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DCEVL – 23

12 noviembre, 2024

Capítulo 23: ¿Debería salvarla?

 

El ‘Tac’ de una piedra golpeó el tronco del árbol.

El tonto canario que estaba parado en la rama se sobresaltó, gorjeó una vez y se alejó volando.

La serpiente negra falló su ataque, retrajo su lengua y volvió a esconderse entre las flores, ocultando sus huellas.

Con el ‘buen espectáculo’ de Ning Yin interrumpido, él giró la cabeza para mirar a Yu Lingxi, sin ninguna emoción en sus ojos, como hielo negro.

La niña bajo el árbol de flores, que tenía una expresión pintoresca en su rostro, aplaudió para sacudirse el polvo de las manos y dijo. – “No me gustan las serpientes. Muerden a las personas cuando se calientan, son de sangre fría e ingratas.”

Ning Yin se rió entre dientes, un sonido muy ligero.

“Pero señorita, las serpientes están destinadas a morder a la gente.” – Dijo.

Sin embargo, no había rastro de sonrisa en sus ojos, solo una pizca de burla. – “Nacen con sangre fría, viven en la oscuridad, incapaces de adaptarse al calor de los humanos. ¿Cómo se las puede culpar por morder?”

Su razonamiento malvado y retorcido, como en el pasado, dificultaba que la gente lo refutara.

“Necesitamos encontrar un guardia para ahuyentarlo.” – Dijo Yu Lingxi, sintiéndose desconcertada por su forma de pensar tan fría.

“Debería matarla.” – Dijo Ning Yin de repente, mirando a la serpiente negra enroscada en el árbol.

Yu Lingxi miró el perfil de Ning Yin, insegura sobre el significado detrás de sus palabras.

En su vida pasada, cuando no podía entender los pensamientos de Ning Yin, cedía en el momento adecuado. Entonces, bajó los ojos, levantó su mano izquierda magullada y con costras y extendió la palma hacia él, suspirando suavemente y dijo aparentemente sin querer. – “Mi mano todavía me duele.”

Como era de esperar, los ojos de Ning Yin se levantaron ligeramente.

Ella misma se azotó con mucha fuerza, pero terminó buscando parecer lamentable delante de él.

“¿Por qué la Señorita me protege?” – Sus labios se curvaron ligeramente, desviándose del tema de la serpiente.

Yu Lingxi lo miró. – “¿Qué piensas?”

Ning Yin negó con la cabeza. – “La Señorita es demasiado inteligente; no puedo entenderlo.”

Al ser elogiada como ‘inteligente’ por una persona genuinamente inteligente, Yu Lingxi no sabía si estar orgullosa o avergonzada.

“Es mejor hacer que me debas un favor a que albergues más odio hacia mí.”

Yu Lingxi dijo con franqueza. – “Además, también soy responsable de este asunto.”

Ning Yin se quedó en silencio.

Una flor de magnolia blanca cayó de la rama, aterrizando a los pies de Yu Lingxi, emitiendo un sonido suave.

Se agachó para recoger la magnolia con los pétalos intactos, y luego escuchó la voz indiferente de Ning Yin a su lado. – “¿Está la Señorita satisfecha con mi actuación?”

“¿Qué actuación?” – Yu Lingxi todavía sostenía la flor, su falda color granada fluyendo elegantemente hasta el suelo.

“No le corté el brazo derecho a Qingxiao”

La comisura de los labios de Ning Yin se curvaron ligeramente y su tono era frío. – “¿La Señorita piensa que el brazo de Qingxiao es más útil que el mío?”

Estaba hablando del día en que visitó a Xue Cen, cuando Yu Lingxi lo ignoró y decidió tomar el brazo de Qingxiao para subir al carruaje.

¡Habían pasado tres días!

No reflexionó ni se calmó en absoluto; ¡solo estaba pensando sobre ese asunto de una manera sombría!

La cabeza de Yu Lingxi palpitaba y perdió toda la paciencia. Se puso de pie y suspiró. – “Wei Qi, ¿no tienes un poco de compasión y amor por el mundo?”

“¿Amor?” – Ning Yin se rió de repente.

Después de encontrarse en esta reencarnación durante tanto tiempo, fue la primera vez que Yu Lingxi lo vio revelar una sonrisa tan indulgente pero fría. Como una brisa primaveral que derrite la nieve, también se burlaba de todos los seres vivos.

