Capitulo 154
«Ya habíamos recogido parte del cabello de la señorita Vivi también.»
Mientras Ahin estaba sorprendido, siguió la explicación de la profesora Janna.
“Está bien… ¿Pero para qué sirve el cabello?”
“Porque puedes extraer feromonas de partes del cuerpo. Comparando las feromonas de ambos, que así extraemos, podemos determinar cuál de los dos es más potente. Por lo general, en los hombres-bestia, es mucho más probable que la feromona superior se manifieste en la descendencia.”
Eso significaba que la única forma de estar seguro era comprobar si las feromonas curativas eran superiores. Vivi, ansiosa, se levantó de su silla.
“Entonces, ¿qué dice el análisis? ¿Qué feromona es más potente, la de Ahin? ¿La mía?»
«Bueno… Este resultado es bastante raro… ¿Puedes mirar la hoja que contiene el informe?»
La profesora Janna, sosteniendo a Russell en su regazo, señaló los papeles con la barbilla. Impaciente, Ahin estiró las patas delanteras hacia el papel que ella le indicó.
«¡No puedes!»
Vivi, pensando que el cachorro quería jugar con el informe, lo miró con severidad. Su mano, después de apartar las patas de Ahin, pasó la página del informe. Contrariamente a su expresión determinada, sus dedos temblaban.
«¿Morado?»
En el papel había un círculo de ese color. Vivi, incapaz de interpretar el significado de esto, miró a la profesora Janna, esperando una explicación.
“¿No es un color misterioso? En el estudio de las feromonas, el violeta significa ‘equilibrio’.”
«Pero, que…»
“La conclusión es que hay una equivalencia en los poderes de Lord Ahin y de la Señorita Vivi. Es decir, si uno de los dos tuviera la reacción superior, prevalecería su color. Pero cuando no puedes decir quién gana, aparece el morado. Un término medio.”
Pronto, una sonrisa apareció en los labios de la profesora Janna.
«Según esto, es muy probable que el niño que te nacerá también sea un término medio.»
«¿Estás diciendo que nacerá con feromonas de dominación y feromonas curativas al mismo tiempo?»
“Sí, o, aunque hay una menor probabilidad, podría nacer con la feromona de la Señora Valence. La investigación de las feromonas no tiene fin…”
¿Qué tipo de niño súper poderoso nacería? Vivi, sorprendida, se tapó la boca con la mano. Si ese fuera el caso, el niño podría curarse a sí mismo, aunque que la feromona de dominancia lo perjudicara, siendo así imbatible.
“Además, dado que las feromonas de la Señorita Vivi han curado permanentemente a Lord Ahin de sus ataques de feromonas, la posibilidad de que ocurran en un hijo de ambos es casi nula. No necesita preocuparse.”
“…”
«¿Señorita Vivi?»
«… Ah, ¿q-qué?»
Vivi, que estaba mirando al vacío, preguntó, tartamudeando. Se sintió aliviada de que su futuro hijo no tendría problemas en el futuro. Pero no podía evitar pensar que si ella no tuviera feromonas curativas, Ahin estaría muerto hoy.
Con una sonrisa, la profesora Janna señaló el círculo morado del informe. La mirada de Vivi se clavó en el círculo, como si estuviera poseída. Era un color que parecía absorberla…
“El morado es el color que simboliza dos colores que parece que no deberían mezclarse y coexistir. Al igual que la Señorita Vivi y Lord Ahin.”
«Vaya…»
“Tal vez realmente fue el destino que ustedes dos se conocieron. Qué suerte…”
***
Vivi, con su mochila en los brazos, salió de la oficina de la profesora Janna. El campus estaba excepcionalmente vacío y se sentía más grande debido a las vacaciones de invierno.
Metiendo su cabello que volaba en la brisa helada detrás de su oreja, le recordó el momento en lo que llegó al territorio de las panteras negras.
[Te comeré mañana, así que llora más.]
Cuando conoció a Ahin, pensó que era una prueba enviada por el Dios de las Bestias. Era extraño pensar en ello ahora como un encuentro de suerte hecho por el destino, pero al mismo tiempo, era divertido.
‘Menos mal que está curado de los ataques para siempre… Morado…’
Sonriendo, Vivi dobló los informes y los metió en el bolsillo de su uniforme.
«¿Sabes de una cosa? El morado siempre ha sido mi color favorito.”
Vivi, hablando con la pantera negra bebé en su mochila, aunque sabía que él no entendería, comenzó a caminar de nuevo. Sus pasos eran ligeros, como si pisara nubes.
