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CMSRCAE – 163

15 febrero, 2025

Episodio 163 – Extra 1 – Si tan solo puedo soportar el dolor en tu lugar (2)

 

Mientras me daba palmaditas suavemente en el estómago, el sonido de la aparición de la Emperatriz llegó a mi habitación. Jonah rápidamente vino a mi lado y me ayudó a levantarme.

Debido a la opinión de que sería mejor mantener a mi lado sólo a personas de confianza, pospuse la contratación de nuevos empleados para más tarde, por lo que Jonah permaneció principalmente a mi lado.

“Puedes recibirme recostada, Lluvia.” (Emperatriz)

“No, Su Majestad. Puedo moverme lo suficiente.”

Grace atravesó la sala de estar y entró en el dormitorio en persona, sonriendo con las cejas caídas.

“Cuando escuché que el Príncipe Heredero, que siempre te protege como un centinela, estaría fuera por un tiempo, corrí.” (Emperatriz)

Aunque era un ‘centinela’ en el buen sentido, yo sabía en secreto que estaba actuando como mi ‘sirviente.’

“Me disculpo en su nombre, Su Majestad.”

“No, ¿quién puede culparlo por preocuparse por su esposa? Aunque la severidad es demasiado alta, es comprensible dado que es el padre del heredero imperial, quien instantáneamente iluminará la atmósfera recientemente oscura de la familia imperial.”

Grace, que tenía una voz tan suave como el algodón de azúcar, colocó los artículos en las manos de sus damas de honor uno por uno junto a la mesa de té.

“Traje algunas cosas de mi ciudad natal que se dice que son buenas para las mujeres embarazadas. Recibí mucha ayuda al dar a luz a Ephero. Incluso si el período de náuseas matutinas ha pasado, todavía te sentirás mal.” (Emperatriz)

Grace, que siempre me había cuidado muy bien desde que supo la noticia de mi embarazo, ahora miraba preocupada mi vientre, que estaba a punto de llegar a término.

“Es muy frustrante, ¿no? No falta mucho para que des a luz, así que ten paciencia, Lluvia* Mientras el bebé nazca sano y salvo, Su Majestad el Emperador querrá darte el reino.” (Emperatriz)

(N/T: Me acabo de dar cuenta que no hice la corrección de = Rain = Lluvia, en varias partes desde el capítulo 130, como ya he avanzado bastante, ya no lo voy a corregir, pero tómenlo en cuenta please.)

“¿Qué?”

Cuando la confusión apareció en mi rostro, Grace sonrió lindamente.

“Una mujer embarazada a término necesita tiempo para descansar sola, entonces, ¿por qué sigo viniendo aquí sin que darme cuenta, Lluvia? Es por Su Majestad el Emperador. Su Majestad me insta constantemente a cuidar de cerca a la Princesa Heredera… Le preocupa que visitar a su nuera cada vez le haga parecer demasiado tonto, así que siempre me envía a mí en su lugar. ¿No es un suegro lindo? Es más tímido de lo que parece.” (Emperatriz)

‘No lo sabía.’

Después de todo, yo había sido la esposa de Noevian y corría el escandaloso rumor de que Bardenaldo incluso había intentado convertirme en Princesa Heredera, así que pensé que al Emperador no le caía bien.

Por supuesto, como él no me mostró nada de eso desde su posición como Altísimo, fue solo una suposición de mi parte.

“Creo que piensa que eres una nueva luz que ha llegado a su vida, que estaba llena de vacío.” (Emperatriz)

Grace sonrió levemente, mostrando su compasión por el Emperador.

“Además, Lluvia dijo que, si da a luz a una niña, le gustaría llamarla ‘Regina’, ¿verdad? Parecía que pudo superar su tristeza aún más después de que le transmití esas palabras.” (Emperatriz)

“Ya veo.”

Recordé la expresión del rostro de Su Majestad cuando lo veía una vez al mes. Cuando pensé en ello después de conocer su sinceridad, parecía que su boca siempre áspera se había relajado un poco.

Fue entonces.

“… ¿Lluvia?” (Emperatriz)

Sentí todo el cuerpo rígido y un dolor terrible me golpeó el vientre. Tuve que congelarme y sostener la mano de Grace con fuerza, conteniendo la respiración.

“¡Lluvia!” (Emperatriz)

“Mi vientre… Mi vientre…”

Los brillantes ojos de Grace se volvieron decididos, como si hubiera terminado de comprender la situación.

“¡Jefa de Doncellas! ¡Jefa de Doncellas! ¡Parece que la Lluvia se está poniendo de parto!” (Emperatriz)

Durante toda la conversación con Grace, el bebé que estaba dando patadas de repente estaba preparado para salir al mundo.

 

***

 

“Podría morir.”

“Es una posibilidad.” (Rossi)

“Realmente podría morir.”

Las pulcras cejas de Rhoadness se retorcieron.

Rossi fingió no poder ganar y finalmente le entregó la bolsa que tenía en la mano.

