
Capítulo 7: El gran jefe y la pequeña artista
No pudo descifrar ninguna de sus expresiones. Ji Zhen Tang bajó la cabeza y sorbió el Bak Kut Teh.
“¿Cómo está la sopa?” – Preguntó Zhong Yu Bai.
Ella asintió con la cabeza: “Muy deliciosa, como el sabor de mi infancia. Mi madre solía cocinar esto.”
Ese no era un banquete occidental; era cocina Nanyang. Además del Bak Kut Teh, el camarero también trajo un plato de pasteles verdes Nyonya. La comida de su infancia le trajo muchos recuerdos envejecidos. El húmedo y sofocante clima de la isla de Xingzhou, su ciudad natal a la que nunca podría regresar.
Al oírla mencionar a su madre, él sintió una sutil curiosidad, pero Zhong Yu Bai no indagó más. Presentó: “Riverside Garden, es un hotel construido por inmigrantes de Xingzhou hace cincuenta años. Trajeron a un grupo de viejos chefs que han estado trabajando aquí hasta hoy.”
Ji Zhen Tang comentó: “Chefs de Xingzhou, no es de extrañar.”
Su madre era la razón detrás de su expresión de ‘no es de extrañar.’ La conversación informal llegó a ese punto, y él debería haber respondido con un ‘¿no es de extrañar?’ propio, pero tal vez el escaso interés le impidió extender ese tema infinitamente.
Zhong Yu Bai no preguntó, y ella no sacó a relucir sus propios asuntos. Él no tocó sus palillos, observando tranquilamente a Ji Zhen Tang mordisquear la torta de coco.
Él fue muy profundo; no expresó sus necesidades y se limitó a decir que era mejor hablar de las cosas con el estómago lleno.
“Esa camisa tuya es muy bonita, muy elegante, pareces un erudito, como un maestro.”
Elogiar su ropa era también elogiarlo como persona. Ella no levantó la cabeza, elogiando con una facilidad practicada, que en realidad era sincera. Con un rostro de estudiante tan puro, siempre hablaba con más honestidad que esos astutos colegas de trabajo, lo que hizo reír a Zhong Yu Bai.
Él miró hacia abajo a la suave tela de su camisa y dijo: “Cuando visitas la escuela, uno debe parecer erudito para evitar llamar la atención.”
Ji Zhen Tang dijo: “Ni siquiera necesitas fingir; tu temperamento es muy parecido al de un profesor, y pareces tener un buen carácter, ese tipo de profesores suelen ser muy populares, y todas sus clases están abarrotadas de gente.”
Después de mencionarlo, Zhong Yu Bai recordó eventos pasados y dijo: “Hace unos años, me invitaron a brindar orientación técnica a varios estudiantes de maestría.”
“¿Qué cursos enseñaste? ¿Cómo construir barcos?”
Él levantó una ceja. – “¿Hiciste trampa?”
Ella bromeó: “Un amigo de mi amigo trabaja en tu empresa y me lo contó todo. No esperabas eso, ¿verdad?”
Zhong Yu Bai sonrió y preguntó: “¿Qué más te dijo?”
“¿Cómo puedo contarte todo? No sería divertido entonces.”
Su expresión se estancó y la miró con una mirada más profunda. Ella se ató el cabello en una cola de caballo y cuando bajó la cabeza, los contornos perfectos de sus cejas y ojos se resaltaron en la luz y la sombra. El tenue color marrón en sus ojos hacia que la gente se sintiera intoxicada.
Él no bebía vino, pero después de observarla durante largo rato, sintió una nueva y extraña sensación de embriaguez.
El agua del río murmurante fluía bajo sus pies, reflejando las luces de neón por todo el río. Ella miró el crucero brillantemente iluminado, como si pudiera escuchar los vítores de los niños ricos.
Zhong Yu Bai relajó ligeramente su postura.
Después de que Ji Zhen Tang terminó de comer, finalmente preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”
Zhong Yu Bai ya no se anduvo con rodeos. Al verla dejar sus cubiertos, sacó a relucir el asunto principal: “Ji Xinhe es tu tía, ¿verdad?”
“Sí.”
Inmediatamente, Zhong Yu Bai explicó su propósito.
