EEMDDP – 89

Capítulo 89: Tú eres mi único amor

 

Jiang Se no estaba celosa ni estaba investigando su historial amoroso, ella lo miró en silencio. – “Lu Huaiyan, ¿has pasado estos siete años en Inglaterra obsesionado con cómo arrebatárselo todo a Lu Jinzhong?”

Cuando ella le hizo esa pregunta, supo la respuesta sin que él necesitara responder.

Eran la misma clase de persona.

Sus siete años en Inglaterra fueron similares a los cinco años de ella en Beicheng: había estado completamente consumida por la venganza, sin tiempo para el ocio ni el disfrute.

Cosas como el amor estaban fuera de discusión.

La única diferencia era que ella recorrió el último tramo del camino acompañado por él, mientras que él había recorrido todo su camino solo.

Lu Huaiyan dijo con indiferencia: “En ese momento, solo pensaba en cómo graduarme con las mejores calificaciones y regresar para arrebatarle a Lu Jinzhong el título de heredero de la familia Lu.”

Hizo una pausa y luego le rascó la punta de la nariz con el dedo índice doblado. – “Así que, señorita Jiang Se, tenga la seguridad de que usted es mi único amor. La nieta del duque que mencionó ahora está casada y es madre, y el compañero de clase italiano que me confesó su amor ha regresado a Italia y ha encontrado a su verdadero amor.”

Jiang Se tarareó un “Hmm” suave y añadió: “Lu Huaiyan, ¿qué habría sido de nosotros si la tía Han no hubiera intentado suicidarse y yo no hubiera sido secuestrada?”

A Jiang Se no le gustaban hacer suposiciones sobre el pasado; le parecían algo sin sentido.

Pero en ese momento, la pregunta había salido de su boca.

Si Han Yin no hubiera intentado suicidarse, no lo habrían enviado al extranjero a una edad tan temprana.

Si no la hubieran secuestrado, no habría tenido ese encuentro con él.

¿Se habrían enamorado? O tal vez, solo se habrían convertido en extraños familiares, para no volver a cruzarse después de que se revelara su origen y ella abandonara Beicheng.

Lu Huaiyan reflexionó seriamente sobre esto durante un largo rato.

“No sé cómo serías tú. Pero para mí, incluso si mi madre no hubiera intentado suicidarse, mientras Lu Jinzhong traicionara a esa familia, haría todo lo posible por apoderarme de todo lo que poseía.” – Era su naturaleza; no toleraba la traición de sus parientes más cercanos. – “Quizás mis métodos serían menos drásticos, pero hasta que mi abuelo me hubiera reconocido oficialmente como el próximo heredero de la familia Lu, no me permitiría distraerme.”

Él seguirá extrañando a la ella que era antes de cumplir dieciocho años.

Si Cen Li le pidiera de nuevo que arruinara su matrimonio con Fu Jun, él seguiría negándose.

Pero estaba seguro de que, si alguna vez la miraba de verdad, se volvería a enamorar perdidamente de ella.

“Pero aun así me enamoraría de ti, Jiang Se.” – Lu Huaiyan sonrió con una leve sonrisa. – “Para entonces, puede que ya estuvieras comprometida con Fu Jun, o incluso casada. Usaría todos los medios posibles por arrebatarle el puesto a Fu Jun.”

Siempre había sido así, en el fondo era una persona dominante, que jamás dejaba que otros le arrebataran lo que quería.

Los copos de nieve que caían del techo continuamente atravesaban la tenue luz de las lámparas.

Los ojos sonrientes del hombre se iluminaban con la luz.

Ese tono seguro, esa mirada resuelta, teñidos por la oscuridad de la noche y el resplandor de la nieve, proyectaban una extraña ternura.

Jiang Se lo miró. – “No me habría casado con Fu Jun, si no me hubieran secuestrado, no habría aceptado casarme con Fu Jun a los dieciocho años. Pero no me habría enamorado de ti tan pronto.”

Nunca habían hablado de amor.

Y, sin embargo, en esa silenciosa Nochebuena, al final de esa calle larga y solitaria, se declararon su amor mutuo mediante una hipotética pregunta del pasado.

Lu Huaiyan soltó una risita baja, tiró la caja de cartón vacía que tenía en la mano a la basura, se dio la vuelta, la abrazó con fuerza, le dio un beso feroz en los labios y dijo: “Lo sé, nunca he conocido a una chica más difícil de conquistar que tú.”

Si él no le hubiera abierto su corazón, si no la hubiera elegido con firmeza y no le hubiera entregado su amor más devoto, ella no lo habría aceptado.

Con el abrigo desabrochado, la envolvió por completo en su presencia.

Jiang Se lo rodeó con los brazos por la cintura y echó la cabeza hacia atrás para besarlo.

La nieve caía suavemente y las luces de neón brillaban como el agua.

Se abrazaron y se besaron, como cualquier pareja enamorada, bajo las farolas de un país extranjero.

Después de un beso apasionado, Lu Huaiyan se sacudió los copos de nieve pegados a la bufanda y dijo: “¿Quieres dar un paseo por el Támesis o volver al apartamento?”

