Capítulo 33: “¿No podemos besarnos cuando tengo fiebre?”
Hotel Junyue*, suite del último piso.
(N/T: Significado: *Hotel La Grandeur.)
Jiang Se se sintió un poco ridícula cuando Lu Huaiyan le trajo un tazón de fideos cocidos de la encimera de la cocina.
Originalmente quería invitarle un tazón de fideos de la longevidad como regalo de cumpleaños, pero no sabía que el dueño del restaurante tenía un evento de boda y no podrían comer allí. Al final, terminó llevando a casa una bolsa de fideos artesanales gratuitos para cocinarlos él mismo.
Ellos dieron un sobre rojo como muestra de aprecio, así que no fue un regalo en vano.
Había una cocina independiente en la suite, con todo lo necesario: cuencos, sartenes, utensilios, aceite, sal, salsa de soja y vinagre.
Lu Huaiyan nunca los había usado desde que vivía allí.
Aunque Jiang Se no había metido sus dedos en el agua de primavera*, había visto cocinar al tío Tong y Jiang Chuan. Sacó una olla, la llenó de agua y estaba a punto de quitar la cinta roja para meter los fideos congelados en la olla.
(N/T: *十指不沾阳春水是: es un dicho popular que significa que, en marzo, cuando hace mucho frío, no tienes que lavar tu propia ropa. Se usa para describir a alguien de familia adinerada que no tiene que lavar su propia ropa ni hacer las tareas del hogar, y generalmente se refiere a alguien mimado…)
Lu Huaiyan la agarró de la muñeca a tiempo, le quitó los fideos de la mano y dijo con una sonrisa: “¿Nunca has cocinado fideos antes?”
Jiang Se arqueó las cejas: “¿Los has cocinado tú antes?”
Lu Huaiyan: “Ya lo he cocinado, espera en el sofá, yo me encargo de cocinar.”
A Jiang Se nunca le había gustado cocinar, así que siguió su consejo y se sentó obedientemente en el sofá. Fue en ese momento cuando se dio cuenta de que había un tocadiscos de vinilo en la mesa decorativa detrás del sofá.
El tocadiscos tenía la forma de un maletín abierto y parecía bastante antiguo, la última vez que estuvo allí, claramente estaban colocado allí otros objetos decorativos.
Junto al tocadiscos había una caja de cuero especialmente diseñada para guardar discos, Jiang Se sacó un disco de la caja, lo miró de reojo y, para su sorpresa, era uno familiar: otra canción de Lana Del Rey, ‘Young and Beautiful.’
Sacó otro, y este le resultó aún más familiar, lo había escuchado hace unos días junto a Lu Huaiyan a través del teléfono.
Devolviendo el disco en su mano a su lugar, Jiang Se ladeó la cabeza y miró hacia la encimera de la cocina.
Tres candelabros de papel blanco colgaban del techo, sobre la encimera de la cocina, la luz se filtraba a través de las capas de papel apiladas, las pestañas oscuras del hombre y el puente de su nariz prominente resaltaban por la luz, pero sus rasgos se veían aún más marcados y atractivos.
Él sostenía en la mano una taza de esmalte que acababa de traer la camarera y estaba a punto de preparar el caldo, cuando notó su mirada, levantó la vista y la miró.
Jiang Se preguntó: “¿Cuándo compraste este tocadiscos?”
Lu Huaiyan bajó la mirada y sonrió: “Hoy volé en el avión con eso, ¿puedes adivinar de qué año es ese tocadiscos?”
No necesitas adivinar la respuesta, ya lo sabía.
Jiang Se dijo: “¿Del año en que nací?”
“Hmm.” – Lu Huaiyan tomó los fideos cocidos, los puso en la sopa caliente y dijo lentamente. – “Hay otro del mismo tamaño que el mío, la dejé en la ciudad de Beincheng, en la villa donde te quedaste.”
Después de terminar de hablar, levantó el tazón, miró a la chica en el sofá, señaló con la barbilla hacia la pequeña mesa del comedor junto a la ventana y dijo: “Ven a comer un poco de fideos.”
Los dos se sentaron en la pequeña mesa del comedor.
El paisaje nocturno de Tongcheng tenía un sabor diferente al de Beicheng.
Había una especie de silencio después del fin del bullicio.
