Capitulo 134
Tuk. Tuk.
La sangre goteaba de la daga que había atravesado el brazo de Vivi, manchando el podio. Tenía sudor acumulado en la frente por el dolor intenso. Fue tanto que hasta lloró.
‘Corté más profundo de lo que había planeado… ¡Demasiado profundo…!’
Tal vez fue por nerviosismo, o porque su piel estaba demasiado sensible, pero la herida había sido mucho más grave de lo esperado. Mucho de eso tenía que ver con el hecho de que ella nunca antes había atravesado nada con una daga, así que no sabía cuánta fuerza era necesaria.
‘…Necesito calmarme.’
Ella no podía tener miedo. No había venido allí a llorar. Cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir. Anoche, no había podido pegar ojo.
[Bebé, ve a dormir.]
Después de que la señora Valence le besara la frente, Vivi se quedó mirándola durmiendo plácidamente, y pensando una y otra vez.
Simplemente entrar en una sala de reuniones llena de depredadores ya era un desafío. Pero, además de eso, eran todas personas que iban en contra de su propia existencia.
Evelyn, la señora Valence y el abuelo. Todos habían dicho que no era necesario que apareciera, por lo que Vivi pensó que estaría bien huir esta vez. Sin embargo, después de todo lo que había pasado en la Academia, sería difícil usar la excusa de que estaba demasiado asustada.
Los depredadores a menudo nunca imaginan que un herbívoro pueda tener feromonas superiores a las suyas. De hecho, en general, esa era la regla. Así que la opinión de los ancianos nobles estaba justificada. Por eso, no dejarían de protestar hasta que Vivi les demostrara sus poderes.
Por un lado, pensó que eran crueles y despiadados por odiarla. Si tan solo fuera una noble de alto rango… Vivi nunca pensó que querría algo como eso.
La diferencia entre razas y estatus era lo que clasificaba a los seres vivos como personas o bocadillos de emergencia. Si insistía en quedarse al lado de Ahin, esta vacilación ahora podría destruirla en el futuro.
Cuando ya salía el sol y el ruido de los pájaros se mezclaba con los preparativos del desayuno, con los ojos vidriosos, Vivi llegó a la conclusión de que no huiría más de la reunión.
Había crecido viendo cómo la espalda de su padre se desvanecía, así como la de su madre, su hermano menor y varias otras personas. Incluso si era pedir demasiado, no quería ver la de Ahin haciendo lo mismo, nunca.
Decidida a ser más fuerte, logró quedarse dormida cuando salió el sol… Y terminó pateando a la Señora Valence en la cara mientras dormía.
Y ahora… decidida a ocultar el dolor y la vergüenza de querer desmayarse, Vivi apretó los dientes para sacar la daga, que seguía clavada allí.
Tenía que mirar el lado positivo. Sería una oportunidad para impresionar a todos aún más. Cuanto más grave era una herida, más habilidad curativa se necesitaba, especialmente si estaba en el propio cuerpo del sanador.
Con una mirada determinada, Vivi comenzó a operar hábilmente las feromonas curativas. La recuperación no tardó mucho en completarse. La sangre que fluía del corte se detuvo, y la carne y la piel comenzaron a repararse donde la hoja había perforado.
La nueva carne tenía un tono diferente al resto, pero pronto sería completamente natural.
Vivi no tenía cicatrices cuando usaba sus poderes en sí misma, excepto si eran cicatrices viejas, de antes de que se humanizara por completo.
‘… Uff…’
Al ver que el dolor había cesado, se limpió la sangre que se había quedado alrededor del lugar. Luego levantó los brazos para que todos pudieran ver el área intacta.
Los ancianos, que parecían no creerlo, a pesar de haberlo visto todo con sus propios ojos, se miraron conmocionados. Entonces comenzaron a gritar.
«¡¡Ay, Dios mío!!»
«¿Usó las feromonas curativas en sí misma?»
Incapaces de ocultar su emoción, saltaron de sus sillas y comenzaron a bombardear a Vivi con preguntas. Sus ojos mostraban una mezcla de sorpresa y alegría.
Ella se relajó un poco y bajó la daga. Como era de esperar, mostrar resultados drásticos había funcionado mejor que hacer algo a medias.
‘Qué alivio…’
¿Todo había terminado ahora? Sintiéndose más ligera, empezó a hablar.
“Como pueden ver, este es el nivel más alto de uso de feromonas curativas-”
Antes de que Vivi pudiera terminar su oración, sus pies dejaron el suelo. Ahin, que había llegado al podio en segundos, la llevaba en brazos.
Clang.
La daga que ella soltó, sorprendida, cayó al suelo con un estrépito.
Tan pronto como Vivi miró a la cara de Ahin, sintió que su corazón se hundía. Estaba más enojado de lo que nunca lo había visto hasta ahora. La atmósfera se volvió pesada y la sala de reuniones quedó en completo silencio.