Jiang Se había pasado toda la tarde caminando y realmente no quería seguir caminando.

“Regresemos al apartamento.”

El apartamento de Lu Huaiyan en el condado de Windsor estaba justo al lado del Támesis, frente al Eton College, al otro lado del río.

Al igual que su residencia en Oxford Street, estaba en el último piso.

Siempre le había encantado mirar hacia abajo desde el punto más alto.

En una noche de nieve torrencial, el mundo se cubría de plata y el Támesis serpenteaba bajo sus pies.

El suelo de madera tenía calefacción, Jiang Se estaba descalza junto al ventanal, esperó a que Lu Huaiyan, con dos platos blancos, rodeara la encimera y se acercara a ella antes de volverse y preguntar: “¿Ya está listo?”

Lu Huaiyan colocó los platos en la mesa junto a la ventana. – “Sí, ven a comer, te traeré algo de beber.”

Un momento después, regresó con dos vasos de whisky, colocó uno a su lado de la mesa, como un camarero dedicado, y dijo con una sonrisa: “Whisky con hielo.”

Los demás suelen acompañar un filete con vino tinto.

A ella, sin embargo, le encantaban los licores fuertes, sobre todo el whisky.

Jiang Se levantó su vaso, miró hacia la barra y dijo: “¿Empezaste a beber alcohol en el instituto?”

Lu Huaiyan: “El bar fue renovado cuando estaba en la universidad, Guan Shaoting y yo solíamos organizar reuniones el dormitorio donde vivíamos en Eton, y nuestro compañeros a veces se quedaban a dormir. Varias familias de mis compañeros eran socios de la familia Lu en Europa, y tenía una buena relación con ellos.”

Casi sin que ella le preguntara, él le respondía, revelando su pasado poco a poco.

Ambos filetes estaban poco hechos, y Jiang Se no pudo evitar levantar la vista para mirar a Lu Huaiyan después de probar un bocado.

Lu Huaiyan captó su mirada y preguntó: “¿Está demasiado hecho o demasiado delicioso?”

Jiang Se lo elogió generosamente: “Está delicioso.”

Realmente estaba delicioso.

Era incluso mejor que los filetes de los restaurantes con estrellas Michelin.

Lu Huaiyan tomó un sorbo de wisky, miró a Jiang Se y sonrió: “Es raro que nuestra exigente señorita haga cumplidos a alguien.”

Jiang Se le devolvió la sonrisa: “¿Quieres que te dé más propina?”

Habiendo disfrutado antes de pescado frito y gajos de patatas frita, Jiang Se solo pudo terminar la mitad de ese filete, por muy delicioso que estuviera. Le dio el resto a Lu Huaiyan y terminó el whisky de su vaso.

También había un reproductor de DVD antiguo en el apartamento.

Mientras Lu Huaiyan recogía la mesa, Jiang Se se acuclilló frente al reproductor de DVD, buscando una película. Fue entonces cuando el teléfono de Lu Huaiyan vibró un par de veces.

Había varios mensajes de Guan Shaoting.

El último mensaje era un video antiguo.

Jiang Se echó un vistazo y dejó el video que acababa de seleccionar, tomó el teléfono de Lu Huaiyan y se sentó en el sofá a esperarlo.

Lu Huaiyan metió los platos en el lavavajillas y le preparó una taza de té negro antes de acercarse lentamente.

“Guan Shaoting te envió algunos mensajes.” – Dijo Jiang Se, levantando su teléfono.

Lu Huaiyan bajó la mirada y la miró. – “¿Encontró el video?”

“El último mensaje es de hecho un video.”

Lu Huaiyan dejó el té en la mesa y rió entre dientes con una sutil sonrisa con un significado ambiguo. – “¿De verdad quieres verme hacer el ridículo, Jiang Se?”

Dicho eso, se sentó a su lado, se inclinó, desbloqueó el teléfono con su huella dactilar y dijo con cariño: “Mira.”

Jiang Se hizo clic en el video y lo primero que escuchó fue una melodía familiar de jazz, «Fly Me to the Moon» de Frank Sinatra.

Era una vieja canción de los años 60, pero todavía sigue sonando bien hoy en día.

En el video, dos jóvenes con esmoquin bailaban un slow lindy* al ritmo de la melodía. Aunque sus movimientos no se comparaban con los de los bailarines profesionales, eran bastante buenos, con una gracia y elegancia desinhibida.

(N/T: * «Slow lindy» se refiere a dos cosas principales: a un baile social en pareja con música lenta de swing que se llama «slow drag» y, de forma más general, a la adaptación a un ritmo más lento del baile Lindy Hop, que es el estilo de baile en pareja con música swing más conocido. En el contexto del Lindy Hop, se trata de una versión más pausada y suave, que facilita el aprendizaje y la adaptación a variaciones de ritmo.)

En cuanto la música de jazz sonó a todo volumen en el teléfono, Lu Huaiyan frunció el ceño, como si hubiera regresado a los días de su juventud, cuando practicaba pasos de baile con Guan Shaoting.

Aunque solo habían practicado unos días, no fue una experiencia agradable.

