Capítulo 14.2 – La profundización del invierno (2)
El Castillo de los Abedules hizo honor a su nombre como ‘castillo de abedules’, con un largo sendero forestal que discurría entre los árboles. Chloe caminaba lentamente a través del espeso bosque de árboles blancos y secos que había visto desde el tren.
“Eliza debería haberse ido hace dos días como estaba planeado, pero dijo que no podía irse porque el niño estaba enfermo.”
<“¡Crunch, crunch!”> (El sonido cuando pisas nieve)
El sonido de la nieve pisada bajo sus pies se podía escuchar en el silencio. Chloe manteniendo su distancia del Duque que estaba en silencio, continuó.
“Escuche que el dinero robado del castillo lo gastó en deudas de juego el padre del chico, es decir el hijo de Eliza, que se fue a Swann.”
<“¡Crunch!”> – Los zapatos de cuero limpios del Duque volvieron a dejar huellas en la nieve. Chloe quería distanciarse de él caminando lo más lento posible, pero era imposible. Porque el Duque se detenía cada dos pasos y la esperaba.
“Son los adultos los que han pecado, no los niños. Y dado que no quería perturbar el sueño del Duque… Llamé al médico por mi cuenta. Lo lamento.”
“Chloe.” (Damien)
“¿Sí?”
Un aliento blanco escapó de los labios rojos y abiertos de Chloe. Damien dejó escapar un suspiro bajo sin apartar los ojos de sus labios.
“Nunca te cuestioné. Así que no hay necesidad de poner excusas o disculparse.” (Damien)
Chloe tragó saliva seca. Como dijo, el Duque no la cuestionó, pero ella por si misma decidió excusarse.
“A ningún dueño le gusta ver un cadáver fuera de su casa. Especialmente si es el cadáver de un niño. Al final, fue algo bueno.” (Damien)
‘Bueno, hubiera sido mejor no escuchar las siguientes palabras del Duque, pero ese era el tipo de comentario habitual de él.’ – Chloe cerró la boca y caminó hacia el castillo, agradecida de que nadie resultara herido de todos modos.
<“¡Crunch, crunch!”> (Pisadas de nieve)
El amanecer nevado era especialmente tranquilo. La cantidad de veces que nevó en Verdier se podía contar con los dedos de las manos. Chloe respiró hondo y dejó huellas por todas partes en el blanco bosque. El aire frío del invierno fluyó hacia su cuerpo, pero se sintió renovada en lugar de fría, probablemente porque había hecho un gran trabajo.
“Escuché que escribiste la carta de recomendación de Eliza.” (Damien)
Fue Chloe quien se quedó sin palabras esta vez. Damien se detuvo junto a la silenciosa Chloe.
“¿Por qué?” (Damien)
“…Madame Thisse dijo que no podía hacerlo en absoluto.”
“Mi madre es el tipo de persona que se enfada un poco más tarde.” (Damien)
‘Eso no significaba que Chloe tuviera que escribir una carta de recomendación. Especialmente si es un sirviente que comete una falta y es expulsado.’ – Damien se tragó una sonrisa y levantó una ceja hacia ella.
“Lo que quiero saber es si tenías alguna razón para ayudarla. No solo con su trabajo, sino también con su pariente.” (Damien)
Chloe agarró su bastón y lo miró.
“… ¿Una razón?”
“Sí. Una razón.” (Damien)
Mirando la expresión de Damien, que era realmente curiosa en cuanto a la razón, Chloe dio la respuesta.
“Parecía que necesitaba ayuda, así que la ayudé.”
“No des vueltas y vueltas, habla de una manera que sea fácil de entender.” (Damien)
Chloe finalmente se puso furiosa y levantó la voz.
“No hay forma de que alguien que ha trabajado en El Castillo de los Abedules toda su vida pueda obtener una carta de recomendación en otro lugar. Y en cuanto a llamar al médico, no había otra razón para la situación urgente más que el niño estaba enfermo.”
“No sabes que Eliza fue quien instigó a los sirvientes a acosarte, ¿verdad?” (Damien)
“No.”
Ella lo sabía, pero eso no impidió que Chloe la ayudara.
“¿Querías aliviar la culpa de haber despedido a Eliza?” (Damien)
Chloe estaría mintiendo si dijera que no. Sin embargo, el crimen de Eliza fue tan grave que tendría que ser llevada a juicio. Damien lanzó un aluvión de preguntas a Chloe, quien no pudo responder.
