Etiqueta: Hermosa protagonista femenina

  • SSUMPMHETL – Libro 1 – Cap 2

    SSUMPMHETL – Libro 1 – Cap 2

    Había pasado una semana desde que les dije a las sirvientas que eran libres de usar lo que quisieran. La mayoría de
    las criadas parecían bastante cautelosas con el decreto, pero afortunadamente, después de solo unos días, las cosas comenzaron a cambiar poco a poco. Algunas criadas incluso usaban los accesorios que les regalé. Clara, en particular, fue tan entusiasta que se ponía algo diferente todos los días junto con sus pendientes de zafiro.

    Pero no todo el mundo fue como Clara. Algunas sirvientas, incluida Norma, todavía se abstuvieron de usar cualquier cosa elegante. Si era por su propia voluntad, no tenía problemas con eso, pero desafortunadamente, parecía provenir de su desconfianza hacia mí.

    ‘Sigh. Supongo que con todas las cosas que hizo Abigail en el pasado, no era de extrañar que todavía no confíen en mi. Abigail en serio que trabajó a destajo. No me sorprendería que una doncella la hubiera matado.
    Hablando de eso, ¿quién la mató, de todos modos?’

    Mas que unas pocas personas vieron a Abigail como una molestia.
    Primero, los partidarios de la anterior Reina, Miriam. Ella era hija de la estimada familia Stork, y después de su muerte, la familia ofreció a la hermana de Miriam para ser la próxima Reina. Pero Abigail, la princesa de Cronenberg, terminó siendo elegida en su lugar. Obviamente, la familia Stork no miraría con demasiada amabilidad a Abigail por
    eso.

    Otro con el que tener cuidado era el medio hermano de Sabelian. Su nombre era Raven*.
    Como su nombre, su cabello era tan negro como las plumas de un cuervo. A pesar de tener una madre diferente, él
    era la viva imagen de Sabelian, con algunas notables excepciones. Mientras que los ojos de Sabelian tenían tonos de azul y gris, los de Raven eran dorados.
    La personalidad de Raven también era totalmente diferente a la de Sabelian, por lo que era fácil distinguirlos. Sin mencionar que el cabello de Raven era lo suficientemente largo como para llegarle a sus hombros. (*J: creo que no hace falta mencionar que Raven en inglés es cuervo…)

    Supuestamente, no tenían una gran relación, debido en parte a problemas de sucesión. Aunque Raven no tenía una relación terrible con Abigail, per se, eran similares a enemigos políticos.
    Después de todo, si Abigail tuviera un hijo, el derecho al trono de Raven se desplomaría.

    Aparte de esas personas, la larga lista de aquellos con animosidad hacia Abigail era un subproducto de su horrible trato a la gente. Ella había torturado a demasiadas personas, incluyendo a sus sirvientes en el castillo.
    ‘Ah, Abigail. ¿Qué voy a hacer contigo?’ Había demasiados posibles sospechosos.
    ‘¡Lo primero que debo hacer es reducir el número de mis enemigos! No puedo morir como en el cuento original ¡Debo mejorar mi relación con Blanche!’

    «Clara, se supone que Blanche se medirá para su nuevo vestuario hoy, ¿verdad?»
    «Si su Majestad.»
    «¿Crees que si yo asistiera… encontraría desagradable mi presencia?»

    ‘¡Hoy es el día en que Blanche finalmente se prueba ropa nueva! Realmente, realmente quiero ir. Pero estoy indecisa considerando que Blanche todavía se aterra al verme’

    «¡Estará bien, creo!»
    La tranquilidad de Clara me dio valor. Por lo menos, podría decir que estaba llevando un regalo como excusa para pasar por allí.
    «Bien entonces. En ese caso, ¿puedes ayudarme a vestirme?»
    «¡Sí, Su Majestad!»

    ***

    Clara y Norma tomaron cada una una caja de zapatos para llevar. Llevaban los mismos zapatos entre los que había estado intentando decidir la semana pasada. Con las dos sirvientas a mi lado, caminé hacia la habitación de invitados; mientras me acercaba, comencé a escuchar las voces de varias personas. Antes de entrar, eché un pequeño vistazo dentro.

    Pude ver a Blanche sentada en una silla. Mientras se sentaba quieta, con sus diminutas manos colocadas cuidadosamente sobre su regazo, parecía una pequeña muñeca de porcelana. Incluso desde esta distancia, se veía simplemente de lo más linda.
    Desde su pequeña nariz, hasta su boca y orejas, e incluso hasta sus mejillas rosadas. Si tuviera que empujar sus mejillas, parecían ser lo suficientemente suaves como para rebotar con un pequeño temblor.

    La habitación estaba repleta de cajas grandes y varios maniquíes cubiertos con vestidos nuevos. La temporada estaba cambiando de invierno a primavera, por lo que todos los vestidos tenían una apariencia cálida y colorida. Sin embargo, había un problema: todos los vestidos eran de tamaño adulto.

    «Señorita Jeremie, ¿qué piensa de este vestido?» Un hombre vestido con un traje bastante elegante intervino desde la habitación. Parecía ser una especie de diseñador. La dama, la señorita Jeremie, fue cuidadosamente mirando la selección de vestidos.

    Escuché que la señorita Jeremie era la niñera y maestra de Blanche. Ella había estado sirviendo a Blanche desde que la Princesa era más joven y, si no recuerdo mal, era la sobrina del Duque Stork. Con el respaldo de su familia, no era alguien con quien jugar. Aparte de eso, apenas sabía nada sobre ella.
    Para empezar, Abigail nunca le había hablado realmente. El primer y último momento en que las dos se encontraron fue cuando Abigail entró por primera vez al Palacio. La señorita Jeremie trató de hablar con Abigail sobre la educación y la personalidad de Blanche, pero Abigail interrumpió a la mujer y dijo:

    «Es demasiado molesto, así que te dejo a la Princesa a ti, y en el futuro, no me vengas a buscar por asuntos de la Princesa.»

    ‘Sigh. Abigail. ¿Por qué fuiste e hiciste eso? Debería darle un regalo a la señorita Jeremie como disculpa en algún momento también’ Mientras me quedaba allí lamentándome, la señorita Jeremie revisó un vestido tras otro, sus ojos vagaron sobre ellos como un halcón.
    «¿Tienes otros vestidos además de estos?»

    Actualmente estaba mirando un vestido de color marrón rojizo. Se veía elegante, pero no era de mi gusto. De hecho, ninguno de esos vestidos era de mi agrado. La ropa de los niños era un mundo aparte de la de los adultos. La ropa ahí dentro ahora mismo eran vestidos de adultos con corsés.
    Probablemente estaban planeando simplemente adaptar los atuendos para que le quedaran a Blanche. No hay forma de que ropa así fuese cómoda para una niña.

    Mi deseo de diseñar ropa para Blanche aumentó aún más. Quería correr y detenerlos, pero necesitaba ser paciente. En cambio, decidí aprovechar la oportunidad para ver qué ropa le gustaba a Blanche, de forma que pudiera hacer alguna para ella más adelante. Mientras tanto, el diseñador sacó un vestido nuevo de una caja.

    «¿Qué piensas de este, entonces?» Era un vestido celeste con cintas blancas por todas partes.
    ‘¿Le gustaría a Blanche ese estilo?’
    Me volví para ver su reacción y vi que sus ojos brillaban como estrellas. La niña le dio al vestido múltiples miradas excitadas. Sus pies se balanceaban hacia adelante y hacia atrás en la silla con anticipación.
    ‘Oh, Dios, oh Dios, sus piernas ni siquiera llegaban al suelo porque eran muy pequeñas. Eso es tan adorable.
    Gracias a Dios que encontró un vestido que le gusta.’

    Mientras estaba ocupada mirando a Blanche, la señorita Jeremie respondió. «Muéstrame algo más»
    «¿Es así? Entonces, ¿qué hay de estos? También son bastante populares hoy en día», dijo el diseñador, sacando otro vestido.

    En el momento en que lo vi, me tapé la boca con la mano por el shock. Ese era un vestido demasiado adelantado a su tiempo. Incluso para los estándares modernos, el diseño parecía bastante atrevido.
    ‘Pensar que vería algo así en esta época…’

    El vestido utilizó sedas de varios colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. El diseño parecía que se asemejaba a un arco iris. Aparte de la combinación de colores chillones, la forma del vestido en sí era un espectáculo para la vista. Las mangas abullonadas eran lo suficientemente grandes como para esconder sandías dentro de ellas, y el escote tenía una gran cantidad de pelo en el borde, suficiente para parecerse a la melena de un león. El diseñador dijo que este estilo de ropa estaba de moda en este momento, pero yo sabía que acababa de venir aquí para deshacerse de su basura no vendible.

    La señorita Jeremie respondió: «Este parece bueno.»
    ‘¡¿Qué?!’ Casi irrumpí en la habitación en un ataque de rabia.
    ¿De verdad estás pensando en hacer que Blanche se ponga algo tan atroz? ‘Si Blanche usaba algo tan horrendo como eso…’
    ‘¡Todavía estaría encantadora!’ Sí. Blanche era adorable, sin importar lo que vistiera.

    ¿Quizás la señorita Jeremie estaba al tanto de eso, y esa es la razón por la que lo compró? O tal vez ¿A Blanche le encantaban los arcoíris? Los gustos pueden diferir de una persona a otra.
    Reflexionando, miré la reacción de Blanche.
    ‘Ah, sus pies dejaron de moverse por completo.’
    Su rostro una vez radiante se distorsionó en uno de terror. Me recordó a un cachorro que crié en el pasado. Solía ​​poner esa cara cada vez que lo llevaba al veterinario después de decir que íbamos a dar un paseo.

    Blanche bajó los hombros como cuando mi cachorro era arrastrado a la fuerza al veterinario.
    ‘¡Esa cara, oh, hace que me palpite el corazón! Oh, Blanche, realmente no te gusta ese vestido, ¿verdad?’
    Blanche miró fijamente el vestido durante un rato antes de decir:

    «U-um, señorita Jeremie»
    «¿Qué pasa, Princesa?» La señorita Jeremie sonrió, pero su sonrisa parecía bastante estricta.
    Blanche se estremeció después de mirar el rostro de la señorita Jeremie. «N-no es nada.»

    La señorita Jeremie le dio a Blanche otra sonrisa antes de volver a hablar con el diseñador.
    ‘Hmm… Eso fue extraño. ¿De verdad la señorita Jeremie ha estado tan despistada todo este tiempo?’
    La mujer empezó a escoger más y más vestidos sin dudarlo un momento.
    ‘Ugh … ¡Yo también quiero elegir vestidos para Blanche! Me pregunto que vestidos le quedarían bien a Blanche? ¿Y qué estilo de vestido le gustaría? ¿Hm? ¿Estilo?’

    Sentí que algo estaba mal por un segundo.
    Blanche no dijo nada mientras la señorita Jeremie seguía seleccionando vestidos. Todo lo que hizo fue mirar boquiabierta después de observar el vestido arcoíris.
    ‘¿Estaba dejando todo en manos de la señorita Jeremie porque no tenía ganas de elegirlos ella misma?
    No, ese no parecía ser el caso.’

    Blanche parecía mortificada cuando había visto el vestido arcoíris, pero de vez en cuando, cuando el diseñador sacó un vestido nuevo, sus ojos se iluminaban. Luego, el diseñador sacó su último vestido. No me perdí lo mucho que brillaron los ojos de Blanche en ese momento. Era un vestido rosa brillante más lindo que bonito y al ver los patrones de flores bordados por todas partes, realmente encajaba en la temporada.

