Episodio 65.
“Ashtarte, ¿lo sabías? Esto es algo que mi padre me dio.” – Amaryllis giró delicadamente la cabeza para que la horquilla en el costado de su cabello pudiera verse incluso desde la distancia. – “¿Alguna vez has recibido un regalo como este? …Padre me ama” … ‘más que a ti.’
En esa sonrisa que levantaba las comisuras de su boca y sonreía, había una clara hostilidad hacia Ashtarte. En cierto modo, era natural que Isaiah se riera a carcajadas como si estuviera exasperado.
Ashtarte asintió en señal de acuerdo. No estaba muy interesado en eso, y ni siquiera pensó en sentir envidia. Su única preocupación era cómo salir de esta situación.
Pero Amaryllis estaba supremamente satisfecha con su tranquila inclinación de cabeza. Fue porque pensó erróneamente que Ashtarte sentía la diferencia entre ambas.
“Es tan bonito que normalmente…” (Amaryllis)
“¿De dónde sacaste esa horquilla?” – Fue Orwen quien cortó la voz llena de emoción, luego se levantó de su asiento y se acercó a Ashtarte. Excepto por Amaryllis, los ojos de todos los demás estaban sobre ella (Ashtarte) al mismo tiempo.
La tosca mano de Orwen tocó el cabello de Ashtarte. Ante el toque frío, Ashtarte se encogió de hombros sin darse cuenta y luego se alejó en silencio al lado de Isaiah.
“Esto es mío…”
Los ojos obsesivos de Orwen estaban fijos en la horquilla de Ashtarte. Por alguna razón, Ashtarte pensó que le iba a robar la horquilla, por lo que rápidamente reclamó la propiedad de la misma.
“No, no es tuyo.” – Orwen exhaló con fuerte convicción.
Ashtarte no podía entender por qué la miraba con una mirada tan persistente.
‘Este es un recuerdo que Rebecca me dejó. ¿Y qué si no es mío?’
“Eso es… Yo… se lo di a Rebecca.” (Orwen)
“¿Qué?”
“Incluso si volteas el continente, es único en el mundo. Así que no puede ser tuyo.” (Orwen)
Eso es un hecho nuevo. No estaba escrito en el diario, así que no tenía idea.
El diario comenzó desde el día en que Rebecca tuvo conocimiento que estaba esperando a Ashtarte, por lo que, si era cierto que lo recibió de él, debe haber sido antes de eso.
“Bueno, entonces, lo preguntaré de nuevo. ¿Dónde conseguiste esa horquilla?”- Orwen fue sorprendentemente persistente.
Si lo piensa un poco, sería una pregunta fácil de responder, pero estaba ansioso por escuchar la respuesta de la boca de Ashtarte.
Cuando la hora del té adquirió un estado de ánimo inesperado, Amaryllis se quemó el estómago*. El escenario que ella quería no era así… Debería haber dejado en claro que todos la querían mostrándole su horquilla a Ashtarte…
(N/T: *estar molesta.)
Pero de repente, Orwen intervino y el plan salió mal.
“Ah, padre. ¿Por qué pones una cara tan fea? Rillie está tan asustada…” (Amaryllis)
“Respóndeme, Ashtarte.” (Orwen)
Amaryllis, que estaba tratando de traer la atención sobre ella de alguna manera, llamó a Orwen con voz llorosa. Desafortunadamente, la voz de Amaryllis fue ignorada.
“Es un recuerdo que me dejó mi madre.” – Ashtarte hizo contacto visual con Orwen como si no tuviera más remedio y abrió la boca.
“¿Es un recuerdo? ¿Es eso…?”(Orwen)
Los ojos de Orwen revolotearon salvajemente cuando se enfrentó a los ojos dorados de Ashtarte. En caso de que alguien dudara que fuera hija de Rebecca, Ashtarte con la horquilla seguía mostrando la apariencia de Rebecca una y otra vez.
“No puede ser.” – Orwen sacudió la cabeza como si intentara negar la realidad.
“De ninguna manera… Se fue como si estuviera huyendo, no hay forma de que lo haya conservado.”
“……”
‘¿Eres estúpido? Lo tengo ahora porque mi madre lo atesoraba.’ – Ashtarte tenía un sabor amargo en la boca, repitiendo en su mente palabras que nunca diría. Era un poco blasfemo escupir lo que pensaba, e incluso si lo dijera, no la escucharía.
