Nada más que problemas(2)
«Si me lo ordenas, yo lo averiguaré».
«No, sólo vuelve.»
«Sí».
Después de que Serus retrocediera, que se quedó solo, sacó la nota de su bolsillo. Era una nota llena de preguntas triviales sobre ella. Una vez ordenó a Serus que lo averiguara, pero parecía que algo era incorrecto, así que Fabián pidió devuelta la nota.
«Hmm…» Miró la nota un momento, luego sacó un bolígrafo y escribió algo.
«Le gusta beber y le encantan los niños.»
Su elegante letra añadió una nueva frase.
«Tiende a ser extremadamente agresiva cuando bebe alcohol». (jajaja nota importante xD)
El título en la parte superior de la nota era «Evelyn Felice». Era el nombre de una mujer a la que él debía conocer mejor que nadie, pero no lo hacía.
* * *
El Palacio de Felice era un ambiente donde una cultura poco convencional era genuinamente sentida por el ejército Imperial, incluyendo al Emperador. A pesar de que sus territorios estaban muy cerca y este Reino todavía formaba parte de la Federación Imperial, había una gran diferencia en los modales y la forma de pensar de la gente.
«Su Majestad el Rey, Sir Serus, el ayudante del Emperador, solicita su presencia.»
En primer lugar, el Emperador fue mencionado insignificantemente desde el principio. Incluso la actitud del Rey fue muy indiferente mientras lo escuchaba.
«¿No ves que estoy ocupado?» (jajaja nadie respeta al ex)
Si este fuera otro país después de recibir tal aviso, normalmente el líder Real se apresuraría inmediatamente y tendría una discusión formal con el ayudante del Emperador. Más aún si el mismísimo Emperador se estuviera hospedando en su Palacio desde el comienzo.
«Adrián, pequeño mocoso. Dilo otra vez, Ah, yo… ¡abrazame!»
Pero este Rey de Felice parecía no preocuparse por esas cosas. (jajaja csm con Arturo xD)
«Ahora, inténtalo. ¡Abrazo! ¡Por favor!»
«¡Abraza!»
«Sí, sí, quiero decir, intenta decir la siguiente palabra. Abrazo… ¡por favor!»
El asunto más importante del Rey era escuchar las palabras, «Por favor, abrázame» de este pequeño Príncipe.
«Escúchame, soy el hombre más alto de este Reino. Así que tu primera palabra debe ser para a mí.»
Pero Adrian infló la mejilla para mostrar que no le gustaba.
«Boo….»
«Vamos, di… ¡’Por favor’!»
Cuando Evelyn le dijo que Adrian había dicho sus primeras palabras, Arturo se quebró de dolor. ¿Por qué se perdió el primer momento precioso que tanto deseaba? Así qué había decidido. Debía ser la primera persona que mereciera recibir una palabra del niño.
«Adrian, vamos, dime».
«Buruuuu… Boo!»
«Vamos. Pídeme que te abrace.»
Adrian ya estaba harto. Sus ojos se cansaron mientras inflaba sus mejillas. Se veía tan aburrido como si hubiera recorrido el mundo entero.
«¡No, dame un abrazo!» Estaba muy deprimido por Arturo, y no era sorprendente que su perseverancia y pasión lo hicieran Rey.
«¡Uuuh!» Gritó, y miró a Arturo. «¡No!»
El cuerpo de Arturo se puso rígido en ese momento. Arturo lo miró, y luego miró a su sirviente.
«¿Tú también lo has oído?»
«¿Sí? Sí… » El sirviente respondió de mala gana. Arturo miró a Adrian con una cara endurecida llena de sorpresa.
«Adrian… » Luego frotó aquellas gordas mejillas contra su barba.
«¡Finalmente, me has abierto la boca!»
«… ¡No!» (dónde está papi Fabi para que le ponga carácter??)
Adrian se sintió asqueado por su barba y frunció el ceño. Pero cuanto más molesto estaba, más alegría fluía sobre el rostro de Arturo.
«¡Cuéntaselo a todos! ¡Adrian me habló!»
«¡No!»
«Sí. ¡Eso es! ¡Dilo otra vez!»
Besó a Adrian con felicidad y se frotó la barba de nuevo. El niño reunió toda su energía y gritó en voz alta con su cara casi llorona.
«¡No!»
La segunda palabra de Adrián que quedaría grabada en la historia del Reino de Felice fue: «No».
«Su Majestad, Sir Serus…»
«Dile que puede ir a conocer a cualquiera en vez de a mí. Ahora, Adrian, es hora de intentarlo.»
«¡No!»
Debido a este importante momento, Serus finalmente perdió su oportunidad de reunirse con el Rey.
* * *
«¿Está seguro de que transmitió correctamente el mensaje de que me gustaría reunirme con el Rey?»
Serus preguntó embarazosamente, pero el Jefe de Palacio asintió en silencio. Serus sacudió la cabeza, era absurdo cómo funcionaba la ley del Reino de Felice.
«¿Es cierto lo que he oído de que no puedo reunirme con el Rey porque está jugando con el Príncipe?»
«Sí». El jefe le respondió rápidamente.
— — — — — —-
JAJAJAJA! me voy a morir de la risa! Arturo ya perdió la cabeza y Adrián está súper malcriado! Fabi va a tener que disciplinario muy duramente por culpa de este abuelo xD
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