Capítulo 9 – Ashtarte y la Estrella del Imperio
Episodio 128
“¡No saben nada sobre la Princesa! ¡Son unos tontos como ningún otro en este mundo!” (Niño)
Ashtarte se encogió de hombros ante la familiar voz infantil. Era una voz fuerte que venía de un lugar donde pensó que nadie estaría de su lado.
‘Esa voz…’
Con extraña anticipación, Ashtarte levantó la cabeza para encontrar al dueño de la voz. Lo que apareció después de abrirse paso entre la multitud fue la figura de un niño que gritaba orgullosamente a todo pulmón.
“¡Ah, Isaac!” – León, al ver la apariencia del niño, gritó horrorizado.
Era natural estar sorprendido al ver a su hermano menor, a quien incluso le advirtió que por seguridad no se moviera de casa, en el centro de tal conmoción. Ashtarte también estaba un poco avergonzada y no podía mantener la boca cerrada.
“¿Qué? ¡No hay nada que no pueda decir, por tanto, pequeño niño solo escucha en silencio!”
“Su Majestad, la Princesa Amaryllis, murió por su culpa, ¿Por qué estúpidamente te alineaste con la oscuridad? ¡Eres un idiota!”
Aquellos con una opinión diferente a él y que se retiraron por un momento ante el ímpetu temerario de Isaac, se acercaron a él.
“¡Vaya! ¡Tú también te has visto envuelto por la Oscuridad!”
“¡Este feo demonio que no cree en el oráculo del Sumo Sacerdote!”
Aquellos que gritaban con furia con mechas en sus ojos parecían tener el impulso de golpear a Isaac hasta matarlo en cualquier momento.
‘Oh… ¡Es Peligroso!’ – Reconociendo que sus ojos no eran normales, Ashtarte trató de correr hacia Isaac. Sin embargo, Lion bloqueó sus acciones.
“¡Aléjate, Lion!”
“No.” (Lion)
“¡Por que no!” – Ashtarte levantó la voz.
Ella sabía que Lion estaba tratando de proteger su lado, pero por un momento pensó que lo odiaba porque la estaba interrumpiendo. Pero si lo piensa racionalmente, la respuesta de Lion fue la correcta.
Si Ashtarte hubiera salido a rescatar a Isaac, solo empeoraría las cosas.
No era suficiente estar de pie entre la gente que gritaba para matarla, por lo que era un trabajo que podía hacer que todo lo que habían planeado fuera inútil.
Ella entendió eso en su cabeza… Seguramente sería así… Extrañamente, su barbilla tembló y sus ojos se pusieron calientes.
‘Ah. Todavía soy impotente. Solo con mi propia fuerza, no puedo proteger ni siquiera a uno de los míos con tranquilidad.’
“Mira con atención, Ashtarte.” (Lion)
“…”
“Incluso si no intentas protegerlos, ellos son fuertes.” (Lion)
‘¿Son esas personas…fuertes?’ – Ashtarte abrió los ojos y miró a Lion. Él también miró sus ojos temblorosos y sonrió.
Ashtarte volvió la cabeza para ver a Isaac que acababa de ser rodeado por hombres con ojos feroces sin un hueco por donde escapar. Pero ahora, ellos fueron rechazados como si estuviera siendo protegido de mucha gente.
“¡No toques a mi hermano!” (León)
León, quien rápidamente adelanto a Ashtarte, quien fue bloqueada por Lion, rompió la muñeca de la persona que levantó la mano a su hermano como si fuera a cortarle la vida. Tal vez fue porque era un mercenario en plena forma, el hombre cuya muñeca se rompió en un instante no podía soltaderse su agarre, y solo gritó. – “Aaaah…”
“¡Tú! Es una descalificación como ser humano incluso tratar de golpear a un niño.”
“¡Están tan corrompidos que incluso un pensamiento normal les es imposible!”
Una mujer joven con un delantal y un anciano con cabello blanco bien peinado se pararon en la línea del frente y levantaron la vista.
“¡Yo, yo también! Al principio, no sabía nada y solo tenía miedo… de ella… ¡La Princesa Ashtarte es quien me salvó de la enfermedad maldita!”
“¿Alguna vez nos ha hecho daño? Más bien, nos salvó, ¡Nos salvó! ¡Ella nunca nos hizo ningún daño!”
“¡El oponente con el que deben luchar desesperadamente ahora no es la Princesa Ashtarte, sino ustedes mismos, porque están llenos de pensamientos podridos!”
Con los dos valientes líderes al frente, aquí y allá se escucharon voces en apoyo de Ashtarte. Había más gente que cuando entraron por primera vez y el murmullo se hizo más fuerte.
Ashtarte miró fijamente la tormenta llena de caos y desorden.
“¿Quieres decir que no confías en el oráculo del Sumo Sacerdote en este momento?”
“¡El oráculo nunca nos ha brindado ninguna ayuda a aquellos de nosotros que vivimos del día a día, y donde dice que si ella muere, nosotros podremos vivir!”
“¡Si no se puede creer en lo que se da por sentado, eso significa que definitivamente hay algo mal con el oráculo!”
La extraña confrontación fue capturada en silencio en los ojos de Ashtarte. – ‘¿Alguna vez ha sido así? Para mí, que pensé que solo la gente en el Palacio de la Emperatriz estaba de mi lado…’
“¡La Princesa Ashtarte no es la Oscuridad, sino la Estrella de este Imperio! ¡Es nuestra única esperanza!”
(N/T: ¡Oh! Se me puso la piel de gallina… ¡Que emoción!)
