
Capítulo 51: Extrayendo Seda de los Capullos
Durante dos días, sus compañeras de dormitorio bombardearon salvajemente a Ji Zhen Tang, exigiéndole explicar toda la historia.
Pero Ji Zhen Tang no leyó sus mensajes con mucha atención. Cuando estaba con Zhong Yu Bai, había tantas maneras alegres de pasar el tiempo, que incluso internet parecía aburrido.
Por ejemplo, verlo cultivar flores, acompañarlo a comer en su cocina privada, disfrutar del té en las casas de té, incluso sentarse a su lado mientras trabajaba era divertido.
El tiempo transcurría tranquilamente cuando estaba con él.
Zhong Yu Bai era muy humano y nunca la ahuyentaba. Incluso durante las llamadas importantes, Ji Zhen Tang no necesitaba irse, aunque de todos modos no podía entenderlas.
A veces parloteaba, a veces permanecía en silencio, sintiendo que era muy pegajosa le preguntaba con una sonrisa: “¿Me parezco a tu mascota? ¿Como un gatito o un cachorro, siempre buscando cariño?”
Su broma informal fue recibida con una respuesta seria.
Mientras decía esto, se acurrucaba en sus brazos, actuando como un gatito o cachorro que quiere ser acariciado.
Bajo la cálida luz del sol, Zhong Yu Bai yacía allí, con la palma de la mano sobre su cabeza, dejándola obtener el consuelo que quería y diciéndole: “Eres una persona, no una mascota.”
Su broma casual encontró con una réplica seria.
Ji Zhen Tang a menudo se quedaba atónita por sus palabras, cuando levantó la cabeza para verlo con los ojos cerrados disfrutando del sol, sintió cada palabra que decía era sagrada y solemne.
Él nunca se molestaba por sus comentarios juguetones; y ella solía conmoverse por el respeto que revelaba su carácter caballeroso.
El cultivo más profundo se reflejaba en sus pocos comentarios casuales.
Zhong Yu Bai recordó algo y le preguntó: “¿Por qué solo trasladaste una parte de equipaje?”
Ji Zhen Tang había traído algunas cosas básicas la última vez, pero no muchas y solo había unas pocas prendas para que se cambiara allí.
Zhong Yu Bai la miró significativamente, como si le preguntara: ‘¿Te estás echando atrás?’
“¿Quieres que me quede aquí?” – Preguntó ella.
“Por supuesto” – Respondió Zhong Yu Bai.
Cuando se trata de asuntos del corazón; no se andaba con rodeos o daba vueltas en círculo, sólo diría que sí.
Ji Zhen Tang dijo: “Me temo que me iré.”
Pronunció esas cinco palabras y luego observó en silencio el cambio de su expresión.
Zhong Yu Bai permaneció tranquilo como siempre, observándola en silencio.
Ella continuó explicando: “Si estoy destinada a marcharme algún día, este lugar acabará siendo solo una parada temporal en mi viaje. ¿Cómo puedo llamarlo mi hogar? Definitivamente no puedo quedarme aquí.”
Cuando Ji Zhen Tang dijo eso, sus ojos se iluminaron brillantemente por la luz del sol y describió con calma el futuro incierto, sin ningún tipo de ocultamiento.
Su semblante estaba tranquilo, poco habitual en ella y la sonrisa en su rostro añadió un toque de calidez a sus frías palabras.
Pero esa calidez podía ser engañosa, en la tarde que parecía no terminar nunca, se abrazaron como si pudieran ver la eternidad.
Hasta que la burbuja de colores fue reventada por ella de un solo disparo.
Incluso Zhong Yu Bai, que tenía una personalidad tan firme como el Monte Tai, se quedó momentáneamente desconcertado por sus palabras.
“Es naturalmente irrelevante que la parada de tu peregrinar se llame hotel.” – Al cabo de un rato, la miró y dijo. – “Aunque una casa no es necesariamente un hogar, sin embargo, mi casa puede ser tu hogar. Puedes estar tranquila.” (Zhong Yu Bai)
Mientras Zhong Yu Bai hablaba, rozó suavemente su nuca y besó el rabillo de su ojo.
