El papel era la carta que le había enviado a Raphael hace unos días.
Era su primera respuesta en 4 años, así que Elensia había puesto sus sentimientos sinceros aquellos que no podía expresar con palabras, pero la respuesta que había estado esperando no llegó.
Raphael le dijo incluso que nunca recibió la carta.
La joven se había preguntado el porqué de esa situación, pero la respuesta ahora estaba frente a ella.
Parecía que la pequeña Juliet se equivocó al intentar entregar el sobre directamente a su hermano.
Aunque fue el error de un niño, la correspondencia originalmente no debía ser tocada por nadie más que por el destinatario.
El significado de las cartas en la sociedad aristocrática era diferente, estas eran el canal de comunicación y el medio que conectaba las relaciones.
También era la forma más rápida para que los nobles que no podían verse las caras se preguntaran por el bienestar de los demás.
No importa lo que estuviera escrito en la carta, nadie, excepto la persona en cuestión, podía tocarlo.
Y todos respetaban la privacidad de cada uno.
«He sido grosera…».
Juliet inclinó la cabeza con ojos llorosos.
Sorprendentemente, no lloró.
Era hábilmente consciente de que, si lloraba ahora, Elensia frente a ella estaría en problemas.
Entonces, la “señorita Conejo” se acercó a Juliet, pensando en consolarla, pero Raphael bloqueó cuidadosamente su mano. Luego sacudió la cabeza y con los labios articuló un: ‘Por favor’.
La chica reconoció sus intenciones y bajó la mano.
Parecía que estaba tratando de usar esta situación para poder enseñarle una lección a su hermana.
Estaba claro que el error de Juliet fue una gran desgracia.
Sin embargo, aunque nadie más lo supiera, aún era una niña.
Estaba aprendiendo, así que debía tener cuidado de ahora en adelante; entonces, tenían que enseñarle con certeza y seguir.
Elensia abrió la boca mientras miraba a Lizelle, quien asentía con la cabeza.
«Oh, vaya. ¿Qué debo hacer? Era una carta con palabras importantes para Raphael…».
«……».
Los hombros de la menor temblaron fuertemente y pronto se encogieron.
«¿Qué tengo que hacer?»
Elensia estaba actuando, por lo que exagero su voz expresando su disgusto.
«Realmente lo siento…No importa lo que haga, haré que esté de vuelta a como es…
Juliet ni siquiera pudo terminar la oración.
No sabía que era imposible rehacer la carta, aun así, no podía prometer tal imposibilidad.
«Juliet».
Elensia sonrió feliz al verla y agarró con fuerza sus manos temblorosas, sorprendida, la pequeña sacudió la cabeza.
Ojos llenos de lágrimas miraron a la contraria con pesar.
«Está bien, recuerdo todo el contenido de la carta, así que se lo diré directamente a Raphael. Pero la próxima vez, no puedes hacer eso. ¿Entendido?»
«Hmm, Yo…lo siento».
La niña asintió con la cabeza varias veces con lágrimas corriendo por su rostro aliviado.
Elensia sonrió feliz y limpió las lágrimas de Juliet con el pañuelo que sacó, así, Raphael también acarició cálidamente la cabeza de su hermanita para indicarle que lo hizo bien.
«Mamá…».
La pequeña suspiró y corrió hacia Lizelle, abrazándola. Luego, en un abrazo cálido y acogedor, se echó a llorar.
De todos modos, las cosas salieron bien, pero el sentimiento de arrepentimiento y disgusto no desapareció.
«Elensia. ¿Caminamos un rato?»
«Bueno».
Para darle a Juliet algo de tiempo para calmarse, Raphael y Elensia salieron del salón y se dirigieron al jardín.
***
Elensia caminó junto a Raphael por el jardín.
Este estaba en armonía con plantas que recién comenzaban a formar capullos y flores que no habían brotado durante todo el invierno.
El aroma esparcido por el viento era fragante.
«Elensia, entonces, ¿cuándo me lo vas a decir?»
«¿Qué?»
La chica dejó de seguir a Raphall, que se detuvo repentinamente.
«La carta. Dijiste que recordabas el contenido, así que me lo puedes decir directamente».
«……».
(jaja tomala)
El rostro de la de ojos azules se calentó en un instante.
Esas fueron solo palabras para consolar a Juliet, no tenía intención de contarlo realmente.
