Capítulo 72: “Lu Huaiyan, fuiste tú quien insistió en provocarme.”
El Maybach negro salió a toda velocidad de la finca y se dirigió a la villa junto al río.
El coche olía ligeramente a humo de cigarrillo, Lu Huaiyan bajó la ventanilla para disipar el olor a humo que aún quedaba al interior del auto, antes de volver a subirla.
Ninguno de los dos habló durante todo el trayecto.
Jiang Se giró para contemplar el paisaje exterior, mientras Lu Huaiyan observaba la carretera.
Cuando el coche llegó a la villa, Lu Huaiyan entró directamente en el garaje y la puerta enrollable bajó lentamente.
Jiang Se se desabrochó el cinturón de seguridad y estaba a punto de abrir la puerta del copiloto cuando, de repente, se oyó un clic y el coche se cerró.
Jiang Se tuvo que bajar la mano que había quedado a medio levantar.
Se giró para mirar a Lu Huaiyan: “¡Abre la puerta! Quiero salir.”
Lu Huaiyan giró la cabeza para encontrarse con su mirada y dijo con calma: “¿Por fin te animas a mirarme?”
Jiang Se apartó la vista sin decir nada, tras una larga espera, al ver que no había abierto el coche, volvió a mirarlo y gritó: “Lu Huaiyan.”
El garaje estaba a oscuras, solo un tenue rayo de luz se filtraba por debajo de la puerta, impidiendo que el espacio cerrado quedara completamente oscuro.
En la penumbra, Lu Huaiyan preguntó de repente: “¿Has usado el incienso de madera de agar que te di últimamente?”
Jiang Se se quedó atónita.
El incienso de madera de agar que usaba la familia Lu tenía una fragancia intensa; incluso una pizca perduraba mucho tiempo.
Después de que el olor a cigarrillo se disipara del coche, la fragancia que emanaba de ella impregnó el ambiente; él podía olerla incluso desde el asiento del conductor.
En un espacio tan cerrado y reducido, el tenue aroma a madera de agar era aún más difícil de ignorar.
Jiang Se se mordió el labio y guardó silencio, de repente, su cuerpo se movió, con la mano izquierda apoyada en la consola central, estaba lista para abrir el coche ella misma.
La mitad de su cuerpo estaba sobre el cuerpo de Lu Huaiyan, y su cabello al deslizarse por sus hombros le acarició el cuello varias veces.
Lu Huaiyan miró su perfil a centímetros de distancia, con su nuez de Adán hundiéndose lentamente y de repente, la agarró por la cintura, levantándola como si fuera un rábano y la colocó sobre su regazo.
Jiang Se se estrelló con fuerza contra el volante y el coche emitió un sonido de «bip».
Ella lo miró y ya estaba abriendo el seguro de la puerta, preparándose para salir del asiento del conductor.
Los ojos de Lu Huaiyan se oscurecieron, y él le agarró la mano, entrelazando los dedos con los de ella y sujetándola firmemente contra su regazo.
Jiang Se finalmente se enfadó: “¡Lu Huaiyan!”
Lu Huaiyan permaneció impasible, mirándola con ojos sombríos: “¿Por qué no respondes? ¿Has usado alguna vez el incienso de madera de agar que te di? ¿No lo dejaste de usar hace mucho tiempo?”
Le había dado ese incienso de madera de agar hace mucho tiempo, pero ella nunca lo había usado.
Lu Huaiyan miró dentro el maletín de cuero cuando estuvo en su dormitorio; las pastillas de incienso que contenía estaban intactas y sin abrir.
Sus miradas se cruzaron por un instante.
Jiang Se apartó la vista, evitándolo.
Lu Huaiyan se quedó mirando la suave piel bajo su oreja, donde él la había chupado innumerables veces y una repentina oleada de fuego le invadió el pecho, pero la reprimió con firmeza.
“Te esperé abajo durante dos horas, y ni siquiera te dignaste a buscarme. Eres bastante despiadada, rompiste sin pensarlo dos veces, y aun así no me atrevo a obligarme a perseguirte.” (Lu Huaiyan)
Un negocio que se persigue no es negocio.
Ahora él mismo es quien se está ofreciendo.
A un precio tan barato como el pan.
En el reflejo del cristal de la ventana, los ojos de Jiang Se parpadearon, pero sus pestañas permanecieron inmóviles.