Sus palabras se suavizaron aún más con el beso: “Después de la escuela, si quieres volver, solo dímelo y te recogeré.”
El viento soplaba desde el balcón, atravesando el estanque de lotos transparentes, y caía sobre su cuerpo refrescantemente.
Ji Zhen Tang casi lloró.
Él fue capaz de captar sus palabras y golpear su corazón con precisión, porque era muy bueno leyendo su mente.
Ella dijo eso no para demostrar fuerza ni para insinuar que realmente quisiera irse, sino simplemente porque quería una palabra de afirmación de su afecto y la confianza de que podía quedarse en ese hogar.
Y él realmente se la dio.
Así que, Zhong Yu Bai la alimento y cuido hasta la saciedad durante unos días y Ji Zhen Tang regresó a su dormitorio al tercer día, y al mismo tiempo, añadió la tarjeta de presentación con el nombre de la amiga que Lin Guixue le había recomendado.
Era Wang Qianxing.
Era una chica que habían conocido brevemente, por lo que después de unos días, el recuerdo de Ji Zhen Tang del rostro de la niña era un poco vago, pero recordaba su voz coqueta, llamando a Zhong Heng: ‘Hermano Zhong’ de manera suave y adorable, y luego su agradable expresión de ‘Gracias tío.’
La personalidad de Wang Qianxing era tan dulce como su voz.
Ella fue muy generosa al charlar con Ji Zhen Tang, hablando sobre ideas para la marca e incluso la ayudó a hacer conexiones y a ponerse en contacto con el equipo para grabar videos cortos.
Hacia el final de la conversación, Wang Qianxing no pudo evitar preguntar tímidamente: “¿Eres la novia del tío Zhong?”
Ji Zhen Tang reflexionó un largo rato y simplemente respondió: “Sí.”
Wang Qian Xing comentó: “Ah, entonces eres muy especial.”
Ji Zhen Tang preguntó: “¿Por qué dices eso?”
Wang Qianxing: “Él es una persona misteriosa, así que, sin duda, su novia debe ser alguien especial.”
Ji Zhen Tang rió entre dientes ante esa original descripción.
Wang Qianxing: “Si tiene algún problema con el equipo, no dudes en contactarme. ¡Deseo que su producto se venda bien!”
Ji Zhen Tang le dio las gracias.
La empresa con la que Wang Qianxing firmó contrato era una gran empresa, especializada en la incubación de celebridades de internet, tiene su propio modelo integral, desde la filmación hasta las operaciones.
Ji Zhen Tang tuvo una breve charla con la otra parte sobre estrategias comerciales antes de que una llamada interrumpiera la conversación online.
Era un número local desconocido.
Ella respondió a la llamada y del otro lado se escuchó una voz grave y magnética llamándola su nombre: “Ji Zhen Tang.”
Ella se sorprendió, pensando que su información personal se había filtrado de nuevo y dijo rápidamente: “No voy a comprar casas, entonces…”
Antes de que pudiera terminar de hablar, la persona que llamó no le dio oportunidad de colgar y la interrumpió con ligereza: “Creo que tienes cierta capacidad para conseguir que mi tercer hermano haga esto y aquello para apoyarte, tengo que admitir que tienes talento. Soy el agente de mi mujer. Si tienes algún negocio, ponte en contacto conmigo. Hablaré contigo.”
El hombre habló con mucha fluidez, sin darle oportunidad de interrumpir sus pocas palabras. Fue directo al grano y su sarcasmo fue acertado.
Mientras hablaba, el sonido de un fuego encendiéndose llegó desde el otro extremo.
Ji Zhen Tang se quedó confundida por un momento: “¿Qu-qué agente?”
El hombre preguntó: “¿Por qué no le pediste que fuera modelo?”
De repente, comprendió: “¡Ah, es el Sr. Chen!”
Recordando lo que Zhong Yu Bai dijo la última vez sobre no ofender a su esposa, Ji Zhen Tang sonrió rápidamente y dijo: “Sí que tuve esa idea. Me cautivó a primera vista el temperamento de la Dra. Zhu: Es tan elegante como un loto que emerge del agua, con un corazón bondadoso y delicado como una orquídea en un valle apartado. Tras una cuidadosa selección, sigo pensando que es la más adecuada para el posicionamiento de mi marca, así que me tomé la libertad de acudir a usted. En mi corazón, ella es la candidata perfecta.”
