
Capítulo 66: Las begonias florecen antes de la lluvia, sin preguntar por el final del viaje
La última parada del MRT era una famosa isla turística. Al bajar del tren, el sol y el arcoíris ya se habían puesto tras las montañas.
Ji Zhen Tang caminó por la calle costera, adornada por las estrellas y la luna, junto a un tren rojo que transportaba pasajeros. Se veía muy feliz, con pasos ligeros y animados, tarareando una melodía y exudando una mirada inteligente e infantil.
Eso no era algo que se podía aprender, y la gente con el corazón pesado no podía caminar a ese ritmo.
Por eso, a ojos de Zhong Yu Bai, ella no era diferente de una niña. Él la siguió en silencio, sonriendo tranquilamente.
Las gotas de lluvia de los cocoteros caían con claridad, el espacio después de la lluvia estaba húmedo por todas partes; las hojas habían sido lavadas y el aire estaba impregnado del aroma del mar.
Aunque Singapur es un país insular, no es conocido por su turismo, las playas son muy estrechas, e incluso el paisaje decorado palidece en comparación con las costas turísticas de China.
Había varios barcos anclados en la costa.
Ji Zhen Tang entró en una vinoteca cercana y anunció generosamente que estaba de buen humor y que invitaría a todos, pidiendo dos copas del vino tinto más caro.
“Así es como me imaginaba los trópicos: cálido y húmedo. Los días largos y sin invierno.”
Cuando ella dijo eso, Zhong Yu Bai se sumió en sus pensamientos, contemplando la playa.
Dos o tres kilómetros más adelante a lo largo de esta costa, se encuentra la bahía de Liu Luk, el lugar donde ocurrió el incidente hace años. Después de más de una década, la prosperidad ha cubierto el derramamiento de sangre y no quedan rastro de ella.
El reloj de bolsillo que sostenía en la mano se había calentado, y solo se giró para mirarla cuando la oyó hablar.
“¿No te gusta el invierno?” (Zhong Yu Bai)
Entre el cielo y el mar oscuros, se desvanecieron los últimos rastros de nubes.
Ji Zhen Tang negó con la cabeza: “No me gusta mucho, pero te amo.”
Las dos declaraciones, inconexas y conectadas por un ‘pero’, resultaron abruptas.
Su mirada parpadeó, luego él sonrió lentamente: “¿Qué quieres decir tan de repente?”
Al oír eso, pensó que ella debía haber hecho algo mal o que tenía alguna petición para él, Zhong Yu Bai esperó a que se explicara, pero Ji Zhen Tang sonrió con los ojos entrecerrados y dijo: “Oh, no es nada, solo pienso que decir ‘Te amo’ al atardecer hace que la noche no parezca tan larga e insoportable.”
Zhong Yu Bai sonrió con más dulzura y dijo en voz baja: “Yo también te amo.”
Ella se rió a carcajadas: “¿Sientes que he captado la esencia de tus palabras de amor?”
“Sigue aprendiendo, es un placer escucharlas.” (Zhong Yu Bai)
Ella se recogió la falda larga.
Ji Zhen Tang preguntó: “¿Crees que, si huyéramos a escondidas, la gente chismorrearía sobre nosotros?”
Él respondió: “¿Quién se atrevería?”
Ella rió aliviada y lo miró significativamente: “¿Hay alguna vez un momento en el que simplemente quieres ser una persona común y corriente?”
A Zhong Yu Bai sintió que sus palabras eran algo ambiguas: “Solo soy una persona común con un poco más de dinero.”
“La gente común y corriente que no tiene dinero.” – Lo que ella dijo incluía naturalmente a la gente común y corriente en términos de riqueza.
Él pensó por un momento y dijo: “Si no tienes dinero, solo trabaja duro y sé constante.”
“¿Cuánto necesitas trabajar para estar satisfecho?”
Él respondió con calma y seriedad: “Mientras crea que puedo brindar apoyo a la persona que amo, estaré satisfecho.”
Siempre hay muchas interpretaciones de la palabra amor en el mundo, algunas personas ven el crecimiento, algunos ven el romance y calidez; a sus ojos, la interpretación más adecuada del amor que encontró era el hecho de confiar y que alguien confíe en ella.
Ella sacó a tientas los concejos profesionales del bolsillo de su bolsa: el cielo es alto y los pájaros vuelan libremente* y se la mostró: “Tu bolsa; mira, la llevo conmigo. La llevaré a donde quiera que vaya en el futuro.”
(N/T: «天高任鳥飛» («Tiān gāo rèn niǎo fēi») es un proverbio chino que significa, literalmente, «El cielo es alto, y las aves vuelan libremente». Su significado derivado es más amplio: las oportunidades y las posibilidades están disponibles para todos y se pueden realizar sin restricciones. Es como decir «el cielo es el límite» o «las oportunidades están ahí afuera, si quieres aprovecharlas».)
Zhong Yu Bai la miró y dijo: “Llévala contigo, si no, me habré pínchado la mano en vano.”
Ella sonrió sorprendida, preguntándole si era cierto.
Él dijo: “Es absolutamente cierto.”
Ji Zhen Tang se acurrucó en sus brazos, le besó la mano que hacía tiempo que había sanado, y dijo con alegría que había trabajado duro.
Después de terminar las bebidas, emprendieron su viaje de regreso a casa.
“Quiero ponerle un nombre a nuestra pequeña casa.”
En el camino de regreso, Ji Zhen Tang no dejaba de murmurar sobre ese asunto. Mientras reflexionaba intensamente, levantó la vista y vio que un cartel en la calle de ese bulevar costero que decía: St. Cosmo Rd.
