Episodio 04.
A pesar de su voluntad de despertarse después del poco sueño de ayer, Ashtarte durmió profundamente todo el día y se despertó de la tarde.
Después de lavarse el cuerpo y cambiarse la ropa sucia, se dirigió un poco tarde a la cocina para desayunar.
Ashtarte, que ya estaba sentada a la mesa en un asiento frente a Loena y tomando el desayuno en silencio, abrió la boca.
“¿Sigues enfadada, Loena? Lo siento por usar un paño limpio arbitrariamente… Nunca más voy a hacer eso otra vez.”
“No estoy enojada por eso, Princesa. ¿Sabes lo sorprendida que estaba?”
“Si, pero no pude ignorar a esa persona cuando la vi acostada y herida…”
“Uff… Princesa, ¿Te lo mencioné en alguna oportunidad? Si una persona desconocida te visita cuando no estoy, debes huir sin importar el motivo.”
Realmente ella no había olvidado esas las palabras de Loena, porque solo las dijo porque estaba preocupada por la seguridad de Ashtarte, como un hábito.
“Sí…”
Al mismo tiempo, también eran unas palabras que no tenía necesidad de usar con frecuencia porque nadie había estado en el Palacio de la Emperatriz antes. Pero no hasta el punto de que no pudiera recordar el hecho incluso después de escucharlas, por lo que Ashtarte, apretando los labios, respondió en voz baja.
“¿Qué pasa si decepciono a Loena con esto?” – Ashtarte estaba visiblemente nerviosa.
“Si digo esto, puedo ser encarcelada permanentemente en una prisión por blasfemia. Si tan solo la Princesa pudiera estar a salvo, me encantaría que estallara una guerra en Florence, donde Su Majestad el Emperador fuese apuñalado. Conozco demasiado bien a la Princesa…”
“Sí… Es mi culpa. Lo siento mucho, Loena.”
Loena le disparó una mirada más seria que nunca a Ashtarte.
Tanto como Ashtarte era importante para Loena. Loena también era importante para ella, o tal vez incluso más que eso.
Ashtarte, que era muy consciente de cómo estaba elevando la voz para sí misma, inclinó la cabeza en silencio. Como no quedaba nada en la vida de Ashtarte excepto Loena, Ashtarte eligió el camino para no ser odiada por ella.
“Fue una mañana terrible que realmente no quiero experimentar dos veces.” (Loena)
“Perdón…”
“Entonces, ¿a dónde fue la persona a la que la Princesa estuvo tratando y porqué dejó sola en el pozo a la Princesa?”
(N/T: porque es un maldito bastardo…)
“Um, definitivamente estuvo ahí hasta anoche… Estaba tan gravemente herido, ¿Pero pudo moverse?”
“¿Una lesión grave? ¿Hay alguien caminando por el Palacio Imperial con heridas tan graves…? ¿Cómo diablos funciona la Guardia Imperial?” – Loena chasqueó la lengua brevemente.
Por lo general, tenía una sonrisa muy amistosa. Pero hoy, estaba con el ceño fruncido como si estuviera a punto de atrapar a un caballero de la Guardia Imperial que pasaba y escupirle flema en la cara.
Era porque Loena nunca había imaginado que un intruso entraría en el Palacio de la Emperatriz cuando ella no estaba allí.
Como si estuviera enojada, preguntó, rompiendo el pan que había comprado en la mañana.
“¡Por favor, mi Princesa! ¿No te ha hecho daño esa persona desagradecida que ni siquiera pudo darte unas palmaditas en las manos diciendo que fue un placer conocerte?”
“No creo que hubiera podido preocuparse por eso, porque estaba inconsciente” – Ashtarte respondió, sacudiendo la cabeza.
De hecho, todo lo que ella pudo hacer fue recoger todas las telas del Palacio y detener el sangrado, y luego acostarse a su lado y quedarse dormida.
“La Princesa incluso lo cuidó con esas manitas de helecho*, pero dejarla sola junto a un pozo frío y huir… cabrón desagradecido…”
(N/T: *delicadas.)
Loena, que estaba rechinando bruscamente los dientes, partió el pan con mucha fuerza y después colocó el pan partido en pedazos del tamaño de un bocado en un pequeño plato. Luego, colocó también leche tibia mezclada con azúcar dulce frente a Ashtarte.
