EGDD 34

«¿Vino?»

“Sí, Conde. Estaba preparando el baño y me pediste vino, así que te envié tres botellas. Pero dijiste que no era suficiente y me pediste que te trajera el mejor vino.”

“Tráele lo que pida.”

Peter se rió entre dientes.

Para una novia recién casada, sus exigencias eran bastante audaces.

‘Dicen que la princesa de Lehen fue criada por el rey y tenía una personalidad inusual.’

La residencia real contaba con una bodega que se decía era la más grande del país.

La calidad de los vinos que tienen en stock también es de primer nivel.

Como es una princesa, tendrá buen ojo para los detalles.

Fue delicioso imaginar la expresión de sorpresa de la princesa cuando vio el vino.

«Como máximo abriré cinco o seis botellas y tomaré una copa o dos».

“Cuídense bien para que no los pillen. Díganles que averigüen qué les gusta y qué no les gusta a los niños a los que sirven.”

“Sí, Conde.”

El sirviente se apartó y Peter miró los papeles que había estado leyendo.

Pasó las páginas y luego las arrojó.

El que estaba secretamente vuelto del revés no se asentó.

‘La princesa de Lehen.’

Mi primo consiguió una novia que no la merecía.

Mi padre debería haber ascendido al trono. A esos linajes tan humildes los expulsaron del noble linaje real…

Se sabe que la madre biológica del actual rey era de una familia noble, pero la verdad es otra.

El ex rey hizo un viaje y durmió con la criada que lo servía.

El hijo nacido de aquella doncella lavó su estatus y se convirtió en el hijo único del antiguo rey.

Si todo hubiera ido según lo previsto, el hermano menor del difunto rey, el archiduque Adwig, cuya familia materna era una de las más prestigiosas del reino, debería haberse convertido en rey.

A Peter le dolía el estómago cada vez que veía a su primo comportarse como un príncipe.

El lugar era suyo.

Saltó de su escritorio y caminó hacia la ventana.

Si no controlaba su mente, sentía que mostraría sus verdaderos sentimientos en la cena de esta noche.

Una luz extraña brilló en sus ojos mientras miraba distraídamente por la ventana.

Se veían las espaldas de tres mujeres que caminaban una al lado de la otra.

‘Mmm.’

Sonrió con mirada de conversión y se dio la vuelta.

Atrás Novelas Menú Siguiente

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

error: Content is protected !!
Scroll al inicio