    El diseñador sonrió alegremente, “Este vestido también es muy popular en este momento. ¿Qué piensa, señorita Jeremie?»
    La señorita Jeremie echó un breve vistazo al vestido y luego lo apartó con un gesto de rechazo.
    “Un vestido así no le sentaría bien a la Princesa. Continuaremos con los vestidos que seleccioné antes.»
    «Comprendido. Entonces me pondré a trabajar en esos vestidos» después de eso, el diseñador comenzó a organizar los vestidos en sus cajas. Blanche miró hacia abajo en el suelo, luciendo deprimida.

    ‘¡N-no! ¡Mi pobre Blanche! ¡Sus preciosos vestidos van a ser…!’
    No podía quedarme ahí parada sin hacer nada. Si el diseñador se fuese a retirar ahora, ¡Blanche se vería como un
    payaso toda la primavera! Golpeé ligeramente un par de veces, luego entré inmediatamente a la habitación. La gente dentro de la habitación se inclinó, con sorpresa evidente en sus rostros.

    «Bienvenida, Su Majestad»
    «B-bienvenida, Lady Abigail», dijo Blanche, saltando de su asiento para saludarme.
    Su cabeza era tan pequeña y redonda, tan parecida a la de un gato, que casi la acaricio instintivamente.
    ‘Uf, paciencia’
    Aparté los ojos de la chica para mirar a la señorita Jeremie.

    “Escuché que un diseñador estaba de visita. ¿Cómo está yendo la selección de ropa de primavera para Blanche?»
    «Si su Majestad.» La señorita Jeremie señaló a los maniquíes: «Acabamos de terminar de ordenar todo.»

    Le eché un vistazo al diseñador. Estaba bastante pálido. Me volví para mirar mi reflejo en la ventana. ‘Vaya, esta es una cara digna de una calificación para adultos. Me veo tan aterradora con estos ojos, en serio.’
    «Me gustaría ver los vestidos que ha seleccionado»
    «S-sí, por supuesto, Su Majestad.» El diseñador trajo a alguien para que se llevara todos los vestidos que acababa de
    empaquetar de nuevo. Había docenas de vestidos en la caja, pero no había ninguno que a Blanche pareciera gustarle.

    Miré los vestidos un poco antes de volver la cabeza hacia Blanche. La niña se quedó quieta, con sus manos juntas. «Blanche, ¿tienes algún vestido que te guste de estos?» Traté de lucir tan amable como pude.
    «Ah, um… me gustan todos». Blanche respondió con torpeza.
    «Ya veo»

    ‘Hmm.’ Blanche no parecía que quisiera responder honestamente frente a todos. Caminé hacia otra caja y la abrí.
    Definitivamente vi al diseñador poner el vestido rosa aquí hace un momento. Pude sentir la insatisfacción de la señorita Jeremie, pero no tuve otra opción. Puede que sea la niñera de Blanche, pero yo soy su madrastra. Tengo derecho a interferir.

    “Debo decir que este me parece mucho más bonito. ¿Qué opinas, Princesa Blanche?» Yo recogí el vestido rosa y lo sostuve frente a Blanche.
    La niña pareció un poco sorprendida, pero después de un momento, logró asentir un par de veces.
    «¡Sí! ¡Es bonito, Su Majestad!»
    «Entonces vayamos con este.» También recordé que se veía feliz cuando había visto ese vestido celeste antes. Busqué en algunas cajas para encontrarlo. «¿Y este, Princesa Blanche?»
    «¡Sí, es bonito, Su Majestad!» La vida volvió a los ojos azules de Blanche, y brillaron como un estanque a la luz de la mañana.

    ‘Bien bien. Busquemos algunos más como estos que le gusten a Blanche. Estoy bastante segura de que hubo más que solo estos. El problema es que no recuerdo los demás en absoluto. Pero eso no es ningún problema porque, ya ves, ¡soy la Reina de este País!’

    «Muy bien. Debería recompensar a una buena Princesa que responde honestamente.» Al igual que la historia del leñador honesto, las personas que responden con sinceridad son recompensadas.
    Me volví hacia el diseñador. “Tráeme todos los vestidos aquí y ajústalos para Blanche. Asegúrate de quitar los corsés. En cuanto al costo, yo lo pagaré.»

    En el momento en que dije esto, toda la habitación se congeló por completo. Todo lo que quedó fue un inquietante silencio.
    Nadie podía creer lo que acabo de decir. Incluso las doncellas estaban desconcertadas. Solo el diseñador se vio extremadamente feliz, como si acabara de hacerse rico.
    Quien rompió el silencio fue la señorita Jeremie. Me habló con una sonrisa en su rostro. «Su Majestad, puede que esté sobrepasando mis límites ahora, pero el presupuesto de la Princesa no nos permite comprar todos los vestidos aquí. El Rey ha prohibido los lujos…»

    ‘Maldita sea… ¡Sabelian! Blanche ni siquiera es del tipo que hace alarde de dinero. ¿Cómo puede ser tan mezquino? Incluso así, no puedo dar marcha atrás ahora.’

    “Y esa es la razón por la que dije que lo pagaría. Usaré mi propio dinero, por lo que no debería haber problema alguno. Si el Rey pregunta, simplemente dígale que se hizo bajo mi orden.»

    Si compro ropa de Blanche con el dinero destinado a gastar en mis propios vestidos, no quedará nada que refutar. Finalmente, la señorita Jeremie asintió.
    «Haré lo que usted ordene, Su Majestad.»

    ‘Supongo que esto resuelve eso por ahora. Aunque, podría terminar peleando con Sabelian más tarde… ¿hm?’ Sentí que alguien tiraba de mi ropa. Cuando miré hacia abajo, vi a Blanche a mi lado. La chica me estaba mirando con una expresión desesperada en su rostro.
    «U-um… Lady Abigail, estoy bien. Yo no quiero que pierda la oportunidad de comprarse ropa solo por mí…»

    ‘¿Está diciendo esto por miedo a Abigail?’
    Mirándola a los ojos, ese no parecía ser el caso; Lo sentí en su mirada. La chica realmente se sintió apenada por mi. Me picaba un poco la nariz.
    ‘¿Es un ángel?’

    Me agaché, haciendo todo lo posible por no sonreír, y llegué al nivel de los ojos de Blanche. «Está bien, Princesa
    Blanche. No pensaba comprar nada, ya que tengo mucho que ponerme.»
    «P-pero». Blanche se puso bastante triste. No tenía por qué sentir tanta pena por mí. Para calmarla, intenté hablar tan amablemente como pudiera.
    «Entonces, ¿podrías concederme una solicitud?»
    “¿Eh? ¡Sí!» Esta niña parecía lista para hacer cualquier cosa. Incluso tenía las manos apretadas formando puños y todo.

    “Cuando lleguen los vestidos, escoge uno que realmente te guste y enséñamelo. Quiero que presumas tu vestido favorito para mí.»
    ‘Entonces puedo ver que vestidos preferiría Blanche’. Sin embargo, parecía bastante confundida por mi solicitud.
    «¿Eso es todo?»
    «Sí. Eso es ciertamente suficiente». Fue más que suficiente. Pensando en ella con ropa bonita ya tengo mi sangre bombeando. «Me iré, entonces. Oh, Blanche, casi se me olvida. Vine aquí para darte este regalo.» Acerqué las dos cajas de zapatos.

    Cuando vi que Blanche dudaba en aceptar el regalo, le susurré al oído:
    “Muéstrame tu vestido con estos zapatos. Puedo tomar eso como pago.»
    Dejé los zapatos sobre la mesa y miré a la gente en la habitación. La señorita Jeremie parecía que acababa de ver un fantasma.
    “Me retiraré, entonces. Los veré a todos la próxima vez.»
    Salí de la habitación, dejando atrás a la confusa Blanche. En el momento en que me fui, dejé escapar un largo suspiro.

    ‘Ah, pensé, mi corazón iba a estallar. No he hecho nada como esto antes… Mis manos estaban temblando. Pero ayudé a Blanche, ¡así que bien está lo que bien acaba!’
    Calmé mi corazón por un momento en el pasillo, pero luego escuché una voz urgente desde atrás.
    «¡E-espere, Lady Abigail!» En el momento en que me volví, vi a Blanche.
    ¿Había estado corriendo? Sus hombros estaban agitados y parecía un poco sin aliento.
    “¿Sí, princesa Blanche? ¿Sucede algo?»

    «U-um,» Blanche hizo una pausa por un momento antes de sacar su pie por debajo de su falda. Ella ya estaba llevando los zapatos que le di, y brillaban a la luz del sol. Los calcetines con encaje y los zapatos estilo Mary Jane se complementaban a la perfección. Sus pies eran tan pequeños, que hacían que los zapatos parecieran como si estuvieran hechos para una muñeca. Al principio pensé que le quedarían bien, pero verla usarlos en persona, y decir que solo ‘le quedaban bien’ ¡era un eufemismo criminal!

    «Dijo que quería verme usando estos, así que.» La chica titubeó un poco al hablar, y su cara estaba completamente roja de lo nerviosa que estaba, pero aun así sonrió mientras me miraba. «Realmente me encantan. ¡Muchas, muchas gracias, Lady Abigail!»

    El rostro brillante y sonriente de Blanche era extremadamente hermoso. Nunca la había visto sonreír así antes. Si
    las sonrisas tuvieran una temperatura correspondiente asociada a ellas, entonces la de ella probablemente sería la calidez de la primavera. Una sonrisa que hizo florecer las flores desde el corazón de los espectadores.
    ‘¡Oh, oh vaya, buen trabajo, yo! ¡Vamos, chica!’

    Y pensar que esto haría tan feliz a Blanche. ¡Incluso Norma tenía una sonrisa maternal en su rostro! Entonces, en ese momento, alguien gritó desde el final del pasillo.
    «¡Princesa Blanche! ¡Aún necesita que le tomen las medidas!» Fue la señorita Jeremie.
    Blanche, sobresaltada, perdió inmediatamente la compostura y empezó a revolverse.
    «U-um, tengo que irme.»
    «Por supuesto, puedes irte.»
    «¡Le veré de nuevo la próxima vez con la ropa…!» Blanche hizo una pulcra, aunque un poco nerviosa, reverencia y regresó a la habitación de invitados. Por la forma en que sus pies saltaban por el suelo, uno casi podía ver flores floreciendo debajo de ellos.

    ‘Oh que bonito. Ver a Blanche tan alegre me hace feliz. Qué linda, qué linda’ Incluso después de regresar a mi habitación, no pude evitar que mis labios se movieran hacia arriba.
    Con curiosidad, Clara me miró mientras intentaba controlarme. «Lady Abigail, ¿debería llamar a un doctor? No se la ve muy bien.»

    ‘¿No me veo muy bien? ¿A qué te refieres? ¡Simplemente no podría estar más feliz! Como pensaba, esta cara realmente invita a muchos malentendidos.’
    «Estoy bien. Quiero descansar un poco, así que vosotras dos podéis retiraros. No vuelvan hasta que yo os llame.»
    «Si su Majestad.» Las criadas salieron rápidamente de la habitación.

    Tan pronto como escuché el clic de la puerta detrás de ellas, salté directamente a mi cama. A esto le siguió inmediatamente la paliza que le di a mis almohadas a plena luz del día.
    ‘¡Ahh, Aaaah! ¡Blanche es tan linda! ¿Cómo puede ser tan hermosa? Quiero hacerle la ropa. ¡Quiero que use la ropa que le hice…!’

    Quería convocar al diseñador y ponerlo a trabajar en la confección de algunos vestidos para mí de inmediato, pero había algunos problemas.
    En primer lugar, todavía era demasiado pronto para regalarle algo por el estilo. No tenia idea del tipo de ropa que le gustaría. No solo quería hacer ropa bonita; Quería hacer ropa bonita que le gustara a Blanche. Al ver que no podía rechazar las sugerencias de la señorita Jeremie, si yo le diera un vestido ahora, lo usaría independientemente de sus sentimientos, y definitivamente usaría ese vestido arcoíris si se lo regalara. Es por eso que primero necesitaba mejorar mi relación con ella, hasta que honestamente pueda decirme que no.