Pero…

Su mirada se posó en las comisuras curvada de los labios de Jiang Se y se recostó perezosamente en el respaldo de la silla, mirándola con los ojos entornados y la comisura de los labios curvados hacia arriba.

Mientras a ella le guste, estaba bien.

Después de ver el video tres veces, Lu Huaiyan no pudo evitar pellizcarle la mejilla. – “¿Es tan gracioso? Tiene las comisuras de los labios a punto de formar una media luna.”

Jiang Se salió del video y le dio una opinión justa: “Bailaste bien.”

Tras una pausa, añadió: “Simplemente no esperaba que tu pareja de baile fuera Guan Shaoting.”

“¿Quién más podría ser? En la escuela solo hay chicos.” – Dijo Lu Huaiyan con una sonrisa. – “No volví a bailar después de aquella vez, Shaoting, en cambio, se volvió aficionado al swing y luego incluso aprendió tango. Supongo que lo bailará cuando se case con su prometida.”

Eso le recordó a Jiang Se algo que había mencionado en el baño esa mañana.

Sobre su arrepentimiento por no haber tenido su primer baile social con ella en su ceremonia de 18 años.

Jiang Se cogió el teléfono y buscó la música de piano que ella y Fu Jun habían bailado. – “Lu Huaiyan, por favor, invítame a bailar.”

Lu Huaiyan miró la música en la pantalla, sonrió y se quitó los zapatos, se levantó y le tendió la mano. – “¿Te gustaría bailar conmigo por primera vez, Jiang Se?”

Jiang Se colocó la mano en la palma de él y al mismo tiempo, pulsó el botón de reproducción de su teléfono.

La melodiosa música de piano fluía como el agua del auricular, Jiang Se rodeó el cuello de Lu Huaiyan con el brazo, pisó el dorso de sus pies descalza y bailó tranquilamente al ritmo de la música.

Lu Huaiyan sujetó la cintura de Jiang Se, con la nariz hundida en su cabello, y la hizo girar lentamente por la sala.

Los recuerdos relacionados con esa pieza musical que le gustaba especialmente acudieron a su mente en tropel.

Ella bajando lentamente la escalera de caracol con un lujoso vestido de noche negro.

Cuando se sentaron frente al piano, tocando juntos, él con la mano izquierda, ella con la derecha.

Cada vez que volviera a escuchar esa pieza, probablemente lo primero que pensaría sería en esa noche.

“Lu Huaiyan.” – Jiang Se apoyó la barbilla en su hombro. – “Odio cocinar y odio hacer las tareas del hogar.”

Lu Huaiyan murmuró: “Entonces deja que alguien más lo haga, o lo haré yo.”

“Como mucho, te prepararé un plato de fideos de la longevidad para tu cumpleaños.”

“De acuerdo.” (Lu Huaiyan)

“Cuando estoy enfadada, tienes que apaciguarme y aunque no funcione, tienes que apaciguarme hasta que me calme.” – D​ijo Jiang Se. – “Pero si tú te enfadas, solo te apaciguaré una vez, nunca he sido capaz de apaciguar a nadie desde pequeña, y después de apaciguarte, te calmarás.” (Lu Huaiyan)

Solo ella podía justificar ese trato desigual con tanta convicción.

Lu Huaiyan sonrió suavemente: “De acuerdo.”

“Incluso cuando peleemos, tenemos que abrazarnos, besarnos y hacerlo.” – Continuó Jiang Se. – “Sin hacer guerras frías*.”

(N/T: *冷戰» (lěngzhàn) en chino puede significar la Guerra Fría histórica entre Estados Unidos y la Unión Soviética o, en el contexto de las relaciones interpersonales, «dar el trato silencioso». El segundo significado se refiere a una situación en la que una persona evita deliberadamente a otra debido al enojo o para expresar desaprobación.)

Lu Huaiyan volvió a sonreír: “De acuerdo.” Y añadió: “¿Alguna otra petición?”

Jiang Se pensó un momento: “No.”

“¿Eso es todo?” – Lu Huaiyan la besó en el rabillo del ojo y dijo. – “Siempre puedes pedir más.”

Jiang Se: “Te pediré más luego, cuando se me ocurran.”

La música terminó y Lu Huaiyan la sentó en el reposabrazos del sofá, sacó una caja de terciopelo azul de su bolsillo, extrajo un anillo de diamantes azules tallados con corte de marquesa y se lo puso lentamente en el dedo corazón izquierdo.

Un anillo sella el amor, dos anillos sellan el matrimonio y tres anillos sellan toda una vida juntos.

Lu Huaiyan no quería perderse ni un solo paso.

No quería tener más arrepentimientos.

“Les pregunté específicamente a Guo Qian y a Cen Li, y ambos dijeron que te gustan los diseños de marquesa.”

Lu Huaiyan le dio un beso en el dorso de la mano, la miró y dijo: “A partir de hoy, soy tu prometido. De ahora en adelante, cuando digas la palabra ‘prometido’, solo podrás pensar en mí.”

Jiang Se miró sus ojos oscuros y respondió lentamente: “De acuerdo.”

Lu Huaiyan le preguntó: “¿Quieres bailar otra vez?”

Jiang Se respondió: “Sí.”

