15.1 – Pelea entre mujeres (1)
Después de que la joven doncella recortara minuciosamente el cabello de Chloe, ella se puso de pie. Chloe miró su extraño reflejo en el espejo.
“Es muy hermosa. Probablemente brillará más entre las damas que vienen hoy.” (Doncella)
Chloe sonrió débilmente a través del espejo.
“Gracias.”
“Es invierno, pero si se queda mucho tiempo bajo el sol, se quemará, así que asegúrese de llevar un sombrero. El más hermoso.” (Doncella)
Margaret, la criada de rostro severo, parecía más combativa hoy. – ‘Los rumores ya deben haberse extendido entre los sirvientes. Si me muestran simpatía ella mientras me preparo para recibir a la amante del Duque, ¿es una bienvenida o algo triste para mí?’
“También debería usar joyas.” (Doncella)
“No tengo tantas baratijas.”
“¿Oh? ¡Qué quiere decir cuando tienes las joyas de Thisse! Dejará deslumbradas a las otras damas nobles.” (Doncella)
La historia de Chloe corriendo hacia el nieto enfermo de Eliza en medio de la noche y salvando al niño se esparció entre los sirvientes del castillo. Era natural que la reputación de la nueva Duquesa comenzara a cambiar. Empezaron a desarrollar cada vez más buenos sentimientos por Chloe, quien no perdonaba la traición, pero no perdía su humanidad.
Además, corrieron rumores de que el nuevo sirviente que había traído al Castillo no solo era silenciosamente bueno en su trabajo, sino que también tenía una buena actitud, por lo que las palabras secretas sobre el nuevo cuidador del establo a menudo iban y venían entre las jóvenes doncellas del Castillo de los Abedules.
“Margaret, ¿es realmente necesario vestirme así cuando no es un baile, sino una fiesta de té al aire libre?”
“Sí, debería.” (Doncella)
La doncella, Margaret, que se esforzó mucho para vestir a su ama, arrugó el puente de su nariz. Según leyó en ‘El velo rojo’, la Marquesa de Isabella poseía una belleza tan grande que los hombres se desmayaban con sólo mirarla.
Margaret ya estaba preocupada por si la Duquesa, que parecía estar enterrada solo en libros y tareas domésticas, sería capaz de resistir una pelea entre mujeres fuertes. Es porque deshacerse de la fiebre de un niño enfermo y darle a las doncellas abandonadas un trabajo adecuado nunca era lo mismo que una pelea en el mundo social.
“Uf…”
Chloe se rió suavemente de Margaret, que estaba ocultando un suspiro. No es que no preferiría acostarse. Pero no quería dar a nadie la impresión de que estaba evitando esta situación.
“Señora, los invitados están llegando.” (Mayordomo)
El nuevo mayordomo, Paul, la saludó cortésmente y la guió. Chloe se levantó de su asiento como si no tuviera dudas.
‘Es hora de conocer a la amante de mi marido.’
****
“Bienvenida, Marquesa Isabella.”
“…Gracias.” (Isabella)
La Marquesa Isabella era exactamente lo contrario de lo retratado en la revista. A diferencia de las imágenes sonde se veía colorida y arrogante, parecía tímida y emitía una atmósfera tranquila que la hacía sentir como perdida en la tristeza. El sencillo vestido negro que la envolvía hasta el cuello la hacía parecer aún más solitaria.
“Me preocupaba que mi llegada pudiera lastimar a la Duquesa.” (Isabella)
Vestía un sombrero de ala redonda con un velo negro que cubría su rostro, incluso su voz, tan pequeña como un susurro, parecía rezumar tristeza. Chloe abrió la boca con calma, tratando de aclarar su mente.
“No puede ser. Es un amiga cercana de Su Gracia, entonces, ¿por qué debería estar molesta?”
Incluso si el Duque y ella tuvieran una aventura, Chloe no podía demostrar su conocimiento públicamente. Era la misma situación para todos los presentes, pero por otro lado, también significaba que todos los presentes conocían la posición de Chloe. Chloe sintió los ojos en ella y abrió la boca con la mayor naturalidad posible.
