PAQAMD – Episodio 8
Al día siguiente, lo que Jan trajo con una expresión de confianza fue un… Grrrrrr. Un león muy enojado.
“Todavía beber leche porque es demasiado joven. ¿No es lindo?” (Jan)
‘¿Joven? ¿Él?’
Las patas delanteras eran más grandes que el puño de Leonie. La cinta de raso que llevaba alrededor del cuello era tan grande que ondeaba como una bandera al viento, y el león estaba ocupado mordiéndola.
Jan, que confundió la sonrisa incómoda de Leonie y pensó que le gustaba, añadió rápidamente:
“Es un cachorro que nació en un barco mientras cruzaba el mar. La madre murió inmediatamente.” (Jan)
‘¿Por qué?’
Por un momento, Leonie pensó en Paola.
En ese momento llegó Dieter corriendo.
“Idiota, ¡qué le estás dando a mi nieta que es como algodón de azúcar! ¡Devuélvelo ahora mismo!” (Abuelo)
Leonie acarició al león y sonrió con tristeza.
“Lindo.”
“¿Qué? Bueno. Bebé, ¿te gusta?” – Preguntó el abuelo con una expresión que le hacía sentir como si se estuviera derritiendo.
“Sí, gracias, tío Jan.”
“Jeje, Jan. No sabía que tenías tanto sentido común. Un león para Leonie, jajaja.” (Abuelo)
‘Ah, abuelo.’
El inocente león apuntó a los dedos de Leonie junto a la cinta.
¡Sí!
El león, que mordía con sus encías desdentadas, pronto empezó a chupar su dedo.
‘¿Oh qué es? ¡Es muy dulce!’
Leonie se echó a reír ante la sensación desconocida y cosquillosa. Al león le gustó el sonido que sonaba como gotas de rocío rodando.
‘¡Tiene un sabor dulce y el sonido del llanto también es bueno!’
Cuando Leonie se rió, los rostros de Jan y del abuelo se volvieron tan brillantes como el sol.
“Tío, ¿cómo debería llamarlo?”
“Como la Princesa quiera.” (Jan)
‘Después de algodón de azúcar, ahora soy Princesa.’ – Para ella, era un título tan vergonzoso como un regalo.
Al final, la ofensiva de regalos de Jan terminó sólo cuando lo llamó Lochen, que significa ‘león.’
Luego fue el turno de Tobías. Le mostró un colorido tocado y joyas. La idea era que a las chicas definitivamente les gustaba ese tipo de cosas.
‘Jaja, ¿qué hago con algo como esto?’
Leonie dejó escapar un largo suspiro. De la cinta roja y violeta colgaban joyas verdes más grandes que uvas.
‘Los tres colores primarios. Si me pierdo usando esto, será fácil encontrarme.”
Era el sentimiento de un adolescente.
“Si no te gusta, tíralo, tsk.” (Tobías)
¿No es esta la edad en la que estás en la cima de un comportamiento perverso?
Si me niego, ‘No lo necesito, ¿te gustaría tenerlo?’, ‘No lo compré específicamente para dártelo.’
Era obvio que sería colonizada uno tras otro de esta manera. Parecía ser una característica de la familia Wängler. Leonie lo aceptó sin pensarlo dos veces.
Y cuando estaba pensando seriamente en regresar a casa de su padre, su abuela materna, Nussel, asestó el golpe final.
La habitación donde se alojará Leonie fue renovada en sólo un mes. Originalmente era un lugar que Nussel había reservado para dársela a su nuera, cuando la tuviera.
Al escuchar esta noticia, toda la familia y empleados se reunieron frente a la gran puerta. Tobías incluso ató una cinta amarilla a Lochen y lo llevó. Por supuesto, Lochen, que no tenía ningún interés en la ceremonia de apertura y lamió con entusiasmo los zapatos de Tobías.
‘¡El mal olor de este tipo es el más fragante! Ah, me estoy enamorando.’
Tobías siseó y lo ahuyentó, pero Lochen no se inmutó. Mientras tanto, Nussel cubrió los ojos de Leonie con una fina seda y abrió la puerta.
“¡Voilá!”
Sonidos de exclamaciones y aplausos se extendieron entre los trabajadores.
“¿Cómo te sientes?” (Abuela)
Emocionada, Nussel preguntó con voz temblorosa. Leonie se bajó la seda y se frotó los ojos.