Chen Ke rió: “Sé que es hermosa, no hace falta que la halagues. Si tienes requisitos, solo escríbeme directamente o contáctame por WeChat.”
Aunque dijo esto, su tono se elevó un poco y parecía bastante complacido con el halago.
Ji Zhen Tang asintió.
Lin Guixue abrió la puerta y entró, al verla, preguntó: “¿Has vuelto? ¿Por qué no fuiste a clase?”
Ji Zhen Tang estaba a punto de levantar la cabeza cuando Lin Guixue la abrazó del cuello con fuerza. Sin esperar respuesta, Lin Guixue dijo de manera muy evasiva: “¿Sabes? Algunas personas en el pequeño círculo están difundiendo rumores sobre ti y sobre quienquiera que esté contigo.”
No tenía claro hasta qué punto el nombre de Zhong Yu Bai es tabú y por qué uno tiene que ser tan cauteloso y cuidadoso al respecto.
Ji Zhen Tang preguntó con naturalidad: “¿Cuál es el rumor?”
“¡No es nada, solo se habla de lo increíble que eres por haber conseguido al gran jefe!” – Lin Guixue no pudo evitar preguntar: “Oye, ¿cómo lo lograste? Yo también tengo mucha curiosidad, esa persona no es un pez gordo cualquiera; con un solo pisotón suyo el mundo empresarial se estremece por completo.”
“…” – Ji Zhen Tang se quedó sin palabras ante su divertida elección de palabras. – “No exageres, simplemente nos enamoramos el uno del otro y fue natural para nosotros estar juntos.”
Lin Guixue dijo: “Genial. Así no tendrás que trabajar tan duro el resto de tu vida. Cásate con una familia adinerada y prepárate para para cuidar de mí misma en tu vejez. ¡Tsk tsk!, ese era mi sueño.”
El rostro de Ji Zhen Tang se ensombreció, preguntó perpleja: “Xue, ¿te estás burlando de mí?”
Lin Guixue negó con la cabeza rápidamente y dijo con inocencia: “Claro que no, solo estoy diciendo la verdad. Siendo honesta, una vez que te conviertas en una mujer adinerada, ¿no se verán tus ambiciones y aspiraciones realizadas en cuestión de minutos? En cuanto al diseño de joyas, ¿te preocupa que nadie vea tu trabajo? Para entonces, solo será un simple hobby personal.”
Lo que dijo tenía mucho sentido, era muy fácil para la gente de la clase alta llegar a la cima. Las cosas por las que ella trabaja tanto, otros las poseen sin esfuerzo, sin siquiera molestarse en mirarlo, tomándolo como un juego.
Eso es lo que las llamadas familias adineradas pueden ofrecer: la gloria que traen el poder y riqueza inalcanzable.
Las palabras de Lin Guixue eran absolutamente correctas.
Pero Ji Zhen Tang, apoyando la barbilla en la mano con tristeza y mirando hacia el otro lado, sintió que algo no cuadraba y después de un rato, dijo indignada: “Siempre me siento extraña cuando dices eso.”
Lin Guixue replicó: “¿Qué tiene de extraño? ¿No es algo bueno? No les hagas caso a quienes critican a los demás por ser materialistas y disfrutar de la vida. Ellos mismos carecen de la bendición de disfrutar de la vida, así que animan a superar las dificultades y progresar. Hoy en día, el trabajo duro ni la perseverancia ya no son valorados ni populares en la sociedad.”
Ji Zhen Tang dijo: “Me dijiste claramente antes que las mujeres deben ser independientes y fuertes, para convertirse en directoras ejecutivas, encarnando las admirables cualidades de los protagonistas masculinos de los dramas de ídolos.”
Lin Guixue se rió: “Sí, es cierto. Pero también dije que los hombres pueden ser trampolines y lo mismo aplica para las familias adineradas. Eso es aún más cierto, usar esas conexiones para entrar en esa clase y luego volverse independiente y fuerte, eso no entra en conflicto entre sí. Los recursos sociales son inherentemente sesgados; simplemente se va de un extremo a otro, depender de los padres o del marido es el mismo principio, también es una especie de naturaleza…”
(N/T: Lin Guixue con discurso contradictorio… Jaja. Ver cap. 29.)
