Capítulo 14: Tomando la iniciativa
Pasado el mediodía, todos los jóvenes herederos invitados a la reunión de caza habían llegado y cada uno de ellos encontró un lugar plano y resguardado del viento al pie de la montaña para acampar.
“Señorita, ya les pedí detalles a los guardias de Qingxiao” (Hutao)
Dijo Hutao, llevando una palangana de agua clara a la tienda y arremangándose para ayudar a Yu Lingxi continuó: “Originalmente, los mozos de cuadra que se suponía que nos acompañarían enfermaron con problemas estomacales anoche, vomitando y teniendo diarrea y estaban demasiado enfermos para levantarse de la cama. El ama de llaves no pudo encontrar a nadie más para ayudar y por casualidad, vio que ese mendigo era un experto en el manejo de caballos, así que lo llamó temporalmente para que ocupara el lugar vacante, diciendo que solo sería responsable de cuidar los caballos y que no se le permitía acercarse a la joven, así que supongo que no habrá ningún problema.”
Mientras Yu Lingxi se mojaba las manos en el agua, su mente estaba ocupada con otra preocupación.
A pesar de que Ning Yin era ignorado en el palacio y carecía de una presencia significativa, alguna vez fue un príncipe imperial y en esta reunión de caza, donde había muchos jóvenes herederos de familias prestigiosas, incluidos aquellas con conexiones imperiales, ¿no tenía miedo de ser reconocido?
Cuanto más pensaba en ello, más sentía que el pasado de Ning Yin era un misterio que nunca había entendido del todo.
“¡Sui Sui, sal rápido! Todas las familias están listas, preparándose para la caza.” – La voz de Tang Buli llegó desde afuera de la tienda, interrumpiendo los pensamientos de Yu Lingxi.
El sol de la tarde era perfecto, haciendo que los poros de su cuerpo se relajaran bajo el calor.
Los jóvenes herederos de las distintas familias ya se habían reunido fuera del bosque, cada uno sosteniendo un hermoso arco. Algunas familias, enfatizando la grandeza, incluso tenían halconeros y perros de caza. El aire estaba lleno de los sonidos de los pájaros y los ladridos de los perros, creando una atmósfera animada.
Yu Lingxi se puso un atuendo de montar escarlata adecuado para montar y para el tiro con arco, sostenía una fusta de montar con empuñadura dorada, guiando al caballo rojo de la Región Occidental en el que su padre gastó mucho dinero para conseguir.
El caballo era precioso, la jinete era una belleza y el atuendo escarlata brillaba intensamente bajo la luz del sol, más llamativa que su apariencia habitual con horquillas de jade y faldas azules.
Por un momento, las miradas de los jóvenes herederos se llenaron de evidente asombro mientras la miraban. Probablemente no habían esperado que la hija enfermiza de la familia Yu, que se crio recluida en las cámaras interiores, fuera una belleza tan deslumbrante.
Xue Cen fue el primero en montar a caballo, después de rodearla, detuvo su caballo y dijo con suavidad: “Segunda hermana, el terreno en el bosque es complicado, cuando nos movamos sigue a la multitud más tarde y no te alejes demasiado.”
“Está bien.” – Asintió Yu Lingxi y se unió al grupo de caza, parándose al lado de Yu Xinyi.
Tan pronto como sonó el cuerno, un centenar de jinetes subieron por la larga ladera, compitiendo entre sí para alejarse, sobresaltando a innumerables aves del bosque.
Al frente estaba Yu Xinyi, vestida con uniforme militar, acompañada por un hermoso joven que sostenía un arco dorado finamente elaborado, los dos estaban uno al lado del otro, indistinguibles en estatus.
La figura de ese joven le parecía algo familiar a Yu Lingxi. Debió haber sido alguien a quien vio en un banquete en su vida pasada.
Yu Lingxi lo observó y avanzó para preguntarle a Tang Buli: “A’Li, ¿quién es el joven que está al frente sosteniendo el arco dorado?”
Tang Buli, protegiéndose los ojos con la mano, miró hacia adelante y luego dijo. – “El joven Príncipe del Condado de Nanyang, Ning Zizhuo, el sobrino del Santo Emperador actual.”
Luego, entrecerró los ojos y golpeó ligeramente el hombro de Yu Lingxi con su fusta, diciendo misteriosamente. – “Aunque el joven Príncipe es pariente del Emperador, es solo un playboy mimado. ¡Ni siquiera pienses en eso! Sé honesta con el segundo hermano Xue Erlang, entre todos los hijos solteros de familias aristocráticas aquí, solo él es digno de ti con su apariencia y talento…”
El tema fue cada vez más lejos, y Yu Lingxi la detuvo, diciendo. – “Solo pregunté casualmente. ¿A dónde quieres ir con eso?”
