Capítulo 27
“¡¡Lord Ahin!! ¡¡Señorita Liebre!!”
El caballero, que se llamaba Mio, había abierto la puerta y se congeló. Él era uno de los dos escoltas que estaban dentro del carruaje. Miró de un lado a otro entre Ahin, Ash y yo, sus ojos parpadeando.
“Quién… quién es…”
“Cierra la puerta y espérame afuera.”
A pesar de la clara orden de Ahin, el caballero parecía pegado al suelo. No era difícil adivinar que era por mi presencia. Cuando no hubo respuesta, Ahin tocó la espada en su cintura.
«¿Tienes la intención de desobedecer mis órdenes?»
La puerta se cerró en segundos. El caballero Mio parecía avergonzado.
Cuando el invitado no deseado se fue y la choza volvió a quedar en silencio, Ahin me tocó la parte del cuello que me había mordido. Con dolor, me encogí de hombros. Luego preguntó, en una voz tan baja que era casi un susurro.
«¿Duele?»
Lo respondí.
“Solo quema un poco.”
Ahin se inclinó para echar un vistazo más de cerca a la marca. Me sentí incómoda con su cara tan cerca.
«…¿Mi Lord?»
Entonces escuché una voz familiar afuera. Evelyn. Sabiendo que era él, me encogí.
“Oh, ustedes dos caballeros ya están aquí. ¿Qué están haciendo afuera?”
«Bueno, Lord Ahin… nos dijo que nos quedáramos aquí.»
Era solo cuestión de tiempo antes de que Evelyn y los caballeros se dieran cuenta de que la humana dentro de la tienda era yo. Me sentí desesperada.
Evelyn, que no estaba callado, como era de esperar, llamó a la puerta.
“Lord Ahin, soy Evelyn. ¿Está todo bien ahí?”
«Yo estoy bien.»
«No, le pregunté a la Señorita Liebre.»
«Oh, sí, la coneja.»
Sin detenerse por un segundo, Ahin me miró y dijo.
“Coneja, ¿estás bien?”
Casi me quedo sin aliento por las feromonas hace un momento, ¿cómo puedo estar bien? Incapaz de responder, lo miré con ojos asesinos. Ahin comenzó a reír.
«Evelyn, se ve muy bien.»
«¿Como así? Explica, más por favor.»
«Sus ojos parecen que van a matarme.»
“Oh, entonces ella está normal. Bien, estaba preocupado.»
“No te quedes ahí con la oreja pegada a la puerta. Mantente a 20 pasos de distancia.”
«Sí Mi Lord.»
No sé si realmente tenía el oído pegado a la puerta, pero el sonido de sus pasos alejándose era muy fuerte.
Fue impresionante. Después de todo lo que había pasado, me alivió escuchar la voz de Evelyn. Era como si hubiera sobrevivido para seguir viviendo como antes. Suspiré y me relajé. Ahora que las feromonas se habían calmado, tenía mucho sueño. ¿Puede ser un efecto secundario? Parpadeando pesadamente, recordé que Ahin estaba allí y volví a estar alerta. Su mirada, extrañamente, estaba en mis manos, descansando en el suelo.
‘¿Por qué me mira las manos?’
¿No me digas que tenía la intención de morderlas, como lo hizo con mi cuello? Era una hipótesis plausible, así que sentí que se me helaba la sangre. Torcí mi cuerpo para liberarme de él.
«¿Para dónde vas?»
Pero él no lo permitió, tomándome por la muñeca. Luego comenzó a pasar su pulgar por mi muñeca en un movimiento circular. Mi propia mano, levantada en el aire, aún no me resultaba familiar. Negué con la cabeza para alejar el sueño que aún era fuerte. La mirada de Ahin todavía estaba en mi mano.
«No es una pata delantera.»
Era un discurso sorprendente. No podía entender por qué seguía dando vueltas a mi muñeca con el pulgar. Sin embargo, tuve la vaga impresión de que mi muñeca se rompería si aplicaba sólo una pequeña cantidad de su fuerza.
«Tú…»
Los ojos rojos se volvieron hacia los míos. Tragando saliva, murmuré.
«…¿Sí?»
«No es la primera vez que te humanizas, ¿verdad?»
¿Estaba especulando o ya estaba seguro de ello? La respuesta se atascó en mi garganta.
Mi mano temblorosa agarró el cuello de la camisa de Ahin.
«Cuántas veces…»
Lo sabía… Después de haber logrado esconderme hasta ahora, estaba contra la pared. Lo miré.
***
Evelyn, que esperaba a veinte pasos de la choza, frunció el ceño. Las extrañas feromonas que fluían en el aire, de origen desconocido, lo estaban poniendo nervioso.
Ahin le había ordenado esperar con voz despreocupada, pero cuanto más tiempo pasaba, más se preocupaba.
Era natural, porque Ahin era su amo. Así que sabía que no podía confiar en nada de lo que él dijera. Evelyn solo se calmaría después de comprobar con sus propios ojos si la coneja estaba bien o no.
Además, los caballeros a su lado también parecían ansiosos. Justo cuando la espera se estaba volviendo insoportable, la puerta se abrió con un chirrido.
“¡Lord Ahin!”
Evelyn y los caballeros, que habían corrido hacia la choza, se detuvieron. Ahin estaba con Ash, inconsciente, echado sobre un hombro y con la coneja dormida en la otra mano. Colgando de su brazo, la chaqueta azul estaba manchada de sangre.
El ambiente se volvió pesado por el impacto de la aparición. Evelyn, siendo el primero en despertar del trance, se acercó.
«Mi Lord, la señorita Ash…»
Sólo está durmiendo, no armes un escándalo. Tomala.»
