Capítulo 20
Yo, que estaba en medio de mi experiencia con las feromonas en el campo de entrenamiento, respiré hondo. La misteriosa energía se apoderó de todo mi cuerpo. Estaba claro que mis feromonas eran mucho más fuertes que cuando practicaba con la Señora Valence.
<¿Eh?>
En medio de mi alegría, sentí algo. Una gran sombra me cubrió. Sentí tanto miedo que giré la cabeza sintiendo como si mi sangre se hubiera congelado.
<¿Por qué…?>
¡¿Por qué había una pantera negra salvaje en medio de la mansión?! Con esa pregunta dando vueltas en mi cabeza, me recordé a mí misma que estaba dentro del territorio de las panteras negras. Entonces, ¿no debería ser extraño ver al animal normal caminando por ahí…?
La pantera abrió un poco la boca, tal vez pensando en mí como su almuerzo. Los caninos que aparecían eran terribles.
<Tengo que huir…>
Mis piernas estaban congeladas y no podía moverme. La bestia bloqueó la vista de Meimi, en la distancia.
Es cierto que estas bestias obedecen a los hombres-bestia del territorio, pero no tenía sentido que estuvieran libres dentro de la mansión. Sacudiendo la cabeza, me recordé que había estado enfocando mis feromonas hasta ese momento.
Si se usan bien, las feromonas poderosas pueden incluso usarse para noquear a los enemigos a distancia. Intentaré usarlos para alejar a esta bestia de mí.
Estiré mis patas delanteras y concentré tantas feromonas como pude. La pantera negra se incorporó como si hubiera perdido la fuerza. Mis ojos se crisparon ante el resultado inesperado.
<¿Realmente funcionó…?>
Como si respondiera a mi pregunta interior, la pantera estiró el cuello y, acercándose, me lamió la mejilla con una enorme lengua húmeda. Sintiendo que la muerte se acercaba, comencé a correr como una loca.
<¡Ahhh!>
Tal vez las feromonas no funcionaron, pero pensé que valdría la pena intentarlo… Cuando miré hacia atrás, vi que el animal corría detrás de mí alegremente, moviendo la cola como si estuviera jugando a las atrapadas.
<¿Estás jugando con la presa antes de comértela?>
Todas las panteras negras deben haber sido malas, ya fueran hombres-bestia o animales normales. Tal vez fue mi instinto de supervivencia, pero estaba corriendo más rápido que nunca.
Finalmente alcancé a Meimi, de pie con las manos en el regazo.
<¡Meimi, ayúdame!>
¿¡Por qué estaba mirando sin hacer nada!? ¡Era hora de usar las dagas escondidas en su delantal! Contrariamente a mis deseos desesperados, Meimi no hizo absolutamente nada.
<¿¡Estás diciendo que me arregle para sobrevivir por mi cuenta!?>
Mi esperanza se desvaneció. No importa cuánto lo intentara, sería imposible sobrevivir sola a una pantera negra. Cuando corrí a sus brazos, Meimi se inclinó y estiró los brazos.
Yo, que estaba a toda velocidad lista para saltar a sus brazos, de repente patiné hasta detenerme.
Eso fue porque noté que junto a Meimi estaban Ahin y Evelyn, y por alguna razón los tres estaban inclinados con ambos brazos extendidos, como si me estuvieran esperando.
Deteniéndome frente a ellos, hice mi elección y salté hacia Meimi. Sin embargo, antes de que la alcanzara, su mano agarró mi cuerpo en el aire.
<¡Argh!>
«Señorita Liebre, esta es Ash, la pantera negra que será su escolta de ahora en adelante.»
Meimi señaló a la pantera con la otra mano. Era una información tan absurda que no supe cómo responder.
<¿De qué diablos estás hablando…?>
Todavía parecía que quería comerme. Como para confirmar esto, la pantera frotó su cabeza en la pierna de Meimi y me miró fijamente. Hice contacto visual con Ahin y Evelyn, que estaban parados allí viendo la grotesca escena. No entendía por qué no hacían nada.
“Vivi nunca vino a saltar corriendo a mis brazos.”
