Capítulo 37 – La Usurpación de Müller
El Rey Suji se casó con la Princesa Changfeng de las Llanuras Centrales, y todo el reino, construido sobre oasis desérticos y paseos a caballo, se sumió en una celebración. Los príncipes, ministros y guerreros del palacio se entregaron al vino y a las mujeres sin poder salir de su embriaguez. Nadie podría haber imaginado que una batalla de usurpación del trono largamente planeada se estaba desarrollando silenciosamente bajo la profunda oscuridad de la noche.
“Gran Rey, por favor…” – Jun Min Xin trató instintivamente de esquivar los avances del Rey Suji, incapaz de aceptar sus caricias. Su corazón solo pertenecía a otro hombre, con una túnica blanca de guerrero, cabello largo y negro como algas, ojos azúl oscuro gentiles pero profundos, que formaban círculos de ondas …
En esta vida y en la anterior, había usado vestido de novia dos veces, pero en ninguna de ellas se había casado con la persona adecuada. ¡Qué ridículo, qué trágico su destino!
Los labios ardientes del Rey Suji la sacaron de sus pensamientos errantes y el hombre borracho murmuró insatisfecho: “¿La Princesa está con el periodo otra vez? ¿Por qué todavía sigue sin querer…?”
Jun Min Xin estaba presionada sobre el diván, intentando desesperadamente cerrar la ropa que el hombre había desabrochado, pero todo fue en vano. No pudo evitar suplicar en voz alta: “Esta Reina está realmente agotada, Gran Rey, ¡hagámoslo otro día!”
Cegado por el alcohol y la lujuria, ¿a qué hombre le importaría tales cosas? El Rey Suji ejerció más fuerza, usando ambas manos y pies para presionarla bajo su cuerpo, desabrochando todos los botones de su ropa para revelar la mitad de sus hombros lisos y redondeados y sus pechos suaves y delicados… Una sensación de vergüenza e impotencia sin precedentes abrumó a Jun Min Xin, dejándola mareada y con el rostro sonrojado hasta las lágrimas.
¡Cielos! ¡De verdad quería morir!
Justo cuando la abrumaba el dolor y la ira, notó que el Rey Suji, encima de ella, dejó de moverse lentamente. Jun Min Xin abrió los ojos confundida y vio al Rey Suji sacudiendo la cabeza frenéticamente, sus ojos verdes estaban cada vez más desenfocados, su cuerpo cada vez más pesado, hasta que finalmente se desplomó por completo sobre Jun Min Xin, con una expresión claramente anormal.
“¡Qué… me siento tan mareado!” – Gimió el Rey Suji, sin fuerzas en todo su cuerpo.
Jun Min Xin aprovechó la oportunidad para liberarse y dijo: “¡Voy a prepararle al Gran Rey una taza de té para la resaca!” – Dicho eso, apartó apresurada y enérgicamente el corpulento y musculoso cuerpo del hombre, se abrochó la ropa y fue a buscar y servir el té de la mesa.
De repente, se escucharon varios gritos agudos de las doncellas desde el otro lado de la puerta: ¡Eran Nu Yi y Ah’Ji Keke!
Entonces, afuera aparecieron llamas parpadeantes, el tintineo de espadas chocando resonó con fuerza, acompañado de gritos desgarradores y alaridos ásperos. Los aullidos, como los de un lobo, se hicieron cada vez más cercanos, hasta que varios rayos de luz carmesí salpicaron los vitrales, ¡haciendo florecer racimos de conmovedoras flores de ciruelo rojo!
‘¿Qué pasó? ¿Es una guerra? ¡No, imposible! Ese era el palacio real; ¡el enemigo no podía haberse infiltrado tan sigilosamente en las profundidades del palacio sin dejar rastro!’
‘Entonces, ¡solo puede ser una rebelión! ¡Como lo que Madre le hizo a Padre el año pasado!’
¡Jun Min Xin jadeó de miedo, casi dejando caer el delicado cuenco de porcelana que tenía en la mano!
“¿Qué… está pasando afuera?” – El Rey Suji se incorporó con dificultad, con las extremidades débiles y la vista borrosa, y una sensación ominosa se apoderó de su corazón.
