Capítulo 5: ¿No has hecho ya suficiente alboroto?
El lugar más iluminado de todo el bar era la barra, donde varios focos con forma de loto proyectaban círculos de luz sobre la barra, cubriendo con su brillo una larga mesa de madera negra.
Jiang Se estaba sentada en el borde de la barra, justo al lado de la ventana, un lugar donde la luz ni siquiera llegaba. La luz era tenue, y la única iluminación provenía de la tenue luz de la luna junto a la ventana.
El perfil de la chica estaba iluminado por la brumosa luz de la luna, y en la penumbra, entre la luz y la oscuridad, los dedos que sostenían la coctelera lucían de una blancura enfermiza.
Sus movimientos al mezclar el cóctel eran precisos y hábiles, como si la coctelera se hubiera convertido en una extensión de su mano y cuando la agitaba con las yemas de los dedos, emanaba una especie de belleza fría.
Pero el aura que la rodeaba no armonizaba con la atmósfera animada y ruidosa de la sala.
Sus cejas y ojos fruncidos irradiaban frialdad, como un montón de cenizas quemadas.
Han Xiao fue dejado por su padre en Tongcheng durante los últimos seis meses para hacerse cargo del proyecto de cine y televisión en la ciudad y tardó en recibir noticias, por lo que desconocía la gran noticia sobre la verdadera y falsa hija de la familia Cen.
Una vez que confirmó que no la había equivocado, se apresuró a caminar hacia el rincón tenuemente iluminado.
Lu Huaiyan no lo siguió, tras echar un vistazo, su mirada continuó vagando por la habitación, deslizó su mano casualmente en el bolsillo, sin la urgencia ni el entusiasmo de encontrarse con un rostro familiar.
Sin embargo, cuando sus dedos rozaron el teléfono en su bolsillo, recordó el largo mensaje de voz de Han Yin* en WeChat. Volvió la cabeza para mirar de nuevo hacia la esquina, se detuvo un momento y se acercó.
(N/T: *No se sabe hasta más adelante, pero Han Yin es la madre de Lu Huaiyan)
En cuanto los dos hombres altos y apuestos aparecieron en el bar, atrajeron innumerables miradas, especialmente Lu Huaiyan. En cuanto entró, varias chicas exquisitamente maquilladas, sentadas junto a la puerta, lo miraron fijamente.
Su apariencia y temperamento eran simplemente impresionante, convirtiéndolo en el centro de atención dondequiera que iba.
Jiang Se solo los notó cuando los dos se acercaron, pero no dijo nada.
Solo había estado jugando con la coctelera media hora por la tarde. Después de cenar, aburrida, volvió a jugar un poco más.
No esperaba encontrarse con conocidos en tan poco tiempo.
Antes, cuando visitaba con frecuencia la antigua mansión de la familia Lu, era raro encontrarse con Lu Huaiyan ni una de cada diez visitas.
Sin embargo, ahora, se había topado con él cuatro veces en solo dos días.
‘¡Qué mala suerte!’
Comparada con su indiferencia, Han Xiao parecía mucho más emocionado. – “¡Cen Se, realmente eres tú!”
Lu Huaiyan no dijo nada, solo bajó la mirada para observar la fría expresión de la chica.
En el pasado, Cen Se siempre lucía una sonrisa cortés y apropiadamente en cualquier ocasión al conocer a alguien, le gustara o no y la curva de sus labios era tan precisa que parecía medida.
Su padre siempre la elogiaba con palabras al mencionarla.
Después de elogiarla, maldecía con rabia al anciano de la familia Fu, diciendo que era un viejo irrespetuoso, debido a que el nieto de la familia Fu que tuvo un compromiso de infancia con Cen Se había muerto y él había presentado sin pudor a un hijo extramatrimonial para completar el número y comprometerlo con Cen Se.
Al final, no olvidó mirar a Lu Huaiyan lamentando que el hierro no se convierta en acero*.
(N/T: El significado de «恨铁不成钢» (hèn tiě bù chéng gāng) es «desear que alguien alcance las propias expectativas.” o «estar decepcionado por la falta de progreso o mejora de alguien.” La frase se traduce literalmente como «odiar el hierro por no convertirse en acero.” Implica un profundo deseo que alguien progrese y alcance su potencial, pero al mismo tiempo, una frustración por su falta de avance. )
Se preguntaba si el viejo maestro seguiría elogiándola después de verla así.
