Episodio 22 – Lo responderé
El círculo social de la capital se alborotó con el anuncio de reclutamiento de asistentes enviado por la Emperatriz.
Reclutar asistentes es en sí mismo un tema candente, pero sobre todo, ¿no es la Emperatriz que hizo el anuncio un Stricker con tremenda habilidad que destruyó la torre ayer?
Todos los nobles escucharon atentamente para comprender la situación.
El Príncipe Baldr no fue la excepción.
“Por cierto, qué tipo de anuncio es este… ¿Eso es todo?” (Michael)
Michael Rosen, el secretario directo del Duque, murmuró mientras hojeaba un solo documento. Theseus se encogió de hombros.
“Si colocas muchos requisitos en cada detalle, puedes quedar atrapado en conseguir a la persona que quieres, así que cuanto más simple, mejor.”
“Sin embargo, Duque…” (Michael)
Theseus se frotó la frente con la mano y apretó los dientes. – ‘Será problemático.’
“¿Qué es lo que desea la Emperatriz? ¿La Emperatriz desea protestar contra Su Majestad, o desea construir sus propia fuerza contra Diane Poitier?”
Theseus levantó la mirada y miró a su hermano que estaba sentado frente a él. Lionel estaba sentado con los brazos cruzados, mirando el anuncio sobre la mesa.
“Lionel.” – Cuando Theseus de alguna manera llamó a su hermano menor, que se mostraba distraído desde ayer, su mirada azul oscura lo enfocó.
“¿Qué piensas al respecto?”
“Bueno. ¿No podrían ser ambos?” (Lionel)
“O tal vez solo quiere divertirse. Dice que ‘la persona que le guste’ es el criterio de selección.” (Michael)
El secretario del Duque interrumpió. Theseus y Lionel ni lo afirmaron ni negaron. Theseus murmuró mientras se tocaba la barbilla con la mano.
“La Emperatriz Adelaide. Hay muy poca información sobre ella.”
“Ah, pero ¿Su Majestad realmente destruyó la torre sin ayuda?” (Michael)
Ante la pregunta de Michael, Lionel asintió.
“Vaya, no puedo creerlo. Los magos o los caballeros, en cualquier caso, no parecían pertenecer a ningún grupo armado, pero estoy muy feliz.” (Michael)
“Porque no puedes juzgar a un mago basándote solo en su apariencia.” (Lionel)
“Por supuesto que es así. ¿Quién pensaría que una ex Princesa de Gotthrof y ahora Emperatriz es un mago? Es más, ella puede ser un mago, pero destruir una torre significa que tiene experiencia en combate, ¿verdad? ¿Quién lo hubiera adivinado?” (Michael)
Entonces el Duque de repente abrió la boca.
“De todos modos, ese no es el punto. La Emperatriz ha emitido un aviso de búsqueda, por lo que no podemos dejarlo pasar. ¿A quién debemos confiar esta tarea?”
Los ojos de los tres chocaron en el aire.
Actualmente, el Ducado está siendo atacado por el Emperador, por lo que sería ventajoso enviar a una persona de confianza a la notificación del ayudante de la Emperatriz. Para hacer eso, deben presentar a una persona adecuada como candidato para asistente, pero ¿a quién le podría confiar esa importante tarea?
La persona a ser enviada como candidato a ayudante debía cumplir con varios requisitos. Primero, debes tener un estrecho vínculo con la familia Baldr. En segundo lugar, la Emperatriz debe estar satisfecha. En tercer lugar, mientras juega el papel de ayudante, debe ser lo suficientemente competente como para idear una forma de controlar el poder del Emperador. Cuarto, según las condiciones de Su Majestad, debe ser un hombre soltero mayor de 20 años sin prometida. Y finalmente, quinto, tenía que ser alguien que sea capaz de soportar todos los chismes.
De cualquier manera, era difícil para el ayudante de la Emperatriz escapar de la etiqueta de ser considerado el ‘amante de la Emperatriz’. Se decía que había pocas posibilidades de ser ridiculizado abiertamente, pero eso significaba que tenía que estar preparado para perder su honor.
