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DCEVL – 26

20 noviembre, 2024

Capítulo 26: Gratitud

 

“¿Quién te permitió entrar? ¡Sal!” (Ning Tan)

Ning Tan, enojado y avergonzado, agarró una manta para cubrirse.

Mientras se concentraba en ocultar su modestia, la mujer debajo de él quedó completamente expuesta de la cabeza a los pies, creando una escena bastante dramática.

La mirada de Yu Xinyi recorrió a la mujer completamente desnuda; de hecho, era Zhao Yuming.

Con un suspiro de alivio, no se retiró, sino que avanzó y frente al Príncipe Heredero, descorrió la cortina ondeante y cubrió a la aún delirante Zhao Yuming.

Aunque a Yu Xinyi no le gustaba Zhao Yuming y estaba aún más disgustada después del incidente de la Cacería de Primavera, siempre recordaba que ella también era una mujer.

Afortunadamente, la persona que yacía en la cama no era Su Sui; si lo fuera, la cortina habría estado envuelta alrededor del cuello de Ning Tan.

Ning Zizhuo también parecía estupefacto, probablemente temiendo que Ning Tan, avergonzado y enojado, se volviera violento, por lo que apresuradamente habló alzando deliberadamente la voz para salvar la situación. – “Comandante Yu, ¿ha traído la cuenta de sándalo rojo del colgante de jade de la Princesa mayor, la tía del Emperador?”

Después de decir esto, cruzó la puerta fingiendo sorpresa y preguntó. – “Oh, ¿Su Alteza el Príncipe Heredero también está aquí?”

Ning Zizhuo mencionó el título de la Princesa Imperial Deyang, y Ning Tan se tragó su impulso de matar y los reprendió. – “¡Todos, fuera de aquí!”

“¿A qué se debe todo este alboroto?” (Princesa Deyang)

Desde el pasillo, la voz digna de la Princesa Imperial Deyang llegó de manera constante.

Todos inmediatamente guardaron silencio y se apartaron del camino.

Ning Tan es una persona salvaje e inmoral, aparte Emperador a quién más temía era a esa tía. Se levantó apresuradamente, tratando de agarrar su ropa para cubrirse, pero se enredó con la ropa de cama y cayó al suelo con un ruido sordo.

Mientras tanto, Zhao Yuming, en un estado aturdido, gimió y se retorció.

La Princesa Imperial Deyang avanzó sostenida por su doncella y al llegar, presenció una escena tan desagradable. El colgante de cuentas de sándalo que tenía en la mano se rompió y las cuentas se esparcieron por todo el suelo.

En el carruaje, Yu Lingxi volvió a recogerse el cabello y alisó su ropa.

Debido a que se había resistido a la intimidad con un hombre, su cuerpo aún conservaba los efectos de la droga, lo que la hacía sentir incómoda. Presionó su mano contra su mejilla aún caliente para refrescarse, mientras que con la otra mano sostuvo una horquilla de plata, cuya punta afilada se clavó en su palma para ayudarla a mantener la compostura.

Probablemente su respiración entrecortada y reprimida le revelaron algo a Ning Yin, que iba delante, conduciendo el carruaje. Con un tirón de las riendas, el carruaje se detuvo.

“¿Por qué no nos movemos?” – Dijo Yu Lingxi, solo ahora dándose cuenta de que su voz estaba extremadamente ronca.

Ning Yin abrió la cortina del carruaje, centró su mirada en su rostro por un momento y luego dijo. – “Señorita, espere un momento.”

Después de decir esto, saltó del carruaje y se dirigió a una tienda cercana.

Habiendo escapado de la boca del tigre, Yu Lingxi se sintió nerviosa al quedarse sola en el carruaje.

Ni siquiera supo cuándo comenzó a sentir más confianza hacia Ning Yin, en lugar de tenerle miedo.

Pronto, el carruaje se sacudió y Yu Lingxi, alerta, levantó los ojos para ver a Ning Yin levantando la cortina y entrando. En sus manos, sostenía un artículo envuelto en papel engrasado y se sentó erguida frente a ella.

Ning Yin desenvolvió el papel engrasado y, justo cuando Yu Lingxi estaba a punto de preguntarle qué estaba haciendo, algo fue empujado con fuerza en su boca.

