Capítulo 49: Enredados
Después de ver el amanecer, Jiang Se regresó a la calle Xiangshu, se puso el pijama y durmió profundamente.
El teléfono estuvo apagado desde la medianoche hasta que despertó, cuando lo volvió a encender, una serie de llamadas perdidas aparecieron en la pantalla, todas de Guo Qian.
Jiang Se miró la hora, eran las 12:20.
Era hora de ir a la calle Liyuan a almorzar.
Además…
‘Él debería haber regresado a Beicheng, ¿verdad?’
Jiang Se abrió WeChat y, efectivamente, los dos primeros mensajes eran de Lu Huaiyan.
[‘He llegado.’]
[‘¿Estás despierta?’]
Jiang Se no se apresuró a responder; se levantó, se cepilló los dientes, se lavó la cara, se duchó y se arregló de pies a cabeza antes de bajar lentamente las escaleras.
Le respondió a Lu Huaiyan: [‘Estoy despierta, voy a casa de mis padres a almorzar.’]
Después de responder el mensaje de WeChat, llamó a Guo Qian, era invierno en Estados Unidos y allí eran casi las dos de la mañana. Pero Jiang Se sabía que Guo Qian no podría dormir hasta que la llamara.
Como esperaba, el teléfono sonó una vez, y la otra parte contestó al instante: “No tienes conciencia, ¿por fin te acordaste de mí? ¿Qué asunto urgente te pasó para que me colgaras?”
“Cuando llamaste por teléfono, Lu Huaiyan estaba en mi puerta.”
Guo Qian: “¡!”
Guo Qian: “¿Y luego qué?”
“Fuimos al templo a quemar la primera varilla de incienso y a ver el amanecer.”
“¿Eso es todo? ¿Nada más? ¿Incluso abandonó la reunión que había organizado mi hermano solo para llevarte a quemar incienso y ver el amanecer?” (Guo Qian)
Guo Qian no lo creía en absoluto, no con alguien como Lu Huaiyan que está lleno de astucias, él debía de tener algún propósito al viajar hasta Tongcheng, no había manera de que viaje tan lejos sin motivo, solo para quemar incienso y ver el amanecer, ¿a quién intentaba engañar?
Jiang Se dijo con expresión serena: “No hay nada más, si de verdad viniera por algo más, yo…”
Su voz se detuvo.
“¿Qué harías?” (Guo Qian)
Se sentiría aún más aliviada.
Jiang Se empujó la puerta de hierro del primer piso, negó con la cabeza y dijo: “Nada. Si tienes alguna pregunta, hazla rápido, estoy yendo a cenar a casa de mis padres.”
De camino de la calle Xiangshu a la calle Liyuan, Guo Qian hizo decenas de preguntas seguidas, todas girando en torno a Lu Huaiyan, con una velocidad de habla como un cañón.
No era de extrañar que ella sintiera tanta curiosidad.
Aunque crecieron juntos desde pequeños, en comparación con los demás, Guo Qian no era cercana a Lu Huaiyan; de hecho, cuando eran niños, Guo Qian le tenía un poco de miedo.
Ella era de las personas que se sube a las paredes y arranca las tejas dondequiera, pero era obediente como una codorniz cuando iba a casa de la familia Lu.
Originalmente, Lu Huaiyan no era una persona fácil de tratar, Guo Qian lo veía como un Yanluo* de corazón y rostro frío desde niño.
(N/T: Yanluo (閻羅), o más comúnmente Yanluo Wang (閻羅王), es el nombre de una deidad en la mitología china, budista y taoísta, que actúa como el dios de la muerte, juez supremo del inframundo, y encargado de juzgar el karma de los difuntos.)
Le era realmente difícil imaginar cómo sería una persona así enamorándose de alguien.
Guo Qian tenía tanta curiosidad que incluso le hacía preguntas como “¿Cuántos minutos puede aguantar Xiao Lu cada vez?”
“Se Se, ¿aún recuerdas lo que dijiste después de tu ceremonia de mayoría de edad?” (Guo Qian)
“¿Qué dije?”
