Episodio 73 – La conspiración del Duque de Despone
Los ojos vacíos del Emperador brillaron vívidamente ante la afirmación del Duque Despone.
“¡No!”
“Si no nos deshacemos de la Emperatriz, quien se convierta en un espantapájaros será Su Majestad.” (Despone)
“¿Te lo advertí? ¡No te atrevas a tocarla!”
A pesar de las palabras del Emperador, el Duque Despone no cambió su opinión, y cerró y abrió los ojos con fuerza.
“Ahora se ha reunido el conocimiento mágico de la Emperatriz y la persona de Elizabetta como puntos focales. Una vez que eliminemos a la Emperatriz, se derrumbarán como castillos de arena. Debes usar tus manos antes de que su poder crezca.” (Despone)
“…”
“¡Su Majestad!” (Despone)
Cuando el Duque Despone llamó al Emperador lleno de frustración, Karl apenas respondió con voz contenida.
“… Voy a pensar en ello.”
“¡No hay tiempo!” (Despone)
Karl giró la cabeza y miró fijamente al Duque Despone.
“¡Dije que lo pensaría! Te lo advierto, incluso si eres mi tío no me detendré si le pones la mano encima sin mi permiso.”
El Duque de Despone dejó escapar un profundo suspiro y se hundió en su silla.
“No puedes tomarte mucho tiempo. ¿No será la Fiesta Nacional pronto? Nos vemos ese día. Quizás los nobles se arremolinen alrededor de la Emperatriz como perros.” (Despone)
“…”
“Y me preguntaba, no tienes la intención de entrar con la Emperatriz ese día, ¿verdad? Ese día, la Emperatriz estará rodeada por los miembros de la familia Baldr. Trae a Diane Poitier contigo como tu pareja.” (Despone)
Karl frunció el ceño y dejo escapar un largo suspiro.
“La reputación de Su Majestad también sufrirá si trata sin cuidado a Diane, quien incluso está esperando un hijo de Su Majestad. Además, ¿la Emperatriz no deshonró a Su Majestad en la reunión de hoy? Aun así, si le pide a la Emperatriz que lo acompañe primero y ella declina, Su Majestad parecerá que se ha inclinado.” (Despone)
“Sé lo que quieres decir, detente.”
“… Y no se preocupe demasiado por Gotthrof.” (Despone)
“…”
“Si las cosas no van bien con Gotthrof, puede elegir a la persona adecuada como el asesino de la Emperatriz. Piense sabiamente.” (Despone)
****
La Señora Giggs, quien miró la expresión sombría de la Emperatriz después de regresar de la reunión, preguntó mientras ocultaba los documentos para los que estaba tratando de obtener la aprobación.
“¿Está todo bien?” (Sra. Giggs)
“…Está bien.”
La Señora Giggs rápidamente preparó té. Adele se sentó en el sofá y miró fijamente por la ventana, luego dejó escapar un largo suspiro y murmuró:
“Dicen que el Conde Calvin renunció a su territorio.”
En ese momento, la Señora Giggs detuvo la tetera por un momento, dejó escapar un pequeño suspiro apenas audible y rápidamente preparó el té.
“No hay nada de malo en renunciar al título. También significa que ha llegado al punto en que no podrá pagar los impuestos asignados para este año.” (Sra. Giggs)
La Señora Giggs colocó el té frente a Adele.
“Gracias.”
“Como dije ese día, Su Majestad ha hecho lo mejor que pudo.” (Sra. Giggs)
“¿No se llevaban bien el Conde Calvin y Su Majestad?”
“No. La familia del Conde Calvin es conocida por su lealtad a la familia imperial. No era una familia que disfrutaba del poder, y vivían sin muchos problemas.” (Sra. Giggs)
“Entonces, ¿qué diablos…? ¿Cuál es el patrón?”
Adele bajó la mirada y rebuscó en su memoria. Entonces, de repente, recordó lo que había dicho el Duque de Despone.
