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Begonias – 28

24 marzo, 2025

Capítulo 28: El amor es atracción, no intercambio

 

La brisa de la tarde, el juego de luces y sombras y la tranquilidad de la noche formaron un plano largo elegante y atemporal como el de una película romántica y al final, en el último segundo a cámara lenta, Ji Zhen Tang recordó de repente el significado de esas dos frases, especialmente la pronunciación de ‘bb’ en la segunda mitad de la frase. Sin necesidad de pensar en ello, se perdió un rato en sus ojos como si estuviera borracha antes de recordar ese cariñoso gesto de comprensión universal.

La ambigüedad alcanzó su punto máximo en ese momento.

Pero para cuando comprendió y se sonrojó lentamente, Zhong Yu Bai ya había asumido que realmente no entendía.

Las expresiones de asombro y la mutua comprensión la hicieron parecer haber esquivado una bala.

“Entonces entraré. Adiós.” – Ella forzó una sonrisa y se despidió con la mano.

Las luces estaban encendidas en la casa, lo que indicaba que había alguien allí.

Ji Zhen Tang había olvidado evitarlo en ese momento y al empujar la puerta, vio a su tía sentada frente a la máquina de coser, Ji Xinhe habló delante de ella: “¿Por qué regresaste? ¿No dijiste que ibas a dar un paseo? ¿A dónde fuiste?”

Ji Zhen Tang abrió la boca en forma de ‘O’ y reaccionó rápidamente. Abrió la puerta y entró a la casa y levantando el tono, habló con voz aguda haciendo todo lo posible por ser juguetona: “Me encontré con un amigo en el camino y salí a cenar.”

Ji Xinhe dejó de pisar la máquina de coser: “¿Desde cuándo te hiciste amiga del gran jefe?”

Ji Zhen Tang se quedó sin palabras y dijo con voz entrecortada: “¿Tú… lo viste?”

Ji Xinhe no levantó la vista, sonriendo: “Pensé que no volverías hoy.”

Al oír esas palabras, sintió de repente que la sonrisa de su tía era fría y un poco burlona. Ji Zhen Tang se quedó atónita allí, se tomó un momento, luego se dio la vuelta y cerró la puerta lentamente.

“Fuimos a comer a Haidilao*.” – Respondió con sinceridad.

(N/T: * El nombre de Haidilao (海底) significa «pescar o dragar desde el fondo del mar». Es una cadena de restaurantes chinos de hot pot (Olla Caliente) que se caracteriza por su servicio al cliente.)

Ji Xinhe dijo: “No entiendo, en qué estás pensando.” – Dicho esto, detuvo sus movimientos de nuevo y miró a Ji Zhen Tang de manera significativa.

“¿Qué es lo que no entiendes?”

“¿Qué quieres? ¿En qué te sientes insatisfecha?” – Le preguntó Ji Xinhe.

Ji Zhen Tang se atragantó y dijo: “No lo sé.”

Miró a su tía con una mirada inocente y pura. Al decir que no sabía, realmente no lo sabía, no había pretensión; no podía comprender su propio corazón y luego añadió: “Me gusta mucho, pero puede que no sea el tipo de amor entre un hombre y una mujer, es sólo una especie de buen sentimiento, creo que es muy elegante, y también es considerado, quizás este sentimiento ha durado mucho tiempo y gradualmente se ha convertido en un sentimiento sincero. Pero si me lo preguntas ahora, la verdad es que realmente no sé qué decir.”

Ji Xinhe la miró fijamente un buen rato antes de hablar con brusquedad: “¿Crees que es apropiado?”

Aunque su tía no había dicho nada, Ji Zhen Tang se sintió inexplicablemente agraviada. – “No necesito que me enseñes.”

Ji Xinhe frunció el ceño: “¿Qué te enseñé que?”