“Dijiste que esperabas con ansias el día en que la cara arrogante de Lu Huaiyan fuera pisoteada.” (Guo Qian)
“…”
Jiang Se entrecerró los ojos: “¿El tercer día después de mi ceremonia de mayoría de edad?”
Guo Qian: “Sí, tú y Fu Jun ya habían arreglado las cosas en ese momento, así que te pregunté si ya no te gustaba Lu Huaiyan.”
Guo Qian aún recordaba la frialdad del tono de Se Se en ese momento: <“Ya no me gusta. Pero-”>
<“¿Pero qué?”> (Guo Qian)
Cen Se, de dieciocho años, tomó un sorbo de té rojo y dijo con indiferencia: <“Tengo muchas ganas de ver cómo pisotean y aplastan su arrogante rostro.”>
“…”
“Se Se, ¿no es ahora la oportunidad?” – Guo Qian, disfrutando del espectáculo, le dio una idea descabellada e infantil. – “¿Por qué no le das unas patadas en la cara mientras duerme?”
Jiang Se: “…”
Cen Se, de dieciocho años, podría hacerlo.
Ella siempre había sido una persona muy orgullosa en el fondo de su corazón.
Desde la infancia hasta la edad adulta, no hay nada que no pueda hacer; todo era de primera, todo excepcional.
Cuando quiere algo, naturalmente lo planea paso a paso. Le tomó menos de dos años conquistar al anciano Señor Lu, además, también conquistó a la tía Han, quien la apreciaba desde pequeña, así logró conquistar a las dos únicas personas que Lu Huaiyan valoraba.
Confiaba en que, en unos años, podría conquistar a Lu Huaiyan y convertirse en la persona que estuviera a su lado.
Hasta ese día, él día que escuchó lo que él dijo desde fuera del estudio.
Dijo que era insulsa.
Dijo que, por muy buena que fuera a los ojos de los demás, a él solo le parecía mediocre*.
(N/T: *不過爾爾» (bù guò ěr ěr) es un modismo chino que significa «nada especial», «solo así», «mediocre», o «no es la gran cosa». Se utiliza para expresar que algo no está a la altura de las expectativas o que no es tan impresionante como se pensaba.)
Cuando esas palabras salían de la boca de otros, Jiang Se ni siquiera se molestaba en mirarlas.
Pero para Cen Se, que tenía dieciséis años, Lu Huaiyan era diferente.
Esas palabras destrozaron no solo su orgullo, sino también la ilusión que había creado para engañarse a sí misma.
Resultó que la persona que ella creía que podía ayudarla a curar su enfermedad era simplemente una ilusión.
Nadie podía ayudarla.
‘¡Sálvate a ti misma!’
Jiang Se alzó la vista.
El cielo estaba despejado y azul, y un avión arrastraba lentamente una larga estela blanca como el algodón.
Cuando llegó a Tongcheng el año pasado, tomó el mismo vuelo que Lu Huaiyan, y ambos iban sentados uno detrás del otro.
Sus miradas se cruzaron brevemente en el aire.
En ese momento, la mirada tras sus gafas era indiferente y fría, y la forma en que la miraba era, sin duda, la forma en que miraba a alguien ‘nada especial’ con quien no quería cruzarse.
En ese instante, un pensamiento fugaz cruzó por la mente de Jiang Se sin razón alguna, probablemente era un sentimiento de arrepentimiento por no haber podido ver cómo el orgullo de ese hombre era destrozado por otros.
Lu Huaiyan siempre decía que ella le guardaba rencor, y que le encantaba ser rencorosa especialmente con él.
No estaba del todo equivocado.
¿Quién lo mandó a ser el hombre en la que ella alguna vez depositó sus esperanzas, pero que destrozó sin piedad su orgullo?
Hace cinco años, cuando ella se alejó paso a paso del pasillo del estudio, pensó que nunca volverían a cruzarse.
Cinco años después, cuando se encontraron en el avión, ella también pensó que no habría ningún cruce.