Ji Zhen Tang la interrumpió: “Pero no nos casaremos.”
Fue como si esas palabras pesaran mil libras entre sus labios y dientes, haciéndola hablar con gran esfuerzo, pero era una afirmación alta y clara, palabra por palabra.
Esto de repente hizo que la otra persona se quedara en silencio.
Lin Guixue se quedó atónita por un momento: “No necesariamente, aunque la posibilidad es pequeña, puedes intentar atar su corazón.”
Ji Zhen Tang no respondió a sus palabras, reflexionó sobre algo y se dijo a sí misma: “A veces siento que me ama, a veces siento que es porque sabe exactamente cómo complacerme y está creando un patio de juegos a mi medida para que yo pueda jugar felizmente en él.”
Sin embargo: “Independientemente de cómo sea realmente, al menos me ha aportado mucho y me ha hecho ver mi propio valor, con eso basta, para mí, es una muy buena persona. Estoy muy agradecida de habernos conocido.”
Ji Zhen Tang comprendía bien que lo bueno de un hombre así era que era racional y reflexivo, pero también es malo porque no era sincero, apasionado ni temerario.
Si lo considera inapropiado, tendrá que reducir su afecto y hacer concesiones para el resto, lo cual es un intercambio natural.
Demasiado natural, demasiado acorde con el temperamento de un hombre maduro. Incluso si realmente llegara el día en que cortaran, como si fuera una pieza más de satén sobrante, ella no tendría por qué cuestionarlo.
Porque él es quien es, ella lo haría.
Pero no era un futuro en el que ella pensara profundamente ahora.
Ji Zhen Tang es una persona llena de emociones, ya sean que esté frágil y triste, o feliz y anhelante, ella expresa sus sentimientos al máximo.
Simplemente pensaba que, ya que las emociones están involucradas, era mejor amar generosamente y según el contenido de su corazón en lugar de amar con miedo y ansiedad.
Pero además de eso, también debía recordar la regla de supervivencia de «vete cuando hayas amado lo suficiente», que era un principio que Su Yunli una vez compartió con ella, no hay necesidad de anhelar toda una vida.
Ji Zhen Tang le dijo a Lin Guixue con seriedad: “Ni de lejos, no bromees sobre esto.”
Lin Guixue se acercó rápidamente y le presionó el hombros para disculparse.
Ji Zhen Tang regresó al Pabellón Luotang, planeando organizar algunas de sus otras pertenencias. Inesperadamente, Ji Huan también estaba allí ese día.
Cuando Ji Zhen Tang escuchó a su padre hablar con su tía, sus pasos estaban a punto de cruzar el umbral, al segundo siguiente, instintivamente quiso retroceder, pero ya era demasiado tarde; Ji Huan la vio al mismo tiempo.
Se miraron fijamente durante unos segundos, y nadie pudo evitar la incomodidad.
Ji Huan estaba allí para darle una compensación y disculparse con ella hoy.
Ji Xinhe estaba cocinando, y los tres se sentaron alrededor de la mesa para cenar.
No pidió disculpas; porque un hombre siempre valora su orgullo por encima de todo. Pero entre líneas, parecía sentirse culpable por haber sido tan duro la última vez, así que sostuvo el tazón y hundió la cara.
“Me enojé mucho cuando me enteré, así que dije esas cosas. Pero…” – Le encantaba salvar las apariencias cambiando las tornas. – “Ese hombre no es buena persona. Papá lo dijo por tu bien, fue por tu bien.”
Era bueno usando el ‘por tu bien’ para coaccionarla moralmente, educando desde una posición superior, mostrando la fría y dura autoridad de un padre de una manera aparentemente amable.
“Espero que abras los ojos y encuentres una buena familia, ya dije todo lo que había que decir la última vez, no importa qué mujer se case con un miembro de esa ‘familia tan adinerada’, la despellejarán viva. Esa es la realidad, la cruda realidad. Las lecciones del pasado están ahí, pero no escuchas.” (Ji Huan)
Enfatizó las palabras ‘familia adinerada’ con sarcasmo entre sus labios.