    Cerré mis manos formando puños y me armé de valor.
    ‘Algún día podré organizar un desfile de modas para Blanche. Hasta entonces, ¡necesito llegar a ser su mejor amiga!’

    ***

    El sol de finales de primavera era bastante cálido. Sabelian estaba actualmente junto a un alféizar soleado y miró el edificio al otro lado del camino: era el pabellón oeste donde actualmente residía Abigail.
    Abigail estaba sola en el pasillo y no parecía darse cuenta de que la estaban observando. No, desde el principio, ella misma estaba demasiado ocupada observando a alguien. Cuando giró la cabeza para seguir la mirada de la mujer, descubrió que Blanche estaba dando un paseo por el jardín.

    La joven Princesa caminaba por el sendero del jardín, vestida con un vestido rosa. La chica estaba solo dando un paseo normal, pero Abigail ya la había estado observando durante casi 30 minutos seguidos.
    Esta ni siquiera era la primera vez que había presenciado tal comportamiento: Abigail hacía esto cada vez que Blanche apareció alrededor de ella.

    ‘¿Esa mujer estaba tratando de espiar a Blanche? ¿Qué estaba planeando?’
    Sabelian se mordió los labios inconscientemente. La última vez que se hablaron, Abigail le pidió que pasase un poco más de tiempo cuidando de Blanche. Casi sonaba como una persona totalmente diferente. Algunos creían que Abigail había cambiado, pero Sabelian no lo creyó ni por un momento.

    Abigail realmente parecía odiar a Blanche. La mujer miraba fijamente a Blanche durante largos períodos de tiempo, luego pasaba varios minutos golpeando la pared o dando vueltas por el suelo mientras se perdía en sus pensamientos.

    Sabelian se preguntó si era así como esa mujer liberaba sus sentimientos asesinos.
    En ese momento, Abigail volvió la cara lo suficiente como para que Sabelian pudiera ver su expresión.
    Era imposible no ver la sonrisa maligna y venenosa de la mujer. Quizás así era como un diablo del infierno se vería si sonriera. Los ojos de color gris azulado de Sabelian se tornaron fríos cuando vio esa cara. ‘Entonces esa mujer odiaba a Blanche después de todo.’

    No podía entender lo que pasaba por la mente de Abigail. Abigail estaba celosa de la esposa anterior de Sabelian. Odiar a los muertos no parecía ser suficiente para esa mujer, así que, ella dirigió su odio hacia los vivos también. Incluso le gritó a Sabelian una vez, preguntándole si querría tener un niño con ella si Blanche ya no estuviera cerca.
    ‘No hay forma de que una mujer así cambie tan fácilmente.’

    Mientras pensaba en todo eso, Blanche ya había terminado su paseo. Fue entonces cuando Abigail comenzó a moverse. Sabelian fijó su mirada en lo que estaba llevando; esa mujer parecía llevar una caja.
    ‘Es una caja lo suficientemente grande como para que cupiera una cabeza humana’ (J: uauuu chico que imaginación… un poco tétrico, no?)

    Las cejas de Sabelian se movieron en el momento en que vio la caja. Instintivamente sintió el peligro.
    Esa mujer estaba a punto de hacer algo. ¿Qué estaba tramando para tener una sonrisa tan malévola?
    Abigail se movió en silencio, sin una criada a su lado. Mirando la dirección hacia la que se estaba dirigiendo la mujer, Sabelian se puso de pie.

    ***

    ‘Mm, supongo que ahora es la hora en la que Blanche suele regresar’. Estaba escondida detrás de una pared con una
    caja en mi mano. Podía ver la habitación de Blanche desde aquí.

    Durante toda esta semana, escuché los rumores sobre Blanche y observé a la niña por mí misma. También ejecuté simulaciones en mi mente de lo que podría gustarle todo el tiempo. Sus nuevos vestidos acababan de llegar recientemente, así que fue un pase. Ya le di un par de zapatos, así que fue otro pase.

    Los accesorios estaban prohibidos a su edad y ella tampoco parecía disfrutarlos. Después de mucho pensar, se me ocurrió el regalo perfecto. ‘A Blanche también le debería gustar esto’
    El problema ahora, sin embargo, era el momento. Estaba pensando en dárselo mientras estaba dando un paseo, pero no quería molestarla entonces.

    ‘Si actuara como si me la hubiera encontrado por coincidencia en este pasillo y le diera esta caja, entonces Blanche
    estaría… ¿Hm? ¿No me haría eso parecer una arrastrada?’
    Empecé a pensar desde la perspectiva de Blanche. Para Blanche, yo era algo así como un jefe molesto en el trabajo. ¿Cómo me sentiría si mi jefe apareciera de la nada durante mi día libre? Sentí un escalofrío correr por mi columna vertebral.

    ‘No, debería irme antes de que vuelva Blanche. Tal vez debería dejar el regalo en frente de su puerta…’
    Quería ver su cara cuando abriera el regalo, pero en ese momento, pensé que retirarme era la mejor opción. Sentí una sensación de decepción cuando dejé la caja.
    En ese momento, sentí que alguien caminaba detrás de mí.

    ‘Oh no, ¿Blanche ya había vuelto?’
    Me giré para ver a Sabelian de pie allí.
    ‘Uf, no era Blanche. Pero, ¿qué está haciendo ese tipo aquí?’
    No lo había visto desde el día en que acordamos usar habitaciones separadas. También comíamos nuestras comidas por separado, así que realmente no había ninguna razón para que nos encontráramos.

    ‘Aun así, al menos debería saludarlo’
    Me levanté de donde estaba y le di una rápida reverencia.

    «Espero que haya estado bien, Su Majestad.»
    «¿Qué estás haciendo aquí, Abigail?» Solo recibí una fría pregunta en respuesta. Sabelian sonaba incluso más nervioso hoy que antes.

    Me estremecí por una fracción de segundo, pero traté de ser un poco más directa al respecto. ‘¿Qué? ¿Qué quieres?
    Solo estoy aquí para darle a Blanche una caja de regalo.’
    «Iba a darle un regalo a la Princesa Blanche y estaba a punto de dejarlo aquí.»
    «¿Un regalo?» Todavía parecía sospechar mucho de mí. Me miró casi como si fuera una terrorista con una bomba.
    «Sí, un regalo»
    «Dámelo» Sabelian me tendió la mano.

    ‘¿Dárselo a él? ¿Cuándo ya lo había envuelto todo bonito con una cinta rosa para Blanche? Pero no parecía como si lo dejase pasar si me negaba… Bueno, lo que sea. Siempre podría volver a rehacer la cinta.’
    Oculté mi enfado y le entregué la caja. Sabelian rápidamente deshizo la cinta con sus manos.
    ‘¡Ahhh, mi precioso regalo para Blanche está…! ¿Por qué eres tú quien lo desenvuelve?’ Pronto, el hombre terminó de desenvolver, y el regalo se reveló.

    «¿Esto es?»
    «Como puede ver, es una muñeca»

    Lo que había dentro era una adorable muñeca de conejo que se parecía a Blanche.
    ¡Ya que hablamos del tema, su ropa fue diseñada totalmente en base a la suya! Tenía el mismo diseño que el vestido rosa que a Blanche le había gustado ese día. Quería que las dos usaran una especie de atuendos a juego.
    Blanche se vería realmente linda, abrazando a una muñeca con la misma ropa que ella.

    Sabelian no dejaba de mirar fijamente a la muñeca. ‘¿Qué?, ¿crees que realmente escondí una bomba?’
    «Por favor devu…» Tan pronto como dije esto, desenvainó su espada.
    La espada larga se reveló con un escalofriante sonido metálico. ‘Santa m…, ¡¿qué diablos?!’
    Di un paso atrás involuntario. ‘Oye, oye, ¿qué diablos estás haciendo ¿Qué pasa con la espada? ¡¿Fuiste tú realmente el que me mató antes…?!’

    La muñeca aterrizó en el suelo mientras yo intentaba recuperar la compostura. Y la espada de Sabelian se hundió directamente en ella. Ya sabes, como que la apuñaló. Justo en el estómago.

    Miré a Sabelian, completamente estupefacta. ‘¿Qué… sólo qué… qué acaba de pasar?’ Su espada partió la barriga del conejo en dos. El vestido que hice se cortó por la mitad, así como así. Algodón blanco se derramaba de su estómago.

    Agarró la muñeca del suelo y empezó a sacar todo lo que había dentro. La muñeca se convirtió en un desastre en un instante. El suelo estaba cubierto de algodón y trozos de tela rosa empezaron a volar por todas partes, como pétalos de flores moribundos. Desgarró la muñeca lo mejor que pudo para comprobar su contenido, y después de lo que pareció una eternidad, tiró lo que quedaba de ella al suelo.

    «Así que en realidad era solo una muñeca», murmuró Sabelian en voz baja. (J: si, cacho bruto… que sepas que tienes el odio de todo el fandom sobre ti ahora ¬¬)
    Solo cuando lo escuché hablar volví a la realidad.
    «¿Qué…»
    Sabelian volvió la cabeza hacia mi lado cuando escuchó mi voz. Pareció sorprendido.
    No pude evitar que mi ira comenzara a brotar.

    «¿Qué acaba de hacer, Su Majestad?»
    Se sintió mucho mas intenso que cualquier cosa que pudiera haber imaginado. Esa muñeca fue algo en lo que pasé horas trabajando para hacer el regalo. Simplemente lo rompió en unos segundos. Tuve que observar como el regalo de Blanche se convirtió en poco más que un montón de basura. Sin embargo, más que cualquier otra cosa, el rostro de Sabelian me enfureció. Simplemente pareció un poco sorprendido. Ni siquiera había una pizca de culpa en su rostro.

    Seguro, sospechaba de mí porque Abigail había abusado de Blanche en el pasado. No pude hacer nada sobre su sospecha de que podría haber manipulado la muñeca. ¿Pero tuvo que recurrir a esto?
    ¿En serio?
    Traté de contener las inminentes oleadas de lágrimas, pero no pude detenerme.

    Fue entonces cuando noté un cambio en el rostro de Sabelian. No parecía arrepentido en absoluto, por supuesto. Más bien, él parecía que acababa de ver una criatura extraña. No quería ni mirarlo. Tan solo quería huir, pero había algo que tenía que hacer primero.

    Me agaché y comencé a recoger todos los restos. Me sentí humillada. Era basura que debería ser desechada a ese punto, pero no pude verla quedar esparcida por todo el suelo de esa forma. ‘Hice esto para Blanche… lo hice para poder ver su rostro sonriente, y sin embargo…’
    En ese momento, mientras mis dedos temblaban por una mezcla de vergüenza y rabia, escuché una voz venir de
    detrás de mí.

    “¿Lady Abigail…? ¿Padre?»
    Era Blanche. Un vistazo por encima de mi hombro la reveló de pie en el pasillo con una sirvienta a su lado. Las lágrimas brotaron de mis ojos de nuevo al verla, ya que llevaba el mismo vestido rosa que la muñeca tenía puesto.
    No quería llorar delante de Blanche, así que me enjugué las lágrimas a escondidas.

    «¿Has estado bien, Blanche?»
    “Sí, Lady Abigail. Pero um, ¿eso es…?» Blanche estaba mirando lo que quedaba de la muñeca en mis manos. A simple vista, apenas se podía decir que, en un momento dado, había sido un conejo. Ahora era una mera sombra de su antigua gloria.
    «Esto es…» ¿Qué debo decir? Dudé por un momento antes de tratar de pasarlo tan casualmente como pudiera. “Quería regalarte una pequeña muñeca, pero me equivoqué un poco y el algodón parece haber acabado en todas partes.»