Ji Zhen Tang respondió: “¡Que me enseñes a no ser codiciosa, a no aceptar la bondad de los demás y a saber con qué tipo de personas relacionarme y con qué tipo de personas no debería!”

Dejó que sus emociones se descontrolaran, ignorando la razón, permitiendo que duras palabras escaparan de sus labios, luego entró en pánico y al darse cuenta de que se había vuelto malcriada y respondió de manera rebelde y dominante.

Ji Xinhe se burló: “No dije nada, pero no deberías tener fantasmas en tu corazón*.”

(N/T: 心里有鬼: «hay un fantasma en el corazón». Esta expresión se utiliza para describir a alguien que está actuando de manera sospechosa o que tiene algo que ocultar. Se refiere a una sensación de que la persona está escondiendo algo o tiene intenciones ocultas.)

“¡Eso es lo que quieres decir! ¡No dijiste nada, pero lo llevas escrito en tu cara!” – Ji Zhen Tang argumentó y sus lágrimas fluyeron sin control y sus ojos se enrojecieron.

“¡Tonterías!” (Ji Xinhe)

Cuando Ji Xinhe dijo eso, Ji Zhen Tang subió corriendo las escaleras, secándose las lágrimas del rabillo de sus ojos con el dorso de la mano. Esa inexplicable batalla verbal podría haber terminado ahí, pero Ji Xinhe todavía estaba enojada y dijo sarcásticamente: “Si no me soportas, entonces deja que ese hombre te mantenga.”

Sus pasos se detuvieron en la escalera, profundamente herida por las duras palabras. Cuando una persona está enfadada, es más testaruda.

Ji Zhen Tang entró en su habitación, empacando sus pertenencias a toda prisa, cuanto más fuerte era el ruido, más decidida estaba a irse. En realidad, no había muchas cosas, solo algunas prendas de vestir, algunas joyas y accesorios para el cabello, todo amontonado a toda prisa.

La maleta hizo un ruido fuerte al raspar contra el suelo de madera y en el momento en que la levantó para cruzar por el umbral, pensó: ‘¡Nunca volveré!’, pero al segundo siguiente, una ráfaga de viento la ablandó, suavizando su temperamento obstinado y lágrimas corrieron por su rostro. – “Lo siento.”

En realidad, su disculpa era solo un sesenta o setenta por ciento sincera, pero tenía que decirla.

Porque la persona frente a ella era su tía, quien que había sido muy amable con ella.

Zhong Yu Bai había pronunciado una frase bastante significativa esa noche, que no era ni ligera ni seria, diciéndole que no hablara de favores.

¿Con quién podría hablar sin pedirle favores? Probablemente solo con unos padres incondicionalmente tolerantes, o quizás con un amante.

Pero no pudo, porque todas las cosas buenas que había recibido en ese mundo se consideraban favores. No tenía motivos para replicar, ni confianza para ser desagradecida.

Incluso si su tía no hubiera dicho esas palabras por enojo, aun así, todavía tenía que decir humildemente gracias, disculparse y decir que estaba bien.

Porque desde el principio, estuvo destinada a ser una persona superflua debido a nacimiento poco convencional. Las personas superfluas eran acogidas únicamente por la misericordia de los demás.

“Está bien, no montes un escándalo aquí a estas horas de la noche, ¿por qué lloras?, ¿qué sentido tiene? No he dicho nada.” – El tono de Ji Xinhe también se suavizó. Al verla cargando una maleta grande, sintió una mezcla de emociones encontradas en su corazón, pero no tenía muchas palabras amables que decir y solo le dijo que se diera prisa y se fuera a la cama.

(N/T: Me duelen mas las palabras de la tía, que todas las acciones del padre.)

Ji Zhen Tang se quedó quieta, frente a su tía, con lágrimas aun corriendo por su rostro.

Sollozaba y se ahogaba y en medio de su arrebato emocional, dijo muchas cosas que no debería haber dicho.