“No te preocupes, hermano mayor, hay varios asesinos en el palacio. ¡Intento atraparlos por ti!” (Müller)
Una voz fría y burlona resonó inquietantemente en la oscuridad. En la puerta, un hombre alto con armadura, portando una espada curva manchada de sangre, entró lentamente. Las sombras en su rostro se desvanecieron gradualmente, revelando un cabello corto y blanco puro, una nariz alta y recta, labios finos y fríos, y… ¡un par de ojos serpentinos que brillaban con una luz verde esmeralda escalofriante y misteriosa!
Suji Müller estaba cubierto de sangre, sus ojos llenos de intenciones asesinas, y cada paso dejaba un rastro de huellas sangrientas. Jun Min Xin retrocedió paso a paso mientras él se acercaba, hasta que su espalda tocó la cama donde yacía el Rey Suji, sin ningún lugar a donde retroceder.
Suji King luchaba por mantenerse consciente, y dijo con dificultad en idioma Hu: “Müllerr, ¿has atrapado al asesino?”
“El asesino está aquí y pronto morirá.” – Müller lamió las manchas de sangre de su espada curva, con una sonrisa fría y cruel dibujada en sus labios y dijo, palabra por palabra: “Este vino drogado tiene un efecto muy fuerte, los hombres de confianza y guerreros de mi hermano han caído uno tras otro, pero mi hermano mayor ha logrado resistir tanto tiempo. ¡Realmente extraordinario!”
¡Hasta un tonto sabría lo que Müller planeaba! ¿Cómo podía un hombre tan astuto y arrogante como él conformarse con pasar su vida bajo el mando de otro? Debió de haberlo planeado todo meticulosamente mientras el Rey Suji estaba fuera del palacio, esperando eset día para reemplazarlo, tomar el poder y convertirse en el nuevo Rey de Suji.
Las venas del Rey Suji se hincharon, buscó a tientas en el diván, pero no pudo encontrar su arma. Cerró los ojos y dijo con todas sus fuerzas:
“Müller, no asustes a mi Reina…”
‘Müller, no asustes a mi Reina.’ — Esas fueron las últimas palabras que dijo ese hombre de apariencia ruda, pero de corazón bondadoso en toda su vida.
La espada curva de Müller le atravesó el pecho, saliendo por la espalda, la sangre brotó en un chorro alto como una fuente, floreciendo en rosas marchitas de una belleza trágica… El Rey Suji bajó lentamente la cabeza, contemplando la fría espada curva que le atravesaba el pecho, un gorgoteo escapó de su garganta, como si quisiera decir algo, pero en cuanto abrió la boca, la sangre brotó a borbotones.
Jun Min observó con los ojos bien abiertos cómo ese hombre, antes alto y fuerte, se derrumbaba, como una montaña imponente con un rugido ensordecedor. Inconscientemente, ella se limpió la sangre del rostro… Extrañamente, un dolor agudo se agitó en su corazón entumecido, y un ligero dolor apareció en su nariz y ojos.
¿Estaba a punto de llorar? ¿Estaba de luto por ese Rey fuerte, pero a la vez gentil?
¡Qué irónico! En su primera noche como esposa del Rey Suji, ella —Jun Min Xin— se convirtió en una joven viuda, que aún no había cumplido los dieciséis años.
Müller desenvainó su espada curva y otro chorro de sangre espesa brotó, tiñendo de carmesí su corto cabello blanco puro. Miró con frialdad a Jun Min Xin, acercándose paso a paso…
Jun Min Xin se abalanzó repentinamente sobre el diván, sacando una daga con empuñadura de marfil de debajo de la almohada: un recuerdo de su madre, la dama Liu, que había llevado consigo durante años para defenderse; y que finalmente le sería útil ese día.
Empuñando la daga con ambas manos, la apuntó directamente al demonio del infierno. Su cabello negro azabache ondeó al girarse, y luego cayó suavemente, como el amanecer más hermoso extendiéndose por el cielo. La chica, con los ojos oscuros como la tinta, tembló mientras gritaba:
“¡No te acerques más!”
Casi al mismo tiempo, varias sombras negras familiares, cubiertas de sangre, irrumpieron gritando al unísono: “¡Princesa!”
Chen Ji, Xiao Jiu, Mu Jin, Xu San, Song Shi, Zhang Liu, Li Ba… todos eran guardias personales altamente capacitados que había traído de su ciudad natal. Jun Min Xin se calmó; sus manos, que empuñaban la daga, dejaron de temblar.