“Espero que tenga una estancia cómoda.”
“…Sí. gracias.” (Isabella)
Isabella bajó un poco la cabeza y buscó un pañuelo. Las mujeres que la acompañaban estaban asombradas y preocupadas por ella.
“Marquesa, ¿está bien?” (Invitada 1)
Isabella murmuró para sí misma mientras observaba al Duque conversar desde lejos.
“Realmente no quería asistir un lugar donde me sentiría tan miserable…” (Isabella)
Las lágrimas fluyeron por su mejillas y cayeron por el vestido negro. Chloe escuchó a las otras mujeres sentadas a su lado tomar pequeñas respiraciones. Isabella susurró para sí misma como si estuviera luchando.
“Lo siento. Solo… Creo que el mundo es realmente cruel.” (Isabella)
De hecho, fueron los otros invitados presentes quienes malinterpretaron a Isabella. Contrariamente a los rumores de que ella sedujo al Duque con su belleza después de la muerte de su esposo, la esposa del fallecido Marqués se presentó frente a ellos solo como una mujer de voluntad débil.
Quizá se había decidido a desanimarla, pero comprendía los sentimientos de la Duquesa, que llevaba el pelo pulcramente arreglado y lucía joyas de colores.
“Marquesa Isabella.”
“… ¿Sí?” (Isabella)
Chloe abrió la boca.
“Si no se siente bien, ¿qué tal si regresa al castillo y descansa un poco? Si no se siente cómoda aquí, preparé un lugar donde pueda descansar cómodamente.”
Todas las mujeres presentes parpadearon rápidamente. – ‘¿La Duquesa ahora está tratando abiertamente de echarla?’
“Es como esperaba, mi presencia la hace sentir incómoda.” (Isabella)
Isabella se tragó un gemido y susurró suavemente, y Chloe negó con la cabeza.
“No es ese el caso. Como anfitrión de una fiesta, creo que es una falta de educación hacer que los invitados se sientan miserables.”
Las comisuras de los labios de Isabella temblaron un poco antes de sonreír con amargura.
“Esperaba ser un invitado no deseado.” (Isabella)
“Marquesa Isabella, yo…”
Cuando Chloe estaba a punto de decir algo, Isabella se puso de pie. Luego, con el ceño fruncido como deslumbrada por la luz del sol, se tambaleó hasta los postes de la tienda. Al verla tambalearse, su dama de honor, que la había estado esperando, se apresuró y lanzó una mirada preocupada.
“¿Está bien?” (Doncella)
Las miradas de los caballeros que conversaban a la distancia también estaban fijas en ella. Después que el sirviente entregó una bebida a Damien, él caminó hacia ellas.
“¿Que está pasando?” (Damien)
Isabella le dio la espalda, mordiéndose los labios. Todos los ojos estaban puestos en los tres. Chloe no podía soportar más la situación. Lo mismo ocurría con la pretensión de Isabella.
‘¿Cuántas veces he visto a un hombre perder el conocimiento mientras ayudaba a la señora Wharton*? Ella está calculando un lugar para tropezar y caer con seguridad. Sin embargo, una persona a punto de desmayarse siente una completa oscuridad frente a sus ojos.’
(N/T: *Recuerden que la Señora Wharton es el doctor de Verdier. Que nunca supe si era hombre o mujer. Seguiremos la línea y imaginen que es mujer.)
“Pregunté qué estaba pasando.” (Damien)
La mirada de Damien se dirigió directamente a Chloe. Chloe luchó por mantener la boca cerrada.
“La Marquesa dijo que no se sentía bien, así que le sugerí que regresé al castillo.”
“Ah, ya veo.” (Damien)
Cuando Damien dio un tono de voz corto e inquebrantable, Isabella inclinó la cabeza.