Las yemas de los dedos rozaron sus suaves y brillantes labios y Ning Yin se detuvo un momento y una leve ondulación pasó por sus ojos tranquilos y fríos.

Bajando la mano, él frotó suavemente las yema de sus dedos que tocaron sus labios.

En el claustrofóbico almacén, el breve pero caluroso intercambio de labios y lenguas poco a poco se fue aclarando y le vino a la mente.

“¿Qué es esto?”

Yu Lingxi, con el objeto todavía en su boca, infló sus mejillas, frunciendo el ceño con un ligero desagrado. – “¡Es amargo!”

A Ning Yin le pareció interesante que pudiera soportar el tormento del incienso afrodisíaco, pero que no pudiera soportar el ligero amargor en la punta de su lengua.

“Una pastilla de regaliz. Aunque no es un antídoto, puede hacer que la señorita se sienta un poco más cómoda.” (Ning Yin)

Mientras hablaba, miró la herida en la palma de la mano izquierda de Yu Lingxi y dijo casualmente. – “Es mejor que la horquilla en la mano de la señorita.”

Fue descubierta por él.

Yu Lingxi curvó los dedos incómoda, pero Ning Yin le agarró la mano.

“Abra la mano.” (Ning Yin)

Le dio unos golpecitos con el dedo índice en los dedos fuertemente cerrados y cuando las delicadas yemas de sus dedos se abrieron como pétalos, tomó un trozo de tela de algodón limpio de un costado, limpió lentamente las costras de su piel lastimada y aplicó la medicina para heridas recientemente comprada.

Desde la perspectiva de Yu Lingxi, podía ver sus pestañas ligeramente bajas y su puente nasal recto, sin la palidez enfermiza ni la locura burlona. No usaba una máscara falsa, solo aplica el medicamento en silencio y vendaba su herida con tranquilidad.

Era una tranquilidad y paz que nunca había experimentado en su vida anterior.

Yu Lingxi no pudo evitar ralentizar su respiración. Soportó la amargura inicial de la pastilla de regaliz en su boca y gradualmente se volvió ligeramente dulce.

“Señorita, ¿es la segunda vez que se lastima esta mano?” (Ning Yin)

Ning Yin realizó el vendaje muy lentamente, su mirada cayó sobre su delicada palma, hablando de repente.

Yu Lingxi respondió suavemente con un “Hmm”, sin estar segura de por qué mencionó eso de repente.

Con algunos efectos restantes de la droga, los movimientos lentos y deliberados eran bastante irritantes. Ella frunció los labios y movió su cuerpo sutilmente, recordando. – “Está bien.”

Ning Yin finalmente retiró su mirada sombría, envolvió una venda alrededor y ató un elegante nudo.

Preguntó. – “¿Puede soportarlo?”

Yu Lingxi asintió mientras mordía la pastilla de regaliz.

Quería volver y ver por sí misma qué tipo de rostro siniestro y feo se escondía debajo del exterior aparentemente débil y vulnerable de la familia Zhao.

 

***

 

En la Mansión de la Princesa Mayor.

Tan pronto como Yu Lingxi se bajó del carruaje, Qingxiao se acercó apresuradamente desde los caballos y carruaje aparcados, diciendo ansiosamente. – “¡Señorita!”

“Qingxiao.”

“¿A dónde fue la señorita? No he visto a la señorita salir de la residencia, entonces, ¿por qué regresó desde afuera?” – Preguntó Qingxiao.

Mientras decía eso, Qingxiao miró el sencillo carruaje en el que había viajado Yu Lingxi, solo para ver un atisbo de una prenda de ropa ocre, aparentemente el atuendo de un eunuco.

Antes de poder identificar al eunuco, la persona ya había saltado al carruaje y se había marchado.

“Unas pocas palabras no pueden explicarlo. ¿Dónde está mamá?” – Preguntó Yu Lingxi.

“La señora y la señorita mayor todavía están en la mansión preguntando por el paradero de la señorita. Iré a informarles.” – Respondió Qingxiao.

“No es necesario.”

Yu Lingxi detuvo a Qingxiao, le dio unas palmaditas en la mejilla ligeramente cálida y dijo con serenidad. – “Entraré y las buscaré yo misma.”

En los escalones, los miembros femeninos de las familias salieron en parejas, de dos en dos y de tres en tres, y todos parecían extrañas.

