Capítulo 14.1 – La profundización del invierno (1)
Ha pasado una semana desde que el Duque regresó. Excepto el primer día, afortunadamente ya no molestó a Chloe. Al igual que Chloe, él se quedó en la sala de estudio y miró los libros anteriores, y después de descubrir la dinámica del castillo, envió un telegrama para reunirse a los empresarios y nobles de todo el reino.
Aunque el estado de las personas con las que se asociaba el Duque era diferente, todos tenían una buena educación, comprendían rápidamente la situación dentro y fuera del reino y no ocultaban sus afirmaciones.
“Escuché que se construirá un ferrocarril en la finca Verdier. Ahora el territorios se desarrollará rápidamente.” (Invitado)
“¡Tal vez! Tomará mucho tiempo.” (Damien)
Damien afirmó a la ligera, cortando la carne con un cuchillo. Chloe no pudo hacer nada más que sentarse en silencio a su derecha y sonreír como una muñeca. Un hombre de pelo rojo y rizado habló con acento sureño y bajó la voz.
“¿Le dio a su esposa un regalo de bodas extravagante, Duque?” (Invitado)
“¿Por qué? ¿No puedo?” (Damien)
“Estoy asombrado cuando el Duque a veces muestra un lado tan humano.” (Invitado)
“Jajaja.” (Damien)
En la cena, cada vez que había conversaciones íntimas, Chloe se sentía como una espina en el costado, pero era su deber como anfitriona entretener a los invitados, por lo que no podía irse apresuradamente.
“Se han detectado movimientos inusuales en el Principado de Carter. Han declarado el fin de la guerra, pero nunca sabemos cuándo nos golpearán en la nuca.” (Invitado 1)
“En cualquier momento, pueden aprovechar su ventaja geográfica para unirse a otros países y atacarnos nuevamente, por lo que tendremos que atacarlos al final, Su Excelencia el Duque.” (Invitado 2)
“¿Qué piensas, esposa?” (Damien)
De repente, Damien le pidió su opinión a Chloe. Los ojos de los caballeros que estaban sentados estaban naturalmente enfocados en ella. Chloe sonrió después de limpiarse los labios con una servilleta.
“No sé mucho sobre política o diplomacia, así que no estoy segura.”
Como si no esperaran mucho de su opinión, Chloe habló tan pronto como la gente reunida desvió la mirada.
“Pero sé que todo mundo está cansado de la guerra.”
Un silencio ominoso cayó sobre la mesa. Damien levantó la copa y le guiñó un ojo para que continuara.
“Si conquistamos el Principado de Carter, beneficiaria en última instancia a nuestra gente. Entonces, ¿no sería posible sacrificar una vaca por el bien de la generación futura?” (Damien)
“Ganar o perder una guerra es algo que nadie puede predecir. Es cierto que Swanton ganó la guerra contra el Principado de Carter, pero no se puede asegurar de que su poder de lucha será siempre débil.”
“Sigue.” (Damien)
“Si alguna vez piden ayuda a otros países, la situación se les podría ir de las manos. Como dijo el Conde Weiss, el Principado de Carter es un país que sabe cómo aprovechar al máximo su ventaja geográfica como nación insular.”
“Tiene un amplio conocimiento, Duquesa.” – Weiss mostró un poco de admiración y Chloe sonrió cortésmente.
“Me alaba demasiado.”
“¿Eso significa que debemos esperar y ver como el Principado Carter expande su poder? Ya han comenzado a aumentar los aranceles a los productos importados de nuestro reino.” (Damien)
Damien le preguntó a Chloe de nuevo.
“Lo veo…”
“¿Alguna opinión sobre eso?” (Damien)
Era una pregunta tenaz. No era raro que se produjera un animado intercambio de opiniones en presencia del Duque, pero Chloe estaba agobiada por esta situación en la que todos en la mesa estaban concentrados en ella.
“Solo estoy siendo cautelosa al dar mi opinión sobre las conversaciones entre aquellos con un alto estatus.”
“¿Hay alguien que tenga un estatus más alto que tú en este lugar además de mí?” (Damien)
Chloe agarró la servilleta y la soltó, luego respiró hondo. Si el Duque iba a deshonrarla en público, no tenía intención de mostrarse dócil.