<“Su Majestad, las torres llaman a otras torres y las torres absorben a otras torres.”> (Despone)
(N/T: Conversación entre Despone y Adele en Cap. 47.)
“¿Qué significa eso?”
Si Adele estaba concentrada en destruir las torres en Gotthrof, el Duque Despone estaba concentrado en usar las torres de Ehmont. Hasta por 14 años.
‘Seguramente el Duque sabe algo que ignoro.’
‘La pregunta es cómo puedo saberlo…’
Mientras Adele estaba aborta en sus pensamientos, la Señora Giggs colocó los documentos frente a ella. Adele revisó los documentos brevemente antes de dar las gracias a la Señora Giggs.
“Tuvo muchos problemas para preparar para la Fiesta Nacional en mi lugar.”
“Es algo que siempre he hecho desde la época de la anterior Emperatriz, así que no hay problema. Más bien, es una alegría poder ayudar. Ah, y hay un catálogo de vestidos en la parte de atrás de los documentos. Por favor, eche un vistazo y elija el diseño que más le guste.” (Sra. Giggs)
La Condesa sonrió, repartió cortésmente los documentos y desapareció como el viento. Adele miró el lugar por donde había salido la señora Giggs y se quejó mientras se dirigía a su escritorio con los documentos.
“No sería extraño que el Imperio se derrumbara en algún momento debido a las torres, pero ¿de qué sirve esta Fiesta Nacional?”
****
Mientras tanto, Diane, que había estado encerrada en su dormitorio desde la visita del Emperador al Palacio de Marfil, también se despertó cuando se acercaba la Fiesta Nacional.
En la Fiesta Nacional que conmemora la fundación del Imperio, todos los nobles de la capital están invitados para disfrutar de un banquete en el Palacio Imperial.
Durante los últimos tres años, ella misma había preparado todas las festividades nacionales, por tanto, cuando el banquete daba inicio, caminaba por el salón del banquete como si fuera la anfitriona saludando a la gente.
En esta época del año, las tiendas más famosas de ropa de la capital están repletas de damas nobles, y los jefes de diseño enviarían un catálogo de vestidos directamente a las damas influyentes, dándoles prioridad para elegir.
Diane se cepilló el cabello y preguntó con voz decaída.
“El catálogo ya debe haber llegado. Tráelo. Debería elegir un vestido ahora.”
Ante sus palabras, Lorraine movió los dedos con cara de perplejidad, luego suspiró, tomó el catálogo y se lo tendió a Diane.
Diane tomó el catálogo que Lorraine le entregó y le echó un vistazo lentamente. Lorraine contuvo el aliento y miró a Diane. <imreadingabook.com> Porque esperaba que ella se enojara pronto.
Efectivamente, Diane, que estaba medio acostada en el sofá, se paró de repente y volteó la estantería con mano brusca. La mano de Diane, que miraba fijamente a un lugar, tembló y se puso pálida. Luego preguntó bruscamente con una voz débil y temblorosa.
“… ¿Cómo? ¿Cómo se atreven a enviarme esto?”
“…Sí.” (Lorraine)
Ante la respuesta de Lorraine, Diane agarró el catálogo y lo lanzó con fuerza. Mientras el catálogo volaba, un pesado trozo de papel cayó al suelo. En una hoja de papel estaba escrito que enumerara sus preferencias para cada diseño.
Durante los últimos tres años, Diane ha podido usar cualquier vestido que eligiera sin tener primero que considerar preferencias. Entonces, recibir un papel así ahora, significaba que había un cliente que el vestidor valoraba más que Diane.”
‘¿Quién podrá ser?’
Diane puso los ojos en blanco y abrazó su vientre con fuerza.
‘Bebé. Debes ser un varón. Nace como un varón y hazme la madre del futuro Emperador. La única persona en la que tu madre puede confiar ahora, eres tú.”
Luego, como si supiera, el bebé en su vientre pareció darle pataditas en el vientre. Diane, que estaba abrazando su vientre, abrió los ojos como platos y murmuró.
