Parte 05 – Ashtarte y el Santo Sacerdote
Episodio 31.
Fue la misma mañana en que Ashstarte regresó a Florence, Loena mostró sus habilidades sin escatimar los ingredientes en el Palacio para ella, dado que podría estar hambrienta. La comida se llenó fácilmente en la mesa una o dos veces para que pueda encontrarse a la mano.
“¿Qué quiere decir? ¿La Princesa está diciendo que usó magia?” – Loena, quien se sentó con el último plato en la mesa, abrió mucho los ojos como si hubiera escuchado algo difícil de creer.
“Por lo tanto… ¿Usaste magia para desaparecer repentinamente del jardín?”(Loena)
Lion le dijo que no debería decirle a nadie que podía usar magia. Pero desde el principio, Ashtarte le iba a decir la verdad a Loena sin ocultar nada. No quería tener un secreto para que ambas se sintieran incómodas, y ella sabía muy bien que Loena no era una persona que dañaría a nadie solo porque descubriera la verdad.
“Sí. Correcto.” – Ashtarte dijo, sentándose en una vieja silla, bebiendo la leche azucarada que se colocó frente a ella.
‘Después de todo, la leche azucarada que hace Loena es deliciosa cuando la tomas.’
‘El sándwich que le dio Lion también era delicioso, pero no se comparaba con la leche azucarada que preparaba Loena.’
Fue porque era un sabor nostálgico que era difícil de clasificar en función de la simple dulzura.
“Bueno… No puedo creerlo, Princesa.” – Loena negó con la cabeza como si no pudiera creerlo fácilmente.
Ashtarte nunca había recibido clases de nadie más que de Loena hasta ahora. Lo único que aprendió de Loena fue la etiqueta básica y el lenguaje imperial. En cuanto al idioma que podía hablar, tenía que ser el idioma imperial.
“Si eso es cierto, entonces eso significa que la Princesa… puede interpretar los idiomas antiguos que nunca había visto antes.” (Loena)
Era difícil leer un idioma antiguo y más complicado aun saber cómo usar la magia con él. Loena era incapaz de usar magia y sabía muy bien el significado de las palabras de Ashtarte.
“Princesa. No estoy realmente enojada, así que por favor dígame la verdad.” – Loena miró a Ashstarte con una mirada desesperada.
Ashtarte, quien dejó la taza y se lamió el área alrededor de los labios con la lengua, se encogió de hombros y dijo.
“Pero todo es verdad… ¿Por qué le mentiría a Loena?”
A juzgar por sus expresiones faciales y acciones, supo de inmediato que no estaba mintiendo.
“Es esta la sangre de la Familia Imperial de Florence…” – Loena se llevó la mano derecha a la frente, dejó escapar un largo suspiro y murmuró.
La familia imperial que portaba el apellido de Florence poseía un talento extraordinario para leer más de un idioma antiguo. Era un hecho obvio que se podían entender solo escuchando que los Príncipes que eran elogiados como genios.
Aunque nunca fue tratada como parte de la familia imperial, Ashtarte era claramente una Princesa de Florence y quizás no era del todo extraño que ella pudiera leer lenguas antiguas.
Las manos de Loena descansaron suavemente sobre los hombros de Ashtarte.
“Princesa, por favor hágame una promesa.” (Loena)
“¿Oh? ¿Una promesa?”
Ashtarte inclinó la cabeza. Por un momento, pensó que era sorprendente dado que Loena nunca le pedía nada.
“Por favor, no le cuente a nadie más que a mí sobre esto.” (Loena)
Ashtarte asintió con la cabeza una vez, como si lo supiera con un abrir y cerrar de ojos.
“Okey. No se lo diré a nadie más que a Loena.”
Para ser honesta, no tenía con quien hablar aparte de Loena, y no tenía intención de decírselo a nadie.
‘No volveré a usar más la magia.’