La ley del más fuerte; el vencedor se convierte en Rey, el perdedor es el villano. Al comprender eso, Jun Min Xin ya no sintió miedo; en ese momento, ¡se controló perfectamente a sí misma!
“Müller, no puedes matarme.” – La mirada de Jun Min Xin era fría y dijo con severidad: – “Sin mencionar al Emperador Jiang, si muero hoy, ¡mi padre nunca te dejará ir!”
Suji Müller hizo una pausa y luego rió fríamente y sus pupilas verdes esmeralda se contrajeron ligeramente. – “¿Acaso la Princesa me está amenazando?” – La espada curva manchada de sangre que sostenía en su mano parecía una luna menguante de color carmesí, gélida hasta el punto de estremecerla. Él se burló, alzando la espada y diciendo en voz alta. – “La Princesa Changfeng y el Rey Suji fueron asesinados en su noche de bodas, ambos perecieron. La nación entera está de luto, y el hermano menor del rey, Müller, fue elegido como nuevo Rey… ¿Qué dices?”
‘¡Este hombre es una auténtica víbora!’
Al oír eso, Chen Ji y los guardias de la sombra lo miraron con ojos furiosos, desenvainando sus espadas para proteger a Jun Min Xin detrás de ellos, ¡preparándose para una batalla a muerte!
En el momento crítico, un joven de cabello castaño y ojos azules irrumpió repentinamente en la habitación, espada en mano. Sintiendo el peligro inminente, se detuvo instintivamente, mirando furtivamente a su alrededor antes de retroceder un paso.
“Abu, ¿qué haces aquí?” – Müller blandió deliberadamente la espada curva en su mano, mirando a su hermano menor con diversión, entrecerrando sus ojos de serpiente verde esmeralda.
“N-No pasa nada… Escuché que mi hermano mayor fue asesinado y yo… creo que tú, mi segundo hermano, deberías heredar el trono…”
Una mentira burda. Los pálidos labios de Abu temblaron violentamente mientras tartamudeaba incoherentemente: “Eliminaré… eliminaré a los rebeldes que quedan en el palacio por mi segundo hermano.”
Müller sonrió amenazadoramente: “Mi tercer hermano entró aquí corriendo con un cuchillo; probablemente no se trata solo de eliminar asesinos, ¿verdad?”
Abu tembló violentamente, arrodillándose ante la mirada opresiva de Müller, después de un largo rato, logró balbucear con voz temblorosa: “¡Por favor… por favor, hermano mayor, no mates a la Reina!”
Jun Min Xin se quedó paralizada. Había asumido que este joven débil y oportunista como una veleta, estaba allí para congraciarse con Mueller. Después de mil cálculos, ¡nunca imaginó que el humilde Abu arriesgaría su vida para suplicar por ella! ¿Por qué… por qué estaba haciendo eso?
“Abu, ¿te has enamorado de ella?” – Mueller miró a su hermano con lástima y luego, con crueldad, reveló la verdad.
La espada de Abu cayó al suelo, mientras temblaba de miedo como un flan, sus labios incapaces de articular una sola palabra.
“¡Cobarde!”
Mueller escupió suavemente, con los ojos llenos de desdén y desprecio, como si matarlo fuera a ensuciarle las manos. Pasó junto a Abu, con una sonrisa grotesca extendiéndose por su rostro, y dijo: “Sigamos, Princesa.”
Debe haber una manera, debe haber alguna razón… ¡Una razón para que ella se salve y siga viviendo con una fuerza inquebrantable!
‘¡Eso es, esa es la razón!’
“Su Alteza Müller, aún no puede matarme.” – Jun Min Xin sonrió fríamente y dijo con calma. – “Su Alteza el Príncipe Müller ha estado en guerra con el Reino Jing durante tanto tiempo, debe saber que Padre y el General no son fáciles de engañar. Además, esta Princesa es la preciada hija de su Padre. Si esta Princesa muriera repentinamente en su noche de bodas, ni temprano ni tarde, simplemente no tendría sentido. ¡Padre definitivamente enviaría emisarios para investigar a fondo! En ese momento, Su Alteza Müller, no escaparía de la culpa… Su Alteza acaba de ascender al trono del rey, sus cimientos son inestables, y si además tuviera que enfrentarse a los cien mil valientes guerreros del reino de Jing, ¿no estaría en grave peligro?”