“Creo que sería ideal tener un tratado de paz con el Principado de Carter. El Principado también se librará de los peligros de la guerra, lo que sería una buena propuesta para ellos.”
“Las promesas no siempre se cumplen. Se rompen la mayoría de las veces.” (Damien)
“Solo tienes que hacerlo irrompible.”
“¿Cómo?” (Damien)
Era como si solo el Duque y la Duquesa quedaran en la mesa. Mientras todos contenían la respiración y escuchaban su tensa conversación, Chloe abrió la boca.
“Una alianza matrimonial es probablemente la más fuerte.”
Si unen a la familia real y comparten linajes, estarán en una situación en la que no pueden traicionarse unos a otros. Pero Damien la miró y negó con la cabeza.
“Se dice que hay un único hijo que puede heredar el Principado, pero estamos en una situación en la que no se ha podido conocer adecuadamente su identidad porque se ha mantenido en secreto, y no hay ninguna Princesa en la familia real de Swanton.” (Damien)
Chloe le dirigió una mirada de incomprensión.
“¿No está el Príncipe Johannes acaso? Hay tres Princesas solteras en el Principado de Carter además de su hijo, que es el próximo heredero.”
Damien inclinó la barbilla y finalmente sonrió. Como si fuera una señal, la risa estalló de nuevo en la mesa. Chloe no podía entender por qué todos, excepto ella, se miraban y sonreían significativamente.
“Es aterrador incluso imaginarlo. Casarse con el Príncipe. Una catástrofe podría ocurrir.” (Invitado 1)
“Más bien, el Principado de Carter podría estar furioso y atacarnos en su lugar.” (Invitado 2)
“No es que no haya ganancias. La gente común podría pensar de esa manera, por lo que podríamos usarlo a la inversa.” (Invitado 3)
Chloe tuvo la sensación de que estaba siendo ridiculizado y eso la hizo sentir peor. Luchó por aclarar su expresión y continuar con el resto de su comida, pero estaba cada vez más convencida de que el Duque estaba tratando de deshonrarla.
“De todos modos, está claro que la Duquesa no ha leído ‘El velo rojo’.” (Weiss)
El rostro de Chloe se endureció un poco. La primera y última vez que vio el periódico de chismes, ‘El Velo Rojo’, fue en una tienda de ropa de Verdier. <imreadingabook.com> Al recordar los rostros del Duque y su amante llenando las primeras planas del periódico, su corazón comenzó a latir con fuerza.
“Weiss, ¿crees que ese es un tema apropiado ahora? Estaré pendiente de ti.” (Invitado 2)
Alguien que recordaba el escándalo del Duque lo escupió con retraso, pero ya era agua derramada. Damien tomó otro trago y le preguntó.
“No, tengo curiosidad. ¿Alguna vez has leído El Velo Rojo, esposa?” (Damien)
“Solo por casualidad.”
“¿Así es?” – Damien levantó las cejas, mostrando interés.
“Pero realmente no preste atención a lo que estaba escrito allí. Son solo noticias provocativas de chismes de tercera categoría. Un verdadero noble en este país no leería un artículo de tan bajo nivel.”
Chloe respondió con una expresión indiferente y tranquila. Fue una suerte que nadie viera cómo le temblaban las manos mientras agarraba la servilleta debajo de la mesa.
“¿Supongo que me casé con el último verdadero noble de este país?” (Damien)
(N/T: ¡Damien! ¡De verdad eres bello! ¡Pero un SINTACTO! ¡A veces haces unos comentarios estúpidos…)
Damien se echó a reír. El ambiente en la mesa, que había estado tenso por un momento, volvió al punto de partida nuevamente mientras él sonreía como si estuviera realmente feliz.
“Una vez más, felicidades por su matrimonio, Duque.” (Invitado 1)
“Creo que podemos ver por qué el Duque se apresuró a casarse. Estaba todo nervioso.” (Weiss)
“No mires de soslayo a la esposa de tu antiguo jefe y acortes tu vida, Weiss.” (Invitado 3)
“Después de que una bala me rozó la sien en la guerra, nunca más volví a entrecerrar los ojos.” (Weiss)
“Ja, ja, ja, ja.” (Invitado 3)
Chloe no pudo soportarlo más y se puso de pie.
“El postre está demorando. Tendré que salir y comprobarlo.”