“Nunca he estado con nadie que me hiciera sentir tan cálida, solo quiero aferrarme a este poquito de calor. Incluso si estoy muy, muy lejos de él, al menos espero que cuando mire hacia atrás en el futuro, mis veinte no sean solo de dolor, confusión, disputas y enfermedades, sino también de cuidados, calidez y la sinceridad de alguien…”

Se tambaleó, tragándose las palabras ‘desde el fondo de su corazón.’

“Ya sea que venga del corazón o no, al menos me hizo feliz, me permitió experimentar muchas cosas maravillosas y hermosas. Cuando la gente vive en este mundo, en un abrir y cerrar de ojos, pasan décadas. Quiero disfrutar a tiempo, ¿no puedo simplemente intentar ser feliz?”

Antes de que terminara de hablar, Ji Xinhe la interrumpió con un “eh”, intentando detenerla en seco.

Ji Zhen Tang corrió a toda prisa y al cabo medio minuto, se tumbó en la cama con un fuerte golpe.

Después de llorar un par de minutos, su depresión era como un abismo. Ji Zhen Tang sintió que no podía seguir así, se incorporó rápidamente, se secó las lágrimas, cogió su teléfono e hizo una llamada.

La otra persona contestó enseguida.

“¿Te has ido?” – Ella luchó por calmarse y le preguntó.

Zhong Yu Bai aún no se había ido, estaba sentado en el coche, fumando un cigarrillo, viendo cómo el cigarrillo casi se consumía, si ella no lo hubiera llamado de repente, podría haber pisado el acelerador. Así que, al sentir su tono algo débil y nasal, apagó el motor una vez más.

Él quedó un poco desconcertado y luego preguntó en voz baja: “¿No estaba todo bien hace un momento?”

Ella se envolvió la cara con el chal, dejando al descubierto sus ojos llenos de lágrimas. Al percibir algo extraño en él, Ji Zhen Tang dejó de fingir y comenzó a llorar de nuevo.

Resoplaba, sus palabras no eran claras y sus sílabas entrecortadas se unían para formar una sola frase: «Porque… Porque no puedo dejar de llorar. ¡Es tan duro! La incontinencia lagrimal no es nada buena.”

Zhong Yu Bai guardó silencio un momento y luego dijo con seriedad: “Está bien.”

“¡No está bien!”

“Está bien.” (Zhong Yu Bai)

Ji Zhen Tang se resistió de repente, insistiendo en discutir con él. “¿Dónde está bien? ¡Dime, dónde está bien!”

Zhong Yu Bai se sintió impotente; al oír su voz, temió que se mordiera la lengua, lentamente, suspiró: “¿Estás segura de que quieres hablar de esto ahora?”

Era obvio lo que quería decir, lo más importante es calmar sus emociones.

Ella dijo: “Dese prisa y dígamelo, quiero saber.”

Zhong Yu Bai respondió: “Tu característica es la señal para que quienes te aman te encuentren.”

Su voz era tranquila y dulce como siempre. Cuando estaba con ella, esa voz suavizaba la frialdad de su personalidad, dejándola con un largo calor residual, como estar junto a una estufa en invierno, a sólo un metro de distancia.

Sin dejarla sentir frío, sin dejar que se queme.

Con esa calidez, lloró aún más fuerte.

“¿Necesitas que vaya allí?” – Preguntó Zhong Yu Bai.

Ji Zhen Tang lo detuvo: “No venga, no me moriré de llanto, pero mi tía podría matarme a golpes.”

Durante mucho tiempo estuvo indefenso.

“Entonces esperaré a que hayas terminado de llorar antes de irme.”

Ella se esforzó con todas sus fuerzas por contener las lágrimas, y lo logró. Las pestañas pegadas se separaron, su visión se aclaró y recuperó un poco de cordura.

