Episodio 11
Ashtarte abrió la puerta de par en par. Las luces brillantes que iluminaban el salón cayeron sobre su rostro todas a la vez.
La sala de estar era un espacio con todas las paredes de vidrio. Era la habitación con la mejor vista, creada para atender perfectamente a los huéspedes, de forma que podían ver tanto el interior como el exterior. Aunque todo lo que puede verse ahora es un jardín tosco sin una sola flor.
“Ah, Señor Ashton.”
“Su Alteza, la Princesa. Vine aquí sin una excusas.”
“¡Señor, no se disculpe! Estoy muy feliz por su visita.”
Ashtarte tenía una expresión feliz en su rostro como para probar que lo que acababa de decir no eran palabras vacías.
“Creo que han pasado 6 años desde que alguien más que Loena y yo, puso un pie en el Palacio.”
“Es eso así. Le visitaré más a menudo cuando tenga tiempo.”
“¡Oh! No quise ponerlo en una situación difícil. Sir Ashton debe estar ocupado.” – Ashtarte agitó rápidamente ambas manos.
Si Sir Ashton viniera a visitarla a menudo, no habría nada más encantador que eso, pero él era el líder de una Orden de Caballeros. Sería desvergonzado interrumpir su trabajo por sus propios sentimientos personales, por lo que Ashtarte sonrió brillantemente.
“Su Alteza, la Princesa es muy condescendiente, pero… no importa si es un sentimiento personal.”
“¿sí? Eso…”
“Todos en el Palacio Imperial existen para servir a la Familia Imperial. Incluso si es un sentimiento personal, simplemente seguimos esa orden.”
“Ah…”
“Entonces no hay necesidad de que sea paciente.”
Sir Ashton caminó de un lado a otro desde el lugar donde estaba hasta donde se encontraba Ashtarte, acortando la distancia.
Los ojos estrellados de Ashtarte se llenaron de vergüenza. Nunca había oído tales palabra antes. Incluso Loena nunca le había dicho nada de eso.
“Su Alteza, la Princesa. Pídamelo.”
“¡Wow! ¿Qué?”
“Cualquier cosa.”
Ashton se detuvo frente a Ashtarte, se arrodilló sobre una rodilla e inclinó la cabeza al mismo tiempo. Era una señal de obediencia.
Ashtarte puso los ojos en blanco como si tuviera problemas y se encontró con los ojos de Loena, que se había retirado a un rincón. Sin embargo, Loena simplemente inclinó la cabeza, como Ashton, sin importar si conocía su corazón o no.
“De acuerdo. ¿Puedo realmente pedir algo…?”
“Por supuesto.”
“Después… Me gustaría visitar el Palacio.”
“…Eso no será un problema.”
“¿De verdad?”
Ashtarte estaba encantado de escuchar la respuesta de Ashton y saltó en su lugar.
De hecho, todavía no ha olvidado la apariencia del Palacio que vio a su alrededor, cuando visitó el Palacio Principal hace cuatro días.
A diferencia del amplio campo seco alrededor del Palacio de la Emperatriz, había un magnífico Jardín de Lirios entre el Palacio Principal y el Palacio de la Emperatriz. Y a diferencia del Palacio de la Emperatriz, las personas que estaban allí siempre estaban ocupadas moviéndose.
Todo era nuevo. Y si pudiera le gustaría volver a verlo.
“Entonces, ¿puede guiarme?”
“Todo se hará según su voluntad.”
Ashton inclinó la cabeza una vez más mientras se postraba.
****
Ashtarte no ocultó la risa que se le había escapado antes, sino que la mostró tal como era.
El tiempo fue bastante bueno para su segunda salida. La luz del sol era moderadamente cálida ya que las nubes llenaron el cielo varias veces, y el viento combinado con la luz del sol era fresco, por lo que no se sentía caliente.
Aproximadamente 30 minutos después de que Ashtarte y Ashton abandonaran el Palacio de la Emperatriz, llegaron a un jardín blanco lleno de lirios.