    Fue una mentira obvia. Una especie de objeto afilado claramente había destruido la muñeca. No solo eso, Sabelian estaba justo detrás de mí, espada en mano. Hubiera sido la cosa más fácil del mundo decir, ‘¡el completo hijo de puta de tu padre aquí fue el que destruyó tu regalo!’ Pero suprimí esas palabras. No importa cómo me sintiera, no quería que ella viera a sus padres pelear, incluso si ella sabía que no había amor entre ellos.

    La mirada de Blanche se desvió hacia Sabelian por un segundo antes de volver a centrarse en mis manos. Ella entonces envolvió sus pequeñas manos alrededor de las mías. «Tengo una criada que es muy buena cosiendo. La arreglará en poco tiempo», sonrió tratando de consolarme, antes de quitarme los restos de las manos con cuidado. Sus pequeñas manos no podían contenerlo todo, así que coloqué el resto en la caja a mi lado.

    «Gracias, Lady Abigail. La atesoraré.»
    Ah, sentí ganas de llorar de nuevo. Tuve que mirar hacia el techo para evitar que se filtrara algo. ¿Cómo un ángel así nació de una basura humana como él? La esposa anterior del hombre debe haber sido la encarnación femenina del propio Buda.

    A pesar de querer pasar un poco más de tiempo con Blanche, era más imperativo escapar de Sabelian en este momento. Poniéndome de pie, bajé la cabeza en una aproximación de una inclinación de cabeza en su dirección estimada y rápidamente escapé, casi corriendo por el pasillo.

    En el momento en que puse mi pie en la escalera, las lágrimas que había estado conteniendo simplemente se desbordaron. Maldita sea, no había planeado llorar. Pero, Blanche aceptó mi regalo hoy, ¿verdad?
    Ella también tomó mis manos. También dijo ‘gracias’.
    Muchas cosas maravillosas habían sucedido hoy, pero a pesar de saber eso, mis lágrimas no dejaban de fluir. Solo podía esconderme detrás de un pilar cercano y cubrirme la cara con las manos.

    ***

    Miró el trozo de tela rosa del vestido de la muñeca que tenía en la mano, luego lo colocó sobre la mesa. Era solo un trozo de tela, no más grande que una uña, pero Sabelian no pudo quitarle los ojos de encima.

    «¿Hay algo que le preocupe, Su Majestad?» Miró al dueño de la voz. Era nada menos que su ayudante, Millard. El hombre había aparecido de la nada a su lado antes de que él incluso se diera cuenta.
    «No es nada.» Una mirada extraña cruzó el rostro de Millard cuando Sabelian dijo eso.

    Si realmente no fuese nada, ¿por qué otra razón habría estado el Rey haciendo una mueca que se parecía a la de un filósofo absorto en sus pensamientos?, con un trozo de tela en la mano, nada menos.
    Con una expresión tan distante como siempre, Sabelian habló de repente. «¿Cómo está la reina Abigail hoy en día? ¿Qué rumores hay sobre ella?»

    Millard se encontró inesperadamente sorprendido por esto. Sabelian, ¿mostrando interés en esa Abigail?
    El asistente respondió en voz baja, “según mis fuentes, parece que se ha detenido en su acoso a todas las sirvientas. También parece estar visitando a la Princesa Blanche con frecuencia.»
    «¿Por qué razón?»
    “No parece ser nada especial. Escuché que es principalmente para darle regalos a la Princesa.»

    Regalos. Sabelian pensó en la muñeca que destrozó hoy. Con toda seguridad, debería haber tenido una aguja escondida dentro, como mínimo. Sin embargo, contrariamente a sus expectativas, no había encontrado nada en el interior.
    ‘¿Así que realmente fue solo un regalo?’
    No, no había forma de que eso fuera posible.

    Sin embargo, ahora que lo pensaba, el vestido que llevaba la muñeca se veía exactamente como el que tenía Blanche.
    Sabelian jugueteó con el trozo que tenía en la mano. No se arrepintió de su decisión, ya que consideró sus acciones necesarias, dadas las circunstancias. Sin embargo, ver a Abigail llorar fue desconcertante.
    En el año transcurrido desde su boda, habían ocurrido muchas cosas entre ellos dos. Él tuvo que presenciar frente a él la rabia de Abigail como una loca; la había visto suplicar delante suyo como una mendiga. Pero nunca había visto llorar a la mujer. Nunca antes la había visto realmente tan herida.

    “He escuchado relatos similares. Me han dicho que parece una persona diferente.» Sabelian se volvió para mirar a Millard, su rostro todavía desprovisto de emoción. «Parece haber pasado página. ¿Qué opinas?»

    «Creo que todo es un acto, si nos basamos en la personalidad de la Reina.» La respuesta de Millard contenía una inconfundible nota de hostilidad. «Probablemente esté tratando de hacerle bajar la guardia. Esa debe ser la razón por la que también se está acercando a la Princesa Blanche.»

    Si bien Sabelian inicialmente había tenido una opinión similar, ya no estaba tan seguro. La mirada en el rostro de Abigail cuando lo rodeó en el pasillo todavía estaba demasiado fresca en su memoria. Esa expresión suya, ¿fue solo un acto?

    Sabelian cayó en una profunda reflexión. En ese momento, un sirviente entró en la habitación.
    «Su Majestad, hay dos personas que solicitan una audiencia con usted.»
    Sabelian asintió con la cabeza en señal de afirmación. Poco después de eso, dos hombres de mediana edad entraron en la habitación. Uno de ellos era el Duque Stork, que sonreía alegremente a Sabelian.

    “¿Ha estado bien, Su Majestad? Espero no imponer demasiada carga en su trabajo.»
    «¿Qué quieres?» Era una voz extremadamente fría, que nadie hubiera esperado escuchar de un hombre que hablaba con su suegro.
    Sin embargo, el Duque Stork no parecía preocupado en absoluto. El hombre simplemente mantuvo su rostro sonriente mientras respondió: “Me disculpo profundamente por molestarlo. Simplemente estoy ansioso por escuchar las palabras de Su Majestad en respuesta a mi pregunta sobre su nuevo matrimonio.»

    El rostro de Sabelian se volvió aún más frío. El Duque Stork continuó hablando, sin notar el cambio en la expresión de Sabelian. “Su Majestad aún no ha tenido otro hijo, a pesar de haber estado casado con la Reina Abigail durante más de un año. ¿Por qué no piensa en conseguir una segunda esposa por un futuro próspero?»
    «Como le he informado en el pasado, no tengo ningún interés en volver a casarme.»
    “Mi otra hija, Karin, es una chica sobresaliente y delicada. Creo que Su Majestad definitivamente…»
    «Suficiente.» Sabelian interrumpió al hombre sin piedad cuando estaba diciendo algo. Su expresión era aún más escalofriante de lo habitual. «No habrá una segunda advertencia.» Sus palabras cayeron como la hoja de una guillotina.

    Stork sintió que se le enfriaba el cuello al pensarlo, porque sabía muy bien que el Rey no era de los que hacían amenazas vacías. El hombre no lo perdonaría solo por ser su suegro. Allí no había ningún beneficio en molestar más a ese hombre.
    El Duque Stork cerró la boca y se obligó a sonreír. “Mis más profundas disculpas por mis presuntuosas palabras. Hablé simplemente por mi preocupación por Su Majestad. Entonces me despediré.»

    El Duque Stork salió de la habitación con cara de amargura. El otro hombre que quedaba en la habitación se quedó ahí parado en silencio, sin decir una palabra. Con un tono cortante de voz, Sabelian se dirigió a él: «¿Tienes algo que decir también?»
    “Su Majestad, el Duque Stork tiene razón. Si no es Karin, ¿no considerarás al menos otras casas? Debe cumplir con sus deberes como Rey.»

    La expresión de Sabelian permaneció rígida, pero el hombre no retrocedió.
    «Si no obtienes un Príncipe, eventualmente, el hijo de Sir Raven podría terminar convirtiéndose en el próximo Rey.»

    Raven era el hijo ilegítimo del Rey anterior. Debido a esto, mientras que su reclamo al trono era débil, todavía no podía ser ignorado. El género importaba a la hora de la sucesión. Si Raven tuviera un hijo, y Sabelian no, el castillo se dividiría en dos facciones, entre el hijo de Raven y la hija de Sabelian.

    «Le sugiero que se case con una mujer excelente del Reino o con la Realeza de otro país.»
    «¿Estás sugiriendo que no lo sé ya?» El hombre cerró la boca. El Duque Stork podría haberse ido, pero el Rey todavía era muy sensible a este tema.
    «Tengo mis manos bastante llenas con Abigail tal cual. No tengo ninguna intención de acoger a otra mujer en este momento.»

    Sabelian dirigió su atención a su trabajo después de esa declaración, mostrando que la conversación había terminado, en lo que a él respectaba. El hombre se inclinó en respuesta.
    «Entiendo. Me disculpo por molestarlo, Su Majestad»
    «Retírese. Millard, te agradecería que te fueras un rato también.» Se fue en silencio al final.

    Después de que la habitación se vació, Sabelian se masajeó la frente con molestia. Cuando hizo esto, se dio cuenta de que el trozo rosa de antes todavía estaba en su mano. Verlo le recordó a Sabelian algo que Abigail dijo una vez de pasada. ‘No tiene que preocuparse, no se trata de cumplir sus deberes como marido. Más bien, me gustaría que cumpliera con sus deberes como padre, como mínimo.’

    ‘Deberes. Deberes.’ La misma palabra que sus súbditos le lanzaron descuidadamente antes; la queja sin sentido de
    cumplir con sus deberes como Rey. Esos deberes y los deberes de esposo que Abigail mencionó eran los
    mismos. Eran simplemente demandas para que tuviera más hijos. ‘Cumple con tus deberes como Rey.’
    Había escuchado esta cantinela innumerables veces durante toda su vida. Nunca nadie le había dicho que estaba bien ignorar sus deberes.

    Actuando como padre. Nunca se había considerado falto en ese departamento, pero después de lo que sucedió hoy, ya no estaba tan seguro. Podía recordar el rostro de Blanche cuando miró la muñeca destruida, una muñeca que valía sólo una moneda de cobre. A ella no le habría importado que se destruyera tal cosa antes, entonces, ¿qué fue tan diferente esta vez?

    A Sabelian le dolía la cabeza. No queriendo reflexionar más sobre el tema, recogió sus papeles.
    Enterrarse en el trabajo seguramente haría que este extraño sentimiento desapareciera. Saltándose las comidas, él
    trabajó sin descanso hasta la puesta del sol y hasta que cayó la noche. Resolvió los crujidos en su cuello mientras salía de su oficina, con el cuerpo adolorido por haber estado sentado tanto tiempo.

    Era bastante agradable que él y la Reina tuvieran ahora habitaciones separadas. Él no habría sabido qué decir si viera a Abigail ahora. Cuando entró en su habitación, los sirvientes lo ayudaron a cambiarse. Todos ellos tenían expresiones bastante rígidas.
    «N-nos despediremos ahora, Su Majestad. Por favor descanse bien.»
    Un poco perplejo por su comportamiento, Sabelian entró en su dormitorio. Al hacerlo, sintió como todo su cuerpo se congelaba en su lugar. Los extraños sucesos de hoy estaban lejos de terminar.

    «Bienvenido, Su Majestad»

    El aroma de las rosas impregnaba el aire mientras la tenue luz de las velas iluminaba su dormitorio.
    En el centro de este escenario en medio de esta penumbra con aroma a rosas no estaba otra que la propia Abigail.
    Vestida con un camisón casi transparente, la mujer descansaba seductoramente en su cama.
    Sus labios se curvaron en una sonrisa taimada, como si hubiera estado esperando a que él apareciera.

