PAQAMD – Episodio 9
Dieter envió a la academia a un caballero montado en el caballo más rápido de la familia. Nussel sugirió enviar una paloma mensajera o un halcón, pero desafortunadamente la Academia no tenía experiencia en recibir algo así.
“Dicen que es la mejor institución educativa del imperio, pero es absolutamente incompetente.” (Dieter)
“Así es. Aprovecharé esta oportunidad para establecer una organización en la academia para recibir palomas mensajeras, padre.” (Jan)
Jan fue un paso más allá.
‘Por supuesto, el decano agradeció la sugerencia de mi abuelo y después de eso todo avanzó rápidamente.’ (Leonie)
Cuando los preparativos para la exposición estaban en pleno apogeo, Stein vino a visitar a Leonie. Llevaba un vestido de seda, una cadena de flores hecha de joyas alrededor de su cintura y llevaba un bolso aún más brillante. El bolso tenía incrustado piedras preciosas de bismuto, que brillaban intensamente con los colores del arco iris.
No había nadie que pudiera seguirla con su ostentoso atuendo.
“¿Cómo estás, niña?” (Condesa Stein)
Leonie la saludó con expresión indiferente.
La noticia de la visita de Stein se extendió inmediatamente a la familia. El Duque y su esposa pusieron rígidos sus rostros y no dijeron nada.
“Lo viste en el funeral, ¿verdad? Leonie se encargará de ello.” – Concluyó Jan.
Pero Tobías no podía estar de acuerdo. Él también había oído hablar de la notoriedad de Stein.
‘¿Por qué un villano así busca a nuestra chica?’ (Tobías)
‘¡Como tío, sería correcto para mí proteger a mi joven sobrina!’ – Tobías apretó los puños.
Stein y Leonie estaban sentadas una frente a la otra en un mirador cubierto de pumilla*, mientras su joven tío se escondía entre los arbustos, listo para saltar en cualquier momento.
(N/T: *Ficus pumila (ficus trepador o rastrero) es una especie de planta fanerógama en la familia de las moras, nativa de Asia del este (China, Japón, Vietnam). La etimología del nombre de especie corresponde al latín pumilus significando enano, y refiere a las hojas muy pequeñas de la planta. La Ficus pumila Es una planta de guía (parra) perennifolia leñosa, creciendo a 2,5 A 4 m.)
Cuando los alrededores quedaron en silencio, Stein la saludó.
“Se nota que eres amada.” (Stein)
La niña que parecía una escoba flaca había ganado peso y sus mejillas se estaban poniendo color melocotón.
“Solo negocios.”
Los ojos de Tobías se abrieron ante la respuesta de Leonie y Stein sonrió levemente.
Era una actitud familiar para Stein. Esa niña engreída se quedó corta de palabras desde el principio. Pero ella no era tan tonta como para cuestionar eso.
“Por favor. Invita a esta persona a la exposición.” (Condesa Stein)
Dijo que era un favor, pero Stein ya había hecho una invitación y se la había entregado.
[‘Marqués Karl Jaspers’]
“¿Por qué?”
“¿No deberías descubrirlo por ti misma? Ya he investigado qué habilidades tienes. Es una habilidad muy refrescante.” (Condesa Stein)
Stein habló desafiante, como si estuviera poniendo a prueba sus habilidades. Por supuesto, Leonie conocía bien al Marqués Jaspers.
“¿Quieres que lo cure?”
Stein sonrió ampliamente y asintió.
“Me gustan las personas inteligentes. Es muy conveniente poder entender de inmediato con solo decir una palabra.” (Condesa Stein)
“Bueno. Entonces la deuda que tenía en el funeral ha sido saldada.”
Stein asintió y se levantó.
“Espero que sigas usándome en el futuro. Siempre eres bienvenida, chica.” (Condesa Stein)
Leonie cayó en recuerdos por un momento mientras veía partir a Stein.
‘En mi vida pasada, intentaste que escapara con Osmo. Pero Osmo murió. ¿Esa astuta zorra te traicionó? O tal vez fracasaron y murieron juntos.’
No había necesidad de pensar profundamente. Porque la iba a usar y tirar de todos modos.
Mientras tanto, Tobías, que estaba escondido entre los arbustos, estaba muy confundido. Ella era su joven sobrina. <imreadingabook.com> Claramente tenía diez años, pero verla hablando con la Condesa era extremadamente extraño. Parecía más fuerte que la Duquesa. Sintió como si estuviera viendo a un adulto con una profunda fuerza interior.
Leonie, que se quedó sola, pidió café a la criada.
“Señorita, todavía es joven.” (Criada)
“Un invitado llegará pronto.”
“Ah, sí. Lo traeré de inmediato.” (Criada)
Tobías contuvo aún más la respiración cuando escuchó que vendría otro invitado. Mientras tanto, tan pronto como Leonie recibió el café humeante, todas las criadas fueron despedidas.
“Tío Toby, ¿cuánto tiempo vas a estar allí?”
Leonie preguntó sin siquiera mirar. Tobías pensó que su corazón iba a saltar.
“Eh, ¿cómo lo supiste?” (Tobías)
“Los arbustos tiemblan con fuerza todo el tiempo y sería más sorprendente no saberlo.”
Tobías salió rascándose la cabeza.
“Siéntate.”
Tobías intentó darle fuerza a sus hombros que estaban a punto de caer, pero cuando se sentó frente a Leonie, su mirada bajó automáticamente. Leonie sirvió tranquilamente el café y lo colocó frente a él.
“Tío, ¿te gusta el café?”
“¿Eh? ¡Sí, claro!” (Tobías)
‘Recibí la bebida de un adulto, pero ¿por qué sudo tanto?’ (Tobías)
Inconscientemente se frotó la palma de la mano en los pantalones y luego levantó su taza.
“¿Estabas preocupado por mí?”
“Así es. No, no. ¡No estoy preocupado! Estaba solo de paso…” (Tobías)
“¿Por casualidad?”
“Sí es cierto. De todos modos, esa mujer es una villana.” (Tobías)
“Gracias por tu preocupación.”
“¡Hey! ¿Que? Eso es natural porque soy tu tío.” (Tobías)
Él se rió de buena gana.
Leonie miró al adolescente que era más simple que una Planaria* y se rió con él.
(N/T: *La planaria es un pequeño gusano plano que cuenta, al mismo tiempo, con el sistema orgánico más sencillo y complejo que nadie pueda imaginar. En su pequeño cuerpo no cuenta con demasiada ‘ingeniería’, si bien su estructura se encuentra tan bien ensamblada que funciona como un reloj.)
“¿Pero no es una actitud caballerosa escuchar a escondidas las conversaciones de las damas?”
“…No lo es.” (Tobías)
Sintiendo que estaba siendo disciplinado por un tutor estricto, Tobías automáticamente usó un lenguaje cortés.
“¿Por qué hiciste eso si lo sabías?”
Quedándose sin excusas. No pudo decir nada.
“Si le cuentas a otra persona lo que escuchaste aquí, mi tío nunca será un caballero. Y a partir de ahora sólo le recomendaré leche dado que es un niño.” (Tobías)
Tobías arrojó un chorro de café. ¡Cof, cof!
Leonie le entregó un pañuelo.
“Un caballero con la boca pesada bebe café sin ni siquiera añadirle azúcar, ¿verdad?”
En respuesta a la pregunta de Leonie, Tobías tomó un trago de su café amargo y asintió.
“¡El café es perfecto para mi gusto!” (Tobías)
“Como era de esperar, el tío Tobías es muy maduro.”
Leonie incluso aplaudió con sus delicadas manos y elogió a Tobías.
Tobías sintió como si lo hubiera regañado un adulto.
Mientras tanto, Lochen, que ya se había sentado a sus pies, mordía con fuerza sus zapatos.
‘Oh, me pica. ¡Chico, deja mis zapatos!’ (Jan)
Parecía que le estaban a punto de salir los dientes y le picaban mucho las encías. Había pasado mucho tiempo desde que Lochen había reconocido a la existencia más formidable de esta familia como un fantasma.
* * *
Finalmente se realizó la primera exposición de Leonie.
La familia Wängler y los funcionarios de la Academia celebraron una ceremonia de inauguración con Leonie y estallaron fuegos artificiales de felicitación en el cielo.
El Duque de Wängler lanzó los gastos de mantenimiento de un año al cielo para su nieta, a la que llamaba ‘mi conejita.’ Y eso también a plena luz del día.
En consonancia con esto, la Duquesa contrató en varias orquestas de música. Se turnaron para tocar durante una hora cada uno. <imreadingabook.com> Fue porque pensó que, si una banda tocaba por mucho tiempo, perdería energía y la calidad del sonido se deterioraría. Gracias a eso, la música de alta calidad resonó en toda la sala de exposiciones durante todo el día sin detenerse ni un momento.
Mientras sonaba una música relajante, hubo algo de conmoción. Lochen, que era bastante fuerte, estaba arrastrando por la sala de exposiciones a Tobías, que sostenía la correa, y Jan lo echó a patadas.
Gracias a que el Duque y la Duquesa movilizaron a todos sus conocidos, había una gran multitud.
Entre ellos, el Marqués Karl Jaspers, objeto de la solicitud de Stein, llegó después del mediodía.
Era el cabeza de una familia histórica radicada en Oriente, y era una persona cuyos logros fueron tan enormes que recibió tantas medallas del imperio que no podía ponérselas todas en el pecho a la vez.
Además, tenía la mejor mina de Oriente y tenía más de diez minas a su nombre. Tanto la economía como la política del Este estaban bajo su influencia.
Fue realmente un movimiento inesperado para él asistir a la exposición de Leonie.
El Marqués, que estaba recibiendo la atención de la gente, miró en silencio dentro del lugar. Hace unos días, su segunda hija, que se encontraba inmersa en una feroz batalla por la sucesión, le extendió la invitación.
<“Padre, tendrás una experiencia asombrosa.”>
<“Dices – ‘Asombrosa’…”>
¿Hay algo más sorprendente para él que participó en la ‘Batalla de la Colina de Galeigh’ la batalla más encarnizada librada por el imperio? El Marqués reaccionó enojado y se negó a ir, pero su segunda hija fue persistente.
<“Si mi padre no está satisfecho, me retiraré de la batalla por la sucesión.”>
Esas palabras despertaron su curiosidad. Salió de casa voluntariamente porque su oponente había apostado mucho. De hecho, hacía mucho tiempo que no salía.
La gente dentro de la sala de exposiciones entrecerró los ojos y se mantuvo alejada del Marqués.
Las heridas que le dejó la batalla de la Colina de Galeigh en el pasado fueron muy crueles. La manga izquierda de su abrigo de espiguilla, que estaba vacío, ondeaba violentamente con el más mínimo viento, y todavía tenía la cara picada por una quemaduras severas.
El dolor de su piel pudriéndose lentamente estaba consumiendo su vida.
“Yo lo estaba esperando.”
En ese momento, una pequeña dama dio la bienvenida al Marqués Karl.
Lo primero que le llamó la atención fue el cabello naranja desordenado y parecido a un arbusto. Hubiera sido divertido si alguien más lo hubiera hecho.
El anciano, que había pasado por muchas dificultades antes de nacer, inmediatamente sintió una energía extraordinaria en Leonie. Pensó que ella tenía un carisma que le sienta bien a un cabello así.
“Leonie Heidegger da la bienvenida a Su Excelencia el Marqués Karl Jaspers.”
“¿Eres la hija de Gidon?” (Marqués Jaspers)
Una sonrisa apareció en los labios de Leonie ante su dignidad y ambición cuando se atrevió a referirse al líder de Heidegger sólo por su nombre.
“Tiene razón.”
“Me enteré de la muerte de tu madre, pero estoy así… Espero que la protección de Dios llegue a ti y a la difunta, aunque sea de manera tardía.” (Marqués Jaspers)
“Gracias por su sentido pésame. También tengo preparada una pieza especial para el Marqués. Entremos.”
Silenciosamente siguió a la niña al interior.
Cuando llegaron, no había nadie y sólo quedaba una escalera al frente. El final de la larga y alta escalera llegaba al techo.
“¿Qué es esto?” (Marqués Jaspers)
“Puede subir.”
“¿Qué?” (Marqués Jaspers)
Leonie miró la escalera y añadió que se trataba de una pieza que había preparado especialmente para él. El rostro del anciano de repente se arrugó ante la absurda situación. Porque recordó la pesadilla que había estado intentando con tanto esfuerzo sacar de su cabeza.
“¡Qué recibimiento es este!” (Marqués Jaspers)
Al ver la piel goteando un líquido espeso y los labios hinchados retorciéndose como si los hubiera picado una abeja, estaba claro que cualquiera se asustaría y retrocedería.
Sin embargo, la niña todavía hablaba con calma y con una actitud noble.
“Es posible que haya oído hablar de las extraordinarias habilidades de la familia Wängler. ¿No tienes curiosidad por saber cuál es mi habilidad especial?”
“…” (Marqués Jaspers)
“Ellos están esperando.”
Por un momento, el Marqués se quedó sin palabras. Cuando escuchó la palabra ‘ellos’, le vinieron a la mente muchas caras.
‘De ninguna manera…’ (Marqués Jaspers)
“Sin embargo, debes dar su consentimiento antes de subir. ¿Quiere conocerlos?”
El Marqués miró a Leonie sin decir una palabra.
Ella ya conocía la historia del Marqués. Fue una historia dolorosa que fue contada una y otra vez en su vida pasada. Así que no se lo explicó en detalle.
El Marqués también pudo sentir intuitivamente el significado oculto en las palabras severamente cortadas y secas. Si esa chica hubiera recitado su historia detalladamente, habría sospechado del cerebro detrás de ella y se habría dado la vuelta.
“Como usted sabe, la habilidad especial de Wängler es inútil si la persona en cuestión no da su consentimiento.”
Porque el poder sólo puede ejercerse con el consentimiento de la otra persona, instó Leonie una vez más. El Marqués endureció su rostro y asintió lentamente.
“Si lo que dice la señorita es lo que pienso… Quiero ver.” (Marqués Jaspers)
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