En el momento en que salió del salón de banquetes, la sonrisa desapareció por completo de su rostro. A Chloe se le revolvía el estómago y quería vaciar todo lo que había comido. Se sintió como una idiota por olvidar que las personas cercanas al Duque habrían estado implícitamente al tanto de la existencia de su amante.
Sabía que la infidelidad era rampante* en la sociedad aristocrática. Pero… El Duque, que la llamó a un lugar lleno de personas que sabían la verdad, y los amigos del Duque que la elogiaron fingiendo ignorancia, eran los peores. Tenía una buena impresión de los amigos del Duque, pero eso también fue una ilusión condescendiente.
(N/T: * Que es muy ambicioso y trepa sin escrúpulos en la escala social.)
‘… ¿Cuánto tiempo pasará antes de que me vuelva aburrida?’
Chloe vio a un sirviente tirando de un carrito lleno de postres. Tenía la vana imaginación de que en el momento en que caminaba por el pasillo nunca terminaría.
****
Era medianoche cuando Chloe notó una silenciosa conmoción en el castillo. Alguien estaba sollozando en el pasillo. Una voz que pareció consolarla la siguió.
“Vamos afuera, Eliza. ¡Si el maestro lo sabe, no estarás a salvo!” (Criada)
“He dedicado toda mi vida a esta familia…!” (Eliza)
“¿Qué está sucediendo?”
Chloe abrió la puerta y vio el rostro de Eliza cubierto de sudor frío. Su cabello, que siempre estaba pulcramente arreglado, estaba revuelto. Después de que se decidió el despido, debía abandonar el castillo en unos días.
“Mi nieto tiene fiebre y se ha desmayado. Se que estoy pidiendo demasiado. Pero, por favor, déjeme ver al médico de cabecera, pequeña señora.” (Eliza)
Chloe no dudó.
“Llama al médico de inmediato.”
“¿Qué? Señora, pero no podemos llamar al médico sin las órdenes del maestro…” (Criada)
Una pequeña chispa brilló en los ojos de Chloe mientras miraba a la vacilante sirvienta.
“¿Estás planeando perturbar el sueño del Duque tan tarde en la noche? ¿O has olvidado que yo soy la anfitriona?”
“Lo llamaré de inmediato, Señora.” (Criada)
Después de que la criada desapareció apresuradamente con una expresión de sorpresa, Chloe abrió rápidamente el armario. Dentro estaban sus numerosas bolsas de equipaje, organizadas por tamaño.
“¿Me puedes ayudar?” (Chloe)
Eliza, que la regañó por haber traído doce maletas de Verdier, se quedó aturdida y luego se acercó a toda prisa.
“Por favor, saca la bolsa azul en la parte inferior.”
Eliza sacó la bolsa de equipaje azul con mucha fuerza. Cuando Chloe desató el nudo de la bolsa de cuero, salió otra bolsa cuadrada. Chloe agarró la bolsa y recogió su bastón.
“Veré a ver al niño hasta que llegue el médico. Guíame, Elisa.”
“Pe-Pero… Señora.” (Eliza)
“La fiebre es una carrera contra el tiempo. ¡Apúrate!”
Eliza vivía en una de las cabañas privadas de los sirvientes ubicadas en los bosques detrás del castillo. Chloe salió con solo un abrigo de lana sobre su fino camisón. Chloe, que se había caído varias veces en la nieve mientras caminaba a paso rápido para seguir los pasos apremiantes de Eliza, se mordió los labios con fuerza.
“Se… Señora.” (Eliza)
“Eliza. ¿Puedes cargarme?”
Eliza se arrodilló ante ella sin dudarlo. Con la esbelta Duquesa a cuestas sobre su espalda, Eliza corrió con una fuerza sobrehumana.
Cuando los cuerpos de Chloe y Eliza estuvieron cubiertos por la nieve, lograron llegar a la cabaña. El estado del niño era grave. Parecía tener unos cinco o seis años. Todo su cuerpo temblaba de frío, pero su frente estaba caliente como una bola de fuego.
Chloe le quitó la manta de lana que el niño sostenía con sus pequeñas manos y luego comenzó a quitarle la ropa empapada de sudor.
“Fri-frío… Frío…!” (Niño)
El niño pálido lloraba mientras apretaba los dientes con sus labios secos.
“¡Oh, Charlie…!”