Ji Zhen Tang respondió con calma, un poco divertida: “Si ese es el caso, ¿por qué no le dices que pare? ¿No deberías amenazarlo, decirle que no me toque ni un pelo, o si no le pondrás las cosas difíciles? En cambio, sigues poniéndome a mí las cosas difíciles.”
Ji Huan dijo con confianza: “Eres mi hija, ¿verdad?”
Ji Zhen Tang respondió por él: “Porque no te atreves.”
“Te burlas de él por un lado y tratas de congraciarte con él por el otro. Dices una cosa en su cara y otra a sus espaldas. Desprecias a las familias adineradas, pero siempre estás pensando en obtener una parte de su riqueza.”
Ella se mordió la lengua y dijo con severidad: “No te atreves a provocar a Zhong Yu Bai, así que no tienes más remedio que darme una lección.”
Ji Huan se quedó atónito. Después de un rato, Ji Xinhe le apretó la muñeca, lo que lo ayudó a calmar las emociones que subían a su cabeza.
Frunció el ceño y dijo en voz baja: “Papá te está hablando muy amablemente.”
Ji Zhen Tang no respondió.
Ji Huan volvió al tema principal. – “Después de que te gradúes el año que viene, le pediré a la tía Xu que te presente a un novio serio. Aunque todavía eres joven, no es demasiado pronto para salir con alguien durante unos años antes de hablar de matrimonio y tener hijos. Hoy en día, la gente sale con la intención de casarse, así que es mejor cultivar los sentimientos mientras se es joven.”
Hablando otra vez de matrimonio y de hijos…
Esas palabras la traspasaron como punzones que le atravesaron el corazón, haciéndola sentir absurda y ridícula, sin encontrarle sentido a la relación padre-hijo.
Ji Zhen Tang dijo: “No necesito que me cuides.”
Ji Huan dijo: “Soy tu padre. Si no te cuido yo, ¿quién lo hará?”
Qué declaración tan razonable y grandilocuente.
Ji Zhen Tang repitió: “Tendré mi propio camino por adónde ir, no necesito que me cuides.”
Ji Huan preguntó: “¿A dónde irás?” – Se burló. – “Tu propio camino. ¿Has pensado en las consecuencias de tus actos? ¿De verdad crees que se casará contigo?”
Ji Zhen Tang levantó la vista de repente y miró fijamente a su padre: “Tú no eres él, ¿cómo sabes que no lo hará?”
“¡No soy él, pero sé que no lo hará!” (Ji Huan)
Lo dijo con tanta calma y convicción.
Las flores en el espejo y la luna en el agua se hicieron añicos por un momento y debido a las palabras de su padre, ella cayó en la cruel y turbia realidad.
Fue como si el parque de atracciones se hubiera quedado sin electricidad, y ella estuviera en un lugar frío y oscuro, casi asfixiándose en ese momento de soledad.
Ji Zhen Tang no salió corriendo hoy, y Ji Huan no arrojó el cuenco, pero no volvieron a hablar hasta que terminaron de comer.
Ji Zhen Tang regresó a su habitación en el segundo piso, quizás porque la temperatura había bajado en los últimos dos días, pero tenía síntomas de goteo nasal. Tomó dos de sus pastillas habituales que siempre guardaba, abrió el bloc de notas de su teléfono y planeó la grabación de un video promocional.
“¡Achú!” – Un estornudo le hizo darse cuenta de que la ventana estaba demasiado abierta, después de cerrarla y recostarse, sintió un ligero dolor sordo en la cabeza.
Dejó el teléfono, cerró los ojos un rato y se frotó las sienes.
Cuanto más se frotaba, más doloroso me resultaba; su mente se llenó con las palabras de Ji Huan.
No sabía por qué, pero sentía que su mente no había estado despejada estos últimos dos días y seguía topándose constantemente con cosas que tenía que afrontar.
Pero obviamente no le gustaba pensar en esas cosas, como casarse o con quién casarse; todo era tan molesto, y todos no paraban de preguntarle por ello.
El corazón de Ji Zhen Tang estuvo revuelto durante mucho tiempo.
