Episodio 13.
Ashtarte cerró los ojos con fuerza. Cuando cerró los ojos, se dibujó claramente una imagen en la oscuridad total.
El cuadro de Miragen y Noah y Amaryllis caminando libremente por el jardín de los lirios de la mano de su padre, al que nunca habían visto antes. La punta del cabello de la chica de cabello plateado comenzó a volverse negra lentamente en la imagen que pensó que había sido dibujada. Y finalmente, fue Ashtarte, no Amaryllis, quien se quedó al final de su mirada.
Probablemente era el mismo sueño que siempre deseo que se hiciera realidad.
“…Me iré ahora.”
“Si su Alteza, el Príncipe Heredero…”
La fría voz desapareció sin una sola palabra cálida, como siempre. La vista trasera de Miragen vista desde el interior de la glorieta parecía estar a su alcance, pero se sentía infinitamente lejana.
“Yo también me voy…”
No había ningún Ashton para liderar el camino, pero como solo ha estado caminando por una única dirección, estaba segura de que podría salir caminando por el mismo camino por el que llegó.
Ashtarte luchó por sacudirse la frustración, luego dio la vuelta para salir de este lugar donde solo se sentía el aroma de las rosas perfumadas. Luego, su mirada se clavó dónde estuvo sentado Miragen.
Como si fuera un gato callejero, miró a su alrededor, mirando hacia arriba y hacia abajo, a izquierda y derecha, luego se levantó suavemente y avanzó con cautela. Estaba lo suficientemente cerca como para llegar en menos de cinco pasos, por lo que Ashtarte, quien llegó rápidamente, se instaló en el asiento donde estuvo sentado Miragen.
Entonces, sobresaltada por la dureza en su espalda, se levantó tan pronto como se sentó.
“¿Qué es?”
‘¿Es esta una silla originalmente solo para adultos?’
Cuando revisó el respaldo con sospecha, vio un grueso libro que parecía haber sido dejado por Miragen. Ashtarte, quien vaciló, lentamente extendió la mano y recogió el libro y lo puso en sus brazos.
En la cubierta del mismo color rojo que los ojos de Miragen, las palabras ‘Libro Mágico’ estaban grabadas en oro.
‘¡Magia!’
Un símbolo del poder absoluto de este mundo que evita que los lirios del ‘Jardín de los Lirios’ no se marchiten y crea algo de la nada.
Ashtarte tragó saliva.
No había un solo libro de magia en el Palacio de la Emperatriz, así que estaba intrigada.
Tal vez si tuviera al menos un puñado de talentos, podría aprender incluso magia. Si es así, ¿no podría tener algo llamado ‘valor’ de lo que Miragen estaba hablando?
Ashtarte abrió la primera página del libro. El sonido de pasar las páginas se propagó agradablemente. Cuando volteó la primera página, vio muchas notas escritas en el idioma imperial aquí y allá. Esas notas fueron probablemente escritas por Miragen.
Al interpretar el texto, él escribió notas sobre las partes confusas y las partes donde completó la interpretación.
Sus ojos rodaron rápidamente hacia el otro lado. Letras desconocidas que veía por primera vez. Letras que no corresponden a la lengua imperial. Letras que nunca había visto en su vida anterior y que no pertenece a este mundo.
‘Son letras que no conozco, pero por qué…’
Volteó una página más… Una página, dos páginas. Sin darse cuenta, miró con rapidez todo y había leído hasta el final del libro.
Las letras contenidas en el libro eran todas diferentes sin ser iguales. Caracteres en fuentes coloridas y elegantes. Caracteres concisos hechos solo de líneas. Era infinitamente similar a la lengua imperial, pero también infinitamente diferente.
Todo lo que Ashtarte sabía era el idioma imperial.
‘No conozco otros idiomas, estoy segura de eso. Sin embargo, puedo leerlo.’
“Puedo leerlo…”
Eso no es todo. Incluso las partes con notas en donde Miragen había escrito ‘es imposible de interpretar en este momento’, Ashtarte pudo leerlas fácilmente.
Ashtarte leyó intermitentemente hacia abajo, trazando las letras pequeñas del texto con su dedo índice.
“Magia… de… Extinción…”
‘¡Quiero leer! – Inmediatamente ella quiso quitar sus manos del libro y taparse la boca con ambas manos.
‘¡Más! ¡Lee más!’