“Me crié en el Coliseo de las bestias.”

Aunque sonrió, sus ojos eran como estanques congelados, mirando tranquilamente a Yu Lingxi. – “Nadie me enseñó esas cosas.”

Sosteniendo la flor de magnolia blanca, las emociones de Yu Lingxi fluctuaron, pero finalmente se calmaron.

Finalmente se convenció de que de que era imposible cambiar la naturaleza de Ning Yin simplemente confiando en pequeños favores materiales y amabilidad.

Vivía en una oscuridad cruel, carente de las emociones de una persona humana normal. <imreadingabook.com> Para enseñarle principios, justicia, honestidad y vergüenza, primero necesitaba convertirlo en una persona que comprendiera el amor.

Permanecieron en silencio durante un largo tiempo hasta que los pétalos se esparcieron por el suelo.

Después de que Yu Lingxi se fue, Ning Yin se quedó de pie en la distancia, todavía sosteniendo una fragante magnolia blanca en su mano.

La bestia salvaje, demasiado vaga para fingir, reveló sus afilados colmillos, sin molestarse en ocultar el veneno de sus palabras.

Pensó que Yu Lingxi se enojaría, pero después de reflexionar durante mucho tiempo, la niña simplemente le entregó la flor de magnolia que tenía en la mano y dijo. – “Wei Qi, no somos enemigos. La Mansión Yu no es el Coliseo.”

Ning Yin bajó los ojos y miró la delicada flor en su palma. Después de un momento, apretó lentamente sus delgados dedos.

Con una suave mueca de desprecio, no estaba seguro de si llamarla estúpida o inteligente.

Si dice que es estúpida, pero también audaz y directa, siempre capaz de disipar su hostilidad en el momento adecuado.

Si dices que es inteligente…

Un leve ‘silbido’ vino de las ramas de flores sobre su cabeza. Los ojos de Ning Yin se volvieron fríos y levantó la mano para atrapar con precisión a la serpiente que estaba tratando de atacarlo.

Con la fuerza de sus dedos, pellizcó la serpiente en la punta de siete pulgadas, y el cuerpo de la serpiente se convulsionó y retorció violentamente, luego se dejó caer flácida, sin emitir ningún sonido.

Ning Yin ató a la serpiente muerta en un nudo y la arrojó al suelo, mirando con una sensación de disgusto sus dedos, ahora contaminados con un olor a pescado.

Si dice que es inteligente, no sabe que, para prevenir problemas futuros, uno tiene que cortar el césped y eliminar las raíces.

 

***

 

Palacio del Este.

“¿Qué dijiste?”

El Príncipe Heredero Ning Tan se puso de pie y dijo. – “Madre no está de acuerdo con convertir a Yu Lingxi en Princesa Heredera. ¿Por qué?”

Cui An, el eunuco con atuendo carmesí y cinturón de jade se quedó de pie y dijo lentamente. – “Hay rumores que la señorita Yu tiene un acuerdo matrimonial con el segundo joven maestro de la familia Xue. Como futuro heredero, Su Alteza el Príncipe Heredero no puede participar en la toma por la fuerza de la esposa de un aliado. Además, la ayuda encubierta del Primer Ministro Xue es crucial y el Príncipe Heredero lo sabe muy bien.”

Al oír esto, Ning Tan sintió una oleada de ira.

“¡Basura!”

Ning Tan barrió una mesa llena de papel y tinta con un movimiento de su manga, haciendo un fuerte sonido de estrépito. Señalando a los dos guardias secretos arrodillados en el suelo, exclamó. – “¡Todos son basura!”

Si Xue Cen hubiera muerto, no habría ningún obstáculo. Sin embargo, sus subordinados no hicieron bien su trabajo y Xue Cen sobrevivió e incluso alertó a la familia Xue.

Temprano esa mañana, el Primer Ministro Xue llegó al Palacio del Este, aparentemente para solicitar al Príncipe Heredero que investigara el incidente de la caída de Xue Cen al agua. Sin embargo, ¿quién sabe si también le estaba dando una advertencia sutil?

El eunuco Cui An ni siquiera levantó la vista y habló en tono lento como antes. – “Su Alteza, no debe volver a actuar precipitadamente. Incluso sin Xue Cen, Su Alteza no puede casarse con la señorita Yu.”

“¿Por qué?”