De repente, se le ocurrió una idea: “¿Qué tal si la llamamos Pequeño Universo?”
(N/T: 小宇宙 = Xiao Yuzhou = Pequeño Universo)
“Nuestro Pequeño Universo.” (Zhong Yu Bai)
Zhong Yu Bai respondió apresuradamente; sin importar el universo que fuera, necesitaba encontrar la manera de llevar a la persona achispada a casa.
***
El dobladillo de la falda se extendía sobre el sofá, la tez de Ji Zhen Tang estaba sonrosada mientras le rodeaba el cuello con el brazo y reía: “Gracias por su arduo trabajo, Jefe Zhong.”
Él la ayudó a desmaquillarse y a quitarse la ropa con cuidado, diciéndole que no era ninguna molestia.
Ji Zhen Tang dijo: “Deberías haberme señalado la cabeza y regañarme, diciéndome que no debo beber tanto la próxima vez.”
Pero él dijo: “Mientras seas feliz.”
Esas tres palabras sonaban extremadamente extrañas, pero eran la expresión más sincera de Zhong Yu Bai.
“Vive el día y bebe mientras puedas.” (Zhong Yu Bai)
Dejó a un lado el último trozo de algodón desmaquillante que tenía en la mano y la miró a los ojos soñolientos, sonriendo suavemente.
Su indulgencia hacia ella se manifestaba en su falta de restricciones.
Si quería trasnochar, que lo hiciera; si quería beber, que lo hiciera; nada era más importante que su felicidad física y mental.
Una vez que le quitó la pesada tela, levantarla se volvió mucho más fácil. En medio del sonido del agua en el baño, ella sintió su gentileza. <imreadingabook.com.pe>
Zhong Yu Bai era muy gentil; al principio, pensó que solo era un disfraz para ocultar su frío corazón. Que el verdadero hombre, como decían los rumores, mataba gente como si cortara tallos de cáñamo, mientras fingía afecto.
Ese tipo de personas suelen tener los medios más poderosos y el estatus más estable.
Solo más tarde se dio cuenta de la insignificancia de esos rumores. Más allá de lo mundano, su corazón coincidía con la calidez y la intensidad de la frase “El agua del río, cuanto más verde, más blancos parecen los pájaros.”
Zhong Yu Bai la sostuvo y la sentó en la mesa, metiéndole luego un cepillo de dientes eléctrico en la boca.
Finalmente, la ayudó a enjuagarse la boca.
Ji Zhen Tang no tuvo que moverse en absoluto durante todo el proceso; él incluso la ayudó a sostener el cepillo de dientes. Ese era quizás el nivel más alto de disfrute.
“Zhong Yu Bai.” – Lo miró, repentinamente seria, y dijo. – “Una vez escuché un dicho: aquellos que te aman nunca se irán; simplemente se quedarán en el mundo de una manera diferente, se convertirá en viento, lluvia, sol o polvo, quedándose a tu lado por siempre.”
Había un eco en el baño y un calor infinito se extendió por la noche.
Por lo general, ella no se atrevía a mencionar sus dolorosos recuerdos y solo podía mencionarlos de pasada, fingiendo una mención casual bajo los efectos del alcohol.
Ji Zhen Tang dijo eso, mirándolo con un dejo de tristeza, pero también con un poco de ánimo.
“Te agradezco tu consejo.” – Él sonrió, besándola en la frente. – “Estás un poco filosófica esta noche.”
Ella le devolvió la sonrisa.
Esperaba que ese consuelo, aunque llegaba muchos años tarde, aliviara sus heridas hasta cierto punto.
“¿Tienes miedo de que me quede aquí y no me vaya?” – Preguntó, dejando que sus pensamientos ebrios revelaran sus verdaderos sentimientos, mirándole a los ojos aún sobrios a través del espeso vapor del agua.
Quizás la gente borracha piensa que no está borracha. Ji Zhen Tang también creía que estaba completamente sobria en este momento, escuchando atentamente, esperando su respuesta.
Zhong Yu Bai no hizo comentarios, solo se limitó a aconsejar: “Aprende bien tu arte.”
Mirándolo con los ojos húmedos, ella dijo con seriedad: “¿Por qué no vuelves y te quedas aquí conmigo?”
“Dame un poco de tiempo.” – Dijo él, con mirada distante y voz profunda. – “Todavía tengo que volver y limpiar la puerta.”
La terraza fuera de la ventana era un jardín ecológico que él había creado para ella. El ligero aroma a vegetación borraba el olor a pescado del aire.
Las campanillas amarillas y los árboles de acacia que se mecían al viento, con sus sombras delineadas por la luz de la luna, enredándolas en el suelo embarrado tras la lluvia.
Él tenía un ligero aroma a perfume, reducido a sus suaves notas de fondo cuando llegó a ella.
La frescura y el olor duradero del Zen de la Montaña fría la envolvieron hasta la medianoche. Ji Zhen Tang lo besó, dejándose llevar suavemente por el sonido del agua.
Usar el aroma como una máquina del tiempo fue realmente un gesto astuto; la hizo cerrar los ojos y olvidar qué día era e incluso que esa era su ciudad natal.
Sin embargo, Ji Zhen Tang no se aferró demasiado a la realidad, porque dondequiera que él estuviera, ese era su hogar.
Ahora ella está empezando a creerlo.
Con lo último resto de consciencia que le quedaba, abrió la boca y susurró: “Te esperaré.”
***
Una de las reconocidas diseñadoras del equipo de la marca se llama Melody, era de origen cantonés. Ji Zhen Tang la conoció la segunda semana después de Año Nuevo.
