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LRS 138

6 septiembre, 2022

Capitulo 138

El asistente, abriendo la caja, comenzó a sacar las cosas de adentro, una por una. Una poción hecha por el clan de los mapaches que cambiaba el color de los ojos, y una peluca rubia que parecía hecha de cabello real.

Finalmente, el ayudante sacó una máscara, dejando la caja vacía. Las máscaras eran un accesorio común en los bailes, especialmente aquellas que imitaban animales.

‘Pero esto…’

La mano del ayudante, que sostenía la máscara de conejo blanco, tembló. Las máscaras de conejo no eran poco comunes, pero esta tenía un lazo rojo en una oreja y una expresión de enojo. Era fácil adivinar quién había sido la modelo para confeccionar el accesorio.

La peluca y la poción para cambiar el color de los ojos habían sido diligentemente preparadas, pero ahora la máscara encaminaba todo el plan hacia el fracaso.

‘¡Si se descubriera a Lord Ahin usando tal cosa en público, su reputación se arruinaría…!’

Entonces el ayudante envió una señal desesperada para que Evelyn hiciera algo. Podría evitar que el futuro líder del clan usara esa máscara. Afortunadamente, el ayudante notó que Evelyn parecía haber captado la señal, porque estaba mirando la máscara con ojos penetrantes.

Después de un largo tiempo de silencio, Evelyn finalmente habló.

“…Lord Ahin. Si me permite dar mi humilde opinión, creo que es mejor no usar esa máscara.”

«¿Por qué?»

«Porque la quiero para mí.»

«Lo sabía.»

Entre Evelyn, que comenzó a enumerar 10 razones por las que se le debería darle la máscara, y Ahin, que estaba dispuesto a protegerla hasta la muerte, el ayudante la volvió a colocarla en silencio dentro de la caja.

Fue una tarde en la que pensó en renunciar.

 

***

 

Linternas decorativas colgaban a lo largo del camino. Después de librarse de Evelyn, que todavía se quejaba, Ahin logró llegar a la Academia Belhelm, pero su plan ya estaba en peligro.

“Mil perdones, Lord Ahin. Juro que revisé el maletero antes de salir de la mansión…”

Lile, que había bajado del carruaje para recoger su equipaje, bajó la cabeza. Fue porque adentro había una familia de panteras negras, mirándolos a los dos.

“Ash, ¿quién te enseñó a usar la cabeza de esa manera?”

Ahin, con la máscara de conejo, se agachó y se acercó a las panteras.

Todo había sucedido de la siguiente manera. Ash, que tenía sospechas sobre lo que Ahin podría estar planeando, se coló en el maletero después de que Lile, el cochero, terminara de revisarlo y fuera a mirar las ruedas.

Naturalmente, Barra entró con ella, y los dos cachorros, que se habían quedado afuera gimiendo, terminarían llamando mucho la atención, por lo que Ash los mordió por la piel del cuello y los metió dentro también.

«Es mi culpa…»

Lile, derramando enormes lágrimas, volvió a bajar la cabeza. Ash, al ver esto, se colocó frente al hombre-bestia caballo, para protegerlo de Ahin.

«… Ahora, ¿incluso lo prefieres a él antes que a mí?»

Fascinado por el cambio de comportamiento de la pantera, Ahin alcanzó a Ash. Su mano, decidida a arrancarle un bigote como castigo, terminó por arrancarle el pelaje a Barra, que saltó al frente.

Pronto, Lile estaba detrás de cuatro panteras negras enojadas, ya que los cachorros se habían unido a sus padres. Pensando que los bebés, siendo los hijos de Ash y Barra, serían útiles en el futuro, Ahin decidió perdonar generosamente a la manada y se puso de pie.

«Gorila, llévalos a casa… No, espera.»

Con sus elegantes guantes de satén, acarició a las panteras negras. Un buen uso para ellos había aparecido en su mente.

“Primero me ayudarán con algo, entonces todos podremos volver juntos.”

Pensando que el plan de Ahin implicaba hacer algo malo con Vivi, Ash resopló, sin ocultar su rebeldía.

Ahin, pasando su mano por su cabeza, sonrió misteriosamente.

 

***

 

El baile de cierre del semestre era un evento al aire libre organizado por la Academia, y tenía lugar en el momento exacto en que el clima de principios de verano era agradable pero no demasiado caluroso.