En la carta Elensia había escrito cosas vergonzosas que no se podían decir cara a cara, al ser la primera respuesta que había enviado en 4 años, fue una carta inusual con muchos sentimientos internos.
Solo la idea de recitárselo directamente a él fue suficiente para que Elensia se desmayara de la vergüenza.
«¿Le mentiste a Juliet?»
«…Basta. Lo recuerdo, así que lo enviaré de nuevo».
Le gritó a Raphael, que se burlaba de ella con picardía.
Se abanicó la cara con las manos para refrescarse el rostro caliente, pero el otro no remitió fácilmente.
«Lo digo en serio. Quiero oírlo de ti, no una carta».
«Raphael».
«Esperé cuatro años».
«……».
La boca de la joven se cerró fuertemente ante la mirada seria del pelinegro.
«Han pasado cuatro años. Ha pasado mucho tiempo desde que tenía 14. Creo que he estado esperando durante bastante tiempo».
Raphael miraba directamente a Elensia.
El anhelo y el resentimiento se superpusieron en sus ojos rojos.
«…Siento llegar tarde».
«No quiero escuchar una disculpa».
Estaba decidido, necesitaba una respuesta.
¿Por qué no respondiste, fue porque te olvidaste de mí?
Quería preguntar si era posible que se hubiera olvidado de él.
«No pude leer tu carta.
Al ver su resentimiento, Elensia abrió lentamente la boca.
«¿Por qué?»
«Porque en el momento que la viera, te extrañaría tanto que no podría soportarlo».
«¿…Qué?»
«Todo lo que dejé atrás. Mi familia, mi hogar, mis amigos, todos mis recuerdos».
Elensia sonrió con tristeza.
No era fácil vivir en un templo sin conexiones.
Siendo una niña pequeña, tuvo que soportar las dificultades que incluso eran difíciles para los adultos.
Le había llevado mucho trabajo llegar hasta donde estaba.
Incontables días en los que luchó por enterrar la añoranza que venía de vez en cuando y tener que tragarse con fuerza sus lágrimas.
Estaba bien responder a las cartas de sus padres en medio de eso y pensar en ellas. Pero, Elensia no sabía porque, cuando pensaba en Rapell o miraba sus cartas sin abrir, las emociones que trataba de retener se desbordaban de sus manos.
«No podía salir, así que no podía ver tus cartas, si las miraba, tenía miedo de querer huir y dejarlo todo».
«Tú…».
«No sabía cuánto tiempo tendría que quedarme en el templo, pero si hubiera leído tus cartas, no habría podido soportar todo ese tiempo y poder cumplir mi promesa».
La chica sacudió la cabeza con impotencia.
Pasó de ser una niña de cinco años que se entregó voluntariamente en brazos del templo, a pesar de no querer estar sola, a recordarse mientras esperaba una respuesta que no llegó.
Lo sentía mucho y tenía mucho que agradecer.
«Lo siento».
«Está bien».
«¿Sí?»
«Está bien, mientras no me hayas olvidado».
Cuando levantó la vista, Elensia sonrió.
Fue una risa tan refrescante que la atmósfera seria y pesada se disipó instantáneamente.
«……».
Elensia instantáneamente se congeló como el hielo.
De repente, se dio cuenta del latir acelerado de su corazón.
¿Qué es esto?
Era la primera vez que sentía algo como esto, por lo que sus ojos se abrieron.
«¿Elensia?»
«Oh, no».
La joven rápidamente dio un paso atrás, avergonzada.
Como si hubiera estado mucho tiempo bajo el sol, sentía como le ardían los lóbulos de las orejas y sentía que necesitaba tomar aire.
«¿A dónde fuiste después de tu debut? Escuché que llegaste a la mansión hasta el amanecer».
«Ah…».
La cara de Raphael, que caminaba al ritmo de su acompañante, se puso rígida.
Elensia sintió que estaba preguntando algo que no debería haber preguntado, por lo que ella rápidamente retiró la pregunta.
«No. Cómo regresaste al amanecer, me preguntaba si no estabas cansado».
«Fui a ver a Billy».
«Esa persona…».
Los ojos de la contraria se abrieron ante el inesperado nombre.
Billy, quien había causado tanto desastre hace años, era el medio hermano de Raphael.
Él había sido el culpable de matar al ex Duque y su amante, quien secuestró a la Duquesa Lizelle e incendió la residencia del Duque.
«Está en prisión ahora, pero está haciendo trabajo voluntario en el sur».