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  • SSUMPMHETL – Libro 1 – Cap 1

    SSUMPMHETL – Libro 1 – Cap 1

    El reflejo de una hermosa mujer se proyectaba en el espejo. Su cabello plateado se onduló como las mareas del océano, y sus ojos purpúreos brillaban con tanta intensidad como un par de amatistas. Aunque ella era hermosa, sus ojos despiadados parecían capaces de derribar a alguien con solo una mirada. En general, su apariencia era cruel, acorde con el título de villana.
    La mujer del espejo tenía los labios de un rojo carmesí, casi como si estuvieran teñidos de sangre. Ella separó esos labios y pregunto en voz baja:

    «Espejo, espejo que estás en la pared, ¿quién es la más hermosa de todos?»

    Al escuchar la pregunta, la superficie del espejo se onduló, como si un guijarro se arrojara al interior de un lago. Poco después, las ondas desaparecieron junto con el reflejo de la mujer de cabello plateado. En en su lugar, apareció el rostro de una joven.

    «La más bella de todas es la princesa Blanche Friedkin, mi Reina Abigail.»

    Obsesionada con la imagen apagada del espejo. La chica del reflejo parecía asustada, como si pudiera sentir mi mirada venenosa sobre ella.

    «Blanche…»

    Murmuré el nombre de Blanche mientras me acercaba al espejo.

    La Princesa Blanche Friedkin era una niña que acababa de cumplir 11 este año. Como dijo el espejo la chica era ciertamente hermosa. Su elegante cabello negro se parecía al relajante cielo nocturno. Su piel blanca como la nieve no tenía una sola mancha. Sus ojos redondos, similares a los de un conejo, eran simplemente encantadores. Sus suaves y regordetas mejillas incitaban a ser pellizcadas al menos una vez.

    En sus actuales 11 años, era más exacto describirla como «linda» que como «hermosa». Sin embargo, ella estaría
    obligada a recibir muchas propuestas de matrimonio una vez que alcanzara la mayoría de edad.

    “Como esperaba…” -Di un puñetazo en la pared con todas mis fuerzas. Mi corazón no pudo calmarse, sin importar
    cuantos golpes lancé -«¡Como esperaba, como esperaba, Blanche!»
    «¡cómo era de esperar, nuestra Blanche es la chica más linda del mundo!»

    Una vez más, no pude soportar lo encantadora que era Blanche. Con una cara de muñeca y la dignidad de una princesa, ¡ella era la personificación de todo lo encantador!
    En el espejo, Blanche estaba hablando con su niñera con los ojos llorosos. Ella era tan linda como un conejo, o
    tal vez un cachorro la describiría mejor.

    Si este mundo estuviera ambientado en el siglo XXI, ¡ella podría haber debutado fácilmente como actriz infantil y recibir completamente la atención de todo el mundo!
    ‘¡Ah! ¡No puedo soportar esto!’ Totalmente incapaz de contenerme, golpeé furiosamente la pared de nuevo.
    Solo después de varios golpes sentí que me calmaba, solo un poco. Aunque hubo sangre goteando de mis puños, no me molestó.

    ‘Uf. Blanche también esta súper linda hoy. No puedo creer que una niña tan linda sea mi hija’
    Todavía no podía creerlo. Estrictamente hablando, ella no era mi verdadera hija. Y sin embargo, hace alrededor de un mes que había recibido a una hija tan adorable. Después de morir y reencarnar, me encontré a mi misma en el mundo de Blancanieves.

    ***

    Mi nombre es Baekhap Lee.
    Solo era una mujer normal de 30 años. Trabajé horas extras como los demás, preocupada por mi apariencia como muchos, y estresada por mi dieta como una persona normal.

    Mis padres me llamaron así por la flor de lirio, por lo que si un extraño solo escuchara mi nombre, me imaginaría como una hermosa mujer de piel blanca y figura esbelta. Desafortunadamente, el nombre ‘Baekhap’ no me convenía en absoluto.

    Yo era baja, regordeta y tenía la piel áspera. Mi único factor redentor fue mi personalidad única: ¿a quién engaño? Honestamente, era fea. Era solo una mujer corriente y poco atractiva. Enfrenté muchas dificultades en la vida debido a mi apariencia, pero aún así era feliz. Todo esto fue gracias a mi arduo trabajo.

    Comencé a trabajar para una empresa de ropa infantil después de graduarme de la escuela de diseño. Era muy divertido diseñar ropa y ver cómo tomaba forma en la vida real. Pero debo haber trabajado un poco demasiado duro, ya sabes, durante varios años había estado trabajando horas extras. Un día como cualquier otro, tomé una siesta en la oficina y morí. Simplemente eso. Probablemente morí por exceso de trabajo.

    ‘Ugh. ¿Fui demasiado lejos tratando de trabajar y perder peso al mismo tiempo? Supongo que debería haber comido mejor y no saltarme las comidas.’

    ¡Así que, sí, morí!
    Cuando abrí los ojos, me encontré en este cuerpo. Una hermosa y encantadora, aunque cruel, villana. Me convertí en la madrastra de Blancanieves, una mujer que envidiaba la belleza de su hija adoptiva y terminó tramando todo tipo de malas acciones, solo para que la muerte cayera sobre ella, la infame Abigail Friedkin.

    Miré a Blanche, que estaba sentada en el lado opuesto de la mesa.
    ‘Incluso yo tengo miedo de mi propio rostro. Si pareciera más amable, ¿no me tendría menos miedo Blanche?’
    Estamos teniendo una fiesta de té íntima.

    «Princesa Blanche, por favor relájese y acepte este té», le hablé a Blanche, tan amablemente como pude.
    «S-sí, Lady Abigail.» El rostro de Blanche se puso pálido y ni siquiera podía mirarme.

    Mientras sostenía la taza de té, sus manos temblaban tanto que el contenido estaba a punto de derramarse.
    ‘Haah, solo quería tener una buena reunión para el té con Blanche’
    La hora del té transcurrió en silencio, pero, en ese momento, Blanche, que había estado mirando su taza de té todo este tiempo, me robó una mirada.
    Sus grandes ojos azules eran tan puros e inocentes. Ella me recordó a un pequeño cachorro que miraba hacia arriba como preguntando: ‘¿Estás enojada conmigo?’
    ‘Ah, qué adorable’
    No pude evitar sonreír. El rostro de Blanche cambió instantáneamente al ver mi sonrisa maternal.

    «¿H-hice algo mal…?» preguntó tímidamente.

    Antes, parecía un cachorro triste. Ahora parecía un conejo asustado. Sus ojos estaban llorosos también.
    ‘Hm. Ahora que lo pienso, ¿no era la cara sonriente de Abigail súper aterradora?’ Estaba sorprendida de mi propia sonrisa la última vez que me miré en el espejo.
    Fue como la definición perfecta de una sonrisa asesina; literalmente, una sonrisa destinada a matar a una persona.

    «No. No es nada», dije mientras enderezaba mi rostro, fingiendo tomar té.

    La expresión de Blanche se relajó, aunque solo fuese un poco. Agarró la taza de té con ambas manos y bebió un poco. Ella todavía robaba miradas de vez en cuando, tratando de leer mi estado de ánimo. Podía ver que Blanche estaba asustada y estaba pasando un mal momento conmigo. Sentí lástima por ella, y eso me dejó un regusto amargo.

    ‘Ha, quiero tocar su hermoso cabello. Ella se vería tan linda si hiciera tres trenzas y formara un recogido*. ¿No se vería aún más hermosa si lo combinara con lindos pantalones de tirantes y una blusa con volantes? Tal vez agregue un estilo de inspiración marina para complementar sus ojos azules. ¡Como un vestido blanco de una pieza con cuello marinero y una cinta azul!’ (J: en la versión inglesa usa ‘updo’ que es un tipo de moño/recogido como el de Blancanieves de Disney por ejemplo – mas info googlea)

    Sin notarlo, mi mano derecha estaba picando con el deseo de vestirla. Realmente había pasado un tiempo desde que de verdad quería hacer un diseño. Pero cada vez que veía a Blanche, mi creatividad prácticamente brotaba. Al ver cómo morí por exceso de trabajo y aún anhelaba trabajar, me pregunté qué tipo de chiflada era.

    ‘¿Qué tan feliz sería si Blanche usara la ropa que había diseñado personalmente? Bueno, puedo obligarla a usarla, pero… ¿no lo consideraría una nueva forma de acoso?’
    Justo en ese momento, escuché la voz de Blanche.

    «Um, ¿Lady Abigail?»
    Su voz tímida y suave me sacó de mis propios pensamientos.
    “Um… ¿por qué me llamó aquí hoy? ¿Quizás… hi-hice algo mal?» Blanche estaba mirándome, jugueteando con sus dedos.
    «No. Simplemente quería tomar el té contigo»

    Blanche todavía parecía asustada incluso después de escuchar mi respuesta y, considerando lo que Abigail había hecho hasta ahora, no fue una sorpresa.
    Abigail fue exactamente como la descripción del cuento de hadas, si no peor. Ella tenia que ser la mujer más bella del mundo. Esa mujer había ahuyentado a las doncellas o sirvientas consideradas incluso remotamente hermosas. Las mujeres restantes tampoco se salvaron, estuvieron sometidas a abusos y castigos sin motivo.

    Blanche tampoco estuvo exenta. Si bien Abigail no podía hacerle un daño grave a la Princesa en público, aterrorizó a la niña en secreto. Por ejemplo, Abigail solía convocar a Blanche para encontrar defectos en ella. Además, difundía chismes, calumniando el nombre de Blanche. Yendo incluso mas allá, Abigail incluso hizo trizas los vestidos de Blanche.

    ‘Sí… No es de extrañar que Blanche esté temblando de miedo’
    Suspiré internamente. Aunque preparé esta fiesta de té para acercarme a Blanche, terminé asustándola aún más.
    ‘¿Cómo puedo expiar mi pasado y acercarme a Blanche?’
    Preocupada por estos pensamientos, mi té se fue por el conducto equivocado.
    «¡¡¡!!!»
    Una lágrima se formó en mis ojos cuando me atraganté con la bebida.
    Los grandes ojos de Blanche se abrieron aún más cuando me vio toser.

    «¿¡Lady Abigail!? ¿E-Está bien? ¿Está herida en alguna parte?» Sin saber que hacer, la niña me entregó un pañuelo.

    Agité mi mano para tranquilizarla. No pude evitar sentirme culpable al ver el rostro preocupado de Blanche.
    ‘Para estar preocupada por Abigail, incluso después de todo ese abuso, eres demasiado amable. Como se esperaba de la protagonista principal’

    «Estoy bien. No hay nada de qué preocuparse», le aseguré. Poco después, logré aclararme la garganta.
    Blanche me miró con preocupación en sus ojos, sin saber qué hacer.
    «¿Todavía se siente mal?» preguntó dócilmente.

    ‘¿Por qué me mira así? Oh, ¿es por ese incidente?’ Sinceramente, Abigail había muerto una vez, al igual que yo también había muerto.
    Cuando abrí los ojos, estaba en el funeral de Abigail, acostada en un ataúd. El ataúd estaba lleno de cientos de lirios blancos, tantos que me sentí como si estuviera sofocada por su fragancia. (J: curioso que fueran lirios blancos como los que hacen referencia a su nombre coreano ‘Baekhap’¬¬)

    Preguntándome qué estaba pasando, me levanté para mirar a mi alrededor y vi a un grupo de extranjeros con miradas horrorizadas en sus rostros. Después, recuerdo haber causado un escándalo y haber preguntado a otros sobre dónde estaba y por qué me veía así. El médico imperial había diagnosticado que estaba en un estado de
    shock después de recuperarme de una experiencia cercana a la muerte.

    En ese momento me había preguntado: ‘¿Es a causa del shock que los recuerdos de Abigail me resultaban tan borrosos?’
    Aunque los recuerdos de Abigail se habían quedado conmigo, estaban incompletos. Afortunadamente, poco a poco estaba siendo capaz de recordar los conocimientos necesarios para vivir como una Reina.

