearemos juntos.’…’

‘Tal vez hayas olvidado que incluso dijiste esas palabras, pero yo no puedo olvidar la temperatura, el olor o incluso el rayo de sol que caía sobre tu rostro.’

‘Adelaide.’

‘Si el anhelo deja huella, tu nombre se dividirá y romperá sílaba a sílaba, sin dejar rastro.

Porque lo he repetido miles de veces con añoranza.

Así que realmente espero.

Por favor, sé feliz para siempre.’


Nameless: Nos quedamos aquí. Les cuento que son 17 extras, voy a ver si me bajo las fotos que son preciosas, la verdad es que soy perezosa para esas cosas.

Un capítulo nostálgico ¿Verdad?, vi unos comentarios de un lector hablando sobre los sentimientos de Caín, pero con este POV creo que queda demostrado sus sentimientos sinceros.

Gracias por los comentarios Terroncito, Gally, Wertepr y Shar, mis fieles lectores.

Pdta. Voy a traducir “Debajo de mi cama vive un Monstruoso Personaje Principal.”, comienzo hoy pero no avanzaré mucho hasta terminar con esta novela. Me gusta mucho cerrar círculos, por lo que si o si finalizaré los extras.

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