Ella tomó su teléfono y puso la canción «Fly Me to the Moon.»

Era el mismo baile libre y relajado de antes.

Al final del baile, Lu Huaiyan la levantó y caminó hacia la habitación.

Esa Nochebuena se convirtió en su noche de compromiso.

Ambos estaban un poco locos.

Los sonidos de besos apasionados y jadeos ahogaron gradualmente el susurro de la nieve afuera.

Entre el cielo y la tierra, la tormenta de nieve, había calma en medio del caos.

Todos los sentidos de Jiang Se estaban conectados con él.

El sudor húmedo, los labios y lengua ardientes, su voz ronca y el sabor a óxido en sus labios.

Después de ducharse, se abrazó a la colcha y estaba a punto de dormir.

Justo en ese momento, de una manera muy inoportuna, sonó su teléfono.

Jiang Se echó un vistazo, era Guo Qian.

Dudó unos segundos antes de finalmente contestar. – “Qianqian, hablemos mañana si tienes algo que decir, quiero dormir.”

Guo Qian se sobresaltó al oír su voz. – “¿Qué le pasa a voz tu voz? ¿Te has resfriado? No puedes tener tan mala suerte, ¿verdad? ¿No es Lu Huaiyan…?”

Su voz se entrecortó, y por un momento se preguntó si Lu Huaiyan le habría propuesto matrimonio.

Si aún no lo había hecho, tenía que contenerse y no revelar el secreto.

Antes, cuando Lu Huaiyan la llamó para preguntarle sobre las preferencias de Jiang Se en cuanto a anillos, ya sospechaba que ese hombre planeaba proponerle matrimonio.

Justamente esos días son la víspera de Navidad y Año nuevo, y estando en el extranjero, el momento y el lugar eran perfectos. Sería inaceptable no pedirle matrimonio.

¿Pero qué pasaría si Se Se se resfriaba? ¿Quién sabía si esa propuesta saldría adelante?

Justo cuando pensaba eso, una voz ronca llegó del auricular: “No estoy resfriada.”

Un destello de inspiración cruzó la mente de Guo Qian y sus ojos se iluminaron y preguntó con una sonrisa: “Si no es un resfriado, ¿tienes la voz ronca por culpa de Lu Huaiyan?”

Jiang Se: “…”

Al ver que Jiang Se guardaba silencio, Guo Qian supo que había acertado.

Tenía incluso más experiencia en asuntos románticos que Jiang Se, pues había tenido tantas relaciones que no podía contarlas con los dedos de las manos.

Guo Qian rió dos veces. – “¿Está Lu Huaiyan contigo ahora mismo?”

“…No está.”

Guo Qian rió un par de veces más, llena de significado. – “No me equivoqué, nuestro joven director Lu no es una almohada bordada* después de todo.”

(N/T: 繡花枕頭: Una almohada bordada. Una metáfora de una persona guapísima, pero sin conocimientos ni talento)

Sus pensamientos estaban tan distraídos que había olvidado el propósito de la llamada. – “¿Sabes por qué no quiero casarme con Su Yanhe?”

Guo Qian había estado evitando ese matrimonio concertado hasta el punto de no volver a casa.

Jiang Se dijo perezosamente: “¿No dijiste que te desagradaba su personalidad ruidosa?”

“Eso es secundario.” – Suspiró Guo Qian. – “Lo principal es que no es muy bueno en ese aspecto, puedo corregir su mala personalidad, pero esa habilidad no se puede corregir con entrenamiento. En nuestro círculo, no se puede encontrar a una persona que sea tanto atractiva como útil entre diez, todos son puntas de lanza de plomo y estaño con apariencia de plata*.”

(N/T: 銀樣蠟槍頭» (yín yàng là qiāng tóu) es una expresión china que significa «una punta de lanza de plomo y estaño con apariencia de plata». Se usa como una metáfora para describir a una persona o cosa que tiene una apariencia brillante pero carece de sustancia o valor práctico.)

Guo Qian practicaba el hedonismo* desde pequeña y era muy selectiva con los hombres. Jiang Se se enteró hacía unos meses de que se había fijado en un estudiante internacional pobre.

(N/T: * El hedonismo psicológico es la teoría de que todo comportamiento humano está motivado por el deseo de maximizar el placer y minimizar el dolor.)

Anteriormente, la familia Guo le había cortado el apoyo financiero, por lo que tuvo que depender de la ayuda de Jiang Se.

Después de que Jiang Se dejara a la familia Cen, su vida se volvió muy difícil.

Ese estudiante internacional era dos años menor que ella, y al ver que ella vivía con poco dinero y tenía dificultades económicas, asumió que también era una estudiante extranjera pobre y compartía con ella cualquier oportunidad de trabajo a tiempo parcial que surgiera.

De hecho, Guo Qian lo acompañó a trabajar a tiempo parcial y, con el tiempo, poco a poco se enamoraron.

Si a esas alturas no habían roto, la señorita Guo debía estar bastante satisfecha con ese hermano menor.

Ambos, influenciadas por Cen Mingshu, tenían una visión algo rebelde y excéntrica del amor.

Guo Qian era aún más abierta que ella, y aún más libre en el amor, lo que la hacía más parecida a la sobrina de Cen Mingshu que a Jiang Se.

