Capítulo 21: Nadie puede obligarme a casarme con una chica que no me gusta
Los caquis congelados de esa noche eran suaves, pegajosos y jugosos, como un batido hecho en un día de verano.
Lu Huaiyan nunca probaba alimentos con textura blanda ni pegajosa, pero se comió hasta el último bocado de aquel cuenco de caquis congelados.
Cuando él se marchó, sabiendo que iba al Templo Hanshan, Jiang Se entró en la casa y sacó un frasco de esmalte del tamaño de un puño y le pidió que le llevara los caquis congelados a Han Yin.
El frasco de esmalte era blanco como la nieve, y además de los caquis congelados, también estaba lleno de nieve blanca y esponjosa.
De camino al Templo Hanshan, Lu Huaiyan se empecinó en no encender la calefacción por miedo a que la nieve del frasco de esmalte se derritiera y condujo de vuelta a la montaña Qihan con las ventanillas bajadas durante todo el camino.
A la mañana siguiente, cuando Han Yin regresó tras terminar sus clases matutinas, vio a Lu Huaiyan sentado en un taburete de tela en la entrada, sosteniendo el frasco de esmalte atado con una cuerda de cáñamo.
Lu Huaiyan tenía una residencia especial en el bosque de bambú, justo al otro lado del lago Zhuyin*. Han Yin no sabía cuándo había llegado.
(N/T: Nombre del Lago: 竹音 (Zhuyin) = Sonido de Bambú.)
Mientras sacaba las llaves para abrir la puerta, ella sonrió y dijo: “¿Por qué te levantaste tan temprano? El asistente Li me dijo que le mandaste encender fuegos artificiales anoche, por lo que pensé que dormirías hasta el mediodía hoy.”
“Todavía me estoy adaptando a la diferencia horaria.” – Lu Huaiyan se quitó los zapatos al entrar en la casa, trayendo consigo el frasco de esmalte. – “Jiang Se me pidió que te trajera esto anoche, son caquis cultivados en su patio.”
“Son perfectos para hacer té de caqui.” – Han Yin tomó el frasco esmaltado, miró a Lu Huaiyan y dijo con una sonrisa: “Los fuegos artificiales fueron para Se Se, ¿verdad? ¿Qué le parecieron? ¿Le gustaron?”
‘¿Le gustaron?’ (Lu Huaiyan)
Naturalmente, no le gustaron tanto, y no se conmovió.
Al menos, no tanto como le gustaban los caquis congelados.
Anoche, mientras temblaba de frío, su expresión al comer los caquis congelados era mucho más animada que cuando vio los fuegos artificiales.
Lu Huaiyan dijo: “¿Por qué no se lo preguntas en persona más tarde?”
Han Yin tenía la intención de crear más oportunidades para Lu Huaiyan, así que accedió de inmediato. – “De acuerdo, llamaré a Se Se más tarde para ver si está dispuesta a venir a la montaña.”
Lu Huaiyan asintió, después de un momento miró su reloj y de repente dijo: “Llámala después de las diez, es demasiado temprano.”
No sabía qué le vino a la mente, pero al decir esto, las comisuras de sus labios se curvaron ligeramente, mostrando una expresión algo inusual y delicada.
Han Yin le recordó: “Cuando Se Se venga más tarde, sonríele así. No pongas cara fría todo el tiempo, con esa cara seria, puede que Se Se ni siquiera tome el té contigo.”
Lu Huaiyan miró el frasco esmaltado y, respondió con buen humor: “De acuerdo, lo recordaré.”
Han Yin colocó la pulpa de caqui cortada en una taza de té, se tomó el tiempo de mirar a Lu Huaiyan y dijo con tono serio: “No es fácil encontrar una chica que te llame la atención, no la asustes.”
Le repitió las palabras que Lu Huaiyan le había dicho por teléfono el día anterior.
Lu Huaiyan respondió tranquilamente: “Entendido.”
