Al final, ¿quién fue el castigado? (2)
Ye Zhen aprovechó esta oportunidad para envolver sus brazos alrededor de su cuello. Después de dejar que Lu Beichuan besara y mordiera su cuello por un tiempo, se rió en silencio junto al oído de él y dijo: «Mi período llegó hoy».
Las emociones se habían disparado y sus cuerpos se aferraban íntimamente el uno al otro. Lu Beichuan ya se había dejado llevar por las insinuaciones de Ye Zhen, por lo que cuando dijo estas palabras, fue como si le hubiera vertido un recipiente con agua fría. Congelándolo por dentro y por fuera.
«Tú…» Su mirada todavía estaba acalorada. Miró a Ye Zhen, que estaba debajo de él y le sonreía astutamente. Le tomó un tiempo antes de que pudiera hablar. Con voz ronca, preguntó: «¿En serio?»
«¿Por qué mentiría?» Ye Zhen envolvió sus brazos alrededor del cuello de Lu Beichuan más fuerte y besó sus labios al pasar. No satisfecha con las pequeñas ganancias, mordió la oreja de Lu Beichuan.
Él se puso rígido. Los músculos de sus brazos estaban abultados y la nuez de Adán subía y bajaba con inquietud. Estaba haciendo todo lo posible por contenerse.
Debajo de él, Ye Zhen actuó inocente. «Lo siento, debería habértelo dicho con anticipación.»
Lu Beichuan vio la sonrisa en sus ojos y cerró los ojos. Un momento después, abrió los ojos. Su voz era muy ronca, pero no pudo evitar sonar contrariado «Tú…»
Se había dado cuenta de que Ye Zhen se estaba burlando de él, pero era cierto que había sido excesivo con ella durante este período de reconciliación.
Se levantó, se enderezó el pijama y regresó al baño.
Al mirar la lamentable figura de la espalda de Lu Beichuan, Ye Zhen tosió en silencio.
Él era un caballero inaccesible cuando estaba elegantemente vestido con un traje. Cuando se quitaba el traje y se acostaba en la cama, era un matón insaciable después de probar su dulzura por primera vez tras muchos años de sobriedad.
Cuando recordó la primera noche, Ye Zhen lo lamentó mucho. Cuando Lu Beichuan estaba dudando y al final de su ronda preliminar, no debería haber dicho: «Si no fue lo suficiente bueno para ti, siempre tendremos una próxima vez…»
No se puede provocar a los hombres, y mucho menos a un hombre que ha estado reprimiendo sus deseos durante los últimos años. (y aún así vas y juegas con su sentimientos..,)
Ye Zhen ahora tenía una comprensión completa de esas palabras. Lu Beichuan había dejado que ella entendiera a fondo si necesitaba una próxima vez para mostrar su destreza.
Esta era la razón por la que Ye Zhen le había estado mostrando a Lu Beichuan una mirada de «la jefa no está contento con tus actos» los últimos días.
Ella había estado en una posición desventajosa en los últimos cuatro días. Ahora que finalmente había ganado la ventaja, se sentía de un humor muy cómodo.
El sonido de la ducha corriendo venía del baño. Aburrida, Ye Zhen tomó el teléfono y continuó leyendo las publicaciones en línea. Para cuando terminó de leer casi todas las publicaciones populares, todavía no había visto a Lu Beichuan salir del baño.
Bostezó, apagó el teléfono y miró el reloj de la pared. Mientras recordaba esa mirada de indulgencia en Lu Beichuan y los fuertes músculos de sus brazos y la parte inferior del abdomen, el calor se extendió por todos su cuerpo. Gradualmente descubrió que ya no se sentía tan cómoda.
Se abrió la puerta del baño. Solo tenía una toalla envuelta alrededor de su cintura. Todavía no se había secado por completo y las gotas caían por las líneas de sus abdominales hasta que resbalaban a su lugar escondido debajo de la toalla.
Ye Zhen lo miró semidesnudo. Las puntas de sus orejas se calentaron.
Lu Beichuan no era tímido en absoluto. Su respiración también se había estabilizado mucho. Después de cambiarse tranquilamente a su pijama, se acostó a su lado. Apagó las luces, atrajo a Ye Zhen para que apoyara su cabeza en su hombro y le besó la parte superior de la cabeza. «No vayas a la oficina si no te sientes bien. Tómate dos días libres y descansa bien en casa. Vamos a dormir».
Su mano fuerte la mantuvo pegada a su costado. Podía sentir el calor que irradiaba Lu Beichuan. Su cálido aliento sopló sobre su oído, una y otra vez, aparentemente sin darse cuenta. Ese era uno de sus puntos más sensibles. Inquieta, se frotó la oreja. Se encogió de hombros del abrazo de Lu Beichuan y rodó hacia el otro lado de la cama para dormir con la manta envuelta a su alrededor.
Al final, ¿quién fue el castigado?
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Jajajaja eso en mi pueblo le llaman ‘Karma’ amiga mía (/¯◡ ‿ ◡)/¯ ~ ┻━┻
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