“Tsk, no esperaba que Zhao Yuming fuera ese tipo de persona, haciendo esas cosas en la sala de meditación de Buda y… Entregándose al placer bajo la estatua dorada del Buda.” (Noble 1)

Cuando se cruzaron, Yu Lingxi escuchó sus discusiones deliberadamente bajas.

“¿No lo viste? Cuando Madam Zhao se apresuró a ir, luego de escuchar la noticia, su hija se aferró descaradamente a Su Alteza el Príncipe Heredero y se negó a soltarlo. Frente a Su Alteza la Princesa Deyang, la cara de Madam Zhao se puso morada de vergüenza. Incluso abofeteó a Zhao Yuming dos veces antes de que esa niña recuperara el sentido.” (Noble 2)

“¡Querer ascender a un estatus más alto volando como un fénix en una rama, por esos medios! Su Alteza la Princesa Deyang es una persona profundamente devota que adora a Buda, y esta también es su celebración de cumpleaños. Un comportamiento tan absurdo seguramente enojará a Su Alteza la Princesa Deyang. Creo que la familia Zhao está acabada.” (Noble 3)

“Shhh, no digas nada más…” (Noble 4)

Las mujeres dejaron de hablar, dieron por terminado el día y cada una subió a su carruaje para partir.

‘¿Zhao Yuming… entregándose al placer?’

Yu Lingxi estaba atónita.

Sabía que sin la ayuda de Zhao Yuming como informante, habría sido imposible para Zhao Xu haber entrado en la Mansión fuertemente custodiada de la Princesa Deyang y secuestrarla.

‘¿Podría ser que Zhao Yuming hubiera llegado tales extremos solo para hacer semejante estupidez?’

Justo cuando estaba reflexionando sobre ello, una de llena de pánico vino de la entrada de la residencia. – “¡Sui Sui!”

La señora Yu salió apresuradamente, su rostro más ansioso que de reproche, y susurró. – “Hija mía, ¿a dónde fuiste? ¿Por qué tienes la cara tan roja?”

“Estoy bien.”

Yu Lingxi tomó la mano de la señora Yu. – “Antes, escuché a otros decir que la prima tuvo un accidente.”

La expresión de la señora Yu se detuvo ligeramente, suspiró y le resultó difícil de explicar.

Siguiendo a la señora Yu, Yu Xinyi, que había salido con ella, llevó a su hermana a un rincón apartado y explicó. – “Zhao Yuming y el Príncipe Heredero estaban teniendo una aventura en la sala de meditación de Buda y las mujeres de la familia los atraparon con las manos en la masa, lo que arruinó por completo la reputación de la familia imperial. <imreadingabook.com> La Princesa mayor Deyang está furiosa por ese incidente.”

La ira en el corazón de Yu Lingxi se extinguió por completo y pensó que la retribución llegó demasiado rápido.

Un destello de intuición la golpeó y recordó que Ning Yin había venido a rescatarla hoy vestido con un atuendo ocre de eunuco.

En otras palabras, antes de rescatarla, Ning Yin ya había estado en la mansión de la Princesa Deyang.

‘¿Podría ser…?’

De repente se dio la vuelta, buscando la dirección de Ning Yin.

Sin embargo, los carruajes de invitados iban y venían, por lo que el rastro del joven no se veía por ningún lado.

“¿Qué estás mirando?” (Yu Xinyi)

Yu Xinyi extendió la mano y la agitó frente a los ojos de Yu Lingxi, frunciendo el ceño mientras decía. – “¿A dónde fuiste en esta última hora? Me asustaste hasta la muerte, ¿lo sabes?”

Al recordar las diversas experiencias que acababa de vivir, Yu Lingxi bajó la mirada y dijo. – “Hermana, es difícil explicarlo en pocas palabras. Volvamos y hablemos de ello.”

 

***

 

En el Palacio Kun Ning, el Salón de Buda estaba en silencio.

La Emperatriz Feng, vestida con un atuendo sencillo y con el cabello despeinado, permanecía tranquilamente bajo la estatua de Buda la cual sentada sobre una flor de loto, sosteniendo un encendedor y encendiendo uno por uno los más de cien candelabros en el marco de bronce del salón.

La cálida luz amarilla iluminaba su rostro puro, parecido ella misma una estatua de Buda sentada en la flor de loto, libre de tristeza o alegría.