<Tu color favorito es el verde.>
Pensando que ella estaba mintiendo, Ahin negó con la cabeza. De hecho, lo que Vivi había discutido con la profesora Janna era algo que también lo preocupaba. Así que había ido a pedir la opinión del médico de familia, pero…
[Lo siento, mi Lord, pero necesito una parte del cuerpo de la Señorita Liebre para determinar qué feromona es superior.]
[¿Te volviste loco?]
[¡No estoy hablando de un dedo o algo así…! Un poco de pelo sería suficiente… ¡Incluso si es un mechón de pelo cosechado mientras está en su forma original, sería suficiente!]
Así que había dejado un poco de pelo de conejo que había recibido cuando Vivi lo pateó con el doctor. Pero, antes de obtener la respuesta, inesperadamente escuchó los resultados de la misma investigación de la profesora Janna.
Aliviado por el prometedor resultado, Ahin miró a Vivi, que estaba tarareando. ¿Por qué los dos habían ido a diferentes lugares en busca de respuestas cuando tenían las mismas preocupaciones? Si hubiera acudido a él y no a la profesora, él le habría dado la respuesta.
Ahin, pensando esto, se frotó la cara con las patas delanteras.
<No es divertido.>
En su estado actual, ni siquiera podía hablar, pero incluso si estuviera normal, nunca se abriría a Vivi, expresando dudas sobre el futuro de su relación. Era obvio que ella había ido a ver a la profesora Janna por la misma razón.
Porque ambos estaban evitando hablar sobre el día en que Ahin casi había matado a Vivi, hace varios años. También tendían a evitar conversaciones sobre feromonas de dominación en general.
Cuando se dio cuenta de que había una falta de comunicación entre ellos, una voz interrumpió los pensamientos de Ahin.
“¡Señorita Vivi, cuánto tiempo!”
«Lo siento, llegué un poco tarde.»
El próximo destino de Vivi parecía ser una fiesta de té con varios estudiantes en el invernadero de la Academia. Tan pronto como llegó, varias personas la rodearon, mirando a la pantera negra bebé en su mochila.
«¡¡Ay, Dios mío!! ¿Es eso un cachorro de pantera negra?”
Ahin, convirtiéndose en el centro de atención, se sentó en la mesa, con calma. La vida académica de Vivi, que estaba observando sin darse cuenta, era bastante interesante.
«Voy a cuidar de este bebé por un tiempo.»
Vivi, sentada en una silla, explicó.
«¡Qué lindo! ¿Cual es su nombre?»
<¿Nombre?>
Ahin, que se dio cuenta de que no tenía nombre, miró a Vivi. Al contrario de lo que esperaba, ella abrió la boca sin dudarlo.
«Es Anri.»
“¿Anri? Que lindo nombre.”
Ahin parecía haber se convertido en Anri sin darse cuenta. Vivi sonreía tímidamente, probablemente porque le gustaba el nombre que le había dado.
<…No está nada mal.>
Satisfecho con el nuevo nombre, Ahin comenzó a caminar alrededor de la mesa, examinando los presentes.
Cerdos, ovejas, tigres, perros… Desde herbívoros hasta depredadores, había miembros de varios clanes que normalmente no tenían contacto. No importa cuán diversa fuera la Academia, no era fácil para los herbívoros y los depredadores ser amigos y compartir una mesa.
Ahin, al concluir que los poderes de conquista que Vivi había demostrado sobre el clan de las panteras negras también funcionaban con otros clanes, agrandó los ojos.
Hendry, una de los invitados a la fiesta, estaba sentada al otro lado de la mesa, mirando a Ahin con recelo. Se puso nerviosa y Evelyn, que se escondía detrás de una planta, le susurró al oído.
«¿Qué pasó?»
“¿Por qué no puedo decirle a Vivi quién es el bebé? No importa lo importante que sea, no puedo engañar a Vivi. Soy su mejor amiga.»
“Esta es la voluntad del Lord Ahin. Y el que vaya en contra de lo que quiere será… bye, bye.”
«¿Qué significa…?’
Evelyn casualmente envolvió sus manos alrededor de su cuello y le hizo una señal a Hendry.
“Míralo directamente a los ojos. Y lo verás.”
Hendry, bañada en sudor frío, miró atentamente a los ojos del pantera negra bebé. Y era cierto. Cuando miraba a Vivi, parecía amable, pero cuando ella se daba la vuelta, miraba al resto del mundo con total frialdad.
Ahin Grace… Ella pensó que Vivi estaba perdida. Al recordar los chismes sobre cómo él era un monstruo que había diezmado al clan de los lobos en solo un año, cerró los ojos con fuerza.
‘Perdóname, Vivi…’
Pensando que era de sentido común no involucrarse en la vida amorosa de los demás, decidió mantener la boca cerrada y tiró discretamente de la cola de Ahin, que estaba cerca.