Jiang Se realmente tenía mucho sueño, al saber que Guo Qian llamaba por el compromiso, simplemente dijo: “Me gusta mucho el anillo de compromiso, Qianqian.”

Guo Qian finalmente recordó por qué había llamado. – “Por supuesto, pasé dos semanas de trabajo duro diseñando yo misma la base de ese anillo.”

De pequeñas, acordaron diseñar los anillos de boda la una para la otra.

Jiang Se prefería el azul y el verde, mientras que Guo Qian prefería el rosa y el amarillo.

El engaste del anillo de compromiso de Jiang Se tenía grabada una pequeña corona, y en el centro de la corona había un diminuto diamante blanco. Era un diseño que había comentado con Guo Qian de pequeñas: cada anillo llevaría una pequeña corona grabada.

“El diamante azul que compró Lu Huaiyan no solo es adecuado para un anillo de compromiso, sino también cubre los anillos de boda de ambos.” – Dijo Guo Qian. – “Mi hermano dijo que llevaba mirando ese diamante azul desde hacía tiempo y viajó personalmente a Christie’s en Europa para comprarlo a un precio muy alto.”

La mirada de Jiang Se volvió a posarse en el anillo que tenía en la mano.

Era un diamante azul Oppenheimer.

De pequeña, lo había visto en el catálogo de la exposición que trajo Ji Yunyi a casa y en aquel entonces, le había dicho a Cen Li que quería un diamante azul marino intenso como ese para cuando fuera mayor.

Esas dos palabras que involuntariamente pronunció de niña fueron rescatadas por ese hombre, quien luego le regaló un anillo de compromiso tan único.

“Mi hermano dijo que Lu Huaiyan te quiere mucho más de lo que él imaginaba. Se Se, ¿te resistes a pisotear la cara de Lu Huaiyan ahora? Supongo que has superando el pequeño arrepentimiento de aquel entonces.”

La broma de Guo Qian devolvió los pensamientos errantes de Jiang Se a su punto más oscuro.

Guo Qian siempre ha tenido una personalidad que le encanta ver el bullicio del espectáculo desde pequeña, Jiang Se apartó la mirada del anillo que tenía en la mano y dijo con calma: “Eso fue hace tanto tiempo, ya no soy la misma que cuando tenía 18 años.”

“Oh.”

Guo Qian estaba un poco decepcionada. Lu Huaiyan siempre había sido un poco sobresaliente en su círculo e incluso personas tan orgullosas como su hermano y Cen Li siempre lo seguían.

Tenía muchas ganas de ver a Lu Huaiyan ser humillado.

¿A quién no le gusta ver a una persona orgullosa dejar de lado su orgullo para disfrutar el olor de una rosa y de paso pincharse la nariz con sus espinas?

Pero como Se Se dijo que no le importaba, naturalmente lo dejó pasar.

Después de divagar y tras hacer algunas preguntas más sobre el viaje de Jiang Se a Inglaterra, finalmente se dignó a colgar el teléfono.

Jiang Se dejó el teléfono boca abajo sobre la mesita de noche y al darse la vuelta, vio a Lu Huaiyan de pie en la puerta del dormitorio.

(N/T: ¡Michi! Ese hombre siempre está atento escuchando sus conversaciones.)

Estando en el baño, recibió una llamada de Han Yin, la llevó a la cama y salió a contestar.

“¿No dijiste que tenías sueño?” – Preguntó Lu Huaiyan, con una botella de agua helada en la mano, y se sentó junto a la cama. – “¿Era Guo Qian la que llamó hace un momento?”

“Hmm.” – Murmuró Jiang Se, cerrando los ojos. – “Le pediste que diseñara el anillo, y se lo ha estado guardando hasta ahora, casi se ahoga por aguantar.”

Su voz se volvió cada vez más suave, sus largas pestañas cayeron silenciosamente, como si fuera a quedarse dormida con solo decir una palabra más.

Lu Huaiyan echó un vistazo al teléfono que ella había dejado en la mesita de noche y de repente dijo: “¿Sabías que Cen Li me pidió que nos viéramos en el estudio de la antigua mansión de la familia Cen el día de tu ceremonia de mayoría de edad?”

Jiang Se, reprimiendo el sueño, abrió los párpados para mirarlo y soltó un “hmm.”

Lu Huaiyan volvió a preguntar: “¿También escuchaste lo que Cen Li y yo dijimos en el estudio?”

Jiang Se no dijo nada.

Ella no llevaba auriculares cuando habló con Guo Qian y cuando Guo Qian se emocionaba, hablaba más alto que nadie, así que no era de extrañar que hubiera escuchado fragmentos.

‘Pero ¿cómo había relacionado las palabras de Guo Qian con lo que había sucedido en el estudio esa tarde?’

Ni siquiera Guo Qian entendía por qué de repente él dejó de gustarle.

Su silencio en ese momento equivalía a un asentimiento tácito.

Lu Huaiyan y Cen Li habían tenido muchas conversaciones, así que, por supuesto, no recordaba cada palabra, pero sí recordaba con claridad lo que habían dicho ese día en el estudio.