Al final, decidió llamar a Zhong Yu Bai y le preguntó en voz baja: “¿Qué está haciendo el gran jefe?”
Zhong Yu Bai dijo: “Si me extrañas, puedes decirlo con franqueza.”
Ella sonrió y dijo coquetamente: “Te extraño mucho, te extraño mucho, quiero hacer esto y aquello contigo, todo el tiempo y nunca parar.”
Él se quedó atónito por un momento, luego sonrió: “¿Quién te enseñó a decir eso?”
Él rápidamente preguntó: “¿Qué te pasa en la nariz?”
Él percibía fácilmente cualquier mínima anormalidad en ella: “Me resfrié.”
Ji Zhen Tang dijo: “Me duele un poco la cabeza, ¿puedes llevarme al hospital para que me pongan una vía intravenosa?”
Zhong Yu Bai dijo: “Te recogeré y te llevaré a casa; tengo un médico de cabecera.”
“No” – Dijo ella en un tono sorprendentemente terco. – “Quiero ir al hospital. Estoy en el Pabellón Luotang, ven a buscarme.”
Zhong Yu Bai ciertamente lo encontró extraño, pero no hizo más preguntas: “Estaré allí en veinte minutos.”
Ji Zhen Tang tenía buena salud en general, y solía curarse de los resfriados leves que podía pescar ocasionalmente con medicamentos.
De joven, enfermó gravemente en el internado y tuvo fiebre hasta perder el conocimiento. La maestra la envió a la enfermería para que le pusieran una vía intravenosa, y oyó vagamente cómo la maestra llamaba a sus padres, pero cuando abrió los ojos después de la administración de la vía, solo pudo ver el cielo brumoso fuera de la ventana.
La vía se había terminado, y el médico se olvidó de venir a revisarla.
La maestra fue a verla después del trabajo, diciendo que su padre estaba ocupado con el trabajo y no podía venir. Luego puso un montón de medicamentos sobre la mesa, instruyéndole en cómo tomarlos.
Ella llevó los medicamentos de vuelta a su dormitorio, y el cielo solitario y el atardecer de ese día fueron inolvidables.
Han pasado más de diez años, pero todavía lo recuerda.
Nadie entendería que existiera tanta esperanza de que alguien estuviera dispuesto a acompañarla a ver al médico.
Acompañar a alguien a ver al médico es, sin duda, un gesto muy generoso.
La última vez que sufrió una palpitación repentina, también fue Zhong Yu Bai quien la acompañó al hospital.
A sus ojos, él tenía desde hacía tiempo el título de filántropo natural.
En lugar de acudir al médico de cabecera que no está de servicio, tiene que venir allí y contagiarse del virus. Probablemente él no lo entendió, pero no la cuestionó. Ji Zhen Tang se sentó y la enfermera se acercó para insertar la aguja y colocar la vía.
Zhong Yu Bai lo organizó todo cuidadosamente para ella, hizo fila para pagar y, después de terminar de hacer cola, se dio cuenta de que estaba en la fila equivocada, sin impacientarse se dirigió con calma a la cola correcta y volvió a hacer fila.
Por su metódico método para entender los procedimientos del hospital, parecía que era la primera vez que hacía algo así. Para ella, él estaba ocupado sumergiéndose en ese mundo mundano.
Hoy, Zhong Yu Bai no tenía el aura imponente que describió Lin Guixue, donde con un solo pisotón podía sacudir el mundo empresarial. Se había quitado el traje y vestía una fina camisa negra, luciendo gentil y elegante en el cálido clima de principios de verano, muy parecido a un profesor gentil, orgulloso y culto.
Un hombre así sin duda sería popular entre los estudiantes si enseñara. Tiene un buen temperamento y un porte elegante.
Ji Zhen Tang pensó absurdamente: ‘Sería genial si realmente fuera profesor.’
‘Sería genial si su apellido no fuera Zhong.’
Ella ya no es codiciosa por las cosas que anhelaba al principio. Solo quería que él fuera una persona común, aún más común.
Para poder tener el coraje de imaginar de vida cotidiana con él en el futuro.
Está bien no tener un médico de cabecera, solo apoyarse mutuamente y descubrir la vida juntos.
