Episodio 9.9
Después de pensarlo, Raymond ordenó que se llenara el lago. Además, se erigieron estatuas de ángeles por todas partes.
No fue hecho con la ayuda de Gentilla, sino comprándolo él mismo a un artesano. Tenía que ser producido bajo estricta supervisión en caso de que los artesanos quisieran hacer un producto defectuoso.
Cuando juzgó que todos los peligros para dañarla habían sido eliminados, Raymond le permitió ir al jardín.
Por supuesto, cuando Raymond estaba ocupado, eran las damas de compañía quienes seguían a Shriel por el jardín.
Recientemente, Adeline también estuvo tranquila, por lo que estaba en medio de un día bastante tranquilo. Estaba nublado por la mañana y la lluvia comenzó a golpear las ventanas.
Al recibir el informe sobre Shriel, Raymond miró al asistente que estaba frente a él con el ceño ligeramente fruncido. De acuerdo con la información, los rebeldes, presumiblemente los parientes colaterales de las familias Ducales estaban agitando a la gente común en estos días.
Parecía que estaban tratando de compensar su falta de poder. Sin embargo, en preparación para esa situación, él ya había reclutado plebeyos hace más de un año.
Era una locura, pero debido a las limitaciones de su estado, reunieron a algunas personas que se suponía que debían permanecer como plebeyos y lo hizo trabajar en secreto. Recientemente, se unieron a las fuerzas revolucionarias, trabajando como espías.
Una de esas familias había cuidado de Shriel, aunque por un breve período de tiempo. Raymond en aquella oportunidad les ordenó que vigilaran y cuidaran a Shriel para que no escapara. Sin embargo, los mercenarios murieron y Shriel desapareció.
La única familia de plebeyos que sobrevivió sintió un gran remordimiento por no seguir las órdenes de Raymond correctamente.
Todavía le eran fiel, pero gracias a ese incidente, actuaron como si pudieran dar su vida, por lo que él reconoció su talento
Raymond recordó a Shriel. Ella era la única variable en este mundo que no cambiaba sin importar cuántas veces regresara.
Al principio no estaba contento con ella, pero fue un error.
Shriel era la Diosa de la victoria.
‘¿No logró su misión de manera brillante al llegar a su sexta vida, sobre la cual pensó que no sería fácil porque demasiadas cosas habían cambiado?’
Raymond tenía sed porque deseaba ver a Shriel.
Entonces, como estaba bastante impaciente, abrió la boca.
“Tan pronto como atrapes a los rebeldes, conviértelos en monstruos.”
“¿Sí? Pero…” (Asistente)
“Es un círculo virtuoso.” – Raymond dijo con firmeza.
Recordó el grito de Adeline recordándole su promesa de no hacer más monstruos, pero lo ignoró completamente.
“Tenemos que cambiar el mundo de nuevo, por lo que no hay más remedio que utilizar métodos radicales. Incluso si ese método es un remanente dejado por la vieja generación.”
“Muchos cazadores de monstruos han muerto.” (Asistente)
Además, debido a que fue hecho por las familia Ducales, se perdieron casi todos los monóculos, por lo que no hay forma de detenerlos si liberan muchos monstruos.” (Asistente)
“¿No está bien lanzarlos en los campos remotos?”
Mientras la ciudad esté a salvo, se considerará bajo su protección, como lo ha sido hasta ahora.
“…Está bien.” (Asistente)
Después de que el ayudante se fue, Raymond, que tenía algo de tiempo libre, tiró de la cuerda y llamó a otro asistente.
“Toma ese paraguas y ven.”
El asistente quedo desconcertado un momento ante la expresión ‘ese’ paraguas, entendió las palabras de Raymond un segundo tarde y trajo un paraguas negro.
Hubo un tiempo en que Shriel desapareció por completo de su lado y una vez la siguió. Raymond tenía muchas dudas sobre la capacidad de Shriel para escapar por su cuenta.
Al principio, sospechaba de la Duquesa de Lynne, pero después de enterarse de que la Duquesa no era la culpable, investigó la vida de Shriel antes de ser adoptada por la familia Ducal. Luego, por si acaso, buscó en el orfanato donde vivía y en el área donde había vivido antes de ser consignada al orfanato.
El paraguas fue encontrado mientras buscaba a este último. Definitivamente era un objeto extraño en un templo en ruinas.
Raymond lo trajo porque tuvo el presentimiento de que ese paraguas le pertenecía a ella. No importaba si no era de ella. No podía olvidar la espalda de ella rechazando el paraguas que el mismo le dio y corriendo bajo la lluvia.
Raymond se acercó a Shriel con el paraguas que se había mantenido en su estado original cuando lo recogió. Negándose a quedarse en el dormitorio, Shriel salió al jardín y se protegió de la lluvia parándose bajo un dosel con la ayuda de sus doncellas.
Sin embargo, Shriel dio un paso adelante por su cuenta y fue golpeada por la lluvia. Las damas de compañía trataron de apartarla apresuradamente, pero vieron a Raymond e inclinaron la cabeza.
Raymond despidió en silencio a las inquietas damas de compañía. Y se acercó al lado de Shriel.
“¿Por qué te mojas bajo la lluvia?”
Raymond inclinó su paraguas, sin importarle mojarse. Shriel miró fijamente a Raymond. No, para ser precisos, al paraguas que sostenía.
“Supongo que me resfriaré si seguimos así. Volvamos.”
Era un paraguas negro ordinario. Sin embargo, tan pronto como ella vio el paraguas, los ojos de Shriel se volvieron extraños.