Por esta quinta razón, los ayudantes de las sucesivas Emperatrices han sido ocupados por los segundos o terceros hijos de las familias contrarias a la familia real.
Michael arrugó la nariz y sacudió la cabeza.
“¿Hay algún talento que cumpla perfectamente estas cinco condiciones entre los vasallos que actualmente estén relacionados con la familia Baldr?” (Michael)
Incluso si Michael buscaba en su amplia red de contactos a alguien que cumpliera con esas condiciones, no la encontró. – ‘¿Oh, esa persona? …Cuando se casó, ¿Oh, y esta persona?’ – La mayoría de ellos eran el hijo mayor. Aun así, era imposible recomendar al heredero de una familia como candidato a ayudante de la Emperatriz.
‘¿A quién diablos recomendar? Sería una pena dejarlo pasar…’ (Michael)
Más que nada, la sensación de incomodidad de que parece conocer al candidato adecuado era prueba de que su subconsciente estaba gritando: ‘¡Hay una respuesta, hay una respuesta!’
Se rascó la nuca y respiró hondo antes de levantar la cabeza involuntariamente.
Los hermanos estaban sentados uno al lado del otro, cada uno perdido en sus propios pensamientos.
“…”
‘La difunta Duquesa dio a luz a unos hijos muy saludables. Oye, debe haber estado feliz con solo mirarlos. Los niños de su casa simplemente no tenían comparación. ¡Dios no es justo! Vaya, ¿no derramó todas las cosas buenas porque estaba equivocado?’ (Michael)
‘Unos rostros tan hermosos que incluso harían palpitar el corazón de otra persona, ojos profundos y dulces, cuerpos fuertes, una habilidad sobresaliente y un trasfondo completo… Los hermanos eran como un cuadro.’ (Michael)
Michael miró al Duque y luego volvió a mirar al Joven Maestro. En un instante, su consciencia comenzó a estallar.
‘¡Un poco más! ¡Piénsalo!’ (Michael)
La mirada de Michael se volvió sombría. Revisó con ojos entrecerrados a Lionel de la cabeza a los pies y dijo: ‘Hmmm’ e inclinó la cabeza.
‘¿No hay alguien que satisfaga perfectamente las condiciones primera a cuarta?’ (Michael)
Se necesitan cumplir las cinco. En primer lugar, no es el hijo mayor, pero… Antes de que muriera el anterior Duque de Baldr, legó el título y la propiedad de Marqués de Herbert a su segundo hijo, Lionel. Sin embargo, en el momento de la muerte del Duque, Lionel era menor de edad, por lo que la sucesión se retrasó bajo la ley imperial, y así se ha ido alargando hasta el día de hoy.
Fue porque la situación podría cambiar drásticamente en el momento en que Lionel recibiera el Castillo de Herbert, ahora que el Duque de Despone, apoyado por el Emperador, y la familia Baldr estaban en una feroz batalla.
Era un asunto completamente diferente para el Duque de Baldr poseer el título de Marqués y para Lionel convertirse en Marqués e independizarse de Baldr. En cualquier caso, por este motivo, Lionel mantenía actualmente el estatus de Joven Duque de Baldr.
‘Es ambiguo.’ (Michael)
Mientras tanto, Lionel también estaba perdido en sus pensamientos. Anoche, no pudo dormir. Fue porque los brillantes ojos dorados y una voz fría seguían revoloteando en su cabeza. Además, el recuerdo de una apariencia precaria al huir con la cara desencajada.
Y cuando al amanecer escuchó la noticia de que la Emperatriz estaba reclutando un ayudante, se quedó estupefacto como si lo hubieran empapado en agua fría. Como cuando en un momento de desesperación sintió la mirada de una bestia en un bosque oscuro, algo intenso como un instinto de tocar una campana se apoderó de él con fiereza.
“Su Majestad le dio al Conde Calvin un lingote de oro. Su Majestad debe haber estado muy disgustado.” (Lionel)
Ante las palabras de Lionel, que parecían fuera de contexto a primera vista, tanto Michael como Theseus inclinaron la cabeza y lo miraron.