“…No debería haber venido aquí en primer lugar. Es mi culpa por venir, sabiendo muy bien cómo se trata a las viudas y divorciadas en esta reino.” (Isabella)
Las damas reunidas en la mesa lanzaron miradas de simpatía al Marquesa Isabella, que ahora temblaba lastimosamente. <imreadingabook.com> No podía decir si era solo porque Isabella les había entregado un regalo por adelantado.
Ya no era la mujer vulgar y despreciable que habían visto en las revistas de chismes. Ella era solo una pobre mujer que amaba a un hombre, pero que al final terminó siendo abandonada.
“Oh Dios mío. Aquí nadie piensa así. No es culpa de la Marquesa que su esposo muriera.” (Invitada 1)
Cuando alguien habló cuidadosamente, las mujeres continuaron hablando aquí y allá añadiendo énfasis en sus palabras.
“Claro, Marquesa. Me quedaré a su lado.” (Invitada 2)
“…Podría hacerlo, por favor. Tengo miedo de estar sola en un lugar extraño.” (Isabella)
“Por supuesto. Una fiesta al aire libre en pleno invierno como este es un poco… Es difícil de soportar para alguien de Swann.” (Invitada 2)
Las fiestas al aire libre eran comunes en Thisse debido al hermoso paisaje, incluso en el frio invierno.
“Ahora que lo pienso, también me siento un poco mal. Tal vez la comida tuvo algo malo, ¿verdad?” (Invitada 3)
“Ahora que lo pienso, yo también me siento un poco incómoda. Dios mío, ¿por qué el té está tan frío?” (Invitada 4)
Chloe no pudo evitar que su rostro se endureciera.
Estaban al aire libre, pero gracias a las fogatas encendidas por los alrededores debajo de la carpa, no se podía sentir el frío, y la comida elaborada de la Sra. Dutton era perfecta. El té estaba tibio, no frío en absoluto, porque Chloe había advertido a los sirvientes que cuidaran especialmente ese punto.
Solo había una razón por la cual las mujeres que habían estado riendo, hablando y disfrutando de la fiesta de repente se miraron y dijeron algo similar al unísono.
En este momento estaban expresando hábilmente su descontento por tener que tratar con cortesía a Chloe, quien pertenecía a una familia humilde y que incluso tiene una discapacidad, solo por el hecho se ser la Duquesa.
“Pediré un carruaje, Marquesa Isabella.” (Damien)
Cuando Damien se inclinó ante ella, Isabella se llevó la mano al pecho como si le faltara el aliento y abrió la boca lentamente.
“No. No pueden arruinar la atmósfera solo por mi culpa. Me quedare aquí.” (Isabella)
“No. No tiene que estar aquí si se encuentra indispuesta. Marquesa Isabella de Tweedle.” (Chloe)
Fue entonces cuando Chloe escupió, mirando directamente a Isabella. Los ojos de la mujer se abrieron al mismo tiempo para mirarla. La voz determinada de Chloe sonó más como una orden.
Ahora incluso los hombres que estaban lejos comenzaron a susurrar y mostrar interés. – ‘¿Convertirse en villano en un instante significa algo así?’ – En una situación que Chloe nunca había experimentado en su vida por lo cual su corazón se aceleró y su boca se secó.
“¿No se siente incómodo conmigo aquí?” (Isabella) – Isabella susurró frente a ella a punto de estallar en lágrimas.
“Lady Isabella…”
Chloe la miró, esbozando una sonrisa en su rostro. La mano que sostenía el bastón estaba tensa y temblaba levemente, pero ninguno de los presentes lo notó. Excepto una persona, su esposo.
“Si ese fuera el caso, no habría invitado a la Marquesa aquí en primer lugar. Si se siente mejor, espero que nos honre con su presencia aquí, pero si no, es libre de poder descansar cuando quiera.”
Chloe era muy consciente de que la Marquesa nunca había tenido la intención de irse. Tenía la certeza de que todo lo que ella quería era ser la estrella de la fiesta.