“Cuando tenga dinero, definitivamente no le invitaré a comer una olla caliente. Le invitaré al hotel más lujoso, el más lujoso del mundo. ¿Dónde está? ¿Dubái? No importa, gastaré un dineral para que pruebe la mejor comida mientras me comprende. Quiero que sepa que no soy una persona tacaña, simplemente no tengo tanto dinero. Cuando sea mayor y tenga la capacidad, también quiero darle lo mejor.”

(N/T: Es que ella solo está pidiendo un poquito de amor, un poco de comprensión y él es el único que la escucha sin quejas, sin reclamos… Hoy me llego esta frase: «Si pudiéramos mirar en el corazón del otro y entender los desafíos a los que cada uno se enfrenta a diario, nos trataríamos con más gentileza, tolerancia y cuidado».)

Él la escuchó, la engatusó y siguió diciendo que sí.

Finalmente, Ji Zhen Tang se quedó sin palabras, guardó silencio por un momento y luego dijo: “Hay una pregunta más que quiero hacerle.”

“Sí” – Respondió él.

“Supongamos, hipotéticamente. Si usted se enamora de alguien, pero hay una gran diferencia entre ustedes dos, tan grande del tipo que todo el mundo se opone, como… por ejemplo Zhong Heng y yo somos así, comparada con la pareja de matrimonio concertada que sus padres podrían arreglarle, mi existencia parece insignificante. Aunque en la superficie dice que le gusto, en realidad en su corazón coincide con la opinión de sus padres, por eso ha dicho muchas veces que no me dejarán casarme con alguien de su familia. Si algo así sucediera, ¿la seguirías amando por un lado y despreciarías a esa persona desde el fondo de tu corazón por el otro?”

Zhong Yu Bai no le dedicó mucho tiempo a esta pregunta. Dijo: “El amor es atracción, no intercambio. Yo no lo haría.”

Su simple respuesta la dejó atónita, y pareció derretir el hielo en su corazón, deteniendo finalmente sus lágrimas.

La voz de Ji Zhen Tang bajó un poco, y luego volvió a preguntar: “¿Qué pasa si realmente es una situación que te deja impotente?”

Él pensó por un momento, luego suspiró levemente y dijo lentamente: “Hasta ahora, aparte de verte llorar, no parece haber nada que me haga sentir impotente.”

Ji Zhen Tang se quedó atónita durante dos segundos, luego pensó de nuevo que no había nada malo en sus palabras. <imreadingabook.com> Relajó su columna tensa, que había estado tan tensa como si estuviera negociando, y lentamente se recostó en la cama, llamándolo con cariño: “Zhong Yu Bai.”

Ella pronunció débilmente una frase: “Sé un poco malo conmigo.”

‘Se un poco malo, para crear un poco más de distancia.’

Así ella dejaría de soñar.

Él preguntó: “¿Qué debo hacer?”

Ella dijo: “Cuelga la llamada, ahora mismo, inmediatamente.”

Zhong Yu Bai no colgó. Después de pensarlo un rato, dijo tres palabras: “Lo siento.”

Era una disculpa por su incapacidad para hacer eso.

El hombre dijo con suavidad: “No puedo ser malo.”

Desde el auricular, le pareció oír el sonido del viento y sus pasos que regresaban.

Al final, fue Ji Zhen Tang quien colgó primero.

Al abrir la ventana, el hombre estaba abajo, con un abrigo negro rígido, las manos en los bolsillos, erguido contra el viento. Quizás seguía preocupado, así que regresó de nuevo. Zhong Yu Bai levantó la cabeza y miró a Ji Zhen Tang, su rostro, que antes estaba comedido y tranquilo, como la noche, la noche oscura y sombría, mostró una calidez natural cuando sus ojos chocaron con los de ella.

Zhong Yu Bai sonrió suavemente, apretó el puño y lo sacudió junto a su ojo, con una tierna expresión de llanto.

Era como si se riera del hecho de que ella era una pequeña llorona.