Han Yin no estaba segura de su actitud, pero no quería interferir demasiado. Después de todo, su hijo no era alguien fácil de influenciar desde que era un niño. No le preguntó sobre su progreso con Jiang Se, solo le hizo un par de preguntas sobre su próxima agenda.
Se enteró de que regresaría a Beicheng en unos días, así que recordó algo y preguntó: “¿Volverá Se Se contigo a Beicheng? Ah’Li dijo que contactó con Se Se y le pidió que regresara a Beicheng para asistir a la fiesta de Nochevieja de la familia Cen.”
Lu Huaiyan sostenía una tetera de hierro para ir a buscar agua cuando las palabras de Han Yin le recordaron algo que Jiang Se había dicho anoche.
<“Cen Yu es una joven a la que admiro y aprecio mucho. La fiesta de Nochevieja de la familia Cen será uno de los eventos más importantes de su vida, así que, por favor, Director General Lu, tenga la amabilidad de asistir.”>
Era muy protectora con su compañera de escuela junior.
Lu Huaiyan puso la tetera de hierro fundido llena de agua en la estufa para que se calentara y dijo con voz suave: “No irá.”
La fiesta de Nochevieja de la familia Cen era el momento en que Cen Yu entraría oficialmente en la alta sociedad de Beicheng como la hija mayor de la familia Cen.
Ella debería ser el centro de atención indiscutible de ese evento.
Si Jiang Se fuera, la gente solo prestarían atención a los chismes entre ella y Cen Yu, y lo que debería haber sido una fiesta maravillosa podría convertirse en una fiesta de té para mujeres chismosas.
“No ir tampoco está mal.” – Sonrió Han Yin. – “Hay muchas actividades de Nochevieja junto al río Fuchun y ella también estará animada aquí. Ya que vas a volver a Beicheng, quédate unos días más esta vez y pasa tiempo con tu abuelo.”
Lu Huaiyan dijo «Hmm» y añadió: “Volveré a Beicheng el 27.”
Durante los últimos seis meses, había estado en Europa o en Tongcheng, y solo se quedaba en Beicheng uno o dos días cuando regresa ocasionalmente. El viejo maestro Lu probablemente lo había instado a regresar a la vieja casa innumerables veces.
Si no regresaba pronto, el anciano probablemente vendría a Tongcheng en persona para obligarlo a regresar.
La razón por la que le pide que regrese a Beicheng tan urgentemente es porque cree que debe poner en agenda los grandes asuntos de la vida, ya que es mayor y ha consolidado su carrera.
Incluso Han Yin conocía los pensamientos internos del viejo maestro Lu.
Miró a Lu Huaiyan y dijo: “Tu abuelo ha mencionado varias veces que quiere organizarte una cita a ciegas. Ayer incluso me envió fotos de varias chicas, diciéndome que quería hablara de ellas conmigo.”
Lu Huaiyan removió el carbón de la estufa y respondió con indiferencia: “¿Le mencionaste a Jiang Se?”
“¿Cómo puedo contarle algo que ni siquiera ha comenzado?” – Dijo Han Yin. – “Deberías contarle a tu abuelo sobre tu relación con Se Se, para que no tenga que dedicar tiempo y esfuerzo a organizarte una cita a ciegas.”
Lu Huaiyan sonrió levemente, cogió la olla de hierro fundido que ya estaba hirviendo y dijo: “No te preocupes, no planeo ir a una cita a ciegas. Aunque mi abuelo me ponga un cuchillo en la garganta, no iré. Nadie puede obligarme a casarme con una chica que no me gusta.”
Han Yin finalmente se sintió aliviada.
Lu Huaiyan la acompañó a tomar el té un rato antes de dirigirse a la habitación vacía contigua para atender asuntos oficiales. Después de hacer algunas llamadas al extranjero, ya eran más de las diez.
Salió de la habitación, atravesó la sala de estar y se dirigió al estudio al otro lado del pasillo.