‘No vas a escucharme de todos modos, así que ¿de qué sirve decirlo con la boca adolorida?’
El nombre de Su Majestad estaba escrito muchas veces en el diario. Rebecca escribió lo mucho que lo sentía por irse sin decírselo, lo mucho que lo extrañaba, y le rogaba que por favor no la olvide. Rebecca extrañaba a Orwen todos los días. Era triste leerlo hasta el final.
Y lo que Ashtarte podía sentir cada vez que leía esos versos era el amor de Rebecca por ella.
<“Bebé. Mamá te protegerá. Seguramente serás feliz.”>
Aunque extrañaba mucho a Orwen, no volvió a su lado solo para protegerla. Debe ser para evitar que el futuro que soñó se haga realidad.
Ashtarte miró alrededor.
Justo a su lado estaba Orwen con una cara confundida. Además, Miragen y Noah la miraban en secreto mientras fingían no verla. Al final, incluso Amaryllis la miraba como si fuera difícil comprender toda la situación.
Aún así, mientras ella los observaba, a quienes alguna vez había amado mucho, Ashtarte se levantó lentamente de su asiento.
‘Démonos prisa y volvamos al palacio.’
“No volveré a salir del Palacio de la Emperatriz.”
“¿Qué?”
“¿Qué?”
Todos en la glorieta abrieron los ojos como si hubieran escuchado palabras inesperadas. La única que no cambió de expresión fue Ashtarte, que murmuró en voz baja.
“Viviré como si no existiera, como lo hice hasta hace poco. Si me dicen que viva discretamente, pueden hacerlo.”
“Ashtarte. ¿Qué significa eso?” (Amaryllis)
Una sonrisa breve se formó en los labios de Amaryllis, quien estaba llorando, como diciéndole que no dijera palabras tan tristes con una cara que parecía feliz. – ‘¿Eres incapaz de ocultar tus emociones? No sé si era así o si estaba tan feliz que no podía ocultarlo.’
“Sé que todos ustedes me odian. Así que por favor no se preocupes por mí. Estoy aquí hoy para decirles eso.”
“¡No te odio!” – Entonces Noah se levantó y dijo con los puños temblando.
“……” – Miragen abrió la boca para decir algo, pero al final no pudo decir nada y mantuvo la boca cerrada.
‘¿No me odias?… No soy tan ingenua… ¿por qué dijiste eso entonces? ¿Por qué me trataron con indiferencia todo este tiempo?’
“Yo los odio.” – Ashtarte abrió la boca suavemente. – “No me gustan.”
‘Y no tengo intención de que me gusten.’
“Entonces, ¿cómo puedo ser perdonado? Dime, Ashtarte. por favor…” – Miragen, cuyo rostro limpio se derrumbó como si estuviera agonizando, suplicó perdón con una voz seria.
Incluso mientras lo miraba con la cabeza baja, Ashtarte se mantuvo inexpresiva en todo momento…. ‘Yo tampoco sé la respuesta, entonces, ¿qué puedo decir ante esa pregunta?’
“No sé.” (Ashtarte)
‘Pero una cosa podía decir con seguridad.’
“Espera 10 años más o menos. Tal como yo lo hice.” (Ashtarte)
(N/T: Guauuuu… Que tal respuesta… ¡Toma!)
‘Entonces tal vez ¿seré igual? ¿pediré perdón? …Como todos los que mostráis un interés voluble por mí después de 10 años.’
Ashtarte dijo con calma esas palabras y se fue sin ningún remordimiento.
“Entonces me disculparé.” (Ashtarte)
Incluso Isaiah, que ni siquiera había probado el té que estaba frente a él, desapareció como si persiguiera a Ashtarte, dejando atrás solo un silencio escalofriante.
“¿Estás bien?” – Isaiah le preguntó a Ashtarte, quien abandonó el asfixiante espacio y se dirigió hacia el Palacio de la Emperatriz.
No había nada de malo en ello, por lo que Ashtarte sonrió y asintió con la cabeza.
Pero Isaiah no pareció aceptarlo tan fácilmente como ella.
Ashtarte incluso se sentía muy bien. Por el contrario, incluso se sentía fresca y aliviada por dentro.
