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DCEVL – 53

21 enero, 2025

Capítulo 53 – Encuentro

 

“¿Cosas más felices?”

La posición de su espalda contra su pecho era demasiado peligrosa. Yu Lingxi no pudo resistirse a darse la vuelta y mirar el rostro de Ning Yin empapado en la sombra de la tenue luz.

Ning Yin emitió un sonido bajo de “hmm”, sosteniendo sus brazos en el alféizar de la ventana, rodeándola.

Sus ojos eran profundos y pesados, con luces y sombras muy tenues, como una mota de luz de estrellas dispersa entre las nubes.

Yu Lingxi, como si estuviera presa de sus pensamientos, de repente se dio cuenta de que los ojos de Ning Yin brillaban cuando no estaba matando gente.

El viento de la noche dispersó las tres mil linternas del cielo y las sombras en la escalera se balancearon levemente.

Ning Yin levantó su mano derecha para sostener la parte posterior de su cabeza, con una expresión extrañamente gentil que inducía al trance.

“Es mi turno de devolverle el favor, señorita.” (Ning Yin)

Casualmente inclinó la cabeza y, cuando su aliento cayó sobre sus labios, Yu Lingxi abrió ligeramente los ojos.

La sorpresa momentánea la hizo olvidarse de reaccionar.

En primer lugar, Ning Yin rara vez tomaba la iniciativa de besarla. Tanto en su vida pasadas como en la presente, solo tomó la iniciativa en el almacén lleno de la Fragancia de la Dicha Definitiva, y fue indiferente y carente de cualquier emoción.

En segundo lugar, estaba asombrada por la calidez de los labios de Ning Yin, diferente de su frialdad habitual.

Un leve chasquido vino desde la escalera, como si algo cayera al suelo.

Las pestañas de Yu Lingxi temblaron e inconscientemente miró hacia la fuente del sonido, pero Ning Yin le pellizcó la barbilla y la giró hacia atrás para evitar que se distrajera.

Tocó sus suaves labios, primero los trazó delicadamente con la punta de la lengua, luego abrió la boca, engullendo lentamente sus labios, saboreándolo poco a poco como si probara el mejor manjar del mundo.

Poco a poco, todas esas habilidades deliberadas fueron completamente descartadas, presionado, enganchado y dejando sólo una demanda instintiva.

Ning Yin siempre disfrutaba viendo las expresiones en los rostros de otras personas cuando intentaban escapar, pero fallaban, incluso no se perdía en absoluto el dolor que retorcía el rostro de una persona moribunda, porque para él, esos eran los placeres más hermosos.

Sin embargo, en ese momento, sus pestañas lánguidamente abiertas cayeron, proyectando una sombra de rendición y arremolinándose como si sólo su dulzura pudiera llenarla.

Yu Lingxi fue presionada hacia atrás, su figura se inclinó, su espalda baja presionada contra el frío alféizar de la ventana, su cabello negro, parecido a la seda ondeando ligeramente con la brisa nocturna, entrelazándose en los ojos oscuros de Ning Yin.

La lámpara octogonal bajo del alero extendió un círculo borroso de luz sobre su cabeza y el corazón de Yu Lingxi latía rápidamente, golpeando contra su pecho.

Algo se ablandó y se desbordó en su corazón.

Ella se aferró al alféizar de la ventana con fuerza, temerosa de caer, temerosa de ahogarse en los delgados labios de Ning Yin.

Ning Yin ahogó una risa suave en su garganta, estabilizando su cintura firmemente con una mano y la otra presionando firmemente su mano que sostenía al azar el alféizar de la ventana, guiándola para envolverla alrededor de su cuello.

Yu Lingxi encontró algo a lo que aferrarse, su pecho se presionó lentamente contra el de él y cerró las pestañas temblando.

La torre de gran altura estaba en silencio y no se oía ni siquiera el susurro del viento. Solo sus respiraciones se entrelazaban, calientes y rápidas.

Cuando sus labios se separaron, fue como despertar de un hermoso sueño, que persistía con un regusto persistente.

‘Así que esto es «aún más feliz.»’

Yu Lingxi se aferró débilmente a sus hombros, jadeando como una persona ahogada al que acababan de rescatar del mar.

Ning Yin, por otro lado, permaneció sereno, pero sus labios estaban un poco más brillantes y dijo con una sonrisa ronca y profunda. – “Señorita, su respiración necesita algo de práctica.”