El azúcar era caro y era uno de los ingredientes más valiosos en el Palacio de la Emperatriz, que tenía malas finanzas. Sin embargo, para Ashtarte, a quien le gusta la comida con azúcar, Loena siempre añadía azúcar a la leche al día siguiente de su salida del Palacio.
Debido a sus pobres finanzas, era imposible preparar un postre colorido y dulce con solo mirar la apariencia. Aun así, Ashtarte estaba lo suficientemente feliz solo con la leche azucarada que preparó Loena.
“Te acabas de despertar y no has comido nada hoy, ¿verdad? Ven y come.” (Loena)
“¿Tu no comes Loena?”
“Me siento llena con solo mirar lo que está comiendo la Princesa.”
“…Mentira.”
(N/T: Les diré que se me parte el corazón por ambas…)
Ashtarte giró la cabeza y desvió la mirada hacia el comedor a sus espaldas.
‘Sé que no sé mucho… Loena sale del Palacio una vez al mes para compensar la falta de presupuesto, pero sus salidas no siempre son exitosas.’
El dinero privado que había estado recaudando era un subsidio que había continuado injustificadamente durante 7 años por la consideración de su padre, el barón Orlando. De hecho, el poder financiero del barón no podía mantener al día todo el presupuesto insuficiente del Palacio de la Emperatriz durante los siete años.
Hubo días en los que no pudieron comer ni una sola comida adecuada al día durante los meses que no recibía apoyo. Y no hubo un día en que no hubiera preocupación en los dulces ojos color caramelo de Loena, quien miró a Ashtarte como si lo lamentara.
Era la continuación diaria de un tira y afloja, hasta el punto de que solo era cuestión de pegarse la boca.
El subsidio no llegaba a la cantidad que necesitaba Loena, pero incluso eso era cientos de miles de veces mejor que nada.
“¿Es esta la última comida?” – Ashtarte dejó escapar una voz indiferente, mirando las cálidas rebanadas de pan y la leche azucarada humeando frente a ella.
Ashtarte esperaba que algún día se cortara el inestable apoyo del Barón Orlando. Así que estaba realmente sorprendida y preocupada por ese tema.
‘No es que no quiera comer, es que no puedo comer porque es algo por lo que he pasado mucho en mi vida pasada.’
“… ¿Podría ser? No se preocupe por la comida y cómasela de inmediato, Princesa.”
“Loena, bebí demasiado té anoche y todavía estoy llena. Así que vamos a compartir este pan por la mitad. ¿sí?”
“…”
Ashtarte recogió algunos trozos de pan del plato que tenía delante y se los tendió a Loena.
“Esta bien. Compartamos mitad y mitad.”
“¡Sí! ¡Toma, come esto!”
Loena recibió un trozo de pan de Ashtarte. Le dio un mordisco al pan caliente recién horneado y miró alrededor de la cocina con una mirada rápida.
Contrariamente a las palabras de Ashtarte, quien dijo que preparó suficiente té para estar llena incluso después de despertarse a medianoche, no había rastro de agua hirviendo en la cocina.
Para hervir agua, debe encender el fuego en el horno, pero no había señales que el horno hubiera sido usado en absoluto…
El agua podía hervirse incluso usando magia, pero Ashtarte nunca había aprendido o usado el idioma antiguo, por lo que tampoco podría usar magia.
Naturalmente, era posible inferir que Ashtarte realmente no preparó té. Sin embargo, Loena no pudo resistir el pequeño toque que le dio el pan.
“Gracias Princesa.”
“Jeje. Sabe mejor cuando lo comemos juntas, ¿verdad?”
“Sí… Realmente lo sabe.”
‘¿Cómo podría llamarse a una Princesita tan linda ‘la Oscuridad del Imperio’ y como podría no tener el amor de su familia?’
Por alguna razón, el corazón de Loena se hundió.
Loena miró a Ashtarte, quien murmuraba con un trozo de pan con una expresión feliz en su rostro y luchó por contener las emociones hormigueantes que se precipitaron a un lado de su pecho.
“Entonces, ¿cómo era el intruso?”(Loena)
“¿Hmm? ¿Alto?”
“No importa cuán abandonado esté el Palacio de la Emperatriz, es un intruso dentro de la propiedad de la familia imperial… Tengo que ir a ver a la Guardia Imperial hoy y hacérselos saber.”
“Hmm… Bueno, ¡era una persona hermosa!”
Loena abrió los ojos e inclinó la cabeza.
“¿Era guapo?”
Si es una persona hermosa, de hecho, era una explicación abstracta.