    Empecé a adaptarme a este mundo después de comprender la situación. Pero había un problema. Tal como terminaba el cuento de hadas, eventualmente le entregaría a Blanche una manzana envenenada. Como resultado, yo me vería obligada a usar zapatos de hierro al rojo vivo y bailar enloquecida hasta la muerte. (J: por si no lo sabías, aunque en la versión azucarada de Disney hay muchas cosas fieles al original, la forma de morir de la madrastra bailando con los zapatos al rojo vivo es fiel al cuento original alemán)

    ‘¡No puedo morir así! Para evitar una muerte tan miserable, lo primero que debo hacer es mejorar mi relación con Blanche!’
    Miré a Blanche en silencio. Sin embargo, esta vez no sonreí e hice todo lo posible por hablar suavemente.

    “Estoy bien, gracias por preocuparte. En cualquier caso, ¿Princesa Blanche?»
    «¿S-sí?» chilló, sacudiéndose levemente en su sillita.
    «Lamento lo que he hecho hasta ahora», dije, un tinte de arrepentimiento llenó mis ojos mientras hablaba.
    Los ojos de Blanche se agrandaron ante mis palabras.
    «Lamento todo el dolor que te he causado hasta ahora. Lo siento mucho. He reflexionado sobre mis acciones después de morir y volver a la vida.»

    Blanche me miró de forma extraña, pareciendo muy sorprendida. Incapaz de decir nada, todo lo que pudo hacer
    fue parpadear.

    “Incluso si me disculpo, mis acciones pasadas no desaparecerán. Aun así, quiero disculparme contigo.»

    Durante un tiempo, Blanche no dijo nada. Miré hacia abajo, esperando su respuesta. El reflejo de Abigail en el té me devolvió la mirada. A pesar de que parece un gato feroz, todavía se veía hermosa.

    Fue una apariencia verdaderamente incomparable a la de mi vida anterior. Efímero cabello plateado, ojos morados,
    de 170 cm de altura con un cuerpo de modelo y una piel suave como una fina pieza de porcelana.
    Características distintivas y fascinantes, todo gracias al esfuerzo que se había hecho para preservarlas así. Cuando me encontré por primera vez en este cuerpo, la belleza de Abigail me había fascinado tanto que me encontré mirándome al espejo todo el día.

    ‘¿Por qué odiaba tanto a las personas hermosas? Eres lo suficientemente hermosa. ¿Cómo pudiste soportar
    atormentar a una niña tan encantadora?’

    En ese momento, miré a Blanche. Incluso su expresión contemplativa se veía linda y encantadora, como una cachorrita. Tenía muchas ganas de apretar esas mejillas suyas. ‘Aunque Abigail es deslumbrante, me gusta más Blanche. ¡Es linda y la habilidad más poderosa del mundo es la ternura!’

    ‘Sí, ella es la definición misma de lindeza, y me hace estremecer. ¿Por qué? ¡La ternura es justicia! Oh,
    cómo me gustaría poder llevarme bien con Blanche.’

    Lamentablemente, primero tenía que expiar todos los actos imperdonables que Abigail cometió hasta el momento. Como para dar fe de eso, Blanche permaneció en silencio. Todo lo que hizo fue mirarme de vez en cuando con una mirada confusa.
    Su desconcierto era comprensible. No esperaba que todo se resolviera con una sola disculpa. Sin embargo, ahora que me había disculpado, necesitaba mostrar mi honestidad con acciones.
    ‘Será mejor que la deje ir ahora. Estoy segura de que se siente incómoda quedándose aquí’

    «Debo haberte sorprendido, Princesa Blanche. Lamento eso. Puedes retirarte a descansar»
    “¿Eh? Ah, sí, Lady Abigail» Aún conmocionada por lo que había sucedido, Blanche se puso de pie lentamente mientras permanecía cautelosa conmigo. Justo cuando estaba a punto de salir de la habitación después de despedirse, «¡Kya!» Se topó con alguien que entraba en la habitación y se cayó.

    «¡¿B-Blanche ?!» Me encontré gritando su nombre sin siquiera darme cuenta. Justo cuando fui a ayudar para levantarla, me detuve en seco en el momento que vi al hombre que se había tropezado con ella. Como Blanche, el joven tenía el pelo negro azabache. Parecía tener veintitantos años.

    Cuando lo vi por primera vez, recordé una exposición fotográfica que había visitado en el pasado.
    Entre la serie de fotografías, estaba parada frente a la foto de una pantera negra. Su pelaje de terciopelo oscuro se veía elegante y majestuoso. La pantera negra dentro de la imagen me estaba mirando en silencio, pero aun así, su resplandor era abrumador. Aunque tenía miedo, no podía apartar la mirada. Estaba hipnotizada por su misterioso encanto, y miré los ojos de esa bestia salvaje durante mucho tiempo.

    El hombre que estaba frente a mí se parecía mucho a esa pantera negra. Era majestuoso, hermoso, y encantador. Incluso el lunar debajo de su ojo derecho solo sirvió para hacerlo parecer aún más encantador. Cualquiera se sonrojaría al ver su rostro, pero apenas pude contener que una serie de maldiciones escapasen de mis labios.

    Este hombre era el Rey del país, el padre de Blanche y también mi esposo, Sabelian Friedkin.
    Mi enemigo jurado.
    Todas las doncellas y sirvientes se inclinaron en su presencia. Yo también tenía que saludarlo. Sin embargo, había
    algo más urgente de lo que ocuparse.

    «Princesa Blanche, ¿estás herida?» Pregunté mientras me apresuraba a ayudar a Blanche a levantarse. Al hacerlo, escuché la fría voz de Sabelian.
    «Presta atención», dijo, su indiferente voz cortó la mía. Sabelian miró a su hija como si fuera una extraña para él. Su mirada de corazón frío carecía de compasión o amor.

    ¿Cómo era posible que alguien mirara así a su propia hija? Especialmente una niña tan encantadora como Blanche! Pero Blanche ni siquiera lloró. En cambio, ella arregló su postura. Luego, con sus manitas, agarró ambos extremos de su vestido y nos saludó.

    «Disculpe, padre. Y lamento mostrar tal vergüenza, Lady Abigail.»
    ‘Espera, ¿por qué estás disculpándote? No fue culpa tuya por chocar…’ En ese momento, me di cuenta de que algo andaba mal.
    «Princesa Blanche, ¿estás bien?» Pregunté, agarrando con cuidado el brazo derecho de Blanche. Mientras lo hacía, la niña se estremeció de dolor.

    ‘Como esperaba’ Cuando nos saludó antes, su mano derecha estaba inclinada. Ella debe habérsela torcido cuando cayó.

    «Debes haberte lastimado la muñeca», murmuré, con los ojos fijos en su pequeña mano.
    Al escuchar mis palabras, Blanche se apresuró a esconder su mano derecha detrás de ella. «Oh. E-eso es… está bien. Realmente no hay nada de qué preocuparse», espetó.

    Su comportamiento se parecía al de un niño al que pillan robando algo. Después, miró a Sabelian. Eso me rompió el corazón al ver a Blanche tan abatida.
    ‘Ella ni siquiera lloró después de caerse’

    «Llamaré a un médico para ti. Puedes retirarte, Blanche. Tengo algo que discutir con Abigail.» Continuó Sabelian, hablando con su fría voz.
    «Si padre…»
    Blanche inclinó la cabeza y se escabulló; parecía un conejo asustado huyendo.

    «¿Cómo puede ser tan despiadado?» Miré a Sabelian mientras hablaba.
    «¿Sobre qué?» preguntó con calma, ¡como si no pasara nada en lo más mínimo!
    “Su hija está herida. ¿Le dolería darle una palabra de consuelo?» Prácticamente escupí esas palabras, y Sabelian inclinó lentamente la cabeza hacia la izquierda. Su mirada me atravesó como agujas.
    «Qué divertido. Abigail, ¿desde cuándo te preocupas por Blanche?»

    Me quedé sin palabras. Después de todo, hasta hace poco, nadie había acosado a Blanche más que yo. Debía haber sido extraño que alguien como yo protegiera a la niña.

    «He cambiado de opinión después de morir», respondí al fin.
    «¿Es así?» Aunque respondió, Sabelian no pareció creerlo en lo más mínimo.

    ‘Las palabras de alguien que regresa de la muerte deberían al menos haberlo conmovido. Sin embargo, ni siquiera
    se estremeció’
    Lentamente se dirigió a la mesa y ocupó el asiento vacante de Blanche. Las sirvientas rápidamente le trajeron una nueva taza de té. Con un asentimiento, me hizo un gesto para que me sentara.

    ‘¡No me trates como a un perro, maldita sea!’ Apreté los dientes mientras tomaba asiento frente a él. Mientras lo miraba de frente, pensé para mí misma: ‘es un pedazo de basura, pero seguro que es muy guapo’

    “Abigail, ¿te encuentras mal? No te ves muy bien», me dijo por fin.
    «El té está un poco demasiado caliente», respondí, usando mi insignificante excusa para mirar hacia otro lado.

    ‘Ah, qué situación tan asquerosa. Pensar que beber té con un hombre guapo como este sería tan molesto. Que extraño.’
    En muchos sentidos, Sabelian era perfecto. Fue reverenciado como un Rey sabio y fuerte que tenía una apariencia encantadora.
    ‘¿Y qué? Su corazón está tan vacío. Sé a ciencia cierta que la sangre que corre por sus venas es fría como el hielo.’

    Cuando desperté de mi lecho de muerte, lo primero que vi fue el rostro de Sabelian, justo cuando estaba diciéndome su último adiós.
    «No nos volvamos a ver en la próxima vida, Abigail.»
    En el momento en que escuché esas palabras, varios recuerdos me inundaron, lo que me hizo salir corriendo del ataúd.

    El día de su boda, la novia y el novio generalmente se besaban después de intercambiar sus votos, pero Abigail y Sabelian no lo hicieron. No solo eso, no bailaron juntos en la recepción de su boda, porque Sabelian estaba demasiado cansado y se había ido antes.

    Mas aún, en su primera noche, Sabelian ni siquiera puso un dedo sobre Abigail. Él simplemente dijo
    «Abigail, nunca te pondré una mano encima»
    Sin dar mas explicaciones, Sabelian se quedó dormido. Así que, Abigail pasó su primera noche juntos con los ojos bien abiertos en la oscuridad. Incluso después de un año, Sabelian nunca tocó el cuerpo de Abigail, y mucho menos su mano. (J: yo hubiera pensado que era gay o tenía algún problema… tch que sería de las parejas de las novelas si hubiera más comunicación??)

    Gracias a todo esto, la autoestima de Abigail quedó absolutamente destrozada. A pesar de que muchos hombres querían a Abigail, Sabelian rechazó su existencia. Devastada, al principio trató de responder a su frío tratamiento con el suyo. Pero, a medida que pasaba el tiempo, ese mismo tratamiento solo sirvió para aumentar su obsesión con Sabelian. Finalmente llegó a un punto en el que descartó su orgullo y dignidad, solo para aferrarse a él y suplicarle su amor.

    “Su Majestad, ¿por qué se aleja de mí? ¿Qué debo hacer para ganarme su amor?»
    «Ni siquiera te acerques a mí. No hagas nada, no digas nada. Actúa como si estuvieras muerta. Ese es tu papel.»

    Abigail se desesperó por sus palabras. Pensó una y otra vez sobre el por qué Sabelian la rechazaba tanto. Después de un largo período de tiempo, llegó a una conclusión: no era lo suficientemente hermosa como para que Sabelian le prestara atención. Por lo tanto, su personalidad malvada empeoró.
    Se volvió aún más rencorosa, echando del Palacio a cualquiera que fuera remotamente bonita, e incluso acosando a Blanche por celos.

    Abigail era una persona espantosa y no podía defender sus acciones, pero me compadecí de ella cuando llegó a su trágico matrimonio. Incluso si era un matrimonio político entre dos Países, un matrimonio sin amor, el trato que recibió fue demasiado duro.