Yu Lingxi apretó su agarre en su ropa, casi como si lo estuviera castigando, y jadeó brevemente. – “Está bien, mañana encontraré a alguien con quien practicar.”

Los brazos que rodeaban su cintura sin apretar se tensaron ligeramente y Ning Yin le pellizcó suavemente la barbilla, haciéndola levantar la cabeza.

“¿Qué está murmurando?” (Ning Yin)

Miró el rostro sonrojado y encantador de Yu Lingxi, entrecerrando peligrosamente los ojos. – “Señorita, si tiene una boca tan quisquillosa, es posible que otros no sean tan dedicados como yo.”

Yu Lingxi estaba impotentemente molesta con él. Obviamente, él era el de la boca quisquillosa, pero incluso golpeaba a otros con un arpón.

Le hubiera gustado practicar con alguien más, pero desafortunadamente, llevaba dos vidas colgada del mismo árbol.

Fuera de la ventana, las linternas del cielo flotaban una a una en medio de la noche azul oscura. <imreadingabook.com> Cuando sopló el viento, la cálida luz naranja y amarilla se dispersó, sin dejar claro cuál era su ‘Que cada año sea siempre pacífico.’

Las preocupaciones de Yu Lingxi se balancearon junto con las linternas flotantes, elevándose hacia el vasto cielo.

Ella pensó que su cuñada podría tener razón.

“¿Sabes cómo se llama esto?”

Ning Yin la miró a los ojos, sus pálidos labios carmesí se curvaron, y dijo en voz baja. – “Relación ilícita*.”

(N/T: 茍合 = Tiene varios significados, combinar, gratitud, me quede con la de arriba.)

Yu Lingxi se quedó atónita por un momento y luego levantó sus pestañas delineadas por la tinta, respondiendo suavemente. – “No hay nada ‘ilícito’, solo ‘relación’.”

Esta vez fue Ning Yin quien se quedó atónito por un momento.

Poco después, se rió muy levemente, su pecho vibró suavemente por la risa y se sentía tan dulce y suave en su boca.

Era tan raro que deseaba poder ocultarla, esconderla en el lugar más profundo, para que esos hermosos ojos solo brillaran para él.

“Fue mi negligencia.” (Ning Yin)

Ning Yin levantó su dedo y acarició el cabello suelto en la sien de Yu Lingxi y dijo en voz baja y ronca, llena de satisfacción. – “La próxima vez que busque pasar un buen rato y disfrutar un hermoso paisaje, encontraré un sofá cómodo y espacioso y me aseguraré de que la señorita obtenga lo que desea.”

El viento hizo crujir la ventana y Yu Lingxi volvió a sus sentidos, empujó su sólido pecho y dijo. – “Levántate, es hora de bajar.”

Si su hermano mayor notaba que algo andaba mal, seguramente habría otro interrogatorio.

Ning Yin observó las escaleras con calma, miró el suelo vacío y dijo. – “Está bien.”

Él obedientemente aflojó su brazo, sin saber lo que se estaba gestando en su pequeña mente, y la siguió.

Yu Lingxi se frotó los labios ligeramente entumecidos, sin atreverse a dejar que Ning Yin viera lo inútil que parecía con las mejillas sonrojadas y caminó hacia la salida con la cabeza gacha.

Luego ella hizo una pausa y vio un trozo de colgante de jade que había caído en la entrada de las escaleras.

Cuando los pasos de Ning Yin se acercaron, Yu Lingxi frunció los labios, presionando rápidamente el colgante de jade debajo de su zapato.

 

***

 

Xue Cen se paró en el Puente Lingxiao, mirando hacia el vasto cielo nocturno. Había una lámpara de oración a sus pies que aún no había sido encendida.

Yu Lingxi se quedó en silencio en el pasillo por un momento, se recompuso y luego caminó suavemente hacia Xue Cen.

Al verla, Xue Cen, que todavía no había logrado ocultar por completo la tristeza en su rostro, apartó la mirada de manera torpe.

Ning Yin estaba en la escalera al final del largo pasillo y tenía una vista panorámica de todo lo que sucedía en el Puente Lingxiao.

Su humor era excepcionalmente bueno en ese momento y ni siquiera se molestó en preocuparse por Xue Cen, quien fingía estar triste, parado allí como un tonto, tratando de llamar la atención.