Loena todavía estaba en el Palacio de la Emperatriz, ya que dijo que prepararía una comida sencilla para satisfacer el hambre de Asharte y los seguiría pronto.
“Sir. ¿Qué es este lugar?” – Ashtarte preguntó, doblando sus rodillas y mirando los lirios en plena floración.
“Se llama el Jardín de los Lirios.”
“Bien… Pero, ¿no es temporada de que florezcan los lirios?”
Ashtarte inclinó la cabeza con curiosidad. En lugar de salir, ella pasaba sus días leyendo libros, por lo que sabía mejor que nadie que los lirios no eran una flor que floreciera antes de otoño. Sin embargo, los lirios en plena floración frente a ellos parecían florecer para siempre sin perder su frescura incluso en invierno.
“Está en lo correcto. Todos estos lirios en los jardines han sido tratados mágicamente por el Príncipe.”
“¿Tratamiento mágico?”
“Es una magia con la que se puede mantener las flores para siempre sin perder su frescura. El lirio es la flor más preciada de la Princesa de Amarilis…”
Ashton, que seguía explicando las cosas tal como eran, se dio cuenta de lo que decía y detuvo sus palabras. Ashton rápidamente bajó la cabeza como si estuviera desconcertado y miró a Ashtarte.
“Okey. ¡La magia es genial! ¿Puedo hacerlo yo también?”
“…Si tiene el talento, puede hacerlo fácilmente tal como lo hacen los Príncipes.”
“Entonces no podré hacerlo.”
‘¿Cómo interpretó sus propias palabras y las tomó como tales?’ – Ashton tuvo ganas de arrancarse el pelo.
Por el contrario, Ashtarte simplemente no pensó que tuviera el talento para estar hombro con hombro con tales Príncipes.
“¿Podemos entrar al Jardín de los Lirios?” (Ashtarte)
“Es posible. ¿Le gustaría entrar?”
Ashtarte asintió ampliamente.
Si hay un lugar donde podría comer la comida que estaba preparando Loena, este era el lugar adecuado.
‘Tendré que esperar aquí hasta entonces.’
Ashton entró en el largo camino hacia el Jardín de los Lirios y se acercó a ella. Sin dudarlo, Ashtarte tomó la mano de Ashton y entró en el Jardín de los Lirios, Ashtarte miró a su alrededor y observó el paisaje.
Los lirios ampliamente extendidos los envolvieron de tal forma que no se veía el final del jardín. A primera vista, los lirios que brillaban a la luz del sol parecían una fantasía.
‘¿Cómo podría existir un espacio tan hermoso?’
“¿Le gustan?” (Sir Ashton)
“¡Sí! ¡Demasiado!”
“¿Qué tipo de flores le gustan, Princesa?”
“Me gusta esta flor.”
Ashtarte, quien sin avergonzarse respondió de inmediato a la repentina pregunta, señaló a Ashton el alfiler en su cabeza. Era un alfiler viejo, pero la forma era clara, por lo que Ashton pudo reconocer fácilmente el tipo de flor.
(N/T: Le he traducido como alfiler, pero imagino que la traducción correcta es horquilla.)
“Es un lirio de los valles.”
“¡Correcto! Es el primer regalo de cumpleaños que me dio Loena.”
“Jaja, entonces debe ser algo precioso.”
“¡Sí! ¡Es mi tesoro!”
Ashton se echó a reír cuando vio la forma en que envolvió su horquilla con una gran sonrisa. Y rápidamente se tapó la boca como para detener el sonido de la risa.
‘¿He reído? ¿Lo hice?’(Ashton)
Era Ashton quien nunca había sonreído de verdad al tratar con la gente. Nunca sonreía cuando estaba tratando con los Príncipes, o incluso cuando estaba tratando con la Princesa Amaryllis, la Luz del Imperio.
‘Ella es realmente una persona misteriosa.’
Ashton se sorprendió de sus sentimientos, al mismo tiempo que le infundió la convicción de que Ashtarte no era la ‘oscuridad’ que llevaría al imperio a la ruina.
‘Es una persona inocente. También es una persona infinitamente frágil.’