Ella no dejó que Zhong Yu Bai la acompañara, temiendo que una vez que apareciera, la otra parte cambiara inmediatamente de maestra a amiga cercana, y la sinceridad en sus palabras desaparecería, dejando sólo adulación.
Así, en el segundo semestre de su último año en el campo de entrenamiento del Instituto de Arte de Singapur, Ji Zhen Tang encontró poco a poco su camino, aprendiendo de diseñadores de joyería de renombre internacional y comprendiendo las limitaciones del conocimiento teórico.
Lo que aprendió en la escuela era bastante básico, todavía tenía mucho que aprender sobre la planificación, diseño de las operaciones de la marca, como considerar el negocio más allá del producto y prestar atención a cada detalle.
Zhong Yu Bai regresaba a Singapur con frecuencia, pero, preocupado de que ella no se adaptara a vivir sola, le regaló un gato.
Estaba preocupado innecesariamente porque Ji Zhen Tang hizo nuevos amigos, y su círculo social gradualmente se volvió más animando.
Pasó el Año Nuevo Chino con Melody y su grupo y en Nochevieja charló con él por teléfono, poniéndolo al día sobre su progreso de los estudios y hablando de todo lo que le venía a la mente.
“Les enseñé a mis amigos la cuenta que administro, les encantó especialmente ese tipo de creatividad con la cultura china y les fascinó las costumbres de nuestra región. La lluvia en Singapur es muy calurosa, húmeda y repentina, como un joven impulsivo pero apasionado, mientras que la lluvia en Jiangnan es ligero, suave, como una niña dulce.”
“Ahora siento que tus palabras sobre el momento oportuno tienen mucho sentido. Si mi trabajo creativo no hubiera estado acompañado del impresionante rostro de la Dra. Zhu, probablemente habría pasado desapercibido.”
“Aunque quiero formar parte de este proyecto, no pienso quedarme aquí trabajando para esta marca indefinidamente. Estoy decidida a aprender estrategias operativas útiles que me faciliten la apertura de mi propio estudio, o incluso mi propia empresa en el futuro. Además, en segundo lugar, me permite hacer contactos valiosos, gente que vale la pena conocer.”
“Vienen de todos los rincones del mundo, lo que me hace sentir que es un lugar inclusivo y que cada persona tiene un posibilidades ilimitadas.”
“Hola, ¿me escucha, Señor Zhong?”
Tras su charla, una voz ronca llegó del otro lado: “Te estoy escuchando. Feliz Año Nuevo.”
Ji Zhen Tang tomó su teléfono y miró la hora. – “¡Guau! ¿En serio? ¡Estoy comiendo durian* en el Barrio Chino! ¡Feliz Año Nuevo!”
(N/T: 榴蓮» (lú liàn) en chino se refiere al durian, una fruta tropical con una cáscara espinosa y un olor muy fuerte que es apreciada en el sudeste asiático. Su nombre deriva de la palabra malaya «duri», que significa «espinas», haciendo referencia a su exterior.)
Ella levantó la vista y vio los fuegos artificiales florecieron en el mercado nocturno en medio de los sonidos de la cuenta regresiva de los chinos a su alrededor.
Zhong Yu Bai sonrió suavemente, mirando por la ventana. – “Está nevando en Qingcheng.”
Después de regresar a China, enfermó por ir y venir a través de espacios alternados entre frío y calor, lo que hizo que él, que se creía bastante fuerte, se derrumbara por el esfuerzo.
Fue solo un resfriado leve, no grave, pero mientras estaba sentado en su oficina, sintiéndose mareado, su energía y concentración se vieron gravemente afectadas.
Apoyó la cabeza en la mano, masajeándose las sienes, incapaz de reaccionar y volver en sí durante mucho tiempo.
El tercer día del año nuevo lunar, ya estaba sentado en su desolada y silenciosa oficina casi sin vida.
La alternancia de calor y frío no solo lo impactaron físicamente, sino que también provocaron sutiles fluctuaciones en sus emociones.
Contemplando el crudo invierno que había afuera, se dio cuenta que, una ola de frío inesperada había azotado las regiones del sur donde nunca nieva durante todo el año, cubriéndolo todo de nieve, congelando el lago y dejando el antiguo templo a lo lejos como una tenue silueta en la niebla.
Lo que debería haber sido un atardecer dorado y lleno de amor ahora era de un gris sombrío.
Con una sensación de vacío, Zhong Yu Bai observó el paisaje de pie junto a la ventana, durante un rato.
No fue hasta que Ding Jialing llegó con medicamentos y una taza de té que recuperó el sentido.
Ding Jialing limpió el escritorio, notando la medicina intacta. – “Oh, ¿cómo es que aún no ha tomado la medicina de esta mañana?”
Zhong Yu Bai lo miró y respondió: “Lo olvidé.”
Cogió la medicina y se la tomó.
No es que no quisiera tomarla, simplemente lo olvidó.
Luego miró al siempre diligente Ding Jialing y sonrió, con un toque de disculpa. – “Ya que es tan difícil, deja que Xiao Gao se encargue.”
Ding Jialing suspiró con impotencia: “No lo entiendo. Ya sea yo o Xiao Gao, no me siento cansado, solo que simplemente no entiendo ¿por qué es necesario estar tan nervioso solo por reclutar a unos pocos empleados.”
Zhong Yu Bai bebió unos sorbos de agua tibia y luego se sentó en el cómodo sofá con la taza de agua en la mano, mirando la pantalla de su computadora, distrayéndose lentamente.