Su abuela estaba a punto de cumplir noventa años y este año la familia tuvo la idea de celebrar su cumpleaños. Se habían estado preparando meticulosamente durante casi un año, pero todavía había algo que no se había materializado.
Zhong Yu Bai quería hacerle un vestido, pero después de buscar entre muchos sastres, ninguno era adecuado. Algunos eran demasiado vanguardistas, otros demasiado vulgares; él dijo que su abuela tenía un gusto muy exigente.
Ji Zhen Tang se dio cuenta de repente: “Quieres que el Pabellón Luotang haga el vestido para tu abuela.”
No lo confirmó ni lo negó: “Tiene buena reputación.”
“Pero yo no soy sastre. ¿Por qué no vas directamente con mi tía?”
“Tiene un grupo de clientes habituales y usó eso como una razón para rechazarme.”
Ella reflexionó: “Sí, ella solo acepta pedidos de clientes familiares.”
Ji Xinhe no era una persona materialista.
Aunque los clientes del Pabellón Luotang eran todos de orígenes prestigiosos y podrían considerarse de clase alta, todavía estaban lejos de familias como los Zhong. Quizás tenía miedo de causar problemas; si Ji Xinhe hubiera sido alguien que codiciaba la fama y la riqueza, ese asunto se habría resuelto fácilmente, pero desafortunadamente, no lo era.
Ji Zhen Tang lo pensó con angustia, luego apoyó la barbilla en la mano y dijo con una sonrisa: “Comer la boca de la gente es suave *, te ayudaré a encontrar la manera.”
(N/T: * Si comes comida proporcionada por otra persona, tendrás que decir cosas buenas sobre esa persona cuando te lo pregunten.)
Zhong Yu Bai asintió levemente: “Estoy profundamente agradecido.”
Ella dejó los palillos y observó con cautela al hombre que tenía delante.
Parecía tranquilo, con un toque de amabilidad. Este tipo de afabilidad aporta un fuerte sentido de tolerancia, como si esa persona nunca se enojara. No importa lo que diga la otra parte o cómo lo intente, él solo sonreirá y no discutirá con ella, manteniendo cierta distancia interiormente.
Él no discutirá con ellos, porque su corazón está fuertemente cerrado a cal y canto y es indiferente al bien y al mal.
Ji Zhen Tang fingió desinterés y mencionó casualmente su origen familiar: “¿Has oído hablar de mi padre? Vende té y es bastante famoso, se llama Ji Huan.”
Ella continuó con entusiasmo y Zhong Yu Bai la siguió sin problemas: “¿Dónde?”
“En el área de Jiangsu, Zhejiang y Shanghai. Pero ha estado queriendo expandirse al extranjero recientemente. Desafortunadamente, hacer negocios no es fácil y los tiempos no son buenos, por lo que ha presentado algunas dificultades.”
El tono del hombre era plano e imparcial cuando dijo: “Cuando la suerte es mala, eventualmente cambiará.”
El pensamiento del gran jefe era de hecho amplio y brillante, pero: “Dicho esto, cuando las personas no pueden ver el camino a seguir, tienden a sentirse ansiosas y perdidas, ¿verdad?”
“En lugar de esperar ansiosamente que la buena fortuna caiga en tu regazo, es mejor prepararse con calma y esperar las oportunidades.”
Zhong Yu Bai habló sobre verdades simples, mientras lentamente tomaba el vino, le dijo de manera reconfortante: “La mentalidad de un hombre de negocios es más importante que la suerte.”
Después de reflexionar sobre sus palabras, Ji Zhen Tang bajó la cabeza, sintiéndose un poco avergonzada por su indagación no tan inteligente. Pero afortunadamente, cuando levantó la cabeza para mirarlo nuevamente, el hombre permaneció elegante y tranquilo, solo preguntándole si había comido lo suficiente.
Cuando terminó la comida, Ji Zhen Tang en realidad no había comido mucho. Al final, se metió un bocado de pastel Nyonya en la boca, dejando su cuenco vacío.
Cuando la dejó en la escuela ese día y detuvo el auto en la puerta de los dormitorios de la Universidad de Qingcheng, Zhong Yu Bai inesperadamente le hizo una última pregunta: “¿Cómo te llama él normalmente?”