Justo cuando estaba hablando, de repente escuchó una voz femenina familiar detrás de ella, llamando suavemente. – “Prima Yu Lingxi.”
Yu Lingxi giró la cabeza y vio a Zhao Yuming, sentada rígidamente en su caballo.
Inconscientemente, apretó las riendas. Varios recuerdos superpuestos de su estadía en la Mansión Zhao en su vida pasada pasaron por su mente, congelándose finalmente en el rostro ensangrentado de Zhao Yuming.
‘Quizás debería sentir lástima.’
Pero mientras recordaba las indiferentes palabras de Zhao Yuming, “Prima, tienes que resignarte a tu destino”, mientras la obligaban a subir a la mullida silla de manos del Palacio del Regente en su vida anterior, todos los sentimientos de injusticia y resentimiento desaparecieron, dejando solo un vacío sin fin.
Yu Lingxi se sentó erguida en su caballo y respondió con ligereza. – “Prima.”
Detrás de Zhao Yuming, había un hombre joven, con cejas y cara delgada, que parecía muy femenino y silencioso. Era el hijo adoptivo de la familia Zhao.
Zhao Yuming no era experta en tiro con arco y montaba a caballo lentamente y de manera torpe. <imreadingabook.com> Le tomó un tiempo llegar a donde estaba Yu Lingxi, su mirada recorrió la horquilla de perlas en el cabello de Yu Lingxi y sonrió. – “Estas horquillas de perlas tuyas son bastante hermosas, me pregunto en qué tienda las compraste.”
La luz del sol se filtraba a través de las hojas, proyectando sombras moteadas en los ojos de Yu Lingxi.
Otros habían dicho que Zhao Yuming tenía cierto parecido con Yu Lingxi, pero ahora, no se parecía en absoluto.
Los rasgos faciales de Zhao Yuming eran mucho más suaves y menos distintivos, sus ojos parecían brumosos y encantadores pero carentes de brillo.
Naturalmente, Yu Lingxi no dijo la verdad y respondió casualmente. – “Un estilo antiguo del año pasado, nada especial.”
La sonrisa de Zhao Yuming se congeló por un momento, su rostro rápidamente se puso rojo y luego palideció.
Bajó la mirada y miró su propia ropa.
Sus antecedentes familiares no eran tan buenos como los de Yu Lingxi y sin el apoyo de un padre o hermanos confiables, vestía ropa vieja del año pasado.
Los vítores a la distancia rompieron el silencio en el bosque.
Los ojos de Tang Buli se iluminaron. – “Parece que alguien ya obtuvo el primer premio, ¡tan rápido!”
“Vamos, echemos un vistazo.” – Yu Lingxi no tuvo tiempo de prestar atención a Zhao Yuming, levantó su fusta y cabalgó por el bosque.
Yu Xinyi había cazado un ciervo, tomando la delantera. Casualmente plantó la bandera con el escudo de la familia Yu en el bosque, luciendo extremadamente imponente.
Mientras tanto, el joven Príncipe del Condado de Nanyang había fallado en la competencia, su rostro estaba carmesí por la fatiga mientras montaba a lomos de su caballo con la respiración entrecortada, y miró a Yu Xinyi con resentimiento.
“Solo porque ví que eras una mujer, te perdoné tres puntos antes. ¡La próxima vez, no mostraré piedad!” (Ning Zizhuo)
Ning Zizhuo arrojó una flecha a los pies de Yu Xinyi, levantó la cabeza y declaró arrogantemente. – “¡Otra vez!”
Yu Xinyi arqueó las cejas y girando sobre su caballo, sonrió y dijo. – “¡Joven Príncipe, si vuelve a perder la cara más tarde, no se permiten llantos!”
La multitud vitoreó, y Ning Zizhuo, sintiéndose humillado, se sonrojó aún más. Gritó enojado. – “¡Quien llora es un perro!”
Después de decir eso, azotó a su caballo y persiguió a Yu Xinyi, dejando atrás a sus guardias.
El Joven Príncipe de Nanyang tenía una naturaleza infantil, y Yu Lingxi lo encontró divertido, pero en su corazón, estaba segura de que el enemigo políticos de la familia Yu no podía ser él.
Tang Buli instruyó a alguien para que llevara el ciervo de regreso al campamento, y los espectadores se dispersaron para cazar.
La multitud ya se había alejado, y las habilidades de tiro con arco y la resistencia de Yu Lingxi no eran tan buenas como las de su hermana mayor. Después de dar varias vueltas por el bosque, regresó al campamento con Tang Buli y otras damas nobles.
El sol poniente era hermoso y el arroyo brillaba con una luz dorada.
Yu Lingxi tenía dos conejos grises que había cazado colgando de su caballo y guió al caballo hacia el establo improvisado detrás del campamento.
