¿A quién le podía regalar Leblaine, una huérfana, un clavel? La única persona posible, era el Duque de Dubblede.
“¡Oooooh!”
Los vasallos gritaron como si hubieran encontrado un rayo de esperanza.
«¡Mire, excelencia!»
«¡Es un clavel!»
«¡Ella es la única que le dará un ramillete de claveles!»
Los vasallos dieron la bienvenida a los claveles de Leblaine, dispuestos a saltar si podían.
El Duque se detuvo al frente y miró gentilmente a Leblaine. La niña movió las manos con expresión tímida.
***
Pensé que la palabra «clavel» era una excusa para quedar atrás en la lucha por el poder.
Me ofendió lo que dijeron porque no tenía experiencia con ese tipo de cosas.
Es solo una pieza que es inútil recibir.
Pero, no se sintió tan mal conseguir uno.
* **
‘¿Qué hice mal?’
Los ojos del Duque me miraban con intensidad.
¿Estás enojado porque gasté mucho dinero en la tienda?
O fue porque lo dibujé en el cuaderno de bocetos, ¿Acaso noto que siempre dibujaba un cuerno en él?
‘¿Por qué me miras así?’
Mis entrañas estaban ennegrecidas y los vasallos sonreían.
«¿Compraste tu propio ramillete?»
«Sí»
Los vasallos se llenaron de alegría cuando respondí.
Entonces la boca del Duque se curvó.
‘Vaya, hoy es aún más aterrador’
Agarré la pierna de Lea, pero los vasallos sonrieron y me empujaron ligeramente por la espalda.
«¿Qué tal si lo entregas ahora?»
«Sí, eso sería bueno»
¿Debería? Bueno, compré el ramillete de todos modos, supongo que sería extraño si pospusiera la entrega.
Es la primera vez que regalo un clavel, así que estoy un poco avergonzada.
Moví mis manos.
Entonces los vasallos se cansaron más y me urgieron:
«¡Adelante!»
La gente que me rodeaba estaba dividida como el mar rojo, se veía al Duque frente a una línea recta.
Y estaba entregando tímidamente el ramillete, a Lea.
«………..»
«………..»
«………..»
“¡Oh Dios!»
Lea abrió la boca con una mirada como si no creyera lo que recibía.
‘Ya que te di esto, me darás más bocadillos, ¿verdad?’
Lea dobló sus rodillas ante mí llorando.
«¿Realmente me lo esta dando?»
«Si. Lea me gushtas, glacias»
«Gracias, señorita. Lo pondré en mi pecho»
Lea me abrazó y froté mi cara contra su cuello.
Pero fue extraño.
‘¿Por qué la parte de atrás de mi cabeza está tan fría?’
Miré hacia atrás, preguntándome qué estaba pasando.
A excepción de las doncellas y Lea, los hombres miraban alternativamente al ramillete y al Duque con el rostro azulado.
Entonces, el Duque me llamó.
«Leblaine»
«¿Sí?»
«Mío»
«¿…..?»
«¿No hay uno para mi?»
«¡No!»
No lo compré porque te enfadarás conmigo. Hice un buen trabajo, ¿verdad?.
El Duque movió las cejas mientras yo me reía en los brazos de Lea.
Y por alguna razón, miré a los vasallos con rostros aterrorizados, todos estaban pálidos, tragando saliva seca.
Esa noche, el Duque de Dubblede emitió la orden de abolición del día de acción de gracias.
***
Lea llevo el ramillete rojo en el pecho durante todo el día. Y luego, cada vez que se miraba al espejo, se emocionaba.
Por supuesto, también me siento bien porque Lea está feliz.
Lea me dio un montón de bocadillos.
Estaba tan feliz que comí bocadillos hasta que se me llenó el estómago, entonces, Nos vino a verme.
“¿Nos vamos?»
Hoy era el día en que se suponía que debía decirle a la Emperatriz viuda cómo estaba.
“¡Sí!»
Nos, rió mientras yo respondía en voz alta.
“Hoy también eres muy valiente»
Asentí con la cabeza y mis mejillas estaban rebotando.
Cuando Nos lo vio, extendió la mano. Parecía querer tocar mi mejilla.
Pero de repente, las doncellas saltaron y bloquearon a Nos.
“Oh no… estoy en problemas»
Nos bajó la mano de manera irregular hacia las doncellas. Las criadas gritaron con miradas de desaprobación, a pesar de que él había retirado las manos.
«¡Tenemos una lista de espera!»
Ante las palabras de Linda, las otras criadas aun con una mirada de desaprobación, también se condescendieron.
“Tienes una oportunidad una vez a la semana, y despegas la mano en dos segundos»
“Si lo tocas durante mucho tiempo, su delicada piel no podrá soportarlo»
……¿Cuándo establecieron esa regla?
Miré a las doncellas con una mirada de perplejidad.
Sin embargo, a diferencia de mí, Nos asintió con la cabeza.
“Ya veo. Casi cometí un gran error»
Pronto lo discutieron con una cara cautelosa.
“¡Tienes que esperar tres semanas!»
Nos, que vio la lista, gritó.
«¡¿Tengo que esperar tres semanas?!»
«Te estoy dando un pase rápido. Si seguimos el orden, tendrás que esperar un mes»
«¿Hay tanta gente esperando?»
Las sirvientas resoplaron ante las palabras de Nos con una mirada
«Las mejillas de nuestra bebé son hermosas, lindas y las más suaves del mundo. Todos quieren tocarlas»
«Por supuesto que quieres tocarlas»
«Si eres humano, no puedes evitar querer hacerlo»
Nos negó con la cabeza con fuerza otra vez, pero yo estaba estupefacta.