Compartieron un tazón de fideos de la longevidad bajo la tranquila noche.
Lu Huaiyan tomó un bocado de fideos con un plato de salsa, luego sirvió una cucharada de sopa y la colocó lentamente frente a ella: “Dale un bocado primero.”
La costumbre aquí es que todos compartan fideos de la longevidad en los cumpleaños. La última vez que fue el cumpleaños de Jiang Ye, todos tuvieron que compartir un bocado de fideos de la longevidad para la estrella del cumpleaños.
Jiang Se ya había comido mucho en casa de Han Yin, así que solo iba a probar un bocado del tazón de fideos de Lu Huaiyan. Sin embargo, después de probar un bocado de fideos en sopa, sintió inmediatamente que su estómago tenía espacio para un segundo bocado.
De verdad sabían deliciosos.
Dejó el plato de salsa, saboreando el sabor ácido y fresco en su boca, y dijo: “La base de la sopa es de camarones al limón. ¿No te disgusta la comida ácida?”
El caldo fue traído por la camarera desde la cocina del hotel en un tazón esmaltado. Al principio, Jiang Se pensó que se trataba de la famosa sopa de hueso de cordero o sopa de mariscos de Junyue.
Nunca pensó que fuera una sopa de camarones al limón, salada, picante y ácida.
Lu Huaiyan observó atentamente su expresión, echó un vistazo al plato de salsa vacío a su lado y le preguntó: “¿Quieres comer un segundo bocado?”
Jiang Se asintió: “Con un bocado más es suficiente.”
Lu Huaiyan le dio un segundo bocado de fideos y esperó a que ella terminara de comer antes de asegurarse de que no quisiera un tercer bocado, para luego coger sus palillos para comer.
Aunque comía rápido, sus modales eran elegantes y agradables a la vista.
Jiang Se sostuvo una taza de té rojo y lo observó mientras terminaba el tazón de fideos.
“¿Solías cocinar a menudo antes?”
Lu Huaiyan se limpió las comisuras de los labios con una servilleta, se sirvió una taza de té negro y dijo: “Cuando estudiaba en Inglaterra, si me cansaba de la comida de los restaurantes, me ponía a cocinar yo mismo.”
Después de que Han Yin se marchara de Beicheng, debido a su mala relación con Lu Jinzhong, el anciano maestro Lu lo envió a estudiar a una Escuela de élite en Inglaterra.
El anciano maestro envió originalmente a dos sirvientes a Inglaterra para que se encargaran de su vida diaria, pero a Lu Huaiyan le gustaba vivir solo, así que los mandó de regreso al país.
El hombre tomó un sorbo de té negro y, al ver que ella no hizo más preguntas, dejó la taza de té negro y dijo: “¿Qué más quieres saber? ¿El plato que mejor cocino, mi primer amor o cuántas relaciones he tenido?”
Jiang Se se encontró con sus ojos tras las gafas, pero le hizo una pregunta completamente irrelevante: “¿Cómo te sentiste cuando expulsaste a Lu Jinzhong de la familia Lu?”
Aparentemente un poco sorprendido por su pregunta, Lu Huaiyan golpeó la taza de té con el dedo índice y dijo pensativo: “Placer, emoción, más precisamente, debería ser un placer incomparable.”
‘Un placer incomparable.’
Jiang Se bajó la mirada y tomó un sorbo de té lentamente.
Tras un momento de silencio, Lu Huaiyan observó sus pestañas caídas y de repente preguntó: “¿Te sientes mejor?”
Jiang Se hizo una pausa y levantó la vista: “¿Qué?”
“¿No te sentías muy incómoda esta tarde cuando llegaste a casa de mi madre?” – Lu Huaiyan miró sus ojos oscuros y volvió a preguntar. – “¿Te sientes mejor ahora?”
Jiang Se guardó silencio.
En su mente pasaron las imágenes de Zhao Zhicheng y el rostro lloroso de Zhang Yue.
Hoy, él le había dicho a Han Yin más de lo habitual. ¿Había percibido su estado de ánimo y por eso le había hablado tanto deliberadamente para consolarla?
Jiang Se dejó la taza de té, sonrió y asintió: “Mucho mejor.”
Lu Huaiyan la miró, pero en ese momento ella se levantó y dijo: “¿Te importa si pongo una canción?”