“Recientemente, ha habido rumores en la capital de que la señorita Yu estuvo en peligro durante la cacería de primavera, pasando un día y una noche sola con un esclavo, comprometiendo su castidad. Con tal mancha, no puede convertirse en la Princesa Heredera.” (Cui An)

Cui An continuó. – “La Emperatriz dijo que elegiría a la hermana mayor de la señorita Yu como consorte para Su Alteza. El valioso regalo que envió a la Mansión Yu debe considerarse una recompensa para la Señorita mayor Yu, así que no ponga excusas y no deje que el gato salga de la bolsa.”

La mente de Ning Tan no estaba en Yu Xinyi en absoluto y solo preguntó. – “¿Dijiste que Yu Lingxi perdió su castidad?”

Cui An respondió. – “Los rumores lo dicen; parece que hay algo de verdad en ello.”

“¿Qué tipo de belleza encantadora es la que hace que Xue Cen soporte tal vergüenza y humillación e insista en casarse con ella?”

Ning Tan se recostó aturdido, jugando distraídamente con su dedo de jade, sintiéndose cada vez más curioso e intrigado.

Sin estar seguro de lo que le vino a la mente, se lamió los labios secos y dijo. – “Ya que ella ya perdió su castidad, qué importa si la pierde una vez más, ¿verdad?”

Cui An levantó los ojos, sabiendo que el Príncipe Heredero no se rendiría hasta acostarse con esa mujer.

Ning Tan era extremadamente lujurioso y, si no se lo controlaba, podría hacer algo aún más escandaloso y sin sentido. Para entonces, sería la Emperatriz quien tendría que limpiar el desastre.

“Si Su Alteza solo quiere probarla una vez, puede que no sea imposible.” (Cui An)

Reprimiendo una mueca de desprecio en sus ojos, Cui An habló lentamente. – “Pasado mañana es el banquete de cumpleaños de la Princesa Deyang.”

Ning Tan se quedó atónito por un momento, luego sonrió. Le dio una palmadita en el hombro a Cui An y dijo. – “Eres realmente inteligente. ¡Baja y haz los arreglos necesarios!”

“Sí.” – Cui An hizo una reverencia y dio un paso atrás.

Al salir del salón principal del Palacio del Este, el joven eunuco con atuendo carmesí y cinturón de jade borró su sonrisa y se detuvo para alzar la mano sobre el hombro que le había palmeado el Príncipe Heredero.

 

***

 

Mansión Yu.

La Princesa Deyang era la hermana biológica del actual Emperador, y cuando el actual Emperador todavía era un Príncipe, pudo estar donde está hoy solo gracias al cuidado de esa Princesa mayor muy capaz.

Por lo tanto, el estatus de la Princesa Deyang era extraordinario, y todas las familias influyentes de la capital enviaban a sus parientes femeninas para asistir a su banquete de cumpleaños y la familia Yu no era la excepción.

Originalmente, Lady Yu planeó asistir a la celebración con su hija mayor, Yu Xinyi como de costumbre, sin embargo, ayer, un asistente del palacio llegó con una invitación instando específicamente a Yu Lingxi a asistir.

Después de pensarlo un poco, Yu Lingxi, que había estado enferma y rara vez aparecía en público durante su juventud, solo había tenido una interacción mínima con la Princesa Deyang.

Sin embargo, como la Princesa Deyang perdió a su esposo en sus primeros años y no tuvo hijos, trató a su sobrino, Ning Tan, como a su propio hijo. La Princesa Deyang jugó un papel crucial en la exitosa ascensión de Ning Tan al Palacio del Este como Príncipe Heredero.

En su vida anterior, después de que Ning Yin matara a su hermano y padre, la Princesa Deyang incluso intentó unirse con los eunucos restantes de la corte para asesinar a Ning Yin por venganza. El resultado fue que Ning Yin orquestó una masacre y convirtió el palacio en un infierno en la tierra.

En el recuerdo de sus vidas pasada y presente que convergen, Yu Lingxi especuló que la razón por la que la Princesa Deyang la invitó específicamente al banquete probablemente estaba relacionada con el matrimonio del Príncipe Heredero.

‘¿Podría ser que ella sienta curiosidad y quiera ver cómo luzco?’

Incluso hasta antes de partir hacia el banquete, Yu Lingxi todavía estaba reflexionando sobre esa pregunta.