Alan, que cruzaba el campus de camino al lugar de la fiesta, entró en una zona desierta. Sus pasos comenzaron a acelerarse, y pronto estaba casi corriendo. A pesar de ser de un clan de depredadores, no podía evitar la sensación de que algo peligroso lo estaba persiguiendo en este momento.

Sin dejar de correr, miró por encima del hombro, pero todo lo que podía ver eran hierbas y árboles. La luz de los edificios de la Academia en la distancia arrojaba una iluminación tenue sobre el camino desierto.

«¡¡Ack!!»

Alan, que corría sin mirar al frente, chocó contra un árbol y cayó al suelo.

“Uf, maldita sea…”

Se levantó y estaba empezando a quitarse el polvo de la ropa cuando se congeló. Lo que pudo ver saliendo de un arbusto eran claramente los ojos amarillos de un depredador.

Pronto, la bestia, habiendo logrado acorralar a su presa, se acercó con pasos arrogantes. Ash había sido la primera en localizar a Alan, como había ordenado Ahin. Enojado, Alan señaló a Ash.

“¿No eres la pantera negra que estaba con esa liebre el otro día…?”

Suponiendo que Vivi había decidido eliminarlo en secreto y envió a su subordinada a hacer el trabajo, se puso de pie de un salto. A pesar de estar aturdido, no debería ser difícil para él enfrentarse a una sola pantera negra, considerando que era un hombre-bestia con feromonas fuertes.

Pronto, Alan dejó de sonreír cuando un sonido resonó detrás de él. Una segunda pantera negra, mucho más grande que la primera, apareció detrás de él y saltó para atacarlo, segundos después.

«¿Qué…?»

Alan se tambaleó después de lograr evitar los dientes de Barra por centímetros. Pronto, los dos estaban dando vueltas a su alrededor, como si estuvieran acorralando a su presa.

«¿Qué diablos son estos animales…?»

Sus ojos rojos parpadearon mientras observaba a las panteras rodeándolo, enseñándo los dientes. Pronto, se prepararon para saltar de nuevo. Alan comenzó a juntar sus feromonas en la punta de sus dedos, luciendo confiado.

«¡Sus…!»

En ese momento, una voz resonó.

«Hola, Aulong.»

Solo una persona en el mundo lo llamaba así… Alan, estirando el cuello, se quedó sin palabras.

‘¿Qué diablos es esta máscara ridícula?’

Solo mirar el accesorio lo irritó. La máscara de conejo, con un lazo rojo, no era bonita y no combinaba con el físico ancho del hombre, que tenía el pelo rubio. Asombrado, Alan abrió la boca después de dudar.

«¿Lord… Ahin… Grace?»

«¿Hacia dónde vas?»

Ahin, levantando su máscara, preguntó, con una expresión tranquila. Alan, mirándolo fijamente, se sintió cohibido.

‘¿Ese color de ojos y cabello…?’

A pesar de que el rostro era el de Ahin Grace, los ojos color lila claro y el cabello rubio lo tomaron por sorpresa. Después de quedarse boquiabierto durante varios segundos, se recuperó y respondió.

«V- voy a ir al baile de la Academia…»

«Mmm. ¿Y tienes pareja?

«¿Qué? Oh, s- sí tengo…”

Alan asintió, sintiendo que la atmósfera alrededor de Ahin se oscurecía. ¿Fue solo una impresión o había murmurado una maldición? Mientras Alan pensaba en agonía, Ahin le habló a Ash.

“Ash, ¿sabes qué? Vivi tuvo muchas dificultades aquí en la Academia, todo por culpa de este chico.”

Las orejas de Ash, temblando ante el nombre de Vivi, se erizaron. Al escuchar estas palabras, Alan se puso nervioso. ¿Qué tipo de relación tenía la sospechosa liebre con Lord Ahin, para que su nombre saliera de su boca?

Al recordar los rumores sobre Ahin Grace y una misteriosa mujer-bestia liebre hace dos años, el rostro de Alan palideció.

«Ash, si Vivi empieza a salir con este tipo, no volverá a la mansión Grace y no podrás verla nunca más.»

Al escuchar este terrible pronóstico, la nariz de Ash comenzó a temblar. Al mismo tiempo, Barra y los cachorros agrandaron los ojos, mirando a Alan con sed de sangre. Pronto, toda la familia de panteras negras se unió, lista para atacar.

“Ash, este Aulong es… digamos que es un enemigo. ¿No crees que será mejor que te deshagas de él antes de que roben a Vivi para siempre?”

Antes de que Ahin terminara su oración, toda la familia de panteras había saltado sobre Alan y estaba destrozando su traje de noche.