Cuando él se dio la vuelta, curioso, ella le tendió un pequeño trozo de papel para que solo él pudiera verlo.
[La profesora Karen dejará el laboratorio mañana por la mañana. Confíe en este Evelyn y aguante, mi Lord. – Firmado: Evelyn, que pertenece a Lord Ahin]
Era un mensaje de Evelyn, le adulando.
<Entonces mañana puedo despedirme de Anri.>
La expresión de Ahin, llena de expectativas, se volvió más ligera.
“Anri, no te alejes demasiado. Cuidado con la comida…”
En ese momento, Vivi extendió la mano y lo acercó a ella. Tenía miedo de que él se comiera todo lo que había en la mesa, como lo haría Ash.
Después de haberlo alejado de los platos, Vivi miró al pantera negra bebé, quien, extrañamente, se veía feliz.
¿Normalmente, estar en un lugar con tanta gente no debería ser estresante? Esta actitud, como si disfrutara de que le prestaran atención, le recordó a Ahin.
‘¿Es el orgullo un rasgo que tienen todas las panteras negras?’
«Presidente Vivi.»
«¿Sí?»
Vivi, dejando de contemplar el asunto, miró a la chica que la estaba llamando.
“Entonces, ¿’él’ finalmente vendrá el día de la graduación? Hasta ahora, siempre decías que no podía venir porque estaba demasiado ocupado…»
«¿Él?»
Vivi estaba confundida, pero pronto entendió lo que quería decir la estudiante. Estaba preguntando por el prometido de Vivi, a quien había estado escondiendo todo el tiempo en la Academia.
Ella se sonrojó levemente, recibiendo las miradas curiosas de todos los presentes.
«Oh, sí… Prometió venir a la ceremonia.»
«¡Ay Dios mío! ¡Qué bien!»
«Sí…»
Mirando a Vivi, que parecía tímida, los estudiantes se miraron entre sí. A veces era tan incisiva que incluso olvidaban que era del clan de las liebres. Pero cada vez que se mencionaba este tema, ella se ponía así, hasta el punto en que todos tenían curiosidad sobre la identidad de esta persona que hizo que Vivi se sonrojara.
Hubo muchos rumores de que era un herbívoro amable y educado, pero solo eran especulaciones, sin ninguna prueba.
Además, la ceremonia de graduación era el día que todos esperaban para ver si aparecía el prometido de Vivi. Cansados de pensar en eso todos estos años, tenían muchas preguntas.
¿Qué clase de persona sería? ¿Cómo se conocieron? ¿Fue arreglado su matrimonio?
Vivi nunca respondió preguntas, y cuando la confrontaron, en ese momento, respondió vagamente.
«¿Cómo nos conocimos? Bueno, estaba oscuro… Entonces me sacó de una canasta y me metió en su bolsillo.”
Vivi había mirado al vacío, perdida en los recuerdos. Los estudiantes tomaron esto como una metáfora: significaba que ella estaba en problemas y esta persona la habría redirigido al camino correcto, protegiéndola. Quedaron impresionados, parecía que los rumores de que él era alguien de buena personalidad no eran falsos.
«También puso a alguien fuerte para protegerme…»
¿Cuánto tiempo le tomó acostumbrarse a que Meimi la siguiera? Gracias a la daga, que siempre aparecía en el bolsillo de su delantal, Vivi se emocionó al recordar que se desmayó cuando la vio por primera vez.
«Y él siempre me sonreía, y era paciente, aunque yo no podía expresarme bien en ese momento…»
Era muy difícil comunicarse con alguien en el cuerpo de un conejo bebé. Pensando en Ahin, riéndose mientras luchaba por hacer mimo todo su cuerpo, comenzó a enfadarse.
‘Este arrogante pantera negra. Quería que él pasara por lo mismo, para ver qué tan bueno es.’
Luego sacó una flor de un jarrón sobre la mesa y señaló a la pantera negra bebé. Era una pista para los estudiantes, sobre el clan de su prometido.
«No es un matrimonio arreglado.»
Pronto, Vivi sonrió levemente y agregó.
«Es que… realmente me gusta.»
“…”
“Más que nadie en el mundo.”
Después de decir eso, Vivi bajó la cabeza, exponiendo solo sus orejas muy rojas. Alguien que dejaría a Vivi en este estado sólo podría ser una persona con una personalidad muy amable y cariñosa.
Los estudiantes, teniendo esta certeza, miraron hacia un lado. Entendieron que Vivi estuviera avergonzada, pero no sabían por qué el pantera negra bebé también estaba recostado sobre la mesa, tapándose la cara con las patas.