Como los ojos de Loena parecían pedir una explicación, Ashtarte pensó profundamente y agregó.
“No puedo recordar nada más, pero una cosa es segura, ¡su cabello era claro como la luna! ¡Era tan brillante!”
“Claro como la luz de la luna… ¿Estás diciendo que era… de cabello plateado?”
Loena abrió mucho la boca por la sorpresa. Por supuesto, lo primero que le vino a la mente cuando pensó en una persona con cabello plateado en el Palacio Imperial fue…
“El cabello plateado es un símbolo de Florence… No, no podría haber sido…”
Ashtarte, que estaba bebiendo la leche azucarada, inclinó la cabeza mientras miraba a la confundida Loena, que murmuraba suavemente con una voz que solo ella podía escuchar.
“¿Loena conoce a alguien así?”
“¡Oh, no! Podría ser… ¡Tal vez podría ser…!”
“Hmmm…”
El comportamiento de Loena era muy sospechoso. Ashtarte, quien la miró, decidió concentrarse en saborear la dulzura de su leche azucarada que ahora llenaba su boca.
Después de terminar el desayuno y limpiar la cocina, Loena sacó unas herramientas de limpieza del almacén para poder limpiar lo que no había podido hacer durante un día completo.
Una alegre Ashtarte, con una brillante sonrisa, siguió a Loena con paso ligero, presagiando que sin duda pronto sería elogiada.
“¿Vaya? El pasillo…” (Leona)
El Palacio de la Emperatriz era un Palacio moribundo que fue abandonado por la familia imperial, pero el interior era bastante extenso, porque fue el Palacio donde vivió la Emperatriz durante su vida.
La única sirvienta que quedaba en el Palacio de la Emperatriz, Loena, no tenía la capacidad de administrarlo completamente sola, por lo que, naturalmente, había partes que estaban fuera de su alcance.
El pasillo del segundo piso era uno de ellos, y probablemente no habría podido limpiarlo en quince días.
Por un tiempo mayor de lo esperado, Loena se mostró un poco desconcertada por la apariencia limpia.
“Je, je.” (Ashtarte)
“De ninguna manera…”
Loena se volvió hacia Ashtarte detrás de ella, que la seguía.
Cuando vio a Ashtarte con una expresión que decía: ‘Lo hice’, Loena no pudo contener la risa que se le escapó.
“¿La Princesa lo limpió?”
“¡Sí! Lo hice ayer por miedo a que Loena lo pasara mal. ¿Está bien hecho?”
“Sí, lo hiciste bien. Gracias. Pero como este es mi trabajo, de ahora en adelante solo aceptaré tu corazón.”
“Sí…”
Loena colocó una mano sobre la cabeza de Ashtarte y la acarició suavemente.
‘Si Loena me felicita, puedo hacer más…’
Ashtarte, que había aceptado el toque de Loena sin evitarlo, frunció los labios de manera muy llamativa.
Loena la elogió por ayudarla. Sin embargo, como no daba por sentada la ayuda, Loena pocas veces pedía algo.
Hubiera sido mejor si ella dependiera un poco más de Ashtarte… No sabía cuántas veces había pensado en eso.
‘Todavía no puedo olvidar la primera vez que escuché un cumplido de Loena porque nunca había escuchado la palabra ‘elogio’ en mi vida anterior.’
Una sensación de picazón en un lado del pecho. Un sentimiento de felicidad que no se puede expresar con palabras, ya que el calor se extiende desde el interior… Una sensación que nunca había sentido en toda su vida.
Desde entonces, Ashtarte se ha esforzado mucho por escuchar más cumplidos de Loena.
Ayudar a Loena a limpiar en secreto era la forma más rápida de obtener sus cumplidos.
‘… ¿Qué más puedo hacer para recibir elogios ahora?’
Ashtarte, que miraba fijamente a Loena, que se arreglaba el cabello desordenado, desvió la mirada hacia el vestido que llevaba puesto con una mirada en blanco. Había pelusa en algunos lugares del brazo y el ojal estaba claramente marcado con varios puntos.
Era un vestido que había sobrevivido durante mucho tiempo con ayuda de las manos de Loena.
En los últimos siete años desde que se convirtió en la niñera de Ashtarte, Loena nunca se ha permitido ningún lujo.
Por el bien de Ashtarte, trataba de hacer lo mejor que podía para que Ashtarte pudiera crecer sin carencias.
(N/T: Leona es su verdadera familia: madre, hermana, amiga…)
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