De ese incidente, aprendió que, si usa magia incorrectamente, pueden suceder grandes problemas. Podría moverse a algún lugar en un instante como esa vez, pero no podría regresar por un tiempo.
‘Es posible que no pueda volver la próxima vez.’
Ashtarte cerró los ojos y sacudió la cabeza como si tratara de sacarse de encima sus pensamientos.
“¿Entonces me lo promete?” (Loena)
“¡Por supuesto!”
“Entonces enganchemos los dedos así.” (Loena)
“¿..…?”
Loena extendió suavemente su dedo meñique frente a ella. Excepto el pulgar y el meñique, el resto de los dedos estaban doblados.
Ashtarte se quedó mirando la mano sin decir una palabra.
“¿Princesa?” (Loena)
“… ¿Sí?”
“¿No quiere hacerme una promesa?” (Loena)
“¡Oh, no!”
Ashtarte, quien rápidamente agarró la mano de Loena, trató de colocar su dedo con un gesto torpe de su mano y sonrió feliz. Solo lo escuchó a través de palabras en su vida anterior, pero era la primera vez que usaba sus dedos para hacerle una promesa a alguien.
…Porque Loena nunca pidió nada ni le hizo prometer nada.
“Je je. ¡Realmente no se lo voy a decir a nadie!”
‘¿No decían que, si haces una promesa con los dedos, tienes que cumplirla?’
Ashtarte agarró la mano de Loena con los dedos cruzados y los agitó arriba y abajo varias veces.
“Entonces, si rompe su promesa, ¿estará bien dejar de hacer su leche azucarada?” (Loena)
“… ¿Oh?”
Tal vez no sabía que no habría leche azucarada, por lo que los ojos de Ashtarte se abrieron como platos y la mano que se movía vigorosamente hacia arriba y abajo también se detuvo de repente.
‘¡Mi leche azucarada…!’
(N/T: ¡Pobeshita!!)
¿Tiene que poner la leche azucarada dentro de la promesa? El precio era demasiado alto. Se sentía como ir y venir entre el cielo y el infierno en solo unos segundos.
“Aun así, eso…”
“Significa que es una promesa muy importante.” (Loena)
“Pero aun así…”
“Si la Princesa cumple su promesa, haré todo lo posible para hacer leche azucarada cada dos días.” (Loena)
‘¡Cada dos días!’
Hasta ahora, la ha estado tomando una vez a la semana, ¡pero cada dos días!
“¡Cumpliré mi promesa!”
Mirando a Ashstarte, quien asintió vigorosamente con la cabeza, Loena sonrió feliz.
* * *
“Se dice que Su Majestad la Princesa Ashtarte ha regresado al Palacio Imperial.” – Ashton inclinó la cabeza e informó en voz baja a Miragen.
Claramente había un toque de emoción acechando en la voz bastante contenida de Ashton, como si tratara de no mostrar ninguna emoción.
“No confirmé directamente que la Princesa Imperial regresó, pero esa es la historia que escuché de Loena esta mañana, así que estoy seguro de que no es mentira.”
“¿Sí?… De repente, ¿qué dices?” – El primero en responder fue el asistente principal de Miragen, Kayle Vermus.
No pareció entender a Ashton, quien de repente llegó a la oficina del Príncipe Heredero y anunció el regreso de la oscuridad del oráculo.
‘¿Regresó? ¿Será que la Princesa de la Oscuridad del oráculo salió del Palacio? Pero, ¿qué diablos es ese hecho?’ (Kayle)
“… ¿Qué?”(Kayle)
“¿Quieres decir que ha regresado al Palacio de la Emperatriz…?”(Miragen)
A diferencia de Kayle, Miragen, que estaba trabajando en la oficina, no pudo ocultar su sorpresa y saltó de su asiento sorprendido. Incluso Noah, que lo estaba ayudando después de recibir órdenes, pareció sorprendido.