‘¿Había personas fuera del Palacio Imperial que hablaban de ella así? No, nunca lo hubo.’
<“Quiero cambiar… Quiero demostrarles a todos que no soy la Oscuridad.”>
Escuchar que muchos no la consideraban a sí misma como la ‘Oscuridad’. Al pensar en ello de esa manera, su corazón se hinchó y las lágrimas brotaron.
‘…Lo notaron. Hay personas que saben que no soy la Oscuridad…’
Un lagrima cayó por la mejilla y luego otra. Las lágrimas caían al suelo, dibujando silenciosamente una trayectoria.
Lion, que miraba a Ashtarte con pesar y felicidad, colocó suavemente su mano sobre su hombro. Fue un toque tan cariñoso como cuando su padre una vez lo animó.
“Vamos, Ashtarte. Dejémosles esto a ellos y hagamos lo que tenemos que hacer.” (Lion)
“… ¡Sí!”
Ashtarte se frotó los ojos con la manga y levantó la cabeza con valentía. Solo queda una tarea. Era ir al Palacio.
****
“Su Alteza la Princesa y Su Excelencia han regresado.” – Kylos se acercó a Isaiah con la noticia del regreso de Ashtarte.
Isaiah y los sacerdotes, que esperaban ansiosamente la noticia en sus aposentos, intuyeron que por fin había llegado el momento.
“Finalmente…!” – Ante eso, Wykral tembló y no pudo ocultar su emoción. – “Su Majestad ha regresado a salvo… ¿Tiene algo más que decir?”
Después de que Ashtarte se fue de Florence, las comisuras de los labios de Isaiah, que habían estado rígidas todo el tiempo, se elevaron naturalmente.
“Ah… Su Excelencia también le pidió que prepare bien el escenario.” (Kylos)
Kylos evitó su mirada porque su mirada suave era una carga, pero entregó el último mensaje que había recibido de Lion de manera brillante.
“Por supuesto. Dígale que de ahora en adelante me encontrarán con Su Majestad en el Palacio Principal.” (Isaiah)
“Sí. Se los diré.” (Kylos)
Kylos saludó cortésmente a Isaiah y luego desapareció sin dejar rastro. Isaiah se enderezó, mirando en silencio el lugar donde había estado Kylos.
“Esto es lo último. Vámonos ahora mismo.” (Isaiah)
“Sí. Sí.”
“Sí.”
Allen y Mierne siguieron a Isaiah al Palacio con más seriedad que nunca.
“No puedo creer que podré ver el fin del diablo en la máscara de sacerdote… Creo que será el día más significativo en la historia de mi vida como sacerdote.” (Wykral)
Porque sabía que era una experiencia que nunca tendrá dos veces en su vida, Wykral apretó los puños con fuerza y lo siguió de cerca con grandes zancadas.
Isaiah se adelantó. Ya estaba medio corriendo en lugar de caminar. Isaiah no dijo una palabra hasta que llegó al Palacio Principal, y solo miró hacia adelante y corrió. Solo la idea de querer terminar cuanto antes con esta situación y ver más a Ashtarte antes de regresar a Sensiberian dominaba sus nervios.
“¡Yeha, Yeha!”
Los registradores de audiencia saltaron de sus asientos, sobresaltados por la repentina aparición de Isaiah. Pero Isaiah al ver el picaporte de la sala audiencia, pasó junto a ellos con indiferencia, pensando que tenía que agarrar el pomo de la puerta y entrar.
Olvidando registrar la visita de Isaiah e informar a Orwen de su visita, la gente se recuperó tardíamente y comenzó a seguirlo.
“¡Oh, revisé el emblema! ¡Se permite la entrada a Isaiah Sensiberian del Reino Santo de Sensiberian!”
“Isaiah Sensiberian del Reino Santo de Sensiberian. ¡Está ingresando Isaiah Sensiberian!”
La última vez un colega perdió su trabajo porque no verificó adecuadamente el emblema que confirmaba la identidad del Sumo Sacerdote Horeom.
“Ah… Ah.”
Sin mucha confianza en su fuerza física, Isaiah estaba ocupado recuperando el aliento frente a la puerta del auditorio. Exhalando e inhalando de nuevo, extendió lentamente la mano sobre el pomo de la puerta.
<“¡Pum!”>
Pero incluso antes de que Isaiah pudiera abrir la puerta, Miragen salió corriendo más rápido y abrió violentamente la puerta desde adentro.
“Su-Su Alteza el Príncipe Heredero…” (Isaiah)
La puerta, que no pudo resistir la gran fuerza, estaba descentrada y medio rota.
Isaiah se frotó los ojos y miró a Miragen de pie en el camino.
“El hecho de que hayas venido aquí… ¿Significa eso que la niña ha regresado a Florence…?”(Miragen)
Los ojos de Miragen estaban llenos de sangre con vasos sanguíneos rotos, y la parte inferior de los ojos estaba lo suficientemente oscura como para cuestionar si había estado durmiendo bien.
A través de la puerta medio rota, pudo ver las apariencias de Orwen y Noah, quienes tenían un semblante similar. Ellos también esperaban con ansiedad noticias de Ashtarte tal como Isaiah.
“…Sí. Su Alteza la Princesa acaba de regresar a casa.” (Isaiah)
“Correcto… Regresó sana y salva.” – Miragen dejó escapar un suspiro tembloroso con una cara visiblemente aliviada.
“¿Puedo entrar y explicarles?” (Isaiah)
“…Hazlo.” – Miragen asintió y entró en la sala de audiencia con Isaiah.
Atrás | Novelas | Menú | Siguiente |