“Vámonos»
No fue hasta que me escuchó que recobró el sentido, abrió la puerta y dijo:
«Oh, sí»
Caminé por el pasillo hasta la oficina del Duque.
Hay un montón de cosas en el pasillo, y los empleados las están organizando frenéticamente.
Cuando miré con una mirada curiosa, Nos dijo
«Estamos preparando regalos para la fiesta de cumpleaños del Emperador»
Ahora que lo pienso, los nobles estaban ocupados preparando regalos en esta época del año.
El Duque de Amity, el padre de mi primera vida que no estaba interesado en eso, fue cortés con una pequeña cantidad de obsequios.
Pero el Duque de Vallua, incluso pidió dinero prestado para preparar el regalo. En momentos como este, derrocha su dinero en eso, pero es tan tacaño con los demás.
Especialmente para mi.
Cuando era hija del Duque Vallua, compré una pluma estilográfica, la cual era un poco cara.
En ese momento, el Duque de Vallua se enfureció y me encerró en el ático durante tres días.
Atrapada en un ático viejo y oscuro, me estremecí y lloré por mi error.
Recuerdo haber oído al segundo hijo de Vallua, preguntarle al hijo mayor.
«Hermano, ¿No se nos permite comprar plumas estilográficas?»
«¿Por qué no? Mi padre y mi madre estarán felices si les pides que la compren. ¿Dónde está el padre al que no le gusta que los niños pidan útiles escolares?»
«¿Pero por qué regañaron a Leblaine?»
«Ella no es su propia hija»
Fue entonces cuando supe.
No soy su propia hija, así que me odian por cosas triviales, en esta vida tengo que intentarlo desesperadamente.
Ahora tengo que hacer algo que atraiga al Duque de Dubblede.
Si no actuó bien, la adopción fracasara.
Pensando así, entré en la oficina del Duque. El Duque, que estaba sentado en su escritorio, sintió mi presencia y levantó la cabeza.
Los anteojos de montura plateada, que usaba para mirar los documentos, combinaban perfectamente con los ojos azules, me quede sin palabras.
¿Pero es por las gafas? De alguna manera se ve más feroz de lo habitual hoy.
Cuando me aferré a la pierna de Nos, Nos sonrió con torpeza.
Me sentó en el sofá del Duque y susurró, para que el Duque no lo oyera.
«No está enojado contigo»
«Creo que está enojado consigo mismo, ya que aun lo está esperando….»
Nos dijo, con una mirada llorosa.
‘Que demonios’
«Por favor, prepare dos claveles la próxima vez»
¡Ah!….. Sólo entonces me di cuenta, y me quedé atónita.
Todo el dinero gastado en la tienda pertenece a Dubblede. Debe haber sido bastante caro ya que elegí muchas cosas.
Debe haber estado molesto porque no compré nada para el Duque, a pesar de que gasté mucho dinero.
Debería haber comprado dos ramilletes. Parece que le gustan mucho los claveles.
Pero eso ya había pasado.
En su lugar, hagamos algo para complacerlo.
¿Con que cosa podía ayudar al Duque?
Estaba pensando y vi algo en la mesa frente al sofá.
Dentro del lujoso joyero había una piedra.
¿Por qué guardan esa piedra en un joyero tan lujoso?
Fue tan pronto como incliné la cabeza.
Mis pulmones se tensaron con pequeñas vibraciones.
La voz de Nos se desmoronó, y la velocidad a mi alrededor se sintió notablemente lenta.
Como si el tiempo en el mundo y yo, estuviéramos pasando de manera diferente.
Un enjambre de luz fluyó sobre la piedra negra y pronto se dispersó rápidamente para formar una línea. Pronto se convirtió en una estrella de seis picos en la que se cruzaban dos triángulos. Se me puso la piel de gallina en un instante.
Algo cruzó por mi mente.
[ Mi…..]
[Esperar…]
Una voz que se siente como si se estuviera filtrando directamente en tu cabeza, sin perforarte los oídos.
Es demasiado pequeño para escucharlo, pero en algún momento, es muy fuerte.
[Niña…]
Sólo entonces la voz de Nos, que había sido silenciada volvió a su estado original. Unas vibraciones atacaron la habitación.
Nos murmuró con voz rígida.
«¿Es un terremoto?»
Pero las vibraciones se desvanecieron en un instante.
El Duque corrió las cortinas y miró por la ventana.
«Envía una expedición al monte Rubbs. Podría ser una señal de una erupción volcánica»
«Sí»
Mientras el Duque y Nos hablaban, apreté mi pecho con una cara pálida.
Mi corazón latía tan rápido que no podía respirar.
¿Qué demonios fue eso?
La luz brillante que vino sobre mi Y esa voz que sigue pasando por mi cabeza.
La voz que salió de la piedra me llamó ansiosamente. Mis manos se movieron hacia la piedra como si guardara un gran enigma que me llamaba. Como si fuera magnético.
Y cuando la piedra por fin toco mi mano.
«…….»
Se derrumbó en un instante.
Sólo entonces recuperé el sentido, abrí los labios con total sorpresa.
‘¡Pe-pero, qué, qué!’
De mala gana, miré al Duque y a Nos.
‘¡¿Q-qué, qué debo hacer?!, ¡¿Que hago?!’
Nos se sorprendió mucho al ver los restos de roca que revoloteaban a través de la grieta en mi mano. Los ojos del Duque también se agrandaron con sorpresa.
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