Ataque de clavícula (3)
No puede ser así. Incluso si ahora se cortaba todo porque se debían separar sus caminos, esta situación era demasiado injusta.
Hee-won, que se dio la vuelta de nuevo, pareció ser capaz de atraparlo, se acercó con pasos agigantados a Doo-joon, estiró el brazo, lo agarró por la corbata y lo atrajo con fuerza hasta la altura de su nariz.
La cara de Doo-joon se detuvo a la corta de distancia de unos 10 cm de ella.
Su rostro confundido se llenó con la perspectiva de sus ojos claros y brillantes. El aliento de ella, circulando salvajemente, se esparció por el rostro de él sin piedad.
Un estímulo fatal, que no se podía comparar con el anterior ataque de su clavícula lo golpeó en un segundo. Observar de cerca sus labios rojos ligeramente abiertos lo estaban tentando con una fuerza sobrehumana.
Cuando Doo-joon se sintió perturbado y evitó su mirada, Hee-won tiró de su corbata un poco más para concentrarse en él.
La habilidad de tirar del cuello, no, de tirar de una corbata, era un arte en sí misma. Era una habilidad que parecía haberle despertado instintos de perro con problemas de obediencia.
“Renunciaré antes de que termine el primer semestre. Estoy segura de que ni siquiera me cruzaré contigo luego de eso. Entonces, no necesitas hablarlo con el Director. Incluso si me despiden, será porque yo decidí renunciar primero. Seré responsable de mí misma y de Doo-jool hasta el final. ¿Entendido?»
Hee-won, quien rápidamente había agarrado su corbata como en un arrebato, se apartó igual de rápido de su lado como un rinoceronte enojado, sin detenerse a escuchar la respuesta de Doo-joon se volvió de prisa haciendo que la brisa fría se elevara.
“Camina despacio. ¿Y si te vuelves a caer…»
Doo-joon, que se puso ansioso, se volvió a erguir mientras trataba de seguirla.
“Pero, ¿qué tratas de decirme? Incluso si es como indicaste, ¿qué quieres decir con que ni siquiera volverás a cruzarte conmigo? Y además, ¿quién es ‘Dos líneas’?”
¿Están tus oídos tapados? Te dije un par de veces que mi nombre era Kang Doo-joon…
“Yo seré el responsable. Oh, ¿es porque eres maestra? Yo también entiendo el sentido de la responsabilidad».
Doo-joon, que ya no podía ver a Hee-won, quien ya había desaparecido y se había convertido en un punto lejano, apretó el lado izquierdo de su pecho con fuerza mientras se arreglaba la corbata desordenada con el corazón todavía acelerado.
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“Vicepresidente” ¿Qué pretende decir con que usted ‘decide’ lo que quiere hacer? ¿Qué va a pasar con su cita programada para esta noche?”
Tan pronto como el Director y el Subdirector, que habían sido despedidos en la entrada principal del edificio escolar regresaron, comenzaron las quejas de Si-hyung.
“¿Por qué te preocupas? ¿No es el trabajo del Departamento de Secretaría ajustar mis horarios?»
«Jah, entonces, en tal caso de que estuvieras aburrido, ¿de repente cambiaste tu horario de cena para hacerme tener más trabajo?»
«¿Y cuál es el problema? El Director pidió que lo visitara tan sinceramente que me sentí obligado de asistir».
«Sus palabras fueron ‘sólo cuando sea el momento adecuado’. No sabía que eso consistía ser una petición ‘agradable’. Oh, en serio, ¿cómo pudiste cancelar una cita que se programó desde hace una semana?»
“¿No lo había dicho ya? Ten coraje, eres un ejecutivo capaz y bastante competente. Tienes la segunda voz más convincente de Corea.»
Un dicho popular dice: las alabanzas hacen bailar a las ballenas, si él fue una ballena en su vida pasada, o si simplemente se trataba de ser alabado, una buena reacción estalló en Si-hyung inmediatamente como si acabara de escuchar algo espléndido.
«… Si soy el segundo, ¿quién es el primero?»
«Yo.”
Incluso en ese momento, el Vicepresidente Kang Doo-joon, con una voz que no convencía en absoluto estaba orgulloso de sí mismo, la molestia del Secretario, que pareció hundirse momentáneamente, volvió a aumentar.
«Ah, sí. Entonces, sería mejor que el Vicepresidente cancelara la cita por sí mismo. No, ni siquiera mi tiempo de morir está cerca, ¡todo está planeado! Eres el tipo de hombre que no iría al baño si el horario de trabajo lo impide…»
Doo-joon, a quien no le importaba que Si-hyung resoplara, se quejara o no, se detuvo abruptamente.
El Secretario, que casi choca con él, se estremeció pero se detuvo con asombrosa espontaneidad.
No importa lo molesto que fuera de escuchar, me preguntaba si con suerte estaba tan enojado que había llegado mi hora de morir, así que busqué leer las intenciones de Doo-joon, pero su mirada estaba lejos.
Lejos hacia…
Mientras seguía su mirada con una mente perpleja, ubiqué a la mujer que había estado escondiendo su rostro en el pecho de Doo-joon hace un rato, estaba caminando por el pasillo del primer piso con un hombre joven.
Hee-won estaba hablando íntimamente con un tipo que parecía sacarle conversación mientras caminaba por el pasillo.
Una escena que podría haberse pasado por alto, apareció ante los ojos de Doo-joon y permaneció en su mente.
No suficiente con cometer la desfachatez de enterrar su rostro en su pecho. Estaba cruzando el pasillo junto a otro con afecto.
En este punto, el regaño que Si-hyung me dio ni siquiera funcionó. La decisión de asistir a la cena con ella fue algo bueno, aunque me haga reconsiderarlo pensarlo cien veces.
Era necesario hablar seriamente con Hee-won y, sobre todo, era necesario grabar correctamente su nombre.
¿A qué dos líneas se refería?
«Jefe Lee, ¿suena como ‘Doo-jool’ cuando dices Doo-joon?»
«¿Ah? ¿Qué significa eso?”
«No, nada. En lugar de eso, Sr. Lee, ¿podrá ajustar mi horario?”
«Sí. ¿Será que tendré que postrarme hasta arrastrarme con tal de mantener mi posición y de recibir un salario? Pero, para asumir que te ibas a casar, a mí me parecían incómodos allí atrás».
“Es su estilo, se avergüenza rápido.”
«Yo creo que va por una calle de un solo sentido Vicepresidente».
«Dijo que asumirá la responsabilidad hasta el final, ¿cómo puede ser eso unidireccional?»
«Eh, todo esto resulta inusual. ¿No es lo normal desafiarse a sí mismo a asumir la responsabilidad?»
«Tiene su propio encanto único».
«Lo sé, de verdad. Ella es muy guapa.»
El elogio de Si-hyung hacia la apariencia de Hee-won despertó sentimientos encontrados en Doo-joon.
Estoy orgulloso de ella porque de todos modos la considero como mi compañera de matrimonio, pero ¿por qué de igual modo me siento irritado?
Doo-joon, que por lo general sonreiría orgulloso a Si-hyung junto a una respuesta ingeniosa, observó a su Secretario con una mirada amarga y luego siguió adelante.
El Secretario que se sintió ofendido sin ninguna razón aparente, rápidamente lo alcanzó y se le puso a la par.
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