Él se levantó y preguntó directamente: “¿Qué canción quieres escuchar? ¿La de la última vez?”
“Sí.”
El tocadiscos estaba configurado y solo con poner el disco la canción comenzó a reproducirse.
Seguía siendo la canción ‘Born to die’ de la última vez, Lu Huaiyan se sentó junto a Jiang Se después de ponerla y el sofá de cuero se hundió un poco al instante y una tenue fragancia a madera de agar desprendió de él.
Jiang Se giró para mirarlo, sin evitar sus ojos oscuros al encontrarse con ellos.
El disco giraba lentamente.
<Sigue haciéndome reír, vamos a drogarnos.>
<El camino es largo, sigamos adelante.>
<Intentando divertirnos mientras tanto.>
Cuando la cantante cantó esa línea, la mirada de Jiang Se recorrió las gafas de montura dorada que Lu Huaiyan llevaba en la nariz y dijo: “Quiero verte sin gafas.”
Cuando él la sacó de la fábrica abandonada, no llevaba gafas.
En ese momento, él aún estaba al acecho, aún no había podido exterminar por completo a Lu Jinzhong, y el anciano maestro Lu aún no le había pedido que se pusiera gafas para atenuar su hostilidad.
Jiang Se pensó que aún le gustaba verlo sin gafas.
Lu Huaiyan se recostó en el sofá, la miró en silencio y dijo: “Si quieres verlo, ven y quítalos tú misma.”
Estaban a medio brazo de distancia, Jiang Se se inclinó ligeramente y tan pronto levantó la mano, le quitó las gafas.
Ella lo miró a los ojos.
Él nunca había ocultado su deseo por ella, aunque siempre se había acercado a ella y tratado de conquistarla de manera suave, la sensación de fría y aguda agresividad que sentía en sus huesos no se había debilitado, sino que se había hecho cada vez más intensa.
Siempre que él aparecía, siempre que él la miraba, ella podía sentir esa suave sensación de intrusión.
En ese momento, la corriente oscura en sus ojos, que ya no estaba bloqueada por las gafas, se volvió aún más cautivadora.
Como dos imanes que se acercaron lentamente.
Cuando la canción llegó a la frase: <Déjame besarte fuerte bajo la lluvia torrencial>, sus labios se encontraron.
Al principio, fue solo un ligero roce y una caricia, como si solo estuvieran dibujando la forma de los labios del otro con los suyos.
Sus labios estaban empapados en té negro, con un ligero toque de humedad.
Ese ligero toque de humedad se evaporó rápidamente con el aliento cálido que ambos exhalaban.
Lu Huaiyan fue el primero en perder la paciencia y abrió los labios para besar los de ella.
Al instante siguiente, Jiang Se sintió un tirón en su cintura, y él la levantó en sus brazos y la sentó en su regazo.
El hombre la sujetó por la nuca y profundizó el beso.
Ese fue un beso extremadamente profundo y apasionado.
No fue tan violento como la última vez ni el ligero toque de antes, fue más bien como una suave brisa y una llovizna persistente.
A ninguno de los dos les gustaba cerrar los ojos al besarse, pero Lu Huaiyan podía ver claramente cómo le temblaban las pestañas cada vez que él enredaba su lengua con la suya.
La punta de su lengua estaba muy caliente.
Suave y pegajosa, como un trozo de malvavisco que se derrite lentamente en la boca.
Lu Huaiyan no se dio cuenta de que algo andaba mal hasta que sus dedos tocaron la piel de su cuello, conteniendo el ardor que asolaba su interior, le sujetó el rostro con ambas manos, inclinó su cabeza hacia atrás e interrumpió bruscamente el beso con un <¡pop!>
Los ojos húmedos de Jiang Se aún estaban teñidos de un toque de confusión y asombro.
Lu Huaiyan levantó la mano, le tocó la frente y dijo en voz baja y ronca, con un dejo de dificultad para respirar: “Tienes fiebre.”
Jiang Se sabía que tenía fiebre.
Tras salir de la casa de Zhang Yue, supo que tenía fiebre otra vez.