Blyer siempre decía: ‘El marido de mi hermana está realmente loco.’ – Pero no esperaba que fuera hasta ese punto, así que se quedó estupefacta.

“Si vuelvo a grabar la historia en esta generación, te etiquetaré como ‘el amante loco’.” (Rossi)

“Eso sería un honor.”

Rhoadness, que sonrió ferozmente, sostuvo con cuidado la bolsa que recibió en sus brazos.

“Si me hubieras pedido que hiciera un medicamento que redujera el dolor, con mucho gusto lo habría hecho para ti.” (Rossi)

“Hablas tan rápido. Pero esos medicamentos tienen un precio. El dolor se prolongaría al compartirla en pequeñas dosis.”

“…” (Rossi)

Rhoadness también tenía un conocimiento considerable, ya que había estudiado sobre su poder mágico hasta el punto de le que era difícil confesar. No había manera de que no supiera que, si algo se lograba con magia, siempre habría un precio.

“Adrienne no debe sentir ningún dolor, por insignificante que sea.”

Rossi se quedó boquiabierta ante sus palabras firmes y claras.

Rossi se cruzó de brazos y miró a Rhoadness, que se estaba ajustando su ropa.

Después de un simulacro del batalla, estaba ocupado yendo a ver a su esposa, pero siempre revisaba así su apariencia. Era como un pavo real acicalándose las plumas.

Rhoadness, que se estaba cepillando el cabello, lanzó una mirada penetrante a Rossi a través del espejo colgado en la pared.

“Será mejor que guardes silencio sobre este tema a Adrienne, Archimaga. Mi esposa es un ángel que siente pena incluso por el más mínimo rasguño en un bastardo como yo.”

El bastardo también estaba enfermo.

Fue demasiado descarado decirle eso a ella, que recuerda todas las travesuras que ese ángel hizo con el cuerpo de Blyer.

Rossi hizo un gesto con cara de cansancio para que se apartara rápidamente del camino. El apuesto hombre rubio, que incluso se había desempolvado la ropa, se despidió con un simple gesto de barbilla y abrió la puerta del laboratorio.

Y en ese momento, el insolente lugarteniente del arrogante Príncipe Heredero llegó corriendo ruidosamente delante de la puerta.

“¡Su Alteza! ¡Su Alteza!” (Neil)

“¿Qué es todo este alboroto?”

Neil, su descarado lugarteniente, parecía urgido, a diferencia de su habitual cara perezosa.

“¡Su Alteza Lluvia ha comenzado con el trabajo de parto!” (Neil)

El color desapareció por completo del rostro de Rhoadness.

“Adelante.” (Rossi)

Rossi se puso nerviosa sin motivo y apremió a Rhoadness. Pero Rhoadness volvió su rostro rígido hacia Rossi.

Su rostro pálido parecía el de un segador del infierno, y sus ojos rojos, que brillaban como luces de advertencia, tenían un brillo extraño.

…Estaba ansioso.

Y justo cuando Rossi intentaba aliviar esa ansiedad con un mensaje de felicitación, Rhoadness se acercó a ella a grandes zancadas.

“¿Qué estás haciendo? Tu ángel se ha puesto de parto.” (Rossi)

“Cambié de opinión. Creo que me sentiré más seguro si te llevo conmigo.”

Antes de que pudiera mirar adecuadamente su aterrador rostro, el pequeño y regordete cuerpo de Rossi cayó sobre el hombro de Rhoadness. Fue un momento en el que ni siquiera pudo dejar escapar un grito bajo.

Rossi, que fue llevaba al hombro como si fuera una maleta, empezó a chillar y a buscar a Blyer.

Quizás porque había aprendido correctamente la magia de restricción de su ‘ángel’, una fuerza tremenda incluso presionó a Rossi.

“¿Qué estás haciendo y no te estás yendo ahora mismo?” (Blyer)

Blyer, a quien llamó pidiendo ayuda, instó a Rhoadness a subir al carruaje, como si ni siquiera pudiera ver a Rossi.

 

Rossi fue arrojada al carruaje de Blyer tal como estaba

“¡Oh, esto es una locura!” (Rossi)

<¡Bam-!>

Antes de que pudiera maldecir, la puerta del carruaje se cerró. Cuando abrió la ventanilla del carruaje con un toque de ira, un cabello rubio y brillante ya estaba corriendo delante de ellas montado en un caballo negro.

“¡Cómo se atreve una persona tan loca a tratarme así!” (Rossi)

No podía ir obedientemente al Palacio Imperial mientras experimentaba tal humillación. Pero antes de que Rossi pudiera volver a abrir la puerta del carruaje, esta vez Blyer pateó la pared del carruaje como loca.

“¡Corran! ¡Corran, malditos caballos!” (Blyer)

Rossi fue llevada al palacio imperial, bajo el ímpetu aún más furioso de Blyer mientras el carruaje rebotaba y corría bruscamente.

