Capítulo 132 – Un Nuevo Comienzo
Clint vendió la casa donde había vivido en la capital imperial por una miseria.
Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
Solo les tomó una semana tener todo listo para regresar a su territorio y aunque el castillo dentro de la propiedad había estado vacío durante mucho tiempo, probablemente estaba bien mantenido por los empleados de la familia Valentine.
Clint, quien consideró que era mejor regresar a su propiedad cuanto antes en lugar de demorarse, se encargó de todo con rapidez, como si estuviera decidido a no dejar rastro de su presencia en la capital imperial.
Los nobles residentes en la capital imperial se apresuraron a comprar las propiedades en oferta del Duque, elogiando su excepcional discernimiento en la adquisición de propiedades valiosas, creando una escena peculiar.
El día que debían partir de la capital imperial, ambos estaban sentados en un carruaje, esperando la salida.
Clint, que acababa de subir al carruaje, examinó a Psyche.
“Señora, ¿hay alguna parte donde se sienta incómoda?” (Clint)
Sentado frente a Psyche, Clint parecía cauteloso, preocupado de que ella se sintiera incómoda.
“Estoy bien.”
La voz de Psyche era tranquila.
Después de que los asuntos de Rachel se resolvieran en gran medida, Psyche dejó de salir por completo.
Era porque le preocupaba que algo malo pudiera suceder y afectar al bebé en su vientre.
Su médico le dijo que los paseos ligeros y las salidas estaban bien, pero Psyche no parecía muy entusiasmada.
Clint, consciente de la situación, no hizo más comentarios sobre su comportamiento, pero estaba muy atento por si acaso Psyche se deprimía.
Más que nada, había una razón por la que Psyche tendía que actuar así.
Aunque los malentendidos se habían resuelto y su relación había mejorado, una serie de eventos se superpusieron, dejándoles poco tiempo para una conversación profunda como pareja.
El trabajo de Rachel y la mudanza a la finca que se estaban llevando a cabo uno tras otro también fueron un factor. Clint era consciente de ello y buscó el momento oportuno, pero no era tan fácil iniciar una conversación, así que la relación entre ambos permanecía tibia.
Psyche frunció el ceño y cubrió su cara con la mano al ver la luz del sol entrar por la pequeña ventana del carruaje.
Clint aprovechó esa oportunidad rápidamente.
“¿Corremos las cortinas?” (Clint)
Ante esa pregunta, el rostro de Psyche, que había estado mirando hacia afuera, se giró rápidamente hacia Clint y soltó una risita.
“¿…?”
Fue agradable verla sonreír, pues hacía tanto tiempo que no la veía así, pero Clint parecía desconcertado por qué no sabía la razón, entonces, Psyche habló rápidamente.
“No tiene que preocuparse tanto por mí, Su Excelencia.”
Cuando Psyche dijo eso, una expresión de desconcierto cruzó el rostro de Clint.
“Siempre estás ajustando todo para mí.”
“Eso es…” (Clint)
“Fuiste ayer, ¿verdad?”
Los ojos de Clint se abrieron de par en par al oír la palabra “ayer.”, por si acaso, había advertido con tanto cuidado que no dijeran a nadie que había salido, pero no sabía cómo Psyche lo había descubierto.
“Nadie me lo dijo. Simplemente me enteré por casualidad…”
Dejando su frase incompleta, Psyche añadió rápidamente unas palabras, intentando evitar que reprenda a sus subordinados. Su rostro, antes radiante, se ensombreció rápidamente.
“Entonces, Su Excelencia, ¿lo vio todo?”
Clint, con el rostro endurecido y un poco avergonzado, asintió lentamente.
…Ayer fue el día de la ejecución de la sentencia de Rachel. Se dice que, debido a la gravedad de su crimen, se llevó a cabo públicamente frente a mucha gente.
Así que, durante todo el día de ayer, todo el país estuvo alborotado hablando de Rachel.
Todos esperaban que la colgaran o la decapitaran, así que se consideró una pena sorprendentemente leve, pero quienes presenciaron el proceso de ejecución no se atrevieron a decir nada.
Clint no quería contarle a Psyche, quien estaba embarazada, que había presenciado personalmente la ejecución de Rachel.
Rachel sufrió un dolor insoportable, y era sorprendente que no mostrara remordimiento alguno, incluso mientras derramaba lágrimas de sangre.
“Todo el país está alborotado con esa historia, ¿pero pensaste que no lo sabría?”
Ante las palabras de Psyche, Clint se rascó el puente de la nariz con expresión avergonzada.
“No fue nada bueno, por eso fui solo.” (Clint)
“…Yo tampoco tenía muchas ganas de ir. Volver a ver la cara de Rachel tampoco el algo agradable.”
“Sí. No tienes que pensar en ello.” (Clint)
Psyche asintió ante las palabras de Clint, pero entonces, como si le hubiera surgido una pregunta, volvió a hablar.
“¿Ha reflexionado ella al respecto?”
“…” (Clint)
Clint negó lentamente con la cabeza, recordando los estruendosos gritos de injusticia de Rachel. Psyche frunció los labios, como si hubiera esperado algo así.
Era una mujer que, a pesar de estar acorralada, no mostraba remordimientos.
Quizás, todavía piense que todo es injusto.
Al pensar en esto, Psyche sintió lástima por su vida.
No era que le diera pena la situación de Rachel ni el castigo que recibió, sino su arrogancia, su incapacidad para arrepentirse incluso en semejante situación, lo que era verdaderamente lamentable.