Ji Zhen Tang temía que él la viera avergonzada, así que se cubrió el rostro con el chal. pero bajo la costosa tela, las comisuras de su boca también se levantaron sutilmente, aflojando la rigidez y sequedad de sus labios.

Juntó las manos y las apoyó contra el rostro haciendo una pose para dormir. En silencio, le dijo: «¡Me voy a dormir!».

Cerrando la ventana a regañadientes.

La noche fue larga y dolorosa. De vuelta en la cama, Ji Zhen Tang se puso los auriculares y escuchó “Moon River’ toda la noche.

Cuanto más lo escuchaba, más pensaba en él.

A la mañana siguiente, Ji Zhen Tang pensó que debía disculparse de nuevo con su tía, quería ser más sincera, pero el tiempo no se lo permitió y también temía pasar vergüenza. Tomó un bollo al vapor y dijo apresuradamente: “Tía, lo siento” y salió corriendo. Ji Xinhe también tenía algo que decir, pero al verla salir corriendo, se tragó las palabras y sacudió la cabeza con impotencia.

De camino de regreso a la escuela, Ji Zhen Tang finalmente se enfrentó a algo, la buena noticia que había planeado mostrarle a Zhong Yu Bai ayer: el sitio web donde su trabajo fue preseleccionado no se podía abrir.

‘¿Necesito usar la red del campus?’ – Con esto en mente, se conectó al wifi de la escuela al llegar, pero incluso después de intentarlo, seguía sin cargar.

Atrapada en ese dilema, Ji Zhen Tang se frotó el párpado derecho, que no paraba de palpitarle, y estaba tan preocupada que no pudo escuchar la clase.

Ella no asistió a sus clases de la tarde, Ji Zhen Tang fue a la secretaría de la universidad y encontró a su maestra de clase, quien también era su consejera. Era lunes, y la profesora tenía una carga de trabajo apretada y le pidió que esperara a su lado, lamaesgtra estaba hablando por teléfono y dando instrucciones a los estudiantes. Ji Zhen Tang no podía esperar, así que se acercó y la interrumpió: “Disculpe, profesora, solo quería hacer una pequeña pregunta, ¿por qué no se abre el sitio web o es sólo cosa mía?”

“¿Qué página web?” – La profesora, con un aire bastante amable, sostuvo su teléfono, miró el de Ji Zhen Tang, o mejor dicho, no la miró en absoluto y sonrió mientras hablaba por teléfono: “Ah, lo sé, lo sé, solo dígame, estoy escuchando.”

Ji Zhen Tang: “…”

Ella sostuvo su teléfono, sintiéndose un poco perdida mientras miraba a su alrededor.

Por casualidad allí se encontraba la vicedecana, una mujer hermosa, que levantaba tranquilamente las manos admirando su manicura recién hecha.

Ji Zhen Tang se acercó a ella y le preguntó si podía tomar prestado una computadora, la vicedecana levantó su uña recién hecha y, tras oír su nombre, dijo en un santiamén: “Ah, la horquilla preseleccionada para el concurso de joyería, ¿verdad?”

Luego, se aclaró la garganta y le explicó: “El sitio web no está disponible, probablemente el programador aún no ha empezado a trabajar. ¿No te avisó tu profesor de clase? Es posible que la lista de finalistas haya tenido algunos cambios.”

“¿Cambios? ¿No están preseleccionadas solo dos personas en nuestra clase?” – preguntó, desconcertada.

“Ha habido un pequeño ajuste.” – La vicedecana continuó admirando su manicura, sin tomárselo en serio e ignorándola.

Ji Zhen Tang no era ingenua. – “No entiendo. ¿Podría ser más específica, por favor?”

Una vez que se patea la pelota, esta no deja de rodar.

La vicedecana señaló a una profesora que acababa de entrar en la sala. – “Oye, profesor Liu, venga aquí y explíquele sobre el tema de la competencia. No estoy a cargo de esa área. No sé cómo se tomó la decisión final sobre ese asunto.”

