Saltar al contenido
I'm Reading A Book

Capitulo 66.2 MCPE!

7 noviembre, 2021

Igual que ahora, en el futuro (2)

«Así que decidí donar el piano. También le tengo elaborado un memorándum para consultarme primero sobre lo que puede o no regalarle a Byeo-ri la próxima vez».

«Me gusta eso del memorándum. Yo también haré unos cuantos. Se siente como si mi longevidad estuviera aumentando de solo imaginarme usándolos».

Hee-won y Yi-soo soltaron una carcajada comprensiva al mismo tiempo. Como si la risa fuera contagiosa, los dos hombres frente a la barbacoa también se reían.

«Hermana, pero ¿de qué estarán hablando para que se vean tan serios?»

La atención de Hee-won y Yi-soo volvió a los jóvenes y hermosos niños sentados muy juntos como un retrato delicado bajo la sombra del roble.

«No lo sé. ¿Será porque no le compré ese juguete nuevo a Jun-seo hace unos días?»

«Mmm, no. Parece demasiado serio como para hablar de juguetes».

«¿De verdad? Quizás es lo contrario, algún asunto de niños, ¿cierto? No creo que sea porque tendrá un hermano menor. Para Yeon-seo… ¡Oh querida!, ¿ya viste esa sonrisa astuta? ¿Cómo es que puede hacer esa expresión? Aww, es hermosa. No puedo dejar pasar esto. Tenemos que hacer una reserva para que sea nuestra adorada nuera».

Yi-soo, que se enamoró de la expresión cínica de Byeo-ri, que no era común en una niña, saboreaba el sonido de la palabra cuñada en su boca. Hee-won se preguntó si era un nuevo tipo de lavado de cerebro porque seguía escuchando ese sonido haciendo eco en su mente.

El problema era el nivel al que esperaban llevarlo. Aunque no sabe cómo será en el futuro, por ahora no establecerá un límite a cómo Yi-soo se imagina que sería si viviese con Byeo-ri como su nuera.

Mirándolos. Doo-joon no soportó más tiempo verlos tan cerca y llamó a Byeo-ri. La escena que sucedió a continuación me hizo reír a carcajadas.

¡Esa es la razón por la que Hee-won mira con recelo a estas dos mujercitas que sonríen con descaro mientras sus padres les dedican canciones de amor total!

La expresión cínica que había hecho hace un tiempo se ocultó rápidamente y respondió con una lengua corta llena de dulzura a su papá, y Doo-joon, que miró a su hija con cara indefensa lleno de amor, personificaba perfectamente un reencuentro hecho en el cielo de padre e hija.

«Aww, en momentos como ese, es un zorro imparable de nuevo. Es perfecta para ser llamada cuñada.»

Es agradable ser reconocida como una nuera aunque sea por medio del adjetivo de zorro, pero Hee-won piensa en otra cosa, está realmente preocupada de si Jun-seo podrá intervenir entre las decisiones de esas tres mujeres.

«¡Juri!»

Yeon-seo salió al jardín llamando a Byeo-ri como para hacerle saber que su lección de piano había terminado.

Yeon-seo todavía llamaba a Byeo-ri con el apodo ‘Juri’.

Además de qué, era un apodo que Byeo-ri sólo le permitió usar a Yeon-seo.

La relación entre las dos era tan especial que a veces daban la ilusión de que Byeo-ri y Yeon-seo eran como hermanas de sangre.

Como tenía a su suegra y a su cuñada ganadas, significaba que el 90% de la decisión ya estaba tomada y una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de Hee-won ante la idea de inevitablemente ambos saldrían en el futuro.

«Oh, siempre es bueno verlos a los tres juntos todos los días. Si Nou-ri crece rápido, también acompañará a nuestro Jun-seo. Ahora sé por qué quiere desesperadamente tener un hermano y no una hermana menor».

«¿Quiere un hermano menor? Ya veo, Jun-seo debe haberse sentido solo.»