Ahin, explicando sin emoción, le tendió a Ash para que lo tomaran. Los ronquidos de la pantera rompieron la tensión.
“Mi Lord, aquí…”
Los caballeros se llevaron apresuradamente a Ash. La pantera negra no mostró signos de despertar, a pesar de que se pasó de mano en mano.
Mio, que había abierto la puerta, sujetando las patas traseras de Ash, inspeccionó el estado de Ahin.
‘Pero como…’
La joven que estaba en los brazos del Lord había desaparecido como si se hubiera evaporado. ¿Quién era ella y adónde fue? Los ojos del caballero se dirigieron a la coneja bebé dormida.
La mujer tenía una constitución demasiado delicada para ser un depredador, y también tenía rasgos curiosos. El cabello blanco, la extraña chaqueta que vestía y la piel de porcelana que parecía como si nunca hubiera sido tocada por el sol. Y ojos violetas…
Ese color de ojos solo se podía encontrar en los clanes de las liebres y de las ovejas. Quizás….
Los ojos de Mio parpadearon cuando una hipótesis absurda apareció en su cabeza. Ahin notó la expresión del hombre.
Y se llevó el dedo a los labios. El significado era claro: guardar silencio. El caballero asintió levemente y Ahin pasó junto a Evelyn.
“Quítate de mi camino, Evelyn.”
“¡¡Señorita Liebre!!”
«Dejala dormir. Ella debe haber tenido miedo de los hombres-bestia lobo.”
Los ojos de Evelyn se abrieron cuando miró más de cerca a Vivi.
«¡Sangre! ¡Mi Lord, sus patas están manchadas!”
“Ella no está herida. Ya me encargué de todo.”
Esa situación sería un secreto solo para ellos dos. Ahin, alejándose, caminó cargando a Vivi en sus brazos. Sus ojos escanearon a la coneja dormida y recordó la situación de hace unos minutos.
Sus feromonas, que habían salvado a Ash cuando estaba al borde de la muerte, confirmaron los poderes curativos que Ahin había descubierto cuando desapareció el corte en su mejilla. Sin embargo, su intensidad estuvo muy por encima de las expectativas.
Había traído a Vivi para probar sus feromonas, pero no había imaginado que las cosas saldrían de esta manera. Su transformación en humana también había sido impredecible. Pensó que si de alguna manera ella se convertía definitivamente en humana, sería un problema mantenerla cerca de él.
Al pensar en la mujer de rostro pálido, Ahin sonrió sin darse cuenta. Los ojos violeta mostraban irritación y censuraban cada acto que hacía. Su identidad estaba clara incluso si él no podía sentirla a través de las feromonas. Además, el momento en que se durmió y se transformó en conejo, en cuestión de segundos, demostró que aún no se había humanizado por completo.
“¿Lord Ahin?”
Mientras miraba a la coneja, Evelyn se cansó de mirar a Ahin. No importa cuántos años le haya servido, no podía entender su cabeza en absoluto.
“Con todo respeto, me da escalofríos.”
«¿Qué?»
«Su sonrisa en este momento, Mi Lord.»
«Tu existencia en sí misma te da escalofríos.»
«Lo siento, no escuché.»
Evelyn, fingiendo no haber oído, miró al horizonte. Sonriendo, Ahin aceleró el paso.
«Volveremos pronto y haremos un informe de lo que pasó.»
Con la velocidad de su amo aumentando cada vez más, Evelyn, que se sentía exhausto, se quedó dos pasos atrás.
***
Se habían ocupado de todos los hombres-bestia lobo, pero el carruaje había sido destruido en el proceso.
«En lugar de volver a la mansión… es mejor continuar a pie hasta la ciudad de Qatar, nuestro destino original. Estaremos allí después de cruzar esa montaña.»
El sol ya se estaba poniendo. Mirando hacia el cielo, Ahin asintió.
«Es mejor. Cuando lleguemos allí, enviaré una carta a la mansión Grace pidiendo ayuda.”
«Sí. Buscamos en los cuerpos de los hombres-bestia lobo, pero no encontramos ninguna de las drogas que buscábamos.»
Evelyn hizo un “tsk” con la lengua. Los lobos estaban invadiendo los territorios de otros clanes, pero a diferencia de lo que ocurría en el territorio de las panteras negras, la región donde se encontraban ahora tenía una política de no interferencia. Así que no había nadie a quien culpar por el ataque al carruaje.
«…Mi Lord, ¿puedo hacerle algunas preguntas?»
«No.»
¿Por qué me dijo que no abriera la ventana? ¿Qué pasó después de que Ash y Vivi se bajaron del carruaje? Había tantas dudas que las mejillas de Evelyn estaban hinchadas. Ahin, caminando hacia adelante, se detuvo de repente.
“Evelyn, ¿alguien del territorio de las liebres se ha acercado a la mansión Grace desde el día del baile? ¿Aunque sea por métodos indirectos?»
«No, nadie.»
«Entiendo…»
Ahin, respondiendo sin prestar atención, volvió a mirar a Vivi. Parecía exhausta, profundamente dormida. Ahin se volvió hacia Evelyn de nuevo.
«Por casualidad, entre los nobles del territorio liebre…»
Ahin dejó de hablar a mitad de la frase. Vivi tenía el pelo completamente blanco. El cabello blanco no era poco común entre los hombres-bestia liebre, pero tampoco era súper común. Si averiguaba quiénes eran las familias nobles con este rasgo en el territorio de las liebres, incluidas las familias de comerciantes en la búsqueda, probablemente encontraría a su familia.
El silencio se prolongó y Evelyn preguntó con cuidado.
“¿Qué es, Mi Lord?”
«…No nada. Vamos.»
Sería más rápido si él mismo extraía la información de alguien que ya la tenía, a través de la tortura. Ahin sonrió.
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