¿Quién podría haber imaginado que en tan solo unos meses estarían tan enredados como ahora?
La última pregunta de Guo Qian ese día fue: ¿Cuál es su relación ahora? ¿Son amantes?
Jiang Se miró la marca blanca y recordó el beso que le dio en los labios, apoyando una mano en el alféizar de la ventana después del amanecer, un beso que no estaba impregnado de ningún deseo, entonces ella dijo en tono indiferente: “Supongo que sí.”
***
Debido al Año Nuevo, todos los bares de la calle Fuchun estaban cerrados.
La primera noche que Cen Mingshu llegó, bebió vino en la calle Liyuan.
Yu Shiying trajo una jarra de vino añejo de la bodega, al principio, Cen Mingshu lamentó no poder ir al bar a emborracharse, pero en cuanto abrió la jarra y olió el aroma del vino, de inmediato dejó de lamentarse.
Ella tiene buena tolerancia al alcohol y solo estaba un poco achispada después de beber una jarra de vino añejo.
Al regresar al apartamento, se negó a beber el agua con miel que Jiang Se le preparó, diciendo: “No estoy borracha, ¿por qué debería desintoxicarme?”
Se sentó en el sofá y miró a Jiang Se con enfado: “Tus padres dijeron que recibiste muchos sobres rojos este año, así que di algo bonito para que tu tía también te dé uno.”
Jiang Se, siguiendo su ejemplo, dijo: “Entonces te deseo todo lo mejor y que la riqueza fluya cuando regreses a Estados Unidos.”
Cen Mingshu regresaría a Estados Unidos el sexto día del Año Nuevo Lunar, tenía empresas en Wall Street y Silicon Valley, una firma financiera y una tecnológica y es una figura legendaria en la comunidad china, una mujer de hierro.
“No creas que podrás relajarte y no ir al médico solo porque estoy de vuelta en Estados Unidos.” – Cen Mingshu cruzó las piernas, juntó los dedos índice y medio de la mano derecha, señaló sus propios ojos, luego a Jiang Se, y dijo. – “Te estaré vigilando siempre.”
Jiang Se tomó la taza de agua con miel que a Cen Mingshu le disgustaba especialmente y la bebió lentamente: “Lo sé.”
Cen Mingshu la miró fijamente durante un buen rato y de repente dijo: “Últimamente te ves bien, ¿has encontrado a alguien con quien salir?”
“Cof.” – Jiang Se casi se atragantó, y tragó lentamente el agua con miel de su boca, miró a Cen Mingshu y asintió. – “Si, pero no te diré quién es esa persona.”
Cen Mingshu rió con desdén: “¿Por qué? ¿Tienes miedo de que asuste a la gente? No te preocupes, tu tía no se meterá en tus asuntos, ya sea con tu hombre o con lo que quieres investigar.”
Hizo una pausa y preguntó: “¿Cómo va la investigación de ese asunto?”
Jiang Se dejó la taza con rostro despreocupado: “Ha habido algunos avances.”
Mostraba esa expresión cada vez que se muestra indiferente con los demás.
Cen Mingshu la miró, no hizo más preguntas y cambió de tema: “Hace unos días me encontré con Fu Yun en el banquete de la familia He, dijo que iría a Hucheng por un viaje de negocios dentro de unos días y que vendría a Tongcheng a probar el vino de Wangchuan. La familia Fu se ha acercado mucho a la familia Zhu últimamente y es muy probable que Fu Yun se comprometa con la chica de la familia Zhu que no se lleva bien contigo en todos los sentidos, trata de mantenerte alejada de él para evitar meterte en problemas innecesarios.”
“¿Zhu Mingli?” – La única persona de la familia Zhu con la que no se llevaba bien era ella, Jiang Se dijo con calma. – “No te preocupes, nunca ha sido mejor que yo desde que era pequeña. En cuanto a Fu Yun, nuestra relación ya era distante incluso cuando teníamos un compromiso matrimonial, y ya que no tenemos ninguna relación, no tendremos ningún contacto.”