«¿Están satisfechos ahora?»
Ahin miró a los ancianos con una sonrisa gélida. Luego les dio la espalda a todos.
«Den gracias por el hecho de que no soy el líder del clan en este momento.»
Luego, todavía cargándola, salió de la sala inmediatamente después.
Tap. Tap.
Ahin avanzó por los pasillos a grandes zancadas. Había sentido una sensación muy extraña en ese momento, como si estuviera congelado por el miedo.
Recién ahora comprendió la reacción de la conejita, que, cada vez que se asustaba, se quedaba inmóvil, incapaz de moverse.
“…Ahin, ¿a dónde me llevas?”
Vacilante, Vivi preguntó.
«Al doctor.»
La voz que respondió era más fría que una tormenta de nieve. Vivi pensó que sus habilidades superaban con creces las de un médico cuando se trataba de curar heridas, pero no dijo nada y le mostró el antebrazo.
“¡Estoy bien, échale un vistazo! No quedan marcas.”
De hecho, el brazo estaba tan limpio que costaba creer que se hubiera lastimado si no fuera por la sangre que aún se secaba a su alrededor.
«Está bien…»
«¿Qué?»
«¿Estás diciendo que está bien perforar tu brazo, ya que hay una cura?»
Ahin, expresándose con dureza a propósito, la miró. Si el corte se hubiera hecho en él o en Evelyn, no se habría inmutado. Pero solo recordar la daga cortando ese brazo delgado hizo que sus ojos se crisparan.
“No quería… no quería lastimar a Evelyn. Además, curarme a mí misma es una muestra de habilidad superior… Y solo usé la punta de la hoja… Sólo ligeramente…»
La voz de Vivi se quebró. Nunca antes había visto a Ahin tan enojado, por lo que su corazón estaba acelerado.
De repente, se dio cuenta de que tal vez Ahin tenía tanto miedo de verla sangrar como ella de verlo tener sus ataques de feromonas. Deseó haber hablado con él antes y haberle informado que era capaz de curarse a sí misma.
De hecho, después de su reencuentro, apenas mencionaron lo que había pasado entre ellos durante ese año y medio, porque Vivi tenía miedo de que si contaba todos los detalles, le abriera la herida nuevamente.
Con una expresión devastada, Vivi estrechó sus manos.
«Perdóname…»
Ella había tratado de causar una gran impresión. El dolor que sentiría la preocupó tanto que se olvidó de considerar el impacto que causaría a los demás.
«… ¿Por qué te estás disculpando?»
Vivi se encontró con los ojos rojos sin emociones mientras levantaba la cabeza ligeramente. Volviendo a bajar la mirada, miró al suelo, deprimida.
«Por todo….»
«¿Por qué no me dijiste nada y me dejaste llevarme la sorpresa?»
«Sí…»
Ahin abrió la boca y la volvió a cerrar, suspirando levemente. Después…
«¡¡Detente ahí!!»
El grito de Lillian, resonando por los pasillos, lo hizo detenerse. Agarrando su bastón roto, corrió hacia ellos a una velocidad impresionante.
«¡¿Cómo está tu brazo?! ¡¿Está todo bien?!»
“Estoy bien, abuelo. Mira, la curación fue perfecta.”
Lillian no podía creerlo y siguió revisando el brazo pálido una y otra vez. Después de convencerse de que no pasaba nada, hizo que Ahin bajara a Vivi y habló.
“Eres una coneja malvada. ¡¿Cómo pudiste preocupar así a tu abuelo?!”
Lillian, después de decir eso gritando, abrazó a Vivi.
«Debes haber tenido mucho dolor…»
Vivi, dentro de los brazos de Lillian, comenzó a llorar.
“¡Nuera malvada…!”
«Perdóname…»
En la mansión Labian, nadie le prestaba atención, incluso cuando estaba muy enferma en la cama. Sólo ahora se estaba dando cuenta de que había personas que se preocupaban mucho por ella.
Después de llorar suficientes lágrimas como para llenar un estanque, Lillian jaló a Vivi detrás de sí. Había notado que Ahin emanaba una energía helada, tanto que sentía escalofríos.
«… La llevaré de regreso y la disciplinaré».
Vivi estaba completamente escondida detrás de la túnica de Lillian. Ahin, sin palabras, ladeó la cabeza hacia un lado.
“Vivi, ven aquí.”
¿Cómo podía decir su nombre en un tono tan aterrador? Lillian sacudió la cabeza con tanta fuerza que se le voló la barba.
“Entonces estaré presente. Si la conversación entre ustedes dos se calienta, seré el mediador.»
«Fuera de mi vista, viejo.»
Lillian no era bajo, pero Ahin, que había crecido, proyectaba una sombra sobre él. Preguntándose cuándo su nieto había crecido tanto, Lillian escuchó a Vivi susurrarle al oído y asintió. Luego tosió para disfrazar y le preguntó a Ahin.