Además, tenía curiosidad por ver cómo Yu Lingxi manejaría la situación actual.

(N/T: Era imposible que Ning Yin no se hubiera dado cuenta, es más, creo que lo planeó meticulosamente bien, porque el mismo dijo que había formas de herir su corazón.)

Si la señorita no manejaba el asunto de manera satisfactoria, no tendría más remedio que intervenir personalmente.

Él no era una persona paciente, e incluso si ella fuera a suplicarle llorando más tarde, no sería misericordioso.

Justo cuando estaba pensando en ello, hubo movimiento en el Puente Lingxiao.

Yu Lingxi sacó un colgante de jade de su manga y se lo entregó a Xue Cen. – “Hermano Cen, se te cayó esto.”

El rostro de Xue Cen mostró un toque de sorpresa, seguido de una sensación de pánico.

Ella lo había descubierto, sabía de que había ido al ático justo ahora y se había topado con ella y el guardia llamado Wei Qi…

Tomó el colgante de jade, y los huesos de sus dedos se pusieron ligeramente blancos mientras se obligaba a tragarse las palabras ‘aventura ilícita.’

Esas sucias palabras nunca deberían usarse para describir a la segunda hermana; ni siquiera estaban permitidas en su mente.

“Gracias.” – No se atrevió a mirarla a los ojos, y su voz normalmente clara se tiñó con un poco de muda paciencia.

‘¿Ese guardia sedujo a su segunda hermana o la había obligado?’ (Xue Cen)

‘¡Era la segunda hermana a quien más apreciaba y a quien había protegido durante diez años! ¿Cómo podía Wei Qi ser tan audaz y tocarla tan imprudentemente?’ (Xue Cen)

No pudo evitar especular maliciosamente sobre Wei Qi, sintiendo una mezcla de dolor y enojo.

“En realidad, soy yo quien debería agradecerte.”

Justo cuando estaba pensando en ello, la voz de Yu Lingxi fluyó como un manantial claro, suave y tranquilo. – “Gracias por tu noble espíritu e integridad, por no perturbar la belleza de ese momento.”

Dijo que fue un momento ‘bello.’

Los ojos de Xue Cen se enrojecieron gradualmente, sosteniendo el colgante de jade en su mano.

Xue Erlang, que no había perdido la compostura en el ático, fue derrotado por sus palabras amables e implícitas en ese momento.

Él no era tonto; entendió lo que ella quería decir.

“Eres demasiado joven, Segunda Hermana.” (Xue Cen)

La voz de Xue Cen era áspera mientras la miraba. – “Beber veneno para saciar tu sed arruinará tu vida.”

“¡A’Cen, Sui Sui!” (Yu Huanchen)

La voz de Yu Huanchen llegó, interrumpiendo su conversación con una sonrisa. – “No pude encontrarte por ningún lado y resulta que te estabas escondiendo aquí!”

Xue Cen giró rápidamente su rostro para evitar revelar su estado emocional actual.

“¿De qué están hablando aquí? ¿Puede escuchar este hermano mayor?” (Yu Huanchen)

Yu Huanchen se cruzó de brazos, su mirada recorrió a los dos y luego notó que algo andaba mal.

“A’Cen, tú…” (Yu Huanchen)

Justo cuando Yu Huanchen estaba a punto de preguntar, Yu Lingxi rápidamente dio un paso adelante, bloqueando la vista de su hermano mayor.

“No es nada; solo estábamos admirando las linternas.”

Yu Lingxi conocía el orgullo de Xue Cen, así que miró la nueva borla en la empuñadura de la espada de su hermano y cambió de tema.

“Hermano mayor, la borla de tu espada es muy bonita. ¿No planeas devolverle el regalo a mi cuñada?”

Xue Cen se dio la vuelta, su rostro ahora había recuperado calidez y gentileza y dijo en un tono suave. – “Las joyas y el colorete del Pabellón Wanzhen son los mejores de la capital. Huanchen, ve a buscar algo como regalo para tu Señora, si llegas tarde, la tienda podría cerrar.”

“No puedes esperar para ahuyentarme, ¿te sientes culpable?” (Yu Huanchen)

Yu Huanchen se rió entre dientes, frotó la parte superior de la cabeza de su hermana y le dijo a Xue Cen. – “Niño, no intimides a mi hermana.”