“¿Puedo preguntar qué quiso decir su Alteza la Princesa con 10 años?”
Isaiah frunció el ceño dolorosamente, como si fuera su trabajo. – ‘Si lo pienso bien, ni siquiera es asunto mío.’
Ashtarte pensó que Isaiah era un muy buen sacerdote. Un sacerdote benévolo con una disposición que no puede ignorar a las personas que sufren justo frente a sus ojos.
“Si es algo que es difícil de responder, no tienes que decírmelo.”
Cuando Ashtarte miró a Isaiah sin decir una palabra por un rato y se mordió el labio, él lo interpretó de otra manera.
“No es lo que piensa Isaiah.” (Ashtarte)
“Entonces…”
“Desde que nací hasta cuando cumplí 10 años, nunca había visto los rostros de mi familia. Así que eso lo dije por eso.” (Ashtarte)
“… ¿Qué?”
La vergüenza descendió sobre el hermoso rostro de Isaiah. ‘¿Cómo no puedes ver los rostros de tu familia después de vivir en el mismo espacio durante 10 años?’ En el país sagrado de Sensiberian, nunca podría haber sucedido.
“¿Es por el oráculo?” – preguntó Isaiah, apretando los puños. – “La razón por la cual Su Alteza la Princesa no los vio… ¿Fue por el oráculo?”
Ashtarte dejó de caminar y se volvió hacia Isaiah, que la seguía por detrás.
La razón por la que no pudo reunirse con ellos probablemente no fue solo por el oráculo, sino que también fue difícil decir que fue por propia culpa.
Fue en ese momento, cuando Ashtarte estaba considerando si decirle o no la verdad a Isaiah.
“Entonces la Princesa Imperial… ¿Estás resentida con el Dios que te dio tal oráculo?”
“Uhmm…”
Ashtarte tampoco estaba lista para responder esa pregunta. Porque era algo en lo que nunca había pensado antes. ‘¿Por qué culparía a alguien que no está frente a ella? Solo sería una tontería.’
“Yo sigo a Dios… ¿Tampoco te gusto?”
Con ojos ansiosos, Isaiah miró a Ashtarte, quien no podía responder fácilmente a ninguna pregunta.
“¿I-Isaiah…?”(Ashtarte)
“Sí. Su Alteza la Princesa Imperial.”
“¿Por qué piensas de esa manera?” (Ashtarte)
“Después de que termine el Festival Sagrado, no podremos vernos a menudo… No quiero que me odies.” – Isaiah hablaba con ojos sombríos, como un cachorro a punto de ser abandonado.
‘Originalmente, los sacerdotes eran así… ¿Son el tipo de persona a la que no les gusta que los demás los odien? ¿O es Isaiah especial? …Probablemente lo último.’
Ashtarte ordenó sus pensamientos y sacudió la cabeza.
“Yo no odio a Isaiah. Incluso si regresa al Reino Santo, lo recordaré como un buen sacerdote por el resto de mi vida.” (Ashtarte)
“…Un buen sacerdote por el resto de tu vida… okey.” – Isaiah sonrió amargamente y dio un paso más cerca. – “Es un poco maleducado decir esto, pero… No se preocupe demasiado por el oráculo.”
Isaiah casualmente escupió esas palabras de manera nerviosa, tal vez pensando en cómo lo interpretarían los sacerdotes que habían venido con él si lo escucharan. Luego se paró junto a Ashtarte y caminé a su paso.
“Al menos para mí, la Princesa siempre será una luz.” – Isaiah miró directamente a Ashtarte y sonrió. Era una sonrisa muy suave y cálida. Tanto así que Ashtarte puedo sentir directamente la bondad pura y el interés hacia ella.
Sin embargo, Ashtarte Irónicamente tuvo un pensamiento diferente cuando vio a Isaiah así. Hubo alguien que le había mostrado una sonrisa parecida antes… ‘Lion…’
Mientras caminaba por los caminos del Palacio Imperial junto a Isaiah, Ashtarte continuó pintando en su mente a alguien a quien había dejado atrás… Realmente quería verlo después de regresar a Florence.
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Nameless: Nos Quedamos aquí… Si puedo actualizo la próxima semana, me es un poco difícil por fiestas…
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