<“¿No dijiste que tenías un paraguas?”> (aventurero)
Shriel recordó la voz de un hombre que una vez había sostenido un paraguas sobre ella. La voz del hombre se mezcló con el sonido de la lluvia.
<“Aún eres mala mintiendo.”> (aventurero)
Diciendo eso, el hombre endureció sus labios.
<“Vámonos juntos.”> (aventurero)
(N/T: Ver episodio 2.5: conversación entre Shriel y Aventurero = Dios = Demonio = John.)
Una mano se acercó a ella. Era una mano blanca y pálida.
El hombre le limpió la mejilla con la mano.
Es suyo de todos modos.
El paisaje ha cambiado. La antorcha se puso roja, y la mano que había estado limpiando su mejilla le entregó un paraguas bien doblado.
Era un paraguas negro.
“Me duele el corazón porque al final te atrapó la lluvia, pero eso no sucederá en el futuro porque yo estoy aquí.” (Raymond)
Shriel levantó la cabeza.
Cuando el hombre dijo eso, puso los ojos en blanco suavemente como una luna creciente.
<“Te lo dije. Eres la más bonita cuando sonríes.”> (John)
(N/T: Episodio 7.1, John se lo dice a Shriel cuando ella llora porque él es herido por un Ángel.)
Nuevamente el escenario cambió. Los ojos del hombre se cerraron con una hermosa sonrisa. La mano que le había sido extendida cayó impotente al suelo.
<“Porque tú eres mi eternidad.”> (John)
“…Yo. Esto…” – Shriel abrió los labios.
Las palabras que se filtraron débilmente como el aliento exhalado pronto recuperaron su forma.
‘No me dejes.’ (Shriel)
“…John.” (Shriel)
Fue el primer nombre completo que Shriel pudo mencionar.
Tan pronto como pronunció ese nombre, los ojos muertos de la mujer comenzaron a cobrar vida. Miró a Raymond con ojos brillantes.
El agua fría de la lluvia despertó su espíritu.
“¿Por qué estás aquí ahora?” (Shriel)
Shriel, con una sonrisa tan amplia que le hizo pensar que la lluvia había cesado y el sol había salido, fue abrazada por Raymond.
“John, te extrañé.” (Shriel)
‘John.’ (Shriel)
Shriel confundió a Raymond con un hombre con ese nombre. Fue porque su mente era torpe.
Raymond no pudo evitar volverse rígido cuando Shriel pronunció el nombre de otro hombre… ‘John.’
Mirando a Raymond, Shriel sonrió.
Era una sonrisa que no había visto en mucho tiempo.
“…Bien.”
Ella ni siquiera podía recordar su nombre mientras lo miraba la cara. Raymond tuvo que tragarse innumerables palabras mientras reprimía sus miserables sentimientos.
“Vine a ti demasiado tarde.” – Raymond abrazó a Shriel.
No sabía qué tipo de expresión estaba haciendo ahora. Sintió que tenía que esconder desesperadamente su rostro de ella.
Si se vieran cara a cara ahora, podría darse cuenta de que estaba mintiendo.
Los ojos de Raymond se oscurecieron con frialdad. Y solo sus dos manos la sujetaban desesperadamente.
Si ella lo llamaba John, él era John.
El único para ella.
John.
Raymond pudo adivinar fácilmente que ese era el nombre del hombre que Shriel decía que amaba.
Cuando dijo ese nombre, esbozó una expresión tranquila y encantadora que nunca le había mostrado antes a él.
Incluso cuando antes le susurraba amor a él, solía hacer una cara similar, pero sutilmente diferente. Ahora es un poco más relajada, un poco más cariñosa, un poco más pacífica. Ella, que siempre había contenido sus emociones como un cuenco vacío, ahora brillaba de colores como si nunca hubiera existido.
De espaldas al sombrío cielo gris, la diferencia era aún más pronunciada.
Raymond no podía apartar los ojos de ella.
Shriel tomó la mano de Raymond.
La última vez que tomó su mano, fue para lastimarse. La imagen de ella mirándolo fijamente, cubierta de sangre, cruzó por su mente.
La mano que obsesivamente rascaba su mejilla también.
Raymond se puso rígido en su lugar.
“¿John?” (Shriel)
Shriel miró a Raymond, que estaba inmóvil, como asustado. Era una mirada llena de preocupación.
La fuerza entró en las manos que estaban unidas y Shriel inclinó la cabeza.
Raymond recobró el sentido cuando la vio preocupándose por él sin ninguna muestra de engaño.
‘No, no.’
Raymond volvió al dormitorio con ella sonriendo levemente, diciendo que era una situación insulsa.
Estaba cubierta con un paraguas, pero no estaba completamente protegida de la lluvia, por lo que Shriel estaba mojada. Cuando ordenó que la lavaran, Shriel frunció levemente el ceño mientras miraba a las damas de compañía. – ‘¿Sintió una sensación de alienación?’
‘Una mentira.’
Recordé el rostro de la mujer que confesó su sinceridad, pero no dudó en criticarse a sí mismo.
‘No quiero volver a ver esa cara.’
En lugar de eso, ella estaba mejor mientras él la sostenía en sus brazos en silencio como una muñeca sin resistencia alguna.
Nameless: La diferencia entre la obsesión y el amor. John la deja volar, tomar sus propias decisiones, incluso equivocarse y Raymond la aprisiona y prefiere tener una muñeca en lugar de una persona que piensa, siente y decide.
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