Xue Cen no respondió.

Esbozó una sonrisa y dijo proactivamente. – “El vino de ciruela de la Torre Wangxian es excepcional, te acompañaré a probarlo.” (Xue Cen)

Solo entonces Yu Huanchen enganchó el hombro de Xue Cen y se alejaron con una sonrisa.

Mientras bajaban las escaleras, los pasos de Xue Cen vacilaron por un momento, pero no se dio la vuelta.

Ning Yin estaba de pie en las sombras de las escaleras, observando la gran mano de Yu Huanchen que acarició la parte superior del cabello de Yu Lingxi.

Frotándose las yemas de los dedos, sus ojos se entrecerraron ligeramente y tarareó en voz muy baja.

Hasta que la gente que le estorbaba se hubo marchado, puso sus manos detrás de su espalda y bajó tranquilamente las escaleras.

“Ning… Wei Qi.”

Yu Lingxi se corrigió y le sonrió levemente, sus ojos claros estaban limpios y carecían de cualquier rastro de oscuridad.

Ning Yin se acercó con indiferencia, levantando la mano para cepillar suavemente su cabello, como si tratara de quitarle un poco de suciedad.

“¿Qué pasa con mi cabello?”

Yu Lingxi levantó la mano confundida y se tocó la parte superior del cabello.

¿Podría ser que hubiera recogido algo de polvo o telarañas mientras bajaba las escaleras?

“Señorita, debe tener suerte. Estoy de excelente humor ahora mismo.” (Ning Yin)

Ning Yin se sacudió las perlas de su cabello, diciendo casualmente. – “La próxima vez, puede que ese no sea el caso.”

¿Cuándo será la próxima vez?

Yu Lingxi sonrió, pensando que después de ‘intimidarla’ durante tanto tiempo, ¿por qué debería ser feliz durante un año y medio?

Ning Yin pareció ver a través de sus pequeños pensamientos y dijo casualmente. – “Para una persona sin corazón como yo, la señorita no debería esperar que yo viva en paz por más de un día, a menos que…”

Bajó la mirada hacia los bonitos labios de Yu Lingxi, revelando una sonrisa que contenía una implicación profunda y significativa.

 

***

 

En el palacio imperial, en la Torre Qiong que está fuertemente custodiada

La Emperatriz, adornada con una intrincada túnica de fénix tejida en oro, acompañó al Emperador mientras contemplaban las linternas en el cielo fuera del palacio, mientras le masajeaba silenciosamente los hombros.

La mirada del Emperador finalmente se posó en el rostro de la Emperatriz. Vio que ella permanecía natural y sin adornos, sin competir por su favor, lo que evocó tiernos recuerdos de su juventud.

Acostumbrado a mujeres aduladoras y de carácter fuerte, el Emperador, en su vejez, se hizo cada vez más consciente del valor del comportamiento tranquilo y sereno de la Emperatriz.

El curtido rostro del Emperador se suavizó y dándole una palmadita en la mano a la Emperatriz, dijo. – “El Príncipe Heredero no está a la altura, igual gracias por su arduo trabajo.”

“No importa lo agotador que sea hacer cosas que son mi deber como su humilde súbdita, nunca estaré tan cansada como Su Majestad.” (Emperatriz)

La expresión de la Emperatriz Feng se mantuvo sin cambios y continuó amasando suavemente. – “Tan’er* respeta profundamente a Su Majestad en su corazón, pero simplemente no sabe cómo expresarlo. Ayer, incluso dijo que, si él se entera del paradero del Séptimo Príncipe, tendrá un compañero para compartir las preocupaciones con Su Majestad.”

Al escuchar eso, Cui An, que estaba parado a un lado, enarcó una ceja.

‘¿La Emperatriz está loca? ‘ (Cui An)

El Tercer Príncipe es estúpido, el octavo príncipe tiene solo dos meses, por lo que el Séptimo Príncipe es el único rival fuerte del del Príncipe Heredero.

Un formidable rival.

‘La Emperatriz debería haber eliminado a Ning Yin y a la familia Yu juntos por completo. ¿Cómo se atreve a revelar por iniciativa propia la noticia de la supervivencia de Ning Yin al Emperador?’ (Cui An)

“¿El Séptimo Príncipe?”