Un destello de inquietante luz verde brilló en los ojos de Müller, mostrando una expresión de vacilación e indecisión. Jun Min Xin aprovechó su ventaja y dijo con voz grave: “Desde que me casé con alguien de la Región Occidental, hace tiempo que dejé de lado los pensamientos sobre mi propia mortalidad. Sin embargo, si Su Alteza el Príncipe Müller cae en las intrigas de otros e incita la guerra con el Reino Jing, resultando en una destrucción mutua y permitiendo que villanos traicioneros se beneficien, ¿no sería una lástima que los años de arduo trabajo de Su Alteza el Príncipe Müller se desperdiciaran?”
¡Las pupilas de Müller se contrajeron de repente!
Su mirada gélida se fijó directamente en Jun Min Xin, y ella le devolvió la mirada sin mostrar temor. Sus ojos se encontraron, una mirada que parecía a la vez una prueba y una amenaza, sin que ninguno estuviera dispuesto a ceder.
Después de un largo rato, Suji Müller soltó tres fuertes carcajadas, y de repente desenvainó su espada y atacó a los guardias de las sombras frente a Jun Min Xin.
Song Shi y Zhang Liu ni siquiera tuvieron tiempo de emitir un sonido antes de desplomarse en charcos de sangre, ambos asesinados con un único, rápido y despiadado golpe que casi partió sus cuerpos en dos.
¿Fracasaron las negociaciones?
Jun Min se quedó atónita, con los ojos como platos mientras rugía: “¡Suji Müller! ¡Aunque mis subordinados pueden ser pocos, cada uno es un maestro entre los hombres, capaces de luchar cuerpo a cuerpo contra ti! ¡Es mejor ser un jade roto que una teja intacta*!; ¡Si es necesario caeré luchando hasta el final!”
(N/T: * (寧為玉碎不為瓦全) es un proverbio chino que significa preferir morir con honor y principios (como un jade roto pero valioso) que vivir en la humillación o mediocridad (como una teja intacta pero sin valor); se traduce literalmente como «prefiero ser un jade hecho añicos que una teja intacta», y enfatiza la dignidad, la integridad y la lealtad por encima de la supervivencia a cualquier costo.)
“Por supuesto que no arriesgaré mi vida.” – Dijo Müller con frialdad, mientras su sonrisa se desvanecía. – “Princesa, me has convencido con éxito para que te perdone la vida temporalmente, pero…” – Señaló los dos cadáveres de sus guardias de la sombra en el suelo. – “Princesa, será mejor que te comportes bien en mi territorio, o de lo contrario, ¡ese será tu destino!”
Así que mató al pollo para asustar al mono*.
(N/T: *杀鸡儆猴 (shā jī jǐng hóu) es un modismo chino que significa «matar al pollo para asustar al mono», y se usa para describir la acción de castigar o reprender a una persona o grupo pequeño como un ejemplo para amenazar o advertir a otros más grandes para que se comporten o cumvan con las reglas, sin necesidad de castigarlos directamente.)
“¡Vamos, prepárense para enterrar como es debido a mi pobre hermano mayor!” —Müller hizo un amplio gesto con la mano, guiando a grandes zancadas a sus hombres de confianza fuera del palacio.
“Ah, olvidé decírselo a la Princesa.” — Dijo, volviéndose hacia Jun Min Xin con una sonrisa maliciosa al llegar a la puerta, como si recordara algo. — “En mi país, existe la costumbre de que si, un hermano mayor muere, el hermano menor puede casarse con su cuñada viuda. Si un padre muere, el hijo puede casarse con la concubina viuda que no tuvo hijos. Así que…”
‘En serio, apenas salí un paso fuera de la guarida del lobo, y caí dentro de la guarida del tigre.’
Nota del autor: Un lector preguntó sobre la vida pasada de Luo Chang’an. Hace poco escribí la historia paralela de Chang’an, jeje. ¿Quieren saber los secretos de Chang’an? Bueno, la publicaré en un par de días. Primero, terminaré de escribir esta parte de la historia.
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Autor, si serás de mente manipuladora… queremos la vida paralela!!!
Gracias por tu arduo trabajo!.