“Lu Huaiyan, nosotros ya hemos terminado.”
“¿Terminar qué?” – Lu Huaiyan rió suavemente con una mirada fría. – “Nunca accedí a terminar, romper por medio de un mensaje, ¿crees que puedo aceptarlo?”
Le soltó la mano para girarle la cabeza hacia él y le dijo palabra por palabra: “Jiang Se, no podemos romper.”
La idea de separarse amistosamente y que cada uno siga su camino era una broma que no se aplicaba a ellos, ellos no podían romper.
Jiang Se finalmente levantó la vista para mirarlo directamente. – “¿Le pediste a alguien que investigara a Zheng Huan?”
“Sí.” – Dijo Lu Huaiyan con calma. – “Estoy decidido a averiguar por qué quieres romper. Zheng Huan es quien investiga tu caso. Después de que enviaste ese mensaje, fuiste a Tongcheng a recoger a Zhang Yue y la llevaste a ver a Zheng Huan. ¿Por qué? ¿Por el caso de hace siete años?”
Dicho eso, pensó en algo y añadió: “¿Te ha molestado Zhu Mingli últimamente?”
Al escucharlo mencionar a Zhu Mingli, Jiang Se recordó de repente lo que Zhu Mingli le había preguntado la noche anterior: <“¿Es Lu Huaiyan tu respaldo?”>
Los ojos de Jiang Se parpadearon. – “¿Zhu Mingli te buscó? ¿Qué te dijo?”
Lu Huaiyan no le ocultó nada: “Nos encontramos por casualidad en el Mayfair y ella vino a advertirme que tuviera cuidado de no ser utilizado.”
Él añadió con una media sonrisa: “No cené con ella en el Restaurante Giratorio para ver la puesta de sol.”
Sabiendo que estaba sacando a relucir la cuenta de su cena con Fu Yun, Jiang Se intentó apartar su cara, pero la mano seguía en su mejilla y justo cuando ella giró la cara, él la volvió a enderezar.
“¿Por qué te escondes? No voy a acusarte.” – Dijo Lu Huaiyan. – “¿Te diste cuenta de que le gustas a Fu Yun?”
La expresión de Jiang Se se detuvo un momento y lo miró.
Lu Huaiyan sonrió: “¿Sabes que le gustas?”
Jiang Se ya no quería hablar con él, bajó las pestañas y dijo con voz fría: “¿Terminaste de hablar? Si terminaste, me voy.”
Su mirada se endureció, y las agudezas de sus huesos volvieron a emerger una a una, causándole dolor.
Lu Huaiyan estaba tan furioso que quería volver a fumar.
Le levantó la barbilla, obligándola a mirarlo, al mismo tiempo, le presionó el cuello hacia adelante, mirándola fijamente a los ojos, y le preguntó: “Si no quieres hablar del aroma, no lo hagas, pero dime por qué quieres terminar conmigo. Sabes que no puedes engañarme.”
De todos modos, él habría llegado a fondo el asunto incluso si ella no se lo hubiera dicho, no tenía intención de sonsacarle más palabras. Sabía que a esa chica no se le podía obligar.
Pero no pudo resistirse, al verla salir de allí, con el mismo aroma que tenía en el cuerpo que él una vez poseyó.
Toda su racionalidad y paciencia se desvanecieron en un instante.
Los dos estaban tan cerca, su presencia invadía desde todos lados.
Esa sensación desnuda e intrusiva se filtró poco a poco a través de su mirada, su aliento y la temperatura corporal de su piel.
Claramente, sus labios no rozaron los de ella en absoluto, pero la humedad pegajosa y enredada de sus labios y dientes ya había tomado forma concreta.
La pregunta de si alguna vez había usado la madera de agar era como si le preguntara si lo extrañaba.
Significaban lo mismo.
Claro que sí.
Cada parte de su cuerpo, por dentro y por fuera, estaba llena de pensamientos sobre él, tanto que su proximidad, su invasión, desencadenó automáticamente una reacción en su cuerpo.
Su corazón latía con fuerza y su respiración se aceleraba cada vez más.
“Ya lo he dicho.” – Dijo Jiang Se con calma, conteniendo los latidos de su corazón mientras miraba a Lu Huaiyan. – “Nosotros solo estábamos haciendo un viaje.”