Todo el mundo en el palacio sabía que la Emperatriz Feng era una persona virtuosa que respetaba el ayuno, adoraba a Buda y ni siquiera estaba dispuesta a pisar una hormiga. Fue por esa virtud que se hizo cercana a la Princesa Deyang, con quien compartía su fe en el budismo, y de esa forma pudo ayudar sin problemas a Ning Tan a ascender a la posición de Príncipe Heredero.

“¿El Príncipe Heredero todavía está arrodillado fuera del palacio Chengde?” – Preguntó.

“Sí. Su Majestad personalmente le dio al Príncipe Heredero diez latigazos y le ordenó arrodillarse fuera del palacio. Parece que Su Majestad está realmente enojado.”

Informó Cui An, el eunuco, vestido todavía con un atuendo ocre con cinturón de jade, luego levantó la mano para proteger del viento las velas que ella estaba encendiendo. Miró a la Emperatriz y dijo. – “Su Majestad estaba tan enojado que su vieja dolencia ha reaparecido. Después de tomar sus medicamentos y acostarse, hizo mención a las varias muertes prematuras de los otros hijos imperiales, pareciendo tener una sensación de reminiscencia y arrepentimiento.”

La Emperatriz Feng, como si no hubiera escuchado, continuó encendiendo el último candelabro y dijo. – “Escuché que el Príncipe Heredero cometió un acto ridículo en la celebración del cumpleaños de la Princesa Deyang, y tú también estuviste involucrado.”

La expresión de Cui An cambió, arrodillándose inmediatamente se levantó la túnica y se arrodilló en el piso de baldosas. – “Este humilde sirviente estuvo confundido por un momento. Al ver que el Príncipe Heredero no podía olvidar a la señorita Yu y que estaba profundamente obsesionado con ella y pensando en ella día y noche, quise seguir las intenciones del Príncipe Heredero y presentarle a la señorita Yu. ¿Quién hubiera pensado que confundiría a la persona…?”

“Es la Segunda Señorita Yu otra vez.”

La Emperatriz dejó la mecha de fuego pesadamente y de repente dijo. – “¿Recuerdo que el General Yu es un viejo conocido tuyo?”

Cui An quedó atónito, entendiendo rápidamente la intención de la Emperatriz. – “Sí, este humilde sirviente entiende.”

“Además, dado que Su Majestad expresó su decepción con Tan’er, selecciona a una concubina gentil y agradable entre las concubinas del Palacio del Este y suspende su medicamento para evitar tener hijos.” (Emperatriz)

La Emperatriz se arrodilló sobre la estera acolchada e inclinándose juntó las palmas de las manos ante la estatua de Buda, mostrando una expresión compasiva y pacífica. – “Es hora de que tenga un pequeño nieto imperial debajo de mis rodillas.”

Justo cuando estaba hablando, de repente se escuchó el sonido de porcelana rompiéndose.

Resultó que una pequeña doncella del palacio que trajo el té escuchó accidentalmente la conversación y dio un paso atrás apresuradamente para evitarla, pero tropezó accidentalmente y volcó la taza de té.

“¡Su Majestad, por favor perdóneme la vida!” – La pequeña doncella del palacio palideció de miedo, inclinándose en el suelo.

Un pequeño insecto voló hacia la pantalla de la lámpara, sin poder escapar.

Al ver que estaba a punto de ser quemado vivo, la Emperatriz extendió la mano, abrió la pantalla de la lámpara y dejó ir al pobre insecto.

Como si no hubiera visto el té esparcido sobre las baldosas del piso, le dijo débilmente a Cui An. – “Límpialo.”

Cui An asintió y poniéndose de pie, caminó hacia la pequeña doncella del palacio.

Después de un grito corto y agudo, seguido por el sonido ahogado de un cuerpo cayendo al suelo, la tranquilidad regresó al salón.

La Emperatriz Feng continuó cantando sutras y su rostro mostraba una calma compasiva.

 

***

 

A medida que se acercaba el anochecer, se colgaron linternas en la Mansión Yu.

Después de tomar medicamentos y descansar durante un largo tiempo, el cuerpo de Yu Lingxi finalmente se recuperó por completo.

Con sus pensamientos claros, comenzó a ordenar la historia completa de los eventos del día.