Con gran emoción, los ojos de Ashtarte se movieron rápidamente hacia la siguiente oración.
“Suerte… Vida… Magia para encontrar el destino.”
La cabeza de Ashtarte se inclinó.
‘¿Hay algún tipo de magia indefinida como esta? ¿Cómo se puede encontrar el destino?’
El dedo índice, que había estado apuntando palabra por palabra, se detuvo, y Ashtarte pronunció la frase que tenía frente a sus ojos como si hubiera tomado una firme decisión.
Con precisión y sin una pulgada de error, dijo.
“Disemsonia.”
<’¡Tiiiiiiinnn!’>
Con un espeluznante sonido de alta frecuencia haciendo eco dentro de su cabeza, el cielo y la tierra cambiaron sin que ella siquiera pudiera moverse.
El cielo despejado se convirtió en oscuridad con una profundidad insondable. Los lirios que cubrían todas las direcciones estaban marchitos y se hundían en el polvo.
‘Este no es el Jardín de los Lirios. Ni siquiera es el ruinoso Palacio de la Emperatriz donde me quedo con Loena… ¿Estoy siquiera en Florence? Este lugar…’
“Dónde estoy…”
Estaba claro que Ashtarte nunca había estado aquí antes. En primer lugar, nunca había estado fuera del Palacio de la Emperatriz.
‘No parece Florence.’
Ella cerró y abrió los ojos una vez más, pero en un instante, el paisaje frente a ella cambió. Incluso en el mismo espacio convergieron el día y la noche.
“¿Es por la magia…?”
Naturalmente, Ashtarte inclinó la cabeza hacia el libro que sostenía en la mano… La magia pareció tener éxito.
Un paso, Dos pasos…
Ashtarte, que había dado algunos pasos cuidadosamente, tocó la pared con su mano derecha libre y se dirigió hacia el lugar donde se filtraba una tenue luz. Ashtarte finalmente llegó a la ventana y hizo a un lado las cortinas rotas y holgadas.
En este mundo lleno de oscuridad, la suave luz de luna brilló en un instante.
“Aquí…”
Había pocos muebles en el espacio iluminado por la luz de la luna. Todo lo que había era una cama para una persona y una estantería al lado. La cama y las desordenadas mantas eran prueba de que alguien estaba usando la habitación.
Confiando en la luz de la luna, Ashtarte caminó lentamente hacia la cama.
“Nadie… ¿Hay alguien aquí…?”
“……”
<’¡Glup!’> – La saliva pasó por su garganta por sí sola.
<¡Cling, cling, cling!’>
El sonido de las cadenas siendo arrastradas resonó en los oídos de Ashtarte. Instintivamente, se acurrucó y se sentó temblando, y volvió a preguntar.
“¿Hay…, hay alguien aquí…?”
“……”
<¡Cling, cling, cling… Chalannn!’>
Todavía no había respuesta, pero el sonido de las cadenas se acercaba cada vez más, como para hacerle saber que había alguien.
‘¡Si hubiera sabido que este sería el caso, habría leído al menos algún tipo de magia de ataque…!’
Ashtarte dejó caer el libro que sostenía en el suelo y se tapó los oídos con ambas manos. Y mientras pudo, continuó gritando el nombre de Loena internamente.
Aunque se tapó los oídos, el sonido del tintinear de las cadenas se extendió como tinnitus*. Cuando el miedo llegó a su punto máximo, se tapó los oídos aún más, y esta vez escuchó la voz lejana de un chico en lugar del sonido de cadenas.
(N/T: Comúnmente descrito como un timbre o silbido en los oídos.)
“Tú, ¿de dónde vienes?”
Ashtarte levantó la cabeza brillantemente.
Un chico con esposas en las manos y grilletes en las piernas la miró con unos extraños ojos morados y le preguntó.
****
Mientras tanto, Loena entró en el Jardín de los Lirios con una canasta de picnic llena de sándwiches que preparó en el Palacio de la Emperatriz. Llegó allí, preguntando a las personas a su alrededor sobre la actual ubicación de Sir Ashton.
Debido a que el tiempo ya se había retrasado, Loena ni siquiera pensó en ver la hermosa vista del Jardín de los Lirios, preguntándose si la Princesa tendría hambre.
‘¿Qué tan lejos caminaste?’