Lu Huaiyan la miró en silencio, luego se recostó de repente, cogió su teléfono de la consola central y dijo con indiferencia: “¿Sigue siendo por los rumores de matrimonio entre las familias Lu y Guan? De acuerdo, lo solucionaré ahora mismo.”
Él bajó la cabeza para desbloquear su teléfono y abrió la aplicación. La pantalla del teléfono brilló con una luz fría en la penumbra del coche.
Un momento después, salió de la aplicación e hizo una llamada: “Aumenta la exposición de la publicación del Weibo que acabo de publicar y de paso, publica también la foto de Guan Jiayi y mi abuelo de anoche.”
Después de decir eso, colgó, dejó el teléfono en la consola central y la miró fijamente.
“Ya se ha anunciado al mundo que no habrá matrimonio entre las familias Lu y Guan. Usaré la cuenta oficial de Weibo de la familia Lu, así que nadie cuestionará la autenticidad de esa publicación. Mi abuelo ya ha decidido adoptar a Guan Jiayi como su nieta adoptiva, y esa noticia se anunciará pronto. Es cierto que las familias Lu y Guan se unirán, pero no será por matrimonio. ¿Y qué más malinterpretaste? ¿La pieza para piano que toqué en Inglaterra? ¿O el rumor sobre mi dueto a cuatro manos con Guan Jiayi?” (Lu Huaiyan)
Él sonrió. – “Entonces dejaré de tocar el piano en el futuro, ¿de acuerdo?”
Dicho eso, bajó la mirada y abrió la mano izquierda de Jiang Se, buscando la cicatriz en su meñique izquierdo.
“¿Aquí es donde te cortaste los tendones en aquel entonces? ¿Verdad?” (Lu Huaiyan)
Lu Huaiyan sacó un abrecartas de la guantera, debajo de la consola central, y, sin pestañear, se lo clavó en el meñique izquierdo.
“Me haré un corte idéntico, tú no puedes tocar el violín y yo no podré tocar el piano, así que hacemos una pareja perfecta.”
Su voz era profunda y serena, pero sus movimientos eran feroces y rápidos.
Jiang Se le agarró la muñeca apresuradamente, la punta afilada del abrecartas le cortó la palma, dejándole una herida larga y delgada del que manó sangre a borbotones.
“¿Estás loco?”
Jiang Se miró sus ojos, que parecían estar ardiendo, su pecho subía y bajaba y sus delicados dedos presionaron con tanta fuerza, dejándole un pálido moretón en la muñeca.
“¿Ya se te pasó el enojo? No me gusta mucho tocar el piano, y si con esto te quito el enojo, ¿qué importa que me corte un tendón de la mano?” (Lu Huaiyan)
Lu Huaiyan la miró fijamente a los ojos, le sujetó la muñeca con la mano opuesta y la atrajo hacia él, diciendo lentamente. – “Toda una vida también es un viaje, Jiang Se, este viaje que hacemos tú y yo es para toda la vida. Mientras yo viva, este viaje nunca terminará.”
(N/T: ¡Que romántico! Bien… Ambos están loquillos…)
El aura que la rodeaba era suyo.
El fuego en sus ojos ardía por él.
Mientras ambos se enzarzaban en un abrazo apasionado, su carne y sangre se llenaban de anhelo mutuo, atrayéndose y enredándose, deseando no poder detenerse jamás hasta la muerte.
“Si he estado contigo, no me interesarán otras mujeres. Si has estado conmigo, tampoco podrás fijarte en otros hombres. Ninguno de los dos puede abandonar al otro.” (Lu Huaiyan)
Las palabras ‘ninguno de los dos puede abandonar al otro’ hicieron que el corazón de Jiang Se se encogiera de repente.
Recordó la pregunta que le había hecho a Han Yin.
Nadie sabía mejor que ella lo doloroso que había sido para él hacer esa pregunta.
Ambos habían sido abandonados por sus seres queridos.
Jiang Se bajó los párpados para ocultar la emoción en sus ojos.
Justo en ese momento, su teléfono vibró en el asiento del copiloto y ella lo miró de reojo.
Era Guo Qian.
Era obvio que era por el tuit que publicó Lu Huaiyan en Weibo.
Jiang Se parpadeó rápidamente y, cuando volvió a levantar la vista, sus ojos habían vuelto a la normalidad.