«¡¡Aargh!!»

Alan, quien fue mordido y su ropa hecha jirones, permaneció tirado en el suelo mientras los animales lo atacaban. Sabiendo que estaban siguiendo las órdenes de Ahin Grace, no se atrevió a luchar contra ellos.

«¡Qué están haciendo …! No saben lo cara que era esa chaqueta… ¡Ah! ¡¡No!!»

Alan, que ya estaba prácticamente desnudo, siguió gritando. Sentado a su lado, Ahin habló con firmeza.

«Soy el único compañero de Vivi.»

«¿Qué…? ¿De qué estás hablando?»

“Estoy diciendo que soy el único que puede recibir un golpe de ella en el trasero. ¿Tu cabeza es solo decoración?”

Compañero… ¿trasero? Alan, sin entender nada de lo que decía Ahin, pronto lo percibió. Era absurdo admitirlo, pero parece que los rumores de que Ahin Grace se había enamorado de una mujer-bestia liebre eran ciertos. Y, a juzgar por sus palabras y acciones, había confundido a Alan con la pareja de baile de esta liebre.

Aun así, ¿cómo podía tratar así al segundo hijo de un noble? Alan se dio cuenta de que las diversas historias acerca de que Ahin tenía un tornillo flojo no eran exageraciones.

«La liebre… No sé quién es su pareja, pero no soy yo.»

«Mentira.»

«¡¡Es en serio!! ¡Mi pareja es del clan de las panteras negras, la hija de la familia Roosevelt!”

Ahin miró a Alan, que parecía desesperado, y se detuvo. Había pensado que era extraño que Vivi hubiera accedido a ir al baile con alguien con quien tenía una mala relación.

Ahora que lo pensaba, Vivi solo dijo que pensaba que Alan era guapo, pero nunca dijo directamente que él era su pareja de baile.

El cerebro de Ahin, que había sido afectado por los celos, volvió gradualmente a la normalidad.

«… Entonces, ¿quién es la pareja de Vivi?»

«¿Cómo puedo saberlo?»

Alan negó con la cabeza. Reemplazándose la máscara, Ahin giró sobre sus talones y se dirigió hacia las luces del salón de baile. Cuanto más corría, más brillante era la iluminación, y pronto vio el salón de baile al aire libre.

Ahin, recuperando el aliento, miró a su alrededor en busca de Vivi, debajo de la máscara. La escala del baile era espectacular, gracias al apoyo financiero del director, Lillian.

A pesar de estar escondido en la parte trasera del salón, Ahin pronto se dio cuenta de que Vivi no estaba allí, ya que no podía detectarla, ni siquiera por el olor.

Ocultando su nerviosismo, se deslizó hacia un lado cuando se dio cuenta de que muchos ojos estaban pegados a él por alguna razón. Para ser exactos, la gente miraba su máscara.

Aceptó una copa de vino de un mesero, se acercó discretamente a un grupo de chicas y escuchó su conversación.

«¿Escuchaste? ¡La pareja de la señorita Roosevelt no apareció! Lo dejó plantada en el pasillo.”

Forzando sus oídos, Ahin dejó entrar las voces de los estudiantes.

“¡Ah, y sobre Hendry! Escuché que hizo un escándalo en una boutique el otro día. ¿Qué sucedió?»

“No estoy segura, pero escuché que tenía que ver con esa nueva estudiante que se convirtió en la número uno de la Academia. Ya sabes, ¿la mujer-bestia liebre?”

Ahin, reaccionando a las palabras “mujer-bestia liebre”, se concentró en escuchar esta conversación.

«Bueno, me dijeron que esta liebre tenía alguna relación con Rune Manionz.»

«¿El hermano de la futura líder del clan de leones?»

«Sí. Los rumores dicen que ella es… ya sabes. La coneja ninfa de esos rumores. Jejeje.»

«¿Será Lord Manionz su pareja en el baile de esta noche?»

Las chicas continuaron chismorreando y riéndose mientras miraban ansiosamente a su alrededor.

Rune Manionz… Ahin, agarrando su copa de vino con tanta fuerza que casi la rompía, se humedeció los labios. Esa coneja casanova, que tantas veces había frotado su frente contra él…

Pensando en lo que haría con esta liebre pervertida, se dio cuenta de que las conversaciones de las chicas se habían detenido y todas miraban al mismo lugar.

Ahin, naturalmente girando sus ojos en la misma dirección, encontró a Vivi, y su cabeza se quedó en blanco.

 

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