“¿Tienes hambre?” – Preguntó Zhong Yu Bai con suavidad después de completar los procedimientos y conseguir la medicina. Se inclinó para mirar a Ji Zhen Tang, que estaba sentada en la silla, acariciándole suavemente el cabello.
Ella negó con la cabeza y señaló la bolsa que tenía al lado: “Traje un pan de coco, ¿me lo traes?”
Zhong Yu Bai recogió su bolsa y se sentó en el banco.
Ji Zhen Tang mordisqueó el pan y dijo: “Mi papá dijo que quiere presentarme a un novio.”
Su expresión permaneció tranquila y giró la cabeza para mirarla, preguntando con calma: “¿Qué le dijiste?”
“Le dije que sí.” (Ji Zhen Tang)
Zhong Yu Bai curvó los dedos y usó sus nudillos para limpiar las migajas de su barbilla y dijo: “Lo que quieres decir es que no quieres.”
“…” – Ella se quedó atónita por un momento, luego dejó escapar un profundo suspiro y dijo sin aliento. – “Oh, ¿cómo puedes entenderme tan bien?”
Ji Zhen Tang hundió la cabeza en su pecho y dijo: “Ayer tuve un sueño.”
Zhong Yu Bai preguntó: “¿Qué soñaste?”
“Llevaba un vestido de novia en una boda.” (Ji Zhen Tang)
Él sonrió: “¿Yo era el novio?”
Ella negó con la cabeza, confundida: “No lo sé, solo caminaba hacia adelante con el vestido de novia, caminaba y caminaba y no podía ver con claridad. Justo cuando estaba a punto de ver la cara del novio, me desperté de repente el sonido de una construcción.”
Zhong Yu Bai escuchó en silencio, frunciendo los labios sin cuestionar si era verdad o no.
La bolsa de plástico que contenía el pan de coco seguía en su mano, le quitó el pequeño cierre dorado que usaba para sellarla.
Luego levantó su dedo y lentamente envolvió el cierre alrededor de su dedo anular. La fijó en su lugar, formando con los extremos en un pequeño diamante circular.
Le sujetó suavemente su dedo y, cuando Ji Zhen Tang levantó la vista con sorpresa, le dio un beso en los labios.
Zhong Yu Bai dijo: “¿No es así?”
Mostró una leve sonrisa, atractiva, elegante y encantadora. Estando tan cerca de ella, era menos apasionado y más inocente que cuando estaban a una distancia negativa, él era como un ladrón robándole el corazón, haciendo que sus latidos se aceleraran salvajemente y sin control.
Las yemas de sus dedos rozaron suavemente el anillo improvisado.
“Ayudarte a cumplir tu sueño, el círculo completo.”
Ella realmente tuvo un sueño así y realmente no había visto el aspecto del novio.
Se sintió llena de arrepentimientos cuando el ruido la despertó por la mañana y solo habló con él sobre ello cuando lo recordó.
Zhong Yu Bai siempre tenía sus maneras de compensar sus arrepentimientos, incluso si se trataba de un sueño insignificante.
El mundo de los sueños ilusorios y la realidad del tacto se entrelazaron mágicamente.
En ese momento, a pesar del ruido del hospital, Ji Zhen Tang sintió un profundo silencio en su corazón, solo su voz sonaba como una confesión, pero no lo era.
‘Vivir el momento, sin preocuparse por el resultado’, había sido su lema durante los últimos seis meses.
Pero al pensar en Zhong Yu Bai, se sorprendió al descubrir que comenzaba a sentirse triste por la separación.
Recordó el consejo de Su Yunli le había dado, de que el miedo a separarse de alguien es era el comienzo del amor.
Ayer, pensaba que era mejor amar abiertamente y con alegría que con miedo…
Pero hoy, sus pensamientos habían cambiado de nuevo. Resultó que sus sentimientos cambiaban cada día, a cada hora y a cada momento.
Resultó que, en sus momentos más profundos y vulnerables, le era imposible amar abiertamente y con alegría, y lo único que podía hacer era preocuparse y temer.
A diferencia de una enfermedad que ataca con una fuerza abrumadora, el amor invade el corazón de una manera gradual y meticulosa.
Puede que sea tarde a esta hora, por lo que es mejor ir por la mañana.
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