‘¡Oh, por favor!’
Todo era una fiesta de color rosa. Desde la cama con dosel hasta la alfombra, pasando por las coloridas cortinas de encaje y el papel pintado, y la ropa que llena el vestidor. Es bueno que el tono sea diferente, por lo que resulta menos vertiginoso.
Con solo mirar el escritorio de palisandro y la silla de madera de enebro, hechos con apliques de oro elaboradamente tallado, valía el precio de una casa.
Además, el interior del gabinete, hecho de costosos membrillos y mirtos, estaba lleno de muñecas.
“Escuché que te gusta pintar, así que le pedí a Michelangello que pintara el techo.” (Abuela)
‘¿Michelangello pintó esto?’
Era el pintor más grande de su tiempo activo en el templo central.
En el alto techo que señaló Nussel, querubines bebes que tocaban trompetas doradas volaban entre nubes rosadas.
Mientras todos estiraban el cuello para admirar el cuadro del maestro, Lochen masticaba los cordones de los zapatos de Tobías como si fueran pasta.
Era un dormitorio con el que cualquier chica podría soñar. El problema era Leonie. En su vida anterior, había vivido hasta los treinta y dos años, así que, si lo piensa bien, podría considerarse cercana a la mediana edad. <imreadingabook.com> Por tanto, era un interior muy difícil.
“Leonie, si no te gusta, lo cambio ahora mismo.” (Abuela)
El abuelo, que leyó la expresión preocupada de su nieta, intervino rápidamente.
“Mira. Dije que estabas yendo demasiado lejos.” (Abuelo Dieter)
Y luego le dio una patada en el trasero a Jan, que estaba parado a su lado.
“¡Qué hiciste sin detenernos!” (Abuelo)
El honesto Jan solo se rascó la cabeza, y Tobías, que era bastante astuto, dio un paso atrás y cayó al pisó cuando tropezó con el cordón del zapato que Lochen había aflojado.
Leonie, que estaba viendo esto, sintió que sus ojos se humedecían por primera vez en mucho tiempo.
Era el tipo de familia que había anhelado en su vida pasada. Y ahora en el medio estaba ella misma.
‘Parece la historia de buscar un pájaro azul que finalmente estaba en casa.’
En el pasado, Paola cortó los lazos con sus padres porque no quería mostrar su lado miserable. ¿Era eso similar al hábito de los animales enfermos de esconderse en sus madrigueras?
En su vida anterior, Leonie también se mantuvo alejada de la familia de su madre porque quería impresionar a Gidon. Cuando se topaba con ellos, los trataba como enemigos.
Sin embargo, a pesar de que estaban inmersos en la tristeza al recordar a su hija muerta, sonrieron alegremente y abrazaron con amor a Leonie cuando la vieron.
Sintió como si algo subiera de su pecho. Leonie que estaba en brazos de su abuelo, Dieter, se frotó los ojos rojos.
“Leonie.” (Abuelo)
Su llamada fue transmitida no con un sonido sino con un temblor.
“Lamento no haber ido a buscarte antes.” (Abuelo)
“No, muchas gracias.”
‘Discúlpame. Es demasiado.’ – Leonie susurró suavemente.
“Esta es la primera vez que recibo un regalo como este. Mi mamá en el cielo será más feliz que yo.”
Al oír estas palabras, Nussel volvió a sacar un pañuelo y se secó los ojos. Jan regresó, abrió los brazos y abrazó a sus padres. Y le hizo un gesto a Tobías, que estaba conteniendo las lágrimas, para que se acercara.
Tobías miró a su hermano y salió corriendo. Lochen persiguió ferozmente los cordones de los zapatos que revoloteaban.
Catorce años…
Cuando Leonie se echó a reír al verlo, las gotas de rocío de sus ojos rodaron.
Después de ese día, la cantidad de personas en la habitación rosa de Leonie aumentó.
El petauro del azúcar* volaba y Lochen arañaba diligentemente los muebles. El dragón barbudo anidaba en un gran tubo de cristal. Tobías iba y venía como una ardilla, cazando saltamontes y cosas parecidas para dárselos de comer al lagarto. Los trabajadores siguieron en secreto al pavo real que deambulaba por el jardín, apuntando a sus plumas caídas. Si cogía una pluma de la cola, eran felices como un niño. Porque equivalía a un mes de salario.