“Pienso que tal vez la visión de Su Majestad sobre la torre es un poco diferente de la de los magos actuales.” (Lionel)
Lionel miró a su hermano con sus ojos azul oscuro.
“¿Qué quieres decir, Lionel?”
“El aviso de ayudante publicado por la Emperatriz…” (Lionel)
“Bueno. ¿Tienes en mente a alguien para recomendar?”
“Lo responderé.” (Lionel)
Theseus se quedó sin habla por un momento, mirando fijamente a su hermano, luego respiró hondo y sacudió la cabeza.
“Piénsalo otra vez, hermano.”
Ante las firmes palabras de su hermano, Lionel miró a Michael y preguntó.
“Michael, ¿tienes a alguien a quien enviar como candidato? No me parece.” (Lionel)
Michael murmuró, fingiendo estar preocupado con una expresión perpleja.
“Bueno, los tres hijos del Conde de Verdi son al menos cercanos.” (Michael)
“No han cumplido los veinte años.” (Lionel)
“Entonces. Ya sean diecisiete o dieciséis este año, no son aptos de todos modos. Y otra vez… Ahí está el segundo hijo del Conde de Roroman. Pero no sé si una persona que ha enviudado estará bien. Creo que fue el año pasado más o menos. Tiene tres hijos.” (Michael)
Theseus no dijo nada como si no mereciera decir más.
“Eso es todo. No importa si es algo que no sucedió. No hay manera segura de todos modos.” (Theseus)
“¿Por qué no puedo?” (Lionel)
“¡Lionel!”
“¿Por qué el segundo y tercer hijo de otras familias están siendo considerados y yo no puedo, hermano?” (Lionel)
Ante la pregunta de Lionel, Theseus parpadeó como si no tuviera palabras. Los hermanos se miraron a la cara y guardaron silencio. Entonces Theseus dejó escapar un largo suspiro y sacudió la cabeza.
“Lionel.”
“Sí hermano.” (Lionel)
“No tienes nada que ganar yendo. La Emperatriz tomará un ayudante como una adecuada demostración de rebelión hacia Su Majestad y como advertencia para Diane Poitier.”
“¿Quién dice que perder la cara y el honor pesa más que las ganancias?” (Lionel)
“Bueno. ¿Es acaso una pregunta de la que no sabes la respuesta? Si te conviertes en su ayudante, todos a tus espaldas se burlarán de ti como el amante de la Emperatriz. ¿Por qué dices que lo vas a hacer cuando sabes eso?”
Michael, que estaba a su lado, intervino con cautela. “¿Han pasado algo por alto?”
Theseus miró al secretario con ojos penetrantes, pero Michael se encogió de hombros con cara de perplejidad.
Lionel no estaba ajeno a los sentimientos de su hermano. Pero,
“¿Dónde puedo perder la cara y la dignidad más que aquí?” (Lionel)
“…”
“Hermano mayor. No tenemos otro lugar al que podamos retirarnos, por qué ya hemos sido empujados a este punto. Precisamente ayer, Lennox Poitier rehuyó deliberadamente mi orden de ayuda. Sin embargo, ni siquiera pude protestar adecuadamente ante los magos, aunque soy el Ministro de Defensa.” (Lionel)
“…”
“Magos, torres, bestias… ¿Qué sabemos acerca de estas tres cosas que están sacudiendo a Ehmont? Hicimos muchos intentos de robar información de otros países, pero era un secreto nacional, ¿no fue acaso en vano? ¿Recuerdas haber enviado a alguien a Gotthrof y haber perdido a esa persona en ese lugar?” (Lionel)
Theseus miró a Lionel. Los ojos azul oscuro de Lionel no vacilaron.
“Al menos la Emperatriz sabe más sobre estas tres cosas que nosotros. Incluso si me convierto en su ayudante, obtendré esa información de la Emperatriz y podremos dar un paso más adelante de lo que estamos ahora.” (Lionel)
Cada frase eran palabras razonables.
Theseus bebió su té frío de un trago. Aun así, sintió como si en su boca hubiera tragado algo amrgo. Frunció el ceño, enfrió su cabeza hirviendo y calculó los pros y contras con calma.