Esas eran las cosas que Ashton había visto y sentido después de ver a Ashtarte por un corto tiempo.
“Su Alteza, ¿Conoce lo que significa el lirio de los valles en el lenguaje floral?”
“Sé que significa ‘siempre serás feliz’.”
“¡De Verdad! …Loena Yeres es una criada muy sabía.”
Cuando Ashtarte escuchó eso, sonrió ampliamente, como si fuera bastante natural.
A pesar de que no era su trabajo, ver esa figura tan eufórica trajo una suave sonrisa a los labios de Ashton.
****
Loena, que estaba preparando bocadillos ligeros en el Palacio de la Emperatriz, tarareó. Una voz muy agradable llenó toda la cocina.
“¿Es una persona realmente buena en comparación con mi primera impresión?” – Murmuró Loena mientras empacaba su último sándwich y cerraba la tapa de la canasta.
(N/T: Se refiere a Sir Ashton.)
Cuando Loena conoció a Ashton, fue verdaderamente despiadado.
Ella siempre visitaba el Centro de Entrenamiento de Caballeros de Ashton para recibir apoyo del Palacio Principal. En ese momento, esos ojos fríos del color del agua siempre decían lo mismo.
“Está bien, ¿qué está pasando de nuevo hoy? Te escucharé, así que dilo de una vez.”
Su actitud arrogante llegó al extremo de la irreverencia. Por lo que no había forma de que las buenas palabras pudieran ir y venir.
“Okey. Supongo que fui un poco dura.”
Mirando hacia el pasado, creo que alivié a Sir Ashton del estrés que sentía, cada vez que iba al Palacio Principal. Ahora, los arrepentimientos no significarán nada.
“Te trataré bien de ahora en adelante, ¿de acuerdo?”
Ashton fue el único en ese Palacio imperial que no se dejó engañar por la apariencia y trató a Ashtarte como era.
‘Incluso su familia tiene esa actitud.’
Pensándolo de nuevo, ella sintió que su estómago estaba hirviendo, así que Loena aplastó y agarró el asa de la canasta que sostenía.
“Malditos bastardos imperiales…”
Todo esto se debe al Sumo Sacerdote. No, puede ser culpa del Dios que envió ese oráculo en primer lugar.
Loena pensó que se sorprendería si los sacerdotes la escucharan, tomó una canasta y salió corriendo de la cocina. Cuando salía de la cocina y se dirigía a la puerta principal, recordó las palabras de Ashton, con quien había estado conversando allí hace un tiempo.
<<”¿Por qué sigues aquí?”>>
La imagen de una mujer se dibujó en su mente, aunque tenía miedo de recordar.
Cabello rojo ondulado y ojos dorados que se parecen a los de la Princesa. Era una mujer encantadora y adorable, con una sonrisa infinitamente inofensiva. Sin embargo, el color que alcanzó al final esta dibujado con sangre…
La sonrisa que desapareció, la ansiedad infantil en sus ojos, la última gota de lágrimas que derramó.
Loena negó con la cabeza como si no quisiera recordar. Pero supongo que tenía que recordar. El recuerdo no se detuvo y se siguió dibujando… Una mujer manchada de sangre estaba extendiendo su mano. Y en el momento abrió suavemente la boca…
“¡Deténte!” – Loena, que llegó a la puerta de entrada a paso rápido, gritó ferozmente.
“Uf, uf.” – Un suspiro agudo resonó.
La imagen que se había dibujado en su mente fue cortada por su grito.
Loena se sentó, dejó la canasta y hundió la cara entre las palmas de sus manos. Después de exhalar e inhalar varias veces, Loena recuperó la compostura, agarró la canasta, se levantó nuevamente y abrió la puerta principal con la otra mano.
“No te preocupes… Definitivamente protegeré a la Princesa.”
Loena salió del Palacio de la Emperatriz.
Contrariamente al sonido de los pasos de Loena alejándose en busca de la Princesa, solo un lúgubre silencio perduraba en el Palacio de la Emperatriz.
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