A la Princesa Mayor Deyang le gustaban las mujeres gentiles y sencillas, por lo tanto, Yu Lingxi eligió deliberadamente un vestido de un vibrante y encantador color begonia brillante, se aplicó maquillaje rojo y se adornó con joyas, presentando una apariencia deslumbrante.

Al ver eso, Hutao a su lado hizo un puchero.

‘¿Por qué la señorita tiene diferentes preferencias todos los días?’ – La última vez en el Banquete de Primavera, se vistió como un hada pura y simple y esta vez, estaba vestida tan magníficamente como una diosa.

“Señorita, es hora de irse.” – Informó una doncella enviada por Lady Yu desde afuera de la puerta.

“Ya voy.”- Yu Lingxi se examinó en el espejo de bronce durante mucho tiempo, todavía sintiéndose incómoda.

No puede tomar a la ligera nada que involucre a la familia imperial del Palacio del Este.

Al igual que el palacio imperial, la residencia de la Princesa Deyang estaba fuertemente custodiada por los guardias imperiales. A los asistentes al banquete no se les permitía llevar espadas ni hojas afiladas, ni esclavos ni asistentes.

Después de pensarlo un poco, llamó a Qingxiao, que estaba esperando en el pasillo, y susurró. – “Hoy en el banquete, trae dos guardias y espera fuera de la puerta. Los forasteros no pueden entrar en la residencia de la Princesa. Si no he dejado el banquete antes de las 3 de la tarde, dile a mi hermana Xinyi que vaya a buscar al Joven Príncipe del Condado de Nanyang. Ella sabrá qué hacer.”

Qingxiao aceptó la orden. – “Entiendo.”

Frente a la residencia de la Princesa Deyang, los carruajes de varias mansiones se habían detenido a unos tres metros de distancia y la multitud está abarrotada.

Cuando Lady Yu descendió del carruaje, Yu Lingxi hizo lo mismo. En el lado opuesto, Zhao Yuming y Lady Zhao también salieron juntas de su carruaje.

Cuando las dos familias se encontraron, una evidente incomodidad y torpeza apareció en los rostros de la madre y la hija de la familia Zhao.

La señora Zhao y la señora Yu eran hermanas con diferentes madres. La señora Zhao desde que estaba en el tocador, tuvo que competir con su gentil y bella hermana menor por la ropa y las joyas, y al final, su hermana menor se convirtió en la jefa de la Casa del General, mientras que ella se casó con un modesto funcionario del Ministerio de Guerra.

La familia Zhao estaba atravesando tiempos difíciles y la señora Zhao sintió que había perdido prestigio, en consecuencia, cortó el contacto con la familia Yu.

Al encontrarse ahora, descubrieron que Zhao Yuming y Yu Lingxi llevaban el mismo vestido color begonia. A primera vista, las dos figuras desde atrás parecían bastante similares, pero cuando miras sus caras, la diferencia es obvia.

Aunque Zhao Yuming es hermosa, su apariencia es un poco inmadura para ser capaz de llevar un vestido tan vibrante. Por el contrario, Yu Lingxi, con sus rasgos refinados y exquisitos, irradiaba brillo.

La señora Zhao puso una sonrisa falsa y saludó a la señora Yu.

Cuando la madre y la hija Yu se alejaron, la señora Zhao inmediatamente oscureció su rostro y regañó a Zhao Yuming. – “Te dije que no usaras ese vestido, ¡pero insististe! Ahora, que has chocado con ella con el mismo vestido, ella se ve mejor que tú. ¡Realmente has perdido toda la cara!”

La cara de Zhao Yuming se puso ligeramente pálido, retorciéndose las mangas en silencio.

Zhao Xu cojeó y se paró frente a Zhao Yuming y dijo. – “Madre, Yuming se ha arreglado para este banquete durante mucho tiempo. Además, este hijo piensa que Yuming se ve mejor que la señorita Yu.”

“¿Lo crees?” (Lady Zhao)

Madam Zhao se burló, lanzando una mirada de desdén al lisiado que se había caído de su caballo y se había roto la pierna. – “¿De qué sirve tu opinión?”

Mientras Zhao Yuming seguía a la Señora Zhao por los escalones, se detuvo y se giró para mirar a Zhao Xu.

Oculto en las sombras, los ojos de Zhao Xu brillaron con oscuro resentimiento y asintió con la cabeza hacia Zhao Yuming.

 

***

 

La residencia de la Princesa Deyang era magnífica, con un gran número de personas mezcladas en el jardín de flores.