Como si no notara la frialdad en la mirada de Lu Huaiyan, Jiang Se dejó la coctelera, sonrió levemente a Han Xiao y dijo: “Han Xiao, cuánto tiempo sin verte.”
“¡Qué demonios! ¿Por qué estás aquí?” (Han Xiao)
La hija mayor de la familia Cen de Beicheng, Cen Se, quien se encuentra en la cima de la pirámide social, ¿estaba en realidad allí, preparando bebidas en un pequeño bar de una destartalada ciudad?
Han Xiao sintió que el mundo era un lugar extraño.
“Este es el bar de mis padres, solo vine a divertirme.” – Respondió Jiang Se con indiferencia, empujando la carta de vinos sobre la mesa. – “¿Qué te gustaría beber? Te lo traeré.”
Han Xiao se quedó atónito por un momento al oír esto. Los ‘padres’ que Jiang Se mencionaba, obviamente no podían ser Cen Minghong ni Ji Yunyi.
Inconscientemente, miró a Lu Huaiyan, pero al ver que no tenía intención de hablar, Han Xiao sonrió y tomó la carta de vinos que Jiang Se le ofreció y dijo, hojeándola rápidamente. – “Yo tomaré un ‘Lluvia de Primavera con Flor de Albaricoque’, y tú, hermano mayor, ¿qué quieres beber?”
Han Xiao le pasó la carta de vinos a Lu Huaiyan.
Pero Lu Huaiyan ni siquiera la miró, en cambio, miró a Jiang Se y le preguntó: “¿Qué me recomiendas?”
Su voz grave sonaba tan impasible como siempre.
Pero Jiang Se captó la pizca de impaciencia reprimida.
‘¿Impaciencia?’
Ella levantó la mirada y se encontró con sus ojos oscuros tras las gafas, y luego le preguntó: “¿De verdad quieres que te recomiende algo?”
A Lu Huaiyan no le importaba lo que bebiera, asintió levemente y murmuró: “Hmm.”
Unos minutos después, el camarero trajo dos pequeñas copas de vino de porcelana azul y blanca del tamaño de la palma de una mano.
Una de las copas contenía un líquido dorado que desprendía una fragancia a flores de albaricoque.
La otra copa era de color verde pálido, con olor a vino de ciruela.
La bebida verde era para Lu Huaiyan.
El hombre dio un sorbo y luego tragó el líquido ácido sin cambiar de expresión.
De todos los sabores del mundo, el que más le disgustaba a Lu Huaiyan era el ácido.
Su aversión por ese sabor era casi desconocida.
Jiang Se le ofreció esa copa de vino, y no supo si fue intencional o casualidad, pero resultó ser el sabor que más odiaba.
Jiang Se se sentó allí, apoyando la barbilla en una mano, y preguntó lentamente con una sonrisa: “¿Qué tal? Esta copa de ‘Ciruela Verde’ es una bebida que mucha gente prueba para deleitar sus papilas gustativas. ¿Te gusta?”
Lu Huaiyan levantó la vista, encontrándose con sus pupilas negras y, por primera vez esa noche, sonrió.
“Está buena.” – Él dijo.
Con esas palabras, volvió a levantar la copa y dio otro sorbo.
***
Cuando se encuentran viejos conocidos de la misma ciudad natal en un bar como ese, la mayoría suele beber una copa y charlar animadamente un rato.
Pero Jiang Se no estaba de humor para eso.
Tras intercambiar unas palabras informales con Han Xiao, se dirigió al patio trasero del bar.
El patio trasero era donde Jiang Chuan guardaba los barriles de vino, y no se permitía la entrada a extraños.
En este caso, ‘extraños’ se refería específicamente a Han Xiao y Lu Huaiyan.
No era precisamente agradable encontrarse con viejos conocidos de Beicheng justo cuando acababa de llegar a Tongcheng.
Había llovido durante el día y las paredes grises del patio trasero estaban medio mojadas. Docenas de barriles de vino estaban apilados en una esquina, y junto a ellos se alzaba un viejo árbol de paulownia*, con su enorme copa cubriendo el cielo y la luna. Un columpio de ratán tejido colgaba bajo el árbol.
(N/T: El árbol de paulownia, también conocido como kiri en Japón, tiene un profundo significado simbólico y cultural. En China, de donde es originario, se considera un árbol de buena suerte, prosperidad y sabiduría.)