Han Yin estaba escribiendo escrituras con un pincel en la mano y al oír el movimiento en la puerta, preguntó: “¿Has terminado?”
Lu Huaiyan respondió con un simple “Hmm”, y luego preguntó: “¿Jiang Se no viene?”
Han Yin no dejó de escribir mientras respondía: “Va a ir a la Calle Jinxiu a atender unos asuntos, dijo que vendrá a visitarme cuando tenga tiempo dentro de unos días.”
Lu Huaiyan arqueó una ceja.
‘¿Calle Jinxiu?’
‘¿Esa tienda de cheongsams?’
***
Calle Jinxiu, N°39.
Jiang Se estaba de pie en las escaleras de la tienda, mirando a la gente de abajo con una expresión tranquila.
“¡Nunca había visto gente tan desvergonzada! ¡Cómo se atreven a intentar sacarnos dinero con un cuadro al azar!” – Una anciana de cabello canoso estaba sentada en la nieve y rompió a llorar con lágrimas corriendo por su rostro, señalando a Jiang Se y maldiciendo en voz alta. – “¡Nunca he conocido a una persona tan despiadada en mi vida!”
Junto a la anciana había tres hombres altos y musculosos, todos de entre treinta y cuarenta años, que se parecían bastante a ella. El más alto sostenía un teléfono móvil y tomaba fotos.
En la tienda de cheongsam, He Miao miró la espalda de Jiang Se, pensó un momento y le dijo a Zhang Yue, que estaba dentro: “Maestra, entre, yo saldré a echar un vistazo.”
Mientras decía esto, estaba a punto de cruzar el mostrador, pero fue detenida por Zhang Yue.
“¿Qué vas a hacer? La policía llegará pronto. Además, ¿no dijo la señorita Jiang que podía con esto? Solo tenemos que esperar aquí.” (Zhang Yue)
“Sé que la señorita Jiang es muy capaz. La última vez que esta gente vino y destrozó la tienda, fue la señorita Jiang quien trajo a la policía para expulsarlos.” – Dijo He Miao, frunciendo los labios. – “Pero la policía aún no ha llegado. Ella está sola, ¡y quiero ir a apoyarla!”
“¿No tienes miedo?” (Zhang Yue)
Los hombres de fuera tenían un aspecto feroz y malvado, y desde luego no eran gente con la que se pudiera jugar a primera vista.
He Miao solo tenía diecinueve años ese año, sería mentir decir que no tenía miedo, pero nadie podía esconderse detrás de los demás por miedo y esperar a que alguien más los defendiera.
“¡Aunque tenga miedo, tengo que destacar! ¡No podemos esperar a que la señorita Jiang se encargue de todo!”
Esta frase fue pronunciada con voz firme y con un aire de un ternero recién nacido que no tenía miedo de los tigres. Zhang Yue se quedó atónita al oírla y su mano se congeló en el aire, olvidando retirarla.
He Miao no se percató de su reacción, dio grandes zancadas para colocarse junto a Jiang Se y gritó a voz en cuello: “¡Nunca he visto gente tan desvergonzada como ustedes! Ya les dijimos que aquí hay cámaras de vigilancia y todo lo que hagan aquí se convertirá en evidencia en el futuro, ¿entienden? ¿De verdad creen que nuestra tienda es su patio trasero que pueden destrozar cuando quieran?”
He Miao se quedó tan cerca de Jiang y cuando gritó, los oídos de Jiang Se se entumecieron un poco.
Jiang Se ladeó ligeramente la cabeza y vio las manos ligeramente temblorosas de He Miao y su rostro inexpresivo finalmente cambió un poco.
“No hay por qué tenerles miedo y cuanto más alboroto arman la gente, más cobarde suele ser.” – Jiang Se la tranquilizó con dulzura. – “La gente realmente despiadada es silenciosa.”