Ji Zhen Tang tardó cinco segundos en darse cuenta de que el “él” al que se refería era Zhong Heng, por lo que respondió: “A veces me llama ‘hey’, a veces me llama por mi nombre completo, ocasionalmente ‘Xiao Tang’.”
“Entonces esta noche, no te llamaré Xiao Tang.” – El hombre se sentó en la oscuridad y dijo lentamente. – “Estaré esperando tus buenas noticias, Ah’Zhen.”
Ji Zhen Tang sintió como si alguien le hubiera pellizcado la punta de su corazón, que estaba suave y colapsado.
Miró a los ojos profundos del hombre, dudó por un momento y eligió el silencio. El silencio también era una forma de evitar, esquivando el gancho inminente de la otra parte.
Sonrió y saludó con la mano: “Buenas noches, gran jefe.”
Cuando salió del auto, la esbelta figura de la chica en la noche dejó un color brillante en su retina, y Zhong Yu Bai sonrió levemente. – “Buenas noches, pequeña artista.”
En la ternura desbordante, vio cómo sus luces traseras carmesí se desvanecían como el final de una obra de teatro, desapareciendo en la noche iluminada por la luna, dejando atrás solo un rastro de romance primaveral.
***
De vuelta en el dormitorio.
Tan pronto como empujó la puerta, Ji Zhen Tang escuchó la voz de Zhou Zhi. – “Vaya, vi a Zhong Heng venir a ver a Tang Tang nuevamente hoy. ¡Es realmente guapo! Si saliera con un chico así, no haría nada más que mirarlo a la cara todo el día. Envidio a Tang Tang hasta la muerte. Me pregunto cómo se siente salir con alguien tan guapo.”
“Sensación: O él muere, o yo muero.” – Ji Zhen Tang apareció justo a tiempo, revelando una expresión de zombi en sus ojos. – “Tengo noticias de primera mano, él es tan guapo y ahora está soltero, date prisa y aprovecha la oportunidad.”
Zhou Zhi: “Vaya, ¿han terminado? ¿Qué se decía en los foros? ¡Efectivamente, ni siquiera han podido durar tres meses!”
Su Yunli, que se estaba quitándose el maquillaje, hizo una pausa y también la miró.
Ji Zhen Tang respondió con indiferencia, hundiéndose en su propia silla.
Zhou Zhi se acercó para cotillear.
“¿Quién dejó a quién?”
“¿Por qué rompieron?”
“¿Hubo infidelidad de por medio?”
Ji Zhen Tang pensó un momento y dijo: “Debido a que el período de maduración de los hombres tiende a prolongarse, para mantener la conversación durante mucho tiempo, debes soportar pensamientos de bajo nivel. He alcanzado el límite de mi tolerancia.”
Una respuesta que cubre las tres preguntas.
Lin Guixue, que estaba acostada en la cama viendo dramas, asomó la cabeza por detrás de las cortinas y gritó: “¡Estoy de acuerdo!”
Zhou Zhi preguntó: “¿Qué pasa? ¿Zhao Siqi te ha ofendido de nuevo?”
Lin Guixue se quejó: “¡Ni lo menciones, este tipo es un sinvergüenza!”
(N/T: Recuerden que Zhao Siqi es el novio de Lin Guixue.)
Después de desahogarse, cerró las cortinas con fuerza, sin querer seguir discutiendo.
Zhou Zhi: “¿Eh? ¿No estaban ustedes dos todavía en la etapa de flirteo? ¿Rompieron antes incluso de estar juntos?”
Ji Zhen Tang probablemente adivinó la frustración de Lin Guixue; esos jóvenes ricos tenían comportamientos muy similares.
Antes de irse a dormir, agarrando con fuerza la foto autografiada de la celebridad más importante que había recopilado, Ji Zhen Tang pensó que, afortunadamente, gracias a la integridad de su tía y su falta de voluntad para ofender a a Zhong Yu Bai, le permitió a Ji Zhen Tang disfrutar de la gloria y haber experimentado el esplendor de un restaurante de primer nivel.