“No importa cuánto sepa Baldr del mundo, sigue siendo un ayudante.” (Lionel)
‘pero…’
Theseus no pudo evitar estar de acuerdo con las palabras de Lionel.
Después de que su hermano mayor estuvo en silencio durante mucho tiempo, Lionel zanjó el tema con un tono firme.
“Tu permiso, entiendo que lo diste.” (Lionel)
“…”
“Hermano mayor.” (Lionel)
Ante la actitud de su hermano, que parecía ya decidido, Theseus se aflojó la la corbata, porque su garganta se sentía bloqueada.
“Si mi madre estuviera viva, hubiera encendido su temperamento, corrido hacia mí y me hubiera golpeado en la espalda. Nunca pensé que te permitiría hacer esto.”
Pero entonces, Michael, que había estado escuchando la conversación del hermano, intervino con cautela.
“Por cierto, ¿y si la Emperatriz no elige la opción de Lionel?” (Michael)
“…”
“…”
Theseus y Lionel miraron a Michael como si solo entonces se dieran cuenta, y Michael los miró con incredulidad y murmuró.
“¿De dónde vino esa confianza sin fundamento?” (Lionel)
Cuando la aguda mirada de los hermanos voló hacía él ante las desagradables palabras, Michael echó la cabeza hacia atrás amedrentado y murmuró.
“Ah, ¿qué podrías salir mal? De todos modos, es Lionel Baldr. Vístete bien y ve por ello.”
****
Diane miró a Karl.
Él estaba ocupado con el papeleo y no le había dicho una palabra desde que la saludó. Era lo mismo a pesar de que era la primera vez que la veía hoy desde el día que se encontraron en el Palacio de la Emperatriz.
‘Por supuesto que estará ocupado. Inmediatamente después del incidente del Palacio de la Emperatriz, una torre descendió y la Emperatriz la destruyó. Y justo esta mañana, la Emperatriz emitió un aviso de ayudante.’
Pero…
Los ojos azules de Diane brillaron con ansiedad. Estaba sin aliento y un sudor frío corría por su columna. Ella respiró hondo mientras su corazón latía con fuerza.
Lorraine, que era sensiblemente consciente de la situación de Diane justo a su lado, rápidamente le ofreció agua.
“Princesa, ¿está bien?” (Lorraine)
Al escuchar la voz de Lorraine, la mirada del Emperador se volvió hacia Diane.
“Sí… ¿Estás bien?” (Karl)
Diane le susurró algo a Lorraine y tomó un sorbo de agua.
“Si estás cansada, ve al palacio y descansa. No tienes que estar aquí.” (Karl)
“…”
En un tono profesional, Diane se mordió el labio y cerró los ojos con fuerza. Todos los nervios de Diane siempre estaban enfocados en el Emperador. En sus ojos, sus sutiles expresiones, sus pequeñas palabras, su tono, incluso sus pequeños gestos.
Diane siempre observaba cuidadosamente todo sobre él, por lo que descubrió hoy la preocupó tenazmente. Estaba segura de que sabía mejor que nadie cómo reaccionar ante él. – ‘¿Eso no es amor?’
Eventualmente, Diane se levantó de su asiento.
‘Si su condición lo hubiera molestado, habría venido y la habría visto. No, debería haber ido directamente al Palacio de Marfil antes de eso.’
“Lo siento. Lo hice preocuparse, Su Majestad.”
“Tu complexión no es buena. Ve y descansa.” (Karl)
‘Significa no te quedes aquí y vete.’ – Diane sonrió y asintió.
“Vine porque quería verlo, pero supongo que fue demasiado. Estoy un poco enferma estos días.”
“Dile al doctor que prepare un medicamento.” (Karl)
“… Sí, lo haré.”
Aun así, Diane vaciló. Originalmente, debería haberse dado la vuelta en este punto, pero sus pasos no decayeron en absoluto. – ‘¿Por qué no preguntas qué pasó con la Emperatriz ese día? …Si preguntas, te responderé. Incluso si eso no es cierto.’
Anterior | Novelas | Menú | Siguiente |