El lomo del caballo era alto y se preguntaba si se lastimaría si saltaba, cuando en ese momento, una figura familiar se acercó, cruzando los brazos y medio arrodillado bajo los estribos, construyó una escalera con brazos humanos para ella.
‘¿Ning Yin?’
Yu Lingxi quedó atónita por un momento, pisando el estribo, incapaz de moverse hacia arriba o hacia abajo.
“No tengo la costumbre de usar a las personas como taburetes. Por favor, apártate del camino.” – Dijo, con un tono suave, pero en el que se podía escuchar un dejo de disgusto.
Ahora que había decidido quedarse con Ning Yin, tenía que cambiar gradualmente estos malos hábitos suyos que desacreditaban a los demás.
Ning Yin frunció los labios, siguió sus instrucciones y dio un paso atrás.
Yu Lingxi se estabilizó y bajó del estribo, aterrizando de manera inestable.
“Tenga cuidado.” (Ning Yin)
Ning Yin la sostuvo de inmediato, sus largos dedos tenían un dejo de frialdad mientras agarraban firmemente su muñeca.
El corazón de Yu Lingxi se apretó y las puntas de sus dedos temblaron inconscientemente.
Sus ojos se encontraron, y los ojos oscuros de Ning Yin estaban tranquilos, desprovistos de cualquier sensación de control o deseo.
Fue solo entonces que Yu Lingxi recobró el sentido. El joven frente a ella no era el Ning Yin de su vida anterior.
“Gracias.” – Suspiró aliviada y movió su muñeca.
Ning Yin obedientemente soltó su mano. Después de pensarlo un momento, levantó los ojos y le mostró a Yu Lingxi una sonrisa generosa.
La hermosa puesta de sol cayó sobre el horizonte, los pájaros cansados regresaron al bosque y la sonrisa del joven era como la primavera más pura de las montañas, suficiente para despejar toda la bruma.
Se decía que Xue Cen tiene una apariencia refinada y hermosa, similar a Pan An*, pero cuando Ning Yin sonreía, ni siquiera diez Xue Cens podían compararse.
(N/T: Pan Yue (chino: 潘岳; 247–300), nombre de cortesía «Anren» (安仁), fue un destacado poeta chino de la dinastía Jin occidental. Se lo conoce popularmente como Pan An (潘安) y fue muy conocido por su buena apariencia desde muy joven. «Pan An» se ha convertido en el sinónimo chino para los hombres guapos.)
Desde en la víspera de Año Nuevo cuando Yu Lingxi le pidió a Ning Yin que ‘sonriera’, cada vez que la veía, mostraba una sonrisa inofensiva y amistosa.
Parecía que eso podría hacerla feliz y hacer que no le desagradara tanto.
Yu Lingxi pensó que, a lo largo de los años de sus vagabundeos, Ning Yin debe haber desarrollado un nivel extraordinario de alerta y una sensibilidad que estaban más allá de la gente común. De lo contrario, ¿cómo podría ser plenamente consciente del resentimiento y la distancia ocultos en el corazón de Yu Lingxi y aprovechar cada oportunidad para complacerla y actuar bien?
“No te fuerces a sonreír en el futuro.” – Ella dijo.
Ning Yin mostró una ligera confusión y preguntó. – “¿A la señorita no le gusta?”
“No exactamente.” – Respondió Yu Lingxi.
Había una leve sonrisa en los ojos de Yu Lingxi, pero ella deliberadamente frunció los labios y le instruyó con seriedad. – “Pero reír sin motivo parece una tontería.”
Le entregó las riendas a Ning Yin y habló en un tono mucho más ligero. – “Cuida al caballo por mí.”
Después de decir eso, balanceó el pequeño látigo en su mano y caminó hacia el campamento a contraluz.
Al atardecer, los tambores sonaron para terminar la caza.
En el suelo cubierto de hierba junto al arroyo, había muchos pájaros y bestias amontonados. Tang Buli estaba haciendo que alguien los contara, determinando la cantidad de presas que tenía cada familia en función de los emblemas de sus flechas para seleccionar al ganador.
Después de varias rondas de recuento, la familia Yu era la que tenía más presas, ya fuera en cantidad o animales raros como ciervos y corzos.
El príncipe del Condado de Nanyang, Ning Zizhuo, quedó en segundo lugar, seguido de Xue Cen y otros.
La familia que tenían menos las flechas eran la casa de Zhao Yuming, con solo un conejo y un zorro de colores deslucidos.
Por la noche, se encendió una hoguera frente al campamento y tanto hombres y mujeres, jóvenes y viejos, formaron círculos para compartir y darse un festín con el botín del día.
Yu Lingxi ordenó a alguien que cortara una pierna de venado y la distribuyera entre los asistentes que la acompañaban. Luego, escogió algunas frutas y carne asada caliente, y le dijo a Hutao. – “Dale esto por separado a Ning…”
Tras una pausa, cambió sus palabras. – “Ve y dáselo a ese mendigo que cuida los caballos.”