En realidad, no confiaba fácilmente en los demás, especialmente en Boyang, donde todos caminaban sobre hielo delgado, y Zhong Yu Bai no era la excepción.
El miedo a veces puede ser relativo.
Parecía un prisionero, encerrado en esa enorme caja de cristal, desde hacía muchos años.
Cuando regresó a China en aquel entonces con pruebas de los crímenes de su segundo hermano tenía como objetivo buscar justicia para su madre. Cuando ese asunto concluyó, él naturalmente se quedó.
Porque, en realidad, no tenía otro lugar adónde ir.
Así que permaneció en la finca de la familia Zhong, donde nadie se preocupaba por él. Durante muchos años, estuvo ocupado y completó mecánicamente la tarea de mantenerse vivo.
Zhong Yu Bai hacía tiempo que había perdido el deseo de riqueza, se levantaba temprano para quemar incienso y hojear recetas de fragancias, pero lo único que recibía eran inciensos para aumentar la riqueza. Cuando otros lo adulaban, simplemente escuchaba los elogios.
¿Cómo es que el color de su vida se volvió gris después de alcanzar la fama y la fortuna?
Zhong Yu Bai dijo: “Gracias por tu arduo trabajo. Mañana contrataré nuevo personal. Contrataré a otra persona para que me lleve por la noche.”
Ding Jialing lo miró con una expresión significativa, sacudió la cabeza y sonrió.
Al notar que no se había ido, Zhong Yu Bai preguntó: “¿Qué tal te ha ido estos últimos años en Boyang?”
“¿Mmm?”
“No te debo nada, ¿verdad?” (Zhong Yu Bai)
Ding Jialing respondió: “Por supuesto que no.”
Zhong Yu Bai dejó escapar un leve “mmm” y, tras un momento, comentó: “El Año Nuevo ha terminado y algunas cosas necesitan resolverse.”
“¿Se refiere a…?”
Zhong Yu Bai pensó por un momento y dijo. – “Pero hasta ahora, no he encontrado una buena manera de manejarlo, me refiero al asunto de Zhong Yu.”
Lo dijo tan directamente como si quisiera que Ding Jialing le diera una sugerencia.
Ding Jialing comprendió sus preocupaciones e informó de inmediato: “El joven maestro se ha alojado últimamente en el ala oeste y no ha regresado a la finca principal de la mansión Zhong. Está más contenido ahora que cuando llegó, quizás se deba a que la segunda joven señora también ha mejorado últimamente.”
Con un suspiro, añadió: “Ah, la gente necesita algo a lo que aferrarse, algo positivo por lo que luchar. Si solo piensan en venganza y en sus enemigos mortales todos los días, ¿quién no se volvería loco? Sin duda, la escena del reencuentro madre-hijo, por muy sentimental que sea, sigue siendo lo suficientemente sanadora.”
Zhong Yu Bai reflexionó sobre su último comentario: ‘La escena del reencuentro madre-hijo, por muy sentimental que sean, sigue siendo lo suficientemente sanadora.’
Permaneció en silencio durante un buen rato, solo mirando a Ding Jialing.
Lentamente, Zhong Yu Bai reveló la verdadera razón de la contención de Zhong Yu: “Tienes razón, si su madre no viviera, probablemente él sería mi próximo yo.”
Habló con objetividad y serenidad, alejándose del panorama, como si fuera un simple espectador de ese derramamiento de sangre.
La gente siempre se derrumba ante sus debilidades, y sucumbe ante la ternura.
Ese día, Zhong Yu lo llamó para desearle un feliz Año Nuevo; bueno no fue exactamente un saludo, sino palabras que cargaban una pistola y un palo: “Zhong Yu Bai, perdí, pero no perdí contra ti, perdí contra mi madre. Después de Año Nuevo, regresaré a Gotemburgo, espero que puedas dejarla al margen de esto.”
(N/T: *夾槍帶棍» (jiā qiāng dài gùn) significa «hablar con sarcasmo o con intenciones ocultas» o «hablar con astucia». Implica que alguien habla de una manera que parece directa pero tiene una connotación o intención secundaria, a menudo crítica o sarcástica.)
Incluso a través del teléfono, podía oír el rechinar de dientes de la otra persona; cada palabra fue arrojada al suelo, como una súplica cuidadosamente contenida, envuelta en orgullo.
Zhong Yu Bai guardó silencio unos segundos antes de decir: “¿No quieres quedarte y pasar sus últimos años con ella?”
Zhong Yu quedó atónito. “¿Qué quieres decir?”
Zhong Yu Bai dejó de hablar y colgó el teléfono.
Dejó de pensar en cómo solucionar el asunto y relajó un poco su mente.
Luego sacó de la caja fuerte el reloj que Chen Yinglian le había dejado y desdobló con cuidado el pañuelo húmedo que estaba bien guardado dentro.
Preparándose mentalmente, lo abrió para echar un vistazo.
Solo había cuatro caracteres escritos con sangre.
Con el paso de los años, la escritura se había vuelto borrosa.
Pero estos cuatro caracteres eran muy simples, y se podían apreciar sus elegantes trazos a simple vista.
Su nuez de Adán tembló levemente mientras mantuvo la mirada fija en la oscura oficina durante mucho, mucho tiempo.
Zhong Yu Bai no hizo nada más, permaneció sentado en el sofá hasta altas horas de la noche.
Acompañado únicamente por ese pañuelo.
***
Unos días después, visitó el ala oeste.
A pesar de todos los rencores que le guardaba a su segundo hermano y a su cuñada, manejó las cosas con cuidado y les trajo regalos de Año Nuevo.
