Hace diez años…
«¿Qué diablos hicieron mal?»
Shane preguntó mientras se dirigía al #21 de la calle Jenart junto con sus compañeros.
Poco después de unirse a los caballeros, un aprendiz llamado Shane estaba muy emocionado porque era su primera misión y pensó que finalmente tenía la oportunidad de demostrar sus habilidades, así que quería obtener respuestas a las preguntas que se le pasaban por la cabeza para asegurarse de que estaba en una misión, ya que no entendía bien la orden de matar a una mujer y un niño.
«Si los mantenemos con vida, algún día supondrán una gran amenaza para Halos».
«Entonces, ¿cómo es que una mujer puede ser una amenaza para Halos?»
«Shane».
Shane, quien constantemente hizo preguntas, de repente fue llamado con una mirada seria.
«Sí, señor».
El joven caballero, quien notó una energía inusual de su superior, estaba nervioso.
«Somos guardias que siguen las órdenes del Señor. Incluso si no es adecuado para nuestros valores, cualquier cosa debe hacerse bajo aquella orden. Esa es nuestra razón de existir, ¿entendido?»
«Sí, señor».
Después de escuchar el sermón, Shane se inclinó ante su superior endureciendo su cuerpo como una piedra, porque sabía muy bien lo que eso significaba.
Quería decir, no preguntes más sobre la misión de hoy.
El corazón del chico, que estaba emocionado por su primera misión, no se hundió bajo la superficie del mandato que decía que, incluso si iba en contra de las creencias y valores morales, debería llevarse a cabo bajo el mando del Señor. Por lo que caminó en silencio detrás de sus superiores sin decir nada.
«Eso es todo».
No fue hasta el amanecer que los caballeros, que habían estado fuera del ducado, llegaron a su objetivo.
«Cierra el edificio para que nadie pueda salir».
Poco después, diez caballeros estaban ocupados rodeando la casa #21 de la calle Jenart, entre ellos estaba Shane, quien tragó saliva mientras sentía el aire todavía fresco de la mañana, lleno de tensión.
Con el viento frío del invierno penetrando en el grueso uniforme, la nieve, como una pequeña bola de algodón, comenzó a caer del cielo y dio inicio a la primera nevada del año.
Shane miró la nieve, que se derritió y desapareció tan pronto como cayó sobre el dorso de su mano, y lentamente levantó su cabeza para mirar al cielo.
El cielo azul oscuro que llenó su mirada era hermoso, pero de alguna manera se sintió sombrío. Perdido en sus pensamientos, el joven recobró el sentido ante la voz de su líder, y volvió la cabeza para ver como el capitán de los caballeros parecía listo.
«Miren alrededor, y el resto de ustedes, entren a la casa conmigo».
«¡Cumpliremos su orden!»
Los caballeros se movieron al unísono, conteniendo la respiración, y Shane también comenzó a alistarse para entrar a la casa.
«En cuanto ubiquen a una mujer y un niño, mátenlos. No duden, porque en el momento en el que lo hagan, traicionarán al Señor».
Shane sintió el peso de la espada en su mano por primera vez ante la fuerte advertencia del capitán y, de repente, la puerta se cayó con el sonido de un estruendo sin que pudiera preparar su mente.
«Encuéntrenlos».
Tan pronto como escucharon la orden del líder, los caballeros corrieron hacia el edificio y Shane siguió a su superior a la casa, escondiendo sus manos nerviosas.
Como ya era tarde, todas las luces de la casa estaban apagadas y el silencio reinó, asegurando que todos estaban dormidos, por lo que no fue sorprendente escuchar claramente la repentina conmoción. De igual forma, aún reinaba el silencio en la mansión.
«Oh, Dios, debieron haber notado que veníamos».
En una situación diferente a la que se esperaba, el capitán maldijo en voz baja, pero fue en ese momento que…
«¡Líder! ¡Encontré una mujer!»
Un caballero entró en la habitación del fondo de la casa e inmediatamente gritó, por lo que Shane corrió al lugar en donde se escuchó el sonido acompañado de su líder.
Tres caballeros que ya habían estado saqueando, la rodearon con una espada desenvainada.
«Qué grosero de tu parte entrar en la casa de otra persona».
La mujer miró a los fuertes caballeros, que la apuntaron con la espada, y no parpadeó a pesar de que estaban amenazando su vida, ella estaba bastante confiada, sin ningún signo de intimidación.
Shane siguió al caballero, entrando tardíamente en la habitación y sorprendiéndose cuando vio a la mujer.
El enemigo con el que tuvieron que lidiar sus colegas no era un monstruo aterrador o un villano vicioso, sino una mujer común que se sentía elegante por alguna razón.
Ella llevaba ropa gastada, sin embargo, la forma en que hablaba era inusual. No se supo en detalle, pero la educación de una familia noble estaba clara.
¿Debemos matar a una señorita de la nobleza…?
Estaba confundido por la situación inesperada.
«¿Dónde está el niño?»
Al escuchar la pregunta, ella frunció el ceño, como si estuviera disgustada y refutó.
«¿Qué quieres decir? No tengo hijos».
«No sirve de nada esconderlo, lo encontraré de alguna manera».
«¡Incluso si tengo hijos! Y de repente llegan en medio de la noche. ¡Qué mala educación!»
La mujer gritó, como si no pudiera soportarlo más.
Su voz era aguda y sus ojos parecían estar inyectados en sangre, era como si un cristal se estuviese rompiendo, mostrando su seriedad.