Tan pronto como se hicieron los arreglos, alguien entre sus compañeras preguntó. – “¿Por qué no vemos a la señorita Yuming de la familia Zhao?”
La primogénita de la familia Liu, el Ministro de Guerra, miró a Yu Lingxi sonriendo, pero con un dejo de punzadas en sus palabras. – “Porque alguien tomó todo el protagonismo, cazó todas las presas en el bosque y no dejó espacio para los demás. ¿Cómo podría la señorita Zhao de la familia Zhao atreverse a mostrar su rostro?”
Durante la Expedición al Norte, el padre y el hermano de Yu Lingxi fueron los primeros en sospechar del Ministro de Guerra Liu. Ahora, al observar la actitud de la hija de la familia Liu, estaba claro que la relación entre las dos familias no era buena.
Este evento de caza había traído prominencia a la familia Yu, y Yu Lingxi recordó toda la envidia, los celos y la hostilidad de esos hombres y mujeres jóvenes.
Después de todo, las familias detrás de estos jóvenes herederos representaban los intereses de sus mayores.
Fuera de la tienda, la hoguera estaba animada, pero la tienda de Zhao Yuming estaba en silencio.
Unas cuantas figuras pasaron junto a la tienda, discutiendo. – “Solía pensar que la señorita Zhao era una belleza potencial, pero hoy, de pie junto a la joven dama de la familia Yu, parecía una figura de arcilla que había perdido su color.”
Otra persona se rió. – “¡Así es! Si yo fuera Xue Cen, también preferiría a la señorita Yu, ese aspecto y esa figura… ¡tsk, tsk!”
El sonido de los pasos se alejó y las voces que charlaban se detuvieron abruptamente.
Zhao Yuming miró la bolsa de flechas colocada sobre la mesa, sus dedos en las mangas se apretaron con fuerza al escuchar esto y la tristeza en sus ojos se hizo más profunda, casi al borde de las lágrimas.
Después de un rato, Zhao Xu entró con una pierna de conejo asada. Al ver a Zhao Yuming sentada sola y melancólica, había una clara mirada de angustia en sus ojos.
“Come algo, Yuming.” (Zhao Xu)
Zhao Xu arrancó un trozo de carne de conejo y se lo dio con cuidado en los labios de Zhao Yuming. – “Ya he ahuyentado a aquellos que decían tonterías.”
Zhao Yuming negó con la cabeza. – “No se equivocan. Se supone que una chica deslumbrante y delicada como mi prima es del agrado de todos.”
“Pero a mí no me gusta.” – Dijo Zhao Xu.
Zhao Yuming lo miró, las lágrimas corrían incontrolablemente por sus mejillas. – “¿De qué sirve que no te guste? No tengo un buen padre ni un hermano mayor que me apoye como ella. Dondequiera que vaya, me comparan y me ridiculizan, me consideran inferior a ella.”
“No, durante la cacería de mañana, definitivamente estaré a la cabeza, y definitivamente te apoyaré y daré la cara por ti.” (Zhao Xu)
Siempre que veía a su hermana menor llorando, los ojos de Zhao Xu brillaban con un toque de oscuridad. – “Para entonces, nadie se atreverá a ridiculizarte o menospreciarte.”
***
Con la luna menguante en el oeste, la hoguera se extinguió, dejando solo una chispa que se elevó y desapareció en un instante.
Todos dormían y el campamento estaba en silencio.
El aire frío se filtró a través de los árboles densos y un halcón gris atravesó el cielo nocturno, aterrizando con precisión en el brazo de Ning Yin.
Justo cuando recuperó la información, escuchó pasos deliberadamente suaves desde fuera del bosque.
Ning Yin tenía una audición excelente e inmediatamente reconoció que el sonido provenía del establo de Yu Lingxi.
Lentamente levantó el dedo y lo presionó sobre sus labios, indicando al halcón bien entrenado que no se moviera. Luego se giró, escondiéndose en la oscuridad detrás de un árbol, observando.
Una sombra se coló furtivamente en el establo, sacó una bolsa con algo, lo vertió en el abrevadero de los caballos, lo removió con las manos y se fue apresuradamente.
Cuando la sombra negra desapareció por completo, Ning Yin levantó el brazo y soltó al halcón gris, saliendo de detrás del tronco del árbol.
Luego juntó las manos a la espalda y caminó tranquilamente hacia el establo, cogió casualmente un puñado de forraje, se lo llevó a la nariz y lo olfateó.
Una leve sonrisa apareció en sus labios, una mueca baja de desprecio resonó en su garganta y bajo la luz de la luna, sus ojos emitían una luz fría y afilada.
Parece que, sin que él tenga que hacer ningún movimiento, ya había gente impaciente por encender el fuego y causar estragos.
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