El hombre llamado Maestro Liu se acercó, era un profesor de la materia y dijo: “Ji Zhen Tang, ¿verdad?”

Ella asintió y le explicó la situación de nuevo.

“Olvidé informarle sobre ese asunto. Tu propuesta fue preseleccionada por los profesores evaluadores, pero al final, después de unos criterios de selección más estrictos, el profesor podría haber considerado… que tu cualificación para participar no era suficiente…”

Ji Zhen Tang interrumpió: “¿Cuáles son esos criterios de selección más estrictos? ¿No se permiten estudiantes universitarios o no se permiten mujeres?”

Su tono brusco hizo que el maestro Liu se incomodara un poco, bajó la cabeza ligeramente, le dio una palmadita en el hombro y dijo en voz baja: “Si quieres participar, tendrás una oportunidad el año que viene.”

Finalmente, añadió con profundo significado: “Cuando estás en la selva, a menudo hay muchas cosas que escapan a nuestro control.”

Ji Zhen Tang dijo: “No lo entiendo. ¿Ya está arreglado para alguien más?”

“No se puede decir con exactitud que estuviera decidido por defecto.” – El maestro Liu chasqueó la lengua, se rascó la cabeza y, con voz baja y un toque de seriedad, le aconsejó. – “El maestro ya ha abogado por ti, pero debes saber que, en este mundo, muchas cosas están predeterminadas desde el momento en que naces, incluido este asunto. Puede parecer un pequeño incidente, pero, en esencia, su poder de toma de decisiones y su dirección no está en tus manos ni en las mías.”

En conclusión, dijo: “En resumen, tendrás que esperar la notificación.”

Ji Zhen Tang preguntó de mala gana: “¿A quién han elegido?”

El rostro del profesor Liu palideció ligeramente, señaló su teléfono y dijo: “Vuelve y mira.”

La mirada en sus ojos era como una especie de sugerencia, dando a entender de que en realidad no había nada que pudieran hacer.

Ji Zhen Tang intentó abrir la página web que no podía abrir, y regresó al dormitorio en un frenesí de ansiedad, la habitación estaba vacía y ella siguió cambiando de red, actualizándola incontables veces, ¡y finalmente, la página web fue finalmente arreglada!

Sin embargo, cuando miró la web con más atención, la entrada seguía mostraba la horquilla que ella había diseñado.

Pero la firma había sido cambiada a: Zhao Siqi.

(N/T: ¡Hubiera esperado que lo cambiaran por un diseño de ese perr0, pero que le quiten su diseño y se lo entreguen a otros… ¡Quiero sangre!)

Ji Zhen Tang se sorprendió.

Bostezando, Lin Guixue entró en la habitación con sus libros en brazos y dijo: “¿Por qué no fuiste a clase?”

Ji Zhen Tang dijo: “Mi trabajo de diseño ha sido intercambiado. No, no es así.” – Reflexionó sobre sus pensamientos. – “No puede decirse que haya sido intercambiado, solo han cambiado mi firma. ¡Zhao Siqi va a usar mi trabajo para participar en el concurso!”

Lin Guixue no entendió ni un poco: “No te apresures, Tú… ¿qué pasa? Explícamelo lentamente.”

Ji Zhen Tang le mostró la lista publicada de los participantes del concurso, que era una imagen, no un documento. Había olvidado guardar las pruebas de la última vez. Una vez reemplazado así, no quedaba ningún rastro.

Lin Guixue no podía creerlo y exclamó: “¿Cómo se puede retirar el anuncio después de haberlo hecho público?”

“Si alguien quiere cubrir el cielo con una mano, ¿Qué hay de malo para ellos en retirar un anuncio?” – Dijo Ji Zhen Tang indignada, y luego murmuró: “Ya había adivinado que era él, ¿quién más querría meterse conmigo además de él?”