“¿Tal vez lástima porque su hijo gastó todo su dinero en el juego?” (Damien)
Chloe dio un paso atrás, pero la distancia volvió a reducirse. Las cejas de Damien se levantaron torcidas.
“¿O es tu compasión por tus sirvientes tan profunda en primer lugar?” (Damien)
Como si no le diera la oportunidad de escapar, Chloe finalmente abrió la boca como si fuera a suspirar cuando se enfrentó a Damien, quien la estaba empujando hacia una esquina.
“¿Puede el Duque dar una razón clara de todas sus acciones?”
“En la mayor parte.” (Damien)
Los copos de nieve revoloteaban en el oscuro cielo invernal aun sin amanecer. Damien miró fijamente los copos de nieve que volaban sobre el rostro de Chloe con la capucha puesta.
“Lo siento, yo no lo hago.”
Un aliento blanco salió a borbotones de los pequeños labios de Chloe. Ella tampoco conocía su propio corazón. Puede ser una de las razones que el Duque había enumerado, o tal vez todas. Una cosa es cierta, cada vez que él continuaba así, ella quería huir.
“¿Por qué me sigue preguntando…? No entiendo por qué el Duque sigue haciéndome preguntas difíciles.”
“Entonces, ¿qué haces cuando quieres conocer a alguien si no preguntas?” (Damien)
“Solo…”
Chloe miró a Damien y respiró profundamente.
“Los conozco naturalmente.”
Si observas en silencio a una persona, siempre hay algo que puedes ver incluso sin cuestionarla. La evaluación de Chloe sobre el Duque bastaba para llenar un cuaderno.
“Esa es la respuesta más estúpida que he escuchado.” (Damien)
(N/T: ¡Este hombre! Es como decir es a mi manera o no lo es… Todo lo demás es estúpido o tonto…)
Damien se rió un poco de Chloe. Lo hiciera o no, Chloe tendió ansiosamente su bastón, con la esperanza de que no hiciera más preguntas difíciles. Damien, que la había mirado así, escupió en un tono tranquilo.
“Estoy pensando en contratar a Grey Wilson en el puesto de cuidador de establos vacante. No sería una mala oferta para él, ya que está viviendo a duras penas como jornalero eventual en la estación de tren.” (Damien)
Los pasos de Chloe se detuvieron abruptamente. Era la vacante de Robinson ya que fue despedido junto con Eliza. Chloe lo miró involuntariamente con los labios entreabiertos. – ‘Grey… él … ¿Puedes venir a este castillo?’
“Tengo curiosidad acerca de tu opinión.” (Damien)
El Duque le preguntó con una cara inexpresiva. Chloe tragó saliva con dificultad, tratando de entender sus intenciones, pero no podía leer su cara de póquer aparte de la suave sonrisa que podía pintar en ese momento.
“¿No es la autoridad del Duque contratar sirvientes?”
“Puede haber un intercambio de opiniones entre marido y mujer. Además, es un sirviente que ha trabajado para Verdier durante mucho tiempo.” (Damien)
“Grey lo hará muy bien.”
Chloe abogó por él, pero Damien la estaba presionando como de costumbre.
“¿Quieres mantenerlo a tu lado?” (Damien)
“… Es una persona digna de confianza.”
“¿Por qué?” (Damien)
“Puedo asegurarle por mi nombre que Grey es un sirviente que nunca lo traicionará.”
Incluso en una situación en la que la familia Verdier estuvo al borde del colapso, él fue un sirviente que se mantuvo en su puesto incluso rechazando su pago. No se podía dudar de su lealtad.
“Garantízalo bajo el nombre de ‘Thisse’.” (Damien)
Los ojos del Duque se iluminaron, repitiendo sus palabras. Chloe pudo ver claramente lo que quería confirmar. <imreadingabook.com> Como enfatizando que su matrimonio se basa en intereses que no contienen ningún tipo de afecto, debe haber desconfiado de sus deberes y cualidades como Duquesa. Chloe apretó los puños y abrió la boca con expresión determinada.
“Puedo jurar por mi difunta madre que no hubo nada inconveniente entre él y yo que pudiera preocupar al Duque.”
“Debe ser muy triste para Grey Wilson escuchar esto ahora.” (Damien)
“Claramente dije que no…”
El Duque le escupió a Chloe, quien estaba furiosa con el ceño fruncido.
“Bésame.” (Damien)
“¿Qué?”