(N/T: El petauro o petauro del azúcar es un pequeño marsupial originario de Australia e Indonesia, su nombre proviene de los alimentos azucarados como el néctar. En el inglés se conocen como sugar glider, lo cual significa planeador del azúcar, lo cual se debe a la capacidad de planear a través de las membranas de sus extremidades.)
“Leonie, no es necesario que guardes a los animales en tu dormitorio. Si te resulta incómodo, pueden mudarse a otro lugar.” – Aunque Jan dijo eso, parecía muy orgulloso.
“No, tío. Lo tengo porque realmente me gustan.”
Lo dijo en serio.
Solía ver en ellos un reflejo de ella misma cuando era niña, jugando libremente y recibiendo los cuidados suficientes. Fue una alegría que sintió como si una pequeña parte de sí misma que temblaba de frío estuviera siendo satisfecha en un momento en el que debería haber sido más cálido.
* * *
Ese día, como siempre, la abuela pidió una cena copiosa. Cuando sirvieron de postre moras guisadas e higos cubiertos con polvo de oro, Leonie abrió la boca vacilante.
“Yo… abuelo.”
“Si, sí. Mi bebé.” (Abuelo Dieter)
Leonie frunció los labios y vaciló. Entonces Tobías intervino.
“Leonie, ¿hay algo que quieras? Sólo dilo. Si quieres, este tío le cortará la cabeza a tu padre.” (Tobías)
“Es una buena idea.” (Abuelo Dieter)
“¡Por supuesto, padre! Lo haré ahora mismo…” (Tobías)
‘Ah, ¿y si muere?’
Leonie suspiró levemente y dijo algo que no tenía intención de decir.
“Tío Toby. De todos modos, creo que sería un poco difícil ya que él es mi padre.”
Entonces el abuelo cambió repentinamente de actitud.
“Feo bastardo, qué tonto eres para decirle eso a una dama. ¿Para qué va a usar ella esa cosa horrible?” (Abuelo Dieter)
Si dudaba más, parecía que Tobías saltaría de nuevo.
“Pero realmente aprecio tu disposición a hacer cualquier cosa, tío. Lo recordaré.”
Mientras Leonie sonreía tímidamente, Toby reía tontamente. Cuanto más lo escuchaba, más dulce era.
‘¡Tío!’
Ella, que era más joven, sintió que lo trataba como un adulto. Después de consolar a su tío inmaduro, Leonie le dijo a Dieter.
“Abuelo, eh… Quiero realizar una exposición.”
“¿Exposición?” (Abuelo)
“¡Es una gran idea, Leonie!” (Abuelo Dieter)
“Cariño, organiza el salón ahora mismo y haz las invitaciones…” (Abuela)
La abuela, con lágrimas nuevamente en los ojos, intentó llamar al mayordomo de inmediato.
“Abuela, eso no es todo. Hace poco me ofrecieron una exposición especial en la Academia Imperial, a la que asisto.”
Todos quedaron boquiabiertos.
“¡Dios mío, eres tan especial!” (Abuela)
“Ajaja, mi nieta era un genio.” (Abuelo)
“¡Leonie, eres increíble!” (Jan)
“Pero mi padre lo rechazó.”
Sonidos ásperos salieron de la boca de todos al mismo tiempo. Era un insulto que nunca se había visto en la mesa de los Wängler, un noble entre nobles. En su emoción, Jan incluso rompió el plato con el cuchillo con el que estaba cortando el bistec.
Leonie esperó a que se calmara.
“Pero como mi abuelo se ha convertido en mi tutor, si me lo permitiera ahora…”
Dieter saltó de la mesa antes de que su nieta terminara de hablar.
“Me reuniré con el decano de inmediato y hablaré con él sobre el tema. Espera, mi conejito.” (Abuelo Dieter)
‘Conejito, jaja.’
Leonie apenas logró mantener una sonrisa y quitarse la piel de gallina que se le estaba poniendo. Y volví a pensar para sus adentros.
‘Ahora es mi turno de mostrarle al mundo mis habilidades.’
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Nameless: Buen inicio de semana a todos. Les cuento que he avanzado mas de lo que tenía planeado, así que disfruten la traducción.
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