Hacía tiempo que estaba acostumbrada a ese tipo de fiebre, como si fuera un mecanismo de defensa de su propio cuerpo. Cada vez que sus emociones se agitaban por los sucesos acaecidos hace siete años, activaba el mecanismo, tenía fiebre y luego despertaba recuperada después de dormir, como si nada hubiera pasado
“¿No podemos besarnos cuando tengo fiebre?” – Jiang Se miró a Lu Huaiyan. – “¿No me deseabas mucho? Da la casualidad de que yo también te deseo ahora.”
No había ni una pizca de sorpresa en su rostro, y era evidente que estaba muy consciente de su condición física.
Fue a comer con fiebre y lo acompañó a comer fideos de la longevidad con fiebre, y ahora, sin cuidar su salud, lo incitó a que la bese y tengan relaciones.
Lu Huaiyan sonrió con ira: “Por mucho que te desee, no me falta tiempo para esperar a que te baje la fiebre, además no soy tan cruel como para acostarme con una chica que está delirando por la fiebre.”
“…”
El hombre le puso las manos bajo las axilas, la colocó de nuevo en su posición original, se levantó y caminó hacia el mueble del televisor frente al sofá.
La confusión y el deseo en los ojos de Jiang Se se disiparon por completo, su mirada recuperó gradualmente su claridad y calma habituales y mirando la espalda de Lu Huaiyan, dijo: “No estoy delirando, sé lo que estoy haciendo.”
Lu Huaiyan no respondió, sacó un termómetro de mercurio y un antipirético del botiquín y se dio la vuelta para regresar al sofá.
“¿De verdad no estás delirando?” – El hombre sacó el termómetro de la caja transparente, con la parte que contenía el mercurio apuntando hacia sus labios rojos e hinchados por el beso, y dijo: “Sostén esto para poder medirte la temperatura y te creeré.”
Jiang Se: “…”
Simplemente la estaba persuadiendo como si fuera una niña.
Ella miró el termómetro en su mano, pensó un momento y abrió la boca para sostenerlo.
Lu Huaiyan la miró un rato, y al ver que el termómetro estaba estable y no se había caído, se levantó y fue a la cocina a servirle una taza de agua tibia.
Levantó la mano para mirar su reloj y calculó el tiempo para sacar el termómetro de la boca a Jiang Se.
“39.1 grados.” (Lu Huaiyan)
Esa temperatura sorprendió un poco a Jiang Se ya que solía tener fiebres bajas, y rara vez superaba los 38 grados.
Cuando las personas están excitadas, su temperatura corporal sube y cuando acababan de besarse, estimó que la temperatura de la punta de su lengua probablemente era superior, por eso él interrumpió el beso.
Lu Huaiyan dejó el termómetro, abrió dos pastillas antipiréticas para ella, se las dio en la boca y le dio un sorbo de agua.
“Además de la fiebre alta, ¿dónde más te sientes incómoda?” (Lu Huaiyan)
Pensando que solo tenía fiebre baja, Jiang Se no sentía ninguna incomodidad aparte del frío.
Pero en ese momento, al darse cuenta de que tenía fiebre alta, sus manos y pies comenzaron a debilitarse, y sintió un ligero dolor de cabeza.
La gente es así, una vez que saben que están débiles, su ánimo suele derrumbarse más rápido que su cuerpo.
Se tragó la medicina que tenía en la boca y dijo sin cambiar de expresión: “No, puede que sea el virus de la gripe, tal vez incluso te contagie.”
En Tongcheng, había habido un brote grave de gripe en los últimos dos meses, lo que había saturado los hospitales.
Se besaron sin parar durante tanto tiempo, por lo que, si de verdad era el virus de la gripe, él tampoco podría escapar.
Lu Huaiyan estaba sentado en la mesa de centro guardando el termómetro y el botiquín. Al oír eso, ni siquiera levantó las cejas y dijo con indiferencia: “Me alegra que lo sepas, Jiang Se; recuerda esto, si tengo fiebre alta en dos días, tú también deberás cuidarme igual que te cuidé a ti esta noche.”
“…”
Estaba sentado en un lugar más alto que ella. Jiang Se lo miró y dijo: “No necesito que me cuides.”
Cuando estaba a punto de levantarse, luego de decir eso, Lu Huaiyan dejo caer el botiquín a un lado, puso ambas manos sobre sus hombros y la presionó de vuelta al sofá.