El Emperador realmente recordó al niño del Palacio Wuhan, cuyo rostro ni siquiera podía recordar y frunciendo el ceño, dijo. – “Cuando la concubina Li fue asesinada cuando escapó del palacio, ¿no se informó que el Séptimo Príncipe murió sin encontrar su cuerpo?”

La Emperatriz Feng respondió. – “De hecho, es cierto que los funcionarios de Da Lisi cerraron el caso de esa manera en ese entonces, sin embargo, el General Yu ha estado investigando durante tanto tiempo; por lo que creo que pronto habrá buenas noticias.”

“¿Yu Yuan?”

El Emperador apretó la mano de la Emperatriz y se quedó en silencio por un momento antes de preguntar. – “¿Él también está involucrado en esto?”

Al darse cuenta de su error, la expresión de la Emperatriz Feng cambió sutilmente. Caminó hacia un lado, se recogió la falda e hizo una reverencia y dijo. – “Cometí un error. El otro día, el Príncipe Heredero vino a presentar sus respetos y escuché que el General Yu está investigando en secreto el paradero del Séptimo Príncipe y pensé erróneamente que era una orden de Su Majestad…”

Después de escuchar eso, Cui An finalmente entendió la intención de la Emperatriz.

Incluso un villano tan despreciable y sucio como él no pudo evitar admirar desde el fondo de su corazón su ingenioso plan. El truco de la Emperatriz, para desviar los problemas del Palacio del Este fue realmente maravilloso.

El Emperador era desconfiado por naturaleza y cauteloso con sus cortesanos que habían hecho grandes logros y con sus propios hijos, especialmente aquellos que podrían amenazar su autoridad. El poder sólo puede ser otorgado por el Emperador por iniciativa propia, pero nunca permitiría que otros se lo arrebaten…

De lo contrario, ¿cómo murieron los Príncipes anteriores?

Las palabras casuales de la Emperatriz enredaron hábilmente a la influyente familia Yu y al exiliado Séptimo Príncipe, tocando con precisión el nervio sensible del Emperador.

“Está bien, vuelve a ponerte de pie.”

El Emperador se frotó los dedos y reflexionó durante mucho tiempo, luego se puso de pie y dijo. – “Estoy cansado, la Emperatriz también debería descansar temprano.”

“Respetuosamente me despido de Su Majestad.” – La Emperatriz hizo una reverencia y se despidió.

Cuando levantó la cabeza de nuevo, la sumisión de su rostro se desvaneció, volviéndose tan pacífica que casi parecía indiferente.

 

***

 

Llovió levemente durante la noche.

Cuando se despertó por la mañana, los ladrillos verdes estaban húmedos y los restos de linternas de oración cubrían las calles.

Ning Yin sostuvo una uva de piel morada, miró al cielo por un rato y dijo con disgusto. – “Chen Feng, no vendas estas uvas la próxima vez, son demasiado ácidas.”

Al observar la malhumorada espalda de su maestro, Chen Feng se sintió bastante agraviado.

Había seleccionado específicamente esas uvas ácidas; si las uvas del cargamento fueran demasiado dulces, mucha gente las compraría, lo que no favorecería el intercambio de información.

Ning Yin entró en la residencia con las uvas, cerró la puerta y separó las capas de papel de aceite que envolvían las uvas, las miró con calma, las colocó en el candelabro y las encendió.

Tan pronto como las soltó, las llamas revolotearon hacia abajo, convirtiéndose en cenizas negras y dispersándose en un abrir y cerrar de ojos.

Sobre la mesa, había una pieza de jade negro toscamente tallado.

El trozo de jade negro, del tamaño de una palma, estaba cortado en secciones cuadradas perfectamente prolijas en la parte inferior y un cierto objeto yacía horizontalmente en la parte superior, y los contornos de su forma ondulada se podían discernir vagamente.

Acaba de ser tallado toscamente y todavía era necesario tallarlo con cuidado.

Ning Yin tomó el jade negro con los contornos redondeados que le arañaban la mano y lo acarició con cuidado.

Cuando este jade estuviera finamente tallado, sería el momento de que se vaya.

Esa clase de cariño y falta de voluntad para separarse era sólo el principio, y luego se disipó como una burbuja de aire.

‘Entonces, me llevaré a la persona contigo.’

Ning Yin se sostuvo las sienes, bajó los ojos y sonrió. – ‘Ella lo prometió, ¿no?’

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