¿Por qué Zhao Xu la secuestró?

¿Por qué el Príncipe Heredero y Zhao Yuming, dos individuos completamente sin relación se confabularían de una manera tan ridícula? Si Zhao Yuming quería ascender a una posición más alta y entrar en el Palacio del Este, no debería haber elegido un método tan tonto; era demasiado ingenua.

Recordando que cuando se despertó en el carruaje con la capa de seda púrpura de Zhao Yuming sobre su brazo, combinado con el por qué el Príncipe Heredero apareció en secreto en la Mansión de la Princesa mayor, surgió gradualmente una conjetura.

‘¿Podría ser posible que Zhao Yuming la disfrazara de ella misma, la enviara fuera de la mansión sin que nadie se diera cuenta y la entregara a Zhao Xu para que la eliminara, solo para que el Príncipe Heredero la identificara por error?’

Era demasiado absurdo, pero no podía pensar en ninguna otra explicación.

Con el corazón apesadumbrado, le pidió a alguien que llamara a sus padres y hermanos, y luego fue al salón principal para calmar su mente.

La luz parpadeante de la lámpara proyectaba sombras mientras Yu Lingxi se sentaba detrás de una mesa, contando cómo la drogaron y la sacaron fuera de la mansión y cómo Zhao Xu la llevó al Templo Fuyun con la intención de dañar su reputación.

Solo ocultó la parte sobre que tomó la medicina herbal.

De lo contrario, sus padres no solo estarían angustiados y enojados, sino que también sería un desafío explicar cómo Ning Yin apareció allí a tiempo.

Aun así, su padre, generalmente sereno, estaba tan enojado que golpeó la mesa y provocó una grieta en la resistente madera de caoba.

Yu Xinyi, siempre protectora e impulsiva, inmediatamente agarró un cuchillo y dijo. – “¡Voy a matar a ese villano!”

“Hermana, por favor no lo hagas.” – Yu Lingxi se levantó rápidamente para detenerla.

Yu Xinyi, con las cejas fruncidas por la ira, dijo. – “Sui Sui, ¿todavía quieres suplicar por esa escoria?”

“Ya que es una escoria, ¿no sería lo más fácil matarlo?” (Yu Huanchen)

El rostro de Yu Huanchen se oscureció mientras hablaba. – “Déjame atarlo, y frente a la familia Zhao, lo desollaré vivo y le arrancaré los tendones.”

“No, no es que quiera dejar libre a Zhao Xu, pero…” – Yu Lingxi bajó la voz. – “Pero me temo que ya no podrán encontrarlo.”

Después de que Ning Yin la rescató, no vio señales de Zhao Xu. Si no había escapado por miedo al castigo, solo había una posibilidad:

Probablemente Zhao Xu ya no estaba en el mundo mortal.

Yu Lingxi dijo. – “No hay que temer a la familia Zhao. Lo realmente problemático es el Príncipe Heredero del Palacio del Este.”

Ante estas palabras, el General Yu apretó su puño de hierro.

Si lo que decía su hija era cierto, el Príncipe Heredero, debido al fracaso del imprevisto matrimonio, tenía el lujurioso deseo de mancillar a su hija e identificó por error a Zhao Yuming…

‘¿Un futuro Emperador así realmente merecía su lealtad?’ (General Yu)

‘¿Valía la pena empujar a su hija mayor a un pozo de fuego?’ (General Yu)

“Hemos logrado grandes logros militares, derramado sangre en el campo de batalla, pero el Príncipe Heredero está pensando en cómo tomar mi poder y humillar a mi hermana. ¡Es realmente la mayor ironía del mundo!” (Yu Xinyi)

La mano de Yu Xinyi que sostenía la vaina de su espada tembló, burlándose. – “¿Es un Príncipe Heredero así digno de nuestra protección?”

“¡Xinyi!” – El General Yu dio un grito profundo. – “Ten cuidado con tus palabras.”

“¡Padre!” – Yu Xinyi dio un paso adelante.

Ahora, ¿de qué sirve decir esas cosas?

Él, Yu Yuan, era recto y leal, por lo que no estaba destinado a ser un rebelde. Es más, el actual Emperador nunca ha tratado mal a la familia Yu.