Fue una reacción natural… Incluso si Miragen y Noah la buscaron desesperadamente sin escatimar sus habilidades, no pudieron encontrar ni un solo cabello de Ashtarte.
‘¿A dónde diablos fue? ¿de quien fue el trabajo?’ – Ellos ni siquiera pudieron comprobar si estaba viva o muerta, por lo que era natural que se sorprendieran.
“Recibí un mensaje urgente esta mañana de Loena, la doncella de la Princesa Imperial. Dado que la Princesa Imperial ha regresado al Palacio de la Emperatriz, cualquier búsqueda adicional no tiene sentido.” (Ashton)
“¿Dijiste que volvió sola?” (Miragen)
“Sí. Parece que Su Alteza la Princesa ha regresado sola.” (Ashton)
A pesar de la explicación adicional de Ashton, Noah tenía una expresión de incomprensión en su rostro, dado que no entendía cómo era posible tal cosa.
“¿Cómo estás? ¿No tiene heridas?” – Los brillantes ojos rojos de Miragen revolotearon arriba y abajo como si quisiera una respuesta.
Su asistente, Kayle, pareció momentáneamente sorprendido por la agitación que nunca antes había visto mientras servía a su lado. Sin embargo, como asistente principal, rápidamente recuperó la compostura.
“Lo siento, no sé nada de eso… Sin embargo, a juzgar por las palabras de su doncella, la condición de la Princesa Imperial parece ser buena.”
“Entonces, ¿eso significa que no viste al niño con tus propios ojos?” (Miragen)
“Sí, eso es correcto. Sin embargo, ella no es una sirvienta que diría mentiras sobre Su Alteza, así que decidí que se podía confiar en sus palabras.”
“……”
Miragen inmediatamente pensó en la doncella descarada que mostró hostilidad hacia él. Ciertamente, si es una sirvienta que se comportaba frente a él sin miedo, era poco probable que mintiera sobre el regreso de Ashtarte, porque parecía que realmente se preocupaba por Ashtarte.
‘Entonces realmente… ¿Quiere decir que ha vuelto a Florence?’ (Miragen)
Ahora había un niño allí, que le respondería cuando la llamara por su nombre.
Miragen dejó en silencio el bolígrafo sobre los pocos papeles que Kayle había ordenado cuidadosamente en el escritorio.
“¿Su Alteza?”
Kayle, quien a través de años de experiencia sabía que si se quitaba el bolígrafo de la mano pronto abandonará la habitación, llamó a Miragen.
A una edad temprana, Kayle era lo suficientemente excelente como para convertirse en ayudante principal del Príncipe Heredero. No era demasiado tarde para que Miragen regrese y se encargue de ello, pero tuvo un mal presentimiento.
A pesar de la llamada de Kayle, Miragen recogió la capa que se había quitado.
“Su Alteza, espere un momento…”(Kayle)
A juzgar por las circunstancias, el lugar al que se dirigía parecía ser…
“¿Está seguro de que quiere ir al Palacio de la Emperatriz ahora?” (Kayle)
Como si todos en la oficina ya lo supieran, a nadie le sorprendió la pregunta de Kayle. Más bien, Noah parecía estar esperando seriamente la respuesta de Miragen.
“¿No puedo ir?” (Miragen)
Kayle sonrió como si estuviera exasperado por la respuesta bastante desvergonzada.
“¡Ja! ¿Está diciendo eso ahora? El Sumo Sacerdote hizo una solicitud directa a Su Majestad para que familia imperial no se acercase al Palacio de la Emperatriz, donde reside la oscuridad del del oráculo.” (Kayle)
“Lo hizo.” (Miragen)
“¡Así que Su Majestad no ha puesto un pie allí en diez años! ¿Lo ha olvidado?” (Kayle)
“No. Tienes razón Kayle.” – Miragen no negó las palabras de Kayle. Porque todo era innegable.
