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꧁☬ LMEEÚFPLV II☬꧂ Capítulo 14

29 octubre, 2020

Capítulo 14:

El príncipe heredero se aferró a mi vestido y gritó, como suplicando por mí. Eso era más una súplica que una proposición.

El anillo estaba incompleto y ni siquiera me había dado una correcta proposición.

«… Su alteza.»

Lo miré completamente sorprendida, el príncipe heredero, el indomable hombre que llevó la guerra de conquista a la victoria y el cual regresó con orgullo a la capital, ahora, ese hombre, el que se convertirá en el próximo emperador, está pidiéndome desesperadamente que me case con él.

«No tendrías que haberte arrodillado con ambas rodillas…»

«Es vergonzoso, por lo que responde rápido. Te casarás conmigo, ¿si? ¿Si?»

Callisto me estaba mirando fijamente, siendo plenamente consciente de que el acto que estaba realizando era vergonzoso, por lo que no pude evitar reírme. Al principio estaba completamente enojada por estarme presionándome con el tema del matrimonio, pero viéndolo mirarme con lástima… Se me hacía demasiado lindo.

«… Sabes que solo te estoy tomando el pelo, ¿verdad?»

Sacudí mi cabeza al pensar que simplemente lo estaba probando y dije.

«Le diré todo a Cedric.»

«No me importa.»

Sabía que Callisto se levantaría, pero aún sin hacerlo murmuró con la cara rígida.

«¿Cuál es el problema en que me pruebes si al final puedo casarme contigo?»

«…»

«Y si lo haces, les cortaré el cuello.»

‘Sí, por supuesto.’

Mi corazón, que latió con fuerza durante un rato, volvió a su estado original mientras lo miraba con un rostro frío, por lo que, suspirando me arrodillé frente a él.

«Su alteza.»

El rostro del príncipe estaba completamente pálido, creo que tenía miedo a mi respuesta, por lo que extendí mi mano y la llevé a sus mejillas, acariciándolas suavemente.

«Yo… Yo quiero estudiar.»

«… Ser arqueóloga… ¿Te refieres a eso?»

«Sí, te dije que, del lugar de donde vengo, yo era una erudita.»

Callisto movió las cejas como si no le gustara lo que dije, pero se las arregló para no interrumpir mis palabras y seguir escuchando en silencio.

«Aquí hay artefactos y muchas civilizaciones inexploradas, quiero estudiarlas… Y tal vez haya alguien que necesite mi ayuda.»

«…»

«¿Ya lo has olvidado? Me dijiste que si me quedaba podría hacer lo que quisiera…»

Dejé de hablar y miré a Calisto a los ojos. Y, tras mucho tiempo, los labios del príncipe se abrieron.

«No te estoy diciendo que no lo hagas.»

«¿Entonces?»

«Todas esas cosas las puedes hacer después de que nos casemos.»

«Como ya sabes, también estoy interesada en ingresar a la academia Royal.»

«Puedes hacer eso después de la boda.»

Le grité estupefacta, él estaba siendo muy irracional.

«¿Tiene algún sentido que la emperatriz vaya a la academia?»

«¿Por qué no? Si quieres, tiene todo el sentido del mundo. Si no te sientes cómoda bajo las miradas de los demás, podemos hacer que todos los profesores vengan al palacio imperial.»

«…»

Nunca pensé en eso, pero eso me avergonzaba, mi imaginación iba más allá que eso.

«No quiero ser una molestia, y ese no es el único problema…»

«Así que hay algo más…»

«¡Quiero ir al área remota y explorar las ruinas! ¡Quiero aprender a excavar huesos humanos correctamente!»

«Voy a trasladarlo todo al palacio.»

Sus palabras no tienen ningún sentido, levanté los ojos y pregunté gruñendo.

«No tienes la intención de permitirme salir del palacio en primer lugar, ¿cierto?»

«…»

Lo miré persistentemente, como preguntándole por qué no había respuesta, y, de pronto, tomó mis manos y frotó sus mejillas contra mis manos.

«Todo es tu culpa.»

«¿Mi culpa?¿Qué es exactamente mi culpa?»

«Traté de dejarte ir, pero decidiste quedarte aquí, eligiéndome.»

«…»

«Así que tienes que tienes que hacerte cargo de mi ansiedad.»

«¡¿Qué…?!»

De golpe me enfadé por su sofisma. (Miri: Es cuando dices una cosa falsa y la haces ver como verdadera.)

Callisto me beso la palma con una mirada lánguida en su rostro, y en ese entonces abrí los ojos a más no poder, ¡estaba tratando de salirse con la suya!

«No hagas eso.»

Pero, en lugar de detenerse, gradualmente fue ascendiendo y besando desde la palma de mi mano hasta la muñeca y subió por el brazo.

«La magia no es la única forma de atraparte en el dormitorio.»

Un cosquilleo me recorrió entera y me forcé a obligar a mi tembloroso cuerpo para hablar.

«No estoy de humor, te pido que pares. Si sigues haciendo esto, iré a dormir a mi habitación.»

