Una oferta a Su Majestad (2)
Roselia fue implacable. De todos modos, si Lucas no la aceptaba, antes de venir aquí también decidió que no se arrepentirá más de sus decisiones, digan lo que digan.
Hasta ahora, ella solo deseó que ambos estuvieran a salvo, así que mantuvo un perfil bajo e intentó llevarse bien con los demás. Si ya eso no era posible, era momento de buscar otra forma a su manera.
«No es una solicitud, es una oferta y también es una oportunidad para ti».
“¿… Para mí?»
«Esta es su única oportunidad de redefinir la relación entre la familia Imperial y los Duques de Chade».
Roselia lo fulminó en seco.
La presente propuesta será la primera y la última por parte del Duque de Chade.
«Por supuesto, la elección es tuya».
Le habló así, autoritariamente y él no pudo devolverle nada, solo la escuchó en silencio. Además, aunque Lucas no lo expresó, había una razón de peso que no podía ignorarse en todo lo que ella dijo.
‘El enfrentamiento entre la familia Imperial y los Duques de Chade’.
Era cierto que esto incitaría al Duque de Chade a moverse contra la familia Imperial, pero de este lado Lucas también estaba en problemas. A medida que la situación continuaba, las cosas empezaron a torcerse en una dirección que él no pretendía.
Ahora que su relación con el Duque de Chade se deterioró irreversiblemente, los nobles descaradamente intentaron deshacerse de él por medio de rumores cada vez peores. A este paso, él mismo como Emperador podría verse afectado.
Sin embargo, eso no significaba que todavía no pudiera perder ante el Duque de Chade. Si la confrontación con el Duque de Chade se prolongaba, el apoyo de los nobles tenía que estar presente para poder hacerle frente.
Para hacer eso, tendría que escuchar y aceptar un sinfín de sus codiciosas solicitudes.
Le zumbaba la cabeza de solo pensarlo.
Ninguno de los dos tenía elección. Si tampoco elige está oferta, tendrás que aguantar solo contra ambos bandos… Y sobre todo, él, que acababa de convertirse en Emperador, aún carecía de fuerzas.
Fue solo en esta situación que Lucas se dio cuenta de cuán grande era la riqueza y el poder del Duque de Chade.
‘Siempre ha sido un oponente demasiado duro como para tenerlo de enemigo.’
El hecho de que el poder del ex Emperador pareciera tan fuerte y que lograra cosas considerables solo fue posible porque la existencia del Duque de Chade lo apoyaba desde atrás.
Fue solo cuando se convirtió en Emperador que se dio cuenta de este gran detalle.
Pero repentinamente la Duquesa de Chade se acercó y le ofreció una mano. Ya sea en serio o no, Lucas no tuvo más remedio que aceptarla y llevar su oferta a la mesa de negociaciones.
«Entonces, ¿qué vas a ofrecerme?»
Tan pronto como Lucas habló, Roselia puso una sonrisa en sus labios por primera vez. Como si lo esperara, continuó con su ya discurso preparado.
“En primer lugar, la muerte de Su Majestad el ex Emperador y el Duque de Chade y no están relacionados en absoluto. Incluso los rumores actuales son todas mentiras».
“… ¿Cómo lo vas a probar? ¿Pretendes pedirme que confíe en ti solo por esas palabras?”
Lucas dijo claramente que no podía creerlo, pero no parecía demasiado enojado a pesar de la gravedad de los rumores.
Roselia estaba perpleja.
El Lucas, a quien ella conocía, tenía un gran respeto por el su padre el ex Emperador. Ella hizo una pausa por un momento y miró a Lucas suavemente.
«Quizás… ¿Creíste en mis palabras desde el principio?”
Trató de no perder la compostura, pero el final de su voz sonó un poco emocionada. Se vislumbraba la posibilidad de que esta negociación pudiera salir bien.
«Nunca creí en ello, simplemente asumí que era falso».
Varias circunstancias eran cuestionables para asumir que los Duques de Chade habían realmente envenenando a su padre.
Y especialmente, el ex Emperador que él conocía, sin importar cuán atraído se sintiera por algo, no era el tipo de persona que tendría a alguien a su lado que lo envenenaría cuando tuviera la oportunidad.
Sin embargo, la razón por la que estaba tan enojado contra el Duque de Chade fue su actitud de ignorar la controversia alrededor de su muerte como si no le importara la relación estrecha que tuvo con su padre en aquel momento.
“En cuanto a la muerte de Su Majestad el ex Emperador y el envenenamiento de los gatos, lo averiguamos todo por nosotros mismos. Los resultados saldrán pronto y mi hijo Ainsphanner vendrá a informarle todo en persona”.
Roselia continuó hablando tranquilamente. Sus ojos se volvieron más agudos que antes.
«Pero antes de eso, hay negociaciones que deben hacerse».
«¿Cuáles?»
«Se trata de si los Duques de Chade y la familia Imperial coexistirán o perecerán en la lucha del poder».
«Una declaración tan audaz…»
Las cejas de Lucas se arquearon hacia arriba. Sus ojos se entrecerraron mientras contenía los juramentos que amenazaban con salir de su boca.
“Hay una forma de convivir. Por supuesto, si Su Majestad no está dispuesto a hacerlo, la única opción que nos queda es la ofensiva».
«Todo esto suena más como una amenaza».
Lucas murmuró con una sonrisa baja. Una mirada de disgusto era evidente en su rostro. Pero Roselia no retrocedió y continuó hablando.
«No, al contrario, es una propuesta».
«¿Cómo puedo creer eso?»
Lucas no lo creía. No podía confiar en nada que estuviera relacionado con el Duque de Chade que él conocía, porque ya lo habían rechazado, a pesar de que les ofreció varias oportunidades de un cambio.
«No te preocupes por eso».
Más bien, Roselia le respondió con más confianza.
«No te lo diré, en cambio lo demostraré para que lo creas».
“¿… Lo demostrarás?»
En ese momento, las pupilas de Roselia brillaron significativamente.
«Sí. Lo probaré».
No había ni una sola mentira en los carmesíes y directos ojos de Roselia. Lucas estaba deslumbrado por su apariencia decidida.
«Así que Su Majestad también ser diferente a partir de ahora».
“…”
«De cualquier manera, los Duques de Chade han contribuido enormemente durante muchos años al Imperio».
No importa cuán protegido estuviera el ex Emperador, la familia Chade pudo convertirse en Duques porque la mayoría de sus malas acciones fueron útiles principalmente para el Imperio y la familia Imperial.
Por eso, Roselia exigió que al menos se les tratara con el respeto que se merecían por parte de la familia Imperial.
«No fue el camino correcto, pero Su Majestad no puede negar que fue necesario para lograr un cambio».
“…»
«Gracias a los Chade es que llegaste a ser el Emperador actual sin arrepentimientos».
“¡¡…!!»
Los ojos de Lucas se agitaron salvajemente. Ese era el talón de Aquiles de la familia Imperial. O por lo menos, el de Lucas.
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