Era una villa muy grande, y hacía tiempo que había olvidado lo que sintió la última vez que salió por esa puerta. Cuando vino esta vez, todo estaba tranquilo.
Pero sus intenciones no eran nada amistosas: Zhong Yu Bai estaba allí para ajustar cuentas con él.
Poco antes, Zhong Yu lo había seguido en su coche una vez.
Más tarde, Zhong Yu Bai envió a Xiao Gao a vigilar la puerta de la escuela de Ji Zhen Tang, donde de hecho atrapó a algunos individuos sospechosos.
De no haber sido por la estricta vigilancia de Xiao Gao, las consecuencias habrían sido desastrosas.
Zhong Yu lo había intentado todo para atacar su debilidad, pero aun así fracasó.
En lugar de capturar a su objetivo, terminó siendo capturándolo él mismo.
Fuera del patio, antes incluso de que el coche se detuviera, Zhong Yu Bai vio a Xue Jinyun sentada bajo la cálida luz del sol, con Zhong Yu a su lado, leyéndole un poema.
El cabello de la mujer se había vuelto blanco como la nieve, y en su estado algo desorientado, lucía una leve sonrisa que suavizaba sus rasgos, antes afilados.
Tirando distraídamente de su cabello blanco, escuchó a su hijo hablar.
Con un libro en la mano, Zhong Yu bajó la cabeza para leer las palabras, su rostro libre de su mirada sombría habitual regresó a su papel de hijo, y sólo quedó ese toque de temperamento caballeroso.
Zhong Yu Bai observaba en silencio, sintiendo una repentina punzada de reticencia.
Reticencia por que no quería que su intrusión en ese momento interrumpiera ese raro momento de paz que pasaban juntos madre e hijo.
Zhong Yu Bai levantó la mano y le dijo al conductor: “Detente aquí.”
Sentado el coche, escuchó a Zhong Yu terminar de leer un poema: «Amarre nocturno junto a un Puente de Arce*.»
(N/T: * «Amarre nocturno junto a un puente de arce» (枫桥夜泊, Fēngqiáo yèbó) es el título de un poema clásico chino, atribuido al poeta Zhang Ji de la dinastía Tang. El poema describe una escena tranquila y melancólica durante la noche, en el puente de arce (枫桥, Fēngqiáo) cerca del Templo Hanshan en Suzhou. La frase se refiere a la acción de anclar un barco o una embarcación por la noche junto a este puente.)
“En las afueras de la ciudad de Gusu, en el Templo de la Montaña Fría, las campanas tocan al barco de pasajeros a medianoche.”
Así que no se trataba de una lectura profunda, sino de un poema sencillo que todo el mundo en China conoce.
Zhong Yu rió entre dientes y dijo: “¿Te acuerdas, mamá? Me enseñaste a leer esto de pequeño; en los últimos años, cuando estuve lejos de casa, releía a menudo estos poemas de primero y segundo grado y me di cuenta de que los chinos tienen una forma muy especial de recordar su lugar de origen.”
Mientras hablaba, su rostro desprendía una sonrisa dulce poco común.
La luz del sol parecía embellecerlo todo.
Zhong Yu Bai miró por la ventanilla del coche, que había reducido la saturación de los colores, y observó durante largo rato, hasta que sus rostros se fueron difuminando, quedando sólo dos figuras acurrucadas una contra la otra.
Aquellas dos figuras le recordaron muchas cosas.
Al final, dejó los regalos en la puerta. Zhong Yu Bai le indicó al conductor que se marchara, decidiendo finalmente no molestarlos.
Después del Año Nuevo, Boyang celebró una reunión.
Una reunión relacionada con la transferencia de acciones.
Zhong Yu Bai no lo hizo público; solo convocó a algunos accionistas de Boyang y tampoco reveló la información con antelación. Durante la reunión, presentó su idea de dimitir.
En medio de las exclamaciones de sorpresa, Zhong Yu Bai continuó hablando con calma, dividiendo las acciones que poseía en una proporción de 3-3-4, como si cortara un pastel. La mayor parte iría a su hermano mayor, Zhong Jing, quien estaría a cargo de la empresa a partir de ahora.
De las acciones restantes, se quedaría con una parte para él y le dio la otra parte a Zhong Yu.
En ese momento, Zhong Yu, sentado a su lado, se quedó atónito, quiso preguntar por qué, pero tenía la garganta bloqueada.
Al ver su confusión, Zhong Yu Bai tomó la iniciativa de explicarle e ignorando a los demás presentes dijo directamente. – “No puedo devolverte todo lo que quieres, pero la parte a la que renuncio es un favor. En el futuro, sigue a tío y estudia mucho.”
Miró a Zhong Yu con ojos decididos y claros.
Las palabras de Zhong Yu Bai eran claras, pero también vagas.
Por ejemplo, la palabra ‘favor’ implícitamente insinuaban que se trataba de un regalo y que, en su opinión él, Zhong Yu Bai, no le debía nada a la familia Zhong.
Al final de la reunión, Ding Jialing, que lo había estado siguiendo, no pudo evitar preguntarle por qué había decidido finalmente dejar Boyang.
Zhong Yu Bai miró el cielo exterior, que se había aclarado nuevamente, y luego miró la tierra que todavía parecía un páramo y dijo: “Solía pensar que no había nadie en este mundo a quien realmente le importara, así que dejé de preocuparme por mi futuro, pero estaba equivocado.”
‘Aquellos que te aman nunca se irán; simplemente se quedarán en el mundo de una manera diferente…’
Él creía en ese dicho, por eso sentía su presencia constantemente.