 

***

 

Llegó un dolor terrible.

Sentí como si todo mi cuerpo se pusiera rígido, pero Olivia seguía masajeándome los brazos. Ver la cara asustada de Olivia me hizo sentir miedo también.

“Su Alteza, Su Alteza, nunca debe perder el sentido. ¿Lo entiende?” (Olivia)

“Olivia…”

“No puedo enviarla. No puede irse tan fugazmente como Helena.” (Olivia)

Olivia me masajeó los brazo mientras sus mejillas estaban mojadas por lágrimas. La partera que solo servía a la familia imperial miró hacia abajo con el rostro pálido.

“Necesita pujar con más fuerza. Sé que duele, pero lo mismo le pasa al heredero imperial, que está pasando por un momento difícil en este momento.” (Partera)

Sabía en mi cabeza que tenía que ser fuerte.

Sin embargo, el aroma de la hierba medicinal que respiré para aliviar el dolor me hizo sentir náuseas y el calor subió desde mi cara roja hasta mi cuello debido al esfuerzo de pujar. El interior de mis orejas estaban calientes y mis labios mordidos sabía a hierro, como si la sangre hubiera estallado.

El verdadero parto ni siquiera había comenzado todavía, pero mi cuerpo ya estaba empapado de sudor.

“Tendrá un parto fácil. No tengas malos pensamientos. ¿De acuerdo?” (Partera)

“Drien. ¡Mírame, Drien!” (Bianca)

Cuando mis ojos se nublaron, Bianca me dio una ligera palmada en la mejilla.

No había fuerzas en mi cuerpo. Aunque mi cara estaba empapada de lágrimas que fluían sin parar, extrañaba a Rhoadness.

“¿Voy a morir de esta manera?”

“¡No seas débil!” (Bianca)

El sabor a hierro de la sangre. La visión de una tela blanca empapada de sangre frente a mí me revolvió el estómago.

No importa lo fuerte que agarré las manos que Bianca sostenía de un lado y Olivia del otro, no podía sacar fuerza de ellas.

“Incluso le diste un nombre, Drien. ¡Drien! Piensa en el niño. ¿No recuerdas que dijiste que la llamarías Regina si es una hija?” (Bianca)

Abrí la boca para gritar, pero no salió ningún sonido.

Abrí los ojos, pero todo frente a mí era negro.

La voz que me animaba a recobrar el sentido no llegó a mis oídos febriles hasta el final.

“¡Drien! ¡¡Drien!!” (Bianca)

Recordé exactamente cómo se sentía esto.

‘¿Voy a morir?’

El único sentimiento claro fue la sensación de lágrimas calientes fluyendo de ambos ojos invisibles.

“Roan…”

“¡Drien! ¡¡Drien!!” (Bianca)

“¡Hagan algo!” (Bianca)

Esta sensación familiar.

Era la sensación de estar al borde de la muerte.

Luchando por salir del agua profunda y oscura. Al final, tuve la sensación de ser arrastrada a un lugar donde no podía ver ni oír nada.

‘Si muero…’

Una fuerza muy fuerte, incluso desesperada, ató todo mi cuerpo y me llevó a un lugar más profundo.

‘Si muero, ¿qué pasará con Roan?’

Después de sentir como si mis pulmones se estuvieran hinchando y a punto de explotar, fui arrastrada a una oscuridad total.

 

***

 

Cuando volví a abrir los ojos.

No era una palpitante cámara llena de olor a sangre y medicinas.

“Supongo que ahora has recobrado el sentido.” (Rossi)

Tan pronto como abrí los ojos, el rostro que vi fue el de Rossi con los ojos muy abiertos. Me desperté extrañamente ligera.

“Son gente realmente molesta. ¿De qué otra manera puedo explicar esto?” (Rossi)

“¿Señora Rossi?”

Rossi se levantó con una expresión de molestia en el rostro y regresó con un espejo que había sido colocado en una consola cercana.

Me quedé mirando el espejo que me entregó Rossi con el estómago algo revuelto.

“¿Por qué estás aquí, Rossi…? Ah. ¡Oh! ¿Qué pasa con mi hijo? Mi bebe…”

“Mira esto.” (Rossi)

Aunque mi estómago se revolvió, mi cuerpo se sentía muy ligero y lleno de fuerza. Justo como el momento en que entré por primera vez en el cuerpo de Blyer.

‘¡Ah!’

En un instante, se me puso la piel de gallina por todo el cuerpo. – ‘¿Qué significa esta intensa sensación de déjà vu?’

La cara cansada de Rossi. Ni siquiera podía respirar cuando tomé el espejo que ella me entregó.

“Mira lo que hizo tu loco marido.” (Rossi)

“¿Esto…? ¿Qué es esto…?”

El rostro reflejado en el espejo no era el mío.

“Qué cosa tan increíble hizo tu esposo al ofrecerse a dar a luz en tu lugar.” (Rossi)

El rostro reflejado en el espejo era el de Rhoadness.

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