Cen Li quería emparejarlo con Jiang Se.

Lu Huaiyan siempre detestó que otros se entrometieran en sus asuntos personales, incluso le disgustaba la intervención de su abuelo en su matrimonio, y mucho más la de Cen Li.

Sabía que Cen Li menospreciaba a Fu Jun y sentía que Fu Juan era indigno de Jiang Se.

Aun así, él como su hermano mayor, no se atrevió a interceder ante sus padres ni a negociar con Fu Jun, simplemente quería usar su amistad con él para obligarlo a arruinar el compromiso de matrimonio de Jiang Se.

Para disuadir por completo a Cen Li de sus intenciones, habló sin rodeos.

Tras unos segundos de silencio, Jiang Se dijo lentamente: “Escuché la segunda parte, dijiste que era insulsa y nada destacable, simplemente nada especial.”

Su voz estaba envuelta en un sueño profundo, era perezosa y tranquila, sin rastro de emoción.

Lu Huaiyan sonrió suavemente: “¿Estás enojada?”

Jiang Se asintió: “En ese momento estaba bastante enojada.”

“¿Tan enojada que querías pisotearme la cara?” (Lu Huaiyan)

El tono de Jiang Se se mantuvo tranquilo: “En aquel momento, de verdad esperaba que alguien viniera, te pusiera en tu sitio y se ocupara de tu arrogancia.”

Lu Huaiyan volvió a reír entre dientes.

Dejando caer la botella de vidrio que tenía en la mano al suelo, levantó la manta y sacó a Jiang Se de debajo y, al mismo tiempo, se metió entre sus piernas, la agarró del tobillo y la cargó sobre su hombro izquierdo, diciendo: “Esa persona ha aparecido, adelante, pisa, yo me encargaré de limpiar, para que no vengas a buscarme para ajustar cuentas pendientes conmigo más tarde.”

Jiang Se: “…”

El dobladillo de su falda se deslizó un poco hacia abajo mientras levantaba su pierna izquierda y Jiang Se empujó su hombro izquierdo con el talón del pie, diciendo: “Lu Huaiyan, ¿no te aburres?”

La mano de Lu Huaiyan aún le rodeaba el tobillo y al oír eso, giró la cabeza para besar el empeine de su pie y dijo con seriedad: “No puedo retractarme de las palabras dichas y me disculpo por mi ceguera de entonces. Se Se, eres la mejor chica que he conocido. Si no fuera por ti, mi vida no habría estado tan llena de alegría.”

Cada día era alegre y lleno de expectativas.

Abrazados, mientras bailaba un baile divertido, comiendo una caja de bocadillos humeantes en la calle y contemplando su rostro tranquilo y dormido a través de la ventanilla del coche.

Las cosas que una vez consideró vanas pérdidas de tiempo se convirtieron en pequeñas alegrías de la vida cotidiana y con el paso de los años, esas pequeñas alegrías, grabadas por el tiempo, se convertirían en recuerdos inolvidables para él y para ella.

Es una vida vibrante que puedes saborear lentamente en la puesta de sol, cuando su cabello se vuelve gris.

Jiang Se se sumergió en su mirada profunda y serena.

Por un largo instante.

Ella presionó el arco de su pie contra el rostro de Lu Huaiyan, acariciándolo suavemente.

“Lu Huaiyan, acepto tu disculpa. Y, además…” – Dijo Jiang Se, mirándolo seriamente. – “Me alegro de que no le hayas dado la razón a mi hermano en aquel entonces.”

Debido a su rechazo, ella dejó de huir.

Gracias a que dejó de huir, pudo transformarse lentamente.

Cuando una persona está sola e indefensa, o se derrumba o se vuelve lo suficientemente fuerte como para salir por sí misma de la situación.

Lu Huaiyan ladeó la cabeza y le besó la parte posterior del pie y el tobillo de nuevo, luego inclinó su cuerpo hacia adelante, presionándola contra el suave colchón.

El hombre apoyó los codos a ambos lados de su rostro y suavemente, sin ningún deseo, le besó los ojos y las cejas con ternura.

Cuando sus cálidos y húmedos labios rozaron su nariz, Jiang Se abrió los labios.

Ese beso tan apasionado y tierno la hizo sentir cuánto la apreciaba.

El fuego de la chimenea ardía silenciosamente, crepitando ocasionalmente.

Jiang Se se acurrucó en los brazos de Lu Huaiyan, quedándose dormida lentamente, acurrucada con su calor corporal.

Durmieron hasta que despertaron naturalmente y, tras un desayuno relajado, partieron hacia Oxfordshire.

El itinerario de ese día fue muy similar al de ayer, durante el día, pasearon tranquilamente por el campus, visitando las antiguas bibliotecas y museos que él adoraba y por la noche, volvieron a su apartamento para ver una película junto a la chimenea.

Luego se besaban, hacían el amor y se abrazaban hasta quedarse dormidos.

Las vacaciones de cinco días terminaron en un abrir y cerrar de ojos.

Al abordar su vuelo en el aeropuerto de Heathrow, Jiang Se no pudo evitar echar un vistazo a la bulliciosa multitud.