“Borraste tu cuenta de Weibo.”
“¿Borrar qué? ¿No dijiste que, aunque no me case con alguien de la familia Guan, me casaría con otra familia? Así todo el mundo sabrá que soy tuyo. Si alguna vez me caso con otra mujer, sería como darme una bofetada a mí mismo. Ahora que el asunto está resuelto, ¿podemos tener una relación amorosa adecuada?” (Lu Huaiyan)
La palma izquierda ensangrentada de Lu Huaiyan descansaba sobre su nuca; su aliento se acercaba gradualmente al de ella, su voz profunda y ronca, suave y gentil.
“¿Pensaste en mí cuando encendiste el incienso?” (Lu Huaiyan)
El rostro apuesto y frío del hombre estaba a centímetros de ella, su nariz rozando la de ella, sus alientos mezclándose.
Jiang Se no dijo nada, su mirada entrelazada con la suya sin moverse.
Tras una larga pausa, preguntó con dulzura: “Mi hermano debe haberte dicho que he estado yendo al médico, has visto las medicinas que tengo en mi mesita de noche más de una vez, Lu Huaiyan, ¿no tienes miedo?”
Lu Huaiyan le preguntó de vuelta: “¿Miedo a qué?”
Jiang Se respiró lentamente, pronunciando palabra por palabra: “Soy una paciente con enfermedades mentales, sufro de depresión, ansiedad, delirio de persecución y quizás incluso trastorno de doble personalidad, ¿tienes miedo ahora?”
Su mejor opción era convertirse en una paciente psiquiátrica.
Desde el día que regresó a la Ciudad de Beicheng, había estado preparada.
Tarde o temprano, todos en Ciudad de Beicheng sabrán que era una paciente psiquiátrica, incluso quienes la rodeaban.
Jiang Se no temía que esa etiqueta la persiguiera el resto de su vida, sacrificar un poco de reputación para obtener libertad, ese trato no le parecía una pérdida en absoluto.
Tampoco le importaba convertir a la familia Cen en un hazmerreír.
Fue precisamente por miedo a ser el hazmerreír por lo que la habían hecho esperar inútilmente durante tanto tiempo.
Todo eso era simplemente una consecuencia tardía del karma.
Pero Lu Huaiyan no necesitaba meterse en ese lío.
Él no le debía nada y, además, odiaba los problemas.
Debería ser el buen joven maestro de la familia Lu y casarse con una esposa normal, en lugar de ser criticado constantemente por la gente a sus espaldas por casarse con una enferma mental.
Lu Huaiyan la miró fijamente por un momento, con una mirada profunda y serena. – “¿Cómo ama un enfermo mental a alguien?”
Jiang Se dijo que no lo sabía. – “¿Quién puede predecir lo que hará una persona con problemas mentales? Quizás te ate a una cadena de hierro todos los días, si te atreves a traicionarla, abandonarla o hacerle sentir dolor, no te perdonará y te destruirá a toda costa.”
Una pizca de sonrisa llenó gradualmente los ojos oscuros del hombre. Con un clic, desabrochó la hebilla del cinturón, le tomó la mano, aferró la fría hebilla de metal y, con una fuerza repentina, le arrancó el cinturón de la cintura.
“No hay cadenas en el coche, ¿podemos usar el cinturón por ahora, aunque sea temporalmente?” (Lu Huaiyan)
Le puso el cinturón en la mano, presionando la palma contra su espalda baja y simultáneamente, desabrochó el cierre del asiento y, con un estirón de su pierna, empujó el asiento del conductor hacia atrás todo lo posible.
El cuerpo de Jiang Se se deslizó hacia adelante por inercia, apretándose contra su amplio pecho.
Lu Huaiyan ladeó la cabeza y le susurró en voz baja al oído:
“¿Cómo quieres usarlo? ¿Atarme las manos o atar algo más?” (Lu Huaiyan)
Jiang Se: “…”
Al ver su vacilación, Lu Huaiyan volvió a sonreír suavemente y echando la cabeza hacia atrás, la miró. – “¿Es por eso? ¿Quieres romper porque tienes miedo de ser una carga para mí, miedo de que se rían de mí, miedo de que mi abuelo y mi madre lo desaprueben? Jiang Se, escúchame bien, incluso si eres seas una enferma mental, todavía te quiero.”