Ahin, frunciendo el ceño, hizo esta afirmación extraordinaria. Lo miré con una mirada de reproche.
«Señorita Liebre, este Evelyn se siente rechazado.»
¡Estan completamente locos!
Cuando estaba a punto de perder la cabeza por la ira, Ahin me tomó de la mano de Meimi, sujetándome por la piel de la nuca, y me acercó a su rostro, bloqueando la visión de Meimi.
«Vivi, ahora estoy molesto.»
Usó una voz fría. ¿No me digas que estaba molesto con Meimi porque salté a sus brazos y no a los de él? Era una hipótesis extraña, pero siendo él, es muy posible.
“Solo mírame a mí y a nadie más.”
<Qué… ¿¿Habla de mi mirada de odio??>
Pronto, apareció otra declaración que no podía ser entendida por el sentido común. Lo miré sin comprender, las patas traseras colgando en el aire.
Que pervertido. Cuando me quedé boquiabierta, Evelyn se encogió de hombros. Su cabello negro se sacudió mientras asentía.
«Es como lo imaginé, estos son los gustos del Lord.»
Cansada de sentirme enojada, puse los ojos en blanco ante la pantera negra, Ash, que estaba detrás de mí.
Su cola se movía en el aire y parecía ser dócil. Todavía me daba bastante miedo, pero podría ser mejor que estos locos.
***
Después de una reunión con Valence y Ahin, quienes eran los líderes de la familia Grace, Rune comenzó a caminar en círculos. No importa cuánto lo pensara, la coneja en forma de mujer-bestia que había encontrado hace 3 días era demasiado sospechosa.
Su cabello le llegaba a las rodillas, como si nunca hubiera sido cortado, y estaba desnuda excepto por un mantel en una habitación vacía.
Rune, pensando en ello, caminó hacia la parte trasera de la mansión y se detuvo bajo el porche de la biblioteca. Había elegido este lugar porque los guardias que le impedían acercarse a la coneja, por orden de Ahin, eran demasiado estrictos.
Después de mirar alrededor, escaló la pared y llegó al balcón del primer piso en 3 pasos ligeros. En la biblioteca, pudo ver algo.
Rune, sentado en el alféizar de la ventana, se frotó los ojos. Sin embargo, los iris dorados seguían reflejando la misma escena.
‘¿Qué es eso?’
La cosa más extraña estaba frente a él. La sospechosa mujer-bestia liebre, que se había declarado a sí misma no ser una liebre, estaba leyendo un libro más grande que ella con la ayuda de un atril de mármol.
Y en el suelo, acurrucada al pie de la mesa donde estaba Vivi, estaba sentada una pantera negra, observándola.
‘¿Estoy soñando?’
Sin embargo, era real y Meimi, quien notó la presencia de Rune, ya estaba hurgando en el bolsillo de su delantal. En sus ojos rojos se reflejaba el hecho de que lo consideraba un secuestrador de conejos.
Los ojos dorados continuaron temblando. Después de presenciar esta escena, Rune saltó de nuevo hacia el suelo.
Sería mejor visitarla después de que él se acostumbre a esta extraña mansión.
***
Ahin, que estaba secándose el pelo mojado con una toalla, frunció el ceño.
“Vivi, ¿por qué tus feromonas huelen tan fuerte?”
Me congelé mientras jugaba a atrapar la cola de Ash. Debe haber sido el resultado de mi entrenamiento con feromonas durante los últimos días.
Pensé que no había progresado mucho, pero no podía alejarme de la nariz de Ahin. Estaba a punto de salir corriendo cuando me atrapó en la palma de su mano.
«Quédate quieta, los cubriré con los míos.»
<¡No, no!!>
Sorprendida, pateé a Ahin en la cara cuando se acercó. Debe haber estado tratando de morderme el cuello para ponerme feromonas como la última vez.
<¡De ninguna manera!>
Si absorbiera esas feromonas, probablemente volvería a la forma humana. No puedo, todavía no. Quería entrenar mis propias feromonas de manera diferente e intentar usarlas.