Escalera abajo, la anciana seguía aullando y al oírla, saltó del suelo nevado de inmediato, extendiendo sus manos manchadas de nieve y barro para agarrar el abrigo de Jiang Se.
A causa del festival, la Calle Jinxiu, que normalmente era desierta, tenía algunos peatones más de lo habitual. Tres o cinco transeúntes, atraídos por los aullidos de la anciana observaron la conmoción desde la distancia.
Sin embargo, nadie ofreció ayuda.
Jiang Se ignoró a la gente que la rodeaba y permaneció en silencio en los escalones, sin retroceder ni un solo paso y sin rastro de miedo en su rostro.
En el edificio en sombras, diagonalmente opuesto, Li Rui permanecía de pie tras la ventana del segundo piso y preguntó vacilante. – “Joven Maestro Lu, ¿está seguro de que no necesita ir a ayudar? Esa anciana es una verdadera alborotadora y la última vez, casi derribó el techo de la comisaría gritando.”
Lu Huaiyan entrecerró las pestañas y sus ojos quedaron ocultos tras sus gafas, por lo que no podía ver con claridad sus emociones.
Dijo con ligereza: “Si no ha pedido ayuda, no hay necesidad de intervenir.”
He Miao, de pie junto a Jiang Se, estaba aún más nerviosa que Li Rui. Cuando la anciana se acercó corriendo, inconscientemente quiso bloquearla para proteger a Jiang Se.
¿Quién hubiera pensado que las palabras de Jiang Se asustarían a la anciana?
“Este abrigo vale 200.000 yuanes.”
Jiang Se metió las manos en los bolsillos, con una suave sonrisa en los labios. – “Es la misma cantidad que ganaste vendiendo esta tienda hace ocho años. Si lo manchas o lo dañas, tendrás que compensarme: en el mejor de los casos, unos miles de yuanes; en el peor, el precio completo. Si a eso le sumamos la indemnización por la angustia emocional, aunque la indemnización no sea tan alta como la pintura de la última vez, sigue siendo una suma considerable para ti.”
Se inclinó ligeramente, la sonrisa se desvaneció gradualmente en su delicado rostro de porcelana mientras miraba a la anciana directamente a los ojos y decía, palabra por palabra: “Si te atreves, ¡tócame!”
Era un abrigo blanco perla y era imposible distinguir la marca o el material, pero nadie dudó de la veracidad de sus palabras.
Porque realmente irradiaba un aspecto noble y se notaba a simple vista que había nacido con una cuchara de oro en la boca. Si decía que la pintura valía un millón, realmente valía un millón. Si decía que el abrigo valía 200.000 yuanes, pues eran 200.000.
Los ojos nublados de la anciana se encontraron con las pupilas oscuras y brillantes de Jiang Se, sintió un escalofrío en la espalda y la voz que estaba a medio aullar se atascó en su garganta, y la acción de abalanzarse sobre ella se perdió por completo
La conmoción terminó con la llegada de la policía.
Jiang Se y He Miao siguieron a la policía a la comisaría para declarar y antes de irse, miró a Zhang Yue y dijo en voz baja: “Si tienes miedo, cierra la tienda y vete a casa. Si no, déjala abierta.”
El coche patrulla se alejó, la multitud se dispersó y, en cuestión de segundos, la Calle Jinxiu volvió a su silencio habitual.
Zhang Yue permaneció sentada en silencio detrás del mostrador y tras esperar un rato, se levantó, cerró la puerta con llave y salió de la Calle Jinxiu.
Lu Huaiyan seguía de pie en el estudio, mirando la figura de Zhang Yue que se desvanecía a la distancia, luego sacó su teléfono móvil e hizo una llamada.
“Borra todos los videos que tienen esas personas.” – Tras una pausa, miró los escalones donde Jiang Se se acababa de parar y añadió. – “Por cierto, investiga a Zhang Yue, el dueño del N°39 de la Calle Jinxiu.”
***
En los días siguientes, Jiang Se fue a la comisaría varias veces.