Recordaba cada palabra que dijo Cen Li y lo sabía todo, incluyendo los medicamentos en su mostrador y los registros de sus visitas a la clínica tras regresar a la Ciudad de Beicheng.
¿Pero quién en este mundo no vive medio cuerdo y medio loco?
Se acaba de apuñalar con un abrecartas, si otros lo vieran, ¿quién no lo llamaría loco?
“¿No sabes lo que dicen de mí a mis espaldas? Todos dicen que soy un lunático sin corazón. Pero nosotros, un lunático y una enferma mental, ¿no somos la pareja perfecta?” (Lu Huaiyan)
Su aliento era abrasador, y no solo su aliento, sino también todo su cuerpo, Jiang Se podía sentir su reacción incluso a través de la fina tela de su ropa.
Sus cuerpos guardaban el recuerdo del otro como grabado en sus huesos.
Desde el momento en que ella se sentó en su regazo, el aire a su alrededor comenzó a calentarse.
La nuez de Lu Huaiyan subía y bajaba repetidamente y su lujuria creció descontroladamente como la hierba silvestre.
“Te deseo, Jiang Se.” (Lu Huaiyan)
Ya lo había dicho antes.
La Nochebuena del año pasado, en el patio número 48 de la calle Liyuan, le había dicho con calma y determinación: “Te deseo.”
Pero en este momento, su antigua compostura había desaparecido.
Su voz era contenida, la marea de pasión corría por sus venas, cada inhalación y exhalación era un testimonio de su emoción difícil de reprimir.
“Te deseo ahora.” – Lu Huaiyan le sostuvo la mirada y dijo lentamente. – “La primera vez, hagámoslo aquí mismo, sabes que no puedo esperar. La segunda vez, hagámoslo en la casa, elige el lugar que te guste: la cocina, el dormitorio, la sala de estar, donde quieras. Después, si aún tienes energía, podemos ir al baño y hacerlo bajo la ducha, como antes.”
Jiang Se apretó el cinturón que tenía en la mano con fuerza, mientras su pecho subía y bajaba ligeramente. – “Lu Huaiyan, eres un imbécil.”
Lu Huaiyan respondió a su regaño con una risa ahogada.
Ella lo llamó imbécil, pero él no se apartó cuando sus labios cayeron.
El cinturón que sostenía en la mano cayó sobre el cojín de cuero bajo el asiento del conductor con un golpe sordo.
Afuera de la puerta enrollable del garaje, se oían los tenues ladridos de un perro y algunas voces.
Alguien paseaba a su perro, alguien hablaba, y se oía el sutil sonido del viento que soplaba a través de la puerta enrollable.
Pero ellos no escuchan nada. No veían nada.
En el espacio oscuro y cerrado, el sonido húmedo y chasqueante de labios besándose llenó sus oídos.
Su beso no fue nada tierno; incluso podría describirse como brusco.
Con su habitual intensidad y fuerza.
Jiang Se cerró los ojos.
Le dolía la raíz de la lengua por la succión, y su pecho se llenó de una sensación de hinchazón y asfixia.
Con su cuerpo presionado contra el respaldo del asiento del conductor, no pudo evitar abrir los ojos, miró a Lu Huaiyan y dijo: “Fuiste tú quien insistió en provocarme.”
Desde el principio, había estado preparada para recorrer ese camino sola hasta el final.
Ella no cambiaría por nada ni por nadie, y no depositaría sus esperanzas en los demás.
Tampoco quería que nadie la acompañara ni fuera su cómplice, y desde luego no quería pedirle a nadie que hiciera sacrificios en nombre del amor.
Cuanto más buena sea alguien con ella, menos probable sería que ella se aprovechara de él.
Deberían haber terminado ahí mismo, haberse separado y tomado caminos distintos.
Los ojos oscuros de Jiang Se se empañaron gradualmente, miró a Lu Huaiyan, recorriendo sus rasgos con la mirada, y repitió con seriedad.
“Lu Huaiyan, fuiste tú quien insistió en provocarme.”
“Hmm, fui yo quien te provocó.” – Lu Huaiyan se inclinó sobre ella, bajando la cabeza para besarla en los ojos. – “Por favor, no me dejes ir, como un enfermo mental, nunca me dejes ir.”
Anterior | Novelas | Menú | SiguienteEEMDDP – 73 |