Sin embargo, Ahin sonrió como si mi desesperación no lo hubiera afectado en lo más mínimo.
«Ya te dije. Los demás no deben darse cuenta de que eres de la raza de los hombres-bestia.”
No parecía querer que nadie supiera que yo no era un conejo normal. No me importaba esa parte, pero que me mordiera el cuello era otra historia. La sonrisa de Ahin se volvió borrosa mientras yo continuaba luchando en protesta.
«Ash.»
Estaba aterrorizada en el momento en que chasqueó los dedos y llamó a Ash. La bestia se levantó y se acercó.
“Vive, elige. O te muerdo o te pongo en la boca de Ash.»
<¡¡Bestia malvada!!>
¿Qué elección era esa? Lo miré con una mirada asesina. Ahin sonrió satisfecho.
«Esa mirada es emocionante.»
<¡Dios mío!>
Me sentí mareada antes de que pudiera escupir los insultos que aparecieron en mi cabeza. Tomé una respiración profunda, preparándome para lo que estaba por venir.
Poco después, como la última vez, me mordió en la nuca. Gotas de agua del cabello húmedo cayeron sobre mi cuerpo.
La sensación de los caninos afilados presionando mi cuello fue lo suficientemente aterradora como para hacerme desmayar. Mientras contenía la respiración, Ahin apartó los labios después de lo que parecieron años.
‘¿No me siento enferma…?’
Abrí los ojos, confundida. No me sentía sofocada o con náuseas como antes, así que no debo haber absorbido las feromonas. Era la única explicación. Mis ojos, con la respuesta a otra pequeña pregunta, brillaron.
***
Me sentí extrañamente sofocada. Se debió a factores externos, no internos.
«Puaj…»
Se sentía como si algo estuviera presionando mi cuello. Cuando abrí los ojos, me encontré cara a cara con el rostro dormido de Ahin, muy cerca.
Mientras me petrificaba por un momento, entendí por qué me estaba asfixiando. El brazo de Ahin, que estaba profundamente dormido, estaba estirado y envuelto alrededor de mi cuello. Mientras estiraba mi pata para alejar el pesado brazo de mí…
‘Espera, ¿no es eso una mano?’
Cinco dedos humanos aparecieron en mi campo de visión. También vi largos mechones de pelo blanco esparcidos por la cama.
Tan pronto como me di cuenta, contuve la respiración y contuve un grito. ¡¿Pensé que no había absorbido las feromonas, pero aun así me humanicé?!
¿De alguna manera desarrollé inmunidad al dolor? Ahora, ¿cambiaría sin darme cuenta cada vez que entrara en contacto con feromonas fuertes? Era algo terrible.
¿No significaba eso que estaba en peligro de humanizarme en cualquier momento? Como la última vez que regresé a mi forma anterior, acepté la hipótesis de que esta vez también volvería a ser un conejo.
Me sentí sofocada pero no podía hacer ningún ruido, así que decidí quitarme el brazo de Ahin primero. Dormía siempre con la manta hasta la barbilla, pero parecía estar satisfecho con el calor de mi cuello, porque aún en sueños se resistía cuando intentaba mover su brazo. Me asfixiaría hasta la muerte a este ritmo.
‘Pues, ante todo…’
Empecé a moverme poco a poco, pero me detuve por una extraña sensación. El contacto de mi piel desnuda contra la cama me recordó una vez más a estar desnuda en forma humana. Mis orejas se pusieron rojas.
‘¿Cómo puedo salir de aquí…?’
El problema era la cara justo en frente de mí. La distancia era tan pequeña que me pregunté si mis pestañas estaban en peligro de rozar Ahin.
Después de cerrar los ojos para no poder verlo más, recordé una oración del templo.
‘Oh Dios, por favor castígame por mirar esos labios…’
Me las arreglé para calmar mi corazón acelerado y comencé a moverme de nuevo. Lentamente, lentamente.
‘Listo..!’
Después de unos minutos de retorcerme, logré liberarme y girar hacia el otro lado de la cama, ¡libre!
Respiré aliviada hasta que me encontré con los ojos de Ash, que me miraban a la luz de la linterna.
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