“Pero ahora yo… estoy muy apenado por ese niño y me estoy volviendo loco.” (Miragen)
Miragen suspiro profundamente con un extraño temblor que no pudo detener por voluntad propia, luego se dio la vuelta, se puso la capa y se acercó a la puerta con paso amplio.
“Si lo siente, ¿no debería buscarla más?”
La voz de Kayle, tratando de detenerlo mientras se alejaba lentamente, se hizo aún más alta y se mostró aguda y sin piedad.
Miragen se quedó atónito y se detuvo y Kayle añadió rápidamente, como si estuviera esperando.
“Han pasado 10 años, ¿no?… Hmmm, la Princesa debe haber estado muy decepcionada.”
Kayle no mencionó el nombre de la Princesa, a quien no recordaba con exactitud, y rápidamente lo corrigió para llamarla ‘Princesa.’ Su memoria es vaga porque era alguien a quien nunca había conocido antes.
Miragen y Ashton parecían disgustados al principio, pero ahora el nombre no importaba.
“¿Cree que, si aparece de repente después de 10 años y muestras amabilidad sin motivo, ella solo estará agradecida?”
“……”(Miragen)
“Perdone mi insolencia Su Alteza, pero al menos yo… Nunca superaría el resentimiento.” – Kayle no dudó en expresar palabras duras frente a Miragen.
“Incluso si hubiera estado esperando a Su Alteza, ¿qué podría cambiar? …Nada cambia. Es demasiado tarde para lamentarse.”
“……” (Miragen)
“… ¿Qué pasa si hay alguien lo suficientemente cercano al lado de la Princesa como para ser llamada su familia? …Alguien que no sea Su Alteza.”
De repente, la fina frente de Miragen se arrugó. Esa pregunta tenía una respuesta. Ante la pregunta, Miragen instintivamente dibujó la imagen de la sirvienta Loena en su cabeza.
“Simplemente le creará confusión, Su Alteza…”
Kayle, que había estado acorralando a Miragen sin aliento, soltó el final de sus palabras y por un momento sintió que presionó demasiado, por lo que observó cuidadosamente la atmósfera de Miragen.
Pero a pesar del apasionado discurso de Kayle, Miragen todavía no parecía querer dar marcha atrás, por lo que Kayle abrió nuevamente la boca, que había estado bien cerrada.
“Su Majestad no tiene derecho de acercarse a ella.”
(N/T: No se si lo hace por Ashtarte o porque simplemente no quiere que Miragen se acerque a ella. )
Puede considerarse presuntuoso, pero cualquier asistente correcto debe evitar que su Maestro vaya por el camino equivocado.
‘Ah. No quise decir eso, pero…’
La reputación y la popularidad que Miragen ha acumulado a lo largo de los años y una débil relación con el Templo que ha sido estrechamente conectado por la Princesa Amaryllis. Kayle estaba convencido de que, si no lo detenía aquí, todo se derrumbaría.
Incluso si lo degradan de la posición de asistente principal de la noche a la mañana por ser arrogante… Todo esto es por Miragen, por lo que Kayle siguió su perorata y agregó con más dureza.
“Su poder ha crecido demasiado como para convertir al templo en un enemigo solo por ese arrepentimiento.” (Kayle)
Las palabras de Kayle fueron correctas, sin una sola mentira.
Mirazen es muy consciente de ese hecho, por lo que no puso objeciones.
Kayle no era particularmente hostil hacia Ashtarte, él era una persona muy pragmática… No, realmente le haría mucho más mal que bien traer a la Princesa abandonada por mucho tiempo a su lado… Entonces, en esta situación, él (Kayle) solo quería priorizar las cosas más importantes primero.
“¿Ella es importante para usted ahora?”(Kayle)
Él pensó que la niña era una persona lamentable, sin embargo, los pensamientos de Kayle sobre Ashtarte eran solo eso… eran nada más y nada menos que eso.