Antes de que apareciera la Princesa Deyang, las invitadas femeninas se reunieron en grupos de dos de tres para intercambiar cumplidos y charlar.

La Mansión del General, con su alto estatus e influencia, siempre ha sido objeto de favor y adulación de varias familias. La Señora Yu se encontraba rodeada de las damas de diferentes mansiones y no pudo escapar por un tiempo.

En tales reuniones sociales, las interacciones interpersonales eran inevitables, por lo que Yu Lingxi se volvió hacia la Señora Yu y dijo. – “Madre, estás ocupada; por lo que iré a buscar a la Princesa de la prefectura de Qingping.”

Yu Lingxi no encontró a Tang Buli, pero vió a a Xue Cen.

Su tez había mejorado significativamente y estaba vestido con ropa blanca como la nieve y manteniendo una distancia educada, estaba sonriendo y charlando con Zhao Yuming.

Al vislumbrar a Yu Lingxi, los ojos de Xue Cen se iluminaron. Se disculpó cortésmente con Zhao Yuming y caminó hacia Yu Lingxi.

“Segunda Hermana.” – Gritó claramente.

“Hermano Cen.” – Asintió Yu Lingxi a modo de saludo, mostrando preocupación. – “¿Te sientes mejor de salud ahora?”

“No es un problema, estoy completamente recuperado.”

Xue Cen la guió hasta un asiento, preparó con sus propias manos una tetera de té y dijo. – “Este es la última variedad de té del año. Segunda hermana ¿te gustaría probarla?”

Yu Lingxi se llevó la taza a su nariz y la olió y descubrió que era muy fragante.

Ella preguntó. – “¿Es esta una variedad de té que acaba de salir este año?”

El gesto de Xue Cen de beber el té era extremadamente elegante, asintió y dijo. – “No está mal.”

Yu Lingxi exclamó suavemente, oliéndolo de nuevo. – ‘¿Por qué el aroma de ese té me parece algo familiar?’

Al mismo tiempo.

El Príncipe Heredero Ning Tan estaba de pie en lo alto del pabellón con su atuendo diario, mirando a las invitadas que iban y venían, agitando un abanico de papel con impaciencia y preguntando. – “¿Dónde está la señorita Yu?”

Una gran sombra proyectada por las nubes se movió gradualmente hacia el oeste en dirección a la mansión de la Princesa Deyang.

 

***

 

La calle trasera de la Mansión del General, en rincón tranquilo sin nadie alrededor.

Se escuchó el sonido de alas cortando el aire, y un halcón gris extendió sus alas, aterrizando en el brazo de un joven.

Quitando el tubo de bambú atado a la pata del pájaro, el joven desdobló el mensaje secreto y, al mirarlo, los ojos de Ning Yin se oscurecieron con frialdad.

El Príncipe Ning Tan fue silenciosamente a la mansión de la Princesa Deyang, como no lo hizo abiertamente y sin tapujos, debe haber algún asunto sucio.

Pensando en Yu Lingxi, quien hoy asistió al banquete con un atuendo espléndido, sus ojos se volvieron más fríos, apagándose con un escalofrío disuasorio.

“Señorita, se lo he dicho antes.”

Se rió entre dientes suavemente, su voz baja con un toque de alegría. – “Si cortas el césped, pero no la raíz, habrá problemas más adelante.”

Su escasa astucia y amabilidad no eran nada frente al poder absoluto.

‘¿Debería salvarla?’

Se apoyó contra la pared y pensó a la ligera.

‘Olvídalo.’

Si aparecía sin motivo, es posible que a ella no le agradara y podría acusarlo de ser astuto e intrigante y estar planeando atormentarla nuevamente.

Después de todo, ella había hecho preparativos con Qingxiao y el Príncipe del condado de Nanyang. – ‘Ella no me necesitaba en absoluto, ¿verdad?’

Se burló, se dio la vuelta para irse, pero sus pasos se ralentizaron inconscientemente y al final se detuvo casi en el mismo lugar.

Apretando sus dedos con fuerza, el halcón gris se alejó revoloteando y la carta secreta se convirtió en polvo, esparcido entre sus dedos.

Sin embargo…

El joven salvaje e indomable levantó la cabeza, entrecerrando los ojos ante el sol oscurecido por las nubes.

Frunciendo sus finos labios, dijo. – “Estoy de mal humor, por lo que es aconsejable matar a alguien.”

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