Los ojos tristes de las madres, que ni siquiera sabían que no quería tener un hermano menor y estaban planeando huir de casa, se volvieron hacia Jun-seo.

Fue maravilloso ver como Byeo-ri estaba buscando estar cerca de Yeon-seo y Jun-seo intentaba ansiosamente llamando la atención de Byeo-ri.

«Oye Hee-won, ¿qué hora es ya? Mi-ran y Min-wook llegan muy tarde».

«Es obvio. Esos chicos, probablemente lleguen tarde porque vienen cargados con todos sus mimos».

Mi-ran y Min-wook se casaron hace cuatro años después de pasar por dos rupturas y varios reencuentros.

Gracias a la buena respuesta que recibió el programa «Future Care System» de Min-wook, su negocio estaba en el buen camino y gradualmente expandió su negocio e inversores.

El padre de Mi-ran, que no estaba satisfecho con Min-wook como el yerno de su hija más joven, también dijo que se enamoró de su sinceridad y ahora lo consideraba como su propio hijo.

Aunque todo parecía estar yendo bien, la pareja entró en crisis.

Un año después de casarse, Mi-ran le transmitió un video en vivo de como disfrutaba su luna de miel, diciendo que no sería tan tonta como para hacer un bebé como su amiga, arañando la conciencia de Hee-won.

Cuán odiada era cada vez por Hee-won, cada que se jactaba de sus viajes dinámicos a los que ni siquiera ella podía atreverse a intentar porque estaba estudiando y criando a sus hijos al mismo tiempo.

Solo sabía que todo iba a estar bien para ellos. Pero, alrededor de esta época el año pasado, cuando Mi-ran vino y contó sobre su divorcio entre lágrimas, le palmeó la espalda para reconfortarla sin saber si estaba avergonzada o molesta por sus palabras.

¿Cómo pudo hablar del divorcio tan fácilmente cuando lleva años de relación con Min-wook? Y si definitivamente van a divorciarse, que ni siquiera pensara en verla en el futuro, lo sentía como ser apuñalada con una daga.

Si fuese la Mi-ran habitual, habría soltado palabras groseras y cínicas porque ella es así, atrevida, pero esa vez, solo lloró desconsolada.

Después de llorar por mucho tiempo, Mi-ran le confesó sobre su infertilidad.

En ese momento debió ser cautelosa al ofrecerle palabras de consuelo. No importaba lo que dijera, sentía que lastimaría de todos a Mi-ran, por lo que tampoco podía mencionar el refrán obvio de que debería tomárselo con calma antes de apresurarse.

Hee-won, cuyo semblante se volvió sombrío cuando recordó a Min-wook llorando de emocione durante el invierno cuando dio a luz, tuvo dificultades para contener sus lágrimas.

Unas cuantas veces más, con una expresión como esa, Mi-ran visitó la clínica de fertilidad con una mirada vacía que parecía que fallecería en cualquier momento y eso a Hee-won le rompió el corazón.

Al final del otoño pasado, cuando Min-wook, que parecía haber mantenido la mente tranquila todo el tiempo, vino a verla con el rostro demacrado, causó que su corazón pareciera colapsar.

Fue tan desgarrador ver Min-wook, que suspiró diciendo que su existencia parecía sólo causarle dolor, diciendo: «Creo que sería sumamente difícil no tener a Mi-ran a mi lado, pero creo que debo dejarla ir».

Doo-joon también pasó por un mal momento al tranquilizarla porque Hee-won, que tenía que ser la consoladora y su apoyo, no pudo contener sus lágrimas y lloró amargamente por la tragedia de ellos.

No podía hacer nada por ayudarlos, solo ver como ambos aceptaron el divorcio y pasaron por los procedimientos legales.

Y llegó el invierno. El invierno había llegado definitivamente a Min-wook y a Miran, quienes ya estaban sintiendo un viento frío en su corazón.

El día de la pintoresca primer nevada, Mi-ran trajo de esas buenas noticias que nunca se volverían a ver en el mundo.

 

Anterior Novelas Menú Siguiente
error: Content is protected !!