Un copo de nieve revoloteando se pegó a sus labios rojos abiertos. Damien entrecerró los ojos y siguió hablando.
“Demuéstrame que tu corazón es tan puro como la nieve que cae ahora. Entonces estaría dispuesto a contratarlo. El pago es diez veces mayor que lo que recibía en el Castillo de Verdier.” (Damien)
“Su Gracia. No tengo ningún deseo de besar al Duque ahora.”
“Entonces el pobre sirviente pronto tendrá que tomar el tren que sale de Thisse.” (Damien)
“¿Hay alguna razón por la que tenga que irse?”
“¿Estas triste?” (Damien)
“Dondequiera que Grey se asiente, depende de él.”
“Mientras menos confianza me infunda mi esposa, con mayor seguridad no tendrá adónde ir en Thisse. Desafortunadamente, en este reino, la autoridad del Duque tiene prioridad sobre la libertad de los sirvientes.”
Algo caliente brotó del pecho de Chloe. – ‘¿Cómo puede una persona ser así? ¿El Duque la está investigando en secreto para abusar de ella?’
“… ¿Disfruta atormentándome, Su Gracia?”
Chloe dejó escapar una voz temblorosa, pero Damien no se movió.
“No es mi intención atormentarte, pero lamento que haya sido doloroso.” (Damien)
El hermoso hombre parecido a una pitón* reveló sus colmillos de color blanco puro.
(N/T: * Tipo de serpiente, que no mata a su presa con su mordedura, sino por asfixia, enroscándose alrededor de la víctima y apretando fuertemente sus músculos para constreñir el flujo sanguíneo antes de tragarla.)
“Creo que sabrás qué tipo de besos me gustan por experiencia.” (Damien)
“…No lo sé.”
“Inténtalo. Eso es en lo que eres buena.”
La definición de besar como un acto sagrado de encuentro de alma a alma hace mucho tiempo que desapareció de la mente de Chloe. Es debido al hombre salvaje justo en frente de sus ojos.
“Por favor, baje un poco la cabeza.”
El Duque inclinó levemente la barbilla, mirando felizmente a Chloe, quien luchaba por amortiguar su voz. Chloe se levantó en la punta de los dedos de su pies fuerte, pero aun así no fue suficiente para hacer contacto visual con él.
“Un poco más.”
“¿No tienes manos?” (Damien)
Chloe ahora estaba en el límite. Damien se rió en silencio mientras ella golpeaba desafiantemente su bastón y lo arrojaba a la nieve. Una persona que se enfada con todas sus fuerzas solo se enfadaría más cuando alguien se ría delante de ella.
“Mis manos están bien, Duque.”
Las manos temblorosas de Chloe se apretaron con fuerza contra el cuello de la camisa de Damien dentro del abrigo.
“¿Y tus labios?” (Damien)
‘¡Aquí están, demonio!’
Chloe lo atrajo con todas sus fuerzas y presionó esos arrogantes labios sobre los de ella. La serpiente venenosa abrió la boca como para dar la bienvenida a la presa que se puso a sus pies. Los copos de nieve que habían caído sobre su rostro se derritieron y su rostro se humedeció. Chloe cerró sus ojos temblorosos, mordiéndose el labio mientras Damien sonreía y la abrazaba.
Copos de nieve más gruesos volaron contra el fondo del cielo blanquecino y brillante. A lo lejos, las campanas de la capilla comenzaron a escucharse débilmente. Damien la soltó lentamente solo después de que las campanas sonaron seis veces en la tranquila ciudad y el eco desapareció.
“Tu esfuerzo es digno de elogio.” (Damien)
La capucha había resbalado, dejando al descubierto sus mejillas sonrojadas, y su cabello estaba completamente desordenado. Damien susurró, agarrando el cabello de Chloe, quien respiraba con dificultad con la boca abierta.
“El hecho de que el beso más caliente que me has dado haya sido por otra persona.” (Damien)
Su voz era ronca y ronca, y sus ojos azules eran oscuros como si la tragaran.
“¿No sé si me hace sentir complacido o insultado?” (Damien)
Chloe se derrumbó en el suelo al borde del bosque de abedules. Mientras miraba la espalda de Damien, dejándola atrás y alejándose, Chloe sintió como si todo su cuerpo estuviera en llamas. Estaba sentada en la nieve y su cuerpo temblaba, pero no sentía frío.
‘Estaba claro que estoy enferma. Chloe Von Thisse probablemente morirá pronto. Por su esposo legal y por nadie más.’
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