A la distancia encontró una cara familiar. Un largo cabello castaño del cual colgaba un moño y vestido con un uniforme de caballero azul.
‘¡Sir Ashton, en un lugar así!’
Mirando a la joven, de menos de la mitad de su altura, escondida detrás de Sir Ashton, Loena sonrió cálidamente. Fue cuando se acercó, pensando que debería darle el sándwich en la canasta de picnic rápidamente.
“¡Su Alteza, Princesa Amaryllis!” (Sir Ashton)
Loena se detuvo de inmediato.
‘¿Princesa …Amaryllis?’
Loena entrecerró los ojos y trató de entender la situación frente a ella. – ‘Sir Ashton debería estar guiando a Ashtarte… ¿Por qué ahora está con la Princesa Amaryllis en lugar de Ashtarte?’
“¡No me sigas! ¡Os odio tanto a ti como a mi hermano!” (Amaryllis)
“Por favor, cálmese.”
“¡Bueno, entonces no me sigas!”
Amaryllis corrió a gran velocidad como si estuviera jugando a las carreras, y Ashton, que la persiguió y no pudo alcanzarla, hizo todo lo posible para llamarla.
Sin embargo, la persona que Loena buscaba no se veía por ninguna parte.
‘Escuché que la Princesa Amaryllis siempre suele estar con el Príncipe Heredero…’
Y no había otra persona.
Un sentimiento de ansiedad recorrió a Loena. Arrojó al suelo la canasta que sostenía y corrió a toda velocidad en dirección opuesta a donde se encontraba Sir Ashton.
‘Fueron solo cuatro días… Solo han pasado cuatro días desde el día en que Ashtarte conoció a Miragen y derramó lágrimas por sus palabras, entonces, ¿por qué otra vez?’
Loena, que se había recogido la parte delantera de su vestido para que no le estorbara, vio a Miragen caminando con gracia desde el otro lado e inmediatamente dejó de caminar e inclinó la cabeza.
Pronto Miragen también notó la presencia de Loena y se detuvo a cinco pasos.
“La doncella, Loena Yeres… ¿Verdad?”
“Sí, Su Majestad, el Príncipe Heredero.”
“¿Te gustaron los vestidos?”
“…Me sentí honrada de recibirlos.”
“Honrada…”
Miragen apoyó su barbilla en su pulgar y rozó suavemente su mejilla con su dedo índice.
“¿De verdad piensas eso?” (Miragen)
“…..”
“Mande a entregar vestidos para la Princesa Ashtarte junto con tus vestidos, estoy seguro de ello.”
Los ojos de Miragen estaban llenos de amargura. Sus ojos rojos se oscurecieron como si se hubieran hundido más en el abismo.
“Así fue.” – Loena asintió con la cabeza.
Los vestidos de Ashtarte también se entregaron de manera segura y comenzó a usarlos hoy.
Loena, que no sintió la necesidad de decir una mentira por lo que respondió mansamente.
“¿De verdad? Entonces, ¿estoy equivocado o la Princesa definitivamente piensa que fuiste tú…?”
“La Princesa cree que los hice yo.”
“…Bueno. Me alegro de que hayan llegado bien. ¿Por qué no le dijiste la verdad?”
“Porque nadie me pidió que le dijera la verdad.” – Loena miró directamente a los ojos de Miragen. Era una mirada en la que se podía sentir la firme voluntad de no retroceder nunca.
Miragen se tragó una sonrisa como si no estuviera sorprendido por la audaz respuesta de Loena.
“Su Majestad es verdaderamente un hombre cobarde.” (Loena)
(N/T: ¡Golpe de derecha! Este hombre definitivamente es bipolar…. ¡Lo odio!)
“… ¿Qué?”
“La trata con amabilidad solo cuando su corazón se siente atraído por ella, le da una falsa esperanza sin esperanza y al mismo tiempo pisotea su corazón ante los demás.”
No eran palabras para ser dichas por una criada. Incluso si su cuello fuera cortado por blasfemia, no habría nada extraño en ello.
Incluso la persona que estaba frente a ella no era una figura cualquiera. Era Miragen Florence. La segunda figura más noble después de Su Majestad el Emperador. Incluso en el Imperio, era considerado uno de los mejores genios por su talento mágico.
Originalmente, para Loena, una sirvienta, él era un hombre que gobernaba en una posición en la que sería imperdonable hablarle así.