    ‘Sabelian, ese bastardo. Incluso si no amas a Abigail, ¿cómo podías humillarla así? ¿Por qué te casaste con ella en primer lugar? Solo pensar en eso ahora me enoja.’ Bebí un poco de agua fría para templar la ira que ardía dentro de mí. Estando en tal situación, no estaba feliz de tener a Sabelian de visita.

    Fue bastante inusual por su parte. ‘¿Y por qué motivo podría haber venido? Ciertamente nada bueno.’

    «Entonces, ¿qué le trae por aquí hoy, Su Majestad?» Pregunté, queriendo que esta reunión terminara.
    «Quería hablar contigo sobre tu muerte» Respondió de inmediato y me estremecí al escuchar la palabra ‘muerte’ Dejando mi taza de té, lo miré.
    «¿Mi muerte?»
    «Sí. Si bien tuvo la suerte de sobrevivir, ciertamente murió una vez. Así que estamos investigando la causa de la muerte y el culpable.»

    Mis oídos se animaron ante esto. Una cosa que me molestó tanto como el final de este cuento de hadas fue la muerte de Abigail. Escuché que Abigail murió mientras dormía. Tenía solo 23 años y además estaba sana. Por lo tanto, su muerte no fue natural ni esperada. Así que, era muy probable que hubiera sido asesinada.

    ‘Uf, me da escalofríos solo de pensar en eso. Podría haber muerto ya una vez, pero morir de trabajar en exceso es completamente diferente a ser asesinada.’

    Con los brazos cruzados, Sabelian continuó con su monótono monólogo, como si estuviera leyendo un pasaje
    de un libro.
    «Probablemente fue veneno. Si hubiéramos tenido la oportunidad de diseccionarla, lo habríamos sabido con seguridad, sin embargo.»

    ‘Hey, ahora. ¿No puedes mirarme así mientras estás hablando de diseccionarme?’

    «Investigué a todos los sirvientes cercanos a ti, pero no se pudo encontrar ninguna evidencia de intento de asesinato.»
    «Qué lástima», le respondí.

    ‘En ese caso, la persona que me mató podría estar caminando por algún lugar del Palacio en este momento’
    Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. A diferencia de mí, Sabelian permaneció indiferente. Tomó un sorbo de su
    té antes de continuar.

    “¿Recuerdas algo antes de tu muerte? Será más fácil atrapar al culpable si es así», preguntó, sondeándome con sus ojos.
    Por agradable que hubiera sido, solo pude negar con la cabeza.
    «Desafortunadamente no.» Los recuerdos de Abigail llegaron en pedazos, como un mapa quemado. Algunos eran claros como el cristal, otros completamente ausentes.

    Sabelian levantó la cabeza ante mi respuesta. Me miró en silencio durante un rato antes de decir:
    «¿Te acuerdas de ‘ese’ incidente, por casualidad?»
    «¿Incidente?» Pregunté, desconcertada por la vaga pregunta.
    «Hace seis meses, cuando colapsaste después de beber veneno», aclaró, sin dejar de mirarme directamente.

    ‘¿Hace seis meses?’
    Traté de rememorar los pocos recuerdos que tenía: ‘¡Oh, cierto! Me acuerdo. Consumí veneno, pero…’

    «Se refiere a la vez que me envenené a mí misma», dije al fin.
    Así es, Abigail había consumido previamente un débil veneno por su propia voluntad en un intento por llamar la atención de Sabelian. Cuando hizo eso, Sabelian la visitó inesperadamente a toda prisa.
    Al notar eso, estaba muy feliz de haber llamado finalmente su atención. Aunque, cuando la verdad se rebeló, Sabelian se volvió aún más frío con ella.

    En este momento, sin embargo, Sabelian asintió y me miró de nuevo.
    «¿Querías mi atención de nuevo, Abigail?» dijo con frialdad. Sus ojos parecían estar analizándome bajo una penetrante mirada.

    Me quedé boquiabierta porque estaba increíblemente sorprendida. ‘¿Q-qué? ¿Sospecha seriamente que Abigail estaba tratando de suicidarse de nuevo?’
    Por supuesto, Abigail lo había hecho en el pasado para recibir su atención, pero una sospecha como esta era demasiado.

    ‘¡Sí, ella también fingió estar enferma en el pasado! Sí, ¡ella también intentó caer al lago! Y sí, ella también bebió un poco de veneno, ¡pero aún así! Hm… en realidad. Es totalmente comprensible llegar a esa conclusión. Incluso estoy empezando a sospechar de ella. ¿Por qué estoy limpiando todo este lío que Abigail causó?’
    A pesar de mis sentimientos agraviados, mantuve a raya la ira para poder vivir una vida tranquila a partir de ahora en adelante.

    «Lo admito, soy culpable de haber cometido un par de artimañas creativas para obtener el afecto de Su Majestad en
    el pasado-»
    «¿Una par?»
    «Unos pocos…»
    «¿Unos pocos?»
    “¡D-de todos modos! Esta vez, ese no fue el caso». Hice lo mejor que pude para mantener la compostura.
    Aun así, los ojos del hombre delataron su absoluta duda sobre mi sinceridad.
    «No importa lo que hagas, no podré darte el amor que deseas»

    Quería verter agua fría en esa estúpida cara suya. ¿Cuándo dije algo sobre eso justo ahora? Sentí una sensación desagradable, como si me hubieran rechazado preventivamente antes de que pudiera confesarme.
    «Bueno. Está todo bien. En cualquier caso, tampoco deseo su cariño.»

    Esto no era ni una broma ni una burla, estaba hablando completamente en serio. No quería algo como su interés. Pero el aura de sospecha de Sabelian permaneció.
    Una vez más, hablé con total honestidad:
    “Después de mi experiencia cercana a la muerte, finalmente me di cuenta de cómo de inútil fue todo. No importa cuánto busqué su atención, todo lo que me dio fue lástima. Bien, ya no quiero su lástima.»

    Al igual que Sabelian no sentía ningún afecto por mí, yo tampoco sentía ningún afecto por él. Admito que me atrajo su rostro al principio, pero su personalidad inmediatamente arruinó eso.
    «Puede sospechar de mí, pero le juro por el nombre de mi familia que me he pronunciado sin falsedad.»

    «Creo recordar que la última vez juró sobre el nombre de su familia.»

    ‘¡Maldita sea, Abigail! ¿No podrías haber sido más considerada con la persona que estaría limpiando el lío que hiciste? ¡¿Qué pasa contigo que mentías sobre todo?!’ Me tomé un momento para ordenar mis pensamientos y elegí mis siguientes palabras con cuidado.

    «Si realmente usara esta situación para llamar su atención una vez más, ¿no habría acusado a una de las sirvientas de envenenarme?»
    La verdadera Abigail habría hecho esto con certeza, estoy 100% segura. Habría elegido una doncella relativamente bonita y habría tenido a toda la familia de la pobre chica ejecutada por el falso delito.

    «Dado mi historial, es obvio que las sospechas se dirigirían hacia mí si les dijera que no tenía un sospechoso en mente. Si hubiera culpado a alguien desde el principio, y me hubiera inventado un criminal creíble que Su Majestad aceptase, entonces las cosas irían exactamente como parece pensar que quiero que lo hagan.»

    Sabelian no dijo nada, pero sus sospechas tampoco se disiparon por completo. La desconfianza que teníamos el uno para el otro no disminuyó fácilmente en absoluto, como la nieve endurecida.
    Ahora era mi oportunidad.

    “Entiendo perfectamente su vacilación al depositar su confianza en mis palabras. Pero le garantizo que verá la verdad en ellas a partir de este momento. De hecho, tengo una propuesta ahora para comenzar a expiar mis pasadas fechorías.»
    «¿Una propuesta?»
    «¿Por qué no…» Esbocé la sonrisa más brillante que pude, «… dormimos en habitaciones separadas?»

    Pude ver que los ojos de Sabelian se agrandaron un poquito. Fue muy parecido al momento en que regresé a la vida después de haber sido tomada por muerta.

    «¿Habitaciones… separadas?»
    Incluso él se sorprendió.

    «Sí. Habitaciones separadas». Hablé lentamente, enfatizando cada palabra.

    Aunque hice que pareciera que la sugerencia era para beneficio de Sabelian, fue tanto para mí como para él.
    Actualmente, Sabelian y yo compartíamos cama. Eso… me hizo sentir incómoda, por no decir menos. Quería dormir profundamente, pero no pude pegar ojo tumbada al lado de alguien que ni siquiera conozco. Al final del día, era un extraño para mí. Podríamos ser una pareja en el exterior, pero en la intimidad, éramos poco más que conocidos.

    ¿Compartir la cama con un hombre que no conozco? Cada noche sufrí de parálisis de sueño inducido por estrés, y me estaba cansando de eso. Entonces, se me ocurrió mi brillante solución: dormitorios separados.
    Yo estaría feliz, él estaría feliz. Y en el lado positivo, podría comenzar a mejorar su opinión sobre mí.
    Todavía parecía escéptico. Después de lo que pareció una eternidad, finalmente asintió con la cabeza.

    «Muy bien. Haré los arreglos necesarios para eso pronto.»
    «Maravilloso. Ah, y una cosa más. Esa fue una sugerencia, pero ahora me gustaría hacer una solicitud.»
    Ésta era la parte más importante.

    «¿Una solicitud?»
    ‘Uf, baja un poco la mirada aguda, ¿quieres?’
    Le expliqué rápidamente antes de que pudiera tener ideas extrañas en su cabeza.
    «No es necesario que cumpla con sus deberes como esposo. Más bien, me gustaría que cumpliera con sus deberes como padre, al menos.»
    «¿Qué quieres decir con eso?»
    «No está en lo mas mínimo interesado en concebir otro hijo, así que ¿no debería adorar a la única que tiene, aunque sea un poquito?»

    Sabelian parecía más confundido que cualquier otra cosa. Un pequeño suspiro escapó de mis labios.
    «Antes, cuando Blanche se lastimó, su respuesta fue muy fría.»
    «Llamé a un médico, ¿no?» Sabía que respondería de esta manera.
    “Hubiera sido mejor preguntarle si estaba bien primero”, le insté. Pero ni siquiera una punzada de autorreflexión cruzó el rostro de Sabelian.

    Qué hombre tan complicado de entender.
    Mi suposición inicial detrás de su comportamiento extraño era porque Blanche era una hija y no un hijo, pero ese no parecía ser el caso. Después de todo, si realmente quisiera un hijo, se habría acostado con Abigail ya. Bueno, es muy posible que se haya negado a hacerlo simplemente porque no le gustaba Abigail, pero aun así, seguía siendo extraño que no se divorciara ni tuviera una segunda esposa para tener un hijo.

    ‘O… ¿podría ser eso? ¿Educación espartana? ¿La educación espartana de un león que hace que su hijo cayera por un acantilado? ¿Era su forma de intentar criar a Blanche para que fuera una chica fuerte? No, eso es una tontería. Ignorar a una niña y ser estricto con ella son dos cosas totalmente diferentes’

    «Ella no es otra que su hija. Debería tratar de amarla» le presioné.
    «Sí tienes razón. Esa es mi hija… »
    ‘¿Oh? ¿Me estaba escuchando finalmente?’
    Pero su voz era tan fría como el viento ártico.

    «… Es mía, no tuya. Yo seré el que tome las decisiones sobre la crianza de Blanche.»

    ‘¿Qué? ¡¿Eso?! ¿S-se refirió a su propia hija como un objeto?’
    Si la verdadera Abigail hubiera escuchado esta declaración, se habría levantado de un salto y bailado de alegría. Nada podría haberla hecho más feliz que presenciar el empeoramiento de la relación entre Sabelian y Blanche.
    Pero no esta Abigail. No podía hacer la vista gorda ante una niña siendo ignorada tan despiadadamente. Apreté mis
    dientes y rápidamente me levanté de mi asiento. Esto hizo que la mesa temblara un poco por el movimiento repentino, y como consecuencia derramé un poco de té.