Jiang Se tiró de las cuerdas de ambos extremos del columpio y, tras comprobar que era lo suficientemente resistente y sin importarle si estaba sucio o no, se sentó con sus dos piernas rectas, delgadas y blancas apoyadas ligeramente sobre la tierra blanda.
La brisa fresca después de la lluvia barrió las copas de los árboles.
El columpio bajo el árbol se balanceó muy suavemente unas cuantas veces, y de repente, la puerta de madera del patio trasero emitió un suave crujido.
La luz del patio se atenuó por un momento.
Alguien entró.
En cuanto vio quién era, los zapatos de piel de oveja de tacón alto rozaron bruscamente la arena y la grava emitiendo un chirrido.
El columpio, que se balanceaba lentamente, se detuvo de repente.
Jiang Se levantó la vista; sus ojos oscuros revelaron una pizca de sorpresa.
“¿Qué haces aquí?”
Lu Huaiyan caminó lentamente hacia ella, a través de la tenue luz de la luna que se filtraba entre las ramas de los árboles.
“¿Qué? ¿Ahora me reconoces?” (Lu Huaiyan)
Ya fuera en el avión o justo ahora en el bar, se había comportado como si fuera un extraño. Si Han Xiao no hubiera insistido en alcanzarla, probablemente los habría ignorado a ambos.
En realidad, no le importaba su indiferencia.
Tal como había dicho Cen Li, esa chica solo estaba haciendo un berrinche con la familia Cen y una vez que terminara, regresaría naturalmente a Beicheng.
Lu Huaiyan no tenía ningún interés en lidiar con los asuntos triviales de la familia Cen, ni tenía la paciencia para lidiar con el temperamento de la joven.
Si no fuera por Han Yin, ni siquiera se habría molestado en entrar a ese patio trasero.
El hombre vestía una camisa gris y pantalones negros, quizás por el calor, se había arremangado la camisa hasta los codos, dejando al descubierto sus delgadas y pálidas muñecas. Tenía un botón desabrochado, y su pronunciada nuez descendía lentamente mientras hablaba.
La luz de la luna era tenue y el viento traía el melancólico sonido de una canción de algún bar lejano, añadiendo un toque de letargo a su presencia.
Pero Jiang Se lo sabía.
Él estaba claramente impaciente en ese momento y lo había estado desde que le preguntó si tenía alguna recomendación.
Después de todo, era alguien que le había gustado durante dos años, y había pasado mucho tiempo estudiándolo.
Ella siempre podía captar emociones que otros podrían no notar.
Jiang Se no le respondió.
El viento le agitó la falda mientras estaba sentada en el columpio y frente a la mirada de Lu Huaiyan, cambió la pregunta: “¿Cómo entraste?”
“Le pregunté a la esposa del dueño del bar adónde fuiste y me dijo que viniera a buscarte aquí.” (Lu Huaiyan)
Jiang Se respondió con un “Oh.” sin mostrar expresión alguna. – “Este es un lugar donde no se permite la entrada a personas no autorizadas.”
Señaló un cartel de ‘Prohibido el paso’ junto a la puerta. – “Además, me has molestado mientras me balanceaba en el columpio.”
Ella estaba insinuando cortésmente: «Ya puedes irte.»
¿Cómo podía Lu Huaiyan no entenderlo?
Miró a Jiang Se; sus ojos, tras las gafas, eran profundos y oscuros, como tinta espesa recién mezclada en agua.
Después de un momento, retrocedió unos pasos, se apoyó en la pared moteada de luz y sombra y dijo en voz baja: “Continúa, yo fumaré un cigarrillo.”
Mientras hablaba, el hombre sacó un cigarrillo y un encendedor metálico negro de su bolsillo.
Pronto, una llama azul parpadeó en la oscuridad.
El tabaco se encendió y un delicado humo blanco emergió del cigarrillo encendido.
Con un ligero hundimiento en la mejilla, Lu Huaiyan bajó la mirada, aspiró una bocanada de humo, y mientras este persistía en su garganta, dos dedos pálidos, casi de un blanco enfermizo, se movieron repentinamente a través de la niebla y pellizcaron suavemente la punta del cigarrillo, apagando la llama.
El humo se apagó.
La brisa fresca sopló suavemente.
La ligera y fría fragancia de su cuerpo junto con algunos mechones de cabello negro pasaron rozando los dedos que sostenían el cigarrillo.
Lu Huaiyan exhaló lentamente el humo que había inhalado a medias y, a través de la fina niebla blanca, sus ojos se encontraron con la mirada fría e indiferente de Jiang Se.