“La Sra. Spencer y la Sra. Chelsea también dijeron que no se sentían bien, ¿verdad? Llamaré a un carruaje ahora mismo. Su Excelencia, habría algún problema si el señor Spencer y el señor Chelsea se van primero.”
“¿Por qué me pregunta eso, mi señora?” (Isabella)
Damien le preguntó a Chloe en un tono casual, como si no hubiera notado la pelea de las mujeres. Como preguntó, Chloe no tuvo más remedio que responder.
“Ambos estaban hablando con el Duque hace un momento, y estaba preocupada de que fuera una conversación de negocios importante.”
“Oh. Es cierto, pero si sus respectivas esposas no se sienten bien, por supuesto que deben acompañarlas.” (Damien)
Cuando Damien asintió, las esposas cuyos nombres fueron nombrados no pudieron ocultar su vergüenza y cada una agitó sus manos apresuradamente.
“No, Su Excelencia el Duque. No se preocupe. Supongo que estaba un poco aprehensiva por estar afuera por primera vez en mucho tiempo.” (Sra. Spencer)
“También estaba nerviosa porque era mi primera vez en una fiesta tan grande. Gracias por preocuparse, pero no tenía intención de irme antes, Duquesa.” (Sra. Chelsea)
Después de confirmar las intenciones de las esposas, Chloe miró al Marquesa por última vez. Isabella parecía haber decidido que no se beneficiaría de retirarse de este lugar.
“Creo que me he calmado un poco y me siento mucho mejor. Pido disculpas por el alboroto.” (Isabella)
Isabella susurró en voz baja e inclinó la cabeza profundamente hacia Chloe, con las manos entrelazadas. Chloe miró la parte superior de su cabeza y suspiró.
“Agradezco sinceramente la consideración de todos, incluido la Marquesa. El postre se servirá pronto, así que por favor disfrútelo. Este es un Pudding que la jefa de cocina, la Sra. Dutton, eligió hace un mes y preparó para satisfacer los gustos todos.”
La conmoción causada por la persona que indicó que colapsaría, no fue suficiente para hacer que su cabeza tocara el suelo con una disculpa, por lo que Chloe sacó a relucir la historia del postre. Mientras todos lanzaban miradas frías a la Duquesa como si estuvieran mirando a alguien sin sangre ni lágrimas, solo Damien sonrió.
“Es la merienda favorita de Lady Isabella. Gracias, Duquesa.” (Damien)
“…De nada, Su Excelencia Duque. Fue un placer.”
Chloe pensó que no culparía a Dios si una tormenta de nieve azotara el lugar de inmediato. No, al contrario, podría estar agradecida.
****
Durante los dos días que todos los invitados permanecieron en El Castillo de los Abedules, la Marquesa Isabella logró ganarse el favor de todos, sin importar el género. Contrariamente a la creencia popular, estaba lejos de ser una mujer seductora que robaba a los hombres de otras personas. Más bien, cuando los caballeros se acercaban, ella daba un paso atrás y mantenía una distancia adecuada, y Damien siempre estaba al final de su afligida mirada.
Aquellos que no la habían visto en persona y la juzgaban solo en base a los rumores reflexionaron sobre su precipitado error de juicio, diciendo que no se puede confiar en los chismes.
“Además, si consideramos el orden en que conocieron al Duque, la Marquesa se encuentra primero, ¿verdad? Más bien, la Marquesa tiene derecho a sentirse privada de lo que debería haber sido suyo.” (Invitada 1)
Las mujeres, que conversaban vestidas con los patines que llevaban las doncellas, fueron silenciadas tardíamente por la aparición de Chloe. Chloe sonrió con fuerza mientras trataba de borrar de su mente las palabras que acababa de escuchar.
“No sé si les faltó algo durante su estancia.”
“No fue más que suficiente, no puede ser.” (Invitada 1)
Una mujer con un vestido rojo y un sombrero levantó las cejas y habló en un tono exagerado.