Jiang Chuan y Yu Shiying no hicieron demasiadas preguntas sobre su ausencia de casa, pensando que había ido a visitar a la anciana del Templo Hanshan.
Jiang Se estuvo ocupada con la tienda de cheongsam estos días y no visitó a Han Yin. El día 30, por fin tuvo algo de tiempo libre y después de comer, fue al Templo Hanshan y tomó el té de la tarde con Han Yin en la casa de bambú.
Para entonces, Lu Huaiyan ya había regresado a Beicheng. No solo él, sino también Cen Li, Guo Song y otros habían regresado de todas partes del mundo.
Estas personas solían estar muy ocupadas y cada año les era más difícil reunirse.
La razón por la que se reunieron ese día fue, naturalmente, el banquete de Nochevieja de la familia Cen.
Todos sabían que al día siguiente por la noche era el gran día para la joya perdida de la familia Cen, así que, pase lo que pase, tenían que encontrar tiempo para ir.
Cen Grandet*, quien jamás había gastado un céntimo, había gastado una cantidad de dinero sin precedentes para organizar una fiesta de alto nivel y el lugar fijado para la celebración era el Club Mayfair, el club más caro de Ciudad de Beicheng.
Cen Li había reservado un salón privado en el cuarto piso. Lu Huaiyan llegó tarde, y para cuando entró, ya había más de una docena de personas sentadas.
Cen Li, con un cigarro entre los dedos, vislumbró la figura de Lu Huaiyan y rápidamente palmeó el asiento principal a su lado. – “Ven aquí rápido, nadie se atrevería a sentarse en este asiento si tú no vinieras. ¿Por qué llegas tan tarde? ¿Tu abuelo te organizó una cita a ciegas otra vez?”
No era ningún secreto en Beicheng que el viejo maestro Lu seguía organizando citas a ciegas para Lu Huaiyan.
A diferencia de los demás, que llevaban tiempo resignados a matrimonios concertados, Lu Huaiyan se había ganado el derecho a elegir a su propia esposa del Viejo Maestro Lu a los veintiún años.
Ni siquiera el anciano Lu podía imponerle a nadie, solo podía insistir y organizar de vez en cuando algunas citas a ciegas.
Cuando Cen Li se enteró de la apuesta entre Lu Huaiyan y su abuelo, sintió mucha curiosidad y preguntó: “¿Por fin conociste a tu ‘amor verdadero’?”
La intención original del Viejo Maestro Lu tras la apuesta era presionar a Lu Huaiyan y a Lu Jinzhong para que dejaran de lado sus agravios del pasado y si una reconciliación total era imposible, al menos esperaba que no se vieran abocados a matarse el uno al otro.
Todos en su círculo sabían cuánto odiaba Lu Huaiyan a Lu Jinzhong. ¿Cómo no sorprenderse de que acepte esa apuesta solo por el derecho a su libertad matrimonial?
Para gente como ellos, no era importante con quién se casen. No es que no puedan divertirse después del matrimonio.
Pero Lu Huaiyan nunca se tomaba en serio la supuesta libertad matrimonial. En aquel entonces, había respondido con indiferencia: <“Es una victoria segura, ¿por qué no iba a aceptar la apuesta? Es solo un extra.”>
Tras decir eso, incluso miró de reojo a Cen Li y dijo con una sonrisa. “¿Amor verdadero? Cen Li, eres un romántico.”
Romántico, ¡Que tontería*!
(N/T: 个屁» (gè pì) en chino mandarín es una expresión coloquial que se utiliza para restar importancia o menospreciar algo que se ha dicho o hecho. Se puede traducir como «¡qué tontería!», «¡qué mierda!», o «¡vaya!». Es una forma muy informal y grosera de responder, similar a usar «bullshit» en inglés.)
Aunque Cen Li no ha sido tan promiscuo como los demás, también ha tenido algunas aventuras, las suficientes para saber que el romance era solo una pérdida de tiempo y dinero y realmente no era algo que le interesara.