«¿Se han visto a menudo?»
«Algunas veces, tenía curiosidad al principio. ¿Qué aspecto tenía el hombre que mató a mis padres?»
La primera vez que Raphael vio a Billy fue cuando tenía 14 años.
A esa edad cuando entendió todos los hechos y le pidió a Chester que lo dejara conocerlo.
Su tío reflexionó durante mucho tiempo, pero ante la presión de Lizelle, tomó a Raphael y fueron donde Billy, que se había negado a las visitas, sin embargo, cedió esa vez.
¿Tal vez fue porque sentía culpa de lo que había hecho?
Eso aún se desconoce, solo el propio hombre sabría sus razones.
Raphael se negó a que Chester lo acompañara a la sala de reuniones y entró solo.
Mientras lo esperaba, reprimió la rabia que lo envolvía y la creciente ira.
Eventualmente, cuando Billy apareció a través de la pared transparente que bloqueaba el camino, todo en Raphael se volvió inútil.
Más atroz que el diablo, el hombre que le había quitado a sus padres no era más que una persona que se parecía a él.
Durante toda la visita, donde hubo un largo silencio, Billy nunca lo miró a los ojos, sólo se la pasó repitiendo las palabras “lo siento” una y otra vez.
Raphael se quedó mirándolo sin decir una palabra.
Luego, solo pudo reaccionar antes las palabras de un guardia informando que se acababa la visita, ese día se fue con una sola idea en la cabeza… Nunca lo perdonaría.
A partir de ese día, fue a ver a Billy una o dos veces al año.
No había tolerancia ni perdón, el joven tampoco no sabía si lo hacía por odio o resentimiento.
Solo fue a ver su cara, que se parecía a la de él, de vez en cuando.
«… ¿Estás bien?»
«Seguro».
Raphael levantó las comisuras de sus labios, como si nada estuviera mal.
Elensia no pudo encontrar ningún consuelo para él, por lo que optó por caminar a su lado.
Reconociendo la consideración de la contraria, la expresión de Raphael se suavizó aún mas.
Al sentir su calor con solo estar a su lado, tenía el poder de tranquilizar a la gente, así que no quería dársela a nadie.
Aun así, pudo ver el día anterior que el Príncipe estaba muy interesado en ella.
Raphael frunció el ceño ante la creciente irritación.
Si él no lo hubiera detenido, Elensia habría bailado con el Príncipe.
El significado del primer baile en el debut de mayoría de edad tenía un significado.
Quiero conocerte más, eso es lo que significa.
Entonces, estaba claro que el Príncipe Heredero estaba interesado en Elensia.
¿Cómo te atreves?
«Tú…¿Quieres convertirte en Princesa Heredera?»
«¿Qué?»
Mientras pensaba qué hacer con esta atmósfera tenue, la voz de la joven se elevó ante la escandalosa pregunta del otro.
¿Qué clase de tontería es esta?
«Si no fuera por mí, ¿hubieras bailado con el Príncipe Heredero? Tú esperaste».
«¿Cómo puedo negarme en esa situación? Si fueras yo, ¿cómo podrías rechazar al Príncipe?»
«Tú te quedaste esperando».
«¡No! ¡Solo quería huir!»
Elensia estaba un poco avergonzada.
Era educado no rechazar a la primera pareja de baile. Además, su oponente era el Príncipe Heredero, ¿quién podía negarse?
Ella había tenido la suerte de que Raphael interviniera, pero casi había bailado con alguien que no quería.
Era difícil, porque aquellos ojos dorados la miraron todo el tiempo durante el baile con Raphael.
«Hmm. ¿Es así?»
El miró a la chica a su lado con los ojos entrecerrados, como para ver si decía la verdad.
En el interior, la risa ya se estaba escapando, porque Elensia dijo que no estaba interesada en el Príncipe Heredero.
«¡Sí!»
«Tengo que estar atento para que no te roben».
(les dije que aprendió de Lizelle, si fuera por Chester le hubiera comprado una casa sin decir nada)
Raphael sonrió suavemente mientras la miraba a los ojos tras responder tan seriamente.
«…..»
Elensia se perdió en su mirada.
Las esquinas de sus ojos se contrajeron agradablemente ante las palabras que no tenían sentido. Además, incluso pudo ver los hoyuelos que florecieron brillantemente, igual que cuando eran jóvenes.
De alguna manera, ella sintió un cosquilleo en los dedos.
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