“Anoche me fui a dormir envuelta en varias capas de ropa. No debería resfriarme e interrumpir el programa que ha preparado la Duquesa, ¿verdad?” (Invitada 2)
Fue un comentario sarcástico para Chloe, quien habló sobre el postre incluso cuando Lady Isabella estaba a punto de colapsar de dolor. La Marquesa Isabella, sentada en silencio en el centro con los patines puestos, estaba en silencio, pero la fuente de su hostilidad era predecible.
“Por cierto… ¿La Duquesa también patina?” (Invitada 3)
Antes de regresar, el último entretenimiento era patinar en un lago de hielo. Era un diversión popular en la región de Thisse, donde el invierno era largo, pero era natural que cuestionaran Chloe por su pierna tullida.
Chloe asintió lentamente con la cabeza.
“Sí, lo haré. Hay muchas herramientas geniales en este mundo.”
Los ojos de las esposas siguieron los gestos de Chloe. En la orilla del lago, un sirviente acababa de colocar una silla de patinaje para Chloe.
“Oh, es una silla similar a la que solía montar la Reina.” (Sra. Chelsea)
“La esposa del Duque, con quien es difícil llevarse bien, es diferente de los humildes.” (Sra. Spencer)
Sería una tonta si no sintiera la burla secreta mezclada en sus voces. Chloe finalmente se decidió y habló con voz tranquila.
“Señora Chelsea, Señora Spencer, tengo entendido que viven en Thisse, pero escuché que esta es la primera vez que han estado en El Castillo de los Abedules.”
“Es correcto en mi caso, pero no el de mi marido.” (Sra. Chelsea)
La esposa del abogado, la Sra. Chelsea, no pudo ocultar su vergüenza e intentó reírse, pero Chloe sacudió la cabeza y la refutó con firmeza.
“No, Señora Chelsea. También es la primera vez que asiste a esta fiesta. Puede saber eso, aunque no estuve presente, porque revisé la lista de invitados a las fiestas que se han realizado en este castillo durante los últimos 10 años, y decidí el menú considerando los gustos y disgustos de cada invitado.”
El aire que fluía entre las esposas cambió un poco. Chloe mencionó el nombre de otra persona mientras cada una de ellas desviaba la mirada y pretendía estar tranquila.
“Lo mismo ocurre con el Sr. Spencer, el dueño de la fábrica. El Sr. Spencer fue invitado porque estaba haciendo una oferta para el nuevo proyecto del Duque en el Sur.”
Mirando los rostros de las mujeres que cambiaban momento a momento, Chloe continuó.
“Para reducir los malentendidos, no me resisto a salir con gente de clase media sin título. En mi ciudad natal, a menudo se invitaba a los granjeros al castillo para el festival.”
Isabella, que había estado en silencio durante un rato, abrió la boca en silencio con sus hermosas cejas ligeramente cerradas.
“Sin embargo, comparar a estas personas con campesinos… Duquesa, ¿qué tal ser un poco más generosa?” (Isabelle)
“Lady Isabella, Marquesa de Tweedle.”
Chloe la llamó, aferrándose a su bastón. Fue después de que la señora Chelsea y la señora Spencer se acercaran al lado de la Marquesa Isabella, buscando ayuda en su mirada.
“Si no quieres probar el alcance de mi generosidad, será mejor que cuide su boca.”
La sangre abandonó el rostro de Isabella ante el contraataque de Chloe. Una luz brillante pasó a través de sus ojos. Chloe apartó los ojos, mordiéndose los labios y siguió hablando en voz baja.
“Me gustaría decir lo mismo a la Sra. Chelsea y la Sra. Spencer.”
Un sirviente se acercó e informó que todo estaba listo, luego inclinó la cabeza.
“Mantén el té caliente para que puedan entrar en calor cuando regresen, y preparen galletas y sopa para que no sean pesado cuando regresen.”