«¡Encuentra al niño! ¡Es un niño de cabello negro y ojos rojos!»
«¡No!»
Cuando el líder se quedó callado, la mujer se puso de pie de un salto con el rostro pálido y lo agarró por el cuello.
«¿No tendrás miedo del cielo después de hacer algo como esto?»
«¡No tengo hijos! ¡Viviré como si estuviera muerta! No lo haga, realmente desapareceré, ¡así que por favor…!»
Cuando no importó lo que ella dijo, la mujer agarró al líder y comenzó a suplicar, mientras las lágrimas transparentes corrían por sus mejillas. Eran las lágrimas de una madre.
«Es imposible desde que se ha revelado la existencia de usted y su hijo, además, eso es lo que quiere el Duque».
Pero lo único que salió en respuesta fueron palabras sin piedad.
«…¿Qué?»
Cuando escuchó: ‘el Duque’, la desesperación apareció en el rostro de la mujer. Sus ojos temblaron de un lado a otro, borrando sus emociones, y gritó como si su garganta se fuera a desgarrar ante la actitud fría del líder.
«¡Malditos!»
La espada empuñada por el líder le cortó el cuello en un instante y un silencio permaneció en la habitación, como si fuera un sepulcro.
Shane miró a la mujer silenciosa con el rostro pálido, debido a que era la primera vez que veía morir a una persona. Se sentía enfermo debido a las náuseas que surgieron ante la escena.
«¡¿Qué están haciendo?! ¡Muévanse!»
«¡Sí!»
Cuando el líder se enojó con los tontos caballeros, que se habían retrasado, fue cuando comenzaron a moverse nuevamente para encontrar al niño. Hurgando en toda la casa, rompieron inclusive los muebles.
Mientras tanto, Shane corrió al patio trasero, siendo incapaz de resistir las náuseas ardientes, hasta que comenzó a vomitar todo lo que salía de su interior. Poco después, sus lágrimas cayeron sobre el campo nevado y dejaron una marca.
¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Qué está pasando ahora mismo?… ¿Ella murió?
Shane pensó, mientras organizaba su complicada cabeza.
De un momento a otro, un leve sollozo llegó a su oído y miró a su alrededor con la columna rígida, solo para encontrar un armario viejo escondido por enredaderas marchitas.
El hombre se movió lentamente presionando su espada, así, de pie frente al armario, arrancó bruscamente la enredadera para poder abrir la puerta con sus manos temblorosas y ver a un niño muy pequeño acurrucado alrededor de sus rodillas.
Los ojos de Shane temblaron como si hubiera sido golpeado por un fuerte viento y olas, debido a que el niño de cabello negro escondido en el armario tenía quizás unos 10 años.
Pudo deducir de inmediato que este era el niño que el líder estaba buscando y que era la vida que la mujer quería proteger hasta el momento de su muerte, pero ¿por qué deberían matarlo?
El rostro del menor que estaba frente a él, con lágrimas en los ojos, se veía exactamente como el de Iorn.
«¡Devuélveme a mi mamá!»
El niño, que vio la insignia del caballero, lanzó su ira ante su enemigo, mirándolo con furia. Sus ojos eran del mismo color de la sangre roja, pero tenían un brillo…
«¡Diablo! ¡Asesino!»
Shane solo estaba escuchando los regaños del niño, al mismo tiempo que, en su cabeza, sus creencias y principios personales como caballero estaban en desacuerdo.
¿Tengo que matar a este niño?
Debatiéndose, cerró los ojos con fuerza. Tenía que matarlo, esa era la orden de su señor, pero…
El Duque no pudo haber ordenado que matemos a un niño, él, que tiene un hijo casi de la misma edad.
Shane, quien visualizó a su propio hijo en el pequeño frente a él, se dio la vuelta, siendo incapaz de matarlo.
«…Huye. Te dejaré ir y fingiré que no te he visto, sino, morirás».
«¡Devuélveme a mi mamá!»
Sin embargo, el infante lloró con los ojos enrojecidos, no dispuesto a alejarse, por lo que el joven pensó que debería gritarle para asustarlo y que así se fuera.
«¡Busca en el patio trasero también!»
Fue en ese momento que una voz familiar se escuchó en las cercanías, anunciando que alguien estaba por descubrirlos.
«¡Tenemos que irnos!»
«¡Suéltame! ¡Suéltame!»
Shane tomó al niño del armario a toda prisa, ya que el pequeño tenía que ser evacuado antes de que lo descubrieran otros caballeros, pues en el momento en que lo vieran, moriría.
Aun así, el menor se rebeló violentamente, no logrando vencer el poder de un hombre adulto, por lo que optó por morder y rasguñar la mano de Shane, que lo sujetaba. Por supuesto, no funcionó.
Mientras tanto, el joven miró a su alrededor con urgencia, encontrando un hoyo debajo de la cerca, de esa forma, empujando al niño rebelde dentro, lo escondió rápidamente.
«¡Encuéntrenlo!»
En ese momento, los caballeros aparecieron furiosos y frustrados por la puerta trasera, comenzando a registrar el patio.
Shane volvió a agacharse para meter sus manos al agujero y, luego de tomar entre sus brazos al menor, empezó a correr.
seguimos sin saber de quien es hijo, pero el Duque anterior es el papa de Chester e Iorn. En mi opinión esta mas sarro dejar con vida al niño, porque es un niño, lo dejaste sin mama y casa, ¿qué va hacer?
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