“¿Te resistes a irte?” – Lu Huaiyan le entregó el té negro que acababa de comprar y dijo. – “Si te gusta, podemos intentar venir aquí cada Navidad.”

“No es que me dé pena irme.” – Jiang Se apartó la mirada y dio un sorbo de té negro. – “Acabo de recordar el fragmento de la narración de una película.”

Lu Huaiyan le tomó la mano y entrelazó sus dedos con fuerza: “¿Qué clase de narración?”

Jiang Se se esforzó por hurgar en su memoria y, tras un momento, dijo: “Siempre que me siento desanimada por este mundo, pienso en la escena del vestíbulo del aeropuerto de Heathrow. Mucha gente dice que vivimos en un mundo lleno de odio y codicia, pero yo no lo creo. En mi opinión, el amor está a tu alrededor. (1)”

En este mundo, siempre hay lugares que cada día son testigos de muchas despedidas y reencuentros, de lágrimas y sonrisas.

Por ejemplo, los hospitales.

Por ejemplo, las estaciones de tren y los aeropuertos.

Ver a alguien entrar y luego salir con alguien de la mano en el vestíbulo de ese aeropuerto era una experiencia verdaderamente satisfactoria.

“«¿Love Actually?»” (Lu Huaiyan)

“Sí, ¿la has visto?”

“Sí, más de una vez.” – Dijo Lu Huaiyan con una sonrisa. – “Es una película que Linda siempre pone cada Navidad. Si no hubiéramos ido al condado de Windsor ese día, sin duda nos habría invitado a verla con ella.”

Dicho eso, la miró de reojo y le pellizcó las yemas de los dedos. – “En cuanto a esa parte de la narración que mencionaste, estoy de acuerdo con la última frase. El amor está realmente a mi alrededor.”

Ya era de noche cuando el avión llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Beicheng.

Lu Xingqiu envió a su mayordomo a recogerlos al aeropuerto y Jiang Se y Lu Huaiyan cenaron en la vieja mansión antes de regresar a Ruidu Huafu.

En cuanto se abrió el ascensor, Jialuo se abalanzó sobre Jiang Se.

Lu Huaiyan observó la actitud aduladora de su perro y rió entre dientes: “Este niño olvidó a su padre ahora que tiene madre.”

Jiang Se se había convertido en su madre hacía más de dos meses.

Durante el Día Nacional, Jiang Se jugó con Jialuo en la sala de juegos y en cuanto el pequeño vio a Jiang Se, presionó frenéticamente el botón rojo en su pata.

Era un botón de pronunciación, al presionarlo, solo se oía un ‘Mamá.’

Después de presionar ‘Mamá’ varias veces, simultáneamente presionó ‘Finalmente viniste a verme.’

Jiang Se fue duramente criticada por su hijo la primera vez que se convirtió en madre.

Cuando Lu Huaiyan bajó del estudio, ella lo miró y le preguntó: “¿Cuándo me convertí en la madre de Jialuo?”

Lu Huaiyan respondió con calma: “¿Si no quién? Ya que soy su padre, ¿quién más puede ser su madre aparte de ti? ¿O quieres que crezca en una familia monoparental?”

Después de decir eso, le dio una orden a Jialuo: “Ve a enseñarle a mamá los juguetes que acabas de recibir.”

Jiang Se: “…”

Jialuo era muy pegajoso, sobre todo le encantaba estar cerca de Jiang Se.

Quizás sentía que su papá siempre lo regañaba, y que su dulce y tierna mamá era aún mejor.

Jiang Se se tambaleó al ser embestida por Jialuo, así que le acarició el cuello y dijo: “¿Olvidaste lo que papá dijo la otra vez? No puedes embestir en el ascensor.”

Jialuo aulló, meneando la cola y pidiéndole a Jiang Se que fuera a la sala de juegos a ver los regalos.

En la sala de juegos había una caja de regalo roja atada con un lazo dorado.

Jiang Se pensó que era el nuevo regalo de Navidad de Jialuo, pero al abrirla, descubrió que en realidad era un grueso álbum de fotos.

Lu Huaiyan entró. – “Así que este niño lo escondió aquí. Mi madre me lo envió hace dos días, buscó todas nuestras fotos e hizo un álbum.”

Jiang Se cogió el álbum y comenzó a hojearlo.

Las fotos incluían no solo fotos de los dos juntos, intencional o involuntariamente, sino también algunas fotos grupales en banquetes.

“Tenemos muchísimas fotos juntos.”

Lu Huaiyan sonrió con desgana. “Así es, nuestro intercambio ha existido desde el nacimiento.”

Le arrebató el álbum de fotos de la mano a Jiang Se. – “¿No dijiste que estabas cansada? Ve a ducharte primero, le diré a la tía que lleve a Jialuo abajo y jugaremos con él mañana.”

Jiang Se no durmió mucho en el vuelo de regreso, casi se quedó dormida en el coche rumbo a la vieja mansión, y Lu Huaiyan simplemente la alzó en brazos y la dejó dormir, observando cómo el mayordomo, que conducía delante, miraba con frecuencia por el espejo retrovisor.