Cen Mingshu asintió: “En resumen, aléjate de ella, me temo que la familia Fu no estará tranquila este año. La salud del viejo Fu…”
Ella sacudió la cabeza y suspiró. – “La gente tiene todo tipo de problemas cuando envejece. El abuelo Fu fue diagnosticado con un tumor maligno a finales del año pasado y aún no se sabe cuánto tiempo podrá sobrevivir.”
Jiang Se tenía una impresión mediocre del anciano Sr. Fu, ese anciano era diferente del abuelo Lu, parecía amable y elegante, pero cuando miraba a la gente, siempre parecía estar evaluando el valor de las cosas.
Cuando Cen Mingshu mencionó sus problemas de salud, no quiso hacer más preguntas, simplemente dijo “hmm” y bebió lentamente el agua con miel que tenía en la mano.
Jiang Se acompañó a Cen Mingshu a pasear por Tongcheng durante dos días a y en la mañana del sexto día del Nuevo Año la llevó temprano al aeropuerto para regresar a Estados Unidos.
Al salir del aeropuerto, inesperadamente recibió una llamada de Fu Yun.
La voz del hombre seguía siendo suave como el agua: “Se Se, estoy en Hucheng. ¿Te viene bien que mañana vaya a Tongcheng a buscarte?”
A Jiang Se no le importó mucho la llegada de Fu Yun a Tongcheng; hace unos días, al enterarse que el anciano Sr. Fu tenía problemas de salud, pensó que no vendría a Tongcheng.
Lu Huaiyan y Han Yin regresarían la séptima noche del primer mes lunar y Jiang Se pensó un momento y dijo: “Tengo tiempo libre mañana al mediodía.”
“Entonces, ¿voy a buscarte al mediodía?” (Fu Yun)
“Bueno, resulta que ‘Wangchuan’ estará abierto mañana por la tarde, así que te invito a una copa.”
Fu Yun sonrió amablemente: “De acuerdo.”
Al día siguiente, al mediodía, justo después de las doce, Jiang Se recibió una llamada de Fu Yun y fue al cruce de la calle Fuchun a recogerlo.
Después de febrero, la tierra renace y el viento frío de Tongcheng no puede ocultar el toque primaveral por mucho frío que haga.
El hombre vestía camisa y un suéter, con un abrigo ligero color camel por encima. Su temperamento cálido como el jade combinaba perfectamente con la brisa primaveral, parecía más un profesor dedicado a la investigación que un hombre de negocios.
Jiang Se no estaba muy contenta por la llegada de ese amigo lejano, pero él se tomó el tiempo de visitarla, así que tenía que ser una buena anfitriona, en cualquier caso. Al encontrarse con la persona, le preguntó con una sonrisa: “¿Hay algo que te gustaría comer?”
Fu Yan esbozó una sonrisa amable y gentil: “Haré lo que quiera la anfitriona.”
“Entonces la llevaré a comer los platos típicos de Tongcheng, está por aquí cerca.”
El restaurante que mencionó Jiang Se está en la calle frente a la calle Fuchun, justo al otro lado del río Fuchun.
Los dos cruzaron lentamente el puente de piedra en medio del río, la superficie congelada del río bajo el puente comenzó a derretirse gradualmente tras la llegada de la primavera, y el sonido del agua fluyendo pasaba suavemente por debajo de sus pies.
Al cruzar el puente, Fu Yun, sin saber qué estaba pensando, miró de reojo a Jiang Se.
El restaurante era una casa de comida local y los platos tendían a ser agridulces. Ella desconocía las preferencias de Fu Yun, así que le entregó el menú y le pidió que él eligiera por sí mismo.
Fu Yun bajó la mirada, recorrió el menú con la vista y pronto lo apartó, diciendo con mucha caballerosidad: “No sé mucho de platos de Tongcheng, Se Se, elige lo que te guste.”
“De acuerdo.” – Jiang Se sacó su teléfono móvil y empezó a escanear el código para hacer el pedido.