Sacudí su mano y le advertí, entonces Callisto levantó ambas manos y dio un paso atrás.

«Está bien, limitémonos a dormir tomados de la mano.»

«…»

«Gracias a ti, me he pasado toda la noche buscándote por el palacio. Eres mi todo…»

Me suplicó con una mirada desesperada mientras lo miraba sin decir nada.

«… Quédate conmigo.»

Asentí lentamente.

«… No te preocupes, no me voy de tu lado.»

***

Al abrí los ojos la luz del brillante sol se filtraba a través de las cortinas, por lo que imaginé que ya debía ser medio día.

«Ugh…»

Me levanté y me senté, con el cuerpo completamente adolorido y, al caer la manta, pude ver mi piel expuesta.

«¡Loco bastardo de pelo dorado! ¡¿Eres un puñetero perro?!»

En mi piel desnuda podía observar diversos chupetones, los cuales se estaban convirtiendo en grandes manchas rojizas que resaltaban en mi pálida piel.

«Princesa, ¿se despertó? ¿Puedo entrar?»

Alguien llamó a la puerta del dormitorio del príncipe heredero.

«¡Espera!»

Entré en pánico y busqué mi ropa, pero cerca de la cama no había ni una sola prenda. Mordiéndome los labios, y cubriendo mi cuerpo con una manta, cedí el paso a la sirvienta.

«… Adelante.»

Se abrió la puerta y entraron un grupo de doncellas, se las veía completamente incómodas, imagino que porqué mi habitación ahora es la del príncipe heredero.

«¿Tuvo un buen sueño anoche? Le hemos preparado un baño, princesa heredera… No… Princesa.»

¡Esto no me agrada! La baronesa, la niñera de Callisto y la doncella principal del palacio del príncipe heredero, ya me están tratando como un maestro de este palacio, no puedo evitar sentirme incómoda y agobiada por esto.

«¿Quiere dormir más? Si no quiere, podemos ir directamente al baño.»

Dijo la jefa de limpieza mientras me entregaba una bata.

«¿Dónde está mi ropa?»

«Mientras te bañas tendré tu ropa lista.»

«Quiero ir a lavarme a mi habitación.»

«Lo siento, pero no puede… Y la ropa que usó ayer fue tomada como castigo…»

La doncella principal respondió con una sonrisa de pena en su rostro, ¿pero que tiene que ver eso con el no darme ropa ahora? Esa gente había soportado el temperamento del perro del príncipe durante muchos años, luchaban siempre contra un oponente formidable, ¿podría con ellas?

Estaba tan molesta… No quería tolerar esto, pero ahora prefiero darme un baño y luego ya montaré todo el escándalo que haga falta.

«Vamos a por el baño.»

«Entendido, siéntase libre de estar en el baño tanto tiempo como desee, le esperaremos fuera por si necesita algo.»

La doncella principal se fue mostrándome una mirada de pesar, afortunadamente, en cuanto salí del baño, no tuve que pedir por la ropa, ya que había un hermoso vestido amarillo claro en la cama.

«Princesa, si ha terminado de cambiarse, ¿me permite entrar?»

«Adelante.»

Cuando entró la doncella principal volvió a hacerlo con un grupo de doncellas, ¿tenían que ir todas juntas siempre como si de una manada se tratase?

«Princesa heredera… No, princesa, ¿cómo le gustaría su comida?»

Eres todo tan sospechoso, y dado que ya me había duchado y vestido, me decidí a ser la perra Eckart que todos conocían.

«No gracias, iré a mi habitación y comeré allí.»

Grité e intenté correr a través del dormitorio.

«¡Espere! ¡Princesa…! ¡Espere!»

La doncella jefe, que no había anticipado mi inesperado comportamiento, trató de detenerme apresuradamente, pero ya era demasiado tarde. Llegué rápidamente a la puerta y giré el pomo de la puerta sin dudarlo.

«¿Qué narices…?»

Grandes lanzas se cruzaron frente a mí.

«Entre, princesa. Es peligroso estar fuera, así que no puede salir por un tiempo.»

Cinco generales rodeaban mi puerta, bloqueando la entrada con sus grandes lanzas. Esos eran la guardia personal del príncipe heredero.

«Es broma…»

Me quedé estupefacta, mi boca en ese momento debía parecer una carpa, y ese acto logró que la doncella principal, la cual me había estado persiguiendo, inclinara la cabeza.

«Princesa, yo… Se lo ruego. Su alteza, el príncipe heredero, ha ordenado que te quedes aquí hasta la ceremonia de coronación, por tu seguridad.»

«¿Qué qué?»

‘!¿Me quiere confinar?¡’

———-

Jajajajaja, han confinado a Penny igual que a nosotros por el covid… -_- No sé vosotros, recién aquí nos han vuelto a meter 15 días…

Debo admitir que creo que Callisto se ha pasado un pelín… Mira que sacarle la ropa para impedir que se vaya… Soy yo y le parto la cara en cuanto lo vea, primero actuar y luego dialogar.

Miri

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