Lin Guixue pensó detenidamente: “Tal como lo dices, tiene sentido. ¿su proyecto de marca no fracasó? Lo había estado promocionando durante tanto tiempo, pero antes de que saliera a bolsa, su mayor inversor se retiró.”

‘Sí, Zhong Yu Bai lo hizo.’

Ella asintió.

Lin Guixue dijo: “Eso explica por qué hizo esto. En primer lugar, lo hizo para fastidiarte, y segundo lugar, si gana el premio con tu trabajo, quizá podría obtener el capital para la inversión, no sé cuánto dinero le falta, pero ¿acaso su padre está tan mal ahora? ¿No podría ayudarlo en absoluto?”

Ji Zhen Tang dijo: “Definitivamente no es poco dinero, el dinero de la competencia no es suficiente para que él llegue a fin de mes, quiere montar una empresa.”

Lin Guixue reflexionó por un momento: “Aunque no sea por dinero, tal vez busque ganar fama. La fama y los beneficios siempre van de la mano, y de todas formas seguro que le beneficiará.”

Ji Zhen Tang guardó silencio un momento y preguntó: “¿Dónde está Zhao Siqi?”

“No sé, no vino hoy a clase.” – Lin Guixue respondió rápidamente agarrando su teléfono. – “Déjame preguntar.”

Pronto recibió respuesta, Zhao Siqi no fue a clase; sino que fue al club.

Ji Zhen Tang no pudo esperar a encontrarlo para ajustar cuentas.

Lin Guixue tenía miedo de que le pasara algo y se ofreció a acompañarla.

Ji Zhen Tang recogió sus pertenencias y salió, pero al llegar a la puerta, se dio la vuelta, sacó una navaja del portalápices y se la metió en el bolsillo.

‘¡Lo peor que puede pasar es que muramos juntos!’

Al llegar a la entrada del club donde estaba Zhao Siqi, descubrieron que la entrada estaba restringida, Lin Guixue lo llamó y él le dio pase sin esperar que ella hubiera traído a alguien consigo. El tono de Zhao Siqi todavía era coqueto: “Te he llamado varias veces y no viniste, ¿por qué estás tan proactiva hoy?”

Lin Guixue esbozó una sonrisa seca. – “Soy libre, apúrate y ábreme la puerta.”

Para cuando Ji Zhen Tang llegó al piso de arriba, ya no pudo mantener la compostura, su muñeca temblaba todo el tiempo, con esa muñeca temblorosa, empujó la puerta de la sala privada y el aire cálido y maloliente mezclado con el espeso olor a humo se precipitó hacia ella.

Las luces y sombras de la sala privada se entrelazaban como hilos dorados, con hombres y mujeres reunidos jugando al póquer.

Lin Guixue levantó su teléfono e hizo clic, grabando la escena.

“Eres tú.” – Zhao Siqi, que estaba sentado en la posición central rodeada de sus compañeros, fue el primero en ver a Ji Zhen Tang, quien se apresuró a entrar ferozmente, y luego miró a Lin Guixue detrás de ella y dijo con una sonrisa fría: “Oh, me preguntaba por qué habías cambiado de idea hoy, resulta que me estabas tendiendo una trampa.”

Lin Guixue estaba a punto de discutir, pero al ver a Ji Zhen Tang dar un paso al frente, se mordió la lengua.

Ji Zhen Tang se adentró en el humo, manteniendo la distancia mientras lo miraba con calma. “¿Puedes garantizar que tienes la capacidad de evitar que este asunto salga a la luz?”

Zhao Siqi negó con la cabeza con una sonrisa. “No entiendo de qué estás hablando.”

Apoyó las piernas en la mesa de centro que tenía frente a él, apartando a las dos bellezas que estaban a su lado y encendió un cigarrillo agachando la cabeza.