    “Mi nombre ahora es Abigail Friedkin. Blanche también es una Friedkin. Creo que estoy en todo mi derecho de
    intervenir.» Le lancé una mirada furiosa con todo el disgusto y el odio que pude reunir. Sabelian no se molestó en decir nada.

    “Mi solicitud sigue siendo la misma. Por favor, ame a la princesa Blanche como su hija. Dormiré sola de ahora en adelante. Ahora, si me disculpa.» Salí de la habitación a toda prisa.
    Retirarme antes de que lo hiciera el Rey se consideraba de mala educación, pero no me importaba un comino. Nuevamente, Sabelian no se molestó en decir nada.

    ***

    “Clara, ¿estás segura de haber oído bien? ¿La Reina realmente duerme separada del Rey?»
    «¡Así es, así es, señorita Norma!» Las doncellas que servían a las órdenes de Abigail se susurraban entre sí.

    La mujer llamada Norma estaba lejos de ser lo que cualquiera llamaría hermosa. Ella era bastante alta y larguirucha y, además, tenía una nariz aguileña. Clara también era una chica de apariencia promedio, con cabello castaño y algunas pecas.

    Clara bajó aún más la voz y susurró en el tono más reservado. «Y escucha esto, fue la Reina quien lo sugirió, de todas las locuras.»
    «¿Qué está haciendo ahora?» Los rumores volaban por todo el Palacio los últimos días.
    La causa de todo esto fue, por supuesto, la Reina Abigail. Ella era la comidilla del Palacio en este momento. Después
    todo, ella murió y volvió a la vida. Y después de que revivió, siguió haciendo locuras una después de otra.

    “¿Qué quieres decir con qué está tramando? ¿No fuiste tú quién dijo que estaban en malos términos para empezar?» Clara preguntó confundida. Norma, por otro lado, se mordía el labio inferior de nerviosismo.
    «No hay manera de que fuese tan simple, Clara. Definitivamente está tramando algo, recuerda mis palabras. Es de la Reina Abigail de la que estamos hablando, después de todo». Norma había estado empleada por Abigail desde que la Reina vino por primera vez al Palacio.

    En solo el primer año de servir a la Reina, podría haber pasado una semana entera quejándose de las cosas que se había visto obligada a soportar.
    Su ropa decía mucho sobre el duro trato de Abigail hacia el personal de servicio.

    Solo la nobleza podía servir directamente a la realeza, por lo que las sirvientas del Palacio solían vestirse con atuendos de clase alta, según su condición de nobles. Pero Norma y Clara solo vestían un uniforme de sirvienta normal. Esto, de nuevo, fue gracias a la obsesión de Abigail por la belleza. Podías esperar que te regañaran de inmediato por lucir incluso remotamente bonita. De modo que las sirvientas vistieron sus uniformes monótonos para escapar de la ira de Abigail; el maquillaje y los accesorios también eran tabú.

    “¿De verdad crees que alguien puede cambiar tan fácilmente? Sólo observa. Ella volverá de nuevo para desahogar su
    enojo como siempre, solo espera. Y no bajes la guardia.»
    “Hmm, está bien. Seré cuidadosa.» Clara asintió, pero todavía no parecía completamente convencida. Norma solo
    suspiró.

    Después del asesinato de Abigail, muchos sirvientes fueron reemplazados por otros nuevos. Clara, siendo una de
    las sirvientas mas nuevas, no conocía la verdadera naturaleza temible de Abigail. A este ritmo, la perseguirían
    en cuestión de días. Pero antes de que Norma pudiera darle más advertencias a la niña, sonó una campana desde el exterior de la habitación. Abigail estaba llamando a un sirviente.

    Temerosas de ser reprendidas por llegar incluso un segundo tarde, las dos rápidamente salieron.
    Pero Abigail ya parecía estar de mal humor. Ella miró a la mesa frente a ella con sus labios fruncidos.
    ‘Maldita sea. Estamos jodidas’, maldijo Norma en su mente, preparándose para otro de los ataques histéricos de Abigail.

    «Quiero preguntaros algo a vosotras dos.»
    Norma sintió un escalofrío recorrer su espalda ante el tono de voz frío de Abigail y trató de responder cortésmente como pudo. «¿Si su Majestad?»

    «¿Cuál de estos crees que se adapta mejor a Blanche?» Abigail señaló la mesa, sobre la cual estaban dos pequeños pares de zapatos. Uno era un par de zapatos negros tradicionales estilo Mary Jane*. El otro, un par de zapatos blancos con tacón de gatito, que tenía lindas cintas decorando la parte de atrás. (J: por si alguien no lo sabe, los zapatos Mary Jane son los típicos tipo muñeca, lisos, planos y con cinta en el tobillo o arriba en el empeine)

    ‘¿Eran para Blanche?’ Norma supuso que se trataba de otro complot para acosar a la niña. Abigail probablemente estaba planeando poner agujas dentro o algo así. El problema radicaba en cómo responder a la pregunta de la Reina. ¿Debería decir que ambos eran demasiado chillones para alguien como Blanche, o…?

    Mientras Norma reflexionaba sobre la mejor manera de responder, Clara habló con una cálida sonrisa.
    «Creo que ambos son muy bonitos.»
    Norma miró a Clara con absoluta sorpresa. ‘¿Cómo se le ocurrió una respuesta tan tonta? ¡La Reina seguramente explo…!’

    «¿Verdad? Creo que ambos se verían absolutamente adorables en ella.» Abigail se iluminó inmensamente, pero
    luego, su tez se oscureció inmediatamente de nuevo. «Hmm, pero ¿y si no le gustan?»
    «¿Por qué no deja que la Princesa elija cuál le gusta más, entonces?»
    «Eso sería lo mejor, ¿no?» Abigail cayó en una profunda reflexión.

    Mientras tanto, Norma todavía estaba tratando de recuperarse de su conmoción. ‘Estaba Abigail deliberando seriamente sobre qué regalo darle a la Princesa? Especialmente cuando ella parecía que estaba pensando en cómo asesinar a alguien.’

    El hecho de que Abigail pasara una nueva hoja comenzó a parecer más plausible. En el pasado, si Clara hubiera hablado sin permiso así, Abigail habría perdido los estribos. Algo cambió después de que ella volvió a la vida, pero Norma siguió observando a Abigail con una expresión complicada.

    Se dio cuenta de que los ojos morados de Abigail se dirigieron hacia los oídos de Clara. Ella los miró fijamente antes
    de decir: «Clara, ¿verdad?»
    «¿Si su Majestad?»
    «Tus pendientes son muy bonitos.» Escondidos debajo del cabello de la doncella, Clara usaba aretes azules.
    Norma sintió que el corazón le subía al estómago. ‘¡Clara, idiota! ¡Te dije que los accesorios estaban prohibidos!’

    Abigail sonrió mientras se dirigía a Clara, su rostro se torció para parecerse a un demonio del infierno.
    Clara se dio cuenta de su error en el momento en que vio esa sonrisa. «Lo-lo siento. Lo juro, no me pondré pendientes nunca más!» Clara palideció visiblemente y trató de quitarse los pendientes rápidamente. Ella estaba en tal apuro que hasta hizo sangrar sus lóbulos.

    Abigail saltó de su asiento y rápidamente agarró las manos de la niña.
    «¡Clara! ¡Cálmate! Estás sangrado.»
    Gotas de sangre gotearon de los lóbulos de sus orejas. Abigail tomó un pañuelo y limpió la sangre de la piel de Clara.

    Norma se quedó perpleja. ¿Abigail? ¿Limpiar la sangre de un sirviente? ¿Sin regañar a la chica por llenar de sangre la alfombra?
    En este momento, el rostro de Abigail solo mostraba preocupación, y la Reina habló como si fuera ella quién resultó herida. “Solo te estaba felicitando por tus bonitos pendientes. No hay necesidad de asustarse tanto.»

    «¿E-en serio?» Clara parecía más sorprendida que cualquier otra cosa.
    Abigail habló en un tono suave, tratando de calmar a la chica. «Por supuesto. Y, de ahora en adelante, puedes usar lo que desees. Por favor, transmite mi orden también a las otras sirvientas.»
    «S-sí, Su Majestad.» Clara apenas logró balbucear una respuesta.

    Después de que Abigail confirmó que el sangrado se había detenido, quitó el pañuelo. «El sangrado
    se detuvo, pero te recomiendo que consultes a un médico». Su rostro estaba rígido, pero no su voz.
    Clara atravesó el momento aturdida. No podía creer que la Reina del País la hubiera tratado tan bien.

    Abigail ni siquiera se dio cuenta de la reacción de Clara y permaneció algo compungida. Ella miró los pendientes ensangrentados de Clara por un momento, luego se acercó a su mesa de accesorios. «Ah, ahora que lo pienso, había un par de aretes que no estoy usando.»

    Cuando Abigail abrió su joyero, piedras preciosas y gemas de todos los colores comenzaron a brillar desde dentro. Diamantes, granates, esmeraldas, corales, perlas, zafiros. La caja parecía una pequeña exhibición de un museo, como si todas las joyas del mundo pudieran encontrarse en este único cofre. Clara tenía piezas de joyería, ella era de una familia noble, pero esto estaba en un nivel completamente diferente. Allí había una cantidad ridícula de joyas adentro. Abigail sacó un par de aretes de zafiro del alijo, unos que eran del mismo tono de azul que los pendientes de Clara. Sin embargo, probablemente eran mucho más caros.

    «Aquí, te daré estos.» La Reina le tendió con cuidado los pendientes en la mano.
    “N-no. No puedo aceptar algo como esto.» Clara agitó las manos en señal de negación, completamente conmocionada.
    «No los estoy usando. Y me estarías haciendo un favor, ya que estaba planeando deshacerme de la mayor parte de
    estos, de todos modos.» La mirada de Clara tembló mientras escuchaba las dulces palabras de Abigail.
    Abigail aprovechó la oportunidad y puso los pendientes en las manos de la niña. Luego se volvió para mirar a Norma, que se estremeció instintivamente. Abigail le dio una mirada una vez más a su sirvienta de hacía mucho tiempo asintiendo para sí misma.

    «El peridoto te sentaría bien, Norma.»
    «No necesito nada, Su Majestad. Sus joyas se desperdiciarían en mí»
    «No, no lo harán. Sé que has sufrido trabajando para mí todo este tiempo, así que quiero darte un regalo. Norma, lo siento mucho por todo.»

    La disculpa fue tan incómoda como el regalo en sí. Incapaz de decir nada, Norma miró aturdida mientras Abigail escogió un collar verde y se lo puso en las manos.
    Ninguna de las doncellas expresó palabras de gratitud, pero a Abigail no le importó. Ella simplemente puso el joyero de vuelta en su lugar, y dijo: «También les daré regalos a las otras sirvientas, así que por favor, no os preocupéis demasiado, ¿de acuerdo? Ahora bien, saldré un momento.»

    Abigail salió rápidamente de la habitación, después de lo cual se quedó completamente en silencio. Nadie se atrevió a hablar. La boca de Norma se quedó boquiabierta, incapaz de decir si era un sueño o una realidad. Ella inconscientemente murmuró para si misma, “¿Ella realmente cambió? Es como una persona completamente diferente ahora»


    Jerry: ohhh cuanta alegría poder tener ya la versión inglesa oficial de esta novela. De hecho lo que realmente quería deciros es que los capítulos son fieles a la versión de los tomos del libro y por eso son más extensos que los capítulos que se habían publicado en su versión web (abarcan unos 3 cap y medio o así) Por lo que son mucho más tediosos de traducir/editar y sacian más el afán de lectura… espero.

    En fin, tenedme paciencia, y muchas gracias!
    Pd: prometo por las bragas de Mafalda y la manta de Snoopy intentar ponerme al día con los otros proyectos 😉

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