Al pensarlo, su mano resbaló y la foto autografiada cayó de la litera superior al suelo.
Zhou Zhi gritó: “¡Dios mío, el autógrafo de mi hermano! ¿De dónde lo sacaste?”
Ji Zhen Tang vaciló: “Uh, yo… lo encontré en… en la calle.”
“¿Cómo es posible? ¡Nunca había visto esta foto antes! ¿De dónde la sacaste? ¡Vamos, dímelo!”
Ella no lo explicó, solo quiso ser complaciente y dijo con una sonrisa: “No sé, te la daré.”
Si no fuera por esa foto autografiada tan buscada, Ji Zhen Tang podría haber pensado que Riverside Garden era solo una parte de su sueño.
***
En la temporada de lluvias de mayo, Ji Zhen Tang regresó al Pabellón Luotang. El sonido de Ji Xinhe operando la máquina de coser resonó nítida y rítmicamente. Pronto fue eclipsada por los pasos alegres e impacientes de la persona que entró corriendo por la puerta: “Tía, ¡tengo buenas noticias!”
Ji Zhen Tang se abalanzó sobre Ji Xinhe y la abrazó por los hombros por detrás con una sonrisa.
Ji Xinhe dejó las herramientas en su mano y sonrió cálidamente: “Di lo que quieras, sé imprudente.”
Ji Zhen Tang se acercó a su oído y parloteó sobre lo que Zhong Yu Bai le había solicitado que hiciera.
Mientras Ji Xinhe escuchaba, la sonrisa se desvaneció de su rostro y sus cejas se fruncieron levemente y replicó sarcásticamente: “¿Tienes la habilidad de traerme negocios? ¿Qué pasa si no estoy de acuerdo, qué vas a hacer?”
Ji Zhen Tang sonrió y dijo: “Mi tía es hermosa y de buen corazón, ¿por qué no quieres hacer grandes negocios? Simplemente lo siento por ti.” – Mientras hablaba, le pellizcó el hombro afectuosamente a su tía.
Ji Xinhe se rió entre dientes, dándole una palmada en la muñeca.
“¿No es así? Se sincera.”
“Realmente estás poniendo trampas a la gente puede saltar.” (Ji Xinhe)
“Entonces, ¿estás de acuerdo o no?” – Ji Zhen Tang la miró expectante.
Ji Xinhe dijo: “Déjame pensarlo.”
Ji Zhen Tang continuó avivando las llamas. – “Pero ya disfruté de una gran comida con esa persona.”
“¿Solo con una comida te convenció?”
“Esa no fue una comida cualquiera; disfrutamos de la vista en Riverside Garden.”
Ji Xinhe suspiró: “Realmente es un pez gordo, gastando dinero tan generosamente.”
“¿Verdad? Sincero hasta la médula.”
Mientras hablaba, ayudó con esmero a su tía a ordenar la casa, diciendo: “Supongo que Zhong Yu Bai ofrecerá un precio alto, pero no aceptes su dinero. Cuando llegue el momento, podemos pedir una deuda de gratitud, eso es más útil.”
“Pequeña mocosa, eres muy inteligente.” – Ji Xinhe levantó la mano y le dio un golpecito en la frente. – “Si puedes ayudar o no es otra cuestión, pero no te atrevas a tener ideas retorcidas.”
Ji Zhen Tang cayó en el sillón reclinable después de que ella lo empujara, inclinando su cabeza hacia atrás, dijo: “¿Cuál es el problema? La creación de redes funciona así, ¿sabes? Me gusta hacer amigos.”
Ji Xinhe permaneció en silencio por un rato, con un rastro de preocupación frunciendo su ceño. – “Simplemente despedí a uno y aquí viene otro. Hay infinitas ventajas que obtener y infinitas pérdidas que sufrir.”
Ji Zhen Tang negó con la cabeza. – “La relación es diferente, y también lo es el estatus. Simplemente no hay comparación.”
“…” – Ji Xinhe no respondió, continuó con su costura.
Ji Zhen Tang se recostó en la silla y, al ver su silencio, le dijo lo que tenía en mente. – “Tía, Zhong Yu Bai es poderoso e influyente, todos dicen que es increíble. Lo que estoy pensando es que, si pudiera ayudar a papá en sus negocios, papá podría quererme un poco más si pudiera ayudarlo.”