Sería mentira decir que no tenía miedo a la muerte.
‘Si realmente digo algo más, al momento siguiente, mi cabeza realmente podría caer al suelo.’
Obviamente, Loena también lo sabía, pero después de enfrentarse a Miragen, todos esos pensamientos parecían ser en vano.
‘Ella es una persona infinitamente dulce. ¿Qué diablos hizo tan mal?’ – En el corazón de Loena, solo había una ira silenciosa que no podía liberar el contenido de su corazón.
“¿No es eso un acto cobarde?” (Loena)
“Eres descarada. ¿Está bien si tomo las palabras que me dices ahora como un pedido para matarte?”
‘Basta, Loena Yeres. Realmente podrías morir.’ – En su cabeza se encendieron las luces rojas de emergencia, pero su boca no siguió su voluntad.
“…Su Majestad, ¿sabe que los años pasados no se pueden deshacer? ¿Verdad?”
Más bien, parecía como si alguien estuviera empujándola para hacer explotar sus penas.
“… ¿Qué diablos estás tratando de decir?”
Miragen frunció el ceño. Era la primera vez en su vida que una doncella era tan audaz. La dama de honor en el Palacio Principal también era estricta, pero no le dio nunca este tipo de mirada. Una mirada que decía: ‘Si puedo, voy a destrozarte y matarte.’
Pero su mirada no me hace ningún daño, porque a pesar de que su arrogancia atraviesa el cielo, solo es una doncella que morirá fácilmente si levanto una mano, pero a pesar de eso, su tono estaba bien pulido y ella mantiene la cortesía.
Miragen lo tomó con indiferencia y esperó su respuesta.
“Por favor Su Alteza, sea cómo siempre has sido. No quiero nada más.”
“Como siempre, ¿eh?”
“Siga ignorándola, como lo ha hecho durante los últimos 10 años, nada diferente a lo de antes. Por favor, no le dé la más mínima amabilidad, y no deje que la Princesa tenga expectativas o esperanzas.”
“… ¡Ja, ja, ja! Loena Yeres…!” – Miragen, incapaz de contenerse mientras escuchaba, gritó el nombre de Loena con voz baja y pesada.
Ante el grito de Miragen, los delgados hombros de Loena temblaron. De un vistazo, la expresión de ira, que era difícil de expresar con palabras, fue claramente evidente.
‘…¿Su cuello volará por su mano y podría dejar atrás a la Princesa?.. Incluso si sobrevive y es encarcelada en una prisión permanente, tendría suerte.’ (Loena)
‘Dejar a la Princesa sola…’ (Loena)
‘No puedo dejar sola a esa niña solitaria… Oh fui demasiado presuntuosa y crucé la línea.’ (Loena)
“¿Sabes por qué no te castigo a pesar de ser tan descarada?”
Sabiendo que fue presuntuosa, Loena estaba invisiblemente aliviada por las palabras de Miragen de que no la castigaría.
“… ¿No sé por qué, su Majestad?” – Loena negó con la cabeza sin expresión.
“Para la Princesa, pareces ser una persona muy importante. Entonces, en particular, voy a hacer como si no te hubiera oído hablar de esto por esta vez.”
“……”
“Pero no habrá una próxima vez. Recuerda, esta es la única vez que voy a hacer de la vista gorda ante tu arrogancia.”
Miragen se acercó a Loena. Cuando los cinco pasos de distancia se redujeron, Loena fijó la mirada en el suelo.
Los ojos de Miragen, que pasó en poco tiempo junto a Loena, se habían hundido tan fríamente que parecían aterradores.
<<“Sin embargo… Lo siento mucho, pero esa no es mi manera de ser Loena…”>>
La voz llorosa de Ashtarte resonó en los oídos de Loena. Los recuerdos de ese día que no podía olvidar simplemente brotaron.
(N/T: Ver Capítulo 9, la conversación de Ashtarte y Loena después de que el renacuajo la intimidó.)
<<“No, Princesa. Usted será feliz. Estoy seguro de que haré que suceda.”>>
Por la Princesa, por nadie más, ella haría todo lo posible.
Loena, que se paró como si fuera una estatua incluso después de que Miragen se fuera, dirigió su atención a la glorieta en la distancia y luego volvió a correr hacia el lugar donde no le cabía duda de que Ashtarte estaría.
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