A veces, la gente necesita saber admitir sus errores y dar marcha atrás.
No hay persona perfecta, también se puede cometer errores y hacer la cosas mal. Pero lo que hagas después determinará su vida.
“Qué mujer tan desafortunada.”
“…” (Clint)
Cuando Psyche mostró una expresión de amargura, Clint se sentó rápidamente a su lado.
La apoyó en su hombro y le dio una palmadita.
Aun así… Su desafortunada relación con Rachel, que parecía no tener fin, finalmente se rompió.
En la oscuridad, donde no se veía nada, Psyche cerró los ojos, esperando que algún día Rachel se arrepintiera de sus pecados.
***
“¿No te gusta esto?”
“¡No!” (Lily)
Ante el lloriqueo de Lily, la expresión de Psyche se endureció.
Desde su regreso a la finca, Lily mostró signos de mal comportamiento continuamente.
Finalmente, Clint, sentado frente a ella, tuvo que intervenir.
“Tienes que hacer lo que dice mamá, Lily.” (Clint)
La voz amable tranquilizó a la niña.
Él calmó a Lily mientras vigilaba a Psyche. Tras regresar a la finca, disfrutaron una vida tranquila.
Pero había un problema.
Era Lily Valentine, su hija mayor.
Había estado expuesta a la magia negra durante demasiado tiempo, y era aún peor porque originalmente la magia la había revivido del borde de la muerte.
Con el paso del tiempo, la niña comenzó a reconocer a Psyche y a Clint como sus padres, pero a medida que se alejaba del hechizo de magia negra de Rachel que la había sustentado, se volvía cada vez más infantil.
La actitud digna que había mostrado con Psyche en el banquete inicial se había desvanecido, y las rabietas diarias se convirtieron en su rutina.
Pero incluso esa apariencia, Psyche decidió aceptarla por completo.
Aun así, ¿no era un milagro que la niña que pensaban que estaba muerta siguiera viva?
“Lo siento, mamá.” (Lily)
Psyche respiró hondo y volvió a abrir la boca para calmar a Lily. Pero esta vez, Clint intervino para detenerla.
“Parece que ayer también discutieron, y no nos conviene que te preocupes demasiado. Yo me encargaré de Lily, así que debería entrar a descansar, mi Señora.” (Clint)
Ante las palabras de Clint, Psyche dudó mientras intentaba acercarse a Lily. Al ver su vacilación, Alexa, que había estado a su lado, dio un paso adelante.
“¡Así es! Su Alteza el Archiduque tiene toda la razón. Así que debería descansar un poco. Se siente bastante pesada, ¿verdad? Dese prisa y venga aquí.” (Alexa)
La perspicaz Alexa sonrió radiante y le cerró el paso a Psyche para que pudiera ir a descansar.
A pesar de eso, cuando Psyche puso una cara de desconfianza, Clint se acercó rápidamente a Lily.
“¿Papá te da de comer?” (Clint)
“Eh…” (Lily)
El comportamiento rebelde de Lily pareció suavizarse un poco.
Sin razón aparente, Psyche se sintió innecesariamente ofendida, pero pareció derretirse cuando Clint se llamó a sí mismo ‘papá.’ Clint, con la expresión más cariñosa en su rostro, le estaba dando sopa a Lily con sus propias manos. Solo entonces Psyche se sintió un poco aliviada y se dio la vuelta.
El sonido de Lily parloteando con Clint detrás de ella sonaba como una melodía agradable.
Era una tarde tranquila y relajada.
***
“Lily dijo que había terminado su comida y que iba a entrar a descansar un poco.” (Clint)
Clint entró en la habitación, triunfante, como si hubiera cumplido con todas sus tareas.
La escena era tan graciosa que Psyche se echó a reír al verlo.
“¿Te ríes?” (Clint)
“No, tienes la cara de un niño que parece pedir elogios a sus padres.”
“Ejem.” (Clint)
Finalmente, él también se dio cuenta de su actitud y se aclaró la garganta.
“Bien hecho. Lily es muy obediente con Su Alteza.”
“Por supuesto. De ahora en adelante, no te preocupes demasiado por Lily y por favor, concéntrate más en su propio bienestar, mi Señora.” (Clint)
Clint, que se había sentado junto a Psyche, la besó en la mejilla repetidamente. Psyche, sintiendo su aliento cosquilleante, apartó el pecho de Clint, diciéndole que no lo hiciera.
“¿Por qué haces esto a plena luz del día…?”
Psyche bajó la mirada, sintiéndose incómoda.
“¿Hay alguna ley que prohíba hacer esto a plena luz del día?” (Clint)
Clint ignoró hábilmente las palabras de Psyche. Su relación se había vuelto mucho más estrecha en comparación con antes, y aunque a simple vista parecían estar bien por fuera, existía una sutil tensión entre ellos.
Debido a que su relación había pasado por muchas vueltas durante mucho tiempo, al principio era un poco incómodo y las conversaciones difíciles, pero ambos se esforzaron por escuchar y entender los pensamientos del otro de manera constante.
No se habían dado cuenta de cuánto podían influir sus recuerdos del pasado en su presente, pero ahora decidieron mirar hacia el futuro juntos.
“Señora… Míreme.” (Clint)
“…”
La mirada de Psyche se elevó hacia él.
Clint rebuscó entre su bolsillo, sacó algo y se lo ofreció.
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