Había mucha gente en la reunión esa noche, pero los únicos realmente cercanos a Lu Huaiyan eran Cen Li y Guo Song.
Lu Huaiyan tomó asiento en un sofá individual y dijo con una sonrisa de suficiencia. – “¿Tanto te interesa saber si tengo una cita a ciegas?”
Sus palabras, como era natural, evocaron en Cen Li recuerdos particularmente desagradables, chasqueó la lengua y dijo: “Tranquilo, no tengo intención de hacer de casamentero.”
Como hombre con dos hermanas menores, prefería morir antes que presentar a sus hermanas a Lu Huaiyan.
De joven, había sido demasiado ingenuo, al ver que a Lu Huaiyan no le interesaban las mujeres y que era bastante disciplinado y que Se Se estaba interesada en él, quiso organizar un emparejamiento. Ahora, solo de pensarlo, Cen Li quería abofetearse al recordar aquellos años. Debía de estar ciego para siquiera considerar convertir a Lu Huaiyan en su cuñado.
Lu Huaiyan le lanzó una mirada ambigua y sonrió suavemente. – “Incluso has sacado los puros que has atesorado durante tantos años, así que, si tienes algo que decir, por favor ve al grano.”
Todos los presentes sabían por qué Cen Li había organizado ese juego.
No era más que allanar el camino para su recién reconocida hermana.
Cen Li levantó su copa de vino de la mesa y dijo con solemnidad: “Todos conocen la situación de mi familia, así que no diré mucho más. Como hermano, siento mucho lo que ha pasado nuestra Cen Yu en los últimos 23 años, supongo que ustedes, como mis hermanos, lo sienten más que yo. En el futuro, les pido que cuiden de ella, si alguien la intimida, defiéndanla, y cuando esté trabajando en un proyecto, tengan la generosidad de un hermano, para que ella pueda ganar algo de dinero de bolsillo. ¡Yo me beberé esta copa primero por ella!”
Tras semejante discurso descarado, alguien en la sala privada exclamó de inmediato: “¡Mierda!” y luego: “¡Sabía que no podías dejarnos fumar los puros que has coleccionado durante tantos años en vano!».
La copa de vino extranjero que Cen Li sostenía no solo tenía una alta graduación alcohólica, sino que estaba lleno hasta el borde. Sonrió, lo bebió de un trago y lo volvió a llenar enseguida.
“Hay una cosa más que necesito pedirles.” – Cen Li levantando la copa de vino en su mano. – “Mi otra hermana también podría venir al banquete mañana. La han visto crecer desde que era niña y no tengo otra petición, solo que espero que la traten de la misma forma que en el pasado. Esta noche, toda su comida, bebida y entretenimiento ¡corre por mi cuenta!”
Cuando Cen Li empezó a hablar, Lu Huaiyan, que sostenía uno de sus preciados puros, jugaba distraídamente con él entre los dedos, reclinado perezosamente en el sofá, como si no estuviera interesado en lo que Cen Li decía.
No fue hasta que Cen Li mencionó a su ‘otra hermana’ que Lu Huaiyan pareció mostrar interés. Levantó los párpados y por un momento miró fijamente a Cen Li, quien hablaba apasionadamente.
Cen Li solo usó la palabra ‘podría.’
Dada la personalidad de Jiang Se, definitivamente se negaría a asistir al banquete de la familia Cen y definitivamente rechazaría la sugerencia de Cen Li.
A menos que… alguien insistiera en arrestarla en Tongcheng.
En toda la familia Cen, solo una persona se atrevería a hacer algo así.
Lu Huaiyan golpeó suavemente el suave reposabrazos del sofá con las yemas de los dedos y preguntó con voz suave: “Cen Li, ¿tu tía ha regresado a Beicheng?”
Nameless: Hoy les he traído un capítulo adicional, espero que disfruten esta traducción. Nos vemos el próximo domingo.
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