Ella era la luz del sol, la lluvia, las hojas, incluso el polvo sobre su cuerpo, prestando atención a cada uno de sus movimientos, convirtiendo todo lo que se podía rastrear en sus ojos en su mayor preocupación.
Ding Jialing miró la alta espalda del hombre con una mirada confundida.
Zhong Yu Bai reflexionó profundamente y luego se volvió para mirar a Ding Jialing y dijo. – “Ven conmigo.”
Ding Jialing se quedó atónito por un momento, luego preguntó vacilante: “Pero… ¿qué pasa con los acuerdos de cooperación fuera de la empresa?”
“No hace falta vigilarlas de cerca y se recuperará si hay beneficios. En definitiva, no perderé dinero.” (Zhong Yu Bai)
Zhong Yu Bai no era estúpido; simplemente estaba devolviendo a la familia Zhong lo que originalmente le pertenecía.
No iba a soltar los huevos en la canasta; la red seguía en sus manos, solo que ahora se transformará de inversión de la empresa a inversión personal.
Fue una decisión calculada con mucha astucia y prudencia.
Zhong Yu Bai nunca se permitirá perder, solo liberándose de los grilletes podría alcanzar mayores alturas.
Ding Jialing miró el acuerdo de transferencia de acciones y suspiró: “De verdad está dispuesto a renunciar.”
Echando un vistazo al documento, Zhong Yu Bai dijo con indiferencia: “Es solo un recorte parcial, sigo siendo uno de los máximos accionistas entre los actuales accionistas, así que ¿por qué no contratar a alguien que trabaje para mí?”
Tras considerarlo, Ding Jialing asintió y dijo sonriendo: “entonces, ¿a partir de ahora no te importa si Boyang vive o muere?”
“Si sobrevive, me generará ganancias. Si muere, no tendré que recoger el cuerpo.” (Zhong Yu Bai)
Mientras hablaba, Zhong Yu Bai levantó la comisura de los labios en señal de alivio y añadió. – “La obra el Huérfano de Zhao terminó abruptamente, sin dejar un final para el público. Ahora tienes que llenar los huecos, imaginarlo e incluso experimentarlo usted mismo.”
Solo cuando uno se convierte en un personaje de la historia, en el momento que resulta más difícil salir de la ficción, luchando por comprender el desenlace de la misma, sólo se puede remontar a la causa de la historia, sólo entonces se podrá encontrar pistas sobre los acontecimientos posteriores.
“Es curioso cómo no me di cuenta antes, al final, solo quiero paz y tranquilidad.” (Zhong Yu Bai)
Bajo el árbol de acacia de la residencia de Zhong, Zhong Yu Bai contempló la copa del árbol.
Tras observarlo un rato, Zhong Yu Bai llamó al jardinero encargado de la limpieza y dijo sin reticencia alguna: “Envía a alguien a talar este árbol.”
Sentado en la fría sala de estar, escuchando el sonido de las máquinas serrando madera afuera, Zhong Yu Bai sacó el pañuelo que su madre le había dejado.
En ese lúgubre día de invierno, la luz del sol se filtraba a través de los ornamentados cristales de las ventanas, limpiando instantáneamente el polvo y revelando esos cuatro caracteres claros en sus ojos.
[‘Libertad y felicidad.’]
(N/T; En chino 4 caracteres: 自由、快樂.)
Sólo había oído que en el mundo existe un ciclo de causa y efecto, pero quién hubiera pensado que el amor también seguía un ciclo de reencarnación.
***
En marzo, justo cuando se acercaba el cumpleaños de Ji Zhen Tang, la temporada de lluvias en Singapur llegó a su fin y las precipitaciones eran cada vez menos frecuentes, ella hojeó un calendario chino, comprobando los ciclos estacionales, pensando que pronto llegaría la primavera a su ciudad natal.
Cuando Ji Zhen Tang dejó la casa de té el año pasado, hizo un acuerdo secreto con Shen Shu de que la llamaría tan pronto como florecieran las begonias silvestres el año siguiente; e independientemente de si volviera a verlo o no, quería saber las noticias primero.
Así que pasó el largo mes de marzo esperando.
Sin embargo, el día de su cumpleaños, la llamada de Shen Shu que esperaba no llegó, en su lugar, apareció un viejo conocido.
Tras charlar con Melody sobre algunos asuntos de trabajo y salir de la sede de la empresa, Ji Zhen Tang levantó la vista bajo la deslumbrante luz del sol y vio a un hombre con un traje impecable apoyado en el frente de un automóvil.
Sorprendida, corrió hacia él…
“¡Ding Jialing! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Te he echado mucho de menos!”
Aunque dijo que lo echaba de menos, en cuanto llegó al coche, no pudo esperar a abrir la puerta.
Al instante siguiente, Ji Zhen Tang vio el interior vacío y dejó escapar un suspiro de frustración y desánimo.
Y luego escuchó a Ding Jialing decir: “Feliz cumpleaños, señorita Ji.”
Había una sonrisa amable y cálida en su rostro.
Ji Zhen Tang, sin embargo, no pudo igualar su calidez. “¿Todavía sigue ocupado limpiando su puerta?”
Al escuchar eso, Ding Jialing dio un pequeño paso al frente y con una expresión un tanto enigmática, dijo en voz baja: “Las begonias silvestres están en flor y todo va bien.”
Era como si estuviera transmitiendo un informe cuidadosamente preparado.
Ella no pudo evitar sonreír cuando lo oyó.
