Capítulo 66 – Mi compromiso fue anulado porque me dijo que había encontrado a su amor verdadero
“En cuanto a mi padre, ¿por qué lo capturó la guardia del Rey?”
Los ojos de Edward se abrieron ante la pregunta de Mariabelle.
“Eso es un malentendido. Solo estoy protegiendo al Marqués de Berkeley.” (Edward)
“¿De quién lo está protegiendo?”
“Eso es…” (Edward)
Edward tartamudeó y miró a su padre, el Rey.
Pero el Rey no dijo una palabra.
“El Duque Danzel afirma que el Marqués Berkeley claramente se está revelando contra el Reino.” – Dijo Edward. – “Si lo atrapa, podría ser enviado a las mazmorras. Es por eso por lo que lo detuve primero, para interrogarlo.”
“La torre norte sirve como prisión para los nobles culpables.”
El nivel superior es una habitación de invitados para la nobleza, y se garantiza una vida cómoda excepto por la imposibilidad de salir al exterior, pero la prisión subterránea es solo para criminales, y el ambiente es tan malo que incluso si no eres un noble, es probable que te enfermes después de un largo período de detención en la húmeda y húmeda prisión.
“Yo también he visto la carta de Su Majestad el Rey… pero ¿Su Alteza la recibió directamente de Su Majestad?”
“No. Me la trajo más tarde el Duque de Danzel porque me desmayé durante la sesión de la mañana cuando estábamos discutiendo el caso de Mariabelle. La carta estaba lista, y todo lo que faltaba era colocar el sello imperial.” (Edward)
“El sello se guarda en un cajón que solo se puede abrir con una llave que el Rey lleva consigo en todo momento.”
Por eso lo selló con un sello falso y se lo dio a Edward.
“¿El Duque Danzel presionó el sello?”
“De ninguna manera. El Duque que recibió la llave de Su Majestad me la dio inmediatamente. No tuve más remedio que sacar el sello y sellarlo, pero no estaba satisfecho con su contenido, así que decidí proteger al Marqués de Berkeley antes de que lo capturaran. Si Mariabelle no se casa con un miembro del Imperio, entonces no se hablará más de entregar territorio al Imperio, ¿verdad?” (Edward)
Mariabelle no pudo evitar mirarlo.
Es inconcebible que Edward cometiera un error con el cajón donde se encuentra el Sello Imperial.
‘Si ese fuera el caso, entonces la llave era genuina.’
‘¿Eso significa que el sello imperial en sí ha sido reemplazado…?’
“¿La llave todavía está en tu posesión?”
“Por supuesto. Aquí está.” (Edward)
Edward se golpeó el pecho mientras decía eso.
La forma en que hablaba no parecía que estuviera mintiendo.
Mariabelle estaba confundida.
El Sello Imperial estampado en esa carta parecía ser el real, pero obviamente era falso.
‘Pero ¿quién, cuándo y cómo demonios lo habían reemplazado por uno falso?’
“Es una historia divertida.” – Dijo una voz desde el trono. – “Tengo la llave conmigo. Aquí.”
El Rey sacó la llave de su pecho.
En su mano había una llave de oro opaco.
“¡Entonces eso significa que esta llave mía es falsa!” (Edward)
Para el asombrado Edward, el Rey respondió en voz baja.
“Supongo que sí.” (Rey)
“Pero esta llave fue usada en el cajón donde se guarda el sello imperial.” (Edward)
“¿No te dije que hay más de un lugar para guardar el sello imperial…?” (Rey)
“¿Entonces eso no significa que el Duque de Danzel falsificó el sello imperial?” (Edward)
“…Ya he emitido una orden de arresto.” (Rey)
“Qué cosa tan terrible falsificar el sello imperial y acusar falsamente al Marqués de Berkeley. Yo también lamento no haber estado al tanto del complot del Duque Danzel.” (Edward)
El Rey miró a Edward con una expresión triste mientras Edward inclinaba la cabeza.
“He estado tan ocupado con mis propios deberes últimamente. Tal vez es algo que no se pudo evitar.” (Rey)
“Desearía poder serte de más ayuda, padre, pero lo siento.” (Edward)
Edward ha estado ocupado con los deberes gubernamentales desde que rompió su compromiso con Mariabelle.
Hasta entonces, tenía mucho tiempo para hacer lo que quisiera.
Annette estaba haciendo lo mejor que podía, pero todavía le quedaba un largo camino por recorrer. Pasarían varios años antes de que pudiera ayudar a Edward con su trabajo como lo había hecho Mariabelle.
Edward pensó que debía seguir adelante con el matrimonio con Mariabelle por el bien del Reino.
“Lo siento, Mariabelle.” – Dijo Edward. – “Me equivoqué. Todavía te necesito. Por favor, no seas terca y vuelve conmigo.”
(N/T: Es un reverendo imbécil, todo gira alrededor de él, no se ha arrependido, solo la necesita y por eso la quiere.)
“¿De qué diablos está hablando?”
“Lo siento, no me di cuenta de que solo pensabas en mí. A partir de ahora, te juro que cuidaré de ti también.” (Edward)
Los ojos celestes de Edward estaban llenos de melancolía mientras se llevaba la mano derecha al pecho y suplicaba, igual que el noble de la historia.
Pero esto no era una obra de teatro, y Mariabelle no era una actriz en un escenario.
“¿No fue Su Alteza quien rompió el compromiso diciendo que había encontrado el amor verdadero? ¿Qué estás diciendo ahora?” – Exclamó Mariabelle.
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