“Si señora.” (Sirviente)
Chloe se alejó con su bastón y se sentó con cuidado en su silla de patinaje. A pesar de que fingía estar tranquila, su corazón latía tan rápido que estaba mareada. Sin embargo, la razón por la que reprimió las palabras de la Marquesa Isabella fue que no quería que cruzara más la línea.
Se vio obligada a hacer esto porque se recordó a sí misma el hecho de que si fuera ignorada por otros frente a todos los sirvientes, la autoridad de la Duquesa no solo colapsaría, sino que también podría afectar al Duque.
Tragándose un suspiro, miró a la distancia y vio a un grupo de hombres listos para patinar sobre el hielo. Damien se acercó y agarró el mango de su silla.
“El clima es bastante agradable.” (Damien)
“Es cierto.”
Damien miró a las tres mujeres que miraban a Chloe con expresiones similares. Cuando sus ojos se encontraron, todas giraron la cabeza, pero solo Isabella los miraba con ojos que no podían ocultar sus emociones.
“Entonces ¿Estas disfrutando de la pelea entre mujeres?” (Invitada 1)
“Gracias a usted, todo salió bien.”
No había agitación en la voz de Chloe mientras se sentaba como una linda muñeca en la silla de patinaje. Después de empujar la silla hacia el hielo, los labios de Damien se torcieron extrañamente mientras empujaba hábilmente el mango.
Isabella era una mujer que podía usar una máscara para su propio beneficio, pero esperaba que Chloe tampoco fuera tomada a la ligera. Fue porque su mujer tenía la habilidad de superarlo por sí misma, incluso si parecía que se rompería fácilmente. También era cierto que Damien quería ver la escena justo frente a él. Sin embargo, Chloe lo hizo lo suficientemente bien como para superar sus expectativas.
Después de notar el intento de Isabella de llevar la iniciativa del grupo hacia sí misma, ella la bloqueó enérgicamente y, a la inversa, usó apropiadamente su autoridad para silenciar a todas las que intentaron desafiar la autoridad de la Duquesa. Por otro lado, estaba satisfecho con Chloe, quien interpretó perfectamente el papel de la anfitriona de la casa Thisse, pero de alguna manera, brotó una sensación de arrepentimiento.
‘Es porque quería ver a Chloe perder los estribos y resentirse con él al menos una vez.’ – Damien admitió que su gusto estaba terriblemente retorcido.
(N/T: ¡Un gusto realmente retorcido! Que afán de molestar a su esposa…)
“Duquesa.” (Damien)
Chloe entrecerró los ojos observando el hielo que reflejaba la luz del sol. En Verdier, la temperatura nunca descendía por debajo del punto de congelación, ni siquiera en invierno. Aunque fuera en una silla, era la primera vez que corría como deslizándome sobre un lago helado.
“Sí. Su Excelencia el Duque.”
“¿No estás resentida conmigo?” (Damien)
“Eso no podría ser posible.”
Chloe se volvió y miró a Damien. ¡Vaya, vaya! El frío aire invernal le rozó las mejillas. Era la primera vez que patinaba suavemente sobre un lago de hielo. Incluso en invierno, Verdier no se congelaba.
“Incluso si lo estuviera, no soy tan estúpida como para admitirlo en voz alta.”
“¿Por qué?” (Damien)
“Porque en este momento, el Duque está sosteniendo mi línea de vida en sus manos. No deseo ofender al Duque y quedarme sola y abandonada en medio del lago helado.”
Damien se rió como si dejara escapar un suspiro mientras miraba a Chloe hacer una expresión como si lo odiara. Se le ocurrió que solo observar todo el día las reacciones de esa mujercita sería un pasatiempo agradable.
Los invitados fueron vistos pisando el hielo uno tras otro. Las piernas cansadas de Damien aceleraron sobre el hielo.
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Nameless: Nos quedamos aquí por hoy.
El Cap. 15 de la novela tiene 2 partes, pero ya no me queda tiempo, tengo que salir asap.
Porsiacaso ya estamos en el capítulo 25 del Manghwa. Creo que la próxima semana ya estaremos superándolo. ¡Yeah!
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