Era muy probable que Zhong Yu Bai le hubiera pedido que transmitiera esas palabras, y Ji Zhen Tang incluso podía imaginar la mirada tranquila y pensativa en el rostro de Zhong Yu Bai al decirlo, debió ser más refinado y profundo que el de Ding Jialing.
Pensando en eso, subió al coche y preguntó apresuradamente: “¿Adónde me llevas?”
Él respondió: “El Sr. Zhong le ha preparado una sorpresa de cumpleaños.”
Mientras hablaba, le entregó un sobre y Ding Jialing dijo: “Un pequeño regalo.”
Ji Zhen Tang lo abrió rápidamente y sacó una foto de ellos tomada en la casa de té.
En un vibrante día de primavera, cuando todo está lleno de vida y las begonias silvestres estaban aún intactos por la lluvia, estaban sentados entre las flores, con leves sonrisas en sus rostros, como si fuera el tranquilo final de una historia.
En aquel entonces, su relación no era tan profunda; aún estaban probando los límites entre el cariño y el amor.
“Me gusta mucho esta.”
Ella miró la foto y no pudo evitar sonreír, por esta belleza que ya había pasado y sin embargo, parecía durar para siempre.
Después de decir eso, Ji Zhen Tang miró la señal de tráfico que había afuera y su sonrisa se desvaneció bruscamente al contemplar el mar y preguntó con miedo: “Espera, ¿vamos a la bahía de Liu Luk?”
Aquel día, con el atardecer pintando el cielo, ella le preguntó, pero él no respondió, solo dijo: “Lo sabrá cuando lleguemos.”
Ji Zhen Tang aferró el borde de la foto, con el corazón repentinamente acelerado. – “¿De verdad… Tenemos que ir?”
Ding Jialing rió suavemente y respondió: “No hay vuelta atrás, señorita.”
Habló sin intención, sus palabras fueron dichas literalmente, pero Ji Zhen Tang no pudo evitar percibir algo más en sus palabras.
Estaban en un camino sin retorno.
Malinterpretando sus palabras, sintió una sutil sensación de alivio, por lo que sonrió levemente mientras contemplaba la puesta de sol.
Desde la distancia, pudo ver un crucero atracado en la bahía de Liu Luk, con las palabras ‘Arca de Noé’ grabadas en un costado del barco.
Ella salió del coche y se unió al grupo de turistas que subían las escaleras. Mientras subían, le preguntó a Ding Jialing: “¿Es este… su barco? Es muy grande.”
Ding Jialing respondió: “Es un barco que el Sr. Zhong pasó medio año construyendo para usted, señorita Ji.”
Ji Zhen Tang se detuvo en seco se giró y lo miró con asombro: “¿En serio? ¿Para mí…? ¿Este crucero?”
Ding Jialing sonrió y respondió con una pregunta: “Señorita Ji, ¿conoce la historia del Arca de Noé?”
Ella pensó un momento, miró las palabras en inglés y respondió: “Es una historia del evangelio de Génesis de la Biblia, ¿verdad? Dios desató un diluvio sobre el mundo y, Noé construyó un arca para que su familia, parientes y a algunas aves y animales se refugiaran y pudieran escapar. Al final, Dios tuvo misericordia y sobrevivieron.”
Ding Jialing asintió mientras escuchaba y continuó poniéndola a prueba: “Entonces, ¿sabe su significado?”
“Quizás…” – Ji Zhen Tang reflexionó por un momento, adivinando: “¿Podría simbolizar la fe? La fe en la supervivencia.”
Respondió: “Y también la salvación y el renacimiento.”
Sus pasos se detuvieron en la cubierta, y con el atardecer reflejándose en el cielo y el mar, el mundo parecía bañado en oro.
De pie sobre el suelo dorado, Ji Zhen Tang miró el ‘Arca de Noé’ bajo sus pies, reflexionando sobre esas palabras: salvación y renacimiento.
Después de un momento, ella sonrió y dijo: “Lo entiendo. Pero, sabes, mi arca no es un barco; sino una persona.”
La bahía de Liu Luk, el lugar donde una vez se cayó de un barco y flotó hasta la orilla en medio de aguas ensangrentadas. Esa fue una experiencia que su madre le dijo que no recordara ni mencionara bajo ninguna circunstancia.
Después de tantos años, el secreto ya no era un secreto. Alguien estaba allí y construyó un arca nueva para ella.
En ese momento, comprendió la intención de Zhong Yu Bai.
La segunda parte comienza donde quiera que termine la primera.
Agachando la cabeza, Ji Zhen Tang descendió a la parte ligeramente inferior de la cabina.
Bajo la dorada luz del atardecer, la suave luz del sol iluminaba los cuadros que colgaban en las paredes.
Al ver esas obras tiernas y vívidas de su infancia, se quedó paralizada.
Esos trazos atrevidos y brillantes, antes enterrados y casi olvidados en una caja polvorienta en su oscura estantería, ahora estaban enmarcados en las paredes, iluminados por el sol, a la vista de todos.
Él atesoraba cada palabra que ella había pronunciado.
El año pasado, en su cumpleaños, le había regalado una casa de té y un campo de flores.
En otro cumpleaños, Zhong Yu Bai había organizado una exposición de arte para ella, cumpliendo su último sueño inacabado.
La exposición se titulaba Pájaro Libre.
Pasó junto a cada cuadro, llegando al final del camino.
De pie ante un cuadro exquisitamente enmarcado, Ji Zhen Tang sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas y estaba a punto de sacar su teléfono para tomar algunas fotos para conmemorar la ocasión.
Sin embargo, mientras rebuscaba el teléfono en su bolso, sacó sin querer un fino trozo de papel.