Eliza gritó llena de sorpresa, pero Chloe no dudó en desvestir al niño. Chloe abrió la bolsa que trajo consigo, sacó dos viales de diferentes colores, los abrió de inmediato y los derramó en los labios del niño.
“¡Cof… Cof…!” (Niño)
Cuando ella agarró la nariz del niño que tosía y le hizo beber todo el frasco, el niño luchó y gritó que se iba a morir.
“¡Señora!” (Eliza)
“¡Sal afuera y recoge nieve! Hay que bajar la fiebre, ¡ahora date prisa!”
“No le perdonaré… ¡Si algo le pasa al niño, no se lo perdonaré!” (Eliza)
Los ojos arrugados de Eliza se llenaron de lágrimas mezcladas con ansiedad, ira y tristeza. Chloe la miró directamente y murmuró en voz baja pero clara.
“Obtendré tu resentimiento más tarde, así que, si no quieres que tu hijo quede lisiado como yo, haz lo que te digo ahora.”
Finalmente, el niño vomitó y bebió tres viales de medicina antes de calmarse. Después de bloquear las corrientes de aire en la habitación, Chloe le quitó la ropa al niño y le limpió completamente de la frente a los pies con una toalla empapada en agua fría.
Eliza se echó a llorar mientras observaba a la pequeña Duquesa limpiar la espalda sucia del niño.
“Señora, si hay algo que pueda hacer para ayudar…” (Eliza)
“Es aún más peligroso si una persona mayor tiene fiebre. Sal.”
Chloe dijo que era peligroso y echó a Eliza de la cabaña. Cuando el médico finalmente llegó a la residencia del Duque en un carruaje que se movía a una velocidad frenética, la temperatura corporal del niño había vuelto a la normalidad. El médico tratante, que casi fue arrastrado por el sirviente, vio a la Duquesa e inclinó la cabeza con retraso.
“Hola, echemos un vistazo a este niño.” (Médico)
El médico tratante aún no había comprendido completamente la situación, pero examinó cuidadosamente la condición del niño. Era la primera vez en su vida que visitaba personalmente la residencia de un sirviente y hacía una visita a domicilio. Pero no pudo negarse, ya que era la orden de la Duquesa. Después de un examen cuidadoso del niño, el médico tratante llegó a una conclusión.
“La Duquesa hizo un buen trabajo.” (Médico)
Lo que Chloe le dio al niño fue el mismo medicamento que tenía el médico. Además, parecía haber impedido que el calor subiera a la cabeza ya que le bajó la fiebre con los primeros auxilios adecuados.
“Si hubiera sido atendido un poco tarde, algo malo podría haber sucedido. Deberías agradecer a la Duquesa.” (Médico)
Eliza miró a Chloe con lágrimas en los ojos. Chloe negó con la cabeza a Eliza, quien le susurró las gracias y luego volvió a mirar al médico.
“Por favor, vea el progreso desde aquí hasta el amanecer. Yo estaré…”
<“¡Pum!”>
“S-Su Excelencia el Duque.” (Médico)
Con el sonido de la puerta de la cabaña abriéndose, todos excepto Chloe y el niño dormido inclinaron la cabeza. Eliza, a quien se le prohibió entrar en el castillo después de recibir la orden de despido, y el médico de Thisse, que no se movió sin la orden del Duque, todos tragaron saliva con dificultad.
“Por favor, cierre la puerta, Duque. Hace mucho viento.”
Cuando Chloe rompió el silencio, el Duque miró al niño que yacía en la cama. El niño, que se había quedado dormido rápidamente, se parecía a Eliza que chillaba con voz moribunda.
“Sal.” (Médico)
El tema no estaba claro, pero era claro a quién le estaba dando esa orden. El Duque dejó caer esa palabra y se dio la vuelta.
“Oh, Su Excelencia el Duque… Yo…” (Médico)
“No salga, quédese aquí.”
Chloe detuvo en silencio al médico que estaba asustado y dio un paso adelante. Ella habló con una voz tranquila y firme.
“Tomaré la responsabilidad, así que cuide al paciente hasta el final. Aquellos que han dedicado su vida a la casa Thisse, son parte de la familia de Thisse.”
Gruesas lágrimas brotaron de los ojos de Eliza. Chloe fingió no ver sus lágrimas y siguió al Duque. Justo antes del amanecer, la nieve seguía cayendo del cielo oscuro.
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