Los ojos de Kayle brillaron más que nunca.
“¿O lo es más la Princesa Amaryllis?”
Si Miragen ponía un pie en el Palacio de la Emperatriz, el Sumo Sacerdote seguramente se enterará tarde o temprano, porque era particularmente sensible al encuentro de la familia imperial con Ashtarte.
El Sumo Sacerdote Horeom era la única persona en Florence, que hace 11 años, escuchó hablar a Dios a través del oráculo, y obtuvo un gran honor igual al del Emperador.
Después de eso, la gente de Florence, plebeyos y nobles por igual, comenzaron a apoyar y confiar en sus palabras, como si cada palabra que dijera fuera como la palabra de Dios. Él era muy consciente de ese hecho y usó su posición de manera muy activa.
El Sumo Sacerdote Horeom era el mejor sacerdote de Florence que sabía cómo usar la mente del público. Y también era un tonto que quería mover incluso al Emperador según su voluntad, llevando al Dios del cielo a su espalda debido a su excesiva codicia por el poder.
‘Ahora es demasiado peligroso tener a un Sumo Sacerdote como enemigo… Si él descubre que Miragen visitó el palacio de la Emperatriz y conoció a la Princesa… Podrían decir que la familia imperial está tratando de llevar a Florence a la ruina.’
Con una sola palabra del Sumo Sacerdote, no sería de extrañar que estallara una rebelión por parte de los seguidores que confiaban en él y quizá sea el preludio de una gran conmoción que pasará a la historia.
“Entonces, ¿cómo obtengo ese derecho?” (Miragen)
(N/T: Sobre la afirmación de Kayle que no tiene derecho a acercarse a ella.)
“… ¿Qué?”
“Si no lo tengo, ¿alguna vez lo tendré?” (Miragen)
“¿Qué dice…?”
“Dijiste que ya era demasiado tarde y nada podrá cambiar. Entonces, si me quedo quieto, nada cambiará.” (Miragen)
Miragen, quien se dio la vuelta por un momento y se encontró con los ojos de Kayle, seguía imperturbable.
‘Se fue. Ya no se escucha mis palabras.’
Kayle estaba confundido, incapaz de responder a su pregunta, y su boca solo murmuraba.
Miragen miró fijamente la boca estupefacta de Kayle, luego abrió bruscamente la puerta de la oficina y se apresuró al Palacio de la Emperatriz. El sonido de sus pasos urgentes resonó por el pasillo.
Kayle ni siquiera pensó en detener a Miragen cuando salió de la oficina, solo miró fijamente su espalda.
Noah, que estaba sentado en la mesa de té sirviéndose té en silencio, dejó su taza y se levantó como si fuera a seguir a Miragen.
“¿Entonces, creen que debo seguirlo?” (Noah)
“Lo acompañaré, mi Señor.” (Ashton)
Aprovechando la oportunidad para encontrarse con Ashstarte, Ashton siguió a Noah.
Kayle no pudo atraparlos cuando salieron de la habitación con pasos rápidos y solo se quedó mirando fijamente.
“¡Vamos, vamos, esperen…! ¿Están diciendo que Su Majestad Noah también irá al Palacio de la Emperatriz?”
Luego, después de un tiempo, de repente volvió en sí y gritó, pero ellos ya habían salido de la oficina y desaparecido más allá del final del pasillo.
Ahora no es solo Miragen, pero si se une Noah, las cosas se complicarán. Estaba claro que esto acumularía una montaña de papeleo que él tendrá que manejar, y su vida se torcería tanto que se vería arruinada.
“¡Su Alteza, Noah!”
Aunque es el asistente principal, es solo bueno para escribir y pensar, pero no es bueno en los deportes, por lo que tiende a alejarse de todo lo que implique usar su cuerpo, aun así, salió corriendo a atrapar a Noah.
Sus gritos resonaron el pasillo junto con el sonido de pasos apresurados.
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