Su pequeño regalo cayó al suelo.
Ji Zhen Tang se agachó rápidamente para recogerlo.
La foto estaba boca abajo y se sorprendió al descubrir que Zhong Yu Bai había escrito algo en el reverso.
Su letra era poderosa y firme, como él: recta y elegante.
Ji Zhen Tang parecía reacia a terminarla y leyó cada palabra lentamente, saboreándola.
[‘Hoy, un mar de begonias florece para ti, extendiéndose sobre montañas y valles. Y aún anhelo amarte sin preocuparme por el final del viaje.’]
Después de que esas palabras de amor fueran recitadas en silencio en su corazón, unos pasos lentos y constantes se acercaron y finalmente se detuvieron justo frente a ella.
“Ah’Zhen.” (Zhong Yu Bai)
Zhong Yu Bai sonrió con dulzura; su voz profunda, lenta y magnética, llegó a sus oídos junto con la brisa marina.
“Feliz cumpleaños. Te amo.” (Zhong Yu Bai)
Una vez le había dicho que quería celebrar su cumpleaños con ella el año siguiente.
Ella le había contado que de niña siempre había soñado con organizar una exposición de arte, y que, si pudiera nombrarla, la llamaría ‘Pájaro Libre.’
También le había dicho que, si declaras tu amor al atardecer, la larga noche parecerá menos insoportable.
Así que él apareció a tiempo para hacerlo realidad para ella.
Los rayos de luz dorada se derramaron sobre el suelo, el sol poniente se hundió en el mar en una despedida espectacular, protegiendo cada uno de sus sueños puros e inmaculados.
Era la forma más grande de romance que él podía ofrecerle.
Ji Zhen Tang levantó la cabeza y vio su ‘Arca de Noé.’
<•❅──────✧❅✦❅✧──────❅•>
Fin de la Historia Principal
[Criando Begonias]
Nota del Autor: Lo que más me enorgullece de este libro es que no hay ningún capítulo cerrado. Parece que mis habilidades de escritura han mejorado (me doy una palmadita en el pecho). No puedo garantizar los capítulos extras.
Probablemente cambiaré el nombre del libro, así que no se equivoquen de canal. Tienen que esperar una semana para el capítulo extra, y es posible que no lo escriba. Si no hay capítulo extra lo terminaré aquí.
No sé si redactaré la historia de Chen Ke x Zhu Qingying. Es posible que aún no se publique, así que lo dejaré de lado por ahora.
Por último, pero no por ello menos importante, me gustaría recomendar un trabajo sobre el mismo tema, «Lluvia común», escrito por Jiang Yingdeng y Liang Jing. ¡Me encanta! ¡Por favor vayan y véanlo!
«Ramas doradas y hojas de jade.»
Zhu Qingying ha estado acostumbrada a dividir a los hombres en dos bandos desde que era niña: los buenos y los malos.
Liang Jiating está en algún punto intermedio entre los dos. Él es su amado novio y también su raro recuerdo de juventud.
A Liang Jiating le gusta dividir a las mujeres en dos grupos: las que le gustan y las que lo ignoran.
Zhu Qingying pertenece a la tercera categoría: aquellos que están completamente dedicados a él.
La razón para rechazarla fue simple: no le gustan las chicas buenas.
Cuando se fue al extranjero a estudiar, estaba acostumbrado a ver Caballeros rojos y damas verdes*. Cuando regresó a su ciudad natal unos años después, vio a su antigua novia de la infancia vestida con un cheongsam, ofreciendo sacrificios a los antepasados en el salón ancestral. Desde la distancia, la vio de pie en el pabellón, con una apariencia hermosa y digna.
(N/T: *»紅男綠女» (hóng nán lǜ nǚ) significa «Caballeros rojos y damas verdes», y se refiere a jóvenes vestidos con ropa elegante, especialmente en el contexto de una celebración o reunión. Literalmente, «hombre rojo» y «mujer verde» eran los colores tradicionales que se usaban en la vestimenta de los novios en la antigua China. El rojo simbolizaba la alegría y el éxito, mientras que el verde representaba la primavera y la juventud, por lo que eran colores asociados con la celebración del amor y las bodas.)
Ella creció hasta convertirse en una belleza esbelta y elegante que llamó su atención.
Liang Jiating tenía malas intenciones y estaba a punto de subir para hacerle recordar los viejos tiempos, pero un joven de buena apariencia salió de un auto de lujo estacionado en la puerta y le bloqueó el paso.
La otra parte extendió su mano cortésmente, se presentó con una sonrisa y había un dejo de sondeo en sus ojos: «Hola, soy su prometido».
Quién no ha oído los rumores, que el joven maestro visitante, Chen Ke, tuvo mucha suerte de tener una cita a ciegas con la hermosa dama de la Mansión Zhu.
Nadie sabía que cuando Chen Ke era un adolescente, había escondido la foto de identificación de la niña en su billetera.
Montañas cálidas y agua suave, una sonrisa como una primavera eterna.
Diez años más tarde, la muchacha realmente se convirtió en su esposa.
———————————————–
Nameless:
Ahora realmente hemos llegado al fin de la historia principal de la novela, han sido casi 3 meses de traducción (la inicié el 23/02/2025), creí que la podía terminar rápido, pero me equivoqué Jiji… Pero igual espero que les haya gustado la novela, aún faltan los extras, se que son largos y es posible si los astros se alinean que pueda terminarlo la próxima semana…
Ahora sí…. ¡Buena lectura!
Anterior | Novelas | Menú | Siguiente |