“Nosotros, los de apellido Zhao, nacimos con el cielo sobre nuestras cabezas. En toda mi vida, aparte de matar e incendiar, no he hecho ninguna ‘buena obra’, qué tipo de deuda estás calculando que tengo contigo, dímelo claramente.”

Ji Zhen Tang sonrió levemente. “¿Robar el trabajo de otro también se considera una buena obra? Una persona malvada como tú, sin moral, tarde o temprano acabará en el nivel 18 del infierno. Incluso Yama* te dará dos bofetadas cuando te vea.”

(N/T: *En el budismo, Yama significa «Señor de los Reinos del Infierno»)

“Ah, ¿entonces estás hablando de esa competencia?” – Zhao Siqi preguntó lentamente, mirando a Ji Zhen Tang con una mirada extraña. – “¿Qué pasa? ¿No contabas con el respaldo de alguien poderoso? ¿Acaso te quedaste sin poder de repente?”

Ji Zhen Tang se quedó atónita.

“¿O es que te ofreciste al gran jefe por un tiempo, y luego, cuando se cansó de jugar contigo…?” – Zhao Siqi mostró una sonrisa burlona​ y extendió las palmas de las manos hacia fuera. – “¿Rompieron?”

“…”

“Aparte de que te haya abandonado, no se me ocurre ninguna forma de explicar. ¿Qué el tipo al que has estado adulando ni siquiera puede ayudarte con un asunto tan insignificante?” (Zhao Siqi)

Ella cogió una copa de vino de la barra y se la salpicó tan fuertemente que incluso la copa se le resbaló de la mano. Zhao Siqi giró la cara, mojándose las patillas, y el vaso rodó desde su pecho hasta el suelo.

Solo Lin Guixue vio que Ji Zhen Tang apretaba los dientes con tanta fuerza que afloraron venas y sudor.

“¡Estás diciendo tonterías!”

Lin Guixue tomó rápidamente medidas y agarró ligeramente el brazo de Ji Zhen Tang para contener su creciente espíritu de lucha.

Zhao Siqi se rió enojado, dejó escapar un profundo suspiro, no hizo ningún movimiento hacia ella, se recostó pesadamente, se secó la cara con la palma de la mano ajustando sus emociones, luego tomó su billetera de la mesa y sacó una tarjeta.

Sosteniendo la tarjeta entre los dedos, Zhao Siqi la levantó y negoció seriamente los términos con ella.

“Hay diez mil yuanes en esta tarjeta, suficiente para comprar tu horquilla raída. Te doy dos opciones: Primero, toma esta tarjeta y vete.” (Zhao Siqi)

Dijo, señalando la puerta.

Continuó, diciendo: “En segundo lugar: arrodíllate y discúlpate conmigo.”

Zhao Siqi hizo una pausa cuando dijo eso, miró a sus hermanos que estaban a su lado y sonrió significativamente. – “No, no debería ser así, ¿simplemente arrodillarse es demasiado fácil para ella? Salpicar vino en la cara de este hermano sin consecuencias, ¿no la animaría a tratarnos como caquis blandos?

Mientras hablaba, en medio de una carcajada, volvió a mirar a Ji Zhen Tang y la escudriñó de arriba abajo. “Entonces, ¿por qué no te desnudas y te arrodillas?”

“Desnúdate, arrodíllate y pide perdón: Maestro, me equivoqué.” – El chico sonrió siniestramente, haciendo un gesto con el teléfono cerca de la oreja. – “Me comunicaré inmediatamente con la escuela y te devolveré la firma de nuevo.”

Ji Zhen Tang metió la mano en su bolso, tocando silenciosamente la navaja, pero Lin Guixue volvió a sujetarle la muñeca. Su mano se dirigió hacia abajo, tocando la cámara de su teléfono móvil.


Nameless: Nos quedamos en la parte mas interesante, espero que estén disfrutando la novela tanto como yo… Nos vemos la próxima semana.

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