Esos ojos eran muy oscuros.
Era una negrura que ninguna pizca de luz podía penetrar, y la profunda oscuridad era tan fría como la ceniza.
“Lo siento, odio el olor a cigarrillo. No puedes fumar ese cigarrillo aquí.”
Dijo la chica sin la más mínima sinceridad, mientras se frotaba vigorosamente el índice y el pulgar de la mano derecha, como si intentara quitar algo sucio.
Era la primera vez que a Lu Huaiyan alguien le apagaba el cigarrillo que tenía en la mano de esa manera.
No había necesidad y nadie se atrevía a hacer algo así.
No había ningún hombre en su círculo que no fumara.
En el pasado, cuando la familia Cen organizaba banquetes, Lu Huaiyan, Cen Li y otros habían fumado delante de Jiang Se innumerables veces, pero en ese entonces, él nunca vio el menor asomo de disgusto por el olor a cigarrillo en su rostro.
Justo ahora, después de que Jiang Se se fuera, Han Xiao le había preguntado con cara de desconcierto: “Hermano, tú y Cen Se crecieron juntos, ¿verdad? ¿Por qué ella no está familiarizada contigo en absoluto?”
Era cierto que él y Jiang Se no se conocían particularmente.
En el recuerdo de Lu Huaiyan, esa chica era tan insulsa como un vaso de agua hirviendo.
Nunca actuaba fuera de lugar al tratar con los demás, ni se saltaba las normas y siempre era perfectamente adecuada.
Por decirlo amablemente, estaba bien educada y dicho sin rodeos, la familia Cen había suavizado todas sus aristas.
La persona frente a él seguía teniendo un rostro familiar, pero ahora era inconfundiblemente desconocida.
La antigua Cen Se jamás habría apagado el cigarrillo de otra persona con las manos desnudas.
Ahora, parecía tener innumerables espinas saliendo de su carne y sangre.
Lu Huaiyan se quitó el cigarrillo de la boca, bajó la vista y la miró fijamente sin decir palabra.
Sus ojos negros como la tinta eran pesados y oscuros, y cuando no hablaba, su simple mirada resultaba opresiva.
El columpio bajo el árbol seguía balanceándose, y la brisa nocturna disipó el último rastro de humo, reemplazándolo con un ligero aroma a madera de agar*.
(N/T: La madera de agar (沉香; chénxiāng ) y el sándalo (檀香; tánxiāng ) son los dos ingredientes más importantes del incienso chino.)
Jiang Se entrecerró los ojos.
Por un breve instante, se sintió como una presa, escrutada en silencio por alguien.
Siempre odió esa sensación.
Odiaba ser una presa que no podía resistirse.
Justo cuando estaba a punto de darse la vuelta e irse, Lu Huaiyan habló de repente:
“Cen Se, ¿no has hecho ya suficiente alboroto?” (Lu Huaiyan)
Su voz era muy suave y el tono firme, como si preguntara por algo extremadamente aburrido.
Jiang Se no apartó la mirada de sus ojos fríos y oscuros. Sus espesas pestañas se agitaron lentamente. Unos rayos de luna se filtraron entre las capas superpuestas de hojas de paulownia, iluminando su delicado rostro.
“¿Suficiente alboroto?”
Bajo la luz de la luna, sonrió levemente.
Era la misma sonrisa con la que Lu Huaiyan estaba familiarizado, como si hubiera sido medida.
Pero con una profunda burla en sus ojos, su sonrisa estaba llena de agresividad.
“Lu Huaiyan, incluso dijiste mal mi apellido, ¿y aun así tienes la audacia de preguntarme si te conozco? Además.” – Dijo con voz muy suave, incluso con un dejo de diversión. – “Que haya causado suficiente alboroto o no, ¿qué tiene que ver contigo?”
Nameless: Les diré que dude mucho en elegir esta novela, pero digamos que me gusto un poco la sinopsis, pero conforme iba leyendo me gustó más, nada de renacidas, sino simplemente una mujer fuerte, inteligente, incluso cruel, que sabe ocultar sus planes, calculadora y que no se deja pisar por nadie… Que es capaz de renunciar al dinero por su libertad, pero que a la vez tiene un corazón de oro y no se detiene en ayudar a quienes ama… Eso lo verán más adelante, porque si bien les traigo hasta el capítulo 5 hoy, ya tengo traducido hasta el 9.
Nos vemos la siguiente semana y no se olviden de poner corazones y comentar.
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