Fu Yun se sentó frente a ella, recorriendo lentamente de arriba a abajo con la mirada su rostro desde sus cejas, y pronto fijó la vista en el vaso de agua sobre la mesa.
El vaso de agua estaba medio lleno, y la pared verde oscuro del vaso reflejaba un rostro borroso y deformado, pero, por muy borroso que estuviera, se podía reconocer que era un rostro muy hermoso.
Él miró su rostro con atención, sin apartar la mirada durante un buen rato.
La comida llegó en poco tiempo, y los dos comieron tranquilamente. Cuando casi habían terminado, el teléfono móvil de Jiang Se, que estaba sobre la mesa, sonó de repente.
Fu Yun sin mostrar ninguna emoción, echó un vistazo a la pantalla, donde las dos palabras ‘Jefe Zhang’ aparecieron en la pantalla.
Jiang Se enarcó una cejas, cogió el teléfono y le dijo a Fu Yun: “Lo siento, voy a contestar una llamada.”
Fu Yun sonrió suavemente y dijo: “Por favor, adelante.”
Jiang Se se levantó y salió del restaurante.
La campanilla de viento que colgaba en la puerta del restaurante sonó con <¡ding-ling-ling!> por un momento, Fu Yun esperó un momento antes de girar la cabeza y mirar a través del cristal de la ventana a la chica que estaba apoyada en la barandilla de piedra hablando por teléfono.
La gente siempre es sensible a las miradas de los demás, especialmente alguien tan sensible como ella.
Su mirada se detuvo en Jiang Se durante tres segundos y luego la retiró, posándose en el expositor del menú sobre la mesa del restaurante.
El expositor de cristal azul daba al pasillo exterior, absorbiendo por completo la hermosa figura de afuera.
Fu Yun cogió la servilleta, se secó las comisuras de los labios y miró el expositor, con sus delicadas cejas siempre con una leve sonrisa.
Zhang Yue la llamó para hablar sobre la retirada de su yeso. – “El médico dijo que el hueso de mi pierna está casi curado, cuándo quieras ver el amanecer, dímelo.”
Las palabras de Zhang Yue le recordaron a Jiang Se el amanecer de hacía unos días y el beso que Lu Huaiyan le dio en los labios.
Ella sonrió levemente: “De acuerdo, cuando tu pierna esté completamente recuperada, te llevaré a un lugar adecuado para ver el amanecer.”
Zhang Yue hizo un sonido suave de asentimiento: “Hay una cosa más, no sé por qué soñé de repente con algunos recuerdos extraños estos últimos dos días.”
Hizo una pausa: “Fue la noche en que Ah’Cheng se fue de Jiangcheng, miró esa botella de cerveza y dijo algo muy extraño.”
Jiang Se arqueó las cejas: “¿Qué dijo?”
“Me preguntó si creía en el destino. Después de preguntar eso, dijo que el destino es algo que está predestinado desde el nacimiento, una rata que vive en una alcantarilla no tiene más remedio que seguir viviendo en una alcantarilla, haciendo las cosas más sucias durante el resto de su vida.” (Zhang Yue)
‘¿Rata en una alcantarilla?’
Después de colgar el teléfono, Jiang Se miró el teléfono con la pantalla apagada y frunció lentamente el ceño
Le dio la botella de cerveza a Fang Shang y la información relevante se la envió a Zheng Huan, pidiéndole que investigara sobre esa cervecería del condado de Bai.
Siempre había sentido que había oído hablar del condado de Bai en alguna parte.
En un momento de distracción, su teléfono volvió a sonar.
Jiang Se bajó la mirada y al ver el nombre en la parte superior, sus cejas, que estaban ligeramente fruncidas, se relajaron y contestó el teléfono: “Lu Huaiyan.”
“¿Qué haces?” – Preguntó Lu Huaiyan.
Jiang Se, miró inconscientemente el espejo frente a ella, donde Fu Yun se sujetaba la barbilla mirando su teléfono.
Ella apartó la mirada y dijo sin mostrar ninguna emoción: “Cenando con Fu Yun.”
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