(N/T: Pobre niña…)
“…” – Ji Xinhe hizo una pausa en sus acciones y la miró.
Sintiéndose algo culpable, Ji Zhen Tang bajó la voz: “¿Estoy siendo demasiado irrealista?”
“¡Estás soñando!” – Ji Xinhe rompió sin piedad su burbuja de fantasía. – “¿Qué habilidad tienes para pedirle a alguien que te ayude? ¿Hacer una prenda de vestir puede llamarse un favor?”
Esta vez fue el turno de Ji Zhen Tang de quedarse callada.
Se retorció los dedos, sintiéndose triste.
Unos minutos después, Ji Xinhe preguntó: “¿Qué te hizo tu papá?”
Ella susurró: “Nada. Solo que cuando le pedí dinero, fue tan frío que me dolió mucho.”
Lo que necesitaba era un tipo de relación exclusiva, ya sea parentesco, amistad o amor, parece que le resulta muy difícil ser pura y exclusiva, y su destino es compartir el amor con mucha gente.
Al escuchar, Ji Xinhe dijo: “No te preocupes por cosas innecesarias. Ya sea que te ame o no, solo obtén tus gastos de manutención”
Ji Zhen Tang murmuró: “Incluso si no hay amor, un poco de cariño sería suficiente. De todos modos, nunca pensé que me amara.”
Después de pensar durante mucho tiempo, Ji Xinhe dijo: “Me pondré en contacto con él y veré si a la anciana le gusta el diseño. Pero si insiste en dar dinero, no hay nada que pueda hacer.”
Ji Zhen Tang sonrió alegremente. – “¡Entiendo, entiendo!”
Levantó su teléfono. – “Entonces hablaré con él.”
Ji Xinhe dijo: “Pídele que venga a la tienda.”
Tan pronto como terminó de hablar, Ji Zhen Tang sacó su teléfono con impaciencia y corrió feliz escaleras arriba.
Abrió la ventana del segundo piso y se apoyó contra ella. La brisa fresca del día lluvioso trajo un escalofrío que rozó sus mejillas cálidas y secas. El viento se mezcló con el largo tono de ocupado del teléfono, cayendo suavemente sobre sus delgados tímpanos.
La ansiosa anticipación y ansiedad de la espera se hicieron más fuertes.
Después de una docena de segundos, la llamada se conectó.
Ji Zhen Tang bajó la voz y deliberadamente habló en un tono áspero, pero algo lindo: “Hola, ¿adivina quién soy?”
En la atmósfera muy tranquila, Zhong Yu Bai hizo una pausa, luego bajó la voz y dijo: “Espera un momento.”
Escuchó algunas voces provenientes del otro lado, probablemente de una sala de reuniones. Luego él se levantó, dio unos pasos, sus zapatos de cuero hicieron pisadas amortiguadas en el suelo, y pronto la puerta se cerró.
Pronto llegó a un entorno abierto.
Zhong Yu Bai contuvo el volumen y habló suavemente, saludándola: “Buenas tardes, Osita Ji*.”
(N/T: *小熊 = XiaoXiong = Pequeño Oso = Osito(a))
Una sonrisa brillante se extendió por los labios de Ji Zhen Tang.
El hombre también sonrió suavemente y con un toque de calidez, dijo: “Dile a tu hermana que la estoy esperando.”
Ella continuó bajando la voz, imitando un tono de oso: “La hermana dijo que hay buenas noticias.”
Zhong Yu Bai, al oír eso, no mostró mucha emoción y tampoco preguntó cuál era la buena noticia, como si ya lo supiera y solo estuviera esperando el resultado. Después de unos segundos de contemplación, preguntó en voz baja: “¿Hay algo mejor?”
Ella preguntó: “¿Como qué?”
“¿Como dónde encontrarnos la próxima vez?”
La Osita Ji reveló una suave sonrisa: “Dijo que espera que vengas a buscarla a la Calle Rain Lantern lo antes posible, ¡date prisa, date prisa!”
Zhong Yu Bai no pudo evitar reírse entre dientes: “Es un trato.”
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