Jiang Se estaba realmente cansada, después de calmar a Jialuo con suavidad, subió a ducharse. Cuando salió, ya habían despedido a Jialuo y Lu Huaiyan estaba sentado en el sofá del dormitorio, hojeando el álbum de fotos.

“Date prisa y dúchate.” – Jiang Se lo animó. – “Después de ducharte, duerme conmigo.”

Lu Huaiyan dejó de hojear el álbum de fotos y la miró. “¿Qué tipo de dormir?”

Jiang Se lo miró de reojo. – “Estoy cansada, no lo haremos esta noche.”

Durante su estancia en Inglaterra, habían estado tonteando todas las noches, Lu Huaiyan había usado todos los condones que había llevado, y el último día tuvo que correr a la farmacia a comprar más.

Lu Huaiyan sonrió, dejó el álbum de fotos a un lado, se levantó, caminó hacia ella, le pellizcó la mandíbula y dijo: “Dijiste lo mismo anoche en nuestro apartamento de Londres.”

Hablaron de estar cansados, de tener que coger un vuelo al día siguiente y de tener que acostarse temprano, pero terminaron usando dos condones.

Por suerte, no tenían que tomar un vuelo temprano en la mañana, así que durmieron bien antes de salir para el aeropuerto.

Jiang Se no se molestó en responderle, tomó el álbum de fotos del sofá y se apoyó en la cabecera para seguir hojeándolo.

Para cuando Lu Huaiyan terminó de ducharse, ya había hojeado todas las fotos.

Jiang Se señaló una foto y preguntó: “¿Esta la tomó la tía Han en ese entonces?”

Lu Huaiyan miró en esa dirección y vio que la foto fue tomada el día que Jiang Se se cayó al estanque de lotos.

Después de que Jiang Se se cambiara de ropa y se bebiera un tazón lleno de sopa de jengibre, Han Yin envió a Lu Huaiyan a llevarla de vuelta con Ji Yunyi.

La niña fue muy obediente, al comprender que Han Yin estaba indispuesta y cansada, tomó por iniciativa la mano de Lu Huaiyan y le pidió que la llevara a buscar a su hermano.

Lu Huaiyan bajó la mirada y la miró fijamente un buen rato, pero al final dejó que la agarrara sin rechazar la mano.

La foto fue tomada mientras ambos salían tomados de la mano.

Un chico alto y delgado, con camisa blanca y pantalones cortos, cogía de la mano a una niña guapa con grasa de bebe en el rostro, frunciendo el ceño mientras le advertía que tuviera cuidado con el umbral.

La chica lo miró de reojo, con una suave curva en la comisura de los labios.

Han Yin capturó ese instante en que los dos se miraron.

Lu Huaiyan tarareó un «sí», luego se sentó perezosamente a su lado y dijo: “Si mi madre no hubiera organizado las fotos, no habría sabido de su existencia.”

Poco después de que se tomara esa foto, Han Yin intento suicidarse.

Quizás temiendo que resurgieran malos recuerdos, Han Yin había sellado las fotos de aquel verano.

Hasta ahora.

Gracias a Jiang Se, aquel verano ya no fue un recuerdo intocable.

Tanto para Han Yin como para Lu Huaiyan.

Lu Huaiyan señaló la foto de sus manos entrelazadas y dijo: “Mira lo mucho que te encantaba tomarme de la mano cuando eras pequeña.”

La foto le trajo tantos recuerdos, y Jiang Se volvió a pensar en aquel verano.

Un cielo tan azul que parecía gotear pintura, una brisa cálida teñida con el canto de las cigarras, un estanque lleno de hermosas flores de loto y exuberantes hojas verdes.

Y el niño que la llevaba en hombros.

El sol abrasador proyectaba dos largas sombras sobre el suelo y ella contempló sus figuras superpuestas, sintiendo por fin que había escapado de la muerte.

Él era solo un adolescente en ese entonces, pero llevarla en hombros, le dio una inexplicablemente sensación de seguridad.

Al verla mirar fijamente las fotos, Lu Huaiyan la abrazó y dijo con una sonrisa: “¿Tanto te gusta mirar fotos? Mañana revelaré las que tomamos en Inglaterra y haré un álbum para que te las lleves a Tongcheng.”

Jiang Se regresaría a Tongcheng después de Nochevieja, y faltaban pocos días.

“Lu Huaiyan, vamos a conseguir el certificado de matrimonio el día de tu cumpleaños.” – Jiang Se cerró el álbum de fotos y se sentó en su regazo. – “Después de conseguir el certificado, iremos a ‘Donglaishun’ a comer fideos.”

“De acuerdo.” – Dijo Lu Huaiyan con una sonrisa. – “A partir del año que viene, cada 16 de enero, celebraremos mi cumpleaños al mediodía y nuestro aniversario de bodas por la noche.”

Jiang Se lo miró un momento, luego hundió la cabeza en su hombro y susurró: “Lu Huaiyan, naciste para casarte conmigo.”

Así que tenían que conseguir el certificado de matrimonio el día de su cumpleaños.

Lu Huaiyan se quedó atónito y tras unos segundos de silencio, giró la cabeza y le dio un profundo beso. – “Sí, nací para casarme contigo.”

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