«Ahin, ¿te sorprendiste?»
Los ojos de Ahin se entrecerraron. Eran las palabras de Vivi, dichas a través de la boca de Lillian. Pensando que se había ofrecido como voluntario para ser mediador y terminó como portavoz, Ahin gruñó cuando Lillian transmitió más palabras.
«Perdóname. Nunca más me lastimaré a propósito.”
Lillian continuó pronunciando las palabras de Vivi sin dudarlo.
«Tenía miedo de que la relación entre Ahin y los ancianos fuera mala para siempre, y no podía pensar en una mejor opción…»
«Viví.»
«¿Sí?»
«No respondas por ella, viejo.»
Ahin, con una expresión complicada, pasó una mano por su cabello plateado. Era una locura que las palabras pronunciadas por la voz ronca de un anciano pudieran hacerlo sentir mejor.
Vivi dudó en susurrar la siguiente oración, lo que hizo que Lillian se quedara en silencio. Luego se puso de puntillas y miró por encima del hombro del abuelo.
Afortunadamente, la expresión de Ahin era más relajada que cuando salió de la sala de reuniones. Vivi, sintiéndose animada, susurró. Lillian pronunció su oración perfectamente, dejándola satisfecha.
“…Cuando te gusta alguien, a veces no puedes tomar decisiones con cuidado.”
Entonces Ahin se dio vuelta sobre su espalda, cubriendo su rostro con sus manos. Antes de darse cuenta, estaba siendo conquistado por una Vivi falsa de 70 años.
***
Después de que se puso el sol, Ahin pasó por su oficina y escuchó el informe de Evelyn. Después de que él saliera de la sala de reuniones con Vivi, seguido por Lillian, la reunión terminó con éxito gracias a Valence y Evelyn.
El consejo de ancianos, que confirmó que Vivi era muy capaz, incluso sugirió una hipótesis increíble.
Si las feromonas dominantes se combinaran con las feromonas curativas dentro del útero, ya no habría preocupaciones sobre la transmisión de las feromonas dominantes a las generaciones futuras.
Ahin, bajando el informe, suspiró. No podía creer que Vivi se hubiera sacrificado y lastimado su brazo por estos viejos. Al salir de la oficina, se encontró con Meimi, quien lo estaba esperando en el pasillo. Si ella estaba allí para hablar con él, significaba que Vivi había salido de la habitación y se había ido a otro lugar.
«Después de pasar el invernadero, la señorita fue al establo para hablar con Lile por un momento.»
“¿Fue al invernadero con el objetivo de hacer un ramo de flores?”
«…Sí.»
Ahin, riendo suavemente, comenzó a caminar hacia el establo. Él también estaba disfrutando la sensación de recibir flores de la coneja romántica cada vez. Por eso, Vivi había tenido la impresión equivocada de que a Ahin le gustaban las flores.
De hecho, a él realmente no le importaban las flores en sí, pero como eran algo de Vivi, no podía dejar de sonreír. Pensando que era innecesario corregir el malentendido, aceleró el paso.
Vivi estaría allí, al final de la caminata. Caminó con impaciencia. Pronto, frente a la bahía de Jane, Ahin vio a dos cachorros de pantera negra, revolcándose en el heno. Al verlo, dejaron de jugar. No habiendo visto de dónde había venido ese hombre, lo enfrentaron.
<¿No es ese tipo?>
<Sí, lo que dijo papá que era el subordinado de la liebre.>
Clasificando a Ahin como el último en la cadena alimenticia, los cachorros lo miraron con altivez. Ahin, mirando por la ventana del establo, ignoró las bolas de algodón negro, que estaban oliendo las feromonas de domininación, confundiéndose.
En el interior, Vivi, Lile, Ash, Barra e incluso Jane, su yegua, estaban teniendo lo que parecía ser una discusión seria. Ninguno de ellos notó la presencia de Ahin en absoluto.
Ante la absurda escena, se apoyó contra la pared junto a la ventana para escuchar. ¿Desde cuándo la mansión Grace se había convertido en un zoológico? Pensando que todo comenzó con una sola coneja, escuchó susurros.
“¿Baile de cierre de semestre? Señorita Liebre, no sé qué es eso.»
Lile, agachado, dijo, luciendo confundido.
‘¿Baile?’
Ahin recordó que este era un evento regular de la Academia Belhelm. Vivi explicó los detalles del evento, que él ya conocía. Después de escuchar toda la explicación, Lile preguntó.
«Ya veo. Entonces, ¿invitará a Lord Ahin a ser su compañero en el baile?»
Así que por eso estaban teniendo esta reunión tan seria. Ahin, feliz de ser el compañero de Vivi, estaba empezando a pensar qué color le quedaría mejor a su atuendo. Cuando se decidió por el azul marino, un color que sabía que a Vivi le gustaba…
«No. Mi pareja será otra persona.»
La voz de Vivi resonó, golpeando a Ahin con fuerza.