El General Yu, con un toque de escarcha en las sienes, apretó los dientes y habló con cansancio después de un rato. – “Todos los hijos imperiales murieron jóvenes, el Tercer Príncipe es un tonto y no se sabe si el Séptimo Príncipe está vivo o muerto. Ahora, en el palacio, solo queda el Príncipe Heredero en el Palacio del Este…”

El profundo suspiro de su padre cayó en los oídos de Yu Lingxi, haciendo que sus pestañas temblaran levemente.

Ella sabía que esta era una oportunidad, una oportunidad para recordarle naturalmente a su padre y hermanos, y sentar las bases para el futuro camino de la familia Yu.

Levantó sus ojos claros y llorosos y susurró. – “Padre, alguna vez ha pensado, ¿qué pasaría si el Séptimo Príncipe todavía estuviera vivo?”

Detenida en este punto, agitó mil olas en el silencioso salón.

La noche ya era profunda.

Yu Lingxi salió del salón y vio a una persona parada en el pasillo en el camino de regreso a su habitación.

Sin mucha vacilación, despidió a las criadas y caminó sola hacia Ning Yin.

Ning Yin parecía haber anticipado su visita y sin mostrar expresión en su rostro continuó mirando el cielo nocturno con las manos detrás de la espalda.

Esta noche hacía mal tiempo, no había ni estrellas ni luz de luna en el cielo negro como boca de lobo y no sabía qué estaba él mirando con tanto interés.

Yu Lingxi notó una mancha oscura en su ropa y no pudo evitar preguntar. – “¿A dónde fuiste? ¿Por qué tienes las mangas mojadas?”

“Fui a pescar.”

(N/T: Jaja… No creo que Lingxi se lo crea… Tal vez debería preguntarle que fue a pescar…)

Respondió Ning Yin, con los labios curvados con un dejo de frialdad. – “Cogí algunos peces y les aplasté los huesos.”

Yu Lingxi dudaba de que realmente hubiera ido a pescar.

Justo cuando estaba a punto de expresar su escepticismo, Ning Yin confesó inesperadamente. – “Yo maté al hombre.”

Yu Lingxi giró la cabeza, momentáneamente aturdida antes de darse cuenta de que estaba hablando de Zhao Xu.

‘¿Tiene Miedo? ‘

No, incluso tenía un dejo de satisfacción.

Yu Lingxi se paró a su lado con calma y dijo. – “Aquellos que hacen malas acciones encontrarán su propia muerte. Es su retribución.”

Ning Yin finalmente desvió su mirada del cielo hacia Yu Lingxi, mirándola fijamente durante mucho tiempo.

“Señorita, ¿No se va a regañar a sí misma por invitar a un lobo a su puerta otra vez?”

Ning Yin pareció reír y dijo casualmente. – “Todavía estaba adivinando cuántas latigazos se daría esta noche.”

La noche en que Xue Cen cayó al lago. ¿Cuánto tiempo más tiene que recordarlo?

Impotente, Yu Lingxi lo fulminó con la mirada. – “¿De verdad crees que soy el tipo de persona que no puede distinguir el bien del mal? Una persona malvada con intenciones maliciosas como él no puede compararse con el intachable Xue Cen.”

“Oh, sí, para la Señorita nadie puede compararse con la rectitud del Xue Erlang.” (Ning Yin)

No sabía que palabras espolearon a Ning Yin, pero en lugar de estar feliz, su sonrisa se volvió aún más fría.

Después de que esa persona se quitara el disfraz, realmente no quedaba ningún halago.

“No vine aquí esta noche para discutir eso contigo.” – Yu Lingxi no tuvo más remedio que cambiar de tema.

“¿Qué quiere decirme, señorita?” – Ning Yin ni siquiera levantó los ojos.

La brisa nocturna de finales de primavera y principios de verano pasó por el pasillo y las sombras de los árboles eran escasas.

La parte superior del cabello de Yu Lingxi estaba cubierta de una cálida luz, y sus hermosos ojos eran claros mientras miraba al joven alto y fuerte que estaba a su lado.

Después de un momento, sonrió y dijo. –“Quería agradecerte.”

La cola de los ojos de Ning Yin se levantó, y sus ojos del color de la tinta oscuros, como un estanque profundo e insondable, la miraron.

Yu Lingxi dio medio paso atrás frente a él, levantó las palmas y las mangas, se inclinó y dobló las rodillas, mostrando su respeto generosamente.

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