“O te quedas aquí y yo te cuido, o dejas que tu familia venga a recogerte y que ellos te cuiden.” – La miró fijamente y dijo con una voz que dejaba ver un ligero apretón de dientes. – “Tú eliges.”
***
Cuando el agua del cabezal de la ducha cayó, el sonido del golpeteo entumeció el cuero cabelludo de Jiang Se.
El dolor en su cerebro se intensificó cada vez más.
Ella no se lavó el cabello, solo se dio una ducha rápida, se envolvió en una bata y salió del baño.
Lu Huaiyan la esperaba fuera del baño. Al verla salir, primero examinó su rostro y luego le entregó la ropa que tenía en la mano.
“No me he puesto esta ropa, así que úsala de manera provisional, alguien te traerá ropa nueva más tarde.” (Lu Huaiyan)
Era un pijama negra de hombre, de manga larga, para otoño e invierno.
Jiang Se lo tomó: “Gracias.”
“La medicina que te acabo de dar contiene un somnífero entre sus componentes. ¿te sientes somnolienta?” (Lu Huaiyan)
Jiang Se tenía un poco de sueño y asintió.
Parecía bastante obediente con esa apariencia.
La ira de Lu Huaiyan por no tomarse en serio su cuerpo desapareció gradualmente.
“Duérmete, hay un vaso de agua en la mesita de noche, recuerda beberlo cuando tengas sed. Dejaré la puerta abierta, llámame si necesitas algo.” (Lu Huaiyan)
La habitación donde dormía Jiang Se estaba justo al lado del dormitorio principal, la puerta estaba abierta, así que podría saber si ella hacía algún ruido.
Después de que Lu Huaiyan se fue, Jiang Se miró la puerta entreabierta, se quitó la bata de baño y se puso lentamente el pijama.
Su último pensamiento antes de quedarse dormida fue muy inesperado: ‘No es de extrañar que la tía Han haya podido conservar algo de inocencia hasta ahora, él siempre cuida bien de las personas a las que quiere cuidar.’
***
Jiang Se durmió intranquila esta vez, siempre sintiéndose cansada, como si acabara de cruzar un volcán y cayera repentinamente en una llanura helada, su cuerpo alternó entre el frío y el calor, una y otra vez, pero no pudo despertar.
Ella no tenía ni idea de que hablaba en sueños, ni que una figura había entrado en la habitación.
Lu Huaiyan le tocó la frente con el dorso de la mano, frunció el ceño, se sentó a la cabecera de la cama, ayudó a Jiang Se a levantarse y le llevó la taza de agua sobre la mesita de noche a los labios.
Justo cuando él le acercó la taza de agua a sus labios, antes de que pudiera abrir la boca, ella la abrió obedientemente, cerró los ojos y bebió pequeños sorbos de agua como un acto reflejo.
Cuando la taza estuvo vacía, ella apoyó su cabeza suavemente en su hombro y dijo en voz baja: “Tía Zhang, Se Se solo bebe una taza por hora.”
Lu Huaiyan hizo una breve pausa y miró a la chica que apoyaba la cabeza en su hombro.
Estaba realmente delirando por la fiebre y pensó que él era la tía Zhang.
Cuando estaba enferma, era muy obediente y fácil de cuidar, le da agua y ella la toma, pero no se olvidaba de regatear. Era obvio que no le gustaba beber agua.
Lu Huaiyan de repente recordó a la Jiang Se de su infancia.
En aquel caluroso día de verano, ella estaba empapada y colgaba de su hombro, temblando aún por la impresión, pero aún podía preguntarle temblorosa: <“Hermano Huaiyan, cuando lleguemos a casa de la tía Han, ¿podrías ayudarme a llamar a la tía Zhang?”>
Otros niños que suelen escapar de la muerte suelen llorar y gritar llamado a sus padres.
Pero ella solo quería a su ama de llaves.
‘¿Será porque, independientemente de si está enferma o le han hecho daño, solo puede acudir a la tía Zhang?’ (Lu Huaiyan)
En la oscuridad, Lu Huaiyan permaneció sentado en silencio un buen rato, hasta que le empezaron a doler los hombros, entonces, dejó el vaso de agua y colocó en la cama a la chica que dormía plácidamente sobre su hombro.
El hombre la arropó, le apartó suavemente el cabello de la cara y le susurró: “De niña, te gustaba llamarme hermano Huaiyan.”
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