“¡El bebé se movió!”
El médico dijo que aún no era el momento de sentir el movimiento del bebé, pero Diane definitivamente pudo sentirlo.
“Si cariño. Solo te necesito a ti.”
Los ojos de Diane brillaron con un azul brillante mientras se acariciaba el estómago.
****
Mientras Adele está ocupada preparándose para las festividades del banquete nacional, recibió la visita secreta de una persona inesperada.
Brunhill Alexa era una mujer con una impresionante melena pelirroja, y gracias a ese intenso color, Adele la recordó fácilmente.
“Creo que te conocí cuando visité a la Orden de Magos el otro día.”
“Sí, así es, Su Majestad.” (Brunhill)
“Eres una persona talentosa que ocupa el segundo lugar en el ranking de Strickers. Encantada de conocerte.”
“Es un honor conocerla, Su Majestad la Emperatriz.” (Brunhill)
En lugar de saludar, Adele esperó a que Brunhill abriera la boca. Debe haber una razón para que la visite evitando los ojos de los demás.
Brunhill levantó con cuidado la mirada y se encontró con los ojos dorados de la Emperatriz.
“¿Realmente puede destruir las Torres en todo el Imperio en dos años?” (Brunhill)
Adele se cruzó de brazos lentamente ante la pregunta inesperada y asintió.
“¿Si ese es el caso?” (Brunhill)
“Escuché que fundó el Cuartel General contra las Torres en Gotthrof. Además, escuché que se aseguró de que no quedara torres en ningún lugar de Gotthrof. ¿Lo que quiere hacer es enfrentarse al Duque de Despone, o destruir todas las torres de Ehmont?” (Brunhill)
Adele no respondió apresuradamente, al no conocer las intenciones de Brunhill.
Brunhill comenzó a sudar frío ante el silencio de la Emperatriz, pero de todos modos era como si ya hubieran cruzado una línea sin retorno desde el momento en que fue a visitar a la Emperatriz. Lo mismo ocurría con sus colegas dentro de la Orden de la Magia que compartían su voluntad.
“Su Majestad la Emperatriz. Hmm, ¿Tendrá un mapa de Ehmont?” (Brunhill)
“¿Por qué de repente hablas de un mapa?”
“Tengo algo que mostrarle primero.” (Brunhill)
Finalmente, Adele trajo el mapa y lo colocó sobre la mesa, y Brunhill comenzó a dibujarlo y marcarlo sin vacilación.
Adele, que estaba de pie en el lado opuesto y observaba, pronto se dio cuenta de que lo que Brunhill estaba mostrando era la ubicación de las torres y el radio mágico. Adele quedó profundamente impresionada por la forma en que Brunhill siguió marcando sin dudar.
Finalmente, Brunhill, que había dejado el bolígrafo, retrocedió y Adele entrecerró los ojos y miró el mapa como un todo. Cuando miró el mapa que mostraba el radio mágico, pude ver cierto patrón.
Adele levantó lentamente la cabeza y miró a Brunhill.
“¿Puede verlo?” (Brunhill)
“¿Descenderá una torre de alto nivel donde se superponga el radio mágico?”
“Sí. Así es. Y, cuando entra una torre más alta, las torres más bajas a su alrededor desaparecen naturalmente.” (Brunhill)
“Entonces, ¿cuál crees que es el objetivo final de este trabajo?”
En respuesta a la pregunta de la Emperatriz, Brunhill volvió a levantar la pluma y comenzó a marcar varios lugares a gran velocidad. Había lugares donde la torre ya había descendido y había lugares donde la torre aún no se había presentado.
“El Duque de Despone está esperando que se construya una torre de primera nivel en los lugares que marqué. En ese caso…” (Brunhill)
Brunhill volvió a tomar su pluma y comenzó a dibujar un radio mágico redondo.
“Todo el imperio entra dentro del radio mágico.”
Adele recordó lo que Duque Despone había dicho en el pasado.
<“Cuando todo lo que he planeado se haga realidad, los magos finalmente podrán usar todo su poder. La era de los magos está a punto de abrirse. Cuando llegue ese día, los no magos se convertirán en humanos de segunda clase.”> (Despone)
Adele riéndose del absurdo plan, dijo con amargura.
“Para construir un lugar donde se pueda usar maná libremente, ¿vivirá con bestias demoníacas?”
“…Su Majestad la Emperatriz. La razón por la que vine a ver a Su Majestad tan repentinamente es porque creo que el infierno que el Duque Despone está tratando de construir debe ser detenido.” (Brunhill)
Adele miró a Brunhill y luego se volvió hacia el mapa. El radio de las a priori desordenadas torres cubría el imperio con una perfección aterradora.
“Está loco…” – Involuntariamente, la palabras salieron de su boca. – “Debe haber estado pensando en cómo usar las torres para aumentar su poder durante catorce años.”
Cuando Adele volvió a mirar a Brunhill, Brunhill asintió.
“¿Hay otros magos aparte de ti que se oponen a este plan?”
“Los hay. He recopilado datos con ellos durante mucho tiempo y así he descubierto este hecho.” (Brunhill)
Adele se tomó un momento para recuperar el aliento, pensando en el beneficio que obtendría Brunhill con esto. Sospechó que podría ser una artimaña enviada por el Duque de Despone, pero los datos que Brunhill le había mostrado explicaban la realidad actual muy claramente.
Adele golpeó el mapa con su dedo índice y preguntó en voz baja.
“¿Podrías por favor organizar este material de una manera fácil y concisa para que cualquiera pueda entenderlo?”
El corazón de Brunhill se aceleró como si fuera a explotar cuando se dio cuenta del significado de las palabras de la Emperatriz. Ha estado esperando durante mucho tiempo este momento. Brunhill inclinó cortésmente la cabeza y respondió con voz firme.
“Por supuesto, Su Majestad la Emperatriz.” (Brunhill)
Cuando Brunhill se retiró, Adele regresó a su oficina para ocuparse de otra tarea inmediata.
La señora Giggs estaba ordenando los documentos que Adele había revisado. Cuando Adele se sentó en su escritorio, la Señora Giggs sacó un catálogo de vestidos para revisar.
“¿Está segura del diseño que eligió?” (Sra. Giggs)
“Lo estoy.”
“Entonces también enviaré este diseño a Su Majestad el Emperador. Por lo general, se debe a que los dos coordinan sus trajes para que parezcan un conjunto.” (Sra. Giggs)
“…”
Sin embargo, cuando la Emperatriz, que escuchó esas palabras, arqueó las cejas y se quedó en silencio, la señora Giggs inclinó la cabeza.
“¿Por qué eso, Su Majestad?” (Sra. Giggs)
“…No creo que Su Majestad entre contigo.”
En la reunión de Comité Central, el Emperador estaba abiertamente enojado con Adele por ignorarlo. Y el Duque de Despone se puso a la defensiva, por lo que ella no esperaba entrar amigablemente con el Emperador… – ‘Al final, el Emperador entrará con Diane Poitier.’
Después de pensar por un rato, la Señora Giggs rápidamente sugirió una alternativa.
“En ese caso, enviaré uno de estos diseños a la residencia del Marqués de Herbert. Si el Emperador es acompañado por Lady Poitier como pareja, ¿Su Majestad la Emperatriz tampoco puede entrar sola? Si está con su ayudante, Su Majestad podrá proteger su prestigio.” (Sra. Giggs)
‘Solo han pasado unos días desde que hablé con él sobre renunciar como asistente en el momento adecuado, pero la situación se presenta así otra vez.’ – El rostro del Duque Baldr, que quería proteger el honor de su hermano, pareció parpadear en su